Heavy Temple - Chassit

Año: 2016
Sello: Tridroid Records
País de origen: USA

Quienes me conocen saben de memoria lo que pienso de la mayoría de las bandas del tipo vintage, cuya obsesión por el sonido y estética de los 60's y 70's es motivo de mi poca (escasísima) pasión por éste tipo de bandas. Ya lo dije, lo repito: gracias a mi tío Mario, crecí escuchando a Blue Cheer, Black Sabbath, Grand Funk Railroad, Deep Purple, etc. Por ende, esta movida revivalista me resulta aburrida a esta altura de la historia. Así que no voy a explayarme más en dicho menester.
Por lo contrario, me voy a enfocar en las pocas excepciones valiosas que encuentro dentro del rubro, siendo Heavy Temple una de esas excepciones. No porque sean la octava maravilla del ahora llamado Heavy Psych/Doom (etiqueta fútil si las hay, pues lo que hacen estas bandas es tocar Hard Rock/Heavy Metal de fines de los 60's y principios de los 70's, en la vena de bandas como Captain Beyond), sino porque le dan prioridad a un aspecto que muchas bandas del estilo olvidan: la canción. Mientras la gran mayoría viven obsesionados por tener el equipamiento idóneo, lucir como músicos de hace 40/45 años atrás, y conseguir un fotógrafo y diseñador gráfico que le den al grupo al marco justo, estos muchachos de Filadelfia hacen lo que debe ser siempre primordial en una banda de música: poner a la música por delante de todo.
Así, con esto como premisa, Heavy Temple salen al ruedo con 4 canciones bien trabajadas, honestas y agradables al oído. Incluso para alguien como yo, tan poco propenso a escuchar bandas que se sitúan en ésta senda del camino, harto transitada a lo largo de 45 años de historia. Pero los muchachos que alguna vez grabaron "Love You To Death" de Type O Negative, bajo el nombre de Temple of Negative, ponen de manifiesto sus deseos de hacer buena música, y con eso se las ingenian para salir del pozo de mediocridad dentro del cual están la gran mayoría de bandas de similar estilo.
Además, han logrado el sonido justo, a punto tal que si no los conocés, y alguien te dice que es una vieja y olvidada bandas de 1970, probablemente lo creas. O sea, son creíbles, y eso no es poca cosa, mis amigos.
Entre lo mejor del EP está "Ursa Machina", por su gancho, y agrego "In The Court of the Bastard King" por su variedad de arreglos. Mas, el EP en su totalidad me resulta bastante ameno. Nada del otro mundo, eso está clarísimo, pero se deja escuchar sin ponerle trabas a un oyente complicado como yo, detalle que no puedo dejar pasar.
A los fans del estilo les va a encantar. A los que no lo son, pues denle una chance, que acá hay cosas interesantes.

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Dewar PR

The Gentle Art of Cooking People - O

Año: 2016
Sello: Unquiet Records
País de origen: Polonia

Un intenso colectivo musical de Krakow, Polonia. Así los describe la gacetilla de prensa, en la cual también se habla de Post Rock Psicodélico, ecleticismo y alucinaciones. Hay un poco de todo esto, pero me parece que hay un poco de exageración también. La música de este grupo es bastante agradable, pero no provoca alucinaciones de ninguna índole. De hecho, suenan bastante digeribles y contenidos, en comparación con otras bandas que sí abordan la psicodelia de manera mucho más profunda. En todo caso, lo de este combo instrumental podría entrar dentro de esa nueva categoría conocida como Heavy Psych, que no es otra cosa que una mezcla entre Stoner y Post Rock, pero que suele inclinarse para el lado de lo instrumental, tal como éste grupo de muy buen nombre (El gentil arte de cocinar gente).
"O" es un disco que comienza muy bien ("King Tukan II" es lo más logrado del disco, lejos), con armonías seductoras y ritmos acompasados que flotan sobre un sonido intenso pero no abrumador. Luego vienen 3 tracks más (el álbum consta de 4 tracks en total), pero ninguno logra despegar del piso, y creo que ahí hay una falla. La música de estos polacos no cansa, no desagrada jamás, es amena en todo momento, pero le falta locura, le falta esa audacia que uno espera de una banda que usa el término Psicodelia para autodefinirse. Veamos, esto suena bastante sencillo de explicar: lo que esta banda hace, ya fue hecho por otras bandas que practican el mismo estilo. Lo bueno de The Gentle Art...es que lo hacen con dignidad y aportando algunas buenas ideas a la causa.
Despiertan curiosidad a través de esa cosa tan relajada, pero intensa a la vez, que los caracteriza, tienen un buen gusto innato al momento de elegir qué y cómo tocar. Pero se mantienen siempre dentro de un marco de cordura que no es aconsejable. O sea, para resumir, sería bueno que dejen la relajación un poco de lado y se entreguen a la experimentación más alocada, sin temor al perder el rumbo. Son instrumentistas capaces, componen canciones interesantes, no suenan nada mal. Les falta perder la cordura, solamente eso. Como si fuera poco lo que les estoy pidiendo ¿no?.

