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viernes, 2 de octubre de 2015

Los Enemigos - Nada (1999)


Los Enemigos editaron en 1999 el que fue su último trabajo de estudio antes de su separación, titulado "Nada". Ahora han vuelto con disco nuevo en 2014, pero en aquel momento este álbum significó el fin de una etapa, que concluyó con la edición de dos directos de aquella enorme gira de despedida. Pero este trabajo tiene un poso, una madurez y refleja un momento excelente del grupo y siempre he pensado que si una banda decide retirarse debe hacerlo en el momento más álgido (Radio Futura es un ejemplo claro de ello) y a fe que Josele y sus secuaces lo hicieron por todo lo alto.
Se puede debatir horas, días, semanas o incluso meses sobre si este es su mejor disco, pero nunca llegaríamos a un acuerdo, simple y llanamente porque ni yo mismo soy capaz de decidirme, ya que mi devoción por La vida mata (ya diseccionado aquí) o La cuenta atrás o incluso Gas, es tan grande, que me impide tomar una decisión, pero sí digo en voz alta que Nada es un pedazo de álbum, y que en muchos momentos de mi vida pienso que es el mejor y más completo disco de Los Enemigos. Las composiciones son excelentes, la producción cuidada y encima la evolución de su estilo me parece una pasada, llegando a puntos donde muchos no pensábamos que podían llegar en esa época. En este trabajo hay rock, mucho y buen rock, hay medios tiempos, coplas, temas acústicos y baladones todo con un nivel que no baja del sobresaliente. Como corolario a la introducción, ese mismo año el grupo editó la banda sonora de "Se buscan Fulmontis" dirigida por Alex Calvo-Sotelo y tiene su influencia en el tema instrumental.


Comienza el disco a todo trapo con Me sobra carnaval y ese riff de guitarra incendiario que marca de manera perfecta lo que es un tema rock al estilo enemigo, mientras la maquinaria se pone a funcionar y Josele suelta la letra, en la que deja claro que no le gusta bailar ni en carnavales. Todo a cien es una enorme canción pop, donde la letra nos habla de un tipo que va sobrado y lo da todo, perfectamente ejecutada, con el solo de guitarra en su justo momento además de ese tono alegre y con chispa. Y llega una joya enemiga, en esa evolución de la que hablaba, Ná de Ná un baladón con toques latinos de proporciones gigantescas y una cuidadísima producción, una letra maravillosa que habla de una relación de tira y afloja, y ese mesurado tono de Josele a la voz que queda de lujo... me encanta ese verso que dice "que yo no soy así, qué como voy a ser lo que tu inventes, no intentes cambiarme así..." Sangre, sudor y chicles de fresa vuelve al rock enemigo típico, en este caso con cambios de ritmo donde destaca la sección rítmica de Fino al bajo y Chema "Animal" Pérez a la batería y como no, las guitarras son furiosas y cuya letra tiene a diversos vicios como medios para conseguir objetivos, aunque en realidad es un himno de derrota... "acuérdate de mi cuando ya no te duela". T.T.L. (Tibis Terra Livis) es un potente rock de la vieja escuela y el tema instrumental del disco, una buena transición para lo que queda. Y finaliza la primera cara la copla gloriosa de An-Tonio, un tema eminentemente acústico de una dulzura y una empatía difíciles de explicar, de hecho recuerdo escucharla la primera vez en su día y flipar en colores de la grandeza que atesoraba este temazo sideral, que luego en directo era coreada a más no poder.
La segunda parte del disco comenzaba con No se lo cuentes, un rock urgente, preciso y en el que la banda demuestra su amplitud de registros, y donde los coros de voces que acompañan a Josele son un portento, además de un estribillo adictivo "Cuando yo no esté, acuérdate de estar donde yo no esté" reforzado por la voz en off, un tema de despedida, lleno de rabia y decisiones valientes. ¡Con Dios! es un medio tiempo donde Josele apuesta por las terminaciones de los versos en "ao" que tan castizo es, y engarza con el lado más cristiano del grupo. Claro que arde es un blues a medio tiempo, con una gran letra, dentro de esa amplitud de caminos explorados por el grupo en el disco. Héroe o basura es un tema semiacústico, alegre y dicharachero y una letra de lo más graciosa. Razas de Caín vuelve al rock puro y duro de una virulencia que sólo un grupazo como este puede hacer, donde las guitarras mandan y Chema está brutal a las baquetas, menudo legado de tema con esos coros de Fino bestiales. Animal cierra el disco de manera melancólica y triste, pero no por ello menos bueno, con otra gran declaración de intenciones "yo de mayor quiero ser animal" con esa voz dolorosa.


