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MOMENTO

MOVE, Momentum (Underpool, 2024)

Momento es en física, simplificando mucho, la medida de una masa en movimiento. Momentum es el impulso de cuatro viejos conocidos como son el pianista Iñigo Ruiz de Gordejuela, Alberto Arteta (saxos tenor y soprano), Javier Callén (contrabajo) y Borja Barrueta (batería). Esta es su segunda grabación como cuarteto bajo el nombre de Move (otra vez movimiento). Su propuesta es un jazz moderno ajeno a etiquetas que les permite una gran libertad estética (los temas evolucionan dentro de sí mismos para llegar a puntos insospechados) y con la solvencia que da la experiencia y el interplay de la convivencia. 

El disco, grabado y mezclado por Josué Pascual en los estudios Etxea de Areatza los días 8 y 9 de diciembre de 2023, repasa una serie de temas donde la emoción guía a las estructuras. Temas sin prisas, con melodías sugeridas, ("Choose Your Struggle"), bellas ("Consenso")...

Íñigo Ruiz de Gordejuela, a quien ya escuchamos en otras formaciones también de inspiración lírica, como Urjauzia, tiene algunos solos a los que prestar atención, no tanto por lo espectacular como por la sensibilidad con que los desarrolla. Alberto Arteta, por su parte, sigue demostrando que tiene una voz propia, especialmente en el saxo soprano. Ellos llevan la voz cantante de un cuarteto en el que el ritmo, cambiante, expresivo y protagonista, hace que fluya el jazz con naturalidad ("Yes I Did", compuesto por Callén), pero usando también el ritmo para recrear atmósferas novedosas ("Twilight", "Healing Song") y, en ocasiones, intensas, casi narrativas ("Pirámides"). También hay momentos más clásicos de solo de saxo sobre walking bass ("In Motion", con Callén y Arteta perfectos, y Barrueta y Ruiz dando la réplica), pero no es la norma.

En resumen, un disco moderno, con músicos consolidados en busca de una definición personal de la belleza, ambientes relajados y una gran capacidad para el interplay que hace que las composiciones fluyan con sinceridad. Modernidad y naturalidad en una sola toma.



* Más info: www.underpool.org/releases/momentum/

LA PIANISTA INAGOTABLE

KONTXI LORENTE TRÍO, About Me (Sedajazz, 2015)

Kontxi Lorente es una pianista y compositora navarra de incombustible imaginación, que exhibe con una digitación a veces trepidante y una erudición impropia de su edad, una soltura de pianista del bebop y una ejecución elegante que la descubren como una instrumentista actual, una de las más interesantes del jazz en España en este momento. Su segundo disco se presenta en forma de trío (¿cómo no?) y se titula About Me.


Leí una vez que Miles explicaba la manera de tocar de Art Tatum contando que la primera vez que Tatum escuchó a un pianista eran, en realidad, dos y que creyó que aquella ejecución a cuatro manos era la manera correcta de tocar el piano de jazz. Hace poco discutía con un amigo sobre si todos los pianistas modernos (entiéndase por moderno el bop y todo el jazz posterior) eran hijos putativos de Art Tatum. Se puede escuchar que Tete Montoliu, por ejemplo, tiene mucho de esa verborrea musical de Tatum y, en analizadas este sentido, las composiciones de Kontxi Lorente tienen esa abundancia barroca de Tete y de Art Tatum, un gozoso exceso de notas y citas musicales que ofrecen siempre algo nuevo cada ciertos compases, que hacen de cada escucha algo nuevo. Uno comienza a escuchar un tema y encuentra sorpresas, cambios, giros, citas, de una manera interminable y (casi ) agotadora. Uno piensa en qué estará pasando por la cabeza de la pianista en cada momento. Se diría que no para de inventar sobre la marcha y, sin embargo, toda esta creatividad aporta tal frescura a su música...