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Black Rainbows - Stellar Prophecy

Año: 2016
Sello: Heavy Psych Sounds
País de origen: Italia

Hacer una reseña amparándose en la primera impresión puede llevar al crítico a cometer un error garrafal. Por ejemplo yo, en este caso puntual con el disco de esta banda de Roma llamada Black Rainbows. Si me hubiera dejado por la primera impresión y hubiese escrito la reseña en base a esa impresión, pues los hubiera criticado duramente. Pero hacer eso no es algo que me caracterice, suelo escuchar un disco al menos 6 o 7 veces antes de emitir un juicio. Y resulta que a medida que iba repitiendo la audición de esta placa, "Stellar Prophecy" iba ganando en calidad y respeto en cantidades casi iguales.
Ok, el disco no empieza de la mejor manera, y con esto quiero decir que "Electrify", la canción que abre el disco, suena demasiado común. No es un mal tema, pero sí es excesivamente remanido, ese tipo de Stoner Rock cuadrado y poco imaginativo en la vena de Firebird que jamás fue de mi agrado. Lo escuché varias veces y nunca me convención, no creo que alguna vez vaya a cambiar de opinión. Pero la cosa comienza a cambiar con "Woman", el segundo track, un Blues sexy que se sostiene sobre un riff repetitivo y una cadencia sensual que ayuda a cambiar el panorama. Para cuando llega "Golden Widow" la banda ya está mucho más firme, el disco creció ostensiblemente y el trago amargo del inicio ya se disipó por completo.  
Stoner, sí, duro pero sensual a la vez, aunque más tendiente a sonar cósmico antes que agresivo. Hay cosas que me recuerdan bastante a Fu Manchu, otras que tienen un aire inequívoco a Hawkwind, o sea, por ahí va la cosa. La gacetilla los describe como "Hawkwind, MC5 y Nebula chocan sus autos en medio del Desierto de Mojave", y creo que no es nada desacertada la escena que se usa para describir la música de Black Rainbows. "Stellar Prophecy" suena tan rockero como psicodélico, en ese orden de cosas, y con eso, con ese sonido viejo y un estilo bastante anticuado, se las ingenian para dar vida a un disco sumamente entretenido. De hecho, y si bien el disco casi por completo es más que agradable, hay algún que otro acierto de primer nivel; "Keep The Secret" es Hard Rock para escuchar en un bar, bebiendo cerveza, mirando cómo una prostituta menea sus curvas y con el volumen a un nivel ensordecedor. El sólo y el riff del final recuerdan a un himno: "Black Diamond" de Kiss. Le sigue la última canción del disco, un viaje lisérgico llamado "The Travel", en donde la influencia de Hawkwind sale a relucir sin ataduras en uno de los puntos más altos del disco.
"Stellar Prophecy" suena a miles de cosas, y creo que así debe ser pues esa es la idea: Estos italianos no intentan sonar modernos, eso está claro; de lo contrario, buscarían hacer otro tipo de música. Por lo que es aconsejable escuchar este disco sin prejuicios, entregándose a la placentera, aunque de manera medida, experiencia que es enfrentar esta profecía estelar.

