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viernes, 17 de diciembre de 2010

Band of Horses - Infinite Arms (2010)


Permítanme presentarles, el que para mi es uno de los discos de este año, sin duda, que ya agoniza. Y en este rush final descubrí este disco (Gracias amigo Calata, tu siempre con los oidos abiertos). Band of Horses fue creado por Ben Bridwell (guitarra, voz) y Mat Brooke (guitarra) en el 2004 después de que su grupo anterior, Carissa’s Wierd se desintegrara. Este grupo de Seattle (cuna del grunge) comenzó su andadura en el 2005 cuando editaron su debut Limited Edition Tour EP, que se vendió exclusivamente en sus presentaciones en vivo y en el sello dónde apareció.
A partir de ahí el grupo fué creciendo más y más, hizo dos discos muy buenos, hasta editar esta joya, dulce, sosegada, y rebelde por momentos llamada Infinite Arms, que me tiene embelesado.


En cuanto al disco, su primer single fué Compliments, una canción rotunda desde el principio, voces, guitarras y ritmos al unísono. Simplemente una maravilla. Antes, el disco comienza con Factory, una melosa y dulce composición, que cada vez que la oigan quedarán tan atrapodos/as, que se la pondrán una y otra vez (Ecos de Simon & Garfunkel...). Laredo es una obra maestra de canción, rockera, con esas voces maravillosas (Ecos de Wilco, como no), esta canción tampoco podrán dejar de oirla. Blue beard quizás sea la canción más tranquila del disco, un buen contrapunto para lo que viene después. On my way back home, empieza a remontar el vuelo otra vez, como esa ave que recupera la alegría. Infinite Arms es delicada, dulce, apasionada por momentos. En Dilly volvemos a los Band of Horses más rápidos y trepidantes... y a la vez delicados en las voces. Evening kitchen sigue siendo otra canción estilo Simon & Garfunkel, aunque quien lo diría con la pintas que tienen estos hombres (apuntan más al grunge). Older es una canción de estilo country a medio tiempo, espléndida (se me empiezan a acabar los calificativos). For Annabelle tiene quizás el lado más country (Ecos del Neil Young más country). Northwest apartment es rebelde, guerrera, y bella a la vez, recupera esa energía tan necesaria para darle la variedad necesaria al disco. Para acabar Neighbor, una canción dominada por las voces con estruendo guitarrero para finalizar. 
Qué decir, para mi un gran disco (creo que a mis colegas 61 & 49 y Tomás Verlein les encantará, si no lo conocen) y de lo mejorcito de este año. Puede que lo siga rayando durante mucho tiempo.

Os dejo con el vídeo de Laredo.