En definitiva una obra cumbre de uno de los mejores grupos de rock de este país, con una exquisita evolución en muchos aspectos y detalles que aumentan su leyenda y su, para mi, legendaria carrera musical.

Os dejo con el vídeo de An-Tonio.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Travis - The Man Who (1999)


En 1999, la banda escocesa Travis edita su segundo trabajo, The man who, un disco que les elevaría a la categoría de banda de referencia no sólo en UK (fue número 1 allí), sino también en todo el mundo. Su primer disco tuvo gran acogida, aquel Good feeling, con tintes más rockeros. Aquí se juntaron por primera vez con Nigel Godrich como productor, el grupo se atempera y basa todo en grandes melodías, canciones muy sensibles y con letras melancólicas. Se trata de un trabajo muy especial, y lleno de singles maravillosos que a día de hoy siguen sonando adictivos siempre. Las canciones alcanzan una belleza increíble combinando guitarras eléctricas con toques más acústicos y un lado pop, en los temas a medio tiempo, de mucha clase.
En su día, este cambio no fue muy bien entendido, y la crítica se cebó con ellos, para luego tener que comerse con patatas todo lo dicho, ya que el disco tuvo un éxito brutal.
La formación era (y sigue siendo a día de hoy) Francis Healy a la voz principal y guitarra rítmica, Andy Dunlop a la guitarra solista, Douglas Payne al bajo y segundas voces y Neil Primrose a la batería.
El Britpop había casi desaparecido y estos chicos que empezaron su carrera justo después daban un giro y abrían nuevas vías y caminos, basados en enormes canciones. En concreto este disco me viene siempre a la cabeza como final del verano y comienzo del otoño.


El disco empieza con Writing to reach you con ese riff contínuo de guitarra al que siguen la sección rítmica y la voz de Fran que resulta melosa, agradable y muy melódica, una deliciosa pieza con estribillo fantástico, destacando el sólo de guitarra a mitad del tema. The fear comienza con la batería lenta y esos teclados de fondo siendo una balada impresionante de melodía apabullante y preciosa letra, y nos da bastantes pautas de por donde circula el álbum. As you are es una joya en si misma con ese toque de rock melódico, otro baladón (aquí con efectos en la producción que recuerdan a los Radiohead del OK Computer) y esa increíble voz de Mr. Healy que simplemente te eleva y fraseos de alto copete como esa primera estrofa "Everyday I wake up alone because I'm not like all the other boys" además del sólo de guitarra lleno de melancolía y grandeza, a parte del cambio rockero brutal con el increscendo final. Y llega Driftwood, qué puedo decir, gloria bendita, pieza más alegre de concepto, pero que desde el inicio es un tema pop precioso, con el bajo muy destacado y movido, el reverb de las guitarras que suenan de lujo, con un estribillo adictivo, el coro pegajoso, y en definitiva una canción que enamora. Tha last laugh of the laughter es delicadísima, con esos pianos y teclados bonitos, se va creando junto a la voz una gran atmósfera, canción con gran crescendo hasta su explosión, sin olvidar que es un tema lento, balada pop.
La segunda cara del vinilo empezaba con Turn, y aquí ya la persona que no haya caído rendida lo hará, qué obra maestra en si misma de canción, una joyaca de principio a fin, un himno, con frases para gritar a todo pulmón como "I want to live in a world where I belong" con ese estribillo adictivo 100% o 200%. Pero esperen, hay más, esto sigue con Why does it always rain on me?, el tema que salvó al disco del olvido, con ese toque folk, arreglos de cuerda y violines preciosos con esencia pop, y esa letra que te llega como a todo hijo de vecino... y esa voz por favor... ¡¡¡pero qué manera de cantar!!! Luv es melancólica, con esa armónica deliciosa y la guitarra acústica, y quizás es de las que menos engancha del álbum al hacerse algo tediosa, no acaba de despegar, sin cambios de ritmo. She's so strange con un aire muy McCartniano donde describe a una curiosa mujer, con grandes coros, muy agradable melodía y ritmo cadencioso. Acaba el trabajo con Slide show, de nuevo una balada, que empieza como si fuéramos en un coche al entrar y al salir y con percusiones curiosas y bonita melodía. El tema incluye un hidden track, "Blue Flashing Light" muy guitarrera y que nos recuerda más al primer disco y no al tono general de este álbum, pero que es una extraordinaria canción.



