El viernes volví a trabajar a la oficina. Es uno de los días que me tocan, al menos, provisoriamente. Cómo todo muchos medios de transporte cada día para ir, busque una alternativa menos barata pero más segura para llegar. Solo tomé tres colectivos en un día, lo cual me ayudó a disminuir los seis diarios que tomaba cada día.
Salvando la cuestión del traslado, el trabajo estuvo igual que en mi casa. Fue extraño porque estuve poco tiempo en la oficina antes de la pandemia y me encontré con un espacio físico al que no había terminado de apropiarme. Pero eso estuvo listo salvado luego de las primeras horas allí.
Compañeros de otros sectores que pasaban me saludaron y nos dimos la bienvenida. Con distancia social y barbijo, todo muy cuidado.
A nivel salud mental me hizo bien volver. Necesitaba mi espacio. Necesitaba mi actividad. Necesitaba moverme. Y cuando hice eso, con los cuidados, empecé a acomodar también las ideas.
Cuando llegue a casa, me desinfecté, me bañé y me conecte a la clase virtual, muy cansada, la verdad... Perdí el ritmo, naturalmente.
Pero al menos, volví.
Recuperar pequeñas cosas que hacían a nuestra rutina, a aquel pasado añorado, hace la supervivencia más fácil. Ojalá pueda seguir conservando mi salud, que es muy importante.
Mientras tanto, seguiré adelante, adaptándome, sobrellevando todo de la mejor manera que sea posible.
Ojalá pronto pueda recuperar más espacios deseados y más circunstancias que sumen, como para emparejar un poco el balance.
Que bien que algo haya servido para tu salud mental.
ResponderBorrarBesos.
A mi también me tocaron los viernes. No está mal ir pero tampoco estaba tan mal el no ir jaja. Saludos.
ResponderBorrarNo me imagino volver a la rutina, me queda home office para rato, pero lo que mas extraño es tener mi espacio a solas conmigo. Que lindo volver a leerte :)
ResponderBorrarQue flash volver a la oficina después de tanto tiempo. Yo con la licencia de maternidad y posterior excedencia no volveré a trabajar hasta julio.. va a ser muy loco retomar!
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