lunes, diciembre 31, 2012

Ladrones de sueños


Elizabeth Sturm se muda de casa junto a sus padres, ya que a su padre le han nombrado la dirección del hospital psiquiátrico local. Pasa de la ciudad de Colonia a un pequeño pueblo rural, viéndose obligada a dejar sus amistades, su instituto y todo lo conocido hasta el momento. Con 17 años, Elizabeth sólo quiere volver a Colonia, y odia todo lo que tenga que ver con ese pequeño pueblo.
No le gusta lo que le rodea y desea no hacer amigos, por lo que no se relaciona apenas con nadie. Sin embargo, su torpeza para andar por el bosque y el campo le hacen coincidir con Colin Blackburn, un chico de 20 años, que le salva la vida en varias ocasiones. Colin es un chico extraño, que en el pueblo le consideran excéntrico, por sus raras habilidades para el kárate así como para montar un caballo diabólico. Al principio, el joven intenta mantener alejada a Ellie de él, pero ella es muy tozuda, sobre todo cuando empieza a escuchar su voz en sueños.
El día que presenta a Colin a su padre, el doctor le prohíbe expresamente volver a ver al joven, prohibición a la que Elizabeth no hace caso. Sólo sabe que antes de la medianoche, Colin la envía a casa y no entiende por qué.
Es entonces cuando Colin le explica que su padre es un mediasangre y él es un cambion. Son una especie de criaturas demoníacas que roban los sueños felices de la gente, por lo que ella se tiene que olvidar de él. Sin embargo, Ellie insiste y termina enamorándose.
Su padre fue atacado por una criatura demoníaca en una isla perdida, sólo que no llegó a ser convertido íntegramente, de ahí que sea más humano, y no se convirtió completamente porque cuando estaba siendo mordido pensó en los recuerdos felices con su mujer y su hijo, así como en el bebé que estaban esperando (Elizabeth), lo que hizo huir al monstruo. Pero Colin no tenía ese tipo de recuerdos felices. Habiendo vivido más de un siglo, su madre y amante se llamaba Tessa, uno de los demonios más antiguos, de ahí que con su bautismo de sangre se convirtiera en un cambion. Consiguió huir de Tessa, pero ella le sigue buscando y es muy poderosa. Elizabeth, pese a estar jugándose la vida, decide enfrentarse a Tessa. Pero finalmente Colin tiene que volver a huir. Tessa le buscará siempre.

Es un libro que se lee rápidamente, aunque lo cierto es que me ha recordado a ciertas historias vampíricas que no dan mucho más de sí. La narradora consigue enganchar, incluso diferencia con maestría los momentos oníricos de los instantes reales de la protagonista. Se lee rápido, pero sin más, es un libro para adolescentes, no aporta nada nuevo.
La Pesadilla, de Johann Heinrich Füssli (1781)

domingo, diciembre 30, 2012

Cuando llega la satisfacción

¿Quién no ha sentido alguna vez esa satisfacción tras haber cumplido una promesa, un juramento, un deseo, una expectativa... o quizás un sueño?

Hacía meses que quería ver esos folios sobre mi mesa. Se trata de un manuscrito de 121 páginas que presento a un certamen literario. Ya no es tanto lo que puede ganarse en el mismo, sino verme envuelta en ese mundo de sueños que es únicamente mío, que sale conjuntamente de la imaginación y de las yemas de los dedos. Y luego se trata de pulirlo. Porque cuando las ideas nos salen de la mente es como un diamante en bruto que necesita ser pulido, como un trozo de madera que necesita ser tallado, como un bloque de cera que requiere ser moldeado. Así es. 
¿Qué ocurre cuando se cumple un objetivo que nos habíamos marcado hace tantos meses? Creo que fue en el mes de mayo cuando vi el certamen, cuando se lo susurré a la persona que siempre me anima a escribir, cuando me puse en serio con ello. Y finalmente hoy, a un día de la finalización del plazo, ya terminado siento una satisfacción indescriptible, una liberación, un ansia que me pide más. Me siento llena, porque escribir siempre me llena. 

Con esta sensación de hartazgo positivo terminará 2012...

sábado, diciembre 29, 2012

Sin internet

Estoy sin internet en casa, de ahí que no haya escrito nada en las últimas horas. Se ha debido caer la red.

Enviado desde mi iPhone

viernes, diciembre 28, 2012

Día de los Inocentes


Hasta que no he visto colgado en el kiosko el monigote de papel no he recordado que hoy es el Día de los Inocentes. De momento, no me han gastado ninguna broma, aunque luego leeré el periódico, donde siempre hay alguna broma en este día.


Un poco de historia…
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La matanza de los Inocentes, Rubens

Estamos acostumbrados a relacionar este día con las bromas o “inocentadas”, pero en realidad el origen del Día de los Santos Inocentes es muy distinto, ya que se conmemora la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, que ordenó el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Mesías.

Según el Evangelio de San Mateo, los Reyes Magos se dirigieron a Belén para adorar al Mesías. El rey Herodes, al conocer la noticia, pensó que el recién nacido podía arrebatarle el trono y pidió a los Reyes que le informaran sobre la ubicación del pequeño. Como quiera que no le comunicaban el lugar exacto del nacimiento de Jesús, Herodes se enfureció y ordenó que mataran a todos los niños menores de dos años que había en la ciudad de Belén y alrededores.
Durante la Edad Media, se introdujeron en esta celebración los ritos paganos que formaban parte de la “Fiesta de los Locos”, que se celebraba entre Navidad y Año Nuevo. De esta forma, se inició una nueva tradición que combinaba lo pagano y lo religioso, y que ha llegado hasta nuestros días. La principal finalidad de la fiesta era gastar todo tipo de bromas: desde pegar un monigote de papel en la espalda hasta bromas mucho más sofisticadas y elaboradas.
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En la actualidad, es muy común gastar bromas en ciertos países de habla hispana y del litoral mediterráneo el día 28 de Diciembre, y se mantiene la costumbre de pegar un monigote de papel en la espalda de los ‘inocentes’. En los países anglosajones se celebra una festividad similar el 1 de Abril, que se conoce como “Fool’s Day” (Día de los Locos) y que es una adaptación de la Fiesta de los Locos medieval.
Una de las cosas que caracterizan este día es colgar un muñeco o monigote de papel en la espalda de alguien. A este muñeco también se le conoce como “Llufa” o “Llufes”.

