No sé qué me está ocurriendo que no puedo parar de leer. De repente me doy cuenta de que me quedan 250 páginas para terminar la última novela de María Dueñas y no puedo parar.
No debería estar leyendo hasta muy tarde hoy, que no quiero estar mañana como un trapo...
Lo que ocurre es que estoy muy enfrascada en la historia y ya me veo varias horas en vela.
Hacía tiempo que una novela no me atrapaba de esta manera. Creo que desde que en septiembre leí la última novela que había publicado Ken Follett...
lunes, abril 30, 2018
El mes de las flores
Mayo es un mes en el que la mayor parte de los días me encuentro desubicaos, y eso se debe a que es un mes con demasiados días festivos.
Yo prefiero las rutinas, aunque disfruto bastante de las fiestas del Santo.
Para cuando quiera darme cuenta ya ha terminado el mes.
Yo prefiero las rutinas, aunque disfruto bastante de las fiestas del Santo.
Para cuando quiera darme cuenta ya ha terminado el mes.
Terminando abril
Y ahora que va terminando abril, puedo asegurar que mañana me saltaré la procesión y me quedaré en el pueblo mientras regresan desde la ermita. Si hiciera sol no me importaría estar en la ermita, pero se está nublando.
El año pasado ya me salté ir a la ermita, y este año creo que haré otro tanto.
En mi pueblo mañana traen a la Virgen desde la ermita y la llevan de vuelta en agosto. Es una procesión con danza que suelta fervores y lágrimas. Mañana toca otra de esas larguísimas comidas familiares.
Empieza mayo y empieza el mes de las flores.
Entre la vigilia y la ensoñación
No creo que tarde mucho en rendirme al sueño.
Después de un fin de semana un tanto diferente y con mis padres cerca, puedo irme a descansar.
Aunque seguramente estaré leyendo un rato aún.
Después de un fin de semana un tanto diferente y con mis padres cerca, puedo irme a descansar.
Aunque seguramente estaré leyendo un rato aún.
domingo, abril 29, 2018
Vísperas de fiestas
Mayo siempre viene cargado de fiestas. En mi pueblo tendremos procesión el 1º de mayo con toda la parafernalia. Por eso hoy estaba con mis sobrinas buscando un vestido elegante. Es que tengo tal cantidad de vestidos de bodas que sólo me he puesto una vez que los estoy amortizando usándolos para otras ocasiones.
Después vienen las fiestas del Santo. Eso quiere decir que en una semana tengo vacaciones.
Mayo es un mes más o menos tranquilo, cargado de festividades, pero tranquilo.
Después vienen las fiestas del Santo. Eso quiere decir que en una semana tengo vacaciones.
Mayo es un mes más o menos tranquilo, cargado de festividades, pero tranquilo.
Plácidamente
Podía haberme quedado más tiempo con mis padres porque en mi pueblo hay actividades hasta el 1° de mayo, pero si me quedo me lío. Mucha de la gente que hay está de puente y yo mañana trabajaré.
Así que he optado por marcharme pronto.
En una semana recuperaré el coche.
Así que he optado por marcharme pronto.
En una semana recuperaré el coche.
Haciendo castillos
Mis sobrinas han sacado los bloques de madera que tienen en la casa de mis padres y me han pedido que les ayude a hacer castillos.
La pequeña estaba con ganas de mimos, y me ha explicado que se cayó del sofá y se dio con la esquina de una mesa.
Después han ido a mi antiguo dormitorio y se han llevado varios peluches. Siempre lo hacen.
La pequeña estaba con ganas de mimos, y me ha explicado que se cayó del sofá y se dio con la esquina de una mesa.
Después han ido a mi antiguo dormitorio y se han llevado varios peluches. Siempre lo hacen.
Lectura de sobremesa
Estoy en casa de mis padres leyendo. Acaban de marcharse mis sobrinas y yo ya puedo relajarme un rato, mientras ellos me cuentan cosas.
Mis sobrinas me han acompañado a mi antiguo dormitorio a ver qué ropa elegante tengo aquí que aún no me había llevado.
Acabo de recordar que también quiero llevarme Las mil y una noches. Ya va siendo hora de volver a empezarlo. Por tercera vez. Como ya sé que las historias surgen dentro de otras historias me lo tomaré con calma.
Mis sobrinas me han acompañado a mi antiguo dormitorio a ver qué ropa elegante tengo aquí que aún no me había llevado.
Acabo de recordar que también quiero llevarme Las mil y una noches. Ya va siendo hora de volver a empezarlo. Por tercera vez. Como ya sé que las historias surgen dentro de otras historias me lo tomaré con calma.
De domingo
Hoy me toca comida familiar pero en la casa de mis padres. Como en unos días tenemos fiestas, han decidido quedarse en su casa. Y allí comemos todos hoy.
Ayer me costó dormir. Creo recordar las cuatro mientras leía y decidí que tenía que apagar la luz para obligarme a dormir. Esta mañana me ha despertado el teléfono.
Hoy me toca tarde de niñas y seguramente me haga con un coche.
Me agrada tener a mis padres cerca.
A ver qué me dice Andrea de su caída del sofá: me lo contará con pelos y señales.
Ayer me costó dormir. Creo recordar las cuatro mientras leía y decidí que tenía que apagar la luz para obligarme a dormir. Esta mañana me ha despertado el teléfono.
Hoy me toca tarde de niñas y seguramente me haga con un coche.
Me agrada tener a mis padres cerca.
A ver qué me dice Andrea de su caída del sofá: me lo contará con pelos y señales.
Cuando cuento "cuentos"
Hace unos días recibí un regalo. Se trata de un libro de cuentos dedicado por el autor. El libro ve la luz el 4 de mayo, así que puedo sentirme una privilegiada por haberlo recibido antes de su distribución en librerías. Se trata de un compendio de cuentos de talante familiar que llegan muy hondo, y mucho más cuando conozco a algunas de las personas que en ellos se nombran.
