Enslaved - Roadburn Live

Año; 2017
Sello: By Norse Music
País de origen: Noruega

Y llegó el disco en vivo de Enslaved. Más de 25 años de carrera y ningún disco en vivo. Es que los liderados por Ivar y Grutle siempre privilegiaron las posibilidades que les brinda el estudio en materia de sonidos, elemento esencial en la música de la banda y que es usado para crear las tan conocidas atmósferas que la banda usa para darle un marco tan distintivo a sus creaciones. Sí, les gusta experimentar, y el estudio es el lugar perfecto. Mas, por tradición o por cumplir con ciertos aspectos de la industria, todos los grupos, o al menos casi todos, sacan algún disco en vivo en algún instante de sus historias. En 2017 le tocó a Enslaved y decidieron que la mejor manera de debutar en ése rubro, era sacando a la calle la grabación de la performance de la banda en el Roadburn Festival del 2015. Pues bien, a dar mi opinión al respecto.
Es harto sabido que a estos tipos les sobra calidad, y si bien nunca habían sacado un cd en vivo, hay dos dvd's en vivo, de una calidad sobresaliente (en particular "Return to Yggdrasill", del 2005), que nos permiten hacernos de una idea cuasi cabal acerca de lo que son estos noruegos en vivo. Sí, son tan buenos como en el estudio porque logran reproducir prácticamente todo lo que hacen en el mismo, y no es poca cosa eso. Así y todo, "Roadburn Live" no es un gran disco. Es un buen disco de Enslaved, y cumple con darle al fan la chance de tener algo de esta gran banda en vivo, y en formato de CD. Pero no es EL DISCO, no creo que vaya a pasar a la historia como una gran grabación en vivo. Es simplemente un buen documento que muestra lo que es el grupo sobre las tablas, nada más.
Editado de forma compartida entre By Norse Music y Roadburn Records, esta placa sí tiene una cualidad que es apreciable y es cierta crudeza en determinados aspectos, algo que deja al descubierto la calentura de la performance, tal vez un poco en desmedro de la tan conocida -y aclamada- pulcritud a la cual nos tienen acostumbrados los creadores de "Isa". Es decir, se nota que fue un show intenso, visceral, que la energía le ganó la pulseada a la precisión obsesiva y los arreglos de sonidos prístinos. Eso, creo yo, ayuda a que uno entienda que la banda no siempre apela a las cualidades que exhiben en sus discos en estudios una y otra vez, sino que, en ocasiones, o al menos en lo que podemos chequear a través de éste disco, también hay lugar para algo de crudeza. Y sí, dije algo de crudeza, así que tampoco vamos a exagerar acerca de dicho elemento.
Como buenos fans del Hard Rock de los 70's que son, y del Rock de los 70's en general, el disco termina con un cover de la inmortal "Immigrant Song" de Led Zeppelin, en una correcta versión. Y ahora que lo pienso bien, el disco completo es correcto. No le sobra nada, no le falta nada, no deslumbra ni desilusiona. Sí, un disco correcto. Claro, estamos acostumbrados a usar elogios constantemente para referirnos a los trabajos de la legendaria banda del país en donde se gestó el Black Metal como movimiento. Pero, a no desesperar, que para eso tenemos tiempo ya que se viene "E", el nuevo disco en estudio de Enslaved, el cual tiene fecha de lanzamiento para octubre del 2017. Mientras tanto, entreténganse con el cd en vivo que nos debían.

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Eschatos - The Grand Noir

Año: 2016
Sello: Starwolf Records (cassette) / Flesh Vessel Records (vinilo "12) / Independiente (CD/digital)
País de origen: Letonia

