Semper - Kháos

Año: 2017
Sello: Necromance Records
País de origen: España

No todos los discos pueden ser apreciados en su totalidad. Hay trabajos que me atraen más por lo que los artistas en cuestión crean en determinados pasajes del disco, y no por la obra en conjunto. O sea, existen discos de los cuales puedo resaltar detalles, momentos o cualidades determinadas antes que el Todo. Tal vez a ustedes les pase lo mismo, a fin de cuentas no se trata de algo extraordinario lo que estoy planteando. Esto es lo que me sucede con el segundo disco full de Semper, banda que ya tiene 10 años de trayectoria sobre sus espaldas.
Los canarios de Semper arrancaron en el 2007, grabando su primera pieza en 2010 (un EP llamado "Sin juez ni altar"), y sacando su primer disco full 3 años más tarde ("Alter Ego"). No me pregunten qué opino acerca de los trabajos previos de la banda pues no tengo ni idea. Por lo que voy a centrarme pura y exclusivamente en éste nuevo opus. Un disco que, como ya anticipé, me llega de a partes y no el todo. Es que hay tantos aspectos resaltables como de los otros, al menos para éste servidor.
Semper se meten en un camino complejo, pero bastante común hoy en día: la de mezclar estilos tales como Groove Metal con arreglos de corte Prog en clave Djent, arreglos más propios del Melodic Death, y bastante de Deathcore de tinte groovy antes que acelerado. Muchas bandas lo hacen, por lo que descartamos la posibilidad de hablar de innovación o sorpresas en este caso. Por supuesto, la combinación entre agresividad y melodía está a la orden del día, otra característica propia de dicha mezcla de estilos.
Lo hacen dignamente a lo suyo los canarios, sobre todo en la faz instrumental, en donde casi todos sus miembros demuestran una capacidad innegable a la hora de meterse en caminos sinuosos (por lo intrincado de los mismos) y salir airosos de allí. En particular quiero hacer mención a la labor de la base rítmica, quienes se llevan las palmas por su precisión y contundencia. Borja Miranda y Adrián Fernandez, batería y bajo respectivamente, son algo más que la base: son los cimientos del sonido de la banda. Bien los guitarristas Rafael y Conny, aunque en un escalón más abajo, según mi gusto personal.
Lo más flojo de la banda viene por el lado del vocalista Gabriel Pérez, quien aporta mucha agresividad, pero poca, poquísima variedad. Repite expresiones vocales constantemente, y empuja al grupo hacia un embudo de monotonía que nada tiene que ver con la complejidad imperante en la placa. Tampoco es que sean los jodidos Meshuggah (banda que amo), pero hay momentos bien complejos que exigen mayor expresividad por parte del cantante. Y no la hay, todo suena agresivo, pero chato, sin matices.
Lo mejor, junto a las performances de los miembros ya mencionados, viene por el lado de la producción, dándole al grupo un sonido moderno de alta fidelidad que encaja a la perfección con el estilo del grupo, y las 3 primeras canciones, en donde Semper muestran lo mejor de su repertorio.
En el debe queda la posibilidad de darle más gancho a sus composiciones. Tienden a desinflarse en ciertos momentos, no logran sostener los buenos instantes, y eso les puede jugar en contra de cara al futuro. Pero, así como no tengo problemas en dar mi opinión respecto a lo que no me gustó de la placa, tampoco tengo drama a la hora de decir que acá hay virtudes de verdad, y que esas virtudes, bien potenciadas, y puliendo aspectos que por ahora restan en vez de sumar, pueden llegar a convertirlos en una buena banda de verdad. Por ahora, lo de Semper es bastante digno.

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Chine - Immanent

Año: 2016
Sello: Independiente
País de origen: Suecia

La modernidad les sienta bien a estos suecos. Nacidos en el año 2005, pero bajo otro nombre (Chaeostribe), el grupo creado por Andreas Weis (guitarra) y Jesper Sunnhagen (batería) no resulta tan fácil de clasificar como pretenden hacernos creer algunos medios especializados, pero sí resulta fácil de entender su origen y destino. Son una banda del siglo 21, eso es indiscutible; y se sitúan en el punto exacto en donde se posicionan las buenas bandas nacidas en el presente siglo.
Un sonido de alta fidelidad, contundente y lleno de brillo ascético, pero no por eso carente de pesadez, y una estilo musical que contiene tanto de Melodic Death como de Meshuggah, algún flirteo con la electricidad del Mathcore, y mucho groove circundante a la obra en general. Todo situado en un mundo distópico, en un futuro tan cercano como lejano (por su condición distópica), algo que la música representa con una claridad asombrosa.
Una introducción con sonidos de guitarra que amenazan con aparecer a flor de piel, pero que se quedan en el amague, para luego dar pie a una canción excelente como "Floating", el primer corte que yo escuché de estos suecos. Riffs gancheros, mucho groove y melodía dramática, sumado a un manejo de las atmósferas que ponen al oyente en un estado de agresividad latente, pero de esas latencias que están al borde del estallido brutal. Y acá debo usar dos calificativos que son inherentes a la placa: agresivo y técnico. Son brutales por su agresividad, pero sofisticados por la pulcritud de sus ejecuciones como instrumentistas. Así como "Floating" posee dichas cualidades, esas mismas cualidades emergen claramente en todo el disco, aunque se potencian en grandes canciones como la ya mencionada, como así también en "Behind the Vivid Light" y la que da nombre al disco.
Ola Svensson canta desgañitándose, poniendo todo lo que hay que poner, y sin recurrir a entonaciones melódicas vacías. Las guitarras elevan murallas sonoras en las cuales existen variantes estructurales muy ricas en armonías, ideas y disonancias. Y la base rítmica no se queda atrás, aportando una frescura, dinámica y contundencia que no hacen más que merecer elogios.
Modernos en todo momento, acá la vertiente old school no tiene espacio para su nostálgica mirada. La perspectiva de estos suecos se ubica con la vista hacia adelante, y bajo esa postura es que crearon este muy buen disco, el segundo disco full de la agrupación Helsingborg. Un segundo disco que los muestra autosuperados con respecto a sus trabajos previos, y que deja la vara bastante alta en función de lo que vendrá.

