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JAZZ PARA ORQUESTA DE CÁMARA

MARK MASTERS ENSEMBLE featuring TIM HAGANS,
Sui Generis (Capri Records, 2024)

Poner el disco y que suene a orquesta de jazz clásica, sin aditivos y con un sonido limpio, es un sueño para todo aficionado. Los proyectos y arreglos de Mark Masters para su Ensemble, como ya hemos escuchado en otros discos suyos, tienen este poder de sugestión con arreglos brillantes, un sonido atemporal... En su nuevo álbum, nos propone una especie de "orquesta de cámara", un octeto que suena como una orquesta completa y donde destaca un invitado especial, el trompetista Tim Hagans, a quien Masters admira desde que, siendo un aspirante a trompetista, le escuchó tocar en la orquesta de Stan Kenton. 

Cintuenta años después, ha contado con él para este disco titulado Sui Generis. Tim Hagans, que ha evolucionado a lo largo de todas estas décadas por estilos tan distintos como el swing, big bands, jazz electrónico, post-bop, funk, contemporáneo... (aparece en más de 600 referencias en Discogs) aporta en esta grabación un conocimiento casi universal del jazz, y podemos escucharle con un dominio y una calma memorables (¡escuchen "Pebbles"!) que encajan perfectamente con la serenidad y solidez de la música compuesta por Masters, que ejerce, como siempre, de compositor, arreglista, productor y director.

Mark Masters por Shawna Sarnowski
En cuanto a los temas, habría mucho que destacar, pero nos quedamos con la entrada del álbum, ese "Doyle Hud's Two Step", que arranca con vientos melódicos, esa respuesta del piano, y los solos de Hagans y Dave Woodley al trombón, dos tímbricas distintas pero con la misma energía contenida a la hora de atacar una improvisación; "The Stoic", o cómo se puede hacer un jazz espectacular a un tempo medio; "Pebbles", del que ya hemos hablado; "Meet Me At Sal & Angie's", otro 
downtempo con un swing delicioso y solos de Jeff Colella al piano (delicado, swingueante, protagonista), Chris Colangelo al contrabajo (preciso y clásico) y, por supuesto, Tim Hagans a la trompeta (muy alto, brillante), con toda esa orquesta llena de color respaldándoles.

Otra delicia más de esas a las que nos tiene acostumbrados Mark Masters con sus partituras.



* Más info: caprirecords.com

* Web oficial: www.markmastersmusic.com

HARDBOP CONVERSATIONS

ANDERS MALTA ALMOST BIG BAND,
Introducing (April Records, 2024)

Con estructuras de orquesta moderna de jazz pero sonidos clásicos, el trompetista, compositor y director danés Anders Malta presenta en su álbum de debut una interesante colección de temas, algunos en forma de suite, que recuperan sonidos elegantes y sofisticados de un jazz que parece hoy olvidado. El resultado es tan placentero al oído como musicalmente complejo; el amplio rango dinámico que proporciona una orquesta (aquí son 13 músicos, aunque participan 15) lleva al jazz a una nueva dimensión sonora y, Malta aporta, además, una perspectiva contemporánea y europea al concepto de big band.

El álbum se abre con unos acordes dramáticos que nos llevan a una (casi) fanfarria, líneas melódicas sutiles cargadas de tensión que explotan llevando a la orquesta hacia un swing vibrante y lleno de energía. Solo es una "Overture" y han sido dos minutos y medio, pero ¡qué dos minutos! Los 9 cortes del álbum son así, una fusión de ritmos jazzísticos con el poder armónico de una (casi) big band. No habíamos escuchado un jazz orquestal tan excitante desde aquel Developing Story de Alan Broadbent en 2017. Todo el álbum está lleno de buenos momentos de jazz, pero habría que destacar, por encima de todos los temas, los tres que forman la suite "Hardbop Conversations" en tres movimientos. 

