Hoy regresé al trabajo luego de mis vacaciones, es decir que volví a la rutina y me encontré con algunas novedades en la oficina. La primera fue la decoración que me hizo una compañera de regalo por mi cumpleaños para mi box - ¡una ternura total el gesto! - y la segunda es que una de mis supervisoras del sector, se va.
Quizá, el segundo caso, es el que más me trae curiosidad. Y en el que espero, todo se vaya ordenando para que no afecte mi trabajo ni el ambiente en general con todos mis compañeros. Pese a todo lo que me hizo pasar en un comienzo, y de su forma de ser laboralmente, la realidad es que le deseo lo mejor. No le guardo rencor. Lo he tomado como parte del aprendizaje y considero que me ha llevado a ser más tolerante. Si algo tengo que decir respecto a su partida es que a todos nos tocará el momento de emprender para otros destinos, por lo que hay que anhelar que sea con paz, buena energía y esperanza para la persona que se va. Yo, independientemente de lo que ella piense de mí, o de mi trabajo, le deseo eso.
Y, en general, ojalá nos llegue lo mejor en el momento justo a todos. Porque todos tenemos nuestras búsquedas personales. Pero, ojalá también, el regreso con sus cambios, sea en un marco de tranquilidad...
Fue todo un gesto el de tu compañera.
ResponderBorrarY lo segundo revela todo un aprendizaje. No siempre es fácil evitar el rencor.
Espero que el trabajo te trate bien.
Besos.
Hola, Demi:
BorrarSí, fue un muy lindo gesto. La decoración me la traje a mi casa, al final ,para guardármela de recuerdo y que no me la toqueteen.
Sobre lo segundo, la verdad es que pienso en esos momentos y si bien fueron injustos me hicieron sacar fortaleza extra. Y también me hicieron separar perfectamente los vínculos íntimos y los laborales.
Ojalá que me trate hermoso, sí. Costó volver después de las vacaciones...
Besos !!