domingo, enero 06, 2013
JOHNNY RAMONE: "COMMANDO, THE AUTOBIOGRAPHY"
jueves, febrero 03, 2011
SOCIAL DISTORTION: "HARD TIMES AND NURSERY RHYMES" (2010)
Hay un antes y un después de 1996 en la historia de Social Distortion. En aquella época editaban el inolvidable White light, white heat, white trash, la culminación de una forma de ver el punk que no partía de 1977, sino del alma de Hank Williams. Años después, Mike Ness volvió con la banda y un nuevo disco, Sex, love & rock n´roll, que me supuso una fatal decepción -aunque la mayoría de gente no pareció opinar lo mismo-, un dico que copiaba esquemas, solo que ahora la música, el muro de guitarra, y esas letras de "fuí un cabrón de joven, me costó un montón pero ahora ya estoy redimido" ya no me tocaban. Ahora tengo en mis manos la bonita carpeta de este Hard times and nursery rimes, última obra de Ness y su banda. Decido reconciliarme con el de Orange County pero con reservas. El disco enseña músculo con la instrumental inicial, Road zombie, o con Machine gun blues (brutal, debería formar parte de una banda sonora alternativa de Broadwalk Empire), o la versión -de libro- de Hank Williams Alone and forsaken. Las letras, la poética, siguen siendo repeticiones de aquellos Bad luck o I was wrong del pasado, Ness no sabe escribir de nada más, pero me gusta el empaque un poco más rockero, stoniano, aunque en idioma Ness. Writing on the wall me parece blandengue y Gimme the sweet and lowdown funciona a ratos, aunque me hace pensar en Green Day, con un puente ligero a lo Ryan Adams que no puedo soportar. Hard times and nursery rhymes es una buena noticia, a la vez que confirma que ya nada volverá a ser como antes. Como tantas veces en la vida.
miércoles, febrero 24, 2010
THE PONYS
Sí, ya sé que hay lanzamientos interesantes ahora mismo, debería dejarme de chorradas e ir a por el nuevo y último American Recordings de Johnny Cash, saldar mi deuda con Them Crooked Vultures, el último de Kristofferson, el de Brian Setzer que se me escapó, el homenaje de Luther Dickinson a su padre (no hay manera de que lo encuentre, estoy por pedirlo a Amazon), o sacar los 17 euros que piden por el nuevo concierto editado de la Jerry García Band, no sé, tengo pendientes tantas cosas y sin embargo me paso por Revólver y no me inspiro. Será algo temporal supongo, suele pasar. Igualmente, el A million dead stars de The Brew tiene gasolina para rato, así que no debería quejarme. Mientras, recupero cosas interesantes, como un disco que me atizó allá por el 2004, el primero de la banda de Chicago The Ponys, titulado Laced with Romance. Qué gran banda, metes en un garaje a Television, a The Cure, añades guitarrazos obsesivos y cortantes, y un toque más de magia y originalidad, y tienes el sonido The Ponys. Temas como Sad eyes, o ese Fall Inn (¡con un genial comienzo con el Then he kissed me de Phil Spector!) son realmente imprescindibles, buen material de la pasada década que no debería quedar en el olvido. A ese sorprendente Laced with Romance le siguió el fantástico Celebration Castle en 2005, y en 2007 Turn the lights on, que no he tenido el placer de escuchar. Los años de gloria que han vivido bandas como Franz Ferdinad deberían haber sido compartidos por gente como The Ponys, que sin embargo jamás verán ni un lacasito del pastel. Gran banda.
jueves, febrero 11, 2010
MUJERES: "MUJERES" (2010)
A Mujeres, por su mismo nombre, les costará que la peña dé con ellos en Google, antes deberán pasar por "mujeres desesperadas online" o "mujeres rusas", pero seguro que les importa un carajo. Son de Barcelona, y muchos habréis empezado a leer el runrún de excitación en revistas y blogs. Practican un garaje que te lleva muy atrás, a los Sonics, a un sonido con el que conectas enseguida. La guitarra solista la clava en todo momento, las voces rajan las letras con desparpajo, alternándose y bailando juntas y separadas, como en el segundo tema, Frantic. Hay electricidad y el disco no para durante los 27 o 28 minutos que dura. En Right on levantan el pie y celebran a los Merry Pranksters de Ken Kesey, y yo que soy deadhead en posgrado, les respondo con mi sonrisa, y luego citan a Ginsberg y brindan en su honor, la verdad es que tienen mucha gracia, hay que reconocerlo. Pero la chicha está en las explosiones controladas de Reyerta o en I walked the line, esta última que resume y eleva su estilo y se convierte en el single de éxito que nunca será.
