Mostrando entradas con la etiqueta Gonzalo Torrente Ballester. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gonzalo Torrente Ballester. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de julio de 2014

Balance del curso del Club de lectura y noticias de nuestras lecturas


Con El río que nos lleva de José Luis Sampedro cerramos el presente curso del Club de lectura y nos tomamos el verano de descanso. Ha sido un curso intenso y gratificante. Hemos leído 5 novelas, 1 libro de cuentos, 1 poemario, 1 obra de teatro y 1 ensayo. Como es habitual, se ha procurado dar variedad a los géneros y se han intercalado autores vivos y autores fallecidos, obras más conocidas y otras casi olvidadas. Comenzamos el año con el éxito de la temporada en la narrativa española y lo cerramos con la recuperación de un título imprescindible de un autor fallecido hace poco y al que cabía hacer este homenaje por su significado moral en los últimos años en España. Cada lector tendrá sus preferencias. Yo he podido apreciar la buena recepción del ensayo de Muñoz Molina, que nos ha permitido reflexionar sobre las causas de la crisis actual y su desarrollo, también la sorpresa que ha supuesto Intemperie y El río que nos lleva y, para algunos, el libro de cuentos de María Teresa León, poco conocido. La novela de Torrente Ballester ha tenido una recepción diversa: hay quienes no han podido con ella y quienes han quedado enganchados en su mundo y continúan leyéndola y saboreándola a sorbitos. Pero sin lugar a dudas, la mejor recepción la ha tenido Dejar las cosas en sus días, de Laura Castañón, que ha sido leída y comentada con muchas ganas por los participantes.

Estos nueve títulos han sido: 

Intemperie de Jesús Carrasco.
La estafeta romántica de Benito Pérez Galdós.
Todo lo que era sólido de Antonio Muñoz Molina.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda.
Dejar las cosas en sus días de Laura Castañón.
La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester.
Rosa-Fría, patinadora de la Luna de María Teresa León.
El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín.
El río que nos lleva de José Luis Sampedro.

Aparte de mantener una reunión cada mes en el formato presencial sostenido por la encomiable labor de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos y de las entradas semanales de los blogs participantes en este club recogidas en mi entrada de los jueves en La Acequia y de los comentarios que suscitan entre quienes siguen las lecturas, este curso se ha añadido la página de Facebook (en este enlace) en la que también se recogen las opiniones y comentarios de quienes prefieren esta red social.

Sin duda, la novedad de este año ha sido la participación de la novelista Laura Castañón en un encuentro que tuvo lugar el 25 de febrero en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos. Al éxito de público se sumaron la cercanía y la apasionada forma de contar historias de la autora y el acto resultó muy interesante. Tenemos el firme propósito de que los encuentros con los autores sean más frecuentes y se abran, como en este caso, al público en general.

Leer es un placer cuando se hace en solitario, aumenta cuando se comparte lo leído. Y enriquece escuchar y leer las visiones de los demás. También a los autores.

Dejo para el próximo jueves la lista de lecturas del próximo curso que, como sabéis, se inaugura con la segunda parte del Quijote de Avellaneda.

Te invito a que dejes, en esta entrada o en el muro de Facebook, un comentario con tu propio balance del curso y tus sugerencias para el próximo.

Noticias de nuestras lecturas

Myriam hace un extraordinario análisis de los arquetipos y símbolos de El río que nos lleva usando el I Chin. Más que recomendable.

Gelu sigue con su selección de frases y búsqueda de ilustraciones y vídeos para mejorar nuestra lectura de El río que nos lleva de José Luis Sampedro.

Mª Ángeles Merino da voz a El Americano para completar la polifonía de voces de esta novela de Sampedro construida entre el individuo y el grupo. Un personaje apasionante, sin duda.

Pancho continúa disfrutando y haciéndonos disfrutar de La saga/fuga de J.B. No os perdáis cómo enreda con los tuits y con las reuniones... que se resienten en su siguiente entrada, en la que se habla hasta del cólera morbo...

