miércoles, agosto 30, 2006
Algo que te causa dolor no debe permanecer contigo
martes, agosto 29, 2006
Elena
Sentimiento de pérdida
lunes, agosto 28, 2006
El msn, ese gran aliado
Primeras lágrimas
Y llega un día en que te das cuenta de que todo sigue igual
Dislexias
Se me hace raro...
"Where the Heart is"
domingo, agosto 27, 2006
Cuentos y leyendas medievales
CABALLEROS, SANTOS Y DRAGONESLa Europa bárbara y pagana protegía a los dragones y a muchas otras criaturas monstruosas y malévolas. Tras la cristianización de Europa, Dios envió a la Tierra varios caballeros de gran corazón, ángeles y mujeres jóvenes para que mediante su valentía o su fe liberarían los campos de los demonios que los afligían.
Entre ellos, San Jorge y el arcángel San Miguel se convirtieron en modelos a seguir para toda la caballería. Todas estas leyendas de dragones, como aquélla de la Tarasca vencida por Santa Marta, simbolizan el triunfo de la Cristiandad sobre las viejas supersticiones paganas.
SAN JORGE Y EL DRAGÓNUn día, Jorge llegó a la ciudad de Sileno, en Libia. En un estanque cercano a la ciudad vivía un temible dragón que había derrotado a todos los ejércitos que habían osado enfrentarse a él. A veces se acercaba a las murallas y envenenaba de un soplo a todos los que se encontraban a su alcance.
Con el objetivo de apaciguar al monstruo e impedir que matara a la ciudad entera, los habitantes le ofrecían dos ovejas diarias. Muy pronto, empezaron a carecer de ovejas y las reemplazaron por muchachas jóvenes que elegían por sorteo. Ninguna familia fue eximida de tal suerte. El día de la llegada del santo Jorge, la suerte había designado como víctima a la única hija del rey.
Jorge llegó justo en el momento en que la princesa estaba junto a un peñasco cerca del estanque, antes de ser engullida por el dragón. Montado sobre un ágil caballo, Jorge blandió en alto su estandarte y se echó sobre el monstruo con tal ardor y valentía que lo derribó al suelo. La princesa le dijo que colocara su cinturón alrededor del cuello del dragón. Así fue como el dragón, como un dócil perro, fue arrastrado hasta la ciudad por la princesa. Allí le decapitaron.
SAN MIGUEL Y EL DRAGÓNSan Miguel había sido llamado para luchar contra el demonio, que para combatir mejor, había tomado la apariencia de un temible dragón. La batalla comenzó sobre el monte Dol en Bretaña. Satanás luchó cruelmente, ayudado por sus hordas maléficas. El combate continuó en el Cielo durante varios días antes del desenlace, que se produce sobre el monte Tombe (Monte Saint-Michel).
Aubert, obispo de Avranches, que fue testigo del combate, recibió mediante sueños la orden de San Miguel de construirle un lugar de devoción en el sitio donde ha caído el Maligno. El obispo, que temía ante una posible locura, no se atrevió a hacer nada y decidió esperar. El arcángel se manifiestó por segunda vez pero Aubert todavía dudaba. La tercera vez San Miguel, furioso, dejó un agujero en su cráneo como prueba innegable. El obispo no sufrió demasiado pues murió pocos años más tarde. Hoy su cráneo se conserva en la basílica de Avranches.
LA TARASCA Y SANTA MARTAHace mucho tiempo, en el lugar donde se construyó más tarde el castillo del rey René, había un peñasco cuyas laderas se zambullían en las profundas aguas del Ródano. A varios pies bajo la superficie había un agujero donde vivía un monstruo tan feo como cruel, al que los habitantes de la región temían. Muy poca gente podía describir con precisión al monstruo porque, por desgracia, todos los que se habían encontrado con él sólo habían encontrado la muerte. La horrible criatura salía de su guarida acuática, subía por las orillas del río y recorría la región con toda tranquilidad, diezmando todo lo que encontraba a su paso: asnos y caballos, niños y corderos, ancianos y muchachas...