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Combativo - Rara Avis

Año: 2016
Sello: Art Gates Digital
País de origen: España

Desde Almería, Andalucía, proviene éste cuarteto que amalgama diferentes vertientes situadas dentro del mundo del Heavy Metal. Para ser más preciso, lo que hacen es fusionar Heavy Metal machacante, Doom Metal y Groove Metal, obteniendo resultados desparejos en algunos casos, y más que interesantes en otros.
Dentro de esa línea en la que confluyen tres formas de tocar (y sentir) el Metal, Combativo encuentra su mejor forma cuando se orientan para el lado del Doom Metal, sobre todo porque Dani aporta riffs monolíticos, oscuros y gancheros que entran al oyente con asombrosa facilidad, recordándome al Tony Iommi de sus discos solistas (me refiero a sus discos "Iommi" y "Fused"). La cara más tradicional, la que nos muestran cuando tocan puro Heavy Metal, les queda bien, pero resulta algo predecible, sobre todo por la forma de cantar de Gino, quien me recuerda a Claudio O'Connor (ex Hermética, el mismo de Malón y, sí, de O'Connor), no sólo en su timbre, sino también en la manera de entonar las estrofas, cantando una línea en tonalidad ascendente y la siguiente en forma descendente. Sinceramente, y si bien aporta agresividad y suena convincente en ése aspecto, su labor me parece más bien deslucida si la comparamos con el resto del grupo, ya que, incluso, en algunas partes pareciera estar corriendo para meter las líricas en medio de la música, sonando algo desfasado.
Por el contrario, la base rítmica suena compacta y directa, manejándose bien en todos los terrenos en los que se mete la banda. No es que sean unos virtuosos, pero hacen lo suyo dignamente. Además, ellos son quienes aportan el groove que la banda necesita cuando se va para ése lado (el del Groove Metal), muestran solidez cuando tocan Heavy Metal, y bajan el tempo sin complicaciones cuando tocan Doom.
Hablando de Groove, acá hay dos puntos opuestos que resaltar. Por un lado, la manera de tocar dicho estilo no les resulta nada incómoda, se los nota a gusto en los pasajes más groovys. Pero, por otro lado, no abundan las ideas en dicho rubro, por lo que debo decir que hay un 50% de aciertos (las interpretaciones, sacando las castañas del fuego cuando la cosa parece venir floja) y un 50% de debilidades (las composiciones).
Personalmente, creo que Combativo podrían ser una buen banda de Doom, ya que cada pasaje dentro de dicho estilo los muestra como un grupo firme, oscuro y sumamente creíble. Es más, hay muy buenos momentos dentro de esa senda, con riffs memorables y atmósferas apocalípticas que quedan de maravillas.
O sea, para resumir, la propuesta es interesante, hay partes en las que la cohesión es alcanzada con eficacia, sobre todo cuando el eje de la canción es el Doom Metal. Luego, por contraposición, hay baches indisimulables que deben superar (y arreglar) cuanto antes para darle a su música el marco y eje adecuado para que Combativo logre sobresalir. Hay demasiadas bandas en el mundo, y lograr darle a lo que uno hace el toque distintivo, saber unir todas las piezas y encontrar la forma adecuada, es algo que marca la diferencia.

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Los Disidentes del Sucio Motel - Human Collapse

Año: 2016
Sello: Ripple Music
País de origen: Francia

Vaya, vaya, vaya, cuánta calidad hay aquí. No voy a mentir diciendo que estamos ante un disco fabuloso, pero tampoco voy a negar que el nuevo opus de éste grupo francés no me ha dejado un buen cúmulo de buenas sensaciones tras escucharlo varias veces. "Human Collapse" es cosa seria, gente, la banda lo es.
De entrada, mi expresión al ver el nombre del grupo no fue la mejor. Sinceramente, tienen nombre de banda rockera española o argentina de baja calidad, de esas con letras sexistas y canciones con formato tradicionalista y arcaico. Mas, lo de estos muchachos está muy lejos de eso; es más, LDDSM son una banda con un sonido y estilo realmente modernos, muy lejos de lo que yo pensé al principio. Se los mete dentro de la bolsa de estilos como el Post Metal, Post Sludge, Heavy Rock, etc; yo agregaría algo de Groove Metal, buen Hard Rock y hasta algún toquesito de Grunge refinado. Todo muy bien fusionado, tocado y grabado. Por cierto, la mezcla corrió por cuenta de Kurt Ballou, el genio detrás de Converge. Ya comenzamos bien.
Mejor se pone la cosa cuando comienza el disco y las texturas y matices comienzan a fluir naturalmente, combinando un sonido fuerte y claro, armonías gancheras pero no melosas, ritmos cadenciosos y contundentes, y una capacidad innata para controlar los climas de las canciones, sabiendo qué y cómo hacerlo en cada momento. Las 10 canciones se compactan entre sí, forman un núcleo indivisible, no hay fisuras entre las partes. El disco termina siendo muy homogéneo, y hasta dejan lugar para superarse a sí mismos en canciones exquisitas como "Trip", "Border" y "5PM Arrival", composiciones con estribillos inolvidables.
El trabajo vocal está en el podio gracias a la exquisita manera de entonar, seleccionar las melodías y unirlas con los estribillos a tres voces, todo hecho con una finura envidiable. Las guitarras oscilan entre la pesadez constante y la elegancia, siendo ésta el contraste perfecto para hacer que el costado pesado del grupo no resulte grotesco. Y la base suena fluida, agresiva, en constante movimiento, como si fuera un río sobre el cual navegan las melodías.
Esto es Francia, o al menos, es el concepto que yo asimilé acerca del arte francés desde niño. Finos, puntillosos, artísticos pero sin perder nunca la agresividad, LDDSM han hecho un disco muy, pero muy recomendable.

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Horror Necros - The Bite of a Hornet

Año: 2015
Sello: Narcoleptica Prod. / More Hate Productions
País de origen: Rusia

Primera grabación del dúo conformado por Dmitriy Kuznetsov (guitarra, voz y batería) y Nikita Boldyrev (bajo), quienes practican un Death Metal con mucho groove, y al cual le agregan otros ingredientes que ya mismo paso a citar en medio de la reseña.
Lo primero que resalta es el sonido de la guitarra: extremadamente grave, saturado de bajos y una afinación ultra-low-tune. A la par del sonido de la guitarra está la voz de Kuznetsov, muy gutural, de ultratumba, al punto que no desentonaría en bandas del tipo de Undergang o Rottrevore. El primer track del álbum, titulado "Death сад", es una pieza de Death Metal machacante, simple y directo. No hay grandes arreglos, pero emana una crudeza y una pesadez con un atractivo peculiar. Inmediatamente emerge otro punto a notar: la crudeza del sonido. Lejos de haber apelado a un sonido hi-fi, típico en las bandas que hacen del groove un culto, estos rusos optaron por un sonido cuasi casero, en el cual se pueden encontrar dos puntos opuestos. Por un lado, esa crudeza le confiere a la banda una energía primitiva muy honesta, pero, por otro lado, deja expuesto un cúmulo de desajustes que juegan en contra del grupo. La batería quedó muy atrás en la mezcla, y eso, en un grupo que usa el groove como un elemento crucial en su música, es un error muy grave. Además, Kuznetsov no es un guitarrista con una técnica depurada y dicha crudeza no hace más que exponerlo.
Más allá de ésto, el comienzo es bueno, pero dura poco. El track que da nombre al disco es un compendio de melodías épicas, y algo melancólicas, sin mucho sentido, haciendo que las estructuras comiencen a tambalear. Retoman el groovy death metal con "Color Blindness" (buen riff) y se vuelven a perder en los temas siguientes. Es como que no terminan de perfilarse, no hay definición. Si se van hacia el lado del Death Metal gutural y lleno de machaque denso, las cosas tienden a salir bien aun cuando no sobran las ideas. Pero, y esto no es un detalle para obviar, se obsesionan con incorporar melodías que no están capacitados para tocar adecuadamente, y ahí pierden el norte una y otra vez.
Así, de esa manera, transcurre un disco con demasiados altibajos, y algunos puntos más bajos que altos, tal es el caso de los fallidos covers de Ektomorf ("I'm in Hate") y Sepultura ("Roots Bloody Roots"). Es decir que el costado mas positivo en la propuesta de Horror Necros surge cuando deciden tocar Death Metal simple, ganchero y lleno de groove. No es que les sobren las virtudes cuando se inclinan para ese lado, pero al menos tienen cierto atractivo. El problema está en la incapacidad de estos dos rusos para salirse de ese molde, y en las evidentes falencias que exhiben cuando optan por seguir ese otro rumbo. Ellos sabrán si lo corrigen o si siguen en la misma postura.

