sábado, marzo 31, 2018

En vísperas de marchar

Estatua de Woody Allen, Oviedo

En 24 horas estaré volviendo a casa, aunque aún me queda toda la mañana para ir despidiéndome de Gijón y, en general, de las tierras asturianas.
Estoy recargando pilas y, al final, eso es lo que importa.
Voy con más libros y con regalos para mis sobrinas.
Llego de madrugada, sobre la una y media creo.
Me está dando algo de penilla que sólo me queden horas.

La estatua de la Regenta


Estatua de la Regenta, Oviedo

No he leído La Regenta de Clarín, pero sé que su protagonista se llama Ana Ozores. El autor enmascaró la ciudad de Oviedo con el nombre de Vetusta y en la ciudad hay bastantes alusiones a la novela.
También es una ciudad llena de estatuas. Se lo digo a mi hermano y me salta: "Con lo que te gustan las estatuas y callejear en Oviedo habrás disfrutado mucho".
Y es que si hay estatuas de bronce allí cerca estaré yo.

Arte Prerrománico Astur

Santa María del Naranco, Oviedo

Tenía claro que si visitaba Oviedo lo primero iba a ser subir al monte Naranco. Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo son dos ejemplos de lo poco que queda del arte prerrománico.
Las mandó construir el rey Ramiro I en torno al año 842. Se encuentran a unos doscientos metros de distancia. Santa María fue en sus orígenes un palacio de retiro para los reyes que vivían en el centro de Oviedo. Se cree que San Miguel fue construida como iglesia palatina.
Santa María del Naranco llama la atención porque era un edificio civil, aunque con posterioridad se convirtió en edificio religioso y se colocó un altar.
San Miguel de Lillo conserva pinturas murales y se percibe la planta original.
Tanto una como otra están llenas de motivos decorativos muy simbólicos.

De compras en Oviedo

Aquí también he encontrado la Casa del Libro. Mi pecado ha sido entrar sólo a mirar. Estaba abierta al mediodía. Y claro, no he podido contenerme. Estoy esperando a ver si vienen a servir un café, aunque he observado que aquí se lo toman todo con mucha calma. Igual tengo que buscar otra cafetería.
Oviedo es una ciudad interesante.

Comiendo en la calle Gascona

He absorbido esta mañana mucha información y es un buen momento para comer algo típico asturiano. Qué mejor lugar que la calle Gascona, toda llena de sidrerías. Obviamente me he dejado caer por la oficina de turismo antes.
La calle es una cuesta tremenda.

Uvieu

Hay autobuses a Oviedo a todas horas y en media hora estaré en destino, pero he tardado en llegar porque quería ir andando desde el hotel, que me dijeron que estaba cerca. Como así ha sido.
No tengo billete de ida porque, visto lo visto, mejor llegar y que me digan como ahora: "En cinco minutos sale".
Me gusta como suenan las palabras en asturiano, concretamente las de nombres de ciudades (no he visto más).

Arena de playa

Una niña lloraba desconsolada en el paseo de Begoña a las diez de la noche. Cuando me iba a acercar a ella un matrimonio entrado en años le ha preguntado dónde estaban sus papás. Me he quedado sorprendida por que unos padres se puedan dejar olvidada por ahí a su hija.
A las diez de la noche no había mucha gente en el paseo, los puestos de artesanía estaban cerrando y los restaurantes, llenos. Pero empezaba a llover y en la calle no había mucha gente. Estaba la niña, que le calculo unos cuatro o cinco años. Seguramente sus padres habrán vuelto sobre sus pasos y la habrán encontrado con facilidad.
Mañana no pisaré la playa, sino el césped de los montes de Oviedo. Han dado lluvias para todo el día...

viernes, marzo 30, 2018

El palo selfie

Casino de Asturias, Gijón

Lo del palo selfie me trae de cabeza desde hace un rato. Entonces me he metido en la página de El Corte Inglés y he visto que tienen como el mío. En realidad no es como el mío: se lo compré a un morenito en el Retiro en plena Feria del Libro hace dos años. Hay parecidos y, obviamente, más caros.
El otro día pasamos por El Corte Inglés de Oviedo. Lo primero que haré nada más llegar será comprar el palo selfie. Si quiero ir a Santa María del Naranco y a San Miguel de Lillo es preciso ir equipada. Estas dos iglesias del prerrománico asturiano me han hecho recordar las clases de Historia del Arte en COU. Cómo disfrutaba del arte.
Así que mañana pasaré el día en Oviedo.