Cazando a Olentzero trata de un niño de diez años que quiere "cazar" al Olentzero poniendo los regalos, para lo que idea una manera de poner una cámara dentro de una bola de Navidad, pero cuando pone la grabación en medio de la oscuridad no atina más que a ver un señor con barba, y el niño ni siquiera se da cuenta de que es su padre.
El bautizo de mi abuelo habla de una mujer, la bisabuela del autor, que se encontraba a punto de dar a luz en una pedanía cerca de Cambados. No tenían agua ni vino debido a una inmensa sequía, y en ese momento apareció el párroco para pedir orujo para las misas. Párroco que no tardó nada en remangarse y pedir orujo para traer al niño al mundo y bañarlo en orujo a falta de agua.
Mamá astronauta cuenta la historia de un niño colombiano que vive en Madrid y que les dice a sus amigos que vinieron de Colombia y su mamá se hizo astronauta, ya que todas las noches se ponía un vestido de cristales y al día siguiente le traía estrellas. Este cuento nos despierta gran ternura por esa inocencia infantil.
El último tomate de Ovidio es un pequeño homenaje al padre del autor, al que yo conocí y que falleció en 2011. También conocí Rivas de Tereso, un pequeño pueblo en La Rioja alavesa, donde transcurre el cuento. El autor explica que su padre compró un terreno allí donde creó una huerta que, entre otros productos, estaba llena de tomates, y era uno de los sabores auténticos. Cuenta que una vez con diez años le acompañó y su padre preparó unos tomates y unas cocochas a la vasca, que hoy en día son dos de sus platos preferidos. Más que un cuento... es un recuerdo.
Hande el charlatán cuenta en primera persona la historia de Hande, un chico turco que nace en un bazar, sobre la mejor alfombra de Cachemira de la tienda. Su padre, en vez de preocuparse por el estado de su esposa y de su hijo recién nacido, estalla cuando ve la alfombra. El niño crece y aprende en las tiendas del Bazar, pero no con su padre, de quien muy pronto descubre que tiene a su madre recluida en la trastienda fabricando cosas que vender. Cuando el padre empieza a enfermar, Hande le dice que le acompañará en su próximo viaje a Cachemira con el fin de conocer a La Princesa de Hielo, la tejedora de las mejores alfombras de Cachemira, pero en su lugar está la hija... de la que Hande se enamora perdidamente.
Lágrimas de cocodrilo cuenta cómo una hembra de cocodrilo llora en todo momento sus lágrimas de cocodrilo por ella y por todo el mundo, sin parar...
En Historias irlandesas de Nochevieja nos encontramos a una joven pareja que no se pone de acuerdo sobre con qué familia van a cenar en Nochevieja. Es entonces cuando él descubre unos billetes de avión para pasar la Nochevieja en Irlanda y allí queda con su amigo Finn, que les traslada a una especie de hotel rural donde se reúne toda la familia y, tras las campanadas, cuentan historias. Cuando el abuelo Finn cuenta su historia nadie se atreve a moverse del salón y todos se quedan dormidos allí mismo sin ir a sus respectivos dormitorios.
En Cómo reconocer al culpable en una rueda de reconocimiento, el autor explica que un día iba por la calle con sus hijos cuando le paró un ertzaina para ir a una rueda de reconocimiento, ya que se parecía físicamente a uno de los culpables. Explica que acude a los Juzgados de Vitoria donde todos le preguntan si es el abogado, y cuando entra en la sala con varios "voluntarios" más y los culpables, observa que los culpables miran para abajo y no tienen cordones en las zapatillas.
No perdáis el tiempo coleccionando pegatinas explica cómo un hombre hijo de madre alemana se acerca con un amigo a reuniones de un partido, donde le aconsejan que se afilie, pero nunca le permiten destacar en las listas, mientras otros allegados a su lado consiguen ser alcaldes. Se saca la carrera de Derecho y lo único que consigue es ser un cabeza de turco, con lo que finalmente decide alejarse de la podrida política.
Costura en diez lecciones homenajea a una anciana costurera, Isabel, que nació en un pueblo de Burgos y que se apuntó a un curso de costura en diez lecciones, un curso por correo. En el primer envío su madre le dio un bofetón, pero cuando vio que la joven aprendía no le importó pagarle el resto de lecciones. Y así Isabel se convirtió en una gran costurera que terminó creando una Academia de Costura en Vitoria donde les contaba a sus aprendices su vida pasada y cómo consiguió marcharse de aquel pueblo burgalés donde no hubiera salido de la pobreza.
En La chica del concierto, el autor explica que va a ver un concierto y que siempre aparece una chica a la que no quita ojo, que termina marchándose antes del final, y que en vez de disfrutar del concierto termina disfrutando observando a esa chica.
Corazones en el café habla que, de camino al trabajo, siempre para en una cafetería a tomarse un café y que nunca se ha fijado pero la camarera dibuja un corazón con la espuma del café.
Ya tienes para una temporada trata de los pensamientos de una mujer mientras está echando un polvo con su marido.
Coímbra B trata de un joven universitario que se encuentra de Erasmus en Coimbra y se ha enamorado de una griega, así que una madrugada la ayuda a llevar la maleta para coger un tren que la llevará a su país durante un mes, esperando que a su regreso se la termine ligando. Cuando pasa el mes la está esperando en el andén Coimbra B, pero ella no viene sola, sino que vuelve acompañada de su novio griego.
El delirio habla de un hombre que se encuentra postrado en la cama de un hospital, con mucha fiebre, y en su delirio equivoca a la limpiadora con Vicky, un antiguo amor, intentando besarla y meterla mano.