Las llufes son espíritus etéreos, seres de aire o viento, parecidos a las hadas o duendes. La creencia popular es que durante el fin de año las llufes rondan por todas las partes, silenciosas y traviesas, riéndose de la gente inocente, escarneciéndola, preocupándola, etc. Por esto, al muñeco de papel que se cuelga el Día de los Inocentes se le llama también llufa.
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Llufa o llufes

A tres días


Hoy he venido a Ezcaray, quizás porque estar aquí me contagia de una tranquilidad mayor, que es justo la que necesito en estos momentos. 

Estos días me encuentro algo desubicada, quizás porque hay días festivos en mitad de la semana, porque no sé en qué día me vivo... y tengo un nudo en el estómago. Estos días he pensado seriamente no salir en Nochevieja. Lo cierto es que me trae recuerdos de la pasada Nochevieja y por eso mismo siento unos nervios que, quizás a estas alturas, ya no debería sentir. Pero estoy nerviosa.

Es el momento del café...

jueves, diciembre 27, 2012

Congelando cada instante

Si pudiera parar el reloj en instantes del año que acaba lo congelaría... detendría ese momento. Son tantos instantes que me traen nostalgia...

1 de Enero... era la madrugada de toda una noche de fiesta, junto a él, enredando mis dedos en su pelo corto, disfrutando de su mirada, toda para mí, recuerdo su pregunta ¿cuáles son tus sueños? como si me lo preguntara cada día, recuerdo su mirada intensa, retenida, fogosa quizás; recuerdo el roce de su barba en mi rostro... Y cada vez que pienso en ello vuelvo a estremecerme cada vez... como si todo hubiera sido ayer. Y casi ha pasado un año.
24 de Enero... al mediodía un número desconocido me llamó a mi móvil, una voz conocida, femenina, nerviosa y un "lo que tengo que decirte no son buenas noticias". Mi tío Pepe había fallecido. Allí empantanada quedó todo el papeleo en la oficina, sentí que mis piernas temblaban, que me mareaba. A mi tío no volvería a verle, recuerdo el dolor que me rasgó por dentro, cuando tuve que llamar a toda mi familia, porque mi tía no había conseguido contactar con nadie más que conmigo...
13 de Mayo... en la madrugada sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos, sentí un desgarro interior tan intenso como no se lo desearía a nadie. Entre los efluvios del alcohol y el día que empezaba a clarear, él me rompió el corazón y los pedazos se quedaron junto a la puerta de algún bar. Y después sentí el enfado, tan enfadada como me he enfadado en muy pocas ocasiones en mi vida. Enfadada de verdad.
8 de Julio... tenía que llegar el perdón. No esperaba encontrarme con él, pero tras varios meses mirando para otro lado había de llegar el momento en que nos encontráramos cara a cara. Llegó la reconciliación y quizás una tímida ilusión. Pero las cosas no podían ser como antes. Y, sin embargo, era consciente de haber perdonado, ¿cómo no iba a perdonar a la persona amada? ¿Cómo no iba a terminar hablando con él, si lo contrario cada día me parecía peor? No me lo propuse, simplemente llegó el momento de la reconciliación.
25 de Julio... recuerdo que esa tarde no trabajaba. Mi cuñada se había puesto de parto y Paula no llegaba. Recuerdo mis nervios, en la piscina, con el móvil a cuestas, tirada al sol, sin poder concentrarme en un libro ni en escribir algo coherente. Pasaban las ocho de la tarde cuando mi sobrina vio la luz del sol. Da tantas alegrías en estos momentos...
6 de Diciembre... Mi mente vuelve nostálgica una y otra vez hacia esa hora y media junto a él. Hablando de todo, recuerdo la complicidad, las risas, su voz. Recuerdo haberle mirado y haberme perdido de nuevo en sus ojos, en su voz, en momentos del ayer. Y recuerdo lo a gusto que me siento con él ahora. Sin trabas, sin miedos, sin artificios. Simplemente él y yo. 

Es curioso cómo los recuerdos de él y del amor fluyen una y otra vez, sin parar. Son recuerdos familiares, unos agradables y otros tristes, pero también recuerdos de amor... Y esos a veces duelen un poco, aunque es cierto que tenía que ocurrir lo que pasó para encontrarnos ahora en esta situación cargada de tanta dulzura.

miércoles, diciembre 26, 2012

En la oscuridad

A veces es un dilema encontrar el coche desde que lo he dejado esta mañana. Hoy era una de esas noches.
A medida que caminaba solo me he fijado en que el se encontraba demasiado cerca. En esos momentos me apetece siempre ponerme en contacto con el...

