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sábado, 1 de diciembre de 2018

The Soundtrack of Our Lives - Behind the Music (2001)


Hay discos que por una razón u otra pasan a engrosar de manera ya perpetua tu colección de álbumes imborrables, que bien te llevarías sin dudarlo a una isla desierta o en un viaje sideral a otro planeta, y en el caso del trabajo que hablo ahora, así sucede. Behind the music, tercer disco de los suecos The Soundtrack of Our Lives es una obra maestra, un trabajo que se escucha del tirón y que tiene momentos en su escucha realmente alucinantes. Ebbot Lundberg con su personal voz, esas guitarras de Ian Person y Mattias Bärjed (que sustituyó en 1997 al primer guitarrista Björn Olsson), Martin Hederos a los teclados, Kalle Gustafsson al bajo y Fredrik Sandsten a la batería era un sexteto de mucho empaque, y en este trabajo lo bordaron.
The Soundtrack of Our Lives quizás sea uno de esos casos más claros de una banda descomunal que pasó desapercibida y sin pena ni gloria en sus 17 años de existencia, y la verdad es que resulta difícil de entender, dentro de la invasión escandinava donde formaciones como The Hellacopters, The Hives, etc., se llevaron la palma. Banda sueca, cuyo período de actividad abarcó desde 1995 hasta 2012 y que se despidieron con un recopilatorio doble en 2014 (Rest in peace). Sus influencias eran claras, por un lado los Beatles de la segunda época, por otro también The Kinks en algunas letras, pero la parte psicodélica tipo Love también la tenían. Por momentos hay gotas de los Stones de Brian Jones, la energía de los Who, The Doors, incluso los primeros Pink Floyd más MC5 son otros referentes, toda una coctelera de cuya mezcla no puede salir nada malo. Es un disco atemporal, magnífico y con pocas pegas que ponerle y cuya época para disfrutarlo más para mi es el verano.


Empieza el disco con Infra Riot a toda castaña, maquinaria de rock and roll con una melodía tremenda, las guitarras dominantes y la voz de Ebbot, mi chamán favorito al comando, muy MC5 este temón. Ya en el segundo tema te pones a sus pies, Sister Surround, tema stoniano en las guitarras a tope, unos coros descomunales, un estribillo fuera de serie y esa voz... del gran Ebbot Lundberg. In someone else's mind me lleva a los Pink Floyd de Syd Barret completamente, psicodelia sesentera al servicio del oyente, brutal tonada. Mind the Gap (Cuidado con el hueco, expresión acuñada en el underground londinense y exportada a muchos países) es otra gozada, melodía bestial y desarrollo magnífico, un medio tiempo brillante. Broken imaginary time con el inicio de los teclados, me llevan irremediablemente a los Doors californianos, aunque también a los Beatles de la segunda época, pieza ceremoniosa, bella a más no poder y cantada de lujo por Ebbot. 21st Century Rip off me recuerda de nuevo a los Stones, ritmo marchoso y melodía sesentera a más no poder con estribillo bestial. Tonight es una delicada pieza donde el piano es protagonista y la voz de su cantante remata de manera gloriosa.
Keep the line movin' con los susurros iniciales me llevan al Come Together de los Beatles, aunque claro luego cambia la película y nos vamos a otros territorios paralelos eso si, psicodelia y juegos malabares de Ebbot. Nevermore es uno de esos temas por los que me enamoré en su día de este disco, una melodía BRUTAL, una manera de cantar DESCOMUNAL, unos adornos sencillos de arreglos de guitarra y teclados y una canción soberbia, carne de gallina. Independent luxury vuelve al toque stoniano inicial con ese guiño al Sympathy for the devil, para luego desarrollar un rock psicodélico enorme que suena también muy sesentero. Ten years ahead me vuelve a poner tarumba, melodía de otro planeta, una dulce canción y muy refrescante que se te mete y ya no se va. Still aging fue el primer single, otra maravilla amigos, volvemos de lleno a los sesenta con ese teclado bestial y ese solo de guitarra pulscuamperfecto. In your veins vuelve a la calma, pieza tranquila con arpegios de guitarra, teclado y la voz del chamán que te acaricia la oreja. The Flood arranca despacio hasta coger ritmo y volverte loco de contento, otro temazo para el zurrón con ese arranque desatado de Ebbot que está que rompe arriesgando con su voz. Cerraba el álbum Into the next sun, canción número 15 del trabajo y pareciera que has empezado hace diez minutos, un disco tan bueno que se te pasa volando, y con este cierre lánguido, de luces mientras se va el sol en una deliciosa puesta se despiden estos fantásticos suecos.