En El roscón de Saturno, en medio de la receta del roscón, un joven explica que fue aprendiz de pastelero y que aprendió a hacer roscones de Reyes, pasando 36 horas haciéndolos y luego repartiéndolos con una de las encargadas de la pastelería.
En La caza un octogenario se ha vuelto a enamorar de una mujer a la que le saca treinta años. Ella se ha colado en su palco de la ópera y él ha terminado testando en su favor. Pero ella en realidad es hija de judíos y busca venganza.
La espía que me deseó habla de una pareja que decide hacer un viaje romántico a Berlín. Lo ha preparado Sandra, que quiere darle una sorpresa a Vicente, pero a última hora les cambian el viaje (la clase en el avión, el hotel, una visita a la ópera). Sandra cree que ha sido Vicente quien lo ha cambiado todo. En un momento en que sale del palco en la ópera, una mujer le entrega un sobre en el que dice que si la canciller alemana no dimite al día siguiente tendrá que acabar con ella. Sandra piensa que es una broma de su marido escritor, pero al día siguiente en la ducha una mujer se cuela en el baño y le agradece haberse pasado por ella en las últimas horas.
La lencería de la vecina tiene loco a Asier, que cuelga su ropa dos veces a la semana y descubre que su vecina sólo cuelga lencería de todos los colores, así que un día decide forzar un encuentro con ella en la escalera para ponerle cara.
Las lágrimas de San Lorenzo trata de los amores de Anxo, un gallego que adora navegar. Después de enrolarse en la marina y dejarlo, instruye a Ignacio, del que se ha enamorado pero con el que jamás pierde el contacto. En una de las travesías un 12 de agosto comienzan a caer las lágrimas de San Lorenzo sobre el cielo estrellado, y las estrellas fugaces les llevan al escarceo amoroso, que para Anxo es mucho, y para Ignacio significa que quiere volver con su mujer, aunque no se arrepiente de la experiencia que ha tenido con Anxo, sobre todo porque se ha dado cuenta de que los ha unido mucho más.
"Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin música, como emprender un viaje sin libro, como ir por el mar sin estrella que nos oriente (Stendhal)".
Estatua a Ignacio Aldecoa, Parque Florida en Vitoria
La portada viene a ser un guiño a otro contador de cuentos, Ignacio Aldecoa, y es una ilustración del parque Florida en Vitoria, donde se encuentra la estatua de bronce de Aldecoa.
EL AUTOR:
Óscar Aragunde nació en Vitoria-Gasteiz en el año 1969. Lector y viajero ha pasado por varios oficios y se ha aventurado siempre en la búsqueda de los límites.
Su primera novela, Aire Fresco en La Habana (2015), fue muy bien recibida por los lectores y la crítica. Pero desde antes escribía cuentos, algunos de los cuales se recogen en este título.
EL LIBRO:
Título original: Cuando cuento "cuentos"
Autor: Óscar Aragunde
Editorial: Arte Activo (1ª edición, en mayo de 2018)
Número de páginas: 108
ISBN: 9788494718694
Valoración: 9/10
RETOS:
- Desafío Libros de Colores: Morado.
- Reto 25 españoles.
- Reto Genérico: Libro de relatos.
- Reto 100 libros.
sábado, abril 28, 2018
Pobrecita mía
El domingo yo dejé a mis sobrinas enteras y hoy la pequeña aparece con un golpe en el ojo que me duele con sólo mirarla.
Si no supiera que ha sido un golpe sin más (no es la primera vez que hay que ir corriendo a Urgencias porque se ha golpeado con algo, y es que no tiene conciencia de los peligros) pensaría que se ha pegado con alguien... Conociéndola...
Frescura
Llueve un poco, son gotas, pero hay tal olor en la calle a frescura que es fascinante caminar por esta ciudad en este preciso momento, en que quiere llover pero sólo caen cuatro gotas.
Sin embargo, la fragancia que queda es embriagadora.
Sin embargo, la fragancia que queda es embriagadora.
Una de bombones
He ido al supermercado y he traído bombones. El chocolate tiene una sustancia que conecta con el cerebro y nos brinda esa especie de bienestar. Nos hace sentir mejor.
No suelo comer chocolate, pero a veces apetece...
No suelo comer chocolate, pero a veces apetece...
Tarde de faralaes
Esta tarde tenemos Feria de Abril. No es que me haga mucha gracia ponerme un disfraz de sevillana, que aún no sé si me disfrazaré. El año pasado llovía y pasé tanto frío que a la media hora me había cambiado de ropa. Hoy posiblemente ni siquiera me disfrace. Eso se lo dejo a mis sobrinas.
Lo que no me apetece es pasar frío, y me cuesta mucho dejar el calor de mi casa con el libro de María Dueñas, al que hoy le he dado un buen mordisco, para pasar frío en una Feria de Abril celebrada muy lejos de Sevilla. Al menos comprobaré si mis sobrinas han aprendido a mover la mano tal y como les enseñé hace una semana. Seguramente que dirán en voz alta eso de "cojo la manzana, me la como y la tiro", a la vez que mueven las manos.
Por otro lado, me apetece ver a mis amigos. Ver a una amiga que en el próximo mes se convertirá en mamá y ya ha confirmado que viene, ver a un amigo que estuvo ingresado en el hospital hace dos semanas y no sabían lo que tenía, ver al resto de la gente. Ya me han dicho que me están poniendo una equis en mi pueblo por no acudir las últimas veces que se ha organizado algo. Yo también echo de menos no tener coche para ir todo lo que me apetezca.
Gran desayuno
No suelo desayunar tostadas durante la semana porque me levanto con el tiempo justo. Por eso algunos fines de semana me tomo mi tiempo pasa desayunar.
Esto sí que es un gran placer. Hay que tener en cuenta que ahora puedo leer sin parar hasta que la obligación me haga cambiar de actividad.