jueves, enero 14, 2010
MUERE JAY REATARD
Me acabo de enterar de la reciente muerte de Jay Reatard. Todavía no se saben las causas, al parecer sucedió mientras dormía la noche del martes. Tan joven, 29 años, y con tantas cosas que decir. Su último disco Watch me fall es trepidante y es capaz de hacerte hervir la sangre en unos tiempos en los que todo invita a bajar la cabeza y verlas venir. El día de navidad también murió Vic Chesnutt. Es tan horrible que la gente muera antes de hora.
miércoles, diciembre 23, 2009
JAY REATARD: "WATCH ME FALL" (2009)
A la que te adaptas a su particular forma de cantar, el disco de Jay Reatard, Watch me fall, se abre paso como un toro en San Fermín. Los tres primeros temas, por ejemplo, son un portento. En cada uno, cohetes de dos minutos, garajeros y punzantes, Jay se inventa una melodía genial y todavía no ha terminado de cantarla que ya está con otra totalmente distinta. Si le sigues bien el ritmo, el disco es una bomba de melodía y electricidad. Man of steel, por citar uno, es traca pura, con un montón de variaciones, geniales ideas de usar y tirar e incluso una fase psicodélica recorrida a 200 km/h. Cito otro, el extraño Nothing now, que es como una resaca del Alice Cooper dadá de los primeros 80. Luego está el redondo Hang them all, otro tema con una docena de fases y locuras distintas, o la eufórica Before I was caught, loca e irresistible. Jay Reatard es como una termomix supersónica, lo mezcla todo y le sale rápido, veloz y brillante.
miércoles, octubre 07, 2009
Iggy Pop - entrevista 1980
Un Iggy absolutamente irrecuperable y con los dientes partidos, zopaz, es entrevistado por Tom Snyder en su show. Ahora saca discos de jazz, en 1980 no había nada que hacer con él.
viernes, julio 17, 2009
The Ramones "Pet Sematary"
Además de un clip divertido, este Pet Sematary, single que los Ramones compusieron en 1989 para la adaptación cinematográfica homónima de Stephen King, es una canción pop perfecta, si, "canción pop perfecta", eso que las ratas de biblioteca buscan una y otra vez desde los tiempos de Phil Spector y del God only knows de Brian Wilson; es ramoniana en tratamiento y melodía, pero tiene un toque dulce y un colchón de teclados que la hacen irresistible, es un sugus, una chocolatina, un donete, tres minutos de perfección, melodía preciosa en las estrofas (como solo Joey sabía cantar), y estribillo irreprochable, Johnny le mete algo más de complicación a sus acordes (es un decir...) y todo redunda en un tema comercial y redondo, de lo mejor que hayan compuesto los Ramones. La encontrareis en el disco Brain Drain, de 1989, otra pequeña obra ochentera maltratada por crítica y fans cuando, a pesar de que en la banda todos se odiaban (como siempre) y de que Dee Dee estaba ya con un pie fuera del grupo, otro metido en el ataúd por su drogodependencia, y las dos manos en la cazuela del rap de tercera (Dee Dee intentó pasar por rapero en sus devaneos en solitario, adoptando el nombre de Dee Dee King y haciendo básicamente el ridículo), a pesar de los pesares, es un grandísimo disco. Adictivo, poderoso y melódico, soluble instantáneamente, como los buenos discos de los Ramones.
lunes, julio 13, 2009
Alucinógeno Iggy
Todos podemos pasar a la historia en algún momento... por las razones menos recomendables. En este caso, en 1981, Iggy pasa a la historia de los tripis televisivos con este clip donde, desdentado, da rienda suelta a su gusto por los pendientes imposibles, su particular versión del método teatral Stanislavski (qué gestos...) y las coreografías de primera comunión. A alguna de las chicas que, pobres, pululan por el clip, se le escapa la risa, no es para menos. La función termina con una lluvia de (¿pelotas de ping pong? ¿bocabits? ¿cheetos?) emparentada en otra dimensión con la lluvia de ranas de la película Magnolia, mientras, Iggy saluda al estilo militar.
lunes, julio 06, 2009
THE GORIES + OBLIVIANS (SALA BE COOL, 5-VII-09)
(Mr. Mick Collins: God is in the house)
Me gustó también esa nieta de la velvetiana Moe Tucker, la batería Peg O´Neil, básica y solemne, sus tambores abroncan el sonido tosco y fiero de Collins y Dan Kroha. Realmente tremendos, y recomiendo para quién no lo haya escuchado, su segundo disco, I know you fine, but how you doin´? Aunque vistos y oídos ayer en la sala Be Cool, nada como tener a The Gories reunidos de nuevo sudando en tus narices. La gente vibró el domingo, con The Gories y con otros garajeros de principios de los 90, The Oblivians, que electrocutaron el escenario con su primitivismo y actitud compulsiva, punk-blues del subterráneo, canciones mínimas y ni rastro de un bajista. Humíldemente, una grandísima noche.
sábado, febrero 07, 2009
LUX
Me cogió totalmente a contrapié la noticia al leerla en Paulamule.