Sin embargo un día, doce valientes jóvenes decidieron poner fin a esto. Desde el amanecer, vigilaron el peñasco, armados de frondas y garrotes. Se quedaron allí hasta el atardecer pero descubrieron que el monstruo se había ido antes de que ellos llegaran. Sobre una playa de guijarros encontraron los rastros de sus pisadas, que les llevaron hasta la entrada de unas salvajes gargantas por las que se precipitaba el Ródano. Este paso estrecho se llamaba Tarusco. Las huellas gigantes seguían el curso del río y luego se bifurcaban en la tierra. Así es como los jóvenes llegaron al corazón de un espeso bosque. Allí oyeron los rugidos. Se acercaron y se agazaparon en un tronco y vieron cómo el dragón devoraba un buey.
-La víctima proviene del rebaño de mi padre -exclamó uno de los chicos.
-¡Cállate! -protestó otro.
Pero era demasiado tarde. El monstruo había reparado en los intrusos y se les echaba encima con la boca abierta, enseñando sus afilados dientes, tan agudos como espadas y puñales ensangrentados. Dos de los jóvenes fueron despedazados por las enormes garras de oso; mientras que otros dos chicos fueron asfixiados por el violento soplo parecido a un tornado y tan pestilente como los vapores de un valle lleno de cadáveres; otros dos jóvenes fueron cortados en pedazos por la espalda con las crestas cortantes del monstruo. Seis supervivientes huyeron mientras el dragón atacaba a los otros. Llegaron a la ciudad locos de espanto y contaron lo que habían visto. Nadie más se atrevió a enfrentarse a la bestia, a la que se le llamó “La Tarasca”. Siguió cometiendo fechorías junto al río, en las islas, en los bosques y en las ciénagas.Un día, una muchacha vestida de blanco llegó junto a una cabaña de pescadores. La familia en lágrimas velaba por uno de los chicos que el monstruo había devorado. La joven preguntó qué pasaba.
Por la mañana se presentó frente al peñasco, llevando ropa que se puso a lavar en las aguas. En ese momento, las aguas empezaron a removerse, la orilla tembló, el viento empezó a silbar entre las cañas... Un olor pestilense se elevó por los aires. Una horrible cabeza surgió por encima del agua y le preguntó a la muchacha quién era.
-Me llamo Marta y vengo del país de Judea, allende los mares.
La Tarasca se acercó y, los pescadores, agazapados entre el follaje, sentían no haber impedido a la viajera aventurarse en aquella empresa. El dragón se acercó, amenazador y cenagoso. Su cuerpo cubierto de escamas se levantó frente a la lavandera que, sin abandonar la calma, puso su mirada límpida sobre la bestia y le dijo que tuviera cuidado que iba a ensuciar su ropa blanca.
La Tarasca se inmovilizó y quedó petrificada. Marta le dijo:
-Pobre bestia. Parece que nadie se ocupa de ti. Ven a sentarte junto a mí y cuéntame tus penas. Yo también viví momentos difíciles en mi país y huí de los míos a través del mar...
El monstruo volvió a la vida. De sus ojos salieron algunas lágrimas. Se acercó y se sentó sobre la playa de guijarros. Marta le habló de su país y de la gente que allí vivía. Habló de su viaje y de su llegada a una playa de arena fina donde la había acogido una gitana negra. Habló del amor y de la esperanza. Habló tanto que la bestia, domesticada, se quedó dormida junto a ella.
Los pescadores, sorprendidos ante tal prodigio, se acercaron al río. Encontraron allí a la muchacha que iba lavando el lodo que caían de las escamas del monstruo y permanecieron estupefactos, incapaces de moverse ni de pronunciar una palabra. Marta cogió su cinturón y lo colocó en el cuello del monstruo para llevarle consigo. Se precipitaron entonces las hachas, estacas y lanzas. Marta rogó que no le mataran. Pero los que habían perdido un hermano, un hijo o algún pariente cercano no la oían. Cayeron sobre el monstruo y lo traspasaron con sus armas. Antes de exhalar el último suspiro, la bestia lanzó hacia Marta una mirada llena de agradecimiento.
Arrastraron el cuerpo de la bestia hasta la plaza de la ciudad donde lo dejaron expuesto al sol. Marta fue aclamada triunfalmente y consagrada como dueña de la ciudad. El armazón del monstruo se secó. Los hombres se deslizaron en su interior y lo dotaron de una nueva vida, haciendo mover su cabeza, azotando su cola al aire y escupiendo fuego por su boca.