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Purple Sage

Wallack - ST

Año: 2015
Sello: P.O.G.O Records
País de origen: Francia

La imagen de portada, con su estética surrealista, nos permite imaginar un escenario psicodélico, de sonidos etéreos y formas compositivas oníricas. Al menos a mí me vienen esas palabras a la mente mientras veo la tapa del disco. Todo cobra forma y se confirma fehacientemente cuando el disco comienza a sonar. "Methrock" no es sólo el tema que abre la placa, es una declaración de principios. El delay le da a la guitarra los colores necesarios como para teñir la atmósfera de varios colores, todo fundiéndose entre sí y dando vida a una mezcla de colores irreales, surrealistas. Como si el Pink Floyd de canciones como "Set The Controls for the Heart of the Sun" decidiera unirse al Tool más intimista, pero con ciertos aires de Heavy Psych que aportan rudeza para abrir el espectro ("The Void"). El bajo es tan sutil como pesado, una combinación que pareciera ser el fruto de la cruza entre una mariposa y un paquidermo, pues la manera de tocar de Bertrand tiene la cualidad de provocar que el oyente se sienta acariciado de a ratos, aplastado de a otros. Lo mismo puedo decir de Vincent, un baterista dúctil que se acomoda al estilo del grupo como si hubiera nacido para ser el baterista de Wallack (Vincent canta también). Justamente voy a referirme a las voces, intimistas y claras en todo momento, a cargo de Vincent y Cyprien (guitarra). Si bien ninguno de los 2 demuestra poseer un registro vocal amplio y encantador, hacen lo suyo con simpleza y eficacia, sin perder el rumbo emprendido por la banda desde un principio. Tal vez sea el punto menos destacable, pero cabe decir que no desentona en lo más mínimo con lo que es el álbum en sí: tan relajado como intenso, tan sencillo como complejo, tan galáctico como terrenal.
Producido por Yann Pillas, este trabajo de Wallack encuentra su mejor forma cuando el trío opta por alejarse del Planeta Tierra y decide navegar en la vía láctea, dando rienda suelta a la imaginación del grupo, usando moldes menos rígidos que aquellos moldes propios del Rock; en otras palabras, mientras más psicodélicos, mejor suenan. Los 47 minutos que dura el disco alcanza, de esta manera, una ágil movilidad gracias a esos viajes sónicos que empujan al grupo fuera del marco de la realidad mundana.
Desde 2011 están juntos, desde 2011 vienen tocando bajo el nombre de Wallack. Desconozco si previo a este CD, la banda hizo otras cosas; y si existen, pues aun no escuché nada. Sólo conozco este disco, con el cual puedo hacerme de una idea bastante precisa acerca de la identidad del grupo. Una identidad que se a forjado, y seguramente se seguirá forjando, tomando cosas de distintos universos, sonoros y cósmicos. Bien por ellos.

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P.O.G.O RECORDS

Banquet - Jupiter Rose

Año: 2016
Sello: Heavy Psych Sounds
País de origen: USA

Tiene su lógica que este grupo sea oriundo de San Francisco, la capital mundial del hippiesmo, sí, pero también cuna de Blue Cheer, una de las primeras bandas pesadas en la historia. Bueno, podemos nombrar a Captain Beyond, otra de las primeras bandas pesadas, aunque ellos, si bien eran californianos, eran de Los Angeles y no de San Francisco. Pero la cuestión aquí es que Banquet son de San Francisco y tocan esa clase de Hard Rock de finales de los 60s/principios de los 70s que hacían aquellas gloriosas y vanguardistas bandas. Claro, no es lo mismo haber sido precursores que venir al mundo 40 años después, intentando sonar y lucir como aquellas bandas. Hay un desfasaje importante y eso es insalvable. No hay manera de capturar la esencia de una era que no se vivió, eso es una realidad ineludible, guste o no. Se pueden tener los equipos adecuados, los instrumentos idóneos. Uno puede aprender todos los yeites que usaban aquellas bandas, obtener el sonido exacto, componer canciones idénticas a las que componían las bandas de aquel tiempo, pero nunca capturar la esencia. Eso es lo que le pasa a Banquet, quienes demuestran ser un grupo más que correcto dentro de ese estilo que nombré más arriba.
Tienen todo: el sonido, las canciones tienen el formato que deben tener, y hasta la imagen del grupo es acorde a lo que hacen. Pero les resulta imposible revivir el pasado porque, por cuestiones de edad, no lo vivieron y, por ende, no hay manera de que capturen la atmósfera que se vivía en ese tiempo, en ese lugar en donde sucedían algunas de las cosas que los inspiraron. ¿Entonces? Entonces Banquet entran en la categoría de buenas bandas que homenajean a las grandes bandas de un tiempo ya lejano, nada más que eso.
Cabe decirlo, lo hacen bien porque son buenos músicos. Escuchen "Touching The Grave" para sacarse las dudas, canción que muestra a un grupo inspirado y encendido, además de recordar a tantas (buenas) cosas de los primeros años del Hard Rock. Hay una virtud que hay que destacar: la base rítmica tiene todo el groove, fluyen con una naturalidad asombrosa y manejan los climas a su antojo. Gracias a eso, las guitarras pueden ser libres para trazar texturas igual de variadas y atractivas. La voz es tan limpia e intensa como las voces de bandas como Captain Beyond o Radio Moscow, ya saben a qué me refiero. O sea, los tipos son buenos en lo suyo, eso no se discute. Lástima que aparecieron en la escena unos 40 años más tarde...
En resumen, si te gustan este tipo de bandas, Banquet van a ser de tu agrado. Si no te gustan o si piensas que estas bandas no tienen sentido alguno, seguí de largo nomas.