Esto sí que es un gran placer. Hay que tener en cuenta que ahora puedo leer sin parar hasta que la obligación me haga cambiar de actividad.
viernes, abril 27, 2018
Lo que le falta al día
Hay días que echamos de menos a algunas personas, las risas y los buenos momentos que nos regalan esas personas.
Inevitablemente.
Pero es viernes, y los viernes siempre tienen otro color...
Inevitablemente.
Pero es viernes, y los viernes siempre tienen otro color...
Bajamar
"Los hombres nacen, crecen, mueren y se corrompen.
Los gobiernos nacen, crecen, se corrompen y mueren".
Leer a Vázquez-Figueroa siempre es un placer. Generalmente sus historias me hacen soñar de una manera insólita. Gracias a él aprendí a amar las historias de piratas, los mundos africanos, los tiempos de conquistadores, las épocas de espías y Canarias. Leer a Vázquez-Figueroa es una invitación a conocer las islas donde nació el autor. En sus libros encontramos guiños a otras novelas suyas y aquí no iba a ser menos: me ha recordado la serie de Cienfuegos, cuando el isleño se cuela en un barco de polizón creyendo ir a Sevilla y termina en los barcos de Colón conquistando América.
Es un autor tan prolífico que da gusto leerle porque cada una de sus historias es entrar en un mundo diferente cada vez, aunque algunos estén relacionados, siempre se desmarca y nos brinda un sinfín de tramas variopintas.
Islote de Lobos, Canarias
Son los años 30 cuando Bernardo Ríos se casa con María y se mudan al faro del islote de Lobos, a medio camino entre Lanzarote y Fuerteventura, un recóndito lugar donde se encuentran aislados del mundo. Muy pronto empiezan a llegar los hijos: Alejandro, Marina, Renato y Lorenzo, que empiezan a crecer entre la bajamar que trae restos de barcos, los animales marinos y las historias que les cuenta su padre, un hombre erudito que vive rodeado de libros y que intenta encauzar a sus hijos para que muestren curiosidad por el mundo que les rodea. Los hijos vienen a ser como los diferentes gobiernos. Alejandro, en honor a Alejandro Magno, sería un gran emperador benévolo, acostumbrado a luchar por lo que cree y, sobre todo, a sobrevivir. Marina (o Selene) vendría a ser como Cleopatra Selene, una reina que sobrevive en un mundo de hombres. Renato, con su personalidad perniciosa, simbolizaría el poder de cualquier dictador, sea del bando que sea, buscando su propio provecho aunque tenga que pasar por encima de los que le rodean, incluidos sus familiares. El bueno de Lorenzo vendría a ser la cara óptima de la democracia.
Bajo la luz del faro, los niños crecen hasta que los padres consideran oportuno trasladarse a Tenerife para darles una educación digna. Pero abandonar la isla de Lobos es muy duro sobre todo para Marina, que muy pronto se da cuenta de que debe buscarse un trabajo para ayudar a la economía familiar. Primero será asistenta de una anciana acomodada, casa que tiene que abandonar porque su hermano Renato iba a buscarla con el fin de robar objetos de valor en la casa. El siguiente trabajo que encuentra es el de estanquera, y así es como Luis Ortega aparece por allí y terminan enamorándose.
Los diferentes cambios políticos de España les abocarán a destinos inesperados, sobre todo cuando Renato les denuncie a Bernardo, Alejandro y Luis, que serán encarcelados y exiliados, aunque volverán a reencontrarse años más tarde. Pero eso también les obligará a huir a unos a Venezuela y a otros a Italia.
Nos encontramos ante las diferentes generaciones de una familia a través de la cual descubrimos que la pobreza y la riqueza pueden ir de la mano de las ideologías políticas de cada uno. Así, los Ríos se ven unidos al destino político de España y, en función del mismo, les va bien o mal. Y de todos los personajes que aparecen en la novela (son cuatro generaciones las que terminamos conociendo) la persona que nos deslumbra es Marina Ríos.
Se lee rápido, con ese estilo periodístico que utiliza el autor en todas sus novelas, y en la que nos cuenta a veces las cosas como si fueran parte de una enorme noticia.
EL AUTOR:
Nacido en Tenerife, Alberto Vázquez-Figueroa pasa su infancia y adolescencia en África, ya que su familia se exilia allí por motivos políticos. Empieza a escribir en su juventud, en el Sáhara, y desde entonces no ha dejado de hacerlo. Periodista y corresponsal de guerra durante muchos años, llega un momento en que se centra en su carrera literaria. Como novelista ha publicado más de sesenta títulos y ha llegado a ser uno de los autores españoles contemporáneos más leídos del mundo. Entre sus best sellers se cuentan obras como Tuareg, Ébano, Manaos, Cienfuegos y Coltan.
EL LIBRO:
Título original: Bajamar
Autor: Alberto Vázquez-Figueroa
Editorial: Arzalia (1ª edición, 2018)
Número de páginas: 250
ISBN: 9788417241063
Valoración: 9/10
RETOS:
Viernes de primavera
Adoro la primavera y sólo tenía ganas de que llegara el viernes para poder disfrutar de estas tardes de sol. Tardes que invitan a leer en la calle.
Les he escrito sendas postales a mis sobrinas, a ver si recuerdan de vez en cuando que han de escribirme más. Este fin de semana estarán cerca, lo que hace que yo no tendré que moverme mucho.
En cuanto a lo demás, sigo enganchada a la última novela, y he recordado con qué libro me enganché a Vázquez-Figueroa, lo que me recuerda que también le vi hace dos años en la Feria del Libro de Madrid.
Ya puedo decir que hasta el lunes puedo olvidarme de trabajo... Este fin de semana me lo dedicaré a mí misma.