LADY GODIVALos impuestos eran demasiado pesados para la población de Coventry. Lady Godiva pidió a su marido Léofric, conde de Chester, que redujera esa carga que tanto pesaba sobre la población. Él aceptó con la condición de que su esposa recorriera desnuda sobre un caballo las calles de la ciudad.
La ciudad de Coventry todavía se acuerda de esto.Al principio del año 1000, los habitantes de la ciudad de Coventry, Inglaterra, llevaban una existencia difícil, debido a los terribles impuestos que debían pagar al conde Léofric de Chester para pagar sus campañas militares. El joven se casó con Lady Godiva (Goda o Godgifu, en sajón), que se puso de parte de la plebe e imploró a Léofric que disminuyera las tasas. El conde aceptó con la condición de que atravesase desnuda la plaza de Coventry. Ella aceptó y se paseó por la plaza a caballo, mientras su larga cabellera tapaba su cuerpo desnudo.
Más tarde se intentó embellecer la leyenda. Se contaba que Lady Godiva pidió a todos los habitantes que se quedaran en casa con los postigos cerrados. Sólo un sastre, llamado Peeping Tom, se atrevió a mirar por la hendidura de la llave. Se quedó ciego.
MÉLUSINEDesde Luxemburgo a Poitou, pasando por Normandía, se discute el origen de la leyenda del hada Mélusine, una mujer dotada de poderes extraños, gran constructora y madre nutricia.
Se trata de una criatura mágica con cuerpo mitad serpiente, mitad mujer.
El origen de Mélusine es real. En efecto, su madre, el hada Présina, había encantado a su padre Elinas, rey de Escocia, haciéndole prometer, antes de su matrimonio, no procurar verla mientras asistía al parto. Elinas no cumplió su promesa, por lo que Présine se refugió con sus tres hijas, (Mélusine, Mélior y Palestina) en la Isla Perdida (Isla de Avalon).
Cuando las tres hijas crecieron, usando sus poderes de hadas, decidieron encerrar a su padre en la montaña mágica de Northumberland. Esto le pareció tan severo a Présine que echó el mal de ojo a sus hijas.
Y le dijo a Mélusine: “Cada sábado tu cuerpo bajo el ombligo se convertirá en septiembre. Pero si encuentras a un hombre que quiera tomarte por esposa y que prometa no verte nunca en sábado, tendrás una vida normal. No obstante, si tu marido descubre tu secreto, serás condenada a ser mitad serpiente hasta el Juicio Final”.
Mélusine encontró a Raymondin en el Bosque de Cé, cerca de Lusignan. Este joven volvía de cazar un jabalí, donde por accidente había matado también a su tío Aimeri, conde de Poitiers. Se enamora de Mélusine y pide su mano.Gracias a sus poderes, Mélusine consigue que declaren inocente a Raymondin. El hada acepta casarse con él y le hace prometer que no dude sobre su origen y que no intente verla jamás en sábado. A cambio, le ofrece a Raymondin una gran fortuna, así como una descendencia larga y numerosa.
Durante el primer año de matrimonio, Mélusine emprendió la construcción de Vouvant, de Mervent y de la torre de Saint-Maixent, plazas fuertes que contribuyeron a enriquecer y fortalecer a la familia de Lusignan. Una sola noche bastaba para edificar las fortalezas más imponentes (Tiffauge, Talmont, Partenay); iglesias como Saint-Paul-en-Gâtine, surgida en mitad del campo; las torres de guardia en Rochelle y Niort; y la ciudad de Lusignan.
El sábado, empujado por los celos que le inculcó su hermano, el conde de Forez, Raymondin transgredió la norma que le había impuesto su mujer, y con la punta de su espada rompió la cerradura de la sólida puerta dy hierro tras la cual estaba encerrada su esposa. Encontró a su Mélusine bañándose en una gran bañera de mármol, se teñía el cabello, y del ombligo para abajo tenía cola de serpiente, gruesa como un arenque, tan larga que el agua salpicaba hasta el techo de la cámara.
Mélusine, traicionada, huye gritando por la ventana y su marido jamás la volvió a ver bajo la forma humana. No obstante, la leyenda cuenta que Mélusine volvió tres días después, cada vez que las fortalezas que había levantado cambiaban de dueño, y apareció cada vez que uno de sus descendientes estaba a punto de morir.
GUILLERMO TELLEl tirano Gessler era el representarte del emperador austriaco en Suiza. Obligaba a la población a inclinarse delante de un sombrero colocado bajo un tilo en la plaza de Altdorf. Guillermo Tell se negó a hacerlo y Gessler le ordenó a derribar de una flecha de ballesta una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo.