Banda relativamente nueva es esta que hoy les traemos, y bastante interesante, por cierto. Con la bella Kristiana Karklina al frente del grupo, como cantante e imagen más sobresaliente de la banda, estos letones llegan a su segundo disco, el sucesor del debut "Hierophanies", con una propuesta que amalgama un cúmulo de influencias ajenas al estilo del grupo (Black Metal), y que terminan por darle una cariz progresivo a la cuestión.
"The Grand Noir" comienza muy bien, y finaliza muy bien. Aunque en medio de estos puntos haya algunos pasajes poco atractivos, en líneas generales el disco tiene un encanto particular, además del inteligente manejo que este sexteto hace de todas las variantes a las cuales echan mano.
Como dije, el álbum comienza muy bien, puesto que el instrumental con el que abren la placa, "The Grand Noir Rising", trae a mi memoria al Pink Floyd de los tiempos más psicodélicos, con esa atmósfera cósmica en la vena de lo hecho por los británicos en el mítico show en las Ruinas de Pompeya. Pero, dicho encanto musical es tan solo una introducción, y como tal, es tan sólo un preámbulo para lo que vendrá. El track que sigue abre el fuego blacker, y lo hace dignamente, aunque baja un poco la calidad, mas no la intensidad, según mi parecer. "In Whole Alone Is Good and Elsewhere Nowhere", la canción en cuestión (la segunda pista, y la primera con voces), tal vez sea lo más flojo del disco, y hasta hace pensar que lo hecho en la intro fue un espejismo. Por suerte no es así, ya que el grupo procedente de Riga, comienza a levantar ostensiblemente y no sólo eso, terminan sacando de la galera algunas cosas realmente buenas.
Claro, hay un detalle que no es menor. Así como "In Whole Alone..." es Black Metal común y corriente, con todos los clichés insertados sin mucha creatividad (pero con ideas claras, hay que admitirlo), lo que sigue sirve para que el grupo comience a jugar con las texturas, saquen a relucir matices de lo más variados, y exploten parte de su caudal creativo con bastante inteligencia. Digo que explotan parte de su caudal pues estoy convencido de que pueden dar más, bastante más. Canciones como "On The Divine Names", "Feast of a Thousand Beasts" y el estupendo cover de Silencer "Sterile Nails and Thunderbowels", ilusionan y hasta hacen delirar a este exigente servidor, pues abordan su faceta más progresiva y le meten toques de Psicodelia, atmósferas opresivas, voces con una interesante cantidad de recursos, armonías gélidas que contrastan con la intensidad fogosa, y un buen gusto nada despreciable. Es más, me dejan pensando en lo siguiente: lo hecho en esas tres canciones, más lo mostrado en el exquisito comienzo, es la veta que debe seguir y aprovechar la banda. Les sobra calidad cuando se meten en ése terreno (el del Black progresivo lleno de ideas audaces), mientras que la piel más convencional no les sienta muy bien que digamos.
Si se asientan en su costado más Prog, y le sacan provecho, además de empujar sus propios límites, si hacen eso, entonces, en breve estaremos hablando de una gran banda. Hoy por hoy, Eschatos son una buena banda, una promesa para tener muy en cuenta, y punto. Por supuesto, este segundo disco es culpable de que las expectativas de cara al futuro sean altas.

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Noire - The Tracks of the Hunted

Año: 2016
Sello: Depressive Illusions Records (CD-R, Cassette); Independiente (digital, CD).
País de origen: Canadá