Travis con este disco se doctoraron claramente y mostraron el camino a otros grupos que luego a partir de su influencia. tuvieron éxito, aunque he de decir que a este grupo no se le ha dado el reconocimiento debido, creo. Para mi este es su disco con mayúsculas, aunque curiosamente el éxito abrasador vino con su siguiente trabajo The invisible band, otro enorme disco, pero esa es otra historia... que contaré en su momento.

Os dejo con el vídeo del tema Turn.

jueves, 5 de febrero de 2015

Muse - Showbiz (1999)


Ahora me detengo en el primer disco de una banda a la que tengo un cariño especial, Muse, que quizás a día de hoy ha decaído algo por lo que hacen actualmente, más pop, que dista mucho de lo que hicieron en sus comienzos, aunque claro, lo de sus inicios fue glorioso y lo tengo en un pedestal. Una banda que descubriera en el FIB 2002 y a la que he visto no menos de 6 veces en vivo.
El grupo se gesta en Teignmouth, en el condado de Devon, al suroeste de Inglaterra, una población de menos de quince mil habitantes, donde tres amigos hacen sus primeros pinitos en la música en diferentes grupos, por un lado Matthew Bellamy, guitarrista, pianista e hijo de George Bellamy que fuera miembro de The Tornados (no confundir con The Tornadoes, los americanos), la primera banda británica en llegar al número 1 en EEUU. Chris Wolstenholme, que a mitad de los 90 tocaba la batería y se recicló al bajo y Dominic Howard que captó a Matt para la banda, a la batería. Al principio batallas en el instituto, cambios de nombre (Gothic Plague o Rocket Baby Dolls) hasta que se deciden, por la inspiración de un profesor de arte, por Muse. Este es el germen de algo grande, muy grande.
En ese momento, el panorama musical de finales de los 90 tiene a Radiohead en el trono y mirando a todos a sus pies, después de haber parido una obra tan descomunal como Ok Computer, el britpop agoniza y muchas bandas británicas empiezan a cambiar el rumbo o a madurar, con el fin de siglo.
Es en 1999 cuando editan Showbiz, después de un par de Ep's prometedores, una ópera prima visceral, dura y radical por momentos, pero también desconocida. Aunque claro, las primeras comparativas iban directas con Radiohead, que las había (no sería justo el negarlo) pero no eran del todo acertadas, ya que lo de este trío iba por otro lado, además de que hay un toque claro punk en la esencia del grupo, que a día de hoy casi ni se nota. Ya desde la portada, nos recibe una chica extraterrestre, porque los temas espaciales serán básicos en las letras del grupo, su rock es espacial y alterna fuerza y sensibilidad, un muy sano equilibrio.