Así nacería la leyenda del más célebre ballestero del mundo.
En el siglo XIV, Suiza todavía dependía del Sacro Imperio Romano Germánico, que despachaba gobernadores hacia los cantones suizos para representar la autoridad austriaca de los Habsburgo. En la región de Uri, el gobernador nombrado fue Herman Gessler, que era un tirano sin compasión.
Sobre la plaza de Altdorf, izó su sombrero sobre un tilo y exigió a toda la población que saludaran al sombrero cada vez que pasaran delante. Nadie se atrevió a desafiar la orden de Gessler, excepto Guillermo Tell. Se paró y fue llevado ante el gobernador. Éste decidió que no le metería en la cárcel, pero ordenó que Guillermo colocara a su hijo al pie de un árbol, con una manzana en la cabeza, le hizo retroceder 100 pasos y le retó a ver si era cierto que era el mejor ballestero del cantón con sólo traspasar la manzana. Guillermo se negó a ejecutar la orden, aunque fue obligado a obedecer. Guillermo tiró y traspasó la manzana. Pero había reservado una segunda manzana para Gessler, en caso de que hubiera matado a su hijo. Cuando Gessler escuchó a Guillermo la narración de la segunda flecha, se encolerizó, ordenó que encarcelaran al padre y al hijo y los expulsó en una barca que atravesara el lago de Lucerna para finalmente encerrarles en la fortaleza de Küssnach.
Durante la travesía estalló una tormenta tan violenta que Gessler obligó a Guillermo que le ayudara a maniobrar con la barca, prometiéndole la libertad a él y a su hijo. Guillermo consiguió acercarse a la orilla, cogió a su hijo y saltó a tierra firme, empujando la barca hacia el agua. Actualmente ese lugar se llama el “Salto de Tell”.
Tiempo después, Tell tendió una emboscada al tirano Gessler en el camino de Küssnach y le mató con un tiro en el corazón. Muchos piensan que esto llevó al Pacto de Confederación Suiza de 1291.
BERTHA DEL PIE GRANDE
El cuento de Bertha del Pie Grande procede de una crónica en prosa que data de 1225. Se inspira en la historia de Berthe o Bertrade, llamada “del Pie Grande”, hija del conde de Laon, que se casó con Pépin “el Breve” y de cuya unión nacería el emperador Carlomagno.
Es interesante esta leyenda frente a la historia verdadera de la primera reina de Francia.
Cuando Pépin “el Breve” decidió casarse, sus consejeros recorrieron diversos países en busca de una novia perteneciente a la nobleza. Pero el rey no se decidía, hasta que un trovador que había recorrido buena parte del mundo le cantó y alabó la belleza de Bertha, hija del rey de Hungría, tan fina y delicada como sabia e inteligente. Sólo tenía un defecto: uno de sus pies era demasiado grande.
Pépin decidió conocerla. Hizo cargar 30 caballos de oro y plata, equipó a una docena de caballeros ricamente y la comitiva se dirigió hacia Hungría. La bella Bertha no estaba feliz después de haber dado su consentimiento, pues debía abandonar su país y a sus seres queridos.
Y Bertha marchó a Francia. En el camino, la comitiva hizo una parada en la casa del duque de Maguncia, que se sorprendió ante la belleza de la princesa Bertha. Este duque tenía una hija, Alista, que se parecía tanto q Bertha que eran como dos hermanas, salvo por los pies de Alista que eran muy pequeños. Las dos jóvenes trabaron amistad inmediatamente. Bertha estaba tan encantada con su nueva amiga que le propuso llevarla a Francia consigo.
Cuando llegaron a París, la princesa húngara estaba cansada del largo viaje, así que le propuso a su amiga que la reemplazara. Alista aceptó de buena gana, así que se puso uno de los vestidos más bellos de la princesa húngara y se dirigió a la sala de recepción para la ceremonia de presentación, donde se encontró muy cerca del rey. Alista entonces decidió reemplazar a su amiga para siempre.