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Spontane - Mojra

Año: 2014
Sello: Independiente
País de origen: Polonia

Mucha energía y pocas ideas, así podría resumir lo que pienso de este nuevo trabajo de la banda procedente de Varsovia, Polonia, formada en el año 2003 y llamada Spontane. Les sobran las ganas, no bajan la intensidad nunca y eso me parece digno de elogio. Pero las ideas escasean, hay algo que falla o falta, y ese ALGO podría resumirse con la palabra Carisma. Ese carisma que hace que un músico pueda transformar una canción común y corriente en algo atractivo, ese talento para darle una vuelta de tuerca a un riff o melodía convencional y convertirlo en una canción memorable. No pasa eso aquí, a los polacos de Spontane no se les prende la luz muy seguido en ese rubro y es por eso que "Mojra" navega en las medianías de todo: no es un buen disco, no es un mal disco, es como un híbrido de cosas que nunca salta para ningún lado.
Metalcore, Metal Alternativo, Groove Metal, algún que otro intento de Rap Metal ("Ktos"), mucho aire a Metal de los 90s, tanto en las composiciones como en el sonido y hasta una canción muy bien lograda ("Garbata Pycha"), y nada más que eso. No me disgustan como para tildarlos de Banda Mala, no me gustan ni siquiera lo suficiente como para decir que son agradables, y así podría seguir hasta el final. Salvo la canción antes mencionada ("Garbata Pycha") y la estupenda portada, todo lo demás me resulta insulso, pasa por mis oídos y no se queda en mi cerebro, no puedo retener prácticamente nada de lo que escucho.
Para colmo, la producción (a cargo de Tomek Łuksza, quien trabajó con Tool Slayer y Ozzy Osborune) es igual de insípida, no apuntala lo que debería apuntalar: no resalta el groove, no potencia las partes rápidas (ahí aparece la influencia del Hardcore), no destaca los sonidos que fueron puestos para abrir el abanico sonoro de la banda (como detalles agregados en busca de diversidad); es tan simplona como la música de la banda. Eso sí, debo admitir que suenan muy espontáneos, como si las canciones no hubieran recibido un tratamiento muy extenso ni obsesivo; de hecho, da la sensación de que fueron compuestas y grabadas en tiempo record. De ahí que haya algo de frescura en la música de Spontane, de ahí que la energía que transmiten sea tan creíble y hasta contagiosa. Pero nada más que eso. Ni más ni menos que eso. Y con solamente eso no alcanza como para sobresalir en un mundo atestado de bandas.

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SystemHouse33 - Regression

Año: 2016
Sello: Independiente
País de origen: India

Este grupo ya pasó por aquí hace unos años atrás, cuando comencé a recibir material enviado por mi amigo Kunal de Trascending Obscurity. Ya en su anterior disco ("Depths of Despair" del año 2013) me llevé una grata impresión, impresión que se ha reforzado tras escuchar varias veces este nuevo disco full. Las influencias son las mismas (Pantera, Machine Head, el Exodus de la etapa más groovy, algo de Meshuggah), el sonido es el mismo y las canciones siguen los mismos parámetros que ya conocemos de sus trabajos anteriores. Pero han crecido, no sé si es un crecimiento grande, pero han crecido. Ajustados, poderosos y claros, estos 4 muchachos de Mumbai recorren la senda del Thrash/Groove con una soltura y una convicción envidiables.
"Regression" no es un disco colosal, lejos está de ser ese disco que lleva al redactor a desvivirse en elogios. Tampoco es una bazofia insufrible, no es esa clase de trabajos insoportables e inflados por el marketing. Es un disco balanceado, inteligente, contundente. No hay momentos flojos, todo está tratado con certeza, con eficacia, y eso les permite hacer de este disco una obra equilibrada y muy entretenida. Y si hay algo que permite sostener el equilibrio y darle el sabor justo para que toda la placa sea entretenida, pues ese elemento es el groove, herramienta muy bien usada por estos tipos. Un groove fuerte y preciso, moderno y dinámico, ya sea amparado en la labor de Leon en bajo y Atish en batería (él también toca la guitarra y lo hace realmente bien), ya sea por los riffs duros pero frescos a la vez, ya sea por la rudeza de Samron en la voz, todo conspira para que el groove sea la base y el epicentro sonoro de la propuesta de esta banda.
Hay buenos temas, entre ellos destacándose -claramente- "Namesake" y "Death Chamber", mas el disco todo es un compendio de canciones bien logradas y bien tocadas. Y bien producido, "Regression" es un disco que tiene el sonido que esta clase de trabajos debe tener, sonando siempre moderno, con un volumen alto y un sonido que, en líneas generales, es muscular, fibroso.
Thrash/Groove del bueno, tocado por una banda que sigue creciendo, y que pertenece a una escena (la de la India) que no deja de sorprender con sus exponentes de exportación.