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

Cómo seguir el Club de lectura de La Acequia

El Club de lectura de La Acequia comenzó el jueves 24 de abril de 2008 con la primera lectura colectiva del Quijote realizada con los medios de la web 2.0. Esta iniciativa de lectura de la novela cervantina permanece abierta para aquellos que quieran sumarse a ella en cualquier momento en este enlace y puede usarse como la única guía de lectura completa del Quijote disponible hoy en Internet, con licencia Creative Commons 4.0.

El éxito del proyecto impulsó el lanzamiento de uno de los clubs de lectura más antiguos en Internet en español, gratis y en abierto. Durante el curso académico se propone la lectura de un título al mes, de todos los géneros: narrativa, poesía, teatro y ensayo. Se alternan autores clásicos con autores vivos y por él han pasado nombres como Miguel de Cervantes, Óscar Esquivias, Gustavo Adolfo Bécquer, Eduardo Mendoza, Valle-Inclán, Lope de Vega, Juan Cavestany, Almudena Grandes, Pío Baroja, Lorenzo Silva, Antonio Machado, Miguel Delibes, Jesús Carrasco, Benito Pérez Galdós, Antonio Muñoz Molina, Pablo Neruda y Laura Castañón, Gonzalo Torrente Ballester, María Teresa León, Leandro Fernández de Moratín y José Luis Sampedro, etc.

Desde el año 2011 cuenta con dos formatos:
 
El club de lectura virtual, al que pueden sumarse libremente todos los aficionados a la literatura. En La Acequia se publican todos los jueves entradas correspondientes al libro del mes, más un resumen de las noticias de las lecturas en las que se enlazan los blogs del resto de los participantes. También puede seguirse el club de lectura a través de comentarios en las entradas correspondientes o como meros lectores.  Súmate a la página del Club en Facebook en este enlace.

El club de lectura presencial, sostenido por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos, que se reúne una vez al mes para comentar el título correspondiente. Se programan también encuentros con los autores de las obras. Este segundo formato tiene plazas limitadas y hay que inscribirse al comienzo de cada curso. 

ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia enlazadas aquí tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.

jueves, 3 de abril de 2014

Identidad y fuga de J.B. como juego narrativo musical, noticias de nuestras lecturas y anuncio de la próxima.


La saga/fuga de J. B. termina en scherzo y fuga. Torrente Ballester ha jugado durante toda la novela con estos conceptos y estructuras musicales. La fuga es la clave para comprender la destrucción de la identidad de J.B. o, mejor dicho, su multiplicidad. Al final, todo se lleva al scherzo, es decir, a la broma. Estos términos musicales nos dan, por último, el tono de la novela: el juego con todas los elementos fundamentales de la narración. Recordemos que Torrente Ballester escribió un estudio sobre la gran novela cervantina en el que veía esto mismo:  El Quijote como juego.

En efecto, en La saga/fuga de J.B. todo debe interpretarse así: el narrador, la materia misma de la narración, el espacio, el tiempo. Y, por supuesto, la relación con el lector. Quien no se haya dejado arrastrar por este sentido del juego -inteligentemente despiadado porque no da respiro al receptor- no habrá disfrutado de la novela, es más, no habrá pasado de las primeras páginas. En esta novela, Torrente pide un lector cómplice, que se deje llevar en las digresiones y saboree cada una de las bromas en las que se dinamita el género novela y se parodia toda la renovación formal de la narrativa de los años sesenta y setenta. No hay piedad para el lector tradicional: cuando parece que le cuenta una cosa cambia de tiempo o de tono narrativo o la identidad del personaje; lo verosímil se hace inverosímil y viceversa; el orden se convierte en caos y el caos se ordena; alguien construye un monumento tubular incomprensible mientras que otros se toman en serio la actualización de la Tabla Redonda.

Al final, en la coda -que es un término también tomado de la música- J.B. se comprende en todas sus identidades y tiempos y terminan reencontrándose con todos los que fue y es, es decir, con toda la ficción y realidad. Y en ese momento comprende que debe abandonar la misma narración que lo sustenta. Acompañado de Julia busca una grieta y salta mientras el espacio en el que nos hemos movido durante seiscientas páginas se eleva y aleja. La comprensible duda que nos asalta es si hemos abandonado el delirio fantástico de la ficción para llegar a la realidad o si hemos abandonado la realidad porque nos resultaba incomprensible. No es lo mismo, por supuesto. Y eso lo sabía bien Torrente Ballester, que esta novela no hace más que explorar esa franja entre lo que es, lo que pudo ser y todas las formas de narrarlo o inventarlo. Que el lector elija.

