La camiseta de la selección

No sé cómo lo hace mi hermano pequeño para convencerme siempre que le lleve una camiseta de fútbol, esta vez de la selección portuguesa.
Si le llevo una que ponga Ronaldo y el 7 no se le pondría. Pero estamos en la tierra de Cristiano Ronaldo... Al final me han dicho que tienen sin el nombre, y menos mal...

El rumor del mar

Hoy me toca hacer la maleta. Durante un rato he estado escuchando al mar, el mismo sonido que me ha acompañado en los últimos días. Y es que el rumor del mar es agradable, tiene un efecto calmante. Cuando sobrevuele después esta playa recordaré cómo suenan las olas al romper con la orilla.
Vuelve a estar nublado, pero seguro que termina levantando.

Nobleza

La gente de Madeira es gente muy noble. Hoy he conocido a Antonio João, un taxista que me ha llevado a Santana. Me ha dicho que si quería venía a recogerme y ha dicho que me cobraba todo a la vuelta.
Eso en España no pasa. Podía haberme marchado en otro taxi o en autobús. Pero él ha confiado en mí y entonces he sentido su nobleza. Por supuesto, no me he marchado, he aparecido a la hora que habíamos quedado.
Hay personas que nunca dejarán de sorprenderme.
Sé su nombre porque me ha dado una tarjeta.

Azul

El océano Atlántico resplandece ante mis ojos, en un azul que extasía...
Mañana surcaré esas nubes. Y es que como el aeropuerto está al lado he visto ya muchos aviones que vienen y van.

Tarde de piscina

En realidad huyo del sol, así que he bajado a la piscina en cuanto el sol ha empezado a recaer. A este paso me leeré otro libro antes de marchar, aunque no creo porque el actual es bastante amplio.
Hace una tarde espléndida. Cualquiera no creería el mal día que ha amanecido hoy...

Casas típicas de Santana

Esta mañana chispeaba y estaba muy nublado, algo que mi espalda ha agradecido, sin duda.
Así que he optado por ir a Santana. Digo yo que si las casas típicas antiguas de Madeira aparecen en todas las tiendas bien merecía la visita.
Pero no había mucho más que ver. Y luego ha salido el sol, así que esta tarde volveré a la piscina. Y no voy a la playa porque lo que yo quiero es la sombrilla que me tape. Lo mejor de todo es que yo no me pongo a tomar el sol, que basta que no me ponga para que me coja, lo que me gusta es el agua.

Quizás llueva

Estaba tomando un café con mi eBook en la terraza del bar del hotel cuando he comprobado que empezaba a chispear, algo que mi espalda ha agradecido.
Sin embargo, no quiero mojarme, así que he entrado dentro.

Amabilidad portuguesa

Tengo que decir que los portugueses son muy amables. Ya había tratado con ellos en otras ocasiones que había visitado Portugal, pero en Madeira se desviven. Será porque viven del turismo.

Disfrutando

Hoy habían dado lluvias aquí, pero ha hecho un sol espléndido. Es cierto que al atardecer aparecen las nubes y el cielo queda cubierto, pero no llueve, y sin embargo ese cielo permite que no nos asemos de calor por las noches y que se pueda dormir tranquilamente.
Hay muy pocos españoles en este hotel.

Piscina y sombrilla

Como tengo toda la espalda colorada he tenido que ponerme bajo una sombrilla porque si me da más el sol lo pasaré mal y no quiero.
También he bajado a la piscina cuando ya no hacía tanto sol.
Se está de lujo aquí.

El Encanto

Esta mañana he terminado la novela de El Encanto, que me ha gustado muchísimo. Siempre me recordará a vacaciones. 

A través de la novela conoceremos la Cuba de mediados de los años 50, antes de la revolución y del bloqueo internacional. El protagonista me recuerda a uno de mis bisabuelos, que también estuvo en La Habana antes de Fidel Castro. 