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Omega Diatribe - Abstract Ritual

Año: 2015
Sello: Independent Ear Records
País de origen: Hungría

La escuela de Meshuggah sigue dando algunas buenas bandas. Egresados de dicha escuela, estos húngaros llegan a nosotros con su segundo trabajo, un EP más que interesante que, a su vez, es el sucesor del primer disco full de la banda ("Iapetus", del año 2013).
Todo recuerda a la gran banda sueca, y eso es inevitable si hablamos del estilo en cuestión pues resulta imposible no parecerse a los padres de este estilo siendo que ellos hicieron prácticamente todo en dicho terreno. Por ende, lo que le queda a esta banda es hacer lo suyo con dignidad y aportando buenas ideas. Eso es lo que hacen, justamente, manteniendo en pie cada estructura rítmica (o polirítmica, enarbolando el groove como bandera y los acordes trabados, sin grandes complicaciones en las escalas y demás aspectos, pero con las notas tocadas de manera entrecortada y solventando cada patrón rítmico con ese movimiento sinuoso tan típico en este tipo de bandas, La voz recuerda a la de Jens Kidman (Meshuggah), y, de hecho, la banda tiene un notable parecido con el Meshuggah de la etapa de "Nothing".
Detalle nada menor: el baterista es Kevin Talley, sí, el mismo que hemos escuchado (y disfrutado) en bandas como Dying Fetus, Misery Index y en los enormes Suffocation. Talley participó solamente en la grabación de este EP, y como era de esperarse, su performance es cuasi perfecta. En realidad, toda la banda suena aceitada, con una fuerza constrictora que encuentra un contraste bastante retorcido en la naturaleza intrincada de sus ritmos, como si se contracturaran y se descontracturaran constantemente. Esto se puede apreciar de mejor manera en canciones como "Subsequent Phase" y la canción que da nombre al disco, ejemplos prístinos de lo que pueden hacer estos húngaros cuando están inspirados.
Cabe aclarar que el baterista del grupo, actualmente, es Tommy Kiss, a quien he podido ver en vivo (a través de vídeos) y cumple con su rol sin fisuras. En realidad, y más allá de la ausencia de originalidad en su propuesta, no hay grietas en esta banda. Todo suena compacto, intenso y cósmico, como si un grupo de científicos (o matemáticos, si así lo prefieren) hubieran encontrado el algoritmo que, a través de determinados patrones sonoros y compositivos, les permitiera encontrar la solución o la explicación a un problema abstracto. Buen disco, en resumen.

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Morphing Into Primal - Collateral

Año: 2014
Sello: Independiente
País de origen: España

Hay discos que condensan tantos aciertos como defectos en su interior. Este es uno de esos discos, justamente. Se trata del segundo álbum de los españoles de Morphing Into Primal, quienes tomaron su nombre de una canción de In Flames (del disco "Whoracle", uno de los puntos más altos en la carrera del grupo sueco). Con ese dato ya debería estar dando pautas de lo que hacen, musicalmente hablando, estos muchachos oriundos de Ciudad Real. No diría que son una banda de Melodic Death al 100% pues hay mucho de Groove Metal y algo de Thrash bien moderno. Hasta ahí, todo bien, pues esa variedad suele arrojar resultados positivos en algunos casos, gracias a la variedad de matices, claro. Pero resulta que Morphing Into Primal logran obtener buenos resultados e inmediatamente se pierden en medio de canciones intrascendentes. Miremos el comienzo para tener una visión más clara.
El disco arranca con toda la fuerza: "When The Evil Wears Gold" tiene fuerza, velocidad, buenos riffs y gancho. Entusiasman apenas comienza el disco, pero luego se pinchan y apenas logran levantar de a ratos. Comienzan los baches, y muchos de ellos son provocados por el vocalista José D. Martín (bajista también), quien con su voz aguardentosa intenta cantar melodías que su voz no está capacitada para entonar. Entonces, termina arruinado melodías que prometían ser mejores de lo que terminan siendo. Otro aspecto negativo surge de la falta de cohesión entre las partes con más energía y los momentos con más groove; falta unirlas con efectividad, para que surtan efecto de manera positiva, falta conexión entre las partes que unen un estilo con otro, entonces terminan sonando, de a ratos, como si unieran parte a la fuerza.
No todo es así, pues ahí tenemos "Out of the Blue", en donde sacan a relucir todas sus influencias y en donde logran unirlas con sapiencia. O bien puedo resaltar el bello instrumental "Road 317", en donde reina lo acústico y la calma en medio de una hermosa melodía. Del resto puedo decir que hay tanto para destacar como para criticar. No logran un punto intermedio, un equilibrio. Hay canciones en las que podemos encontrar partes sumamente aburridas mechadas con arreglos de primer nivel ("Bucle") y eso me termina por desconcertar.
Lo que quiero decir, y esto es para ir cerrando, es que no son ni buenos ni malos, y son todo a la vez. Nada del otro mundo, nada que no se solucione con trabajo. Pero, por lo pronto, me dejan con un gusto agridulce en la boca.

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Veil of Deception - Tearing Up The Roots

Año: 2015
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: Austria

Siempre es necesario, antes de escribir una reseña, haber escuchado varias veces el disco en cuestión, de lo contrario se corre el riesgo de dar una opinión apresurada y basada en un conocimiento vago, escaso, acerca de la obra a reseñar. Si yo hubiera escrito esta reseña apenas habiendo escuchado la placa una o dos veces, mi crítica no hubiera sido positiva para esta banda austriaca. Pero como seguí escuchándolo, informándome sobre el estilo y la historia (y manera de ver las cosas de uno de sus integrantes) del grupo, mi visión acerca de lo que hacen y son estos muchachos fue cambiando a medida que escuchaba repetidamente este segundo opus de VOD. Si bien no puedo decir que "Tearing Up The Roots" me parezca un gran disco, hoy digo que se trata de un agradable trabajo de Heavy Metal claramente enmarcado dentro del modelo que primaba en los 90s, o mejor dicho, en la primera mitad de los 90s, cuando muchas bandas de Heavy Metal buscaban aggionar su propuesta a los cambios inminentes que se estaban dando en materia de composición y sonido.
A mitad de camino entre el Heavy Metal y el Groove Metal, Veil of Deception tiene tanto de uno como de otro, sin que ninguno de los estilos se interponga o sobreponga en el camino del otro. Hay melodía, hay machaque sobre una nota (muy típico de los 90s), hay armonías de guitarra en la vena de Maiden (no muchas, pero las hay), un cantante que tranquilamente podría haber cantado en Ugly Kid Joe o Mind Funk gracias a su timbre de voz agudo, nasal y agresivo, pero sin descuidar jamás la melodía y el ritmo (por cierto, Daniel Gallar, cantante del grupo, es el único miembro que no es austriaco y/o germano, ya que él es español). La base rítmica es fundamental aquí pues sabe cómo fluctuar entre las características de un género y el otro subgénero con eficacia, firmeza y buen gusto para elegir la forma en que cada ritmo será llevado a cabo.
Compositivamente no son una luz en medio de la oscuridad, o sea, no son la salvación del Metal ni creo que pretendan serlo. Sus canciones son están bien estructuradas, manejan bien las herramientas que tienen a mano para construir su música, aunque les falta algo de gancho, de carisma, y los guitarristas tienen mucho que ver en esto pues no aportan riffs memorables, esos riffs que son esenciales en el Metal y que empujan al resto del grupo hacia el siguiente nivel. Es más, la base rítmica y la voz sacan las castañas del fuego en más de una ocasión. Así y todo, sería injusto escribir una reseña negativa acerca de un disco tan agradable. "Tearing up..." se deja escuchar sin trabas, tiene momentos interesantes ("Stench of Fear" y la cadencia melancólica de "Summer's Dying" -sacando el solo, que me parece bastante malo-) y,como ya dije, algunas de las performances individuales son destacables. En el debe queda el sonido, un poco plano, apagado, detalle que le quita algo de poder a la música en sí. Pero, vamos, que hacía mucho que no escuchaba un disco con estas características y, digo más, hacía mucho que no escuchaba un disco con estas características y que me llame la atención. Faltan pulir asperezas, pero creo que van bien.