Tan sólo unas palabras de amor


Hay algo en eso del amor que es ciertamente indescriptible y quizás también incomprensible. Hay algo que se me escapa de las manos, incontrolable e incontrolado. En ocasiones sólo podemos (y debemos) ser, y dejarnos llevar por el sentir. Siempre he sido más pasional que racional, y últimamente la razón ha sido inflexible. Pero a medida que se acercan ciertas fechas es inevitable no dejarme llevar por la pasión. Cuando recuerdo la última Nochevieja sólo siento el estremecimiento y la tranquilidad nostálgica de aquellas horas con él. Es cierto que ya no le busco en cada rincón, pero eso no quiere decir que se haya difuminado lo que siento por él. Al contrario, cuando está él, se para el tiempo, se para el ruido, se para todo lo que nos rodea y sólo están sus ojos, esos ojos que contienen lo mejor del mundo, y su voz, con ese timbre que hace que se me ponga la piel de gallina con tan sólo escucharle una palabra.

A veces existe la magia. Y, de nuevo, vuelve la magia por Navidad. Y qué magia esta tan intensa...

martes, diciembre 25, 2012

El tango de la Guardia Vieja

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Lo que es capaz de crear Arturo Pérez-Reverte en sus libros es casi indescriptible. Hoy he sentido que me estallaba algo dentro de mí al terminar El tango de la Guardia Vieja, una novela que nos hace pensar sobre el rápido transitar de la vida, sobre esa misma vida que nos pasa factura al final… 
Con esa frescura que caracteriza las novelas del autor, nos adentramos en la vida de Max Costa, un hombre de otro tiempo, un caballero pese a sus orígenes, un ladrón de guante blanco. En esta novela nos encontramos con varias historias paralelas en diferentes épocas, pero con los mismos personales. Todo gira en torno a la figura magistral de Max Costa.
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  Cap Polonio 

Todo comienza hacia finales de 1928 a bordo del transatlántico Cap Polonio que cubría la ruta desde Europa hasta Sudamérica. En el libro, el barco termina su ruta en Buenos Aires. A bordo del barco se encuentra un matrimonio adinerado, Armando de Troeye y Mecha Inzunza de Troeye, siendo él un compositor de éxito reconocido mundialmente. Su esposa acostumbra a bailar tangos con el bailarín profesional del barco, el bailarín mundano, de nombre Max Costa. 
Max es un aventurero que se encuentra huyendo de Europa y que se enamora perdidamente de Mecha y de sus ojos de miel líquida nada más que la ve aparecer en el salón de baile. 
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Puente de Barracas, Buenos Aires 

A medida que transcurre el viaje, los De Troeye consiguen estrechar lazos con el bailarín mundano, animado éste por el costoso collar de perlas que Mecha lleva con elegancia en su cuello; extasiado Armando por componer un tango sacado de los bajos fondos de Buenos Aires. Así que cuando llegan a la capital argentina, Max, cuya primera infancia pasó en el barrio Barracas boanerense, decide acompañarlos a un sórdido boliche de mala muerte, La Ferroviaria, y les cuenta que en estos antros es donde nace el verdadero tango argentino, un tango muy erótico y sensual, que nada tiene que ver con el que se ha moderado y afrancesado tras pisar los salones parisinos. Es el tango de la Guardia Vieja. Tras una noche de pasión, Max desaparecerá de la habitación de los De Troeye con el collar de perlas en los bolsillos y un pasaje hacia Europa.
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Niza en los años 30 

Corre el año 1937 en la Riviera francesa. España se encuentra inversa en una cruenta guerra civil, mientras media Europa se tambalea ante un posible conflicto bélico. Pero Niza es un lugar tranquilo, un sitio donde las familias adineradas de uno y otro bando pueden reunirse y engalanarse para fiestas, donde mostrarse en sociedad sin pensar en lo que está ocurriendo en sus respectivos países. Max Costa se ha refugiado allí, perseguido como estafador y ladrón por la policía de varios países. Allí, dos agentes de la policía secreta italiana han contactado con él con el fin de que robe unas cartas comprometedoras, escritas por el mismísimo yerno del Duce. 
Las cartas se encuentran en la mansión de una española, Suzi Ferriol, que organiza grandes fiestas y eventos. Como Max Costa se desenvuelve bien entre las mujeres adineradas, no le resulta difícil ser invitado a una de esas fiestas, donde se encontrará nuevamente con Mecha Inzunza. 
Mecha es muy amiga de la anfitriona y sabe que Max se propone algo, por lo que cuando varios días después aparece en su casa con un navajazo en el muslo y con magulladuras varias no le es difícil deducir que algo ha ocurrido y que se ve involucrado en el robo de unos documentos de la mansión de los Ferriol. 
Max Costa cogerá un tren a París y perderá la pista de Mecha de nuevo, hasta que llegan los años 60. Max es un sexagenario que ha tenido varios fracasos en la vida, trabaja de chófer para un multimillonario italiano que vive en Sorrento, cuando en un semáforo una mujer que va acompañada por una joven pareja de jóvenes le resulta familiar. Aparca el coche y les sigue. Aunque ya se ha extinguido la belleza de la juventud, esa mujer sigue conservando el brillo de sus ojos color miel. Max toma una decisión: como tiene unos días libres, coge ropa del hombre para el que trabaja, su coche y sus ahorros y decide alojarse en el mismo hotel donde se encuentra Mecha Inzunza. 
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Hotel Vittoria, Sorrento, con el Vesubio al fondo 

En el hotel Vittoria se celebran los preliminares del campeonato del mundo de ajedrez. Hay dos jugadores que consiguen toda la atención: Mijaíl Sokolov, campeón mundial, y Jorge Keller. Este último es un joven lúcido y gran favorito, además de ser hijo del segundo matrimonio de Mecha Inzunza con el diplomático chileno Ernesto Keller. Dentro de cinco meses se celebrará el campeonato mundial de ajedrez en Suiza y los jugadores se afanan en este previo. Mecha acompaña a su hijo en los torneos y le apoya en todo. En el hotel es donde descubre a Max Costa. 
Cuando descubren que uno de los analistas de Jorge está pasando información al rival, Mecha decide que tiene que acudir a su antiguo amante con el fin de que éste robe el libro de Sokolov. El libro de aperturas de un ajedrecista suele ser un conjunto de cuadernos donde apuntan todas sus jugadas, porque por mucha memoria que tengan, a lo largo de su vida no podrían recordarlas todas. Pese a la edad, Max robará el libro de Sokolov, aunque le valga una buena paliza por parte de los espías rusos, y finalmente le dejen en libertad. 
Sólo tenía una excusa para robar esos libros: que Jorge Keller es hijo de Max y la palabra de Mecha Inzunza. 