La prensa acostumbra a bombardearnos con información de bandas norteamericanas y europeas, y le deja poco espacio a bandas de otros países; esto va para aquellos medios especializados que se erigen como Biblias (digitales o impresas) que dictaminan qué es lo que hay que escuchar para estar en sintonía con la supuesta realidad. Canadá es un país al cual se le muestra mucho respeto por parte de dicha prensa, pero siempre queda relegada a un imaginario segundo puesto, detrás de USA y los países importantes de Europa (importantes dentro de la escena, claro). Eso me parece una tremenda estupidez, pues Canadá es de la primera línea, señoras y señores. A Canadá le sobran bandas geniales como para no tener que estar detrás de nadie. Rush, Voivod, Slaughter, Blasphemy, Gorguts, Cryptopsy, Beneath the Massacre, After The Bombs, Razor y la lista sigue hasta el infinito. Repito, Canadá es parte del primer mundo en materia de música pesada, y nadie debe dudarlo.
Miremos el caso de esta joven banda oriunda de Winnipeg llamada Noire (y antes llamados Noir, hasta el 2013), que ya cuentan, además del EP que hoy nos ocupa, con un disco full y un Demo. No son la octava maravilla, pero tienen una calidad tremenda. Si Noire fueran de USA, medios como Decibel o No Clean Singing estarán desviviéndose en loas para con ellos. Ok, he leído buenas críticas dedicadas a esta banda, comentarios bastante positivos, pero no se les da la difusión merecida. Y calidad les sobra, la suficiente como para que Noire obtenga la atención merecida.
De entrada, con esa excelsa introducción tocada enteramente en piano, los canadienses éstos dejan en claro que lo suyo es elegancia pura. Elegancia y sorpresa, pues apenas termina la intro no se entregan al frenesí de agresividad metalero al cual estamos acostumbrados tras la intro, sino que mantienen la calma y se enroscan en una extensa y sublime pieza acústica, en la que Bob Fitzgerald y Andrew Lawes (éste último se encarga de la voz también) demuestran cuánto saben a la hora de tomar sus guitarras acústicas. Por cierto, ambos músicos escribieron y produjeron el disco.
Luego sí, en el tercer track aparece la agresividad, pero no en exceso, sino que está bañada por la luz de la elegancia. Black Metal que colinda con el Dark Metal, todo muy bien ejecutado y con cada pieza puesta en ese lugar que debe estar. Me recuerdan a Agalloch en muchos aspectos, sin llegar al nivel de la ya extinta banda creadora de "Pale Folklore", pero siguiendo la línea de éstos.
Cuando aparece el elemento Metal en la propuesta del grupo, hay que marcar una diferencia: cuando eligen tocar simplemente Metal, hay ciertas fluctuaciones en la calidad de las canciones, no así cuando emerge el componente progresivo, momento en el que vuelven a dar rienda suelta al talento ya mencionado. Si "The Tracks of..." no llega a ser un gran disco, es justamente porque hay partes que están uno o dos escalones por debajo de los momentos más logrados; si no fuera por eso, estaríamos hablando de un gran álbum. Sin embargo, y gracias a los deliciosos pasajes acústicos, y en especial gracias a esa gran canción llamada "There is Nothing Left", al nuevo opus de Noire le alcanza como para ubicarse entre los buenos discos del 2016, sin concretar todo lo que insinúa al comienzo de la placa, pero demostrando que pueden llegar a ser una gran banda si se lo proponen. De hecho, les aconsejo seguir bien de cerca al cuarteto canadiense en cuestión; no vaya a ser cosa que en el futuro cercano editen un discazo, y nosotros ni nos enteremos.

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Jarun - Pod niebem utkanym z popiołu

Año: 2015
Sello: Unquiet Records/Independiente
País de origen: Polonia

Mi primer contacto con la música de este grupo fue con este disco. No es el primer álbum de Jarun, pero sí es el primero que yo escucho. De su debut discográfico ("Wziemiozstąpienie" del año 2012) no escuché nada hasta el día de hoy, pero voy a cambiar eso en breve pues este nuevo opus de Jarun me gusta y mucho. Algo me decía que iba a ser así, que escuchar este disco iba a ser una experiencia realmente excitante, y que a cada repetición, que a cada escucha, el disco en cuestión me iba a gustar cada vez más. Cuando Zagreus (miembro fundador del grupo) se contactó conmigo para enviarme el material (digital) y solicitarme la reseña, escribió algo que me interesó: "Black Metal con un poco de influencias de Folk y Alternativo/Progresivo". Luego vi la portada, indagué un poco más acerca de la historia del grupo (Jarun comenzó como una banda de un solo hombre allá por el año 2008, pero en el 2010 se convirtió en una banda de tiempo completo), y mi interés creció. Así que encaré la primer escucha del álbum con muchas expectativas, las cuales han sido llenadas ampliamente por la música de este grupo polaco.
Sin embargo, debo aclarar que no estoy de acuerdo con algo: esto no es simplemente Black Metal con pequeñas influencias Folk/Progresivas/Alternativas. Esto es Black Metal que todo el tiempo flirtea con esos 3 elementos, que constantemente echa mano a ellos y que hace uso de estas 3 vertientes musicales a lo largo de todo el disco. Esto queda expuesto apenas comienza el disco con esa exquisita composición acústica llamada "Przedświt", quizá la mejor manera de darnos la bienvenida al mundo de Jarun. Esa pieza nos abre las puertas, sí, pero también nos advierte que vamos a encontrarnos con un disco que no es fácil de escuchar, que no vamos a toparnos con un trabajo sencillo. Lejos de serlo, "Pod niebem..." es un disco complejo, variado, que requiere de varias oídas para que todos los elementos que lo componen salgan a la luz, y de esa manera, poder apreciar la obra de forma completa, en su totalidad. Los detalles juegan un rol preponderante en el todo, en el total del disco, pues se conjugan entre sí hasta dar forma a pasajes realmente magníficos. "Trzy Śmierci" y Jak wiatr" son 2 de esos grandiosos momentos, en donde, nuevamente, los arreglos acústicos hacen estragos en la mente del oyente (estos tipos son realmente buenos cuando se les da por meter arreglos acústicos), combinándose con momentos Progresivos de grandilocuencia perfectamente pensada, instantes de emoción que devienen en ataques de furia perfectamente contenidos (nunca pierden el control estos muchachos) y vaivenes sonoros que obligan al oyente a estar atento todo el tiempo. En realidad, todo el disco posee esas características, mas esos 3 tracks ya nombrados son los que sobresalen en un obra que pareciera ser un disco conceptual debido a la clara conexión que hay entre una pieza y otra.
Antes de sentarme a escribir esta reseña tenía la sensación de que aun no había descubierto todo lo que encierra la música de Jarun. Así que lo escuché dos veces más antes de sentarme a escribir, y aun así sigo con la misma sensación. Pero de algo tengo una profunda certeza: cada vez que lo escucho, me gusta más y más.