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Blëed - The Hatred Inside

Año: 2015
Sello: Independiente
País de origen: Canadá

Banda extraña, estos canadienses conforman un grupo que practica una música extraña. Alguno se estará preguntando por qué digo esto, así que voy a explicarlo. Pero, primero, les cuento que este es el primer disco full de esta banda, trabajo que viene a ser el sucesor de un EP autotitulado del año 2013. Ahora sí, paso a describir la música del grupo.
Leyendo la gacetilla de prensa, me encontré con que la banda cita influencias de Devildriver, Pantera y Jungle Rot. Bueno, algo de eso hay, algo de eso y no todo eso, pues de Jungle Rot encontré poco. En todo caso, si hay alguna influencia de dicha banda, está en las letras y en cierto manejo del groove. Pero, si tuviera que compararlos con algún grupo de Death Metal, lo haría con Deceased y su etapa de Death Metal con clara orientación hacia el Heavy Metal. Lo de bandas como Pantera y Devildriver está más claro, aunque el sonido de la banda (o la producción del álbum, en todo caso) es bastante cruda y carente de espacialidad y poder. Pero, en cuanto al estilo, hay una notable inclinación hacia el Groove Metal, estilo preponderante en el estilo de estos Blëed. Pero yo agregaría algo más: Power Metal. Pero no Power Metal europeo a la Helloween, Sonata Artica y cosas similares, sino Power Metal norteamericano, el cual siempre se caracterizó por ser más rudo y vigoroso que el europeo, sobre todo en lo sonoro; podría decir que hay tanto de G.W.A.R. como de el último subgénero que nombré. Bien, estos canadienses toman cosas de todos los estilos/bandas antes mencionados, aunque de una manera un tanto bizarra. Primero que nada, y como ya dije ante, el sonido no es el adecuado para encarar ni fusionar ninguna de las propuestas que confluyen dentro del estilo de la banda. Seco, no es envolvente y hace que la banda suene un poco amateur. Pero, lo que más destaco yo a la hora de resaltar lo raro de la música que hacen estos muchachos, es la manera de unir piezas para componer canciones. Toman cosas del Groove, del Death y del Power/Heavy norteamericano, lo mezclan y le meten una alta dosis de horror y muerte tipo Clase B, algo que salta a la luz apenas vemos el look adoptado por la banda, todos ensangrentados y con caras de psicópatas. Sin embargo, la mezcla no queda en eso simplemente, en mezclar y nada más: ellos meten lo suyo, tienen su personalidad, y esa personalidad es la que, por un lado, hace que la banda tenga cierto atractivo gracias a una identidad propia; mas, por otro lado, desconciertan en más de una ocasión. Es que, a veces, uno no sabe hacia dónde van a ir y por qué deciden tomar el camino que decidieron tomar. Así y todo, hay que resaltar que la extraña pero decidida personalidad de la banda prevalece.
Una voz aguardentosa (aunque le falta volumen) de tendencia Hardcore, una guitarra que maneja bien los machaques y que hasta aporta algún que otro solo interesante, pero que debe mejorar en la creación y ejecución de riffs, y una base agresiva pero a la cual le falta ajustar algunos detalles, hacen de Blëed una banda decente, correcta en muchos aspectos, pero a la cual le falta madurar. Tienen identidad propia, pero deben hacerla crecer. Si eso sucede, que la música crezca a la par de la personalidad del grupo, sería lo ideal.

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Mercy Brown - Idem

Año: 2015
Sello: Autoproducido
País de origen: USA

Eclecticismo a más no poder. Este cuarteto procedente de Spokane, Washington, han hecho de la variedad su mundo. Usan elementos de muchos géneros a la vez, pero nunca se aferran a ninguno. Se mueven constantemente, desconciertan, sorprenden, entretienen a base de variaciones e ideas. Y, he aquí lo mejor, no temen a las críticas ni al ridículo. Es que asumir un riesgo como el que esta banda asume (el de salirse de los moldes preestablecidos) es como empuñar un arma de doble filo, pues así como pueden matar, también pueden morir. Mas, en este caso, el balance general es altamente favorable para el grupo.
Si buscan Death Metal, lo tienen. Si buscan Groove Metal, hay Groove Metal. Por si necesitan algún pasaje lento al estilo Doom Metal, en algún lugar del disco hay un poco de Doom. Si lo tuyo es el estilo de Hardcore metalizado a la Crisis, pues la banda se encarga de darte una buena dosis de eso. O sea, hay de todo un poco, y todo está abordado con el conocimiento de causa necesario como para que cada parte surta en el oyente el efecto que debe surtir. Inteligentes y agresivos, Mercy Brown encontraron el equilibrio entre cada estilo y le han sacado provecho para crear un disco que, como mínimo, es entretenido. Creaciones como "Birds", "Where the Fire is", la oscuridad de "One (The Edge of)" y la tensión en "News Complaint" son claros ejemplos de dicho equilibrio, además de ser los mejores exponentes del estilo variado del grupo.
La voz de Sera Hatchett tiene mucho que ver con toda la variedad que encontramos aquí, pues es capaz de cantar con voz alta y clara, tiene capacidad para gruñir con fiereza, puede susurrar sensualmente o entonar como si estuviera al borde de un colapso nervioso. Chris Tanaka Canwell es un guitarrista sobrio, pero extremadamente puntilloso, cuidando al detalle todo lo que toca: riffs, armonías, sonidos, climas creados, todo está bajo su control y nunca busca el lucimiento personal, siempre trabajo en pos de la música. La base conformada por Josh Schultz (bajo) y Lunden Herndon (batería) exuda sobriedad, precisión y potencia, además de acoplarse sin problemas al eclecticismo del cual hablé al comienzo. O sea, acá no hay detalles librados al azar, acá hay trabajo bien hecho. Mercy Brown pueden gustarte o no, pero sería de necios negar que esta gente sabe cómo hacer las cosas. En otras palabras, y sin ser una banda por la cual yo pierda la cabeza, el primer disco full de la banda de Spokane ha resultado ser una grata sorpresa para mí pues, sin ser una maravilla musical, aportan frescura, muchas ideas y audacia para no apegarse a fórmulas convencionales. Aplaudo eso.
PD: chequeen en youtube el vídeo bajo el nombre de "Mary Poppins Sings Death Metal"