¿Cuántas veces no habremos soñado con quedarnos a dormir un fin de semana en la casa de Lux Interior y Poison Ivy, viendo pelis de Jack Arnold y escuchando singles de Elvis? Me encantan los Cramps, los adoro, y la actitud de Lux, su carisma es inmenso, una anomalía, un crack al que jamás pensaría que le llegaría la hora. Lo siento muchísimo. Pero está su música, como siempre. Su música.
sábado, enero 17, 2009
IGGY POP: "ZOMBIE BIRDHOUSE" (1982)
Es una anomalía en mi personalidad. Me encantan las etapas oscuras y menospreciadas de mis bandas y solistas favoritos. Amo la peor etapa sin maquillaje de Kiss, cuando no llenaban ni medio pabellón, adoro la era más petarda de los Scorpions y soy fanático del que muchos piensan que es el peor disco de Iggy Pop, Zombie Birdhouse. 1982, Iggy bebe y esnifa todo lo que puede y más, se siente perdido y se va a vivir a New York donde pasa desapercibido y tiene como tarea más costosa, buscarse una tienda de comidas chinas y llevarse la cena a casa; después de un disco comercial fallido para contentar a la casa de discos de turno, Party, Iggy está por los suelos y su reputación bajo tierra, pero en un momento de iluminación decide que lo suyo es grabar la música que siente, sea o no sea apta para las masas (como a Lou Reed, la industria musical había intentado transformar a un freak como Iggy en un producto rentable y radiable), así que graba Zombie Birdhouse apoyado por los Blondies Chris Stein al bajo y Clem Burke a la batería. El resultado no es uno de los mejores discos de rock n´roll de la historia, como nos quiere hacer creer el autor de la biografía de Iggy Gimme Danger, pero sí un disco de punk marciano: rabia, sonido de tintes ochenteros pero sin perder la garra, melodías extrañas y buenas, en algún caso muy buenas, canciones. Es un disco especial, Iggy grabaría buenas obras en los 80, como Instinct, pero discos especiales como este no llegarían hasta Brick by Brick y el maravilloso American Caesar, la culminación de la ambición compositiva del padrino de Ann Arbour. Recuperar este disco en una reedición de 2003 fue un bonito viaje que me gusta repetir de vez en cuando. Es una sensación placentera, onanista, escuchar y disfrutar de un disco del que ni su propio autor se acuerda.
miércoles, enero 07, 2009
MUERE RON ASHETON
domingo, noviembre 02, 2008
"DREAM OF LIFE" (2008, Steven Sebring)
El documental firmado por Steven Sebring, que ha seguido con su cámara a Patti Smith durante los últimos diez años, es libre como lo es ella. Libre y repleto de belleza, como la música y las palabras de la creadora de Horses. Dream of life contiene escenas de gran ternura, como cuando Patti visita a sus padres, entre recuerdos de la niñez y hamburguesas para comer; amistad, con Patti y, creo, Sam Sheperd ensayando en casa con las guitarras, exultantes de complicidad; y la fuerza arrebatadora de la amazona punk en el escenario, increible cuando agarra la guitarra eléctrica en pleno éxtasis sónico, cuando sonríe a las primeras filas, cuando arenga a la revolución, cuando levanta el puño, cuando canta. Las imágenes se suceden suávemente, y en Dream of life todo es un fluir que tiene sentido y concuerda, como debe hacerlo también la vida de esta mujer que, a los 60 años mira hacia atrás con una media sonrisa y encara el futuro con las cuentas hechas y las deudas pagadas.