Patricio Rubio es un joven asturiano que llega a Cuba en 1947. No tiene dinero ni sabe cómo empezar una nueva vida, hasta que llega a un restaurante donde conoce al Grescas. El Grescas, Guzmán y Patricio se harán amigos íntimos en La Habana e incluso empezarán a trabajar juntos de limpiabotas. 

Quiera la mala suerte que el mafioso César Valdés se siente en la silla de Patricio para que éste le limpie los zapatos, y Patricio haga un desaguisado. A punta de pistola, Patricio conocerá al enemigo más peligroso que tendrá en Cuba.

Poco tiempo después intenta vender unos boletos de lotería a un hombre, que resulta ser uno de los socios fundadores de los almacenes más selectos de La Habana: El Encanto. Le pone a prueba y le contrata en el momento. 

Así comenzará una vida diferente para Patricio, que empezará a ascender porque es un magnífico vendedor, conocerá a la ascensorista Nely y entrará en contacto con una mujer magnífica, Gloria, que como no podía ser de otra manera, es la esposa de César Valdés. 

Es una novela totalmente recomendable. 

LA AUTORA: 

Susana López Rubio es escritora y guionista. Cuenta con una amplia trayectoria profesional en el sector audiovisual. Ha participado en series como Policías: en el corazón de la calle, Hospital Central, La chica de ayer y Física o química, entre otras muchas. Es la responsable de la adaptación televisiva de la miniserie El tiempo entre costuras y ha sido la creadora de Acacias 38. En cine, ha sido coguionista del largometraje Cómo sobrevivir a una despedida y, entre otros, ha firmado los guiones de cortometrajes como Juan y la nube (Premio Goya 2015 al Mejor Cortometraje de Animación). Es autora de dos libros infantiles: La mejor familia del mundo y Martín en el mundo de las cosas perdidas. Forma parte del equipo de docentes del Máster Universitario en Cine y Televisión de la Universidad Carlos III de Madrid y DAMA.

EL LIBRO:

Título original: El Encanto

Autora: Susana López Rubio

Editorial: ePub (1ª edición, en mayo de 2017)

Número de páginas: 448

ISBN: 9788467050226

Valoración: 9/10

RETOS:

• Reto 25 españoles.
• Reto 100 libros.

Enviado desde mi iPhone

Sol y playa

No hay nada como que salga el sol y bajar a la playa a refrescarse. Yo sería feliz viviendo junto al mar, pero entonces no lo valoraría tanto.
Estoy como un cangrejo, y no aguanto mucho más el sol directo, aunque estoy más en el agua que en la arena, así que he decidido recoger los bártulos y pasar la tarde en la piscina del hotel.

Atardeceres mágicos

Después de cenar he dado una vuelta por el paseo marítimo de Machico. Con la luna llena, la puesta de sol era espectacular...
Me iré de aquí y esa puesta de sol seguirá en mis retinas.

Magníficos días, con sus cosas

En estos momentos estoy como un cangrejo. No tengo más que calor.
Y creo que influye el asunto del teléfono: desde que llegué a Portugal me pueden llamar pero yo no puedo hacer llamadas. Y no hay manera de que Movistar me solvente la papeleta. He llamado al equivalente del 1004 en el extranjero y es un teléfono que no funciona; llamo al departamento comercial y me vuelven a dar el número que no funciona, y les digo que no funciona y me ignoran, y encima me dicen que si he marcado el 0034. ¿Cómo crees que te he llamado a ti...?
Lo último que he hecho ha sido registrarme en los foros, explicar lo que ocurre, aunque también he explicado que el trato es pésimo y solventar un problema en el extranjero, nulo. Aún estoy esperando una respuesta.
Por supuesto uno de mis hermanos también ha llamado al 1004 y le han dicho que todo está bien. Pero no estará bien si sigo sin poder llamar.
La próxima semana me cambiaré de compañía, posiblemente a Vodafone. Que vengan a hablarme de permanencias los de Movistar, que entonces les contaré todas las llamadas que he hecho desde Portugal.
En mi trabajo solvento problemas y si no los solvento me dan puerta. Esto es lo mismo. Igual para que no me puedan decir nada con el asunto de la permanencia tendré que poner una queja en Consumo.
Por lo demás, he dado plantón a un taxista. Es que esta mañana me ha pillado en la puerta del hotel y me ha llevado a Funchal. Se ha ofrecido a recogerme por la tarde y llevarme mañana a Santana. Pero el precio que me ha cobrado por la carrera me ha parecido astronómico. Por la tarde he cogido un autobús de vuelta.
Y mañana me apetece playa y piscina. Espero que no esté el mismo taxista esperándome. Aunque me da igual, porque mañana no me moveré de Machico.