En definitiva un trabajo que marcó su carrera y también nos ha marcado la vida a muchos, por lo menos en mi caso ha provocado inmensas alegrías e incluso he recibido el vinilo de regalo, lo que me hace querer aún más a esta banda de Gotemburgo, Suecia.

Os dejo con el vídeo de Sister Surround para Estados Unidos, donde el disco salió editado ya en 2002.

jueves, 28 de abril de 2016

The Strokes - Is this it (2001)


Hay discos que son una referencia absoluta, otros que son consideradas obras cumbre, otros que llegan en el momento justo e impactan y otros que son lo mejor que ha hecho un grupo y a veces coincide con que es su primer trabajo. Este es el caso del primer álbum de The Strokes, Is this it, la banda neoyorkina capitaneada al cante por el tipo de ascendencia hispano-danesa Julián Casablancas, con Albert Hammond Jr. a la guitarra solista, Nick Valensi a la otra guitarra, Nikolai Fraiture al bajo y Fabrizio Moretti a la batería. Se trata de amigos de la infancia que decidieron meterse a esto de la música. Su propuesta era, en el momento en que sucedió, hablamos de 2001, rompedora, novedosa y fresca, un garage rock melódico, que sin embargo no volverían a igualar ni de lejos en sus siguientes trabajos, que han ido lentamente a peor. Pero también hablamos no sólo de música, sino de estética, ya que crearon un estilo de gestos, poses, temáticas en sus canciones, portadas de discos llamativas como ésta y en definitiva una expectación generada, como pocas veces había ocurrido en los últimos años, ávidos como estamos de que salgan grandes grupos, que vayan poco a poco tomando el relevo a los clásicos.
Como anécdota el disco fue grabado en un estudio en un sótano, y a pesar de tener una producción sobria y poco llamativa, el disco suena crudo y a la vez clásico.
Lo que a día de hoy es innegable, es la colección de himnos absolutos que contiene este trabajo y que desde luego influyó a mucha cantidad de grupos.


Is this it comienza el disco, un tema que es extremadamente sencillo donde Julián entra con voz inocente y calmado, algo incluso atontado, acompañado por batería y ligera guitarra, entonando una estrofa que va creciendo hasta que desemboca en el estribillo, dentro de esa pagadiza melodía. The Modern Age es más rockera y alegre, con la voz algo sincopada a posta, incluso pegando un par de gritos, de ritmo marchoso y con cambios intensos, donde destaca la sección rítmica, y bravo para el sólo de guitarra de Valensi hacia la mitad. Soma sigue la senda sin desentonar, tema rápido pero leve, con un estribillo que da mucho juego con esa guitarra sutil y constante, con un increscendo final notable. Barely Legal vuelve más al rock, mucho guitarreo y donde la percusión es rápida y cañera, mientras la melodía es energética. Someday es uno de mis temas favoritos del disco, de aire verniego y festivo y esa letra melancólica, la parada en medio donde destaca el bajo, además me sigue poniendo la piel de gallina sobre todo hacia el final.
Alone, together es sobria y oscura, pero tiene un riff de guitarra de flipar, con un puente rápido y cañero, que rompe la temática inicial de la canción, y ligeros toques rockabillys que redondean el tema, alto copete sin duda, exquisita con el bajo dibujando líneas escandalosas. Last Night tiene una cosa gloriosa y otra no tanto, por un lado fue su gran hit y es un enorme temarraco, pero el inicio (como ya dije aquí en su día) es clavado a American Girl de Tom Petty & The Heartbreakers. Después asistimos a su propia creación, donde las guitarras se van uniendo hasta explotar juntas en medio de una melodía alegre, y donde Casablancas es el absoluto protagonista del tema. Hard to explain tiene aire melancólico aunque su ritmo es sin duda marchoso, pero aquí la diferencia es que la batería es una electrónica que es constante, a lo que se añade el riff de guitarra original. New York City Cops es sin duda el tema más rockero y trangresor del disco, con un riff de guitarra vertiginoso, y un solo brutal de guitarra, mientras Julián está excelso y te mantiene dentro de la canción. Trying your luck podría ser considerada la balada del disco, tema sin muchas pretensiones pero que a mi me encanta, ya que en su sencillez radica su grandeza y donde las guitarras están brutales junto al bajo descomunal, añadido a los gritos de Julián que canta de vicio de nuevo. Take or leave it cierra el álbum a todo trapo, tema rápido que se acelera en el estribillo de manera brutal con Casablancas desatado, mientras las guitarras y el bajo están a tope.