En Gijón llueve sin parar en estos momentos.

Cae la noche

Iba por la calle Corrida riéndome porque una amiga me dice que me quiero marchar sola en junio. El 25 cojo vacaciones y ya tengo pensado ir a Grecia.
Y ella ha empezado a decirme otros destinos. Para mí es muy difícil contar con otra persona a la hora de viajar. Lo cierto es que yo ya he mirado vuelos y alojamiento en Atenas. Y que estoy muy acostumbrada a marcharme sin contar con nadie.
Mi respuesta ha sido: "Recuerda que te dije que vinieras a Asturias".
A una semana de marchar a Grecia se echará para atrás.
No me importa que venga, pero no quiero cambiar el destino.
Me reía porque a la hora de viajar soy de todo menos indecisa. Y si he pensado ir a Grecia iré... sola o acompañada.

Casa del Libro en Gijón

Sobre las tres de la tarde pasaba nuevamente por la Casa del Libro. Por curiosidad he ido a ver el horario y no me ha sorprendido saber que en festivos también abre. De hecho ahora está abierta, pero me he obligado a no acercarme.
No quiero ir cargada con libros por todo Gijón.

Acuario de Gijón

Me encantan los acuarios y, en general, cualquier sitio donde haya animales. Lo que ocurre en estos sitios es que suele estar lleno de familias con niños pequeños, y lo que en un principio sería una visita rápida terminará siendo una visita a paso de tortuga porque hay que esperar a que pasen por delante innumerables sillitas de niños. Es lo que hay...
De todas formas, hoy he visto tiburones justo cuando les estaban dando de comer.
El acuario de Gijón es gigante.

Reposar los pies

Como siga caminando tanto llegará un momento en que me saldrán ampollas en los pies.
Voy con deportivas pero he caminado demasiado hoy, así que he regresado al hotel para reposar los pies.
Y también para planear lo que hago mañana que aquí está casi todo visto.
De momento leeré un rato hasta las cinco. Prefiero pasar lo mínimo en el hotel, obviamente, pero hoy no me queda más remedio.

Playa de Poniente

Hoy es día dedicado a museos. Pero el que más me interesaba, el Museo del Pueblo Asturiano, abre de abril a septiembre. Ya es mala suerte.
Así que he visitado la Casa Natal de Jovellanos (que no hay mucho de él, casi todo está dedicado a pintores asturianos que nada tienen que ver con Jovellanos), el Museo del Ferrocarril y el Acuario. Sigo en el acuario, donde también acabo de quedarme sin palo selfie. Tendré que comprar otro mañana.
Hoy comeré cachopo.

jueves, marzo 29, 2018

Una librería bajo la lluvia

He observado que en Gijón no hay muchas librerías, pero sí he pasado junto a la Casa del Libro.
A este paso voy a entrar en todas las franquicias que tienen por ahí. Porque está claro que el sábado, que seguro que estará abierta, entraré...

La noche en el puerto deportivo

Ha caído la noche. Y yo ya tengo claro dónde me voy a dejar caer mañana. Porque mañana será día de museos.
Me encanta esta ciudad. Sigo pensando en la amabilidad de la gente, es que es una pasada.

Lectura junto a los Jardines de Begoña

Ha llovido, pero ahora no llueve y el jardín de la calle Begoña está plagado de cafeterías con enormes cristaleras.
Está también lleno de puestos de artesanía, pero yo prefiero leer un poco, que hoy apenas he leído.

Primeras horas en Gijón

Es la primera vez que visito Asturias, por lo que escucharles hablar con ese acento tan marcado me ha resultado extraño. En Salamanca estudié con gente asturiana y no se les notaba tanto.
Tengo que decir que la gente es muy amable y educada. Me han sorprendido gratamente. Es que te hablan dulcemente, con mucho cariño.
He pateado mucho, nada extraño, porque a mí me encanta callejear, e incluso he conseguido regresar al hotel sin mapa ni el GPS del móvil. En realidad no me preocupa, tengo mucho sentido de la orientación.
Hoy he visto bastantes cosas, aunque ha llegado un momento en que me he dado cuenta de que necesitaba una siesta y, mientras, cargar el móvil.
La proximidad del mar me calma, ya he caminado por la arena esta mañana, la brisa marítima me sienta bien.
Lo que he visto de esta ciudad me ha gustado muchísimo.
Lo que no me agrada tanto es que estoy en una planta 14º del hotel, que como siempre he tenido vértigo no creo que sea capaz siquiera de mirar por la ventana. Los ascensores son Schindler y se ven los cables en las juntas, son muy viejos, pero es que son 14 plantas cada vez durante cuatro días...
Creo que necesito media hora de siesta.