Será una nueva despedida, quizás la última… 

El libro es una historia de amor, pero no un amor habitual, sino un amor extraño, de esos que existen a través del tiempo y la distancia, un amor que apenas tiene contacto físico. Y he aquí el éxito de la historia, pues si fuese un amor convencional, ya no sería tan buena historia.

lunes, diciembre 24, 2012

Tantos sueños relacionados

Hoy he hecho algo que nunca antes había hecho. Dicen que siempre hay una primera vez. Además soy consciente de que es muy posible que vuelva a hacerlo. 
Hoy no he trabajado y, sin duda alguna, he tenido mucho tiempo para mí. Pero, por una vez, no he estado aquí, ni con el móvil, ni con el iPad... por una vez me he embarcado en algo que llevaba mucho tiempo posponiendo: la escritura. 
Cuando recuerdo a quién le di mi palabra de que me presentaría a un certamen antes de que acabara el año, con las bases del concurso descargadas desde hace meses, me estremezco. No podría incumplir mi palabra, y no por él, sino por mí misma. Hoy me he refugiado en mi mundo de sueños, y en esos sueños también está él. Quizás por eso mismo, el primer cuento del largo repertorio que presentaré a ese concurso se lo he enviado a él. Nunca antes lo había hecho. Es posible que alguna vez lea a alguien algún párrafo suelto, pero nunca algo completo. 
Desde mi perspectiva, mis sueños, tanto los literarios como los del terreno sentimental, están estrechamente unidos. Quizás él es una especie de talismán de buena suerte, aunque en realidad simplemente quería compartirlo con él. En el fondo, siento que él habrá sonreído y, cuando me encuentre con él, estoy segura de que me dará un enfoque crítico, pues él sabe que en realidad es lo que quiero.
Y bien, así estoy, escribiendo y a punto de ir a tomar unos vinos antes de la cena.

El año que se va

Este año ha sido un año que contiene un abanico de buenas y malas cosas, de todo tenía que haber. En la vida no todo puede ser bueno, pero tampoco todo es malo. Hablaré, hoy que puedo, un poco de todo ello.

Empezaré por lo familiar, porque quizás es porque en ese terreno he perdido y he ganado, por lo que en 2012 esa partida se queda en tablas. El 24 de enero perdí a un tío muy querido, mayor, pero muy querido. Aún me da la sensación de que puede aparecer cualquier día. Ésta será la primera Navidad sin él. No llegó a conocer a mi sobrina Paula, que nació el 25 de julio, y de la que he disfrutado esta tarde como hacía tiempo no disfrutaba, porque le he puesto música y quería bailar. Su sonrisa me inunda de alegría.

En el terreno sentimental, creo haber franqueado un límite de no retorno. Eso quiere decir que ocurrió algo tan demoledor, se rompió algo tan frágil dentro de mí que me resulta complicado a estas alturas volver a recomponerlo. Durante un tiempo estuve enfadada con él, enfadada como no me suelo enfadar, y terminamos arreglándolo una noche de junio. Ahora nos llevamos genial, yo sigo enamorada de él, pero algo en la relación ha cambiado y, sin embargo, hay una enorme complicidad. Está todo en un punto muerto. Incluso algo en él también noto que ha cambiado.

En los viajes, estuve en Londres con mi hermano pequeño en Semana Santa, iba a visitar Estados Unidos en junio, pero finalmente me fui a un balneario a Paracuellos de Jiloca (Zaragoza) y en octubre visité Lanzarote. Echo un poco de menos la adrenalina de un viaje largo volando durante tantas horas, pero también lo que he hecho este año me ha cundido.

En el terreno profesional, el 13 de julio me entregaron el título que me acreditaba para realizar mi trabajo como colegiada y con ciertas responsabilidades de las que antes carecía. En el mes de noviembre me entregaron mi número de colegiada territorial, que es el 152.

He leído mucho también este año, pero he optado por escribir un día sobre todo lo que me he enriquecido culturalmente al respecto... para otro momento.

En cuanto a lo social, he conocido a una cantidad ingente de personas de toda España, a nivel real y a nivel virtual, y también del extranjero. No me ha tocado la lotería, y sólo espero que el 2013 si no es similar a este año que se va... pues que sea mejor.

sábado, diciembre 22, 2012

Lo que anhelo de él

Me pregunto si le veré hoy. Esta noche. En un rato. Tengo inmensas ganas de verle, de perderme en esos ojos perfectos, profundos, angelicales. Anhelo escuchar esa voz que hace que me estremezca.
Y he quedado a las once, por lo que ya llego tarde.

viernes, diciembre 21, 2012

Casi en un sueño

Lo que es salir de una reunión, cansada, con ganas de llegar a casa... y encontrarme con las palabras inesperadas de un ángel.
Es adorable. No sé cómo lo hace, pero siempre consigue hacerme sonreír, incluso en esos momentos en que sólo deseas dormir. Con él... Una noche así lo mejor sería abrazarle y dormir con él.

Me gustaría escribir más, pero tengo tanto sueño, que será mejor que lo deje para mañana.