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Hybrid Nightmares - The First Age

Año: 2015
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: Australia

Me cuesta formarme una opinión clara respecto a este EP. El término Híbrido en el nombre del grupo deja ya un mensaje referente a lo que vamos a encontrar dentro, cuando el disco comience a sonar. "The First Age" (primera grabación que el grupo lanzó este año. La segunda ya está disponible y se llama..."The Second Age") es, justamente, un híbrido de subdivisiones dentro del Black Metal, por lo que nunca termina por ser nada, no es ni una cosa, ni otra cosa: es muchas cosas al a vez, y jamás redondea. No es un mal EP gracias a que los australianos son buenos músicos. Cada instrumento está en su lugar, todo bien ensamblado, y cada parte está tocada tal como la canción lo exige. El problema no está ahí, sino en la personalidad del grupo. Primero que nada, no les gusta que les pongan la etiqueta Black Metal, algo que no tiene mucho sentido pues suenan como una banda de Black Metal, tienen la estética de un grupo de Black Metal, y Loki canta como lo hacen la mayoría de los cantantes de Black Metal. Ellos prefieren que los cataloguen como Progressive/Extreme Metal, y algo de eso hay, pero dentro del espectro del Black Metal. Les guste o no a los miembros, lo que hacen no es tan original, ni tan libre como para despegarse de la etiqueta de la que reniegan. No sólo eso: navegan entre los aspectos progresivos (no tan progresivos, seamos sinceros), los más melódicos y hasta la faceta atmosférica del género, más nunca llegan a ser realmente Extremos. En todo caso, se van de un extremo al otro y nuca se quedan en ningún lado. Hay bandas que usan esas variantes magistralmente, que te descolocan y te dejan boquiabierto ante el caudal inagotable de ideas. Mas el flujo de ideas, aquí, puntualmente en este disco, sólo encuentra su mejor cauce en momentos indicados: "Satya" e "Illumination" contienen las mejores ideas, mientras que el resto del material no es ni bueno, ni malo, ni nada. Son canciones agradables, pero indefinidas...híbridas.
Creo que la idea en sí, el concepto que intentan expresar a través de su música, no es desacertado. Pero pecan de pretenciosos y en su pretenciosidad, pierden el rumbo en más de una ocasión. Hay que trabajar más, y dejar de lado las etiquetas y los deseos de ser etiquetados de una manera u otra.