La intro de esta suite ya anuncia esta amalgama de poderosas armonías que suenan a música clásica y se alternan sin complejos con ritmos negros, aires lounge que nos hacen recordar los mejores tiempos del hardbop y del cool jazz, solos delicados y certeros (aquí Anders Malta a la trompeta y Johan Jep Christensen al saxo tenor) y explosiones orquestales al estilo de Maynard Ferguson pero con menos estruendo, quizás con una elegancia más cercana a Henry Mancini. El segundo movimiento, con un solo de piano de Carl Winther muy en la tradición y un sutil solo de Jonas Due a la trompeta, se mueve con lenta fluidez por armonías sugestivas y excitantes. El tercer movimiento comienza con una intro espectacular de la trompeta de Malta recordando el sonido primigenio de Nueva Orleáns mientras la orquesta le responde en juego de call and response. Esto da paso a un walking bass poderoso que arrastra a la orquesta por un tema glorioso (y a un solo del saxofonista Aske Drasbæk).

Un "Interludium", un potente tema de su "Isolation Suite" (de la que solo escuchamos el segundo movimiento) y la bella "Pelle'a Little Tune" con su ritmo de bossa nos dejan patente toda la riqueza armónica y todo el color que Malta puede sacar de su casi big band. Pero, antes de llegar al "Epilog" hay que escuchar con atención "Simple Melody For Two", una melodía que nos lleva hacia atrás en el tiempo, cuando trompetistas como Chet Baker, marginales y elegantes al mismo tiempo, sabían convertir el jazz (y un instrumento tan explosivo como la trompeta) en algo bello. En este caso, Anders Malta toca el fliscorno para darle un toque aún más fluido y colorido al tema. 

Anders Malta es un trompetista, trombonista y compositor que reside en Copenhague. Se formó en el conservatorio Syddansk, donde estudió composición. Introducing es su primer álbum, pero ha participado en varias bandas sonoras de películas. Fue en 2016 cuando, como estudiante de conservatorio, Anders Malta fue invitado a tocar con la Ernie Wilkins Almost Big Band, experiencia que ha guardado para ir fraguando a lo largo de 8 años este brillante proyecto de debut, que eclosionó en 2020 durante una residencia en el Christiania Jazz Club. 



JAZZ DE IDA Y VUELTA

BRUNA SONORA, Ritual (2022)

Músico, compositor e investigador de caminos poco trillados, Javier Bruna es uno de esos espíritus musicales que nos seducen porque son imposibles de encasillar. Su música está tan llena de referencias y sus trabajos tocan (directa o tangencial-mente) tantas estéticas que el oyente se siente a veces desbordado. No lo escuchábamos desde su Tarareando de 2018, donde ponía cara a cara temas tradicionales españoles con ritmos de jazz, klezmer, bereberes... en un fabuloso cóctel (agitado, no mezclado) que llevó posteriormente a otro terreno en este disco titulado Ritual, grabado en 2021, donde predominan las referencias cubanas... con muchas sorpresas.

Unos acordes a ritmo de reggae dan paso al primer tema del disco. Primera sorpresa: una melodía tradicional navarra tocada con ritmo caribeño, cantada en vascuence y portugués, y con improvisaciones jazzísticas. A partir de aquí, cualquier cosa puede pasar. Y pasa. Javier Bruna vuelve a componer sobre melodías tradicionales llevándolas a un terreno universal donde la improvisación y el swing hacen que todo suene coherente, y lo hace con tal sutileza que el disco suena homogéneo a lo largo de todo el repertorio, a pesar de las fusiones y de lo inesperado.

El tema que más nos ha fascinado es "Ritual", tema que nace de la admiración de Bruna por Manuel de Falla y su Amor brujo, inspiración que llega del mismo modo que a los compositores americanos de jazz, que han buscado siempre referencias en sus musicales y sus bandas sonoras (a falta de unos compositores clásicos autóctonos). Sus arreglos nos llevan a Cuba, a la bossa y al swing; su melodía, al folk español y a principios del siglo XX, con algún pasaje que nos lleva mentalmente a Gershwin...