Me voy a soñar con él.

jueves, diciembre 20, 2012

Feliz Navidad

Porque el 2013 nos encuentre junto a las personas que queremos, porque el 2013 sea un año de mejoras, de enriquecimiento personal, de sabiduría, de dulzura... Porque el 2013 nos traiga felicidad...
Ojalá todos nuestros deseos y los deseos de la gente que nos rodea se cumplan para el año que está a punto de comenzar. 

Y a disfrutar de las fiestas.

miércoles, diciembre 19, 2012

Se acerca la Navidad


La Navidad es una época de terrible consumismo, incluso en épocas de crisis. No me gusta, porque es una época emotiva y nostálgica. Y no hay manera alguna de que me gustara. Si por mí fuera, me iría de viaje a un lugar donde hiciera calor y donde no hubiera tanta parafernalia.

martes, diciembre 18, 2012

¿Qué se siente cuando aparece él?

A veces solamente es cuestión de dejarse llevar, de suspirar al viento y no mirar atrás. No sé por qué motivo la perspectiva de otra Nochevieja me lleva a temblar, como si mis piernas estuvieran hechas de mantequilla, aunque en el fondo sí sé qué es lo que ocurre. 
Sigo tan enamorada como lo estaba hace cuatro meses, y como lo estaba el año pasado. El corazón sigue temblándome con fuerza cuando aparece él, cuando le veo pasar, cuando escucho su voz. Pero el orgullo oculta todo aquello que antes mostraba.

Últimamente, cuando coincido con él, me da la sensación de encontrarme frente a un viejo amigo, alguien a quien aprecio y alguien que me aprecia, alguien con quien me siento muy a gusto, pero si rasco un poco la superficie aparecen el rastro del dolor...

Nochevieja... Quizás sería preferible pensar si debo salir o no. Por la resaca del día después.

lunes, diciembre 17, 2012

Si una palabra te hace sonreír

A veces la aparición de una persona consigue traernos un pedazo de felicidad para todo el día. A veces sus palabras nos hacen sonreír. No hay un motivo aparente, simplemente esa persona hace que se desborden un tipo de sentimientos indescriptibles, que todo lo que te rodea sea simplemente mejor, que todo tenga más color, que todo sea más sutil, más dulce, más ligero.
Incluso esas cargas laborales que parecen no tener fin quedan en un segundo plano cuando esa persona aparece...

domingo, diciembre 16, 2012

Abanico de colores

Si algo me llama la atención de mi tierra, es ese paisaje variopinto que combina un sinfín de colores. Ayer, cuando conducía, me dio por hacer fotos del paisaje. Habiendo vivido toda una vida aquí, lo que me rodea no deja de sorprenderme. Era el mismo paisaje que echaba de menos cuando estudiaba en Salamanca. El mismo paisaje que va impreso con los colores de nuestra bandera.
Podría extenderme mucho más, pero lo tendré que dejar para otro día, pues hoy tengo algo pendiente de hacer ahora.

Un monstruo viene a verme

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Cuando un libro nos pone la piel de gallina, sobre todo cuando trata una enfermedad que posiblemente nos sea cercana, nos sensibiliza hasta límites insospechados. Lo que ha conseguido este libro es que mantuviera la esperanza hasta el final... como la mantuve en su día.

Comenzaré por el principio, pues cuando compré este libro, tras haber hojeado varias páginas de ilustraciones y por el título, pensaba que me enfrentaría a un libro de terror, condimentado con dibujos, lo que hace leerlo desde una perspectiva diferente. Pero no es de terror, o por lo menos, no lo es en el sentido que conocemos el miedo. Y, a la vez, sí es de terror, pues ¿no los da pánico aquello que desconocemos, no nos produce miedo ese final que acaba con la vida?
En septiembre de 2007 un tío se marchó... para siempre, en ese viaje que sólo tiene billete de ida. Fue doloroso. Aun sabiendo varios meses antes que se nos iba, mantuve la esperanza hasta el final, no asimilaba que un día simplemente él pudiera no estar, que hubiera dejado de existir. Tres años antes, a mi tío le habían diagnosticado un cáncer en la garganta, del que le operaron y estuvo bien hasta la primavera de 2007, momento en que se reprodujo en el pulmón. 
Quien no haya tenido a alguien cercano aquejado de cáncer desconoce cómo es vivir con esa incertidumbre. Es una enfermedad que consume lentamente, como si fuera la llama de una pequeña vela. 
Con respecto a este libro tengo que decir dos cosas, una imaginaria y otra real. Empezaré por la imaginaria, pues en ningún momento se dice que sea cáncer, si bien yo conozco los síntomas, las sesiones, y sé por qué la protagonista tiene la cabeza sin cabello, y sé por qué vomita durante días, y por qué se marea. La protagonista es la réplica exacta de la persona que gestó la idea de esta novela, y he aquí la parte real. La idea original parte de Siobhan Down, que falleció de cáncer a los 47 años. Y, en parte, a mí me da la sensación de que esta idea fue gestada en el proceso de su enfermedad, que nunca pudo llegar a escribir ni ver publicada. 

Se trata de una novela muy emotiva, un libro que nos pone la piel de gallina hasta el final... inevitablemente, una historia que sensibiliza. Se lee en una tarde. 