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Malphas - The Conjuring

Año: 2015
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: USA

Cuando este material llegó a mi cuenta de e-mail, me entusiasmé por anticipado pues creí que se trataba de los blackers franceses. Pues no, se trata de una joven banda norteamericana procedente de Philadelphia, quienes hacen Black Metal, sí, pero moviéndose dentro del lado más pomposo del estilo, con mucha presencia de teclados, cortes rítmicos, y un importante grado de refinamiento que los aleja casi por completo del Black Metal más misántropo, crudo y ortodoxo. Más cerca de bandas como Dimmu Borgir, Catamenia y Old Man's Child que de lo que hacen presuponer los comentarios que recibí de otros conocidos y periodistas, la banda norteamericana comienza el EP con su mejor apuesta: la canción que da nombre al disco, en donde ponen en claro por dónde va el estilo de la banda. A partir de ahí, y si bien el Black Metal reina de principio a fin, la faceta sinfónica del grupo se hace presente con fuerza y compromete al grupo a moverse dentro de los parámetros más grandilocuentes del género, tomando algún que otro argumento del Power Metal. Paul DeSanctis es el principal responsable de este aspecto (los arreglos sinfónicos), además de ser cantante y guitarrista del grupo, en el cual están sus compañeros Damian DiFrancesco (guitarra y acompañamiento vocal), Dave Guglielmi (bajo) y Eric Dunleavy (batería y único miembro que no tiene apellido italiano) conformando un bloque homogéneo, tan homogéneo como las canciones en sí. Y lo de homogéneo en cuanto a los tracks, viene por el lado de la ausencia de grandes canciones. En todo caso, "The Conjuring" es una grabación en donde todos los tracks mantienen un nivel (un nivel aceptable), sin altibajos, o sea, sin grandes momentos, pero tampoco hay momentos malos. Así transcurre este primer opus de una banda que no encaja dentro de los parámetros que suelo buscar en una banda de Black Metal (no son muchas las bandas de Black Metal de corte sinfónico/progresivo que me gustan de verdad), pero que, debido a la calidad instrumental, e incluso debido a que compositivamente no son para nada malos, me lleva a decir que Malphas es una banda respetable, y ya que estamos, te digo que, si te gusta el estilo, es muy probable que los grandilocuentes arreglos que conforman este disco, sean de tu agrado.

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Heksabort - Black Mambo

Año: 2012
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: Argentina

Jamás hubiera pensado que una de las sorpresas del año iba a llegar desde Bahía Blanca, lugar que está ubicado al sur de la provincia de Buenos Aires. La razón por la cual no me esperaba que esta sorpresa llegue desde cualquier punto de la Argentina tiene su motivo: el Metalero argentino, salvo honrosas excepciones, es bastante clasicista, tradicionalista, poco y nada afecto a salirse de los moldes preestablecidos. Mucho menos en el ámbito del Black, siendo que Argentina está llena de pseudo clones de Vikernes. Pero, afortunadamente, siempre existe la posibilidad de que aparezca alguna excepción a la regla, y, de esa manera, que las cosas sean distintas, al menos en parte, y por un rato. Heksabort es esa excepción a la regla. Si bien lo que hacen no llega en ningún momento a romperme la cabeza, sí puedo decir que me dejaron una muy buena impresión, especialmente porque los tipos arriesgan, y no temen hacerlo. Eso, ya de por sí, me parece altamente elogiable. Y si a eso le sumamos que en la banda hay buenos intérpretes, dispuestos a poner al servicio de la música cada una de sus virtudes como instrumentistas y compositores, pues entonces la cosa se pone realmente interesante. Interesante porque las influencias de los tipos no vienen por los lugares comunes del Black Metal, porque tienen sentido del humor, porque, como dije antes, arriesgan, porque son desprejuiciados, y porque aportan aire fresco a una escena que, hasta la fecha, ha dado sobradas muestras de pobreza: la del Black hecho en Argentina. Y si bien lo de Heksabort no es 100% Black Metal, el elemento está ahí presente a lo largo y ancho del disco, siendo lo primero que salta a la vista (o al oído) a la hora de comprender qué cosas conforman el mundo de Heksabort. Digamos que tienen cosas tanto de Arcturus, Trollfest y Mr. Bungle, en iguales dosis, aunque salvando las diferencias, claro. Pero, y más allá de ESAS diferencias, hay que valorar y destacar la audacia de los muchachos, que poseen el Heks en común, y que actúan de manera compacta, homogénea, dejando en claro que Heksabort es una entidad con un propósito, y no un conglomerado de individualidades tirando cada uno para su lado. Las composiciones, eclécticas y delirantes, además de tener momentos de extremismo sonoro que contrastan inteligentemente con las partes más voladas, sirven para que cada músico demuestre de qué es capaz, y cuanto y qué puede aportarle al grupo. En el debe quedan algunas líneas vocales, algo desprolijas por demás. Si bien es comprensible que la voz suene podrida y aguerrida, el eclecticismo de la música de Heksabort, me parece, exige mayores variantes en la faz vocal, para que el resultado sea más compacto de lo que ya de por sí es. Pero eso es tan sólo un punto flojo entre muchos aciertos. Aciertos que hacen de este Black Mambo un disco tan versátil como refrescante, sobre todo si tenemos en cuenta que qué contexto fue creado.

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