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Wasted Shells - Dark Matter

Año: 2015
Sello: Independiente
País de origen: Suecia

Resulta gracioso ver cómo se utilizan algunas etiquetas ocasionalmente. Veamos el caso puntual de esta banda sueca llamada Wasted Shells. Se les pone la etiqueta de Thrash Metal, cuando, más allá de algún momento acelerado y con machaque de guitarras que los emparentan con dicho estilo, lo de Wasted Shells lejos está de una etiqueta como la que contiene en su interior a bandas como Slayer, Exodus, Testament o Kreator. De hecho, poco y nada hay de dicho estilo aquí. Ahora, bien ¿eso es un problema al momento de encarar una reseña, al momento de escuchar el disco? No, al menos no es mi caso. Si bien los suecos procedentes de Lund no se mueven en aguas en las cuales yo suela bucear seguido, lo cierto es que su propuesta es tan agradable y cálida, tan bien lograda y efectiva, que ignorarlos o despreciarlos por el simple hecho de no estar inmersos dentro de los estilos que suelo escuchar, sería un grave error.
"Dark Matter" es un EP lanzado de manera independiente, y es el segundo que lanzan en dicho formato, además de los 3 full lenght que ya tienen en su haber. No voy a opinar acerca del material anterior a este trabajo pues lo desconozco; por ende, me voy a centrar en este muy interesante EP de 6 canciones. Un EP que contiene variedad, energía, melodía (muy buen gusto al momento de elegir las melodías), climas exquisitamente logrados e instrumentistas que saben a la perfección qué deben hacer. Pasan del Groove Metal a la Pantera ("Masterplan", uno de los puntos álgidos del disco) a composiciones relajadas y melancólicas como "2215", con un aire introspectivo que les queda de maravillas. Incluso hay algo de Thrash melódico y moderno, aunque en cuentagotas ("Breathe In Breath Out"). Por momentos, me recuerdan a los mejores momentos de Slipknot, aunque estos suecos no buscan parecerse demasiado a nadie, detalle destacable. Sin ir más lejos, mi canción favorita del disco, esa preciosa balada llamada "Today (The Edge)", me recuerda a los momentos más relajados y melancólicos de "Vol.3", aunque con un manejo de la melodía y de los climas que los enmascarados no han logrado alcanzar ni de casualidad aun.
En lo individual, hay que destacar la labor de Ola Svensson, un cantante que puede pasar de las voces agresivas a las melódicas y limpias con una facilidad asombrosa, y que logra aunar dichas características sin caer en la monotonía y abulia a la cual son propensos la mayoría de los cantantes que usan los mismos recursos. Las guitarras hacen gala de la misma versatilidad, aportando tanta energía como calidad. La base es precisa y fluida, no fallan nunca. Es decir, 5 tipos talentosos trabajando en equipo, haciendo las cosas bien.
Mentiría si dijera que los considero una banda maravillosa, pero, joder, han hecho que disfrute bastante escuchando un disco que no se acerca ni un poco a lo que realmente me gusta, a la música que suelo escuchar habitualmente. Sin ir más lejos, mientras escribo esta reseña, escucho la magnífica balada creada por estos suecos, y pienso, y me pregunto ¿cuántos años llevaba sin escuchar una Heavy Ballad tan hermosa como "Today (The Edge)"?.

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Gian - All Life Erased

Año: 2015
Sello: Inverse Records
País de origen: Finlandia

Este disco tiene en su contra un pequeño gran problema: salió 20 años tarde. Si "All Life Erased" hubiera sido grabado y editado 20 años atrás, hoy estaríamos hablando de un disco vanguardista, de una obra seminal e influyente como pocas en la historia del Metal moderno. Pero salió en 2015, por lo que no les queda otra a estos fineses que quedarse con las buenas críticas que, seguramente, están recogiendo alrededor del mundo. No he leído críticas hacia este disco, pero no creo que hayan recibido muchas críticas negativas. Es que el primer disco full de Gian golpea con la fuerza demoledora de Mike Tyson, pero, a su vez, combina ese poder con un manejo de la melodía para nada despreciable.
Thrash, Groove, Melodic Death, digamos que los podemos citar entre esos estilos sin ningún inconveniente, y digamos también que todo esto les sale a las mil maravillas. Obviemos la cuestión referente a la originalidad, pues ya sabemos que estos son estilos que hace mucho tiempo ya que dejaron de recibir el influjo de ideas renovadoras por parte de las bandas que se agrupan dentro de dichos estilos (ya sea bandas nuevas o clásicas, ya casi nadie arriesga). Pero Gian tienen un as bajo la manga que les permite ascender posiciones entre la turba de bandas que hacen lo mismo, pero que, a diferencia de estos finlandeses, carecen del carisma y la energía necesarias como para atrapar al oyente. A Gian le sobran esas 2 cualidades (carisma y energía), y con esos argumentos, más un puñado de buenas composiciones ("Traumn", "All Life Erased" y "Capital Punishment" a la cabeza), les alcanza para redondear un disco sin desperdicio.
Influencias de Pantera, The Haunted, el Exodus de los últimos años, y cosas similares, esas son las referencias que puedo brindarte si es que nunca los escuchaste. Pero, a no confundirse, que Gian tienen personalidad suficiente como para que nadie tenga que señalarlos con el dedo acusador y tildarlos de "imitadores". Estos tipos suenan de puta madre, y han hecho de este, su primer disco full, una experiencia tan intensa como placentera para este melómano empedernido.

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Bhayanak Maut - Man

Año: 2014
Sello: Independiente
País de origen: India

El final de una trilogía que no tiene desperdicio. Y dicho final viene con un disco conceptual cuyo tema es, obviamente, una continuación de sus 2 predecesores. Pero ¿de qué trata esta trilogía? ¿Cuál es el tema central de la misma? El cáncer. Todo se centra en dicha enfermedad, la cual fue abordada en 2 EPs: "Malignant" y "Metastasis", para finalizar la saga con este muy buen disco. Sin embargo, hay algo que el lector/oyente debe entender: en este caso, el cáncer no es la enfermedad en sí, sino el hombre. Nosotros somos el cáncer, el mayor cáncer que haya existido. Y en esta obra, ese cáncer queda al descubierto ya desde el nombre mismo del disco, en el cual el protagonista de la saga deja su inocencia, abandona su niñez/adolescencia para convertirse en el hombre al cual hacen alusión en el título.
Ahora bien ¿qué música hacen estos oriundos de la India? Deathcore, Thrash y Groove Metal. De entrada hay algo llamativo en mi caso: no me gusta el Deathcore (tampoco el Metalcore, y estos muchachos tienen cosas de ambos estilos), y el Groove Metal no es algo que me llame mucho la atención. Pero Bhayanak Maut me parten el cráneo en mil pedazos. Tienen la agresividad de The Haunted, el groove de Pantera y la modernidad de unos Fear Factory (prescindiendo de las máquinas), pero carecen de la pose vacía e insulsa de la mayoría de las bandas de Deathcore y Metalcore. Y eso se debe a la espiritualidad e inteligencia con que estos tipos abordan sus trabajos. Acá hay músicos pensando en crear arte, en exorcizar sus demonios internos a través de su obra, dejando fluir todos sus pensamientos, sentimientos y emociones con naturalidad e inteligencia, y obteniendo de esta manera resultados realmente encomiables. Además, obtienen buenos resultados en todos los ítems: el sonido es tan poderoso como claro. Instrumentalmente, suenan compactos, muy aguerridos y conocedores al dedillo de todos los yeites del estilo, sin abusar de ellos, usándolos con sapiencia. Y, por si fuera poco, saben componer. Eso queda claro con escuchar temas como "Genosis", el acelerado "It Knows". el groove fascinate de "XOXOXO" y el track que lleva el nombre del grupo, entre otros certeros disparos a las emociones.
Es raro que diga esto de una banda que flirtea con géneros que no me simpatizan (Deathcore y el Metalcore), pero BM patean culos. Claro, la gama de influencias que confluyen en el seno del grupo ayudan a que haya variedad, algo que no suelo encontrar en el Deathcore/Metalcore. De hecho, sería injusto ponerlos solamente bajo esa etiqueta, pues Bhayanak Maut van mucho más allá de esa sola etiqueta. Acá hay ideas y agresividad al por mayor, y por las dudas, los tipos le agregan algo que viene escaseando: profundidad intelectual y emocional. En otras palabras, "Man" es un muy buen disco, y lo recomiendo a todo aquel que quiera escuchar Metal moderno y del bueno.
Dato extra: La edición en cd cuenta con estupendo booklet de 118 páginas, en las cuales se ilustra la historia que se relata en el disco.