Va acabando el mes...
jueves, abril 26, 2018
Como un faro
Siempre he pensado que la vida del farero tiene que ser dura, siempre alejado del común de los mortales y viviendo por la noche vigilando que el faro no se apague, y a la vez tiene que ser muy satisfactorio ayudar a tantos barcos a encontrar el camino de regreso a casa o a la tierra.
Supongo que a veces en nuestras vidas nos aferramos a una especie de luz para mantenernos a flote. Como la de un faro.
Leyendo un libro sobre son faro me han venido a la mente cantidad de metáforas. Cuando algún día me encuentre triste me acordaré del faro.
Supongo que a veces en nuestras vidas nos aferramos a una especie de luz para mantenernos a flote. Como la de un faro.
Leyendo un libro sobre son faro me han venido a la mente cantidad de metáforas. Cuando algún día me encuentre triste me acordaré del faro.
Amenizando la espera
Nada como un libro para amenizar la espera. Empieza a hacer frío y creo que debería haberme abrigado algo más.
Otra novela que me está pareciendo interesante. Y es que me gusta tanto Vázquez-Figueroa como el marco donde transcurre, el islote de Lobos entre Lanzarote y Fuerteventura, que yo vi desde el ferry al pasar de una isla a otra.
Otra novela que me está pareciendo interesante. Y es que me gusta tanto Vázquez-Figueroa como el marco donde transcurre, el islote de Lobos entre Lanzarote y Fuerteventura, que yo vi desde el ferry al pasar de una isla a otra.
De espera
Menos mal que me he traído un libro. He venido prontísimo, así que puedo leer u observar a los cientos de peregrinos que pasan por aquí.
Siesta
No me gusta la siesta y casi nunca me la echo. Pero hoy me ha entrado el sueño y me he quedado dormida un rato... hasta que una amiga me ha llamado. Sin embargo, no he respondido. He dejado el teléfono en silencio hasta que ha dejado de llamar.
No me queda mucho para marchar...
Pienso en lo que me costará pegar el ojo esta noche.
No me queda mucho para marchar...
Pienso en lo que me costará pegar el ojo esta noche.
Sandía
He visto sandía en la frutería y me he puesto nerviosa. Me gusta tanto que no puedo decir que no. Podría comer una sandía entera de una sentada (igual tanto no, pero me vuelve loca).
En general adoro casi toda la fruta, pero lo de la sandía... Me refresca tanto que en verano podría vivir sólo a base de sandía.
Está tan buena...
Recuerdo una compañera en Salamanca que decía que no comía sandía porque le recordaba al tomate y lo odiaba. Yo le decía que no tiene nada que ver. Intenté que la probara sin éxito...
En general adoro casi toda la fruta, pero lo de la sandía... Me refresca tanto que en verano podría vivir sólo a base de sandía.
Está tan buena...
Recuerdo una compañera en Salamanca que decía que no comía sandía porque le recordaba al tomate y lo odiaba. Yo le decía que no tiene nada que ver. Intenté que la probara sin éxito...
Cinco minutos
Me concedo aún cinco minutos antes de comenzar una nueva novela. Para saborear aún el final de la anterior, con esa nostalgia que rezuma un rato después de haber llegado al punto final...
Aún tengo media hora para embarcarme en una nueva historia.
Aún tengo media hora para embarcarme en una nueva historia.
miércoles, abril 25, 2018
El último regalo de Paulina Hoffmann
Anoche entré a cenar en un sitio con un sofá corrido en la pared. De color amarillo. El lugar idóneo para hacer una foto inmortal del libro. Y no quedó nada mal. Hace poco más de 24 horas empezaba a leer esta novela en esa bocatería y ya la he acabado. No he podido parar, además de lo rápido que se lee.
La historia engancha desde el primer momento. No he podido parar. No sé qué me ocurre últimamente con las novelas, que me duran muy poco. Además este libro me ha remitido a otros, entre ellos Doctor Zhivago, de Boris Pasternak, un clásico ruso que no he leído, y bien sé lo que disfruto yo con los clásicos rusos.
La novela tiene dos personajes principales: Paulina Hoffmann y Alicia Blanco, abuela y nieta respectivamente que desbrozan sus propias historias a lo largo de las páginas. A través de los ojos de Alicia, una treintañera a la que parece salirle todo mal, descubrimos el pasado familiar y también el pasado de su abuela alemana, la misteriosa Paulina Hoffmann.
Paulina acaba de fallecer y Alicia ha recibido como herencia un piso en la calle Kastanienallee, de Berlín. Nadie en la familia conoce que la abuela tuviera un piso en propiedad en la capital alemana. Alicia, recién divorciada, con un niño de tres años, y que acaba de abandonar su trabajo en un prestigioso bufete de abogados madrileño, en pleno mes de agosto de 2016 decide coger un vuelo a Berlín para descubrir ese lugar que ha heredado de su querida abuela. Alicia rememora a través de sus páginas que se quedó huérfana cuando era una niña y que su abuela cuidó de ella como si fuera su madre, habla de sus primeros escarceos amorosos y del amor que sintió por Iván, el hermano mayor de su mejor amiga, de su vida descontrolada como estudiante de Derecho, de su fallido matrimonio con Matías -el hombre perfecto, o demasiado perfecto-, de sus secretos, del amor incondicional de su hijo Jaime, y de todo lo que le unía a su abuela, a quien le contaba absolutamente todo.