Dream of life es un film sobre la persona, la obra y, también, el rostro de Patti Smith. Pocos habrán tenido la oportunidad de estudiar el extraño atractivo de Patti Smith, y ella se presta a ello, a que recorramos su prominente nariz, su pelo blanquecino, su mirada de niña, sabedora de -mal que le pese- condición de icono popular.
sábado, octubre 11, 2008
"ON THE ROAD WITH THE RAMONES" (Monte A. Melnick & Frank Meyer)
Cuando los Ramones dieron su último concierto en 1996 y luego fallecieron al poco tiempo Joey, Dee dee y Johnny, parece que la caja de los truenos se fue abriendo y rebeló que dentro de la máquina de punkear melodias pop a ritmo de one, two, three, four durante dos décadas, había una despensa llena de carne podrida. Los Ramones no se aguantaban entre ellos, Joey y Johnny no se hablaron durante años, Dee Dee vivió su existencia al límite y tenía trastorno bipolar, Joey era un enfermo con un trastorno obsesivo-compulsivo que condicionó toda su vida y le hacía capaz de pasar cincuenta veces por la misma puerta si creía que "debía hacerlo", drogas, mucho alcohol, desórdenes mentales de todo tipo, malas caras todo el día, expulsiones de baterías por alcoholicos... Todo este panorama pertenece a una de las muchas áreas de las que Monte A. Melnick (road manager que les hizo de padre durante toda su carrera) y Frank Meyer nos hacen partícpes mediante sus declaraciones y las de los propios Ramones y personajes de la crew, management, novias etc. Es un libro entretenidísimo, lo puedes abrir por cualquier página y siempre tendrás anécdotas inimaginables: como el bueno de Joey, que no se cambiaba de calcetines ni que lo mataran y apestaba todo él, o cuando en ruta, los Ramones meaban en botellas de plástico para no parar en las gasolineras y perder tiempo, mil y un detalles, mil y una historias. On the road with The Ramones está perfectamente organizado por temas, desde el capítulo dedicado a los asuntos del amor, donde se nos da buena cuenta de la vida amorosa que llevaban y del ya famoso conflicto entre Johnny y Joey por una chica que acabó casándose con el guitarrista, o el capítulo que dedican a las grabaciones en el estudio, con anécdotas de Phil Spector, pistola y litros de alcohol incluidos, y las surrealistas sesiones fotográficas para sus portadas, en las que Johnny daba solo una hora de tiempo al fotógrafo para completar su trabajo, si lo hacía, sería fotógrafo de los Ramones para toda la vida, si al cabo de una hora no había terminado, Johnny lo mandaba a la mierda y se iba a casa. Puro entretenimiento con un ligero sabor de amargura, la amargura de cuatro tipos de barrio, subproductos sociales New York que no supieron lidiar con sus diferencias y bajezas, pero que encontraron un sistema para enterrar la mierda debajo de la alfombra y continuar en la carretera. Ya lo he dicho, cuando todo terminó en el 96, todos pudimos mirar debajo de la alfombra, y lo que había no era lo que nos habían contado.
Leyendo On the road with The Ramones por cierto, y repasando su discografía en casa, con mi favorito Too tough to die a la cabeza seguido de Leave Home y End of the Century, me he sorprendido admirando en cierta medida la personalidad de un tipo como Johnny Ramone. Nadie respeta a Johnny hoy día, y él se encargó en vida, y sobretodo en sus últimos años, de dejar claro que era un aborrecible republicano radical y un dictador en su propia banda, siempre malcarado, siempre huyendo de la fiesta y reclamando seriedad y compromiso a los disolutos Joey y Dee Dee. Johnny no era divertido, no bebía ni se metía nada, y se tomaba la música como un curro en el que fichas y punto. La pasión de Johnny por su banda era similar a la que siente una cajera del Mercadona por un kilo de tomates: los pasas, los cobras y se acabó. Pero hay que mirar al personaje desde la perspectiva correcta para variar. Una consecuencia desagradable que tuvieron las emocionantes y sinceras reacciones a la muerte de Joey fue olvidar que si el propio Joey eran tan querido, si Joey y los Ramones habían llegado donde habían llegado, era gracias a que un borde de mierda como Johnny se ocupaba de mantener la seriedad y la profesionalidad. Poco sensible, no muy inteligente, pero Johnny era el que no se perdía ni un concierto por estar colocado, Johnny cumplía con los fans, aunque no le daba a nadie ni un gramo más de lo estipulado por contrato. Sin un tipo como él, que llevaba las riendas del grupo como un sargento, los Ramones no hubieran durado ni dos telediarios. Además, sus entrevistas siempre eran sinceras, le daba igual reconocer que salían en las últimas portadas de sus discos casi en penumbra o de espaldas para que no se les viera viejos, le daba igual decir que End of the Century fue una mierda, y que ellos nunca serían estrellas del pop, como sí creyó el iluso Joey durante toda su vida. Johnny necestaba siempre a un roadie a su lado para que le afinara la guitarra, pues él no tenía ni idea, pero es uno de los ¿diez? ¿quince? guitarristas más influyentes de la historia del rock, era consciente de su talento mediocre, de sus limitaciones, pero tiró para delante seguro de no querer perder esa oportunidad que la providencia y su propio tesón le habian dado. Todas las bandas tienen a un borde, ese que no se queda a la fiesta, pero ese es el tipo que se levantará sin resaca al día siguiente y sacará a los demás de la cama para no perderse el próximo concierto. Bordes, pienso ahora, como John Deacon de Queen y el propio Johnny, sin los que su respectivas bandas se habrían quemado antes de tiempo.