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Chugger - Human Plague

Año: 2015
Sello: RAMBO MUSIC / GAIN MUSIC ENTERTAINMENT / SONY MUSIC
País de origen: Suecia

Desde Gothenburg, la capital mundial del Melodic Death Metal, llega esta banda que toca una especie de Death Metal melódico y con mucho groove. De hecho, la etiqueta Melodic Death Metal/Groove Metal es la que se usa para clasificarlos. Y creo que les queda bien esa definición, pues esos son los subgéneros que abordan, con calidad indiscutible, estos suecos. A mí, en lo personal, este tipo de música me dice poco, no logro engancharme del todo cuando hay tanta melodía en el Death Metal. Es decir, cuando se trata de Groove dentro del Death Metal, prefiero inclinarme por otro tipo de bandas (SFU, Torture Killer, Obituary, Jungle Rot, etc). Y cuando hablamos de Melodic Death, no tengo mucho en mi menú (At The Gates, Dark Tranquillity, los primeros discos de In Flames, y cosas de los 90s en general). Esto que hoy presentamos, tiene claras conexiones con el Melodic Death de antaño, pero suena demasiado pulcro, muy limpio para mi gusto. Ok, son muy buenos músicos, la banda suena compacta y firme. De hecho, sin que el estilo del grupo sea muy de mi agrado, acá hay tipos profesionales haciendo las cosas de manera profesional. Cada pieza ocupa su lugar, el trabajo de composición es refinado y meticuloso, y el sonido, más allá de cierto aire a sobreproducción que no me convence, es el ideal para esta banda. Detrás de esto (del sonido) está Daniel Antonsson, a quien tal vez conozcan por paso por bandas como Dark Tranquillity y Soilwork. Él se encargo de masterizar y mezclar el disco, así que ya pueden ir haciéndose una idea de cómo suena este disco.
"Human Plague" es un disco correcto, y nada más que eso. Ok, es mi punto de vista, eso está muy claro. Y mi punto de vista está signado por mis gustos. Y el Melodic Death, tanto como el Groove Metal, no se encuentran en mi menú habitual. Eso sí, puedo reconocer cuando algo está bien hecho, a eso también lo tengo en claro. Y este disco debut de Chugger está bien hecho.

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Autere - Amal'l

Año: 2014

Sello: Inverse Records

País de origen: Finlandia

Muchas bandas optan por tocar una mezcla entre Groove Metal y Melodic Death, aunque prescindiendo, habitualmente, de los ritmos rápidos, y apoyándose en los ritmos llenos de groove a lo Pantera/Machine Head. Autere es una de esas bandas. Y como me sucede con la mayoría de los grupos que se posicionan dentro de esa categoría, Autere no me parecen la gran cosa. Pero, debo ser justo, tampoco son malos; son buenos músicos, y hasta logran hilvanar algunos arreglos realmente interesantes. Pero caen presos de los vicios que se repiten en casi todas las bandas del estilo, y la ausencia de originalidad y de audacia para salirse de lo establecido figuran al tope de la lista. Por suerte, la falta de inventiva y rebeldía contra los parámetros excesivamente convencionales del estilo no son impedimentos para que, al menos de manera ocasional, los fineses den en la tecla una cuantas veces, logrando de esa manera que “Amal’l” no sea un disco aburrido, e incluso, aportando algo de intensa frescura por momentos. Mentiría si dijera que encontré más virtudes para elogiar, y tampoco me interesa hacerlo de manera forzada. Quedar bien con las bandas y los sellos no está en mí, y mucho menos cuando se trata de abordar la crítica sobre un disco enmarcado dentro de un estilo que me interesa poco y nada. Autere es una banda que descubrí y escuché porque el disco me fue enviado, no porque yo los haya descubierto en medio de una búsqueda personal. Pero ¿acaso eso implica que deba juzgarlos con dureza o con desinterés? Para nada. Además, insisto, Autere tienen lo suyo, y negarlo sería un acto de hipocresía de mi parte. Ok, no creo que vaya al comprar el Cd, pero si puedo decirte que, si te gusta el Groove Metal, acá hay una opción más que decente para entretenerte un buen rato.