Por otro lado, descubrimos a una pequeña Paulina Hoffmann, que vivía en la calle Kastanienallee cuando estalló la guerra, cómo su amiga judía Ana Löwe se convirtió en refugiada y enviada a Londres, cómo sus hermanos Otto y Heinz fueron obligados a participar en las Juventudes Hitlerianas y nunca más supo de ellos, cómo su padre -médico de profesión- falleció en Rusia atendiendo a heridos de guerra, y cómo las circunstancias las obligaron a huir a Paulina y a su madre a Madrid, donde vivía su tía Sophie, en medio de una familia acomodada. Manuel Montero y Sophie tenían un único hijo, Manuel, que se convirtió en el primo excesivamente protector de Paulina, cómo ella se casó precipitadamente con Carlos Blanco, un pintor bohemio, y a pesar de las estrecheces económicas eran felices hasta que un coche atropelló a Carlos. Paulina, viuda con dos hijos pequeños, vivía de las traducciones para editoriales, fue invitada por una tía de Manuel Montero a la finca de Málaga, pero su primo apareció por allí para hacerle la vida imposible.
Paulina regresa a Madrid y sigue sobreviviendo a las circunstancias adversas hasta que un golpe de fortuna, por fin, la convierte en una mujer inmensamente rica.
El libro narra la supervivencia de dos mujeres insólitas. Paulina enamora al lector por su actitud fuerte, por su gran personalidad, por su enorme carisma, y porque lucha por su vida y la de los suyos. A la vez es una mujer misteriosa, con muchos secretos que sólo se nos revelan a su muerte. Mientras, Alicia tiene sus propios fantasmas interiores, y tendrá que descubrir el pasado de Paulina para reencontrarse con su propio presente.
Es un libro que se disfruta. A veces se nota que la autora no está muy curtida en la literatura, pero para ser su primer libro no está nada mal...
LA AUTORA:
Carmen Romero Dorr (Madrid, 1981) es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense. Ha trabajado siempre en el ámbito de los libros, primero como periodista cultural y más adelante como jefa de Prensa. Actualmente es editora de autores en lengua española en Ediciones B.
El último regalo de Paulina Hoffmann es su primera novela.
EL LIBRO:
Título original: El último regalo de Paulina Hoffmann
Autora: Carmen Romero Dorr
Editorial: Planeta (1ª edición, enero de 2018)
Número de páginas: 380
ISBN: 9788408180593
Valoración: 8/10
RETOS:
La ducha, ese pequeño placer
Podía haberme dejado extasiar por la ducha hace ya un rato, pero esperaba la llamada de mi hermano y conmigo siempre se cumple la Ley de Murphy, básicamente porque pierdo la noción del tiempo cuando el agua toca mi piel. Podría pasarme horas... Eso me recuerda a que se ha terminado el invierno y sigo sin estrenar la bañera hidromasaje. Porque prefiero la ducha.
A esta hora no creo que me llame nadie, pero cuántas veces estoy en la ducha y oigo el móvil a lo lejos. Así que en cuanto he hablado con mi hermano ya me quedo libre para esa ducha que he pospuesto bastante rato.
A esta hora no creo que me llame nadie, pero cuántas veces estoy en la ducha y oigo el móvil a lo lejos. Así que en cuanto he hablado con mi hermano ya me quedo libre para esa ducha que he pospuesto bastante rato.
Un libro que me transporta a Berlín
Unter den Linden y la Puerta de Brandeburgo, Berlín
Ayer por la noche empecé un libro y, si sigo leyendo, es posible que hoy lo termine. No sé cómo lo hago últimamente que algunas novelas no duran mucho en mis manos. Eso me recuerda a que mejor aprovecho hoy que mañana a estas horas no podré leer.
Verdaderamente me ha hechizado ese Berlín que describe en la novela. Me trae recuerdos. Visité Berlín hace al menos una década y es una ciudad que me enamoró. Allí cayeron los tópicos preconcebidos sobre todo lo alemán. Me enamoré del país y de sus gentes. Todo lo que desde fuera me parecía brusco, empezando por el idioma, no lo era tanto. Y recuerdo con una precisión indefinida caminar por Unter den Linden para desembocar en la Branderburger Tor, traspasarla y comprobar las diferencias entre uno y otro lado, luminoso viniendo desde Unter den Linden, gris desde el otro lado, con un parque inmenso con innumerables fotografías en homenaje a todos aquellos que quisieron escapar al otro lado del Muro y fallecieron en el intento. Las diferencias son palpables... y todo en la misma ciudad.
Hace poco pensé en que sería buena idea volver a visitar Berlín. Allí donde empezó mi afición a la cerveza. Diré que yo no bebía cerveza hasta que visité por primera vez Alemania y me propuse beber el mayor número de cervezas. Claro que allí pedía Ein Pils, bitte! y me ponían una jarra de medio litro. En realidad, Pils es una marca de cerveza, pero se ha generalizado tanto que es como si pidiéramos una caña, y la mayor parte de las veces me preguntaban qué cerveza quería. Medio litro cada vez. No me extraña que terminara aficionándome a la cerveza.
Regreso a la novela, que está interesante.
Y cierro los ojos
Cierro los ojos y me regodeo con el cosquilleo de hacer una llamada que no puedo posponer. Esta mañana me he planteado hacer la llamada, pero necesitaba algunas aclaraciones. Entiendo por qué me cuesta tanto llamarle, que después me deja con una sensación de irrealidad.
Escuchar esa voz que tanto me reconfortó en el pasado y aún me agrada escuchar. Yo era la tormenta y él me traía la calma. Yo era el nervio y él, la tranquilidad.
Y esta tarde ha sido él quien se ha puesto en contacto conmigo.
¿Qué queda de entonces? A veces me pregunto si aún sigo enamorada de él, pero sé que no. Algo en mí se rompió. Y fui incapaz de recomponer los fragmentos. Hoy por hoy le aprecio mucho, le quiero como se quiere a los viejos amigos. Pero, de alguna forma, me siento intimidada e incluso desasosegada...
Escuchar esa voz que tanto me reconfortó en el pasado y aún me agrada escuchar. Yo era la tormenta y él me traía la calma. Yo era el nervio y él, la tranquilidad.