Teleférico de Funchal

Estoy en Funchal, capital de Madeira, y he cogido dos teleféricos hoy. Algo de vértigo ya da. Quizás luego vaya a ver el museo de Cristiano Ronaldo, aunque no sé, hay sitios más interesantes que un museo dedicado al fútbol.

Amanece en Madeira

El sol da de frente y es magnífico levantarse y ver el mar ahí al lado y tan cerca. No entiendo cómo se ve tan cerca si estoy en una séptima planta.
Es un buen momento para ir a desayunar.
Son las 8.36h en Portugal.

El momento más deseado

El momento más deseado del día ha sido llegar al avión. Al menos hemos tenido suerte porque ayer repartieron a los pasajeros en varios vuelos, aunque yo sabía desde el principio que iría por la mañana, porque al haber facturado la maleta, me llegó un mensaje mucho antes de que me dijeran en qué vuelo íbamos.
Al menos tuvimos la suerte de ir Los cuatro del aeropuerto en el mismo vuelo.

Escuchar el rumor del mar

Sólo escuchar el sonido de las olas produce un efecto relajante. Tanto como para dejar la ventana abierta y dejar que ese soniquete inunde nuestros sentidos.
Tengo unas vistas espléndidas desde el hotel.

Machico

Machico está al este de la isla de Madeira, donde pega más el sol. La temperatura es agradable, pese a las nubes del horizonte.
Hay una playa de piedras y otra de arena pegando al hotel. Y el Atlántico acompaña con el suave rumor de las olas.
Cristiano Ronaldo es dueño y señor de la mayor parte de la isla, incluso el aeropuerto tiene su nombre.
Cierro los ojos y huele a vacaciones.

Terraza de hotel

Me encanta poder leer en una terraza sin necesidad de taparme porque la temperatura acompaña.
Digamos que el hotel y el clima me recuerdan a Canarias. Tampoco hablo nada en portugués pero me entienden todos.
Obrigada!!

Cenar junto al Atlántico

Desde el restaurante se ve el Atlántico, magnífico. Ya está tarde he escuchado las olas. Por un lado estaba deseando ir a la playa, pero mi cuerpo me pedía siesta y he dormido con la ventana abierta, dejando que entrara el sonido del mar.
Madeira es preciosa, y eso que no he visto mucho. Hace una temperatura agradable y la gente es muy amable. Está lleno de guiris, pero se respira cierto aire de calma.

Lo mejor y lo peor del viaje

Quedarse en el aeropuerto sin opción a hotel y con un trato de dejadez desmesurada, con lo que conlleva llegar a Madeira medio día después, fue una experiencia con la que terminé riéndome, pero en el momento no hacía gracia. Cuando llegue a Madrid ya pondré una reclamación en regla. Porque ahora toca disfrutar...
Y es que lo peor del viaje hizo que nos uniéramos cuatro personas, las víctimas del desaguisado de Tap Portugal (aunque luego comprobamos que varios vuelos más habían sido cancelados), y un señor venezolano, una pareja de Vigo y yo nos unimos en la desdicha, lo que hizo que la espera se amenizara.
Apenas empezando a disfrutar del viaje, estoy segura que lo mejor habrá sido conocer a esas personas maravillosas.