Conor O'Malley tiene trece años y se ha acostumbrado a vivir con su madre enferma. Desde que su madre fuera ingresada y empezara a recibir tratamiento le han ocurrido dos cosas negativas: por una parte, hace meses que por las noches tiene una pesadilla, siempre la misma, que no le deja pegar ojo; por otro lado, ha comenzado a sufrir acoso escolar en el colegio. Para más inri, como su madre está empeorando, va a venir a ayudarlos la abuela, que es una anciana dominante a la que Conor no soporta. Pero Conor no quiere ver que su madre está muriendo y su padre vive en Estados Unidos, donde ha formado otra familia.
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Son las 00.07 horas de la madrugada cuando Conor escucha una voz que proviene del jardín. Se trata del tejo, un árbol centenario que lleva allí desde que el muchacho tiene uso de razón. Cuando mira hacia el jardín, el tejo se está convirtiendo en un monstruo, pero ese monstruo no es como el de sus pesadillas, ese monstruo no le da miedo. El monstruo le dice que le contará tres historias, pero luego Conor, a cambio, tendrá que contarle su historia, que no es otra que la verdad que no se atreve a decir. De esta manera, el tejo prepara al muchacho para el terrible final y le ayuda a asimilar que su madre un día se marchará para siempre, y ese final está más cerca del que Conor cree. Así, cuando el tejo no está, Conor le echa de menos, y le ayuda a mantener la esperanza de que su madre aún no ha fallecido.
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sábado, diciembre 15, 2012

Club de Golf

El último día que estuve en la cafetería del Club de Golf estaba disfrutando de la compañía de un ángel de mirada perfecta, en un café que duró hora y media. Hoy siento nostalgia de ese día y siento nostalgia de el.

viernes, diciembre 14, 2012

Quién te hace sonreír por las mañanas

¿Quién te hace sonreír cada mañana? ¿Por qué ya no sonrío con aquellas personas que me brindaban eterna felicidad hace unos meses? ¿Y ahora son otras las que me hacen sonreír...?

La semana ha sido larguísima. Demasiado larga. Pero por fin llega a su fin. Mañana por la mañana trabajaré, y estaré con él. Le he tenido que mandar un recordatorio para decirle la hora.

Hoy estoy tan cansada que es mejor que vaya a dormir.

jueves, diciembre 13, 2012

El invierno del mundo


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Me ha llevado más tiempo del que hubiera querido leer este libro. Es exquisito, como todo lo que sale de las manos y de la imaginación de Ken Follett, amén de la exhaustiva documentación de la que ha tenido que hacer uso para darle forma de novela. 
Hace algo más de dos años me leí el primer volumen de la trilogía, La caída de los gigantes, que me fascinó. Ahora bien, aquel trataba de la Iª Guerra Mundial y El invierno del mundo se basa en la IIª Guerra Mundial. Y a mí, personalmente, me causa atracción todo lo que rodea a la Europa de 1941 a 1945, sin duda alguna, una confrontación bélica que cambió el mundo y lo encaminó a la situación en la que hoy se encuentra. 
En esta segunda novela los protagonistas son los hijos (interrelacionados) de los protagonistas del primer volumen. El tercer volumen, que aún es un proyecto, tratará el tema de la Guerra Fría. 
No voy a adentrarme en detalles del conflicto bélico, que se pueden consultar en cualquier enciclopedia histórica sobre la IIª Guerra Mundial, si bien me voy a centrar en las familias de la novela que viven en carne propia esos acontecimientos puntuales que siempre hemos visto desde fuera. Esto quiere decir que al leer el libro, al centrarnos en la historia, revivimos esos hechos desde dentro, como si estuviéramos realmente en la Noche de los Cristales Rotos o en medio del ataque a Pearl Harbour. 
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Berlín, años 30, desfile nazi

La novela comienza en el año 1933, por lo que ya nos adentra en la situación de cómo es Europa antes de que estalle la guerra. En un año importante, sobre todo en Alemania, porque Adolf Hitler gana las elecciones democráticamente, gracias a un magistral uso de la publicidad y de los medios de comunicación (“vencer es convencer”). Por ello, comenzaré a hablar de la familia Von Ulrich.
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Berlín, enero de 1945

Ya en la primera parte de la saga, la inglesa y aristócrata Lady Maud Fitzherbert se había casado con el alemán Walter Von Ulrich. De ese matrimonio habían nacido dos hijos: Carla y Erik, dos muchachos con ideas contrapuestas. En 1033 viven en una mansión en pleno centro de Berlín. Walter es uno de los políticos más influyentes de la vida alemana, afiliado al Partido Socialdemócrata alemán, mientras Lady Maud trabaja en un periódico de corte liberal. Para mí es importante cómo comienza la novela la familia y cómo terminará, con motivo de haber vivido en la Alemania del nacionalsocialismo y de la guerra, y por defender sus ideales políticos. Ellos vivirán la guerra de una forma cruel y trágica.
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Cuarteles de la Gestapo en Berlín durante el régimen nazi

Walter será apaleado a muerte por la Gestapo y morirá en plena guerra, mientras que Maud y el resto de su familia tendrán que sobrevivir a las fatalidades del destino. A Carla no se le permite estudiar medicina porque el régimen nazi considera que una mujer no puede ejercer de médico, por lo que estudiará enfermería, lo que quizás le salve la vida en numerosas ocasiones durante la guerra. Sin embargo, eso no la salvará de las violaciones de varios soldados rusos durante la ocupación de Berlín en 1945, violación por la que se quedará embarazada. Sin embargo, su futuro marido, Werner, cuando vuelve de la guerra, lo acepta.
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Chernigov (Unión Soviética), 1942, la policía alemana y colaboradores ucranianos obligan a prisioneros judíos a desvestirse antes de fusilarlos