Pagó muy bien a los sirvientes que se llevaron en secreto a Bertha a lo más profundo del bosque, donde tenían orden de matarla. Pero no tuvieron el valor de hacerlo, vacilaron ante tanta belleza. La abandonaron a su suerte y regresaron a París. La pobre Bertha erró durante mucho tiempo por el oscuro bosque, se arañaba las piernas con las espinas, dormía a la intemperie sobre el suelo yermo y se alimentaba de fresas silvestres y frambuesas. Un día descubrió en una pradera una pequeña choza. Allí vivía el carbonero Simón, con su mujer y sus dos hijas. Bertha vivió 9 años y medio en la cabaña del carbonero y jamás contó su verdadera identidad.
La reina de Hungría, Blancaflor, no olvidaba a su hija. Cuando tenía oportunidad, le enviaba misivas a Francia, y se inquietaba al recibir informaciones tan concisas de su hija. Alista enviaba a Hungría cartas muy prudentes. Cuando la reina de Hungría le invitó a su hija a visitar su país, Alista respondió que no podía hacer ese viaje pues estaba enferma. La reina de Hungría decidió entonces ir a ver a su hija.
Al enterarse Alista de que Blancaflor estaba en camino, tuvo miedo. Se metió rápidamente en la cama y se declaró enferma. La reina de Hungría encontró a la que creía que era su hija en la cama de una habitación oscura, con las cortinas echadas. La reina se reclinó sobre la cama de la falsa Bertha y se puso a acariciarla como un bebé. Entonces observó que la que estaba en la cama tenía la misma cara que Bertha pero tenía los pies muy pequeños. Y le dijo que no era su hija.Blancaflor decidió ir a contárselo al rey. Pépin “el Breve” se enfadó muchísimo. Hizo que Alista se presentara ante él y, entre lágrimas, confesó todo. Después el rey llamó a los servidores a los que habían encargado la horrible tarea de deshacerse de Bertha, que también confesaron. Llevaron al rey hasta el lugar del bosque donde habían abandonado a la pobre princesa húngara.
El rey buscó a Bertha en todas las direcciones. Empezó a pensar que Bertha había perecido en el bosque cuando encontró la choza del carbonero. Delante de la casita había una joven muy bella que traía un cántaro de agua de la fuente. Y observó también que uno de sus pies estaba calzado por un zueco muy grande. Pepín la interpeló preguntándole su nombre.
Cuando supo que era Bertha, la montó sobre su caballo. El rey fue misericordioso con todos, gracias a la intervención de Bertha del Gran Pie, que tenía un gran corazón. Alista fue expulsada de París. Los servidores fueron apaleados pero luego el rey les compensó ricamente porque no habían matado a Bertha. El carbonero Simón, que no se creía que durante casi 10 años hubiera albergado en su casa a la reina de Francia, fue nombrado caballero y recibió un escudo de armas con una flor de oro sobre un campo azul.
La reina de Hungría lloraba y, a la vez, se recocijaba por no haber escuchado los consejos de su marido, que le había pedido que no hiciera ese viaje tan largo a Francia.
Poco después Pépin “el Breve” y Bertha se casaron. Marido y mujer vivieron muchísimos años felices y reinaron sabiamente sobre la dulce Francia.
ROLAND DE RONCESVALLESLa Chanson de Roland es la epopeya francesa más antigua. El Cantar de Gesta se compuso en el siglo XI y conserva ciertas historias que se basan en acontecimientos reales que se celebraron dos siglos antes, en el año 778, en el momento en que Carlomagno vuelve de una expedición contra los musulmanes de España.
El emperador Carlomagno reinaba gloriosamente desde hacía muchos años en Francia. En España combatía con éxito a los sarracenos. Así había conquistado numerosas ciudades españolas, pero en Zaragoza, el rey sarraceno Marsile se resistía con firmeza. El emperador había sitiado la ciudad durante mucho tiempo, sin resultado alguno. Se sintió aliviado cuando el rey Marsile le propuso la paz, prometiendo que se sometiría definitivamente a Francia. Con este giro de los acontecimientos, Carlomagno le envió a su consejero Ganelon para discutir las condiciones de paz. El emperador prometió retirar sus tropas de Zaragoza y regresar a Francia.
Pero Marsile era un tramposo y Ganelon estaba ávido de riquezas. Por 700 camellos cargados de oro y plata, Ganelon traicionó a Carlomagno, a quien aconsejó que dejara una parte del ejército en la retaguardia que le cubriera las espaldas cuando abandonara España en dirección a tierras francesas. Esa retaguardia estaba compuesta por los soldados más valientes de Carlomagno. Privado de sus mejores caballeros, el emperador difícilmente podría regresar a España y emprender nuevas campañas contra los sarracenos.