Calle Corrida

La calle de Gijón donde se agrupa el mayor número de tiendas por kilómetro cuadrado es la calle Corrida. Vaya nombrecito.
Voy a ir al origen del nombre. Esta calle unía el barrio carbonero con la salida de la ciudad. Su nombre se debe a lo transitada o "corrida" que era, o quizá también al "corrimiento" de edificios para hacerla más ancha.
En toda su extensión se levantan edificios de los siglos XIX y XX con mucho cristal, rejería y esculturas.



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Sopa de marisco

Si mi madre me viera tomar sopa de marisco no se lo cree. De hecho, de un tiempo a esta parte sí que como bichos del mar.
Me he quedado sin batería en mi móvil y me urge volver al hotel. También necesito media hora de siesta en una cama, que dormir en el autobús no cunde.



Enviado desde mi dispositivo Samsung

Playa de San Lorenzo

Decían que iba a llover pero hace un día magnífico en Gijón. Se está nublando, pero no importa.
Apenas hago fotos con el móvil porque no tengo mucha batería, así que tiro de cámara.
Huele a mar.

Desayunando en destino

He dormido durante todo el viaje, al principio ni siquiera me entraba el sueño, pero tenía que aprovechar para dormir.
Recuerdo haber visto una luna muy nítida y muy cerca en cierta parte del trayecto.
Le ha costado despertar a Oviedo, que estaba con niebla.
Y nada más bajar del autobús lo primero era el desayuno. Todo lo demás ya llegará, incluso la llegada del hotel.

Calles vacías

A estas horas pasan algunos que están de fiesta, pero pocos.
Es inquietante la noche. Con su silencio, sus calles vacías, la oscuridad.
Ahora dormiré.

En rojo

Me queda una hora para marchar y aún me he de quedar dormida. Claro que estoy tan pendiente de la hora que no avanzo mucho con la lectura.

Ultimando detalles

Cuando todo está preparado es un placer tirarse a la bartola un rato.
Pero a mí me pasan cosas de última hora, como que se me caduca la tarjeta de crédito que uso habitualmente el sábado, y casi me dejo la nueva aquí.
O que he apagado la calefacción hace horas y ahora tengo frío.
Y sólo me queda apagar el portátil. Si fueran más días me lo llevaría, pero es más ligero el iPad.
Me llevo hasta el paraguas, que no tengo claro si volverá. Siempre pierdo todos los paraguas...

2 horas

Empiezo a sentir el sueño. Es que aún me tomaré algún café más... Como si lo viera.
Todavía me quedan dos horas para marchar. Voy a intentar no pensar en lo que me queda y seguiré leyendo.
Si es que al final me embarcaré en un merecido descanso, aunque yo creo que en los próximos días no voy a descansar mucho. Pero vendré con las pilas cargadas.

La dulce espera

Hay esperas muy dulces, como la de esta noche.
Es el primer momento, con todo ya preparado, que me puedo sentar a leer mientras tomo un café.
Sería impensable tomar un café pasada la medianoche, pero hoy es necesario. Y es tan dulce la espera que me resulta muy agradable.
Avanzaré bastante esta noche.

Amarillo

No me importa que llueva cuando estoy de viaje. De hecho una vez en Milán me calé entera y compré un chubasquero amarillo que me encanta. Así que hoy no podía faltar en mi maleta. Tampoco iba a llevar ningún libro en papel, pero cuando lo he visto he pensado que el título es para mí. Estoy bastante acostumbrada a viajar sola, siempre termino conociendo gente. Es por si me aburro con el eBook, que no creo.
En las próximas tres horas no puedo dormir. Así que tendré que leer pero de alguna manera que no me entre el sueño.
Qué ganas de marcharme ya... Mañana voy a estar grogui, aunque si consigo dormir durante el viaje aguantaré bien.

miércoles, marzo 28, 2018

De fotos

A última hora tengo cargando móviles, iPad, eBook y la Canon. Me ha entrado mono de llevármela. Y es que hace tan buenas fotos que salgo hasta bien.
Eso quiere decir que ya puedo empezar a hacer la maleta, que ya va siendo hora.
Por mí me marcharía a tomar cañas por ahí, pero si hiciera eso igual pierdo el autobús.