Abre el disco Sunburn con ese piano de Bellamy colorista, para que entre la voz y luego la base rítmica irrumpa de manera brutal, señas de identidad del grupo ya desde el inicio. La melodía que elabora el piano envuelve y nos lleva en el increscendo a un estribillo desgarrado que explota en un riff bestial, ¡¡¡menuda carta de presentación!!! El álbum sigue a ritmo frenético con Muscle Museum, con ese bajo tan característico que luego se ha trasladado a más temas míticos, posee unos cambios de ritmo brutales, un soniquete casi de ejército soviético y demuestra una vez más la fuerza de la banda en este momento, con la guitarra rabiosa a más no poder y la voz en estado de éxtasis. Fillip comienza con una distorsión que avisa de la llegada de la guitarra y la sección rítmica, la voz contiene y deja paso al desparrame instrumental, un torrente de rock. Falling down es un tema pausado, íntimo, y que habla del pueblo natal del grupo, curiosamente compuesto antes de ponerle música. Cave es otro tema crudo, duro y de bastante energía y dónde la banda sigue buscando su estilo, con cosas por pulir. Llega Showbiz, la canción que da título al disco, una joya, que comienza desde abajo con una percusión creadora de una atmósfera angustiosa y sugerente a la que se une la voz de Matt. De forma lenta pero segura la guitarra ya se ha apoderado del tema, te coge y te envuelve, la batería se une y llegamos al éxtasis, además todo estalla con un estribillo tremendo y nos arrastra al final del tema entre aullidos y alaridos de Bellamy y su guitarra en bucles.
Unintended nos devuelve la pausa, la calma y la tranquilidad, una delicada pieza folk, casi campestre, con la guitarra y la voz aterciopelada de Matt como protagonistas. Uno da paso al lado más punk del trío, al que hacía antes referencia, con la guitarra desatada, buenas subidas y bajadas. Sober, con una guitarra desde el comienzo marcando el ritmo con la sección rítmica, para luego llegar al marcado estribillo y la voz delirante de Matt. Escape nos devuelve al remanso de paz después de la tormenta, melodioso tema y delicada interpretación en su comienzo que se va enfureciendo de manera gradual, para luego volver a bajar en el tramo final. Overdure con su visceral comienzo nos recibe, y entre bajadas y subidas deja que la guitarra corra a su gusto haciendo Matt diabluras con ella. Hate this and I'll love you con el sonido de grillos al inicio, sirve de intro para la delicada canción, que no será tan épica como los finales de los siguientes álbumes.


En resumen un primer trabajo de Muse, donde la banda descubría su sonido a partir de ideas excelentes que bullían en la cabeza hiperactiva de Mr. Bellamy, con sus cosas mejorables que irían puliendo paso a paso, pero dejando claro en Showbiz que la materia prima es excelente y que ya incluye pequeñas perlas, que aún a día de hoy me siguen fascinando, pero también es un trabajo complejo y lleno de oquedades y recovecos, inspiración gloriosa por partes y algunas sombras. Sin ser un trabajo perfecto, deja claro que era el germen de algo muy importante.


Os dejo con el vídeo de Muscle Museum.


miércoles, 11 de junio de 2014

15 años del Californication de Red Hot Chili Peppers.


El 8 de junio de 1999 se editaba en todo el mundo Californication, el séptimo álbum de la banda californiana Red Hot Chili Peppers, el disco de la vuelta el redil de John Frusciante después de haber dicho que se iba del grupo porque estaba "harto de follar y de drogarse", además de la convulsa relación que mantenía con el cantante Anthony Kiedis. El productor es Rick Rubin, todo un acierto desde mi punto de vista, pero ante todo en este disco se recupera, no sólo a los mejor Red Hot, sino también al grupo en si, con los actores que deben estar (de hecho ahora otra vez sin Frusciante es una banda muy coja). Evidentemente Frusciante aporta mucha calidad a la composición, pero además su manera de tocar la guitarra es que le viene de lujo a la banda.
En cuanto a la temática del disco, incorporó varias insinuaciones sexuales asociadas a la banda, introduciendo temas como lujuria, muerte, suicidio y las drogas (tan habituales).