Hacía falta a principio de siglo un disco como este que diera esperanza al rock, es un trabajo excelso, solo con canciones grandes es esto posible, y aquí las hay a patadas, de hecho no sobra ninguna, gloria por los cuatro costados, de esas veces que unos tipos se juntan y hacen algo para recordar y escuchar muchas veces.

Os dejo con el vídeo de mi tema favorito, Someday.

sábado, 3 de octubre de 2015

Radiohead - Amnesiac (2001)


A veces es difícil de entender la evolución de una banda sino se tienen en cuenta ciertos parámetros. Ese es el caso de Radiohead, el grupo de Oxford, que después de ser la bandera del rock de guitarras en los 90 y explotar a todos los niveles con su consagrada obra Ok Computer en 1997 (de la que ya hablé aquí), fueron lo suficientemente inteligentes como para no repetirse y machacar esa fórmula, pero ojo, en sus tres primeros trabajos ya había una gran evolución, pero sin cambiar el estilo musical. Es en el año 2000, con Kid A cuando todo cambia, la fachada, el estilo musical, y unos Radiohead mucho más oscuros e influenciados por la música electrónica. El choque fue serio, brutal para muchos (yo mismo) y tardé mucho en entender ese disco, sólo cuando los vi en directo comprendí la grandeza de Thom Yorke y los suyos, y que simplemente habían decidido evolucionar hacia otros terrenos, sin perder calidad. Pero obviamente, las críticas llovieron (a pesar de ser aclamados por la crítica especializada), sobre todo del lado de fans, porque como he dicho muchas veces, cuando un grupo gira o cambia el estilo lo primero que se hace es criticarle, y las "mentes" atacan sin oír. Yo puse Kid A hasta que la cabeza me dijo "ya, ahora no tiene más vueltas" y llegué a la conclusión de que estaba por debajo de Ok Computer y de The Bends, pero que en esa nueva onda electrónica podían parir algo grande, y así fue, lo tenían guardado para justo el siguiente disco, titulado Amnesiac y que saldría en 2001. Al parecer en las sesiones de grabación de Kid A, hubo mucho material, el cual decidieron dividirlo en dos discos, y desde luego el segundo, bajo mi punto de vista, se llevó el premio gordo. Y lo digo sin pelos en la lengua, ya que en teoría en este trabajo se colocaron los temas que no encajaban en Kid A, y por así decirlo considerados "menores", pero para mi es justo al revés, en este hay auténticas pepitas de oro.


He de apuntalar un detalle importante, y es que a la producción sigue Nigel Godrich, el sexto cabezaradio, un hombre, que ha sabido siempre entender muy bien a estos tipos feos y raros. Aquí no nos vamos a engañar, sigue habiendo muchos arreglos electrónicos, capas y capas de programaciones y secuencias, mucha atmósfera fría con marcada tendencia a la oscuridad y la melancolía y muchas melodías bastante bizarras, que luego en directo tomaban una forma muy distinta. De hecho, este trabajo está lleno de canciones, que interpretadas en directo, tomaban un cariz absolutamente bestial, y porqué no decirlo, un lado más rockero. Es por esto, que muchos le acusan de demasiado experimental al disco, pero quiero romper una lanza a su favor, y decir que no es tan difícil para el oído, de hecho si ya habías machacado Kid A y entendido sus nuevos horizontes, Amnesiac entra como un tiro, y eso me sucedió a mi. Entiendo que la gente que tolera menos la música electrónica, tenga dificultades para tragar un disco de esta índole, pero que la fachada no engañe, aquí hay melodías preciosas.


