Mostrando entradas con la etiqueta CowPunk. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CowPunk. Mostrar todas las entradas
sábado, 28 de mayo de 2016
Slush - American Demons
Año: 2016
Sello: Independiente
País de origen: USA
2016 está trayendo algunas gratas sorpresas para quien esto escribe. No digo sorpresas en cuanto a lo novedoso de las propuestas (aunque sí las hay), sino en el sentido de que están surgiendo, como siempre, bandas que mantienen al Underground tan caliente y excitante como siempre debe estar y ser. El nombre de Slush asoma dignamente entre el puñado de sorpresas interesantes que he tenido en lo que va del año. Y lo hacen con un disco que suena entre antiguo y fresco a la vez, demostrando que las buenas ideas, cuando están bien llevadas a cabo, nunca pasan de moda.
Stoner, Cowpunk, mucho fuzz, actitud de hell's angels, rudeza de verdad (los tipos son de Brooklyn) y pesadez en todos los aspectos: sonido, interpretación y actitud. Una voz que de a ratos suena punkie, de a momentos suena similar a las de Jim Morrison e Ian Astbury (The Cult), coros gancheros y muy buenas melodías entonadas como deben ser entonadas. La guitarra es la suciedad hecha música, con su sonido reventado, crudo, lleno de fuzz y escupiendo riffs que no por simples (y tradicionales) dejan de ser tremendamente efectivos. La base llena la atmósfera de groove, mucho groove bien entendido. El sonido de garage no hace más que potenciar esa sensación de violencia latente que se apodera del aire mientras suena el disco, como si una horda de chicos malos hubiera irrumpido en la habitación para llenar el lugar de humo (de tabaco y marihuana), olor a alcohol, cocaína y miradas desafiantes, como si todo estuviera por irse al demonio en cualquier instante.
"American Demons" suena como si hubiera sido grabado a fines de los 60s o principios de los 70s, ese mismo sonido, esa misma actitud de bandas como The Stooges, The Doors, Pentagram y todos esos salvajes que aniquilaron el costado más suave y pacífico de los 60s/70s con su oscuridad. Ejemplo de lo que digo (ejemplo de maldad y rebeldía, por sobre todas las cosas) son canciones como "Suzerain", "Bathysphere" y el acústico "Leshy", las gemas del disco para este servidor.
Háganme y háganse un favor: consigan este disco y ponganlo a todo volumen. Prendan un cigarrillo de marihuana, abran una botella de whisky (si así lo desean) y disfruten de este viaje en el tiempo, coordinado y propuesto por una banda actual que logró captar la esencia del sonido más duro y jodido de aquellos años.
Bandcamp
domingo, 14 de octubre de 2012
Nashville Pussy - 7 inch Records
Año: 1998
Sello: Get Hip
País de origen: USA
Sinceramente, creo que esto es un disco pirata. Tampoco me calenté por buscar información al respecto. Alguien me dijo que en realidad es un disco oficial que contiene todos los temas grabados por estos dementes en la etapa previa su genial disco debut (el colosal "Let The Eat Pussy"). Incluso hasta contiene el tema que The Candy Snatchers grabaron para el split compartido con el cuarteto de Atlanta. Pero no pude encontrar mucha información referente a esta placa, y como dije antes, tampoco me interesa demasiado hacerlo. En definitiva, hablamos de un disco que chorrea inmundicia por los 4 costados, conteniendo covers y canciones propias a través de las cuales los salvajes de Georgia ya dejaban bien en claro que no iban a andar con chiquitas. Toda la locura drogona/alcohólica/sexópata de estos rockers comprimida en un disco breve y criminal como pocos. Es ese Rock `n´Roll que va del Hard Rock a la Ted Nugent/Rose Tattoo al Punk de Poison Idea o GG Allin como si nada, flirteando con el desastre todo el tiempo, difuminando los límites entre ambos géneros a base de ruido, decadencia y alma fiestera. Y cuando hablamos de fiesta, les aclaro que la cosa viene bien descontrolada. Tal como lo que transmiten Ruyter Suys y sus secuaces en cada grabación. "Sock It To Me Baby" es mi favorito, con ese espíritu caótico y ese riff sencillo pero asesino que transita sobre una base directa y explosiva, sobre la cual Blaine vomita frases descaradas con su voz cascada. Pero todos los tracks se van al carajo, incitando al desmadre sin medir las consecuencias. Quizás por eso me gusta tanto este grupo, porque son peligrosos y le devolvieron al Rock, aunque sea por un instante, ese aire de descontrol y peligro inminente que el Rock perdió hace rato. Por suerte, siempre hay grupos como este pegando patadas en los culos empolvados de los farsantes que viven para ser vistos por lo que no son. Salve Nashville Pussy!
7 Inch Pussy
Etiquetas:
CowPunk,
Hard Rock,
Southern Hard Rock
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)