Escuchen "For The Cat" (¡vaya comienzo de tema tan explosivo!) o también "Magnolia". Podrían ser ejemplos de lo que es el disco, temas que van cambiando y creciendo, armónica pero también estilísticamente (blues, funk, bop...) a medida que la pianista va aportando. El chispeante Borja Barrueta en la batería es el detonante que convierte toda esta versatilidad en una fiesta. Alessando Cesarini al bajo ayuda a sostener y dar coherencia al trío.

El título (About Me) habla tanto de la pianista como de sus referencias musicales, que parecen ser muchas, aunque sólo sea explícita en el complejo "Around Bill", donde admite su influencias de Bill Evans; pero, a pesar del título, que sugiere cierta introspección, no es un álbum de temas meditativos sino de tempi medios y rápidos, sólo atemperados en el melancólico "Boreal", en el que comparte melodías con Perico Sambeat y el inevitable final ("Aurora") a piano solo, que es como una mirada interior y, a la vez, un frenar con cuidado después la intensa carrera.




OTRA VEZ CORTÁZAR Y EL JAZZ

...siempre el jazz

Portada de El perseguidor,
su cuento más famoso
No es la primera vez que hablamos de la relación entre Cortázar y el jazz. Nos parecía fácil volver a escribir sobre el tema hasta que volvimos a encontrarnos con la inmensidad de la cuestión, de modo que, huyendo de argumentos fáciles como hablar de la presencia del jazz en sus textos o la manera en que su prosa se mueve al ritmo de la síncopa y la improvisación, hoy hemos decidido indagar en el Cortázar-individuo para recabar sus propias opiniones sobre la música negra. Hemos revisado entrevistas y ensayos en los que el argentino expresa su pasión por la música de Nueva Orleáns (vivió en París cuando nacía el hardbop pero siempre tuvo el corazón puesto en el hot jazz) de una manera patente y apasionada. Podríamos haberlo incluido en la serie Acordes y desacuerdos, pero Cortázar pertenece a un universo distinto.

Comenzaremos por una cita de José Luis Maire en El jazz en la obra de Cortázar, a modo de introducción:
Buscar el jazz en la obra de Cortázar es, además, dejarse acompañar por la historia de los soportes de grabación, por sus características sonoras singulares o, como en Rayuela, por la manera particular de escucha que cada uno de estos soportes promueve: los discos de 78 rpm y su raspeo o fricción, los discos de acetato y los vinilos con su presencia sonora y su mayor duración de grabación o las casetes con sus soplidos de cinta y su facilidad para regrabar y combinar audiciones.

En 1983, Antonio Trilla entrevistó a Cortázar en Madrid. Las preguntas giraban en torno al boxeo y al jazz, dos notas distintivas de por dónde se movía el espíritu del escritor. A la pregunta de cuándo comenzó a interesarle el jazz, Cortázar responde así:

No lo sé exactamente, pero creo que no tengo casi recuerdos sin jazz. Yo nací en 1914 así que, cuando era chico, asistí al nacimiento de la radio... no había discos de jazz todavía. En esa época se escuchaba en la radio, en Argentina, tangos, música clásica o música popular hasta que un día, -yo tendría diez años- escuché por primera vez un fox trot y fue mágico para mí. Dos o tres años después, descubrí a Jelly Roll Morton y más tarde, a Louis Armstrong y a Duke Ellington. Durante mucho tiempo ellos fueron mis músicos de jazz preferidos. 


En la misma entrevista, a la pregunta de si el jazz había influido en su obra, Cortázar responde así:

Sí, mucho. Me enseñó cierto swing que está en mi estilo e intento escribir mis cuentos, un poco como el músico de jazz enfrenta un take, con la misma espontaneidad de la improvisación.

Este texto aparece en La vuelta al día en ochenta mundos. El lector recibe en la última frase una invitación a escuchar a Parker que es como un disparo:

Una noche en que Lester llenaba de humo y lluvia la melodía de "Three Little Words", sentí más que nunca lo que hace a los grandes del jazz, esa invención que sigue siendo fiel al tema que combatey transforma e irisa. ¿Quién olvidará jamás la entrada imperial de Charlie Parker en "Lady, Be Good"?