Pero la mayoría de los temas serían dignos de un análisis detallado. Más anclado en el jazz está "Jamal", aunque no exento de referencias a la música brasileña, entre otras. "El tablao de Cuba" afronta ritmos cubanos con una sección de vientos fantástica y un brillante protagonismo de la flauta. "Las chinitas de Jaén" funde dos temas populares ("Café de Chinitas" y "Las morillas de Jaén") a ritmo de bulería y swing. Y con un potente solo de saxo. "Cero" también tiene un interesante solo de saxo, que aquí tontea con giros flamencos con solvencia y con notas emocionantes. El tema que cierra el disco es "Serendipia Connection", un tema polirrítmico dominado por el sonido big band, un contrabajo poderoso ... y más solos de saxo.

En resumen, Bruna Sonora nos lleva en Ritual a un lado y a otro del Atlántico con la sutileza de un buen solo, mezclando culturas siguiendo la filosofía primigenia del jazz pero con la originalidad de fusionar lo ibérico con lo cubano y que suene (casi) neoyorquino.

Los músicos: Javier Bruna (saxo tenor y flauta), Bea Montero (piano y voz), Victor Bruna (flauta travesera), Carlos Blázquez (clarinete), Juan Ramón Callejas (saxo alto), Jordi Ballarín (saxo barítono), Diego Aragón Antonio García (trompetas), Luis Zenner Nico García (trombones), Gerardo Ramos (contrabajo), Matías López (percusión) y Chuchi Crespo (batería). 

 


* Web: www.javierbruna.com

CALEIDOSCOPIO

FELIPE SALLES INTERCONNECTIONS ENSEMBLE,
Home Is Here (Tapestry, 2023)

Tras su The New Inmigrant Experience, publicado en 2020, Felipe Salles sigue incidiendo como compositor en la inmigración como leitmotiv de su obra y como base de su música, tan mestiza como el jazz en sí. Su Interconnections Ensemble, inaugurado con The Lullaby Project (2018) reúne a 19 músicos de diferentes orígenes y un punto de vista tan heterogéneo que se adapta perfectamente a la sincrética filosofía musical de Salles. 

Nacido en São Paulo, Felipe Salles es, desde 2010, profesor asistente de Jazz and African-American Music Studies en la University of Massachusetts Amherst. Desde que comenzó a tocar en 1995, se ha subido a los escenarios con gente de la talla de Randy Brecker, David Liebman, Melissa Aldana, Lionel Loueke, Jerry Bergonzi... y ha girado por Europa, India, Australia y toda América como líder y como sideman. Home is Here es el tercer álbum de su Interconnections Ensemble. 


Foto: Jeff Schneider

Los ocho temas que presenta en su nuevo disco comienzan con el singular sonido del clarinete de Paquito D'Rivera, mezcla de jazz y música clásica, con una reinvención ("Re-Invention") de un tema de Bach, que se mueve por momentos a ritmo de tango, de chorinho brasileño o de sones cubanos. Entre esa reinvención y el final, una tensa melodía donde el elocuente saxo tenor de Melissa Aldana nos arrastra como un hábil narrador de historias, hay media docena de temas en los que confluyen folkores, polirritmias y tantos sabores como cabría esperar. Un caleidoscopio, en definitiva, como los que suele dibujar en sus partituras Felipe Salles, adornado con los colores de invitados como cantantes como Magos Herrera, la argentina Sofia Rei, el saxofonista francés (de Guadaloupe) Jacques Schwarz-Bart, la fliscornista australiana Nadje Noordhuis, el saxofonista y percusionista cubano Yosvany Terry y el guitarrista brasileño Chico Pinheiro, amigo de Salles desde la infancia. 