La “broma” del aeropuerto

Nadie podía imaginar que yo hoy haría noche en el aeropuerto de Lisboa. Se cancela el vuelo a Madeira a cinco minutos de salir, no dan explicaciones. Nos dan un vale para cenar en el aeropuerto y nos dicen que en un rato nos darán información. Nos asignan un vuelo para mañana, a diferentes horas, y nos dicen que como somos los últimos que nos esperan en la salida, recto recto y búscate la vida.
Si hablo en plural es porque he conocido a una pareja de Galicia y luego se nos ha juntado un hombre que vive en Venezuela. Después de dos horas esperando a que nos lleven a un hotel dicen que no nos pueden llevar.
Había un señor a mi lado poniendo una reclamación y le he preguntado dónde iba. Su vuelo marchaba a Oporto. Me han dado una tarjeta para poner una reclamación por internet, pero la pondré en Madrid a la vuelta.
Le he dicho a la chica que si van a indemnizar los daños y perjuicios y me ha asegurado que sí.
Ya calcularé cuánto vale mi tiempo. Creo que les pediré un buen pellizco. En la facultad de pedir está la de no dar.
Como no puedo hacer llamadas -no sé por qué- he llamado al hotel desde una cabina y les he explicado lo que ocurre.
A mí me pasa cada cosa... Henos hecho un buen grupete en el aeropuerto. Yo me lo tomo con filosofía, porque disfruto del viaje aunque necesite una cama y una ducha.

Con retraso

El avión sale con cinco minutos de retraso. Aquí hay muchísima gente y aún no han abierto las puertas.
El aeropuerto de Lisboa es muy moderno, y la gente es amabilísima.
De todas formas, yo parece que llevara una bandera de España en la frente porque sin abrir la boca ya me preguntan si soy española.

Costa de Setúbal

Sé que es la costa de Setúbal porque me lo ha chivado el móvil. Pero cuando estaba arriba veía la desembocadura del Tajo, que ya la había visto desde abajo cuando hace unos años visité Lisboa.
En Portugal es una hora menos y en breve cogeré otro avión.
De momento estoy cargando el móvil.

En unos minutos

En unos minutos nos mandarán apagar los teléfonos móviles y no podré decir nada.
Claro que yo no lo apago, activaré el modo avión para poder hacer fotos.
Se me ha olvidado el palo selfie en casa.

En la puerta de embarque

Calculo que no tardaremos mucho en subir al avión, aunque fuera aún no está colocado. Media hora.
Voy a dedicarme a leer hasta Lisboa.

Adolfo Suárez AirPort

Hace tiempo que no cojo un avión y tengo ganas. Estoy esperando para facturar la maleta, que espero que abran pronto para entrar al interior.
Lleva más tiempo aterrizar y despegar del primer vuelo que el viaje en sí: 20 minutos.

A la altura de Burgos

En la distancia se ve Burgos. Ha empezado el viaje y esta noche estaré respirando la brisa marítima.
Hoy comeré en Madrid y cenaré en Portugal.
Hay personas que en cuanto empiezan un viaje están deseando llegar al destino. Yo disfruto también del autobús, del tránsito en sí mismo, de la mezcla de personas que se mueven a todos los lados y, por supuesto, del avión.

Bailando

Hoy he estado viendo bailar a mis sobrinas. Están encantadoras.
Y por fin estoy en casa...
Casi no me hago a la idea de estar unos días perdida del mundo.

El baile

Hoy vamos a ver el baile de mis sobrinas. Siempre les digo que nos enseñen el baile que van a hacer y siempre dicen que es sorpresa.
Al menos me han dicho cómo van vestidas.