Con paraguas

Ando danzando por la calle porque he quedado a tomar café. Lo que no esperaba es que lloviera tanto, aunque huele tan bien...
He tenido que coger el paraguas que hace unos años me regalaron mis sobrinas. Está nuevo porque apenas lo uso. Si me lo llevo seguro que lo pierdo.

Las orquídeas rojas de Shanghai


"Yoshi me tendió la palma de su mano abierta. En ella se abría una orquídea roja, oscura, fastuosa y aterradora joya vegetal. 
-El sexo de las mujeres, Naomi-san, es como estas flores, espléndido y peligroso, pero es la única belleza de esta isla consagrada a muerte".

Había leído reseñas y opiniones tan fatídicas sobre esta novela que me esperaba una crueldad exagerada. Vamos, que me esperaba torturas de todo tipo, y al final no ha sido para tanto. De hecho, hace unos días no sabía si sería capaz de leérmela. A veces las crueldades del ser humano se convierten en algo tan oneroso que cuesta digerirlo. Y bien sé yo de novelas que me ha costado reanudar por ciertas descripciones con las que no podía seguir.

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Campos de té en China

La novela es la odisea de una mujer coreana nacida en 1923 en Keijō (Seúl), Kim Sangmi, que cuenta en primera persona cómo fue raptada para convertirse en Chosen Pi (prostituta, esclava sexual, vagina para el ejército japonés y un largo etcétera de epítetos similares) y cómo termina huyendo por todo el Sudeste Asiático del comandante Fujiwara que la llevó a esa vida errante.
Es la época en que el emperador japonés HiroHito decide conquistar Manchuria e Indochina, invadiendo otros estados asiáticos, entre ellos Corea. Kim Sangmi es una niña cuando se convierte en Kawamoto Naomi, ya que son obligados a utilizar sus nombres japoneses y a hablar en japonés. En cierto momento, la familia de Naomi la envía lejos como castigo a su rebeldía, donde una familia la cuidará. Lleva unos meses en Mokp'o cuando varios soldados japoneses entran en la escuela y piden voluntarias para trabajar para el ejército nipón y ganarse un sueldo. Varias muchachas deciden acompañarlos para salir de la pobreza. No es Naomi una de ellas, pero el comandante se ha encaprichado de ella. 
El abuelo le había confesado que su padre era un diplomático francés, es por ello que su madre se muestra distante con ella y su padre, indiferente. Es por ello que Naomi es alta y delgada y destaca por su físico del resto de sus compatriotas. 
Cuando Fujiwara la rapta y se la lleva a Shanghai, Naomi no sabe el futuro que le espera, a ella y al resto de chicas que han llegado en busca de un futuro mejor. Fujiwara quiere a Naomi para él porque ella se muestra rebelde, pero él jamás podrá matarla con sus propias manos porque su orgullo no se lo permite, y sin embargo la perseguirá por todo Asia con el único fin de hacerle la vida imposible, como una sombra que se convierte en una auténtica pesadilla para Naomi.
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Suzhou, China

Pero Naomi ha nacido con estrella y logrará escapar de un destino que previamente han marcado para ella, un destino que tiene en la pierna marcado por el sable de Fujiwara: 2444. Pese a todo conocerá el amor de Oki, la enviarán al laboratorio experimental de Harbin, de donde conseguirá escapar, visitará Suzhou de la mano del profesor Nagata, un embarazo inesperado hará que la esterilicen, trabajará como una campesina en los campos de té de la isla de Hainan, hará traducciones por su facilidad para los idiomas, se encontrará en Hiroshima en el estallido de la bomba atómica y sobrevivirá, adoptará un bebé y contraerá matrimonio... pero siempre escondiéndose de esa sombra que la acecha durante toda su vida.

Me resulta enternecedor cuando la protagonista cuenta que está trabajando en un campo de té y se gana su sueldo, cuando dice que por primera vez se siente un ser humano, una mujer normal, con una vida normal... Parece que no se creyera en ese momento que la vida es algo más que la esclavitud sexual, es como si en ese momento ella estuviera viviendo un sueño, como si se diera cuenta de que le habían cortado las alas para echar a volar y tener su propia vida, una vida puramente normal. En ese momento nos damos cuenta de que, por primera vez desde su infancia y dejando atrás los recuerdos de su abuela, descubre lo que es ser feliz.

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Isla de Hainan, China

Me ha gustado bastante. Hay veces que me perdía entre los nombres asiáticos, pero ha merecido la pena. También resulta un buen documento para conocer ciertas "salvajadas" cometidas durante el gobierno de HiroHito en los países colindantes...

LA AUTORA: 

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Juliette Morillot nació en la región de Lorena, Francia. Periodista y escritora, es ante todo una especialista en Corea, país en el que ha vivido durante varios años y que visita con frecuencia. En 1995, conoció en Seúl a una antigua esclava sexual. Conmovida por el testimonio de su vida, le dedicó este bello homenaje, una novela que rezuma fuerza y verdad.

EL LIBRO:

Título original: Les orchidees rouges de Shanghai
Autora: Juliette Morillot
Traductora: Esther Andrés
Editorial: Penguin Random House en formato digital (julio de 2013)
Número de páginas: 416
ISBN: 9788490327951

Valoración: 8/10

RETOS:

martes, marzo 27, 2018

En casa

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Con esto del cambio de hora y que las tardes se alargan tanto no esperaba llegar tan tarde a casa. La cuestión es que no contenta con marcharme a casa he decidido ir a buscar a mi hermano. Y hoy parece ser que todo el mundo quería tomar cervezas. Así ando, de cerveza en cerveza. Si no hubiera ido a buscar a mi  hermano seguramente hubiera terminado leyendo en una terraza, porque hoy sí que llevo el eBook, todo porque pensaba que en alguno de los lugares que iba a estar tendría que esperar, pero no, hoy no me ha tocado esperar. 
También ha venido a mi casa nuevamente el técnico que me puso la fibra óptica. Venía a mi oficina y he aprovechado a decirle que cada vez que se va la luz me quedo sin canales de televisión, así que ha venido religiosamente a mi casa y me ha enseñado cómo volverlo a poner en condiciones. No me ha cobrado nada, lo ha hecho como favor. Aunque no lo hubiera hecho no hubiera pasado nada porque ni siquiera pongo la televisión, sólo veo una luz roja cuando se desconfigura. 
Después de observar últimamente a mucha gente que está quisquillosa (debe ser cosa de la primavera) hoy la gente estaba muy amable en todos los sitios. 
En 24 horas estaré preparando la maleta. Y acabo de recordar que aún no les he dicho a mis padres que marcho a Gijón, pese a que he hablado hoy con los dos... 
Lo que es cierto es que últimamente no me apetece nada enclaustrarme en casa, así que hago lo indecible por estar en la calle. No digo nada a partir de ahora con las terrazas...

De día a las nueve

He salido de una reunión y aún era de día. También me han invitado a una caña y he optado por ir a buscar a mi hermano.
Yo creo que terminaremos cenando por ahí.

lunes, marzo 26, 2018

No es un lunes cualquiera

Dentro de dos noches estaré con la maleta hecha (o quizás haciéndola).
Hoy no es un lunes como otro cualquiera. Y es que esta semana nos brinda esos días de descanso que tanto se agradecen.
Sigo con el sueño rebelde. Me he quedado dormida un rato antes de cenar y entonces me he despertado sobresaltada en medio de un silencio insólito. Desubicada, pensando que se había pasado la hora de la cena y mi hermano no me había llamado.
Porque lo único que recordaba es que mi hermano se quedaba esta noche, pero a él también se le ha pasado la hora.
Me gusta su compañía cuando le da por quedarse.
Tengo ganas de marcharme.

Las horas de sueño

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Querubines, Rafael Sanzio

El sueño se ha difuminado un rato esta tarde durante una llamada que me ha hecho sonreír. El resto del día ando cabeceando, pero me niego a dormir ni a tumbarme para así esta noche volver a recuperar las horas de sueño normal. 
Eso también influye en que debería planchar, pero lo dejo para el miércoles, porque hoy me apetece hacer cualquier cosa menos planchar. 
Calculo que en dos horas podría estar durmiendo como un bebé. No sé cuánto aguantaré, y es que estoy realmente grogui.

Una mirada a Asturias

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Anoche pensé en marcharme y hoy ya tengo en el móvil billetes y alojamiento. Estuve mirando destinos que ya conozco, e incluso en Europa. Finalmente pensé en Asturias, una tierra que no conozco y que tengo ganas de visitar. Entre Oviedo y Asturias estuvo la cosa, pero antes de irme a la cama me había decantado por Gijón. Fue el mar el que me hizo decidirme. Necesito la brisa marítima, aunque llueva.
Ya he visto que Asturias está lluviosa, pero me da igual. Lo importante es salir y cambiar de aires.

Mariposas

Debería ir pensando en dormir, pero ahora no me entra el sueño, y eso que la de esta tarde no ha sido una siesta larga.
Pero también es cierto que estoy llegando a la mitad del libro y no puedo parar. Me resulta extraño que hable de mariposas en una novela que va de esclavitud sexual, aunque quizás tenga que mirarlo desde un punto de vista más metafórico.

domingo, marzo 25, 2018

Cambios de última hora

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Lo que se preveía como una tranquila Semana Santa en casa va tomando forma para convertirse en una escapada sin pensarlo mucho.
Todo ha empezado con una llamada de mi madre preguntándome si no me voy a marchar para desconectar. Y entonces he sentido el gusanillo de viajar. Es la segunda vez en este mes que mi madre me pregunta al respecto. 
Como estoy apretada en el tiempo no voy a salir de España, pero sí cambiaré de aires. Todavía puedo dar marcha atrás porque no he comprado los billetes ni he mirado alojamiento. Y es que estoy decidiendo aún el destino, que estoy entre dos ciudades que distan poco la una de la otra. 
No es la primera vez que lo hago, ni creo que será la última. Eso de decidir a última hora marcharme y desaparecer. Lo rumiaré esta noche y mañana decidiré el sitio, buscaré alojamiento y cómo ir. 
He pensado que no tengo ganas de quedarme y que llevo mucho tiempo sin moverme. 
Lo primero que he hecho ha sido llamar a una amiga para preguntarle si viene a uno de los dos destinos entre los que tengo que elegir mañana. Y me ha dicho que tiene eventos y cenas esta Semana Santa. "Como yo", le he dicho. Pero llegará el verano y también habrá comidas y cenas. Justamente eso es lo que no me permito hacer una vez he decidido marcharme, eso de que aquí me retenga algo o que tenga que esperar a alguien para salir. Si esperara nunca saldría de casa. Eso es algo que siempre he tenido muy claro. 
Entonces mañana decidiré. Tengo el gusanillo y la decisión está tomada. Me marcho, claro que sí. Ya no voy a cambiar de opinión.

Domingo tranquilo

Esta mañana no tenía claro si me echaría una siesta, y aunque estoy subyugada por la novela actual, finalmente he caído y he dormido una media hora.
Me he despertado peor: es que las siestas no me vienen bien. Supongo que esta noche no tendré problema para dormir apaciblemente.
Este domingo no parece domingo, igual es porque la próxima semana hay más días festivos.
Para mí es importante tener la biblioteca bien provista, aunque visto lo que hago últimamente, me cuesta menos de un minuto descargarme una novela que tenga muchas ganas de leer.
Seguro que mis sobrinas hoy han preguntado por mí.

Alesanco

Esta mañana hacía un poco de frío. De vez en cuando me gusta ir a otros pueblos de ruta. Hoy ha tocado Alesanco. No había mucho jaleo, pese a que estamos en vísperas de Semana Santa.
Al marchar ha salido el sol.

Después de pensar en que necesito una siesta -hoy sí- debido a lo temprano que me he despertado esta mañana, he optado por quedarme en mi casa a comer y así echarme tan ansiada siesta. Claro que eso lo digo ahora: cuando lleguen las cuatro me pondré a leer y quizás sea preferible ir a dormir antes esta noche que echarme una siesta. Todo se verá.

A las siete

A las siete de la mañana estaba con los ojos muy abiertos. En realidad me he despertado un rato antes. He recordado que se había cambiado la hora, así que 24 horas antes hubieran sido las seis. Constatar esto me ha hecho dar media vuelta e intentar dormir de nuevo, pero ha sido imposible. Al final me he levantado, he desayunado y acabo de recordar que esta mañana tengo reunión.
Pero mientras que pasan las horas seguiré leyendo.

sábado, marzo 24, 2018

Pandemia


No me imagino un mundo donde alguien, de manera consciente, sea capaz de hacer propagar un microbio portador de la peste propagando la muerte y destrucción a su paso... Reconozco que he pasado momentos terribles leyendo este libro e incluso he llegado a preguntarme cuántas de esas pandemias de las últimas décadas han sido provocadas por el hombre de forma premeditada.

Ha pasado un año desde que el Hombre de Negro desapareciera y sin haber visto los tres círculos del infierno. Es entonces cuando avisan a la Policía Judicial de París por el extraño asesinato de un hombre junto a su perro en un parque parisino donde el hombre iba a pasear todas las noches. 
Franck Sharko descubre que el cadáver ha sido movilizado y cuando rastrean el parque llegan a un estanque, lo que le hace pensar que ese hombre ha encontrado in fraganti al asesino, que no ha dudado en matarle. Cuando llegan los buzos, encuentran varias cabezas humanas hundidas en el estanque, y descubren que son vagabundos.
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Parc du Marquenterre, Francia

A su vez, en el Parque Nacional de Marquenterre aparecen varios cisnes muertos, infectados por algún tipo de gripe que pone en estado de alarma al Instituto Pasteur. Amandine Guérin es una de las científicas que se moviliza y empieza a investigar esa cepa de gripe, temiendo que la misma pueda contagiar a humanos. Cuando anotan sobre el mapa las localizaciones de los cisnes muertos, se quedan sorprendidos al comprobar que sus ubicaciones forman tres círculos perfectos. El Hombre de Negro ha regresado y acaba de poner en marcha su Gran Proyecto, como le anuncia en una carta a Nicolas Bellanger, inspector jefe de la Policía Judicial de París, en donde también se encuentra su pareja Camille, que ha cambiado la Gendarmería de Lille por la Policía en París para estar junto a Nicole.
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33 Quai des Orfevres, París

A su vez, muchos de los trabajadores del 33 Quai des Orfevres, donde se encuentran los Juzgados y la Policía, comienzan a contraer a la vez un tipo de gripe que parece coincidir con la cepa de los cisnes muertos en Marquenterre. Hasta allá se trasladan los técnicos del Instituto Pasteur. 
Bellanger y Sharko comprenden que es la misma mano la que está causando estragos en Francia, y las alarmas vuelven a cundir cuando una de las científicas es hallada muerta en su casa, supuestamente suicidada, pero con una caja de bombones envenenados junto a su cuerpo. Es entonces cuando Amandine comienza a ayudar a la policía, investigando incluso por su cuenta. 
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Doctor Pico durante la peste de la Edad Media

Nos encontraremos al marido de Amandine, un asiático encerrado en su casa que tiene una extraña enfermedad llamada SIDAA; encontraremos un laboratorio clandestino donde se está produciendo lo que podría causar una peste como la de la Edad Media; nos encontraremos a un Hombre Pájaro que en realidad es un hombre que va vestido como los Doctores Pico de la Edad Media; nos embarcaremos en la Darknet, el inframundo de la internet profunda donde todo está permitido; y nos enfrentaremos al Hombre de Negro, la encarnación de las maldades y perversiones más increíbles jamás inventadas por el ser humano.

Me ha vuelto a pasar como en Latidos: ha llegado cierto momento en que no he podido abandonar, excepto en ciertas partes donde las descripciones desagradables me han hecho parar para respirar un poco. Ayer andaba por la mitad y hoy lo he terminado. Seguiré leyendo a Thilliez porque su narrativa me engancha de una manera brutal.

EL AUTOR:

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Franck Thilliez (Annecy, 1973) es ingeniero de nuevas tecnologías, guionista y autor de varias novelas, entre las que destacan la serie protagonizada por los policías Lucie Henebelle y Franck Sharko, formada por El síndrome EGatacaAtomkaLatidos (que obtuvo el premio Étoiles du Parisien-Aujourd'hui a la mejor novela negra) y Pandemia
Las aventuras de la pareja de policías más famosa de Francia serán llevadas próximamente a televisión en un ambicioso proyecto en el que también participará el autor.


EL LIBRO:

Título original: Pandemia
Autor: Franck Thilliez
Traductor: Joan Riambau
Editorial: Planeta (1ª edición, septiembre de 2017)
Número de páginas: 601
ISBN: 9788408175209

Valoración: 10/10

RETOS:

No llueve, pero...

No llueve, pero tiene toda la pinta de que lo hará en breve.
Al menos no tira el viento de esta mañana.

Qué tranquilidad...