Noticias de nuestras lecturas

Con total agudeza, Paco Cuesta da con la clave de lectura de todo lo que hay en la obra de Torrente Ballester. Solo partiendo de aquí puede uno reconciliarse con la historia y disfrutarla.

Gelu se anima con La saga/fuga y nos regala una selección de enlaces y música con los que ilustrarnos y escribe su segunda entrada sobre la novela de Torrente Ballester con muestras de libros y un encaje sorprendente de Amacio Prada.

Luz del Olmo juega en verso metafórico y metaliterario con J.B. Un placer.

Entre bromas y veras, Myriam nos lleva divertida al terreno de La saga/fuga...

Mª Ángeles Merino, que tanto temor tenía a esta novela, acaba iluminándola en todas sus partes, hasta por los tubos y las digresiones...

Pancho termina por dar la razón a J.B.-Torrente: es difícil arrojar a un canónigo y por eso hay que armarse de ironía y juego hasta en las fotos con las que bien ilustra su divertida entrada.

Mª del Carmen Ugarte acierta al esclarecer la mezcla de tonos que hay en la novela de Torrente Ballester. Os recomiendo esta entrada.


Myriam, tras analizar minuciosamente el personaje de Andrés Braña en una entrada imprescindible para esta lectura, termina su magnífico análisis psicológico de los comportamientos y relaciones de los personajes de Laura Castañón, en esta entrada dedicándose a los secretos que oculta la figura paterna y su implicación en personajes y lectores.

Pancho analiza cómo se mantiene el interés por los personajes en la obra de Laura Castañón y cómo contribuye a ello el mundo epistolar digitalizado...

En abril leemos Rosa-Fría, patinadora de la Luna 
de María Teresa León


En abril cambiamos de obra y de género para leer la colección de cuentos Rosa-Fría, patinadora de la Luna, de María Teresa León. Una delicia que no os dejará indiferentes y que podéis disfrutar a cualquier edad. Servirá para desengrasar de La saga/fuga de J.B.... La dinámica, ya la sabéis, la de siempre: cada jueves publicaré una entrada en La Acequia y podéis sumaros en silencio, comentando en esas entradas, en vuestros blogs o en la página de Facebook del Club de lectura.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

jueves, 27 de marzo de 2014

El disparate y la digresión como forma narrativa en La saga/fuga de J.B. y noticias de nuestras lecturas


Abramos cualquier página de La saga/fuga de J.B. al azar. En ella, sea la que sea, lo primero que apreciaremos es que partiendo de un lugar podemos llegar a cualquier otro sin saber, en principio, cómo nos ha traído el autor hasta él. Del monólogo de José Bastida podemos esperar que comience relatándonos la crónica de lo vivido por él en una ciudad cuyo reconocimiento oficial es negarla. Nos planteará sus dudas y comenzará a aducirnos lo que él sabe y lo que documenta en la prensa local o en la revista erudita elaborada por una extraña sociedad del municipio. Todo ello no hará más que sembrar más dudas que le llevan a la raíz de las leyendas fundacionales y la memoria oral que lo mismo le llevan -de J.B. en J.B.- a miles de años antes que a la francesada o a la reciente Guerra civil. El tiempo juega entre la historia y la leyenda y comienza a datarse según la fundación de la Tabla Redonda que recrea en serio las leyendas artúricas, la construcción de un Monumento Tubular que crece anárquicamente o el número de J.B. del que se trate en ese momento.