Café y libro

No podría vivir en Logroño en verano. Aquí hace muchísimo calor, y eso que yo lo aguanto bien, y eso que tengo piscina abajo.
Si pasara un verano entero aquí me pasaría por la ducha cada cinco minutos.
Adoro el verano, pero más me gusta el agua. El calor está bien con una piscina cerca, o el mar...
Hacía tiempo que no disfrutaba de un libro en una terraza sin que nadie me interrumpa.
Les he enseñado a mis sobrinas dónde está Madeira y me han dicho que a ellas no les gusta el avión. Y les he contestado que un día vendrán conmigo a Orlando y seguro que les gusta. Y es que a mi sobrina mayor, de recién nacida, la paseaba y le decía: "Cuando crezcas te llevaré a Disneyworld, pero al de Orlando". Y mi hermano me dijo: "Ella no te entiende pero nosotros sí", así que cuando tengan unos años más me las llevo al otro lado del charco. Que lo prometido es deuda.

La elección de la maleta

Tengo un dilema desde ayer por la elección de la maleta, y es que para una semana puedo llevar la maleta pequeña, más cómoda de llevar. Pero la maleta pequeña hace que tenga que meter todo a presión.
Y si voy a facturar me llevo la maleta grande, rígida, que aunque vaya medio vacía no tendré que meter todo a presión. Y claro, es que la maleta grande siempre la he llevado para viajes de dos semanas.
No importa, la decisión está tomada: maleta grande.

Hay días...

Quería cerrar muchas cosas antes de irme. No quería más que estar en el sábado y poder decir: "Vacaciones por fin".
Mi hermano me ha hecho enviarle foto de los vuelos y hotel. Dice que hay veces que no saben dónde estoy.
Mis niñas no paran de pedir, aunque cuando les dije que se vinieran conmigo me respondieron que no; creo que es porque les da miedo el avión.
Parece que ahora sí que ha empezado el verano.

Hogueras de San Juan

Hoy en mi pueblo han hecho la hoguera de San Juan, todo porque mañana hay cena popular y han adelantado la hoguera un día.
No me lo esperaba, pero lo importante es que he estado con mis niñas.

Algo que leer en los próximos días

He llenado el eBook de libros para leer en los próximos días, es decir, que ya me puedo ir a leer a una isla (pero no desierta) con el eBook.
Mis sobrinas me han llamado para decirme una que no le ha gustado mi postal y la otra, que le ha gustado mucho. Y me han dicho que quieren una postal desde Madeira, pero no del mar, con una cigüeña y una tortuga respectivamente.
Anda que no piden mis niñas...

Los pacientes del doctor García

Hay libros que se leen de un tirón y éste, pese a su densidad y longitud, engancha al lector. Almudena Grandes es una autora que comencé a leer muy joven, con Las edades de Lulú, que no me gustó (y quizás era porque aún era muy inocente para leer un libro de corte erótico) y no pude con Atlas de geografía humana, libro que abandoné y no volví a retomar. Varias décadas después llegó a mis manos El lector de Julio Verne y me gustó muchísimo; otro tanto ocurrió con Las tres bodas de Manolita, y es cierto que aún no he leído el primer libro de esta serie, Inés y la alegría, pero como son libros que se pueden leer independientes no hay problema. Algún día lo cogeré, sin duda.

Los pacientes del doctor García es un libro de espías, y está enmarcado en la Guerra Civil española y en los años de la posguerra, pero en esta ocasión Almudena Grandes trasciende las fronteras de nuestro país para que el lector visite algunos escenarios del horror como Klooga, Berlín en los últimos días del nazismo o la vida en la Argentina de Perón. Además es una novela coral, donde aparecen numerosos personajes, donde el lector conecta sobre todo con varios protagonistas que nos terminan deleitando la lectura. Protagonistas que pertenecen a los que perdieron la guerra (los "rojos" o los que lucharon contra el franquismo y los terroristas de guerra), protagonistas cuyo destino les une pero que forjan una amistad que les mantendrá unidos durante toda su vida, aunque les separe un océano.