Además de los solistas e invitados, estos son los músicos que Salles dirige en su Interconnections Ensemble: 

Viento madera:
Jonathan Ball, saxos alto y soprano, flauta y piccolo
John Mastroianni, saxos alto y soprano, flauta y clarinete
Mike Caudill, saxos tenor y soprano, flauta y clarinete
Carl Clements, saxos tenor y soprano, flauta y flauta alta
Tyler Burchfield, saxo barítono y clarinete bajo

Trompetas y fliscornos:
Don Clough
Jeff Holmes
Seth Bailey
Bill Fanning
Jerry Sabatini

Trombones:
Clayton DeWalt
Randy Pingrey
Bob Pilkington
Angel Subero


Sección rítmica:
Kevin Grudecki
, guitarra
Luke Giavanovits, vibráfono
Nando Michelin, piano
Keala Kaumeheiwa, bajo
Bertram Lehmann, batería y percusión

* Más info: www.sallesjazz.com

NOVEDADES ERRABAL JAZZ

En un momento como el actual en que el streaming supera por KO al disco físico, incluso al digital, y en el que la música en directo comienza a despegar lentamente tras la pandemia, una de las discográficas más prolíficas y activas es Errabal Jazz, cuyo catálogo se mueve y crece a un ritmo fantástico, con propuestas muy variadas pero siempre de calidad, y en una cantidad a veces difícil de asimilar. Hoy vamos a proponerles la escucha de varias de sus novedades.


ADRIÁN ROYO TRÍO, Pangea (Errabal Jazz, 2022)

El virtuosismo es la clave, sin duda, de este disco, y no porque no haya otras consideraciones de importancia, como la inspiración temática o la complejidad de los temas. El pianista Adrián Royo, licenciado del Superior del Liceu y alumno, entre otros, de Benny Green, ha formado parte de varios grupos (RPM Trío, Pablo Donaire, Pedro Vega Afro Jazz Latino) y debuta como líder con Pangea, un álbum heterogéneo, de difícil clasificación, que propone un jazz contemporáneo lleno de ritmo que también incluye influencias externas al jazz. Con una digitación prodigiosa, que vuela sobre las progresiones de acordes, que cita, que se adentra en lenguajes distintos y vuelve al jazz sin despeinarse, que es capaz de desarrollar largos discursos sin aburrir, Adrián Royo destila un jazz trasgresor pero elegante, muy recomendable. Le acompañan nada más y nada menos que Manel Fortià al contrabajo y Gonzalo del Val a la batería, que también tienen unos momentos solistas remarcables. 



SIMBIOSIS 5, Simbiosis 5 (Errabal Jazz, 2022)

Este disco es un premio, tanto para el oyente como para los componentes de Simbiosis 5, el quinteto húngaro que ganó el Festival de Jazz de Getxo, lo que incluía la grabación del álbum. Aquí podemos escuchar lo que el exigente jurado de Getxo valoró: cinco músicos jóvenes de Budapest con ideas frescas, protagonismo grupal (el solista cambia en cada tema y hay espacio para todo), un interplay fabuloso y mucha improvisación, lo que exige un virtuosismo que queda patente en muchos momentos. Lo mejor es que esa simbiosis que proponen en el nombre del grupo se puede escuchar en la sinergia que hay entre los músicos. Las melodías y los ritmos suenan con una naturalidad que no parece ensayada sino viva, y eso en el jazz es algo que llega dentro. Sus músicos con Levente Kapolcsi-Szabó (piano), Máté Drippey (saxo), Benedek Virág (guitarra), Tamás Gyányi (contrabajo) y Roland Majsai (batería).


JERÓNIMO MARTÍN, Tokian (Errabal Jazz, 2022)

Quizás el de Jerónimo Martín sea el proyecto más interesante del catálogo reciente de Errabal y lo decimos con los dedos cruzados porque es un trabajo que trasciende el universo del jazz para adentrarse en estéticas más cinematográficas, traspasando fronteras con sutileza. La complejidad de las partituras, realizadas para un sexteto más una orquesta de cuerda de 23 músicos (Arteus Orquesta), son de una complejidad fascinante, derribando los tabúes de la orquesta moderna de jazz para ir más allá en una búsqueda espiritual de la belleza.