Musicalmente es un álbum delicioso que abre con All around the world, puro funky-rock como sólo ellos saben facturar. Parallel Universe es una joya en si misma, desde la entrada del bajo de Flea hasta los sólos de guitarra de John, con la voz de Kiedis de lujo y Chad Smith bordando las baquetas. Scar tissue fue curiosamente el primer single del disco, un tema diría que casi surfero, donde da gusto escuchar las voces (extraordinario Frusciante a los coros y segundas voces) y disfrutar de un tema ideal para el verano. Otherside es un single rotundo, irrebatible, sideral, puede ponérsele cualquier adjetivo grandioso o glorioso, una melodía apabullante, cambios de ritmo geniales y en resumidas cuentas canción para la historia. En Get on top vuelven los Red Hot más canallas y funkys, que nos recuerdan 8 años atrás. Californication, tema que da título al disco es una balada preciosa, que les queda de lujo como un tema contemporáneo, de puro pop-rock. Easily es para mi la joya escondida del disco, si es que andaba escondida... je, je., en ella la voz de Kiedis es abrumadora, y la sección rítmica trabajo a destajo para rematar con el sólo de John, descomunal tema. Porcelain es quizás el tema más lento del disco, una gozada vocal de Kiedis, gran contrapunto. Emmit Remmus es un tema de dominio de Flea al bajo junto con Frusciante desatando el gemido de la guitarra, abrasador tema. I like dirt vuelve a ese funky tan suyo, en una divertida tonada de la factoría Chili Peppers. This velvet glove es una gozada de tema, con preciosa melodía y la guitarra de Frusciante como hilo conductor, además de esos coros celestiales y ese cambio de ritmo sideral. Savior es un rock que suena añejo, pero con el lado surfero y californiano de los Peppers. Purple stain es otro tema en clave funky, que desarrolla una gran capacidad de Kiedis a la voz principal, a lo que se une toda la banda en un estado zen. Right on time es el tema más acelerado y a la vez el más Beach Boys en las voces, fantástica canción con cambios de ritmo de escándalo. Road trippin' cierra el disco, un temazo acústico, una gozada vocal que es una de las mejores maneras de acabar una obra maestra.




En definitiva un álbum veraniego a tope y que invita a surfear y visitar playas.


Os dejo con dos temas del disco.

Primero Right on time interpretada en vivo en Woodstock en el año 1999 con unas pintas gloriosas...




Y luego ese Road Trippin' que cierra el disco.


domingo, 20 de abril de 2014

15 años de Honestidad Brutal de Andrés Calamaro.


Hace 15 años de la edición de este gran disco, quizás el más completo y de más alta calidad, bajo mi punto de vista, del músico argentino. Grabado entre New York, Miami, Madrid y Buenos Aires, entre los viajes de la gira de su anterior disco "Alta Suciedad". El álbum gira en torno a el tremendo dolor que había sufrido el artista, en su ruptura sentimental con la que entonces era su pareja, lo que provoca un enorme torrente de ideas y composiciones de una clase bestial. Pero es que además, este disco está repleto de frases que me han marcado por mucho tiempo. Me gustan los temas dolorosos como "El día de la mujer mundial", "Las Heridas" o "Más duele", los de derrotismo como "No son horas", o la cumbia vuelta balada "Mi propia trampa", el canto al amor inútil de "Paloma", "Negrita" o "Te quiero igual" o himnos eternos como "Socio de la soledad" o "Cuando te conocí"... 