Villa Wahnfried, Bayreuth (Alemania), durante muchos años fue el hogar del compositor Richard Wagner

Está a punto de estallar la Guerra Civil y Guillermo García trabaja como médico en el hospital madrileño de San Carlos. Vive en el barrio de Salamanca y desde que pequeño perdiera a sus padres ha vivido con su abuelo, un republicano que acostumbraba a jugar al ajedrez con el vecino de la puerta de enfrente, un notario facha que vive con su nieta Amparo. Cuando estalla la guerra, Amparo se refugia en el piso de Guillermo y termina seduciéndolo. Guillermo sigue trabajando en el hospital durante la guerra, y en cierto momento salva a un hombre de su muerte, un hombre al que todos conocen como Felipe Ballesteros, pero al que no puede dejar morir y conviene proteger, así que le lleva a su casa. Cuando el herido se recupera le confiesa su verdadera identidad, Manuel Arroyo, que está al servicio del Presidente de la República, Juan Negrín, que se encuentra en Valencia mientras Madrid es asediada por las tropas nacionales.

Antes del fin de la guerra y de la derrota republicana, Manuel se presenta en el hospital para advertir a Guillermo de que se esconda durante un tiempo, que no vuelva a practicar la medicina y le aporta una identidad falsa, la de Rafael Cuesta. Para Guillermo la medicina es su vida, pero comprende que su vida corre peligro, y cuando termina la guerra se encuentra con que Amparo y su hijo Guillermo han desaparecido de su casa. 

Sin embargo, los dos amigos conseguirán entrar en la red Stauffer, la sociedad clandestina que lidera Clarita Stauffer para ayudar a los nazis a llegar a España y enviarles a Argentina. Manuel tendrá que hacerse pasar por uno de ellos, el boxeador Adrián Gallardo, uno de los terroristas del campo de concentración de Klooga, que se encontraba allí con la División Azul. 

Pero Adrián Gallardo, tras haber vivido unos años en Berlín, decide regresar a España y se entrevista con Guillermo-Rafael a quien pretende chantajear... 

No puedo contar más porque entonces contaría la novela entera. La novela nos describe en algunos capítulos cortos escenas históricas que actúan a modo de introducción de capítulos donde nuestros protagonistas van a tener un papel primordial. 

Algunos apuntes interesantes:

NORMAN BETHUNE

Norman Bethune (1890-1939) fue un médico canadiense, innovador porque fue uno de los primeros doctores en hacer transfusiones de sangre durante la Segunda República Española, con lo que llegó a salvar muchas vidas.

QUINTA COLUMNA

Cartel de propaganda estadounidense durante la IIª Guerra Mundial, que caricaturiza la Quinta Columna

"Quinta columna" es una expresión utilizada para designar, en un enfrentamiento bélico, a una parte de la población que mantiene ciertas lealtades hacia el bando enemigo, por lo que los quintacolumnistas eran personas a las que se les tachaba de colaborar con el enemigo.

La primera vez que se escucha esta expresión es en una locución radiofónica de 1936, en la que el general Mola habla del avance de las tropas sublevadas en la Guerra Civil española hacia Madrid, mencionando las cuatro columnas que llegaban a Madrid desde diferentes puntos de la Península, y una quinta columna, con la que se refirió a los simpatizantes del golpe de Estado que trabajaban clandestinamente desde dentro de la capital.

CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE KLOOGA

Cadáveres de los prisioneros de Klooga apilados para ser incinerados

En Klooga, Estonia, se instauró con subcampo de trabajo que dependía del campo de concentración de Vaivara.

Se hizo tristemente famoso porque cuando las tropas soviéticas llegaron al campo se encontraron con 85 prisioneros vivos, mientras que 2.400 habían sido asesinados a sangre fría y los cuerpos se encontraban apilados con leña con el fin de incinerarlos.

