Hacía un buen puñado de meses que no asistía a ningún bolo. Si no recuerdo mal, el último fue J.D. McPherson que me dejó muy mal sabor de boca, no por lo ofrecido por el artista, pero sí por las condiciones inhumanas que tuvimos que soportar. Eso y otros factores han hecho que no estuviera muy animado a la hora de ver conciertos estos últimos tiempos. Me imagino que es también cuestión de rachas y que no todo en esta vida tiene que estar enfocado en ver shows que muchas veces te dejan frío. La larga travesía del desierto puso fin este fin de semana con Dirty York en un entorno mucho más favorable como es la sala Acapulco del Casino de Gijón.
La noche no se presentaba muy halagüeña para servidor. El día no había transcurrido por muy buenos derroteros. Mi querido Sporting certificaba prácticamente su descenso a segunda división y un problema técnico, que no viene a cuenta contar aquí, no hizo más que encabronarme más la tarde del sábado. El concierto que se avecinaba por la noche era pues una necesidad imperiosa para olvidarme un poco de los males acontecidos durante la jornada.
Además, las ganas de ver este combo australiano eran enormes después de verles un rato durante el pasado Azkena Festival. Sólo pude disfrutarlos durante unas cuatro canciones para no perder mi sitio en el escenario grande con la inminente actuación de Primus. Durante ese breve tiempo, me dejaron más que satisfecho y me supo mal tener que dejarles de al lado para presenciar a Les Claypool y los suyos. Eso es lo malo ahora del Azkena, el solapamiento de conciertos que te hace perder bolos muy interesantes.
Pues bien, Dirty York tuvo su merecida oportunidad este sábado y me convencieron plenamente durante hora y tres cuartos con su classic-rock que bebe inevitablemente de bandas como Stones, Lynyrd Skynyrd y por supuesto los Crowes. Iniciaron a todo trapo con una enérgica “Tied up”, para subir la temperatura con esa fantástica “Born with a broken heart”, una de sus mejores canciones de su repertorio. Los temas de sus dos únicos álbumes se fueron sucediendo para dar paso a nuevas composiciones que harán parte de su próximo trabajo que se grabará al acabar esta gira y que, por lo oído, van hacia la misma dirección musical. En la recta final, llegó el momento álgido de la velada con la versión de Leon Russell “Stranger in a strange land”, que me volvió loco y ejecutaron muy eficientemente. Unos bises de regalo para rematar, dejando una sensación positiva con su directo, que gana muchos más enteros que su labor en estudio.
Al finalizar su actuación, estuvimos un rato charlando con el guitarrista Benny James y el cantante Shauwn Brown, demostrando en todo momento ser unos tipos muy majos. Ahí estuvimos hablando sobre Australia y la pésima escena rockera por la que atraviesa el país, Leon Russell y su “Stranger in a strange land”, que según el cantante nadie parece conocer cuando la interpretan en directo, Rose Tattoo & Angry Anderson, AC/DC y Bob Seger. Se nota que aman el rock y que están súper a gusto con esta gira europea. Volverán seguro y no tardando.
Os dejo un video de ayer noche, cortesía de
Paulamule, con "Grapefarm diamond from Mexico":