El hilo narrativo -lo mejor es que lo hace con un estilo costumbrista que imita a veces el tono de zarzuela regional y a veces la parodia del discurso erudito-, sin que podamos detenernos, nos lleva en serio hacia los disparates que se hacen más verosímiles por esa mezcla en la que puestos a dudar dudamos de lo oficial antes que de lo extraordinario. Y entre disparates, la continua digresión: todo lo aludido (hechos, personajes) tiene sus líneas en el texto. Estas digresiones, que enojarán al lector que busque el argumento principal, son, por el contrario, una delicia para el que se demore en ellas: cada una de ellas es una perla, un pequeño relato o una teoría que a pesar de su extravagancia podríamos tomar en serio por la forma de ser presentada. No duda Gonzalo Torrente Ballester en jugar a la parodia de la crónica, la leyenda -incluso de lo más sagrado-, el relato periodístico, el discurso académico, las teorías del estructuralismo, el funcionalismo o los métodos psicológicos. Esta misma mezcla, disparate y digresión nos lleva de las creencias religiosas a la organización social del franquismo, de la Guerra civil y sus represaliados a una Gruta en la que puede ocurrir cualquier cosa, del sexo presentado con mucha ironía al tratado científico.

De ahí un consejo para los lectores de La saga/fuga de J.B. No lean este libro con prisas, no lo lean buscando seguir el argumento principal -que es mínimo- sino disfrutando de cada página en su más intenso disparate. De la caricatura y la parodia resaltan los tipos, las costumbres, la historia, las relaciones entre los seres humanos y sus necesidades y utopías. Pero, para eso, no lean con prisa y déjense llevar de digresión en digresión.

NOTA: Dado que el Club de lectura, en su formato presencial, se reúne el próximo día 8 de abril para comentar La saga/fuga, terminaré mis comentarios sobre esta novela en La Acequia el jueves día 3 para comenzar, la semana siguiente, con la lectura de la colección de cuentos de María Teresa León, Rosa-fría, patinadora de la luna. Sé que todos los participantes en estas lecturas agradecerán el cambio radical en el tipo de libro.

Noticias de nuestras lecturas

Si alguien quiere comprender cómo enfrentarnos a la novela de Gonzalo Torrente Ballester, debe leer esta entrada de Paco Cuesta, en ella encontrará las claves de cómo hincarle el diente.

Coro Entreaguas se fija en las mujeres de una novela tan masculina como La saga/fuga de J.B.. En esta entrada parte de Santa Lilaila de Éfeso y su corporeización en diferentes personalidades.

Pancho escribe una divertídisima entrada sobre la teorízación de Torrente Ballester a partir de la estructura social y los movimientos históricos derivados de la visión monocular, la binocular y el ojo virojo... Para no perderse esta deliciosa entrada.

Mª Ángeles Merino cuenta la conversión de J.B. en rubio y celta, cosa que en Galicia debería soprender menos, claro. Una divertida entrada.

Myriam se lanza a por La saga/fuga pegándose al estilo de Torrente Ballester. Divertido guiño que le hubiera gustado a don Gonzalo.


Pancho comenta el juego entre fuera y dentro del pueblo minero que se establece en la novela de Laura Castañón y que tanto afecta a los personajes.

Myriam continúa con el análisis psicológico de las relaciones entre los personajes de Dejar las cosas en sus días. En esta entrada, comenta la difíciles relaciones de Bruno -alguien incapaz de establecer sólidos lazos permanentes con nadie- con su familia. En esta otra, analiza cómo crece la relación afectiva entre Bruno y Aida a partir de imágenes proyectadas y palabras. En esta última, podemos hallar todas las claves de esta relación, condenada a hacer aguas y, a la vez, a mantenerse.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

jueves, 20 de marzo de 2014

Una provincia gallega inexistente y noticias de nuestras lecturas.