Compuso 100 temas en un derroche, que la compañía (DRO) le obligó a recortar y se quedaron en 37, luego en "El Salmón" se tomaría cumplida venganza. Referencias a Dylan, Sabina, Loquillo, Stones o Randy Newman... todo junto. Todo cabe en este gran disco, hay rock, pop, reggae, tango, jam-session...
Recordemos ese tema titulado Te quiero igual.


viernes, 18 de abril de 2014

David Bowie - ...Hours (1999)



Después de meterse a fondo con el techno y la cibernética y publicar un discazo como Earthling, donde demostró lo camaleón que es, El Duque Blanco, David Bowie, se saca de la manga justo a final del siglo XX una obra maestra, basada en dos pilares fundamentales, bajo mi punto de vista, y es que por una parte recupera al Bowie más acústico, sacando otra vez la guitarra de 12 cuerdas, como en la época de Hunky Dory o Ziggy Stardust, y por otro a ese músico que sigue buscando cosas hasta en si mismo, como hizo por ejemplo en Scary Monsters. Eso en parte también lo reflejan la portada, la contraportada y el libreto interior del álbum, dónde Bowie sujeta a un David diferente de pelo corto, dos Bowies se meten en una especie de lavadora o tres Davids miran de forma diferente a una serpiente (el diseño de la portada es de Rex Ray). Este disco iniciaría además un tríptico con Heathen y Reality, bajo mi punto de vista de mucha grandeza, recuperando a un Bowie fantástico, tanto en la composición como en la voz y con una banda extraordinaria. Aquí sigue con Reeves Gabrels (amigos desde Tin Machine), un guitarrista virtuoso, creativo (casi todos los temas los componen a pachas), que junto con el genio, dan forma a una atmósfera de lo más atractiva, que tiene como principal virtud mantener la tensión desde el principio hasta el final. Completan la formación Mark Plati a las guitarras y también el bajo de Gail Ann Dorsey, además de Sterling Campbell y Mike Levesque que se turnan en las baterías.
Pero este disco tiene una cosa muy importante, y es canciones, cancionacas diría yo.





Hablemos de las canciones pues, primero de Thurday's child, un tema que alcanzó el status de single, una delicia de canción desde su comienzo, dónde se muestra la melodía, una canción intimista y reflexiva (un leit-motiv en el disco) hasta que entra la voz de Bowie, y ¡qué voz!, que luego es acompañado de unos coros femeninos en el estribillo, una perfecta canción pop. Something in the air, que fue el primer single, seduce ya sólo con su forma de cantar, canción eléctrica en la que Gabrels se luce en la guitarra, con esos ruiditos de programación que se unen e irrumpen en el cambio de ritmo bestial. Survive es una joya descomunal, tema acústico totalmente, adornado de manera perfecta con la guitarra eléctrica y una producción tremenda, de esas canciones que nos recuerda al David setentero, y con esa letra que habla de su pasado al que sobrevivió. If I dreaming my life entra con esa guitarra y la voz del Duque mandando, para luego encarrilar el cambio de ritmo con batería, bajo y guitarra, de esas canciones que se te quedan en la cabeza por tiempo y tiempo, con esos cambios de ritmo, paradas y aceleraciones. Seven es un caso parecido a Survive, otro temazo acústico embellecido al máximo con teclados, y cantado de lujo por el señor David Robert Jones, una melodía inolvidable y cuya letra es una locura "Seven days to live my life or Seven ways to die". What's really happening? es casi una odisea en si mismo, delicioso caos armonioso el que se forma y en el que Bowie está en su salsa y se pregunta que está pasando realmente a la vez que la melodía se desarrolla.  The pretty things are going to hell quizás sea la canción más rockera del álbum, sin duda, y la que me recuerda más a la época de Tin Machine y con ese aire a Pixies claro, donde Gabrels vuelve a ser gran protagonista. New angels of promise con esa intro estilo japonés nos mete de lleno es una canción más intimista con la voz  de David modulada en varios momentos, quizás el tema más oscuro. Brilliant adventure es una canción instrumental de aires asiáticos que nos anuncia casi el final del álbum, que viene con The dreamers, con esa sensación de banda sonora en su comienzo, para luego entrar la voz de Bowie y desarrollar una melodía que va en increscendo sin parar, para acabar el disco de forma especialmente acertada.