CLARA STAUFFER

La familia de Clarita Stauffer, de origen alemán, se instaló en España por negocios. Fue amiga de Pilar Primo de Rivera y llegó a pertenecer a la Falange. Se la conoce, sobre todo, porque creó una organización para ayudar a los terroristas nazis que venían huyendo de Centroeuropa a asentarse en España con el beneplácito del Gobierno franquista y con una nueva identidad, pero también creo una vía de escape hacia Argentina, donde bajo el Gobierno de Perón los nazis, también con una nueva identidad, obtuvieron protección. 

SCHMISS

El Schmiss es una herida que produce una cicatriz, producida durante un Mensur, en la que se combate para superar el miedo, verdadero objetivo del Mensur. Los que llevan esta herida la muestran con orgullo porque es una prueba de coraje. En español se traduciría como Caracortada y en inglés, como Scarface. 

OTTO SKORZENY

Otto Skorzeny (1908-1975) fue un coronel austríaco nazi, especialista en operaciones especiales durante la IIª Guerra Mundial. Fue apodado como "Caracortada" por el schmiss que lucía en su rostro. Fue famoso por rescatar a Benito Mussolini y, tras la IIª Guerra Mundial, fue considerado el hombre más peligroso de Europa. Durante la posguerra viajó por Europa con total impunidad, e incluso se cree que también visitó Sudamérica. 

CAFÉ DE LOS ANGELITOS

El Café de los Angelitos es un café de tangó histórico de la ciudad de Buenos Aires, ubicado en el barrio de Balvanera. En 1912 fue frecuentado por Carlos Gardel, y se hizo célebre porque da nombre a uno de los tangos compuestos por José Razzano.

LA AUTORA:

Almudena Grandes (Madrid, 1960) se dio a conocer en 1989 con Las edades de Lulú, XI Premio La Sonrisa Vertical. Sus novelas Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón, El corazón helado y Los besos en el pan, junto con sus libros de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la han convertido en un autora imprescindible. Varias de sus obras han sido llevadas al cine y al teatro, y han merecido, entre otros, el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. Con Inés y la alegría (Premio de la Crítica de Madrid, Premio Elena Poniatowska y Sor Juana Inés de la Cruz) inauguró la serie Episodios de una Guerra Interminable, a la que también pertenecen El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. Absorbente novela de espías, Los pacientes del doctor García es su historia más trepidante e internacional, donde se conectan acontecimientos reales y desconocidos de la Segunda Guerra Mundial y el franquismo, y cuyos personajes comparten la suerte de España, y también la de Argentina.

Página web de la autora.

EL LIBRO:

Título original: Los pacientes del doctor García

Autora: Almudena Grandes

Editorial: Tusquets (7ª edición, en febrero de 2018)

Colección: Anagrama nº 730-4

Número de páginas: 763

ISBN: 9788490664322

Valoración: 9/10

RETOS:

• Reto 25 españoles.
• Reto 100 libros.

Y lo añado al mes temático: Junio, mes de la novela histórica.

Terminando...

Terminando la primavera... pero a ver si el verano trae mejor temperatura...
Terminando la semana, aunque estemos a miércoles, pero qué larga se me está haciendo la semana.
Terminando un libro estoy y no puedo parar de leer...

Pequeños placeres

Adoro las terrazas de verano y cuando estoy en una se me va la hora. Si tengo un libro y una cerveza me olvido de todo lo que me rodea.
Me ha costado llegar a casa como una hora y es que a cada dos pasos me paraba a hablar con alguien. Es lo que tiene vivir en un sitio pequeño.

El momento de después

He terminado una reunión a las 20.27h ¿y quién se enclaustra ahora en casa con la buena tarde que hace? Apetece cerveza y, quizás más tarde, patatitas y calamares. Vamos, que hoy no voy a cenar en casa. Y, pese a que me pesa el libro, lo he llevado conmigo, que siempre me toca esperar...
Me quedan unas 200 páginas para terminar.

Bookish de junio

Hoy ha llegado el Bookish del mes de junio, con un libro que yo no me hubiera comprado por mí misma. Pero si lo envían es porque merece la pena.