El inicio del Capítulo primero. Manuscrito o quizá monólogo de J(osé) B(astida) pone en evidencia toda la intención de Torrente Ballester en esta obra. Como dijimos la semana anterior, nos hallamos ante un juego mediante el cual se profundiza en el cuestionamiento de todas las claves de una narración: la figura del narrador, el género al que se adscribe, etc. En este primer capítulo el lector se encuentra en un territorio que profundiza en este juego. Para ello, Torrente potencia la herencia de Cervantes -el primero que se atrevió a tanto y que, por ello, crea la novela moderna consciente de sí misma- y parodia toda la renovación formal que podemos hallar en Cien años de soledad. Todo ello combinado con humor -La saga/fuga no puede entenderse sin este humor-. Como dijimos, no sabemos bien en qué género narrativo nos encontramos y el narrador no nos lo va a aclarar porque comienza a acumular elementos de muy diferentes procedencias en el texto -el relato más o menos convencional de los hechos, la memoria oral, la suma de anécdotas, la reconstrucción histórica y/o legendaria-. El lector que busque un hilo narrativo claro y sin sorpresas, se desesperará porque Torrente le va a exigir que juegue como él mismo lo hace, que no busque demasiado pronto la línea argumental y se deje llevar por las idas y venidas del texto y la acumulación de cosas.

Al principio de este capítulo, además del juego de nombres que cuestionan la identidad del narrador mismo (Bastida, Bastid, Bastide, Bastideira, Bastidoff) nos hallamos en un espacio que existe pero no existe. Con clave e intención cervantina, Castroforte del Baralla es la capital de una quinta provincia gallega cuya existencia ha sido negada por las autoridades españolas desde el siglo XIX. Torrente Ballester construye un espacio en el que ocurren cosas reales, históricas y reconocibles pero que para la historia oficial no existe. A partir de ahí todo es posible y, sobre todo, la introducción irónica y divertidísima de la leyenda en la historia, de un relato oral costumbrista y extravagante en unos datos históricos tan reconocibles como la Guerra civil -durante la que esta provincia se declara cantón independiente- o la postguerra. Todo ya es posible a partir de este cruce de elementos. Todo, como la existencia de una Tabla Redonda que parodia y actualiza la de los ciclos artúricos, elegida mediante votación y que tiene pero no tiene autoridad en el territorio o un juicio en el que los acusados de rebelión pueden argumentar que es imposible que juzguen a quien vive en un territorio que no existe (con lo que la propia fiabilidad de los acontecimientos históricos queda destruida). Con este guiño Torrente juega con Cervantes y García Márquez y los lleva a Galicia. De ahí nace el resto de la novela, de todo el cuestionamiento profundo del narrador, el espacio y el tiempo.

Noticias de nuestras lecturas

Coro Entreaguas se incorpora al Club de lectura con una entrada sobre la novela de Gonzalo Torrente Ballester en la que se encuentran todos los motivos para animarse con La saga/fuga de J.B. Bienvenida.

También se incorpora Mª del Carmen Ugarte, con una acertada aproximación al uso en la novela de Torrente Ballester de las expresiones populares.

Luz del Olmo nos sorprende con una inspiración-comentario-recreación muy de Torrente Ballester. Explica y amplía en verso a la vez que profundiza en el significado de la obra.

La tercera entrada de Pancho sobre la obra de Torrente llega con acierto a uno de los puntos más divertidos y socarrones de la novela: la Tabla Redonda, una creación paródica de la saga artúrica instalada en medio de la galicia franquista... impagable.

Mª Ángeles Merino escribe su entrada a partir de un interesante y eficaz juego entre Torrente y Cervantes. De ahí, a lo de que si existe o no esa tierra gallega...



Myriam comienza su análisis psicológico de los personajes de Dejar las cosas en sus días. Toca aquí a Aida y Bruno y su relación. Os recomiendo una lectura detenida.

Pancho comenta la forma en la que comienzan a desvelarse algunos misterios en la obra de Laura Castañón.

Avisos

1º.- La reunión del Club de lectura presencial se retrasa al martes 8 de abril, para dar lugar a leer con calma la novela de Torrente Ballester.