domingo, septiembre 14, 2008
Rose tattoo "1854", 24/11/2007
Rose Tattoo siguen actuando en locales de mierda, ínfimos, perdidos en algún lugar de Australia. Si para tu cumple quieres una banda de rock n´roll que salga disparada de dentro del pastel, ellos vendrán por cuatro duros. Les importa un carajo porque esta es su vida, el estatus es para los cobardes, Rose Tattoo se curran su estatus cada noche, donde sea.
ROSE TATTOO: "BLOOD BROTHERS" (2007)
Rose Tattoo todavía huelen a garaje grasiento donde te sueltan tacos u obscenidades, dependiendo de tu sexo, cuando llevas a revisar tu coche. Ahora mismo no recuerdo un disco del 2007 tan satisfactorio para el espíritu como este Blood Brothers de la banda australiana que siempre estuvo a la estela inalcanzable de AC/DC. La voz de Angry Anderson sigue sonando a su nombre, "enfadado", bueno el tipo todavía arde de rabia por algo, por el mundo, por alguna putada que le hicieron de niño en la escuela, quizás se burlaban de su baja estatura no lo sé, pero todavía están ahí sus arengas con las cuerdas vocales forzando a tope, todavía muerde, treinta años después. Blood Brothers es un golpe de autoridad en la mesa del rock n´roll, riffs machacantes, tan simples como potentes, como Black eyed bruiser, o himnos tipo mosqueteros como 1854, cánticos de taberna que todavía nos emocionan por ese mensaje sobre estar todos juntos con la fé en el rock n´roll y su putísima madre, y temas como Lubricated o Man about town, nada decae, todo es un ataque frontal de unos tipos que siguen en el curro, pringando como el que más.
domingo, abril 20, 2008
martes, octubre 16, 2007
RAMONES.
Volver a los Ramones es como volver a probar las patatas fritas de mi abuela (si eso fuera posible...). Siempre las hacía igual, aceitosas, tiernas, jamás he probado otras mejores. Y siempre estaban ahí, nunca cambiaban, ni más saladas, ni más finas.
Los Ramones nunca cambiaron, y así estuvieron 25 años: miles de conciertos, un montón de discos, siempre las chupas, los tejanos rasgados, ya sabeis...
Lo peor es que entre ellos se llevaban a matar. Legendaria es la historia de cuando Johnny, el guitarrista, le robó la novia a Joey, el vocalista, y este compuso The KKK took my baby away para vengarse (sustituía el nombre de Johnny por el de Ku Klux Klan, no está mal, todos sabemos que Johnny era un jodido facha) y dejó de hablarle para siempre. La rutina, el saber que estaban juntos por el simple hecho de cobrar, se nota en muchas filmaciones documentales posteriores a su etapa de gloria en los 70 (circula una bastante deprimente que grabó en varias giras de los 90 el batería Marky Ramone cámara en mano. Cuatro tios comiendo donuts en el backstage sin nada que decirse). Entonces estaban muy lejos de ser los freaks que alumbraron tanta buena y revolucionaria música a finales de los 70.
Pero los Ramones nunca cambiaron, y suerte. Era lo que el público quería, los tres acordes, la actitud, y ellos estaban ahí para darlo. Incluso en esos extraños ochenta firmaron discos tan memorables como Too tough to die, que situo a la altura de sus primeras e intocables obras.
Ahora mismo escucho el tema de este mismo disco que canta Dee Dee, Wart Hog. Este hombre era el más jodidamente punk de los cuatro. Un salvaje que daba agresividad y peligro a la formación. Nunca olvidaré, sin embargo, el visionado del documental End of the century, donde vemos a un Dee Dee ya en las últimas, cuando se había marchado del grupo, a quién practicamente echan de una fiesta con sus ex compañeros de anfitriones en una entrega de premios, no se si los Grammy o algo parecido. El tipo se aleja por el pasillo del hotel musitando: "Nobody loves Dee Dee". Al cabo de poco moriría, como Joey, como Johnny.
En pocos años, todos a la mierda.
Ya no puedo comer las patatas fritas de mi abuela, y sin embargo si puedo escuchar cuando me plazca cualquier maravilla de los Ramones. Algo es algo. O mucho.
¿Hey ho let´s go?