Cortázar habló también de Charlie Parker en una entrevista realizada por Evelyn Picón Gardfield y publicada bajo el título de Cortázar por Cortázar:

En 1946, los primeros discos de bebop llegaron a Buenos Aires. Compré uno de Charlie Parker con "Lover Man" y "Ornithlogy", creo. No sabía nada de Parker. Compré el disco, y lo escuchaba y no entendía nada. Mi primera reacción fue negativa, pero volvía a escucharlo muchas veces y de repente "chuc"; fue el salto y mucho de lo que escuchaba antes con interés volvió a ser insignificante para mí. Luego vino el cool jazz.

Por supuesto, Cortázar no se queda en el cool. Esta es su opinión sobre el free jazz, estilo que tocaba su amigo Michel Portal.

En mi colección de discos no hay mucho free jazz. Creo que free jazz es como una corrida de toros. Hay momentos de una perfección absoluta y luego cacofonía. Mi amigo Michel Portal, quien toca este tipo de jazz de vez en cuando me dijo que tenía razón, que los músicos saben que dentro de un largo "take" de free jazz, cinco minutos son buenísimos y lo demás es relleno. 
En sus conferencias en la Universidad de Berkeley en 1980 (recogidas en el libro Clases de literatura (Alfagurara, edición de Carles Álvarez Garriga) Julio Cortázar habla del jazz en estos términos:

El jazz tuvo una gran influencia en mí porque sentí que contenía un elemento que no contiene la música que se toca a partir de una partitura, la música escrita: esa increíble libertad de la improvisación permanente. [...] El elemento de creación permanEnte en el jazz, ese fluir de la invención interminable tan hermoso, me pareció una especia de lección y de ejemplo para la escritura: dar también a la escritura esa libertad, esa invención de no quedarse en lo estereotipado ni repetir partiruras [...] También un músico de jazz tiene malos momentos y pasajes que son muy pesados, pero de golpe puede saltar nuevamente porque está trabajando en un clima de total y absoluta libertad.

*

Recomendamos de nuevo y lo seguiremos haciendo la lectura de todo Cortázar, en especial, el relato "El perseguidor", texto esencial, vanguardista aún, sobre un trasunto de Charlie Parker que toca más allá del momento, y, por supuesto, la anti-novela Rayuela, en especial los capítulos en los que los personajes se autoproclaman El Club de la Serpiente cuando se reúnen para escuchar jazz. También recomendamos el documental: Esto lo estoy tocando mañana, que explora la relación de Cortázar con todas sus músicas.

Para terminar, y porque la cosa no resulte sorda, ahí va un fragmento del maravilloso concierto en homenaje al autor argentino, un concierto organizado por la Fundación March ("El jazz de Julio Cortázar. En los 50 años de Rayuela") y que, en este fragmento, muestra el trío de uno de los pianistas más originales del panorama español, Moisés P. Sánchez. Los músicos que lo acompañan son "Toño" Miguel al contrabajo y Borja Barrueta en la batería. Aquí podemos verlos transportando al trío de piano el singular "Epistrophy", que Cortázar citaba en "La vuelta al piano de Thelonious Monk".




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* La entrevista de Antonio Trilla puede leerse aquí:
   http://www.geocities.ws/juliocortazar_arg/jazzbox.htm

**  El texto de José Luis Maire pertenece al homenaje a Cortázar y el jazz de la Fundación Juan March y puede leerse íntegramente en este interesante documento:
    http://recursos.march.es/web/bibliotecas/repositorio-cortazar/jazz/pdf/el-jazz-en-la-obra-de-cortazar.pdf

*** Más info sobre el documental Esto lo estoy tocando mañana en su página web:
    www.cortazarylamusica.com