El proyecto, que ha estado cociéndose durante toda una década, llega justo después de que Jerónimo Martín firmara proyectos muy distintos: Capturas (2015) y Durango Concert (2020), ambos de improvisación a piano solo, y Versos libres (2021) para piano improvisado y banda (Banda Municipal de Bilbao). Toda esta inquietud que mueve el camino del pianista y compositor deriva en Tokian, donde el sexteto (en el que hay nombres tan únicos como el del trompetista Jorge Vistel) se mueve sin complejos entre las olas de las cuerdas y los ritmos latinos, el flamenco ("On Green Flamenco Street", basada evidentemente en "On Green Dolphin Street" de Bronislaw Kaper con el saxo de Rubén González)... en unas partituras bellas, llenas de color y con una visión caleidoscópica del jazz. 

* Web: jeronimomartin.es


XAHU, Gero Gerokoak (Errabal Jazz, 2022)

Formado en 2018 en Musikene, Xahu es un cuarteto con el objetivo claro de hacer jazz sin ataduras, con complicidad y libertad. Sus temas, con un enfoque moderno y poco atado a la negritud del jazz, se basa en improvisaciones basadas en la experiencia de haber tocado estos años (con la excepción del lapso de la pandemia) por escenarios y locales que han forjado su estilo. Composiciones originales y versiones ofrecen en el disco espacio para la libertad de expresión pero, sobre todo, una conjunción fabulosa para un primer álbum. Con un estilo limpio y fácil de escuchar, casi pop, algunos temas alcanzan una fuerza que engancha. Los músicos del cuarteto son al saxofonista alto Josu Salegi (Half Quartet Plus Two, Víctor Antón Group), el pianista Mikel Núñez Lauzirika ( Dr. Maha´s miracle tonic, Kike Mor), Jon Ander Amigo (Charlie don´t jazz, Mr Bop trío, FDFunk) y Unai Olabarri Valera (Mariano Díaz, Joaquín Chacón, Víctor Merlo).



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EL RAGTIME DESDE NUEVAS PERSPECTIVAS

BARCELONA ART ORCHESTRA, Ragtime Stories 
(Underpool, 2022)

Dentro del concepto moderno de orquesta de jazz y con un enfoque europeo cercano a la Third Stream, la Barcelona Art Orchestra explora las cercanías del ragtime desde perspectivas inusuales. Con 17 músicos y varios compositores, el abanico de sonoridades de la orquesta es apabullante, casi enciclopédico, y abre los oídos del oyente desprevenido como una caja de sorpresas cambiante y a cada momento sorprendente. 

El tema que mejor explicaría el concepto del álbum es "R.A.G.T.I.M.E.", un tema escrito por Joan Vidal dividido en pasajes, como una obra de música clásica (Ragged, Aufderheide, Grizzly bear dance, Treemonisha, Inmigrant Rag, Mississippi, End of an Era). que durante más de 16 minutos va explorando sonoridades del siglo XX que pasan por el impresionismo, ritmos de ragtime deconstruidos, orquestaciones que recuerdan a Stravinsky, Schönberg, al Cotton Club...; todo un repaso al primer cuatro del siglo pasado escrito con una sensibilidad versátil y convincente.

El margen de maniobra en el que se mueve el disco es tan amplio como el que va del ragtime al avant-garde. En medio, mucho jazz, sin restricciones. Un ejemplo, en "Ambidextrous". En un ambiente de ragtime salpicado de atonalidades contemporáneas, la orquesta se detiene en pasajes muy cinematográficos y aparece Lluc Casares al tenor con un solo muy neoyorquino, elegante e imaginativo... O "Mimosa Stomp", donde la orquesta recupera el swing de las big bands clásicas (con un solo delicioso del trompetista Álvaro Ocón) pero es solo una excusa para darle una vuelta de tuerca al género.