Y esta tarde ha sido él quien se ha puesto en contacto conmigo.
¿Qué queda de entonces? A veces me pregunto si aún sigo enamorada de él, pero sé que no. Algo en mí se rompió. Y fui incapaz de recomponer los fragmentos. Hoy por hoy le aprecio mucho, le quiero como se quiere a los viejos amigos. Pero, de alguna forma, me siento intimidada e incluso desasosegada...
La gaita y el tamboril
Y a lo lejos se escuchan la gaita y el tamboril y el jaleo que llevan.
Porque hoy empieza la cuenta atrás para las fiestas del Santo.
Porque hoy empieza la cuenta atrás para las fiestas del Santo.
25 de abril...
Hoy es 25 de abril, sale la gaita y el tamboril. En unos minutos se oirá a la gente recorriendo las casas de las doncellas que saldrán en procesión el 11 de mayo, y se las pintará de azul con una pluma de ganso.
Cuando estudiábamos aquí nos dejaban salir cinco minutos antes a las chicas porque los chicos llevaban "azulete" para pintarnos a todas. Así que de azul no se pinta únicamente a las doncellas...
Cuando estudiábamos aquí nos dejaban salir cinco minutos antes a las chicas porque los chicos llevaban "azulete" para pintarnos a todas. Así que de azul no se pinta únicamente a las doncellas...
Cuídate de mí
"-¿Me puedes explicar qué es el habeas corpus?
-Es cuando en una detención la policía no ha seguido los procedimientos correctos de la detención, por ejemplo, que no hayan leído los derechos, que no le hayan preguntado si necesita un abogado, etc.
-¿Pero se puede negar la policía a dárselo?
-No, no se puede negar".
Generalmente suelo mirar en internet cuando desconozco algo, pero quién mejor que mi hermano para que me lo explique...
Lectura recomendada en multitud de blogs y foros literarios, terminó despertando mi curiosidad de una manera recalcitrante. He disfrutado muchísimo con esta novela, pese a que a veces me da la sensación de que no termina de cuajar, por ejemplo, en la pareja protagonista, que a veces dan la sensación de no hacer las cosas como si fueran verdaderas policías.
Castillo y ermita de Alfajarín, Zaragoza
Lara Samper y Berta Guallar, inspectora y subinspectora en el Servicio de Atención a la Mujer de Zaragoza, se ven inmersas en una investigación inesperada: la muerte de Manu Velasco, "Eme", un joven cuyo cadáver aparece en medio de los escombros de una hoguera medieval en la ciudad de Alfajarín, que celebra sus fiestas medievales. Alguien quiso eliminar el cuerpo, pero debido a las inclemencias del tiempo la hoguera fue apagada sin consumirse y entonces... apareció el cadáver. Se les asigna el caso a Samper y Guallar porque unos meses atrás llevaron el caso del joven, que previsiblemente había violado a Noelia Abad, una muchacha que desde entonces vive traumatizada. Manu fue absuelto por falta de pruebas, y Berta considera su puesta en libertad un fracaso. Ahora tienen que investigar su asesinato.
Por otro lado, Lara se enfrenta a su propio pasado en Barcelona cuando ponen como comisario a un viejo conocido suyo, Luis Millán, con el que disimula no conocerle. Sin embargo, Luis está enamorado de Lara, y aunque en la comisaría nadie conoce su relación tormentosa, que proviene de un pasado en la que formaron un grupo de élite junto a Use Beltrán, ella se siente intimidada por Millán.
Guallar, por su parte, se enfrenta a Santos Robles, un hombre que la quiere poner una querella porque no siguió correctamente el procedimiento al detenerle, la acusa en un blog con múltiples seguidores de que le torturó en la detención y desde entonces se encuentra en una silla de ruedas. Berta tiene un miedo atroz, pero en su fuero interno reconoce que ese hombre con aspecto de anciano bonachón se toma demasiadas molestias para no haber hecho nada: su instinto le dice que tiene que recuperar los vídeos de pederastia, pese a que ella no las tiene todas consigo.
La investigación se complica, porque nada es lo que parece. Investigan el mundo que rodea a Manu, a Jorge Velasco (hermano de la chica violada) que le amenaza mediante correos electrónicos bajo el seudónimo de "Vendetta", a los amigos y novia de Manu y el mundo del tunning, investigan a los arqueros que encienden con sus flechas de fuego la hoguera en las fiestas medievales de Alfajarín, y a un tal Dr. Rai... pero no consiguen sacar nada en claro...
Y es que nada es lo que parece...
LA AUTORA:
María Frisa, licenciada en Psicología Clínica y en Trabajo Social, es autora de la serie "75 consejos", y su obra narrativa, de la que ha vendido más de 150.000 ejemplares, ha sido reconocida con más de 80 galardones nacionales e internacionales.
EL LIBRO:
Título original: Cuídate de mí
Autora: María Frisa
Editorial: Plaza y Janés (1ª edición, en febrero de 2018)
Número de páginas: 475
ISBN: 9788401020810
Valoración: 9/10
RETOS:
- Libros de colores: Azul claro.
- Reto 25 españoles.
- Reto 100 libros.
martes, abril 24, 2018
Vaya noche
En noches como hoy es mágico salir a la calle. 19º en primavera es una temperatura óptima.
Así que he salido a cenar fuera. Necesitaba respirar esa primavera que tanto se ha hecho esperar.
Así que he salido a cenar fuera. Necesitaba respirar esa primavera que tanto se ha hecho esperar.
Mayo: mes temático de la metaliteratura
Laky, del blog Libros que hay que leer, nos trae otro mes temático, que en este caso será mayo, donde se requiere leer a lo largo del mes al menos un libro enmarcado en lo que se denomina "metaliteratura", es decir, libros que traten sobre literatura, sobre otros libros, sobre autores, sobre bibliotecas, sobre librerías, etc.