Comienza el trabajo con los sonidos de latas metálicas de Packt like sardines in a crushd tin box, creando un ambiente de fábrica, sintetizadores tipo videojuegos, percusiones huecas brillantes y una melodía que se te va metiendo por dentro de manera increíble, muy pegadiza, y de la voz de Mr. Yorke, qué decir, una delicia. Y llega una joya en si misma, y el que fue primer single del disco, Pyramid song, una obra maestra de canción y que bajo mi punto de vista está entre las cinco mejores de la banda, con ese piano triste y la voz de Thom, y esa devastadora y hermosa letra con la melodía melancólica a más no poder. Se trata de un tempo al piano bastante extraño e inusual, y uno se queda algo atontado, como esa sensación de estar perdido en medio del mar, como indica la letra (y el vídeo). A todo esto, los coros acojonantes dejan el camino abierto a la entrada de Phil con su colosal batería y joder, es que se me saltan las lágrimas ante tanta belleza, se trata de un ritmo que te atrapa y no te suelta, a lo que añadir los efectos de brisas y la voz de Yorke, que es como un sollozo continuo y glorioso. Estamos sin duda ante una majestuosa, sublime, sombría y extraordinaria canción, a sus pies. Después de esto viene un doble tema Pulk/Pull revolving doors, que para qué nos vamos a engañar, baja el nivel, con una cantidad de ruídos y efectos, más la voz sincopada e informatizada de Thom, que acaba volviéndose en un tema algo monótono, esta canción si suena a descarte. Pero volvemos a recuperar brío con You and whose army? una pepita, con un piano decente y una extraña voz de Yorke como de otra época y la guitarra que acompaña con arpegios, se trata de una melodía no demasiado pegadiza pero bellísima, y después de la repetición del estribillo viene la grandeza cuando entran a saco la batería, órganos y coros devastadores y celestiales... ¡¡¡La gloria!!! es en este tipo de temas donde el Thom depresivo se transforma en un animal furioso dentro de su pequeño cuerpo, con frases como "Come on, come on, holy roman empire". No repuestos de esta maravilla viene I might be wrong, que no lo es menos, con su ritmo funky y bailable (quien lo iba a decir de Radiohead) y ese riff de guitarra que al principio parece algo repetitivo y aburrido, pero que es la base de un compendio que se convierte en maravilloso, una de esas canciones que para mi en directo alcanzaba momentos siderales.
Y parece que el disco ya había dicho bastante, pues no, viene otro auténtico diamante de canción, Knives out, un avance de estilo y para mi precursor del camino que más alante llevarían a explotar en In Rainbows (también reseñado aquí). Se trata de una balada melancólica, que curiosamente ellos la hacen algo alegre, y esas guitarras armoniosas que consiguen sensación de placer, un estribillo fantástico, una letra algo extraña que habla del canibalismo, y una voz de Thom que es para enmarcar, delicia absoluta. Continuamos con Morning bell mezclado con Amnesiac, que es como la segunda parte del tema de Kid A donde hay unos arreglos y efectos infantiles muy curiosos. Dollars and cents recupera ritmo, y aunque al principio pueda parecer un experimento fallido, su onda de jazz por debajo donde Phil tiene mucho protagonismo a la batería, le da un toque muy especial, aunque es un tema algo largo de duración. Hunting bears es la canción instrumental con guitarras procesadas, que desarrolla perfectamente la idea de un cazador en el Ártico, esperando a que salga algún oso polar.
Y llega la parte final del álbum, con Like spinning plates, donde aquí si que la experimentación alcanza cotas inimaginables. Una pieza atmosférica, con efectos que simulan platos voladores esquizofrénicos, dentro de una rara pero palpitante melodía y unas cuerdas espeluznantes. Se trata de un tema algo inquietante y bastante bizarro, sólo al alcance de seres como ellos. Acaba esta obra con Life in a glasshouse que comienza con piano y trompetas en esa onda jazzera de los años 30 o 40, y una melodía algo alocada. El final de trompetas desquiciadas y la fanfarria sonora me encanta, delicioso. 