Hay también mucho sonido (digamos) cinematográfico, no en el estricto sentido de la palabra sino más bien como una sensación, no en vano prácticamente toda la música de cine del siglo XX es heredera de los compositores de música culta del primer tercio del siglo y también de los sonidos del jazz, que nacía paralelo al Séptimo Arte y que lo acompañó en los cines mudos en los primeros años, especialmente el ragtime. Quizás por todo esto, hay tantos pasajes en que nos suena a "música de cine". 

El álbum termina con una referencia también cinematográfica: una versión del tema bandera del ragtime, "The Entertainer", en el que Lluis Vidal y Néstor Giménez en un complicado dúo de pianos llevan a Scott Joplin a otro nivel sin perder la esencia del ragtime. 

Los compositores de los temas (y directores) son el baterista Joan Vidal (formado en la ESMUC y alumno también de Jo Krause y David Xirgu), Lluc Casares (saxofonista, flautista y clarinetista recién regresado de Nueva York, donde se ha formado con profesores como Wynton Marsalis y Kenny Washington), Lluís Vidal (Dave Douglas, Wynton Marsalis, Dave Liebman, creador de varios grupos y orquestas) y Néstor Giménez (pianista con varios discos publicados, muy influido por la música clásica del siglo XX y la cinematográfica). El resto de los músicos de la BAO son: Anna Pujol (flauta y piccolo), Gabriel Amargant (saxos tenor, alto y soprano), Jordi Santanach (clarinete, clarinete bajo y saxo barítono), Joan Mar Sauqué, Alvaro Ocón y Óscar Latorre (trompeta), Pau Valls (cuerno francés), Alba Pujals (trombón y trombón bajo), Apel·les Carod (violín), Marta Roma (violonchelo), Adrià Plana (guitarra), Pilar Subirà (vibráfono, marimba, lira y otras percusiones), Guiseppe Campisi (contrabajo).

No suelen aparecer en el mercado español proyectos tan originales e interesantes, de modo que confío en en que este proyecto tenga continuidad en el tiempo y nos permita seguir disfrutando de tanta creatividad y explorar, al mismo tiempo que sus músicos y arreglistas, paisajes conocidos desde nuevas perspectivas.


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* Barcelona Art Orchestra: barcelonaartorchestra.com

* Discográfica: www.underpool.org/releases/ragtime-stories

UN TRIBUTO A DUKE

THE MARK MASTERS ENSEMBLE feat. ART BARON, 
Masters & Baron Meet Blanton & Webster (Capri, 2021)

Se suele decir que el instrumento de Duke Ellington era la orquesta. Lo cierto es solía componer más para los músicos que para los instrumentos. Ese conocimiento de los miembros de la orquesta dio alma a sus formaciones y ha contribuido a que dejara una huella en la Historia del Jazz difícilmente superable, tanto en su aportación como compositor (se calculan casi 3000 partituras) como en la de director, dotando a la orquesta de jazz de la tímbrica y el color que la hacen identificable, tanto es así que su música suena casi a cliché. ¿Qué más se puede decir de un artista que estuvo en el Renacimiento de Harlem y seguía triunfando cuando Bruce Lee se convirtió en estrella? Que ojalá hubiéramos estado allí.

Art Baron
Quien sí tuvo la suerte de estar allí fue el trombonista Art Baron, que tocó en la orquesta de Ellington en 1973. Por desgracia, el Duque murió ese año. Pero la experiencia debió valer la pena. Este año ha vuelto a grabar la música del Duque dentro de uno los proyectos de Mark Masters, compositor y arreglista que lleva unos años devolviendo a la vida los songbooks de relevantes músicos americanos (Alec Wilder, Lee Konitz, Clifford Brown...), algunos en colaboración con el American Jazz Institute.