Las instrucciones se encuentran AQUÍ.
Mis libros para el mes de mayo:
-De qué hablo cuando hablo de escribir, de Haruki Murakami
La chica del cumpleaños
Descubrí este libro pocos días antes de mi cumpleaños y lo leo casi dos semanas después. Me lo hubiera leído de todas formas, porque me gusta mucho Murakami, y he disfrutado mucho de sus otros libros ilustrados, así que no dudaba en que volvía a tener una pequeña joya entre las manos, y esta vez incluso con invitación a la reflexión.
Este libro está formado por dos relatos cortos. En el primero de ellos, una camarera se encuentra trabajando en un restaurante el día que cumple veinte años. Cuando el encargado se pone enfermo repentinamente, le dice que tiene que subir la cena a las ocho en punto al propietario del local que vive en la habitación 604 del edificio. Nadie en el restaurante ha visto nunca al propietario del mismo, y siempre le preparan pollo para cenar. El único que le sube la cena es el encargado, pero ese día será la joven camarera quien subirá.
Ante ella aparece un hombre muy bajito y muy anciano que la invita a entrar en la habitación. Ella le deja preparada la cena y él le pide que se quede unos minutos. Cuando le pregunta la edad y ella le responde que es el día de su 20º cumpleaños, él le dice que le va a hacer un regalo muy especial, que podrá pedir un único deseo y que, en cuanto lo pida, no podrá retractarse.
Tras un rato pensándolo, ella le pide ese deseo que el lector tendrá que imaginarse. Unos años después ella se lo cuenta a otra persona y deja caer que en parte se ha cumplido. Yo creo que le pide únicamente ser feliz, pero Murakami nos deja con la incógnita.
En el segundo relato, el autor hace una reflexión sobre lo que significa para él cumplir años y cuenta cómo un día, un 12 de enero, se levantó -como cualquier otra jornada- antes del amanecer y puso la radio para no sentirse solo. Entonces escuchó su nombre, entre personajes famosos que cumplían años ese día. Una vez, Murakami había buscado qué celebridades cumplían años el mismo día que él y descubrió a Jack London. Desde entonces se bebe una copa de vino de las viñas cercanas al rancho donde vivió y escribió Jack London en homenaje a este autor.
Este tipo de libros ilustrados me hacen disfrutar mucho, además que suponen muy poco tiempo, aunque luego me dejen un rato pensando...
LOS AUTORES:
Haruki Murakami, nacido en Kioto en 1949, es un escritor de prestigio con millones de lectores en todo el mundo. Ha recibido numerosos premios, como el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Franz Kafka, el Jerusalem Prize o el Christian Andersen, y su nombre suena reiteradamente como candidato al Nobel de Literatura. Tusquets Editores ha publicado toda su obra.
Kat Menschik, nacida en 1968, reside en Berlín y Oderbruch. Sus dibujos aparecen regularmente en la edición dominical del Frankfurter Allgemeine Zeitung. Ha ilustrado a autores como Shakespeare, Kafka o E.T.A. Hoffmann, y La chica del cumpleaños es el cuarto relato de Haruki Murakami al que aporta sus maravillosas ilustraciones.
EL LIBRO:
Título original: Badusei Garu
Autores: Haruki Murakami (texto) y Kat Menschik (ilustraciones)
Traductora: Lourdes Porta
Editorial: Tusquets (1ª edición, en abril de 2018)
Número de páginas: 78
ISBN: 9788490665206
Valoración: 9/10
RETOS:
lunes, abril 23, 2018
Plaza Mayor
Hoy es uno de los días que me traen Salamanca desde el recuerdo. Con una intensa nostalgia. Si vuelvo la vista atrás, a aquellos años de estudiante, puedo saborear con delicadeza aquellas horas en las que me dejaba llevar por la masa de gente que se dejaba caer tal día como hoy por la Plaza Mayor de Salamanca. Y es que hoy también es el Día de Castilla y León, así que podía pasarme el día entero recorriendo los puestos de libros que se colocaban en la Plaza Mayor durante una semana. Seguro que si iba cualquier otro día había menos gente, pero me gustaba recorrer la plaza en el Día del Libro.
Allí no regalan una rosa ni una botella de vino, pero el ambiente era inigualable. Salamanca es una ciudad llena de estudiantes, pero también de bohemios. Recorrer los puestos de libros a veces podía brindar instantes inusuales, como lectores de lo atípico discutiendo con libreros sobre novelas de las que yo jamás oí hablar. No debería escuchar conversaciones ajenas. Había gente que iba de interesante y había gente que lo era. Estos últimos hablaban muy bajito porque no querían atraer la atención de las personas que los rodeaban, hablaban incluso con timidez. Ahí estaba yo, observando, absorbiéndolo todo.
Me considero una persona observadora, incluso cuando parece que no escucho, incluso cuando parece que no presto atención. Simplemente observo. En Salamanca sobre todo, con tanta gente dispar, convertí la observación en una afición, llegando a imaginar las vidas cotidianas de las personas que me rodeaban, y luego plasmarlas al papel. Si una persona cerca de mí me parecía peculiar, allí estaba yo para "reinventar" la vida de esa persona.
De todas formas, tal día como hoy siempre llegaba al piso de alquiler cargada de libros. Nunca llamé "casa" a ese piso pese a ser lo suficientemente acogedor, era consciente de que era un lugar de paso sin más.
Hoy echo de menos el cosmopolitismo de Salamanca. Debería dejarme caer de visita de vez en cuando. Creo que lo pospongo, porque... ya sería otra cosa. Vería la ciudad con otros ojos. Y creo que no quiero eso, creo que prefiero quedarme con los recuerdos que hacen que me enamore de esa ciudad cada vez que la recuerdo.
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