Tras el consejo de Ganelon, Carlomagno regresa a su país, dejando tras de sí 20.000 de sus mejores combatientes, a la cabeza de los cuales estaba su sobrino, el valeroso Roland, con su amigo Olivier y el arzobispo Turpin.
Ocurrió lo que el rey Marsile había conspirado con el traidor Ganelon. Armado con un ejército muy numeroso de sarracenos, Marsile atacó la retaguardia de los franceses de improviso. Los sarracenos eran superiores en número, porque Marsile había recibido refuerzos del emperador Boligant, así como soldados de Jericó, de África, de tierras turcas, de Persia y de Huns. Algunos eran hirsutos como la carne de cerdo, otros tenían la cabeza colocada directamente sobre los hombros, otros tenían la piel tan dura que no necesitaban coraza ni escudo, y estaban aquellos tan fuertes que, sin guantes, podían quebrar una lanza, moler un escudo o hender el cráneo de un enemigo.Olivier pidió varias veces a Roland que tocara el olifante para que el emperador Carlomagno diera media vuelta ante el inminente ataque de su retaguardia, pero Roland no quiso hacer la llamada de socorro, alegando que debían luchar como caballeros que eran.
Así se produjo la terrible batalla en el paso de Roncesvalles, Pirineos. Los franceses luchaban con gran coraje. Roland, Olivier y Turpin asestaban miles de golpes. Los enemigos caían de su montura, pero por cada sarraceno derribado aparecían diez más. Entonces Roland decide tocar el cuerno, aunque Olivier le dice que ya es demasiado tarde.
Roland tocó por fin el olifante en el paso de Roncesvalles. El emperador Carlomagno oyó el llamamiento del olifante a lejos, más allá de las montañas. Comprendió que su retaguardia había sido atacada y adivinó enseguida la traición de Ganelon. El ejército francés volvió sobre sus pasos hacia los Pirineos. Carlomagno cabalgaba en cabeza. Ninguno de sus jinetes pudo esconder sus lágrimas ante el espectáculo de tantos héroes valientes cuyos cadáveres cubrían el campo de batalla.Cuando el emperador llegó a Roncesvalles el combate había acabado. Sobre la hierba yacían los 20.000 valientes de Francia. Carlomagno y su ejército descubrieron los cuerpos de Olivier y Turpin y luego encontraron el de Roland. Alrededor de los cuerpos de los franceses, yacían todavía más numerosos los cuerpos de los enemigos. Y el emperador con su ejército se echaron sobre los sarracenos con tanta rabia que en esta batalla cayó el traidor rey sarraceno, Marsile, y el hijo del emperador Boligant. Éste contemplaba con estupefacción y desesperación la derrota de su inmenso ejército.
Carlomagno expulsó a los sarracenos hasta Zaragoza, donde destruyó las puertas y se apoderó de la orgullosa ciudad.
Los héroes de Roncesvalles, Roland, Olivier, el arzobispo Turpin y los 20.000 combatientes fueron enterrados solemnemente. Su sacrificio no había sido en vano. Zaragoza había sido vencida por fin y la fuerza de los sarracenos en España había sufrido un golpe fatal.
El traidor Ganelon no escapó de un castigo justo y merecido. Cerca de París, en un vasto prado, fue desmembrado por cuatro fuertes caballos.
Y entonces...
sábado, agosto 26, 2006
Cuando las cosas no son como eran...
Una leyenda: Zabárrula
Cosas...
viernes, agosto 25, 2006
El Caníbal de Rotemburgo
El Caníbal de Rotemburgo
A los 18 años, Armin y su madre se mudan a la enorme casa que la familia poseía a las afueras de Rotemburgo. La casa tenía 44 habitaciones y los amigos de Armin la llamaban “la casa de los espíritus“. Posteriormente ingresó en el ejército donde destacó por su disciplina. Apoyaba a lo subalternos y se llevaba bien con ellos. Tras su servicio en el ejército, trabajó como técnico de computadoras en un centro informático de Kassel. En su trabajo también se le consideraba diligente y eficiente. Entre sus aficiones estaban la lectura de libros de caníbales, muertes y asesinos en serie. Además coleccionaba partes del cuerpo de muñecas que coleccionaba en un cofre para ocultarlas de su madre.