El proyecto en cuestión se llama Masters & Baron Meet Blanton & Webster. ¿Por qué Blanton y Webster? Como escribí más arriba, Ellington solía escribir pensando en qué músicos interpretaban su música y la época que va de 1940 a 1942 fue una de las más creativas y brillantes en su orquesta, entre otras cosas, por la presencia del tenor Ben Webster (que luego comenzaría a rivalizar con Johnny Hodges) y de Jimmy Blanton, un hombre que debería recordarse tanto como el de Webster porque su uso melódico del contrabajo demostró que se podía convertir en un instrumento solista, un punto de inflexión en el jazz que merece recordarse.

Jimmy Blanton

De esa época Blanton-Webster en la orquesta de Ellington, Mark Masters ha grabado en este disco una selección de temas reinterpretados con una visión contemporánea pero también respetuosa y llena de swing de 8 composiciones de Ellington y 3 de Billy Strayhorn entre las que está, por supuesto, el ineludible tema emblema de la orquesta, "Take The 'A' Train". También podemos escuchar el estándar "Perdido" de Juan Tizol

Mark Masters

Aparte de Masters como director y Art Baron como trombón solista, podemos oír en el disco a Tim Hagans como trompeta solista y un ensemble que reúne a cuatro saxofones (Kirsten Edkins Jerry Pinter alternándose las partes de Webster, Danny House en el alto y el clarinete, y Adam Schroeder en el barítono); tres trompetistas más (Scott Englebright, Les Lovitt y Ron Stout); dos trombonistas aparte de Baron (Les Benedict y Dave Woodley), el bajista Bruce Lett; interpretando a Blanton, y el baterista Mark Ferber.

"Todas las épocas de Ellington me interesan", comenta Masters. “Pero la Blanton-Webster Band representa un período de tiempo realmente notable. A Jimmie Blanton se le atribuye haber revolucionado el papel del bajo en la orquesta de jazz, convirtiéndolo en un contribuyente melódico en lugar de simplemente mantener el tiempo y establecer la armonía básica. Y Ben Webster era simplemente un gigante. Dio la casualidad de que los dos estaban en la banda al mismo tiempo, y luego agregas todas las grandes composiciones de Ellington y Strayhorn a eso." 

Por si les apetece una buena dosis de Duke Ellington con buenos arreglos y un sonido actual y brillante.


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* Web oficial: www.markmastersmusic.com

NOSTALGIA DE DAVE BRUBECK

ALAN BROADBENT, Broadbent plays Brubeck 
(Eden River Records, 2021)

En Broadbent plays Brubeck, el pianista Alan Broadbent presenta un homenaje único: una colección de temas que ha arreglado para orquesta de cuerda con una elegancia superior, dotanto a los temas escritos por Dave Brubeck de una dimensión nueva y, al mismo tiempo, natural, porque a nadie le cabe duda de que la principal inspiración del West Coast jazz de Brubeck siempre fue la música clásica. Por poner un solo ejemplo, me viene al oído su curiosa grabación  que se llamó Bernstein plays Brubeck plays Bernstein (Columbia, 1961) en la que Leonard Bernstein dirigía la New York Philarmonic para una suite en cuatro movimientos llamada "Dialogues for Jazz Combo and Orchestra" compuesta por Brubeck. Esto ocurría en la cara A del LP mientras que en la cara B el cuarteto formado por Brubeck, Desmond, Wright y Morello versionaba temas del West Side Story de Bernstein. No es de sus grabaciones más notables pero como curiosidad es excepcional.

Volviendo a Alan Broadbent, el disco, como su anterior Developing Story de 2017, está producido por Ralf Kemper y una vez más grabado en Abbey Road con la London Metropolitan (esta vez con su sección de cuerda). Le acompaña su trío de siempre (Harvie S al bajo y Hans Dekker a la batería). Broadbent dirige la sección de cuerda y el concertino es David Juritz, que tiene un delicado solo en "Strange Meadowlark“. 