El carácter bondadoso de Carla von Ulrich contrasta con las veleidades de su hermano Erik, al que se ve como una persona que carece de personalidad propia, algo cobarde y afiliado primero al Partido Nazi y posteriormente, tras la guerra, al Partido Comunista, porque en realidad es temeroso de ellos y es incapaz de pensar por sí mismo y enfrentarse a ellos. 
Daisy Peshkov vive en Buffalo, USA. Su padre es el magnate ruso Lev Peshkov, que siempre hace y consigue lo que quiere, aunque para ello tenga que usar la intimidación. Por el mafioso de su padre, Daisy no es bien recibida en los círculos sociales de Buffalo, lo que para la joven supone un trauma. Decide conquistar con sus encantos a un joven de buena posición, pero la madre del joven le hace romper el compromiso. Es entonces cuando Daisy decide emigrar a Londres y conocer a la Reina. Lo que parece una fantasmada no lo es en absoluto, ya que Daisy entrará en el círculo de los Fitzherbert, y gracias a ellos conocerá a la Familia Real inglesa. 
El conde Fitzherbert, hermano de Lady Maud, y su mujer (una princesa rusa) viven en Inglaterra de una forma acomodada. Su hijo Boy Fitzherbert se ha afiliado al Partido Fascista, ha conocido a una norteamericana , Daisy, con la que contraerá matrimonio. Pero ese matrimonio está abocado al desastre. 
Daisy Peshkov es una persona de la novela interesante. Se descubre en ella el cambio de niña a mujer, de la frivolidad de la juventud a la valoración de las cosas buenas que le aporta la vida, de la estupidez a la razón. Daisy se casa con Boy por el título, para formar parte de las máximas fiestas de la selecta aristocracia inglesa, pero ese matrimonio será un error desde el principio, sobre todo cuando ella no pueda tener un bebé y Boy se convierta en un adúltero. 
La guerra pilla a Daisy en Inglaterra. Un día, justo cuando acaba de encontrar a su marido con dos prostitutas y le pide el divorcio, la casualidad la encuentra en el Blitz de Londres (ataque aéreo de los alemanes a varias ciudades inglesas) y se ve obligada a conducir una ambulancia de la Cruz Roja, lo que enternece su personalidad de una forma inaudita.
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Boca de metro en Londres, tras el Blitz, Octubre de 1940

En sus tiempos de juventud había conocido a Lloyd Williams, que le había declarado su amor. Es en esta época cuando volverá a reencontrarse con él y a darse cuenta del amor que siente por él y de que él está enamorado de ella. Pero su marido no le concede el divorcio, debido a que es él quien no puede tener hijos y no soporta que su mujer pueda ser feliz con otro hombre, que es más cercano a Boy de lo que él cree. Sin embargo, Boy es piloto de la RAF y tiene que ir al continente a luchar, siendo que fallecerá en un tiroteo antiaéreo a su avión. Morirá en brazos de Lloyd.
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Blitz de Londres, 1940

Lloyd Williams es un joven precoz e inteligente, hijo de la política Ethel Leckwith. Su verdadero padre es el conde Fitzherbert, y en este libro descubrirá el joven su vínculo a los Fitzherbert, sin embargo el conde no aceptará a su hijo bastardo como tal. Lloyd se enamora de Daisy desde el primer momento en que la ve, pero ella sólo tiene ojos para Boy Fitzherbert.
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Barricada en la Batalla de Belchite, otoño de 1936

Lloyd decide alistarse como voluntario en la Guerra Civil Española, y vivirá un infierno en la batalla de Belchite. Apenas hay descripciones sobre nuestro país, pero el hecho de que haya varios capítulos dedicados a la Batalla del Ebro es suficiente para sentirnos agradecidos al autor por haberse acordado de que España también sufría en aquellos años.
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Desembarco de las tropas aliadas en Normandía, Francia, el 6 de Junio de 1944

Lloyd consigue salir de España y cruza andando Francia para llegar a su casa, donde se reencuentra con Daisy, y es entonces cuando surge la verdadera historia entre los dos. Pero Lloyd no ha nacido para quedarse en casa, pues volverá a la frontera de los Pirineos, con el fin de ayudar a soldados aliados a salir de una Francia invadida por los alemanes hacia la España franquista que se mantenía neutral, y que no se convirtieran en prisioneros de guerra. Más tarde, vivirá el Día D del Desembarco de Normandía, y será entonces cuando intente salvar a un piloto de las RAF, que no es otro que Boy Fitzherbert, su hermanastro, que muere en sus manos.
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Londres durante el Blitz 

Cuando acaba la guerra y vuelve a casa, se afilia por el Partido Laborista, y conseguirá un puesto importante como uno de los secretarios del Ministro de Asuntos Exteriores. Este dato es importantísimo, porque este es uno de los ministros que interviene tanto en el Plan Marshall como en los acontecimientos posteriores que sentarán las bases de la Guerra Fría.
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Biblioteca de Londres durante el Blitz

Lloyd, al principio, no es aceptado por la sociedad inglesa, al haberse casado con una mujer que en su juventud había apoyado el fascismo y que más tarde se había convertido en una adúltera. Pero conseguirán seguir adelante juntos y finalmente serán aceptados por su bondad. Lloyd descubrirá quién es su verdadero padre y que Boy Fitzherbert es realmente su hermanastro. 
En Buffalo se encuentra el padre de Daisy, Lev Peshkov, un mafioso ruso que emigró desde Moscú. Hace todo lo que le viene en gana. Intenta educar a su hijo Greg Peshkov según lo que él considera lo correcto (que no es ni mucho menos lo correcto). Greg es hermanastro de Daisy. Conocerá a Woody Dewar. Siguiendo los consejos de su padre y para hacer la vista gorda a los escarceos amorosos de Lev, el magnate ruso le hace un regalo en un hotel, que no es otro que una joven negra con pretensiones de actriz, Jacky Jakes, de la que terminará enamorándose. Sin embargo, un buen día la joven desaparece de su vida. Greg conoce a su padre pero no se atreve a enfrentarse a él, aunque se huele que la desaparición de Jacky de su vida tiene relación con su padre. Greg es un joven con mucho desparpajo que conseguirá hacerse un hueco en los círculos de poder de Estados Unidos, tanto como para vigilar a los científicos que harán las pruebas pertinentes para la bomba atómica, para descubrir a los espías, etc.
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Bomba atómica sobre Hiroshima, Japón, 6 de Agosto de 1945