La madre falleció en 1999 en Rotemburgo. Tras su muerte, Armin se quedó solo y los únicos lazos familiares y sentimentales que mantenía desaparecieron de su vida. A partir de este momento, Meiwes inició su carrera criminal por internet: fotos de crímenes, accidentes, cuerpos abiertos y otras muchas fantasías violentas componían el archivo fotográfico de su computadora; foros como "Gourmet" o "Caníbal–Café" le proporcionaron la plataforma ideal para contar y compartir sus fantasías más profundas. Comienza la nueva doble vida de Armin. Así comenzaron sus primeros contactos. Primero un cocinero ofreció a dos de sus ayudantes para ser degustados. Armin habría tenido la oportunidad de matarlo y devorarlo. Sin embargo, ante las dudas de la víctima, lo dejó marchar. El banquete sólo tenía sentido si la víctima también estaba de acuerdo.
La casa
En el chat, conoció a Bernd Brandes, un ingeniero de Berlín. Bernd se declaraba bisexual y su comportamiento sexual no era lo que se puede llamar "normal". Violencia y tortura formaban parte de sus rituales sexuales del día a día. Se citaron primero para un fin de semana donde pusieron a prueba sus instintos caníbales. Tras la despedida en la estación, Brandes lo pensó mejor y llamó a Meiwes para que lo recogiese. Quería probar otra vez.
La posible víctima
Tras varias horas de conversación, Brandes quiso que el Caníbal le amputase el pene. "Córtalo de una vez", -dijo la víctima. Con gran cantidad de alcohol y medicamentos ya no sentía dolor. Por fin Bernd pudo cumplir su sueño: comerse sus propios genitales, algo en lo que Meiwes también participó. Meiwes cortó el pene en dos trozos y los puso en la sartén aderezándolos con pimienta, sal y ajo.
La "habitación del pánico"
En cuanto a los motivos que llevaron a la víctima a ofrecerse, Armin manifestó que no entendía el sentimiento de felicidad que Bernd experimentaba. Meiwes asesinó posteriormente a su víctima en la mesa de descuartizar y grabó todo en cámara de vídeo. Descuartizó el cuerpo y conservó la carne. Después de dos días, Armin vio cumplido su deseo de comer carne humana. Según las declaraciones a la policía, la carne humana tiene un sabor parecido a la carne de cerdo. El Caníbal había cumplido su deseo, pero esto no era suficiente para él. Los meses siguientes los pasó buscando nuevas víctimas. Necesitaba carne joven y fresca. Esta actitud fue la que condujo a la policía a desenmascararlo. Un estudiante de Innsbruck denunció a Meiwes, que aseguraba en los foros haber probado carne humana. Se registraron varios centenares de víctimas, dispuestas a dejarse devorar por un caníbal. La policía lo arrestó un año después del asesinato.
La jaula
El veredicto de los psicólogos y psiquiatras muestra que Meiwes no estaba loco cuando cometió el crimen, pero consideran que la víctima no podía pensar racionalmente. La fiscalía quiere juzgarlo por asesinato con motivos sexuales e imponerle cadena perpetua. El problema es que la víctima dio su consentimiento al asesino y la defensa usará este argumento para que se considere como homicidio a petición, una especie de eutanasia ilegal, lo que llevará a una sentencia de entre 6 meses y 5 años, anulando la consideración de que fue un asesinato. Este caso fue muy conocido porque en Alemania el canibalismo no está penalizado por la ley, por lo que el encarcelamiento de Armin Meiwes es díficil de llevarlo a cabo.
El caso de Armin Meiwes conmovió a todo el mundo por su crueldad. Sobre todo por la popularidad que le dieron los medios de comunicación. Pero el fallo judicial se enfrenta a problemas para condenar justamente al acusado.
En estos momentos Armin está condenado a 8 años y medio de prisión por asesinato. La Fiscalía Alemana pide para él cadena perpetua mientras que la defensa alega que sólo debe ser condenado por homicidio con el consentimiento de la víctima.
Zacarías
"Piratas del Caribe 2: El cofre del hombre muerto"
Hacía muchísimo tiempo que no iba al cine. Anoche tocó de nuevo. Por la comodidad y como íbamos en coche elegimos Vialia. La película: "Piratas del Caribe 2".