Hace unos días Galeno, en recuperación de su vida cotidiana, salió a caminar por un conocido parque de su provincia con su hija. Me contó qué tal la pasó, qué anduvieron haciendo toda esa jornada juntos y nos acordamos de algo muy gracioso que nos ocurrió la vez que estuvimos juntos nosotros dos por sus lados.
Cabe decir que la única cosa que le pedí a Galeno sobre mi estadía residió en que fuéramos a comer un choripán pues en sus pagos los hacen de maravillas. Así fue que, en uno de los días del último viaje hasta el momento, estacionó su auto en cierto lado del parque y empezamos a recorrerlo a pie, hasta llegar al puestito de ese espectacular choripan al paso. El mejor que he comido, por lejos, en veinticinco años.
Pero lo más gracioso fue que, cuando ya llevábamos un rato sentados en el pasto, charlando, mientras observaba el paisaje de fondo y disfrutaba de ése momento de tanta alegría, Galeno observó:
- Mirá, allá hay una iguana - dijo, señalandola - Qué linda, ¿la ves?
Mi cara se transformó. Estaba a medio camino de nosotros y yo ya necesitaba saber cómo salir corriendo de allí, por el asco que me dan los bichos.
- ¿Dónde? - le dije, y lo miré.
- Allá, va caminando... ¿la viste? - me preguntó, todo feliz, él, con las especies silvestres, los bichos, los animales, los insectos...
Cuando la ví, con esa forma cuasi escalonada que tienen de caminar, estos bichos, me dió un acceso de asco importante. Y empecé:
- ¡Aaaaaay, síiii, mirá! ¡Ay, quéeee assscoooo! - le dije, según me diría Galeno, con una tonada de Buenos Aires que estaba para morirse - ¡Nunca había visto una, qué assssssco que son, por Dios!
- ¿Qué tiene de fea? - me dijo, riéndose.
- Es un asco, brrrr ¿no te parece un asco? - exclamé - ¡Encima, mirá, mirá cómo va! - le dije, en referencia a como se iba moviendo, por suerte, cada vez más lejos de nosotros y le hice una breve mímica con el cuerpo.
Galeno se empezó a reír a carcajadas. Tentado como pocas veces lo he visto, dijo:
- ¿Y cómo va a ir, si es una iguana? - reflexionó, siempre tan perspicaz él.
Largué una carcajada tal que terminé llorando de risa. Reconozco que fue muy "de hueca" ese comentario, pero no pude evitarlo. Me dan asco los insectos, los animales por lo general también, y soy muy impresionable con casi todos ellos. Si por mi fuera, sólo existirían los perros, los gatos y los caballos, porque con el resto, no tengo ni contacto ni interés por establecerlo.
- ¡Ay me muero! - le dije, una vez que me recuperé - Ya está, chicos, éste momento quedó en la historia.
Galeno, todavía riéndose, admitió:
- ¡Seeeeh , ésto acaba de pasar a la historia, en este preciso momento! -
- ¡Ay me muero! - le dije, una vez que me recuperé - Ya está, chicos, éste momento quedó en la historia.
Galeno, todavía riéndose, admitió:
- ¡Seeeeh , ésto acaba de pasar a la historia, en este preciso momento! -
El parque de su provincia tiene éste tipo de atracciones, y fue parte de mi bienvenida a ese lugar tan bello de nuestro país. Durante ese mismo día, incluso, nos mirábamos y nos tentábamos de sólo saber lo que había pasado.
Al día de hoy, aún mismo haya pasado mucho tiempo, me sigo acordando de la iguana asquerosa de ese parque tan lindo, lo cual constituye un símbolo en nuestra historia, y me sigo riendo sola. Galeno la recuerda como el día donde hice los honores a toda mi identidad de chica de ciudad que le tiene asco a todos los bichos habidos y por haber y no los quiere a cinco metros a la redonda.
Por suerte, él me acepta así, bonaerense y todo, con mi asco innominable a los "bichos raros". Y yo me sigo muriendo de ternura con su tonada, y su afán de meterse en el medio de las zonas más silvestres, como si nada. No en vano, cuando me cuenta de su contacto con especies animales, le digo " miralo a mi Quiroga, miralo...", en una especie de broma por todo eso que nos distancia y todo eso que nos une, aunque sea inesperado.
Por suerte, él me acepta así, bonaerense y todo, con mi asco innominable a los "bichos raros". Y yo me sigo muriendo de ternura con su tonada, y su afán de meterse en el medio de las zonas más silvestres, como si nada. No en vano, cuando me cuenta de su contacto con especies animales, le digo " miralo a mi Quiroga, miralo...", en una especie de broma por todo eso que nos distancia y todo eso que nos une, aunque sea inesperado.
A mi las iguanas me producen simpatía.. no tendría nunca una de mascota, pero verlas así en su habitat me gusta..
ResponderBorrarbeso
Entiendo la conexión con perros y gatos, que incluso pueden llevarse bien entre si. Que algunos tengan una conexión con los caballos. Pero también hay animales que no molestan como mulitas, quirquinchos, peludos, etc.
ResponderBorrarCasi que visualicé la escena.
No tengo la menor idea sobre mi acento, supongo que debe de ser algo raro.
Besos.