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Purple Sage
 

Stone From The Sky - NGC 1976

Año: 2015
Sello: Independiente
País de origen: Francia

Música para relajarse, aunque suene contradictorio. Lo de contradictorio viene a cuento porque, básicamente, Stone From The Sky tocan música pesada; por lo tanto, lo más lógico sería que diga que la música de estos franceses te golpea, te aplasta, te invita al headbanging y cosas así. Pero no, no es así, aunque tienen su costado agresivo (pero acotado, vale decirlo). Suenan pesados, pero afrontan su propuesta con otras intenciones, más psicodélicos que intensos. Por ahí leí comparaciones con Earthless, algo que no es descabellado, pero tampoco nos guiemos por esas comparaciones. Veamos, el trío francés transita -plácidamente, pero asumiendo algunos riesgos también- por caminos que siempre se encuentran: Stoner, Psicodelia, Krautrock, algo de Post Rock, en esos senderos podemos encontrarlos moviéndose con presteza y sabiendo hacia dónde van. Lo demuestran rápidamente, ya en el primer track podemos corroborar que estos muchachos tienen en claro quiénes son y qué hacen.
Lo que hacen es meramente instrumental, cabe aclararlo, y tienen la inteligencia suficiente como para que uno no extrañe las voces. Se complementan, llenan los vacíos, ejecutan melodías que reemplazan lo que podría hacer un vocalista y hasta hacen que uno no extrañe el hecho de no tener voces. Saben elegir las melodías que van a interpretar, pero también saben que estas deben ser interpretadas de una manera consistente para que no hagan agua. En eso también son buenos los muchachos.
Por ahí les haría falta abundar más en el rubro originalidad, pues hay algunos pasajes en donde resulta inevitable pensar frases del tipo "a esto ya se lo escuché a otras bandas del mismo estilo". Pero, así como pueden hacer que uno sienta que está escuchando algo conocido, también pueden crear canciones profundas e hipnóticas como "Rio Grande", o piedras preciosas en donde la parsimonia predomina y la melodía cautiva con su belleza ("Pygargue"), canciones que se erigen como los puntos álgidos del disco.
"NGC 1976" es un disco muy agradable, con algunos grandes momentos (los mencionados más arriba), pero con tendencia a la homogeneidad antes que a los instantes de calidad superlativa. Es por eso que no me atrevo a decir que estamos ante una gran banda y opto por decir que son un grupo sumamente agradable, buen tino para tomar cosas de distintos estilos y unirlas para que todo parezca sacado de una misma fuente, y con un detalle que les resulta muy favorable: suenan como un grupo compacto, firme, y no como un puñado de individualidades tratando de sobresalir cada uno por su lado.

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Barbarian Fist - The Whorelord Cometh

Año: 2015
Sello: Voidcaller Records
País de origen: Noruega

Este es uno de esos discos que tiene todo para ser un buen disco, pero que se queda a mitad de camino y termina siendo un disco correcto, simplemente correcto. Veamos, pongamos las cosas en su lugar. Barbarian Fist es un grupo noruego que toca Stoner/Doom pesado, lento, climático y rudo, muy rudo. Sí, la portada del disco da una pista concreta sobre cómo suenan estos muchachos. Es algo así como la banda sonora (en formato Heavy) de "Conan El Bárbaro", enfocada en los aspectos más violentos y el costado más primitivo de la conducta de aquellos hombres; bárbaros, para hacerla más corta. Entienden bastante bien cómo crear y recrear atmósferas. Tienen el sonido adecuado (crudo, sí, pero muy pesado y valvular). Las composiciones son un compendio de clichés, pero los clichés están bien usados. Y la actitud del grupo es la que debe tener una banda con un nombre como Barbarian Fist. Entonces ¿qué falla? ¿Qué es lo que hace que este EP sea solamente un disco correcto? Les falta vuelo, creatividad. Por decirlo de una manera clara y precisa, les falta darle más bola a la imaginación, y menos importancia a los clichés. Por momentos parecen estar más preocupados por sonar como suenan la mayoría de las bandas del estilo, por respetar a rajatabla todas las características inherentes al estilo (al Stoner/Doom de manual), en lugar de cagarse en todo y hacer lo que se les ocurra, restándole importancia a las fórmulas preestablecidas.
Es una lástima que así sea pues Barbarian Fist tiene cosas muy destacables. Ya lo dije y lo repito: la actitud de los tipos es convincente, y el sonido es el ideal para esta banda. De hecho, acá no hay canciones malas, todas las canciones son agradables. Pero no pasan de eso, de ser agradables, correctas.
Probablemente, los fans del estilo (los más acérrimos) sientan un placer inexplicable al escuchar una banda como esta. Yo, por lo pronto, espero que todo lo bueno que insinúan aquí se potencie y les permite ser eso que, por ahora, prometen ser. El futuro tendrá la respuesta.