En definitiva un disco algo minusvalorado, pero que si se escucha bien, contiene dos o tres de los mejores temas de la banda, y hablamos de Radiohead, uno de los mejores grupos de los últimos 25 años, así que no es para tenerlo en la estantería y acumular polvo.

Os dejo con el tema You and whose army? interpretado en vivo en la televisión en el programa de Jools Holland.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Manic Street Preachers - Know your enemy (2001)


 
En 1998 y con su disco This is my truth tell me yours, los galeses Manic Street Preachers alcanzaron su techo a nivel comercial, con un buen disco donde se tiraron más hacia los arreglos orquestales y pulieron ese lado de punk-pop, con muy buenas canciones claro está. Para demostrar que todavía tenían vena agresiva, punk y rockera editaron en el año 2000 el Ep Masses against the classes, previo al lanzamiento de Know your enemy, en 2001, un trabajo extraordinario, con muchos más matices que el anterior e infravalorado de manera asombrosa, para mi sin duda uno de los mejores discos de su trayectoria.
Hablo de un disco diverso, intenso, con bastante carga política (algo común en la banda), dónde hay piezas de garaje-rock, pop-rock, punk-pop, coqueteos simpáticos con la música de baile, y un sinfín de géneros bien mezclados, en un trabajo de largo minutaje que para nada se hace denso, sino muy disfrutable. Pero ante todo tenemos canciones de un nivel muy alto, composiciones donde si es necesario meter trompetas y vientos, se hace adecuadamente, y en esto seguramente habrá que dar su justo valor a la producción de Dave Eringa. No olvidar, que después de la extraña desaparición de Richey James en 1995, la banda seguía siendo un trío.
La obra pintada por el artista Neal Howells para la portada de Know Your Enemy (sobre un cartel electoral de los Tory) causaba todo un revuelo en su Gales natal y como no, en toda Gran Bretaña.
La forma en que Manic Street Preachers empezó su gira internacional en el 2001 es difícil de superar en el mundo del rock'n'roll, pues se convirtieron en el primer grupo de rock occidental en actuar en Cuba. El concierto fue un momento increíble e inspirador, más surrealista si cabe por la presencia de Fidel Castro, el dirigente que más tiempo llevaba en el poder en el mundo, quien permaneció allí durante todo el concierto y se reunió de nuevo con la banda al día siguiente. Manic Street Preachers fueron unos embajadores magníficos y los cubanos respondieron con mucho calor y respecto mutuo.


