domingo, febrero 13, 2022

No hay consuelo

Esta madrugada me he despertado a las tres, he visto la hora y me he propuesto dormir. Sin embargo, los recuerdos de Chini me avasallaron como un torbellino, sus recuerdos y mis sueños, aquello que hizo que le distanciara de él y lo que hubiera permitido que me acercara a él de nuevo. De repente, me había derrumbado y lloraba desconsolada.
Me di cuenta de lo mucho que me duele el corazón. Que no hay nada ni nadie que pueda darme el consuelo que necesito, porque la única persona que hubiera calmado este dolor ya no está aquí.
Cuando volví a mirar el reloj eran las cinco de la mañana.

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