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Reverbnation

Los Kuro - 1 ½

Año: 2015
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: Argentina

Me tuve que tomar mi tiempo para reseñar este disco. ¿Por qué? Porque me agarró en un momento en el que no me resultaba fácil engancharme con el mismo. Cuando eso sucede, soy de la idea de que lo mejor es dejar que pase cierto lapso de tiempo para luego retomar la audición en un momento más propicio. Así que, semanas atrás, retomé la audición del disco en cuestión y mi visión del mismo cambió ostensiblemente. Pude encontrar la energía, pude sentir cómo esta fluye y llega a las fibras sensibles del oyente, quien, en este caso, soy yo, claro está. Nada del otro mundo, suele pasarme con este tipo de bandas netamente instrumentales, por lo que esto fue un caso más entre tantos. Mas dejemos de lado los motivos que me llevaron a tomarme mi tiempo para reseñarlo, y vayamos a lo más importante de todo: la música. Y, en ese rubro, Los Kuro son una banda que tiene bastante para dar. Quizá no posean ese polvo de ángel que provoca que mi cerebro deje volar la imaginación y se inspiré para crear escenas ligadas a lo que la música me transmite, esa cualidad que tiene la música para pintar imágenes en el cerebro del oyente. Pero tiene calidad, suenan muy bien y componen bastante bien, a decir verdad. Logran algo bastante complejo, que es mantener la atención del oyente usando estructuras bastante conocidas, pero matizándolas con arreglos que expanden el horizonte sonoro/compositivo del grupo, otorgándole un aire fresco y agradable al estilo del grupo, con marcadas influencias de lo que en los 70s o fines de los 60s se conocía como Rock Pesado o Heavy rock (y que, con el correr de los años, algunos decidieron cambiarle el rótulo por otro más familiar para nosotros en la actualidad: Stoner, aunque muchos prefieran usar el término Heavy Psych, una nueva etiqueta que dice tan poco como otra etiqueta en boga actualmente: Occult Rock).
Abro un paréntesis: no es fácil clasificarlos hoy. La utilización de teclados en ese temazo llamado "Blus" (lo más rico en variantes que tiene este disco), con su impronta a lo Vanilla Fudge o incluso a la Deep Purple, aporta frescura y sensualidad a un estilo en el que prepondera tanto lo pesado (e sonido es muy macizo, realmente gordo) y lo psicodélico, y de paso, permite confirmar que las etiquetas hoy, en esta actualidad del grupo, no son fáciles de adjuntar a la propuesta de la banda.
Ok, sí, estas fusiones ya fueron hechas hasta el hartazgo, y si pensás eso, pues no estás errado. A ver, se trata de música que fue creada hace más de 40 años, pero hecha hoy, por gente de otra generación. Entonces, el desafío consiste en tomar todo eso que ya conocemos y darle una vuelta de tuerca para que suene auténtico, para que siga resultando interesante aun sabiendo que estas estructuras, que los moldes que usan estos tres talentosos músicos, ya fueron utilizados tantas veces como nos sea posible imaginar. Bien, Kuro encuentran la manera de darle esa vuelta de tuerca, de crear algo interesante, algo que merezca ser escuchado.
"1 ½" no cansa, no aburre; es sincero, intenso y conciso. No hay pasajes dubitativos, no hay puntos flojos. No es novedoso bajo ningún aspecto, pero es una obra madura e inteligente. Y, seamos sinceros, con tantas bandas haciendo algo similar, lograr dar vida a un disco que valga la pena, que merezca ser escuchado, es todo un logro. Los Kuro lo hicieron, y de paso dejaron en claro que tienen con qué seguir evolucionando sin perder la esencia ni la identidad.

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