Con esta formación, Alan Broadbent explora la obra de Brubeck con arreglos que enfatizan los aspectos de la música de Brubeck que enlazan la tradición sinfónica europea con la excitante serenidad del cool jazz. Broadbeant, que ya hizo arreglos (y digirió orquestas) para Paul McCartney, Diana Krall, Pat Metheny, Michael Bublé..., utiliza la sección de cuerda como si fuera un solo instrumento que formara un cuarteto con su trío. Suenan con precisión suiza, algo excepcional porque el piano se grabó aparte pero si los arreglos están bien hechos, estas cosas ocurren. Todo encaja y eso se nota en la emoción que comunica. 

Brubeck plays Brubeck
El libreto del disco lo presenta como una vuelta de Alan Broadbent a sus orígenes. Resumiendo, En 1961, cuando Alan tenía 14 años, encontró las transcripciones de Howard Brubeck, en dos volúmenes, del álbum en solitario de Brubeck plays Brubeck (Columbia, 1956) en una tienda de música en Auckland, Nueva Zelanda. En ese momento él solo conocía a Dave Brubeck por "Take 5" que estaba de moda y sonaba en la radio. Sin haber escuchado el disco, como buen lector a primera vista, aquel músico de 14 años comenzó a tocar las piezas tal como estaban escritas. Las armonías y las melodías le descubrieron el jazz que ha desarrollado en los últimos sesenta años. Cuando escuchó el disco original, todo le pareció familiar y nuevo a la vez.


Tenemos que decir que este álbum no tiene el mismo setlist del disco de 1956. Broadbent ha añadido otros temas icónicos del pianista de Concord, California, como  "Blue Rondo A La Turk", "Bossa Nova USA" o un tema compuesto por su hermano Howard Brubeck ("Theme for June"), quizás como homenaje y agradecimiento a aquellas transcripciones que le cambiaron la vida y contribuyeron a su visión del jazz.

Broadbent plays Brubeck busca, en sus arreglos, compartir con los aficionados aquellas sensaciones que le descubrió el LP de Brubeck y añadirle la expresividad única de los músicos de The London Metropolitan String Orchestra. Y el sonido es tan brillante que se puede sentir que lo ha conseguido.





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* Más artículos sobre Alan Broadbent en este enlace.

UN MUNDO DUAL

MARIA SCHNEIDER ORCHESTRA, Data Lords (2020)

El último álbum de Maria Schneider cuenta (de acuerdo con las notas del álbum) una historia de dos mundos, aunque sería más adecuado decir que es la historia de un mundo (el nuestro) que camina en dos direcciones. Con su original dominio de ese formato peculiar que es la orquesta moderna de jazz, Schneider nos presenta en Data Lords un disco conceptual donde expresa sus preocupaciones por la importancia que está tomando el Mundo Digital sobre el real, el Mundo Natural. El uso de los datos, la dependencia de las pantallas y el pensamiento dirigido son algunas de sus preocupaciones. En el álbum hay un tema inspirado en las grandes compañías de Internet. Lo paradójico es que su álbum Concert In The Garden de 2005 fue el primer álbum vendido solo en Internet que ganó un Grammy. 

Foto: Jimmy Katz
Formada académicamente en su Minnesota natal, pasó siete años como aprendiz de arreglista de Gil Evans, que no es decir poco. Su carrera posterior con The Maria Schneider Jazz Orchestra es aclamada a nivel mundial como innovadora y personal. Aquí, toda esa experiencia se trasluce en unas composiciones muy descriptivas, casi dramáticas, que divide en dos discos (el álbum es doble y con una edición muy cuidada). 

En el primer disco, subtitulado The Digital World, abundan las disonancias y los ritmos irregulares, y un protagonismo notable de la guitarra eléctrica (Ben Monder). Nos cuenta, de esta manera, su versión de un mