lunes, marzo 19, 2018

19 de marzo

Ha venido mi hermano pequeño a tomar un café. Y le he preguntado si había felicitado a su padre. Me ha dicho que no, pese a que había estado media hora antes con él.
Mi hermano, siempre tan desarraigado. Es que si no fuera por la sobremesa de baraja no venía a comer en familia ni un solo domingo.
Estos días siempre me han parecido crueles para los niños a los que les falta uno de sus progenitores.
Cuando estábamos en 1º de EGB y la escuela de mi pueblo aún tenía niños, uno de nuestros amigos perdió a su madre. Nos pasábamos meses "fabricando" manualidades para el Día del Padre y de la Madre. Y en su caso se lo regalaba a una de sus tías.
Cuando empiezas a tener conciencia de las cosas comprendes cuánta crueldad hay en días así. Si yo fuera maestra cambiaría esos días por el Día de la Amistad y por el Día de las Flores, por decir algo.
También comprendo cuán afortunada soy por poder disfrutar de mis padres.

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