Este disco ha de ser visto como un bloque, y no se deberían destacar unas canciones por encima de otras, no llega a ser conceptual, pero en muchos momentos su temática en la mayoría de los temas es la misma, por lo que puede llevar a esa idea. Aquí nos encontramos a un Bowie dócil, accesible y preciosista, que juega con las melodías y las armonías, además de cantar de manera soberbia.
Aún recuerdo aquel especial de año nuevo, en el que Paco Pérez Brian entrevistaba a David y éste interpretaba luego en TVE temas de este disco (que un servidor se sabía de cabo a rabo), y yo con mi resaca antológica de nochevieja... cantando... como pasan los años.
Este post fue redactado por mi para Exile SH Magazine y ahora lo pongo en mi espacio.

Os dejo con el pedazo de vídeo de Thurday's child.

jueves, 4 de agosto de 2011

Ep's (VII) Lenny Kravitz - American Woman (1999)



Lenny Kravitz, el músico americano de Nueva York, multiinstrumentista, y que empezase su carrera a finales de los 80, realizó en 1999 una versión del clásico de los The Guess Who, American Woman, impregnándolo de su estilo. Este enorme tema es revitalizado por Lenny de una manera tremenda, para ponerlo al día como se merece.


 Tabletas de chocolate para las féminas.


Lenny haciendo versiones es un músico excelente, porque como compositor ha demostrado ser un genio, pero sabe aportar su propio estilo a los temas que elije. En este sentido, dentro de este EP, se encuentra la versión de Fields of joy en directo en el Brixton Academy en diciembre de 1998, aquel tema del Mama said, compuesto por Michael Kamen que abría aquel gran disco de 1991, dónde la parte del punteo de guitarra me parece excepcional y es un clásico en sus directos.


  Ese anillo en el pezón, un clásico.



Los otros dos temas que componen el EP son el tema en directo del "5", Straight cold player, tocada en el Brixton Academy también, y un remix de Thinking of you, aquel tema, también del "5" que dedicó a su madre.


  Cuando el genio piensa...



Parece que en breve tendremos su nueva entrega, titulada Black and White America, del que espero grandes temas, en ese sentido nunca decepciona.


Os dejo con la interpretación en directo de American Woman de Lenny con Prince, un lujo.


martes, 12 de julio de 2011

Ep's (V) Rinôçérôse - Le Mobilier (1999)



Rinôçérôse es una banda francesa formada y concebida por Jean-Philippe Freu (guitarra) y Patrice "Patou" Carrié (bajo), que mezcla una cantidad de estilos en su música que van desde el house, al dance, la música electrónica al groovy y aderezado todo ello con guitarras de rock. Ambos componen sus temas en inglés, francés y alemán.




Ambos miembros son doctores en psicología, y se declaran como "Psicólogos de día y músicos de noche", y fué precisamente por la noche cuando yo los descubrí por primera vez al verlos en el FIB 2002 (allá por las 4 de la mañana), donde me dejaron con la boca abierta, sobre todo ella que hizo un streptease integral.




En este EP que os presento, previo a su segundo largo Installation Sonore, comienzan con un tema como Whawhaou, donde sonidos electrónicos y bases programadas de todo tipo se mezclan con las guitarras y ese ambiente house que impregan todo el tema, perfecto para bailar. El siguiente tema Cynetic Musical Structure es más experimental con sonidos de programación y electrónicos que dominan. Le Mobilier es el tema que da título al EP y probablemente el primer Hit de la banda, dónde definen claramente su estilo definido al principio, esa mezcla de música dance, electrónica, house y guitarras rock, un rompepistas en toda regla. El tema que cierra esta joya es Le Guitaristic House Organisation una pieza que mezcla el rock con la música house de ambiente etéreo, y sonidos de wau wau maravillosos.




Os dejo con el vídeo de Le Mobilier y espero que os guste.