El disco empieza con Found that soul, vibrante tema de garaje-rock con teclados muy saltarines y presentes, mientras la voz de James Dean Bradfield escupe y desgarra, para luego llegar al estribillo pegadizo, también destacables los cambios de ritmo y el sólo de guitarra. Después de un comienzo tan arrollador, viene Ocean Spray y cambian de registro al pop melódico con base acústica y un muy marcado cambio de ritmo para el castañazo guitarrero después del estribillo y ese sólo de trompeta que queda de lujo. Intravenous agnostic es una canción de punk-pop, con fuerte base guitarrera, que recuerda mucho su primer época noventera también con muy buenos cambios de ritmo y un excelso Sean Moore a la batería. So why so sad fue el primer single, y parece que vienen los renos en Navidad, pero a mi me parece un tributo en toda regla a los Beach Boys, con esos coros y armonías vocales tan destacables, además de esos teclados humeantes. Let Robinson Sing es un tema acústico comandado por la voz de James Dean Bradfield hasta la irrupción del estribillo, con una melodía preciosa y una atmósfera muy conseguida (fue single). The year of purification es una canción pop, muy en la onda del anterior trabajo, del que no reniegan ni mucho menos, pero quizás con menos épica y más llevadero, ligero en su estribillo. Wattsville Blues con un inicio de base programada y voz distorsionada a posta, es un gran experimento donde mezclan base blues, con electrónica y una letra en tono rap. Miss Europa Disco Dancer es un homenaje en toda regla a los Bee Gees de los 70, un guiño que les queda de lujo y que hace una transición perfecta entre la primera parte y la segunda del disco.
Dead Martyrs vuelve a la senda rockera, retomando la línea estupenda que domina el álbum, pieza extraordinaria con letra reivindicativa de mártires muertos, que cayeron por lo que pensaban. His last painting es un medio tiempo genial, un tema pop donde la voz del cantante destaca por si sola. My Guernica (con referencias al cuadro de Picasso) es otro tema de garaje-rock con estribillo pegadizo y en la onda del primer tema del disco con guitarras muy presentes. The Convalescent es una canción de pop-rock de una calidad irreprochable, con sus paradas, sus vueltas al ritmo, y la voz de James Dean extraordinaria. Royal Correspondent es una canción eminentemente acústica, que adquiere tono eléctrico a medida que avanza y llega al estribillo. Epicentre (les gustan los temas de terremotos al grupo, ya en 1998 escribieron Tsunami) es un gran tema pop-rock, un medio tiempo de altos vuelos que la banda borda, con unas líneas de bajo de Nicky Wire fantásticas. Baby Elian hace referencia al niño cubano y el lío que se montó con su vuelta a Cuba (de aquí partió la invitación de Fidel para el concierto de la banda en el país caribeño), un tema de corte pop, con un estribillo de vicio y muy pegadizo. El disco se cierra con un tema de rock de corte clásico, el Freedom speech won't feed my child, en el mejor estilo del grupo, gran cierre del disco, pero que oculta una joya pasados unos minutos, la versión de We are all bourgeois now de la banda McCarthy, un final abrumador.


En definitiva, un álbum poco entendido en su momento, ya que probablemente el público que les compró a saco su anterior trabajo, no conocía la trayectoria del grupo y sus múltiples aristas, de hecho yo siempre digo que este disco es como un pequeño Greatest hits de la banda, ya que justo después lanzarían su primer recopilatorio oficial.
 
Os dejo con dos temas que fueron singles a la vez, y que demuestran la variedad del disco, primero Found that soul que abre el álbum.
 




Luego So why so sad (que vienen los renos).

 

lunes, 6 de diciembre de 2010

Grupos de un sólo disco (I) Mo Solid Gold - Brand New Testament (2001)



Aquí les presento a uno de esos grupos que duró sólo un disco, pero que disco, damas y caballeros. Hablar de él me produce una sensación magnífica, ya que a todas las personas que se lo di a oir les gustó sin reparos. Este grupo británico realizaba una mezcla de soul y rock muy potente.
Lo suyo es una mezcla de los Stooges, algo de Prince y mucho James Brown, ésta última influencia se ve claramente en su cantante, K, que en directo es una bomba de relojería, con sus 2 metros de altura, se lo dice uno que le vió en directo de teloneros de Ocean Colour Scene, a los que barrieron en actitud, los Ocean tienen enormes canciones pero no se mueven mucho en vivo. Este hombre de tez negra y altura descomunal lanceaba sus piernas al aire y se movía cual monstruo de varias cabezas por el escenario. Me quedé impresionado en su día y corrí ipso-facto a por el cd de turno.


Como les comento el disco no tiene desperdicio, desde su primer y apabullante canción "Prince of the new wave", para seguir con la canción más soul del disco David's Soul. Love keep on y Spooky too son dos canciones abrumadoras. Colouring in quizás sea la más pop y Miss America in Space una gran balada. El single del disco fué Personal Saviour, uno de esos singles de cabo a rabo que no deja a nadie indiferente. Una canción potente y desbordante. El resto del disco discurre en tonos más soul y gospel con canciones como Ghost in my house, On my mind (muy buena) o Come together.


No sé, a ciencia cierta, porqué el grupo no hizo más discos, pero después de degustarlo coincidirán conmigo en que es una auténtica pena que su talento se quedase ahí.

Os dejo con el vídeo de Personal Saviour que fue el single del disco, dónde se ve la potencia de salto de su cantante.