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Hammer - Realize

Año: 2014
Sello: MTM Prod. Records
País de origen: Córdoba

En mi ciudad, Córdoba, Hammer viene a ser la banda más representativa del Metal local. Motivos no faltan: son la banda activa más longeva que tiene el Metal aquí, fueron los primeros en hacer Thrash, y abrieron el camino a varios. "Realize" es el segundo full de la banda en poco más de 26 años de vida, y eso, para una banda cordobesa, es todo un logro. Ok, entre el 2000 y el 2008 (año de regreso definitivo) hubo idas y vueltas, separaciones y regresos. Pero eso es otro cantar. Lo concreto es que llegaron al segundo disco, y lo hacen manteniendo el estilo que abordaron ya entrados los 90s, cuando decidieron, tras dedicarse durante unos cuantos años al más puro Thrash, que el Groove/Thrash de los 90s era/es lo de ellos. He aquí un problema al momento de escribir la reseña: el Groove/Thrash es lo de ellos, lo que mejor les sienta, mas no es lo mío. Sin embargo, puedo dejar de lado mis prejuicios al momento de escuchar y analizar un disco, y no pienso hacer una excepción en este caso. Los tipos, en lo suyo, son una banda interesante, no pierden el rumbo casi nunca, y lo que hacen, lo hacen bien. Tienen una base realmente portentosa, y ahí ganan varios puntos. Bruno Scotte (si no es el mejor baterista cordobés de todos los tiempos, hablando de Metal, junto a Nelson de Brutal Noise, le pega en el palo) es un baterista con un groove y una potencia dignas de elogio, e Ismael es un bajista preciso y firme. Ya con eso, los Hammer tienen algo que a muchos les falta en Córdoba: una buena base rítmica. En cuanto a las guitarras, Cienfuegos y Funes son guitarristas correctos, ni más ni menos. Hacen lo suyo, lo hacen sin lucirse, pero cumpliendo al pie de la letra con lo que la música de su banda les pide. Aunque en este caso, y luego de haberlos visto y escuchado cientos de veces, debo preguntar ¿todas las guitarras fueron grabadas por ambos guitarristas? ¿o acaso uno de ellos hizo dicho trabajo solo en gran parte del trabajo? ¿Por qué pregunto esto? Porque, por instantes, da la sensación de que hay un solo guitarrista tocando ambas guitarras, y por otros, se nota la diferencia de estilos, más allá de que puedan tener estilos similares (o no) ambos violeros.
En cuanto a las composiciones, el disco arranca bastante bien, con poder, groove, gancho y algunas buenas ideas. Los 4 primeros tracks ("Real Eyes", "Energía", "New Life" y ""The Unseen") entusiasman, pero ese entusiasmo se pincha cuando llega "En Pedazos", balada en donde las influencias de A.N.I.M.A.L y los Annihilator más modernos emergen para darle un matiz diferente al disco, pero que se ven truncada por la participación de Lula Bertoldi, cantante de una banda sobrevalorada como pocas: Eruca Sativa. Tras este tema, el disco entra en una zona de altibajos constantes, levantando con "No More Lies", con su espíritu thrasher a cuestas, pero sin retomar la energía exhibida (y alcanzada) en los 4 primeros temas. Por cierto, cuando los tipos se tiran de lleno hacia el lado del Thrash, la mejor personalidad de la banda surge con una naturalidad asombrosa.
Eso es, para quien esto escribe, "Realize": un disco correcto, con buenos momentos, pero que, a juzgar por el comienzo del álbum, pudo haber sido mucho mejor.

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True Lie - At The First Glare of a Colder Sky

Año: 2014

Sello: To React Records

País de origen: Italia

Cuando leí las etiquetas “Metalcore” y “Groove Metal”, pensé en lo siguiente: es probable que me aburra escuchando este disco. El Metalcore, salvo honrosas excepciones, me aburre, y el Groove Metal me parece un estilo muy limitado. Pero resulta que soy un tipo que acostumbra a luchar contra sus propios prejuicios, y eso me lleva a escuchar todo lo que me envían los sellos, bandas, etc. Así que me puse a escuchar este disco debut de la banda italiana True Lie y…no me aburrí. No me deslumbraron, ni me sacudieron, ni me generaron expectativas respecto a sus próximos pasos a dar, pero sí me entretuvieron un rato. La principal razón se encuentra en la energía, no desbordante, pero sí contagiosa, que se desprende de varias de las canciones que conforman la placa. Otro aspecto, y no menos importante, es que hay melodías con gancho, que son fáciles de recordar, sin que por ello sean melodías tontas. Ya con esas 2 virtudes True Lie logran despegarse, al menos un poco, del sinfín de bandas que están en la misma línea, y a las cuales no se les cae ni una sola idea jamás. Bien, no es este el caso de True Lie, quienes parecen entender que si no hay canciones, no hay nada. Tampoco es que sean unos eximios compositores, pero al menos ponen a trabajar sus cerebros y obtienen resultados provechosos. Por supuesto, no pueden escapar de las pegajosas redes del estilo, e indefectiblemente se encuentran cayendo en los vicios que dominan a dichos estilos: los machaques entrecortados sobre una sola nota, los breakdowns en los lugares en los que uno espera (predecibles a más no poder en ese aspecto), y la tendencia a tratar de disimular lo momentos menos inspirados con un exceso de euforia que no aporta demasiado. Pero, sacando estos últimos detalles, True Lie demuestran ser una banda con futuro, y con un presente para nada despreciable. Y lo dice alguien que suele aburrirse mucho con este tipo de bandas.

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Mass Punishment - Proving Grounds Vol.1

Año: 2014
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: USA

Esperaba más, mucho más de esta banda, y de este disco, puntualmente. Había leído buenas críticas, algunos conocidos me los habían recomendado, y había escuchado una canción (o parte de una de ellas, mejor dicho) que no me había desagradado para nada. Pero el disco completo, y tras haberlo escuchado varias veces, me defraudó. A ver, pongamos las cosas en su lugar. El debut discográfico de esta banda de New Jersey derrocha energía y agresividad por los cuatro costados. Siempre van al frente, jamás se rinde, actúan en conjunto como si fueran una fuerza armada, tal como hace imaginar el look militar de la banda(de hecho, parecen salidos de una película ultranacionalista norteamericana). Incluso hay algunas buenas ideas dando vueltas por allí, como el track que abre el disco ("In To The Fire"), "30.000 Miles To Baghdad" y "Lions Den", que si bien no son grandes canciones, tienen partes memorables que resultan fáciles de recordar y tararear. A eso, si quieren, podemos sumarle que tienen un buen baterista, un muchacho llamado Brian Donat, dueño de una buena técnica y mucha fuerza. El problema no está ahí, sino en otro lado: la falta de ideas y originalidad. Casi todo el disco me hace pensar, una y otra vez, en la odiosa frase "a esto ya lo escuché demasiadas veces"; y lo peor del caso es que ya lo escuché hecho por otras bandas, y de la misma manera, exactamente igual. Hasta resulta predecible lo de Mass Punishment, me resulta tedioso y me es fácil anticiparme a cada arreglo, corte o melodía, pues casi todo el disco se mueve dentro de moldes preestablecidos archi-ultra-escuchados, sin cambiar nada, pero nada y provocando que mi cerebro tienda a divagar mientras el disco suena. Y eso me lleva a una pregunta ¿cuán lejos se puede llegar haciendo algo que ya han hecho otros cientos de bandas, de la misma manera, repitiendo yeite por yeite, sin modificar absolutamente nada? ¿Qué tan lejos puede llegar un grupo que no tiene ni un gramo de originalidad? Una lástima, porque tienen mucha fuerza, los tipos ponen las bolas en juego y no se guardan nada, si hablamos de energía. Pero la creatividad faltó a la cita, y con eso no hay nada que uno pueda hacer. Más si se trata de una mezcla entre Thrash moderno y Groove Metal, con una fuerte influencia del Hardcore de New York en los coros y breakdowns, estilo que ya da sobradas muestras de agotamiento.
Seguramente habrá gente que disfrute de este disco, y seguramente, con el tiempo, tendrán su buena base de fans. Por mi parte, no me queda otra que esperar a que en el próximo disco arriesguen y busquen mejorar en el aspecto compositivo.

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