Pasados los años, vuelve a encontrarse en Washington con Jacky y descubre que tiene un hijo de piel oscura, Georgy, al que acepta como tal. Sin embargo, no considera oportuno casarse con una joven negra, aunque siempre ha estado enamorado de ella, porque puede entorpecer su carrera política. También estará cerca de Marshall cuando éste idee su ingenioso Plan Marshall para recuperar Europa. Y cuando visite Moscú descubrirá que tiene un hermanastro, Volodia Peshkov.
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Desfile militar con prisioneros alemanes en Moscú, 17 de Julio de 1944

Volodia había crecido en una URSS comunista, se había convertido en espía del Ejército Rojo en Moscú y Estados Unidos y había viajado a Nuevo México con el fin de conseguir los planos de la bomba atómica para Rusia. En este breve período de tiempo, había descubierto la libertad de un país capitalista. Supongo que en la tercera parte le veremos cambiar sus ideales o emigrando a un país occidental.
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Stalin y Molotov (Ministro de Asuntos Exteriores soviético) junto al Canal del Volga, Moscú, 1937

Volodia crece en el seno de una familia acomodada rusa, perteneciente a los círculos sociales de Stalin. Se enamora de una inteligente física, Zoya, con la que finalmente contraerá matrimonio y tendrá dos hijos. La peor noticia que le pueden dar a un espía ruso durante el régimen comunista es que tiene familia americana.
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Paracaidistas sobre Moscú, 1940

Y, de hecho, en la conferencia que reúne a los principales ministros de Asuntos Exteriores del Mundo, que se celebra en Moscú en 1947, Volodia conoce casualmente a Greg Peshkov, que le confiesa que son hermanastros, ya que el verdadero padre de Volodia, Lev Peshkov, dejó embarazada a su madre y la abandonó al emigrar a Estados Unidos. Cuando Greg vuelve a casa, sus padres le confiesan que así es, aunque Grigori, aunque sea su tío en realidad, siempre se ha comportado como si fuese su padre y, de hecho, es el que le ha dado todo lo que se merecía como si hubiera sido su verdadero hijo.
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Sociedad de Buffalo a finales de 1940

La última familia es estadounidense, oriunda de Buffalo, por lo que estarán relacionados con Daisy y Greg Peshkov. Gus Dewar es senador, tiene dos hijos, Woody y Chuck, que quiere que sigan sus pasos en la política, pero la guerra truncará sus planes. Woody realiza sus estudios universitarios y consigue un buen puesto en las esferas de la Casa Blanca como asesor. Chuck, por el contrario, aunque tiene una mente brillante, opta por no estudiar y decide alistarse al ejército, lo que le meterá de lleno en la guerra.
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Navíos semi-hundidos tras el ataque a la base naval americana en Pearl Harbour, 7 de Diciembre de 1941

Woody es el típico muchacho que ha tenido de todo y no ha tenido preocupaciones, pero tendrá la mala fortuna de ir toda la familia y su prometida Joanne a visitar a Chuck a Hawai, donde vivirán en sus propias carnes el ataque a Pearl Harbour. Woody verá morir a Joanne ese mismo día y le costará recuperarse de tan terrible vacío. Pocos meses después, Chuck y su pareja (son homosexuales, algo que aún no estaba bien visto por la sociedad) son enviados a una isla, donde Chuck será tiroteado. Estos hechos hacen que Woody se aliste como soldado y vaya al frente, de donde volverá con una bala en la pierna, y volverá a enamorarse de una joven americana, a la que tiene la intención de buscar cuando vuelva a casa para casarse con ella. 

Echo de menos una familia judía, que aunque hay personajes judíos en el libro apenas profundiza en sus vidas. Y creo que es importante que haya judíos, porque a partir del fin de la IIª Guerra Mundial tienen un papel crucial en Palestina. 

El libro es exquisito, como bien he dicho al principio. Como siempre ocurre en estos casos, cuando se llega al final, entra cierta nostalgia. Habrá que esperar dos o tres años para que el tercer libro de la trilogía vea la luz.
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Churchill, Roosevelt y Stalin en la Conferencia de Yalta, 1945

miércoles, diciembre 12, 2012

Un dulce que saborear


A veces no somos conscientes de lo que tenemos. De repente, una noche, aparecen los fantasmas y la preocupación nos mantiene en vela durante horas. Anoche estuve despierta hasta más tarde de las cuatro y hoy parecía un alma en pena. Me hubiera quedado a solas con mi preocupación, pero la compartí con alguien y se hizo más ligera. Ese alguien siempre está ahí cuando necesito hablar y se agradece.
A veces no somos conscientes de que siempre habrá alguien que se encuentre en peor situación que nosotros.
A veces, hablando se entiende la gente, y esta mañana apenas quedaba rastro de lo que me mantenía en vilo anoche.
Esta tarde me he echado una siesta de varias horas, para amortizar las horas de sueño retrasado y porque ya me encontraba lo suficiente tranquila para poder pegar ojo.
Hay personas que nos conocen lo suficientemente bien para saber cómo pensamos y qué deseamos en la vida. Un sofá, buena iluminación natural y una buena novela... es suficiente para endulzar mi vida. Y no son palabras que hayan salido de mí, pero es verdad.
A veces es tan fácil conformarse con poco. Eso me produce paz, y debido a mi trabajo esa paz es un tesoro muy valioso.