2º.- Os recuerdo que en abril leeremos el libro de cuentos Rosa-fría, patinadora de la Luna, de María Teresa León, en mayo la obra de teatro El sí de las niñas de Moratín (ambos muchos más breves que los dos últimos que hemos leído) y en junio -para finalizar el curso-, la novela El río que nos lleva de José Luis Sampedro.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en su blog hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber

jueves, 13 de marzo de 2014

De la alteración por la desaparición del Cuerpo Santo en La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester y noticias de nuestras lecturas


Las fases iniciales de La saga/fuga de J.B. contienen todas las claves técnicas del resto de la novela y haría bien el lector en estar atento para saber dónde se mete. En primer lugar, todo cuestiona el propio género, la novela, ampliándolo: es una narración que comienza en un Incipit con un tono peculiar, que sigue con una balada -que también se cuestiona a sí misma al ser calificada desde su título como "incompleta y probablemente apócrifa"- y continúa con un capítulo primero que se presenta como "manuscrito o quizás monólogo de J(osé) B(astida)"-. Las tres fases iniciales, por lo tanto, se problematizan desde su mismo título. Ni el Incipit lo parece, ni la balada es fiable y el capítulo primero ni siquiera sabemos si es narración o monólogo, memoria o monólogo. Gran parte de la complejidad de lectura se debe a este juego establecido por Torrente Ballester, un juego que fuerza los márgenes genéricos con mucho humor y socarronería.

La novela de Torrente Ballester se llama saga/fuga y parodia las antiguas narraciones épicas de sagas fundacionales de una nación -recordemos el ámbito galaico de esta novela y del mismo Torrente-, de ahí que se remonte a tantas generaciones. Por eso el Incipit comienza con la noticia del robo del Corpo Santo. Ante esa noticia lanzada al amanecer, a gritos, toda la gente se arremolina. Y esos todos son la gente del común, el sacristán, el sacerdote, el comisario de policía, el juez, etc. Todos ellos ocupan la Colegiata, la Alameda, el misterioso río Mendo. Nos lleva Torrente al extremo valleinclanesco en los comportamientos, en las voces, en las actitudes y nos mezcla realidad y fantasía, concreción costumbrista -en vestidos, gestos y palabras- y el mundo mítico en el que las lampreas que impedían la natación en el río han desaparecido siguiendo el cuerpo desaparecido. Hay una divertida algarabía y una extraña mezcla de modalidades por la cual parece que estamos ante una escena costumbrista de una zarzuela regional con mucho humor y un esperpento galaico. El Incipit nos pone, de golpe en un mundo que es real y no lo es, en el que encontramos a las fuerzas vivas de cualquier pueblo español de los años cincuenta y las referencias míticas a un cuerpo santo y un río en el que nadie se ha bañado en cientos de años.

Para profundizar en el juego, la autocuestionada balada nos lleva, entre ironía y tono épico, al descubrimiento del Santo Cuerpo Iluminado que, en la Galicia y la España franquista es mucho llevarnos. Y sigue con la problematización no solo del género en el que J.B. nos cuenta su historia -manuscrito o monólogo- sino a la de su misma condición de narrador.

Un maravilloso alarde técnico de Gonzalo Torrrente Ballester puesto al servicio, por una parte, de la profundización en el género novela en un momento en el que se experimenta profundamente en sus límites y, por otra, al servicio de un enfoque del tema que lo requiere. En efecto, Torrente no hace un ejercicio de estilo sino que pone todo ese juego literario al servicio de una divertida y crítica parodia del mundo de creencias históricas, sociales y espirituales de la España de su momento. Todo ello, además, sin que la censura pueda encontrar algo donde poner su lapicero.

Noticias de nuestras lecturas

Luz del Olmo se fija y recrea, a la manera de Torrente Ballester, el comienzo de la novela, poniendo en primer plano a la tía Benita.

Paco Cuesta escribe una extraordinaria e indispensable entrada para comprender el arranque de la novela. entre lo real y lo fantástico, la ironía del autor nos lleva al núcleo de la temática de una narración de tantos J.B.

También es muy recomendable la aportación de Mª Ángeles Merino, que pone orden en donde parece no haberlo: el cuestionamiento del narrador.

Excelente es también la entrada de Pancho, cuyas ilustraciones y aclaraciones servirán para no perderse, así como las claves en la construcción del narrador y los personajes.



Myriam comienza su aportación con el análisis de los personajes de Laura Castañón, la forma en la que al autora los construye y les dota de vida. Una buena introducción para su prometida entrada de las relaciones entre Aida y Bruno.


Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en su blog hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

jueves, 6 de marzo de 2014

La saga / fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester en su contexto y noticias de nuestras lecturas


No es un reto fácil el que planteo a los participantes en el Club de lectura con la propuesta de esta obra de Gonzalo Torrente Ballester y no sé si saldré con bien de él, pero sé que si no salgo sabrán disculparme por mi empeño en acometer, de vez en cuando, escaladas de este tipo con la certeza de que sea cual sea el lugar en el que nos detengamos al subir la montaña habrá valido la pena. Sin duda alguna, La saga/fuga de J.B puede ser considerada la novela de mayor empeño del autor y su obra maestra. El que esto sea así no quiere decir que un lector pueda preferir otras del mismo novelista.

La novela se publicó en la editorial Destino en 1972. En aquella época, la narrativa en español estaba inmersa en un proceso de renovación formal. Por poner ejemplos próximos de los muchos que cabría aducir: Tiempo de silencio se había publicado en 1962, La ciudad y los perros en 1963, La casa verde en 1966, Señas de identidad en 1966, Cien años de soledad en 1967, San Camilo, 1936 en 1969. La ruptura con la narrativa tradicional era evidente desde los años cincuenta (Pedro Páramo, por ejemplo) y el proceso se agudizó en los sesenta y primeros setenta: desorden espacio temporal, un nuevo concepto del relato biográfico del protagonista, el uso de la segunda persona, la irrupción de lo fantástico, etc. Con todo ello, los autores querían dar solución a dos cuestiones. En primer lugar, abandonar el excesivo predominio -casi un dogma- de la literatura del realismo social para buscar nuevas fronteras estéticas. En segundo lugar, dar solución desde la literatura a un nuevo tipo de relaciones entre el individuo y la sociedad: una nueva época que hoy conocemos como postmodernidad. En el contexto español, además -también en varios de los países americanos-, hay que tener en cuenta que la literatura social se había desgastado con mayor profundidad en el combate contra la dictadura franquista y que, por lo tanto, muchos autores vieron en el giro hacia la vanguardia formal una búsqueda de nuevos horizontes incluso para combatirla de otra manera que llegó a sorprender a los propios censores, difícilmente capacitados para comprender aquello que les llegaba.

Torrente Ballester propone en La saga/fuga de J.B. su propio acceso a la vanguardia formal. Sin traicionar su literatura anterior, profundiza en lo que ya contenía de desorden espacio temporal, fantasía y humor. La novela es brillante pero era y es difícil para el lector: exige una lectura cómplice y un lector audaz porque se trata de una fiesta de la literatura. La saga/fuga es muchas cosas (una reflexión sobre el individuo y la sociedad, sobre el tiempo, sobre la biografía y la historia, una mordaz sátira del franquismo, etc.), como todas las grandes obras literarias, pero primero y antes que nada es y quiere ser literatura. Por eso mismo afrontarla sin miedo, dejándose sorprender y sin esperar de ella lo que nos ofrecen la mayoría de las novelas que se publican, dejará una satisfacción al lector y un entrenamiento para subir cualquier montaña.

Noticias de nuestras lecturas

Mª Àngeles Merino, que pide ayuda ante el reto de comentar la novela de Torrente Ballester, en realidad ejerce de meiga porque se adentra gallega e ilustrada en ella.

Pancho aborda también desde la dificultad la novela, pero si alguien tuviera duda de que puede con ella, véase su entrada.



Myriam se incorpora a la lectura de Dejar las cosas en sus días. Conociéndola, anticipamos buen estudio psicológico de los personajes.

Luz del Olmo publica entrada con los comentarios a su reseña del coloquio con Laura Castañón: no debe extrañarnos, entre ellos está uno de la novelista que tiene el hermoso detalle de agradecer las atenciones recibidas.

Pancho comenta la relación de Efrén y Camino y se fija con todo acierto en los detalles que salpican la escritura de esta novela y que tanto arraigan en la mente de los lectores.


De malva marina se llena el blog de Gelu para seguir con el comentario de nuestra lectura de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Neruda.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en su blog hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

jueves, 27 de febrero de 2014

Del mundo controlado al mundo libre en Dejar las cosas en sus días y noticias de nuestras lecturas, con anuncio de la próxima.


En la novela hay una tensión constante entre el mundo controlado y el mundo libre. En el coloquio mantenido con la autora el pasado martes, Laura Castañón nos reveló que tuvo acceso a un libro de registro de un guardia jurado de las antiguas explotaciones mineras asturianas. En él, como en Dejar las cosas en sus días, se anotaban con minuciosa dedicación las horas de entrada y salida, los nombres de los que blasfemaban o las riñas en el pilón de las mujeres mientras lavaban. Nada escapaba a la mirada de aquellos vigilantes.

En la narración se traslada directamente este afán controlador. Montañés escribe con toda esa información un informe diario al marqués de Comillas. El mundo cerrado de Bustiello debía seguir sin cambios. Pero este mismo mundo controlado se observa en el ámbito familiar, sobre todo a partir de la evolución psicológica de Sidra, que cumplía con su padre al final del día como este con el marqués. Hay personajes que desarrollan obsesivamente hasta la patología este afán de control y vigilancia: la misma Sidra o el ingeniero. De ahí que muchos personajes tengan que guardar secretos como los que mencionábamos hace unas semanas.

Frente a ello, hay un impulso hacia la libertad. Los dos jóvenes homosexuales, por ejemplo. O la tía de la protagonista que se enamora de un maquinista. El amor ejerce como palanca para buscar esa libertad, pero también la cultura o la ideología: todo lo que se relaciona con el personaje de Efrén está en este ámbito. Camino de la guerra civil, esta tensión deviene en tragedia por las circunstancias históricas. Solo aquellos que huyen pueden tener un tiempo de libertad. Especialmente significativo es el padre de Bruno: para sobrevivir tiene que ahogar la libertad individual que le caracterizó de joven.

Los personajes del presente tienen otras dificultades, lógicamente, pero también están atrapados por esa misma maraña de control con aspiraciones a libertad. Todos tienen dependencias, cicatrices biográficas, condicionantes de vida que dificultan esas aspiraciones. Y mientras no pacten con aquellas estas estarán lastradas.

Noticias de nuestras lecturas

Paco Cuesta da con una interesante clave de la novela de Laura Castañón: las relaciones entre Paloma y Aida y la narración de la memoria individual, familiar e histórica. Un acierto.

También es un acierto una de las afirmaciones de Pancho en su excelente entrada, la forma en la que usa la autora del humor para reducir el impacto de las situaciones tensas que se narran continuamente en la novela.

Luz del Olmo, que estuvo en el coloquio con Laura Castañón celebrado el pasado martes, le dirige un correo electrónico de agradecimiento que os recomiendo mucho leer.

Sobre la forma en la que la autora marca la tensión narrativa a lo largo de la novela escribe una magnífica entrada Pancho, para no perdérsela.

Mª Ángeles Merino escribe una detallada y oportuna reseña, ilustrada con fotos propias, del coloquio con Laura Castañón del pasado martes. Si alguien quiere conocer cómo trascurrió el acto, aquí tiene el relato.



Décima entrega de Gelu sobre nuestra lectura de La estafeta romántica, en la que se enfrenta a una conclusión galdosiana: la historia de verdad está lejos del ruido histórico.

Próxima lectura


Terminamos aquí con la lectura de Dejar las cosas en sus días. Esta lectura nos ha deparado, además, el contacto directo con la autora, a la que agradezco el cariño y el entusiasmo que nos demostró en el coloquio público que mantuvimos con ella el pasado martes en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos, la primera experiencia de este tipo que tenemos en nuestro Club de lectura, una experiencia que repetiremos en próximas ediciones.

En el mes de marzo leemos La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester, una forma de reencontrarnos con la que fue considerada como obra maestra de este autor.Publicada originalmente en 1972 por la editorial barcelonesa Destino.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en su blog hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

martes, 5 de febrero de 2013

El ritmo del café


Ya no se lee a Torrente Ballester. Y es una lástima, porque todavía nos espera en el Novelty. Quizá no se le lea porque sus novelas tienen un ritmo incompatible con las urgencias de quien lee para no comprender lo leído. A estas horas, en Salamanca, el café hay que tomarlo lento y echando una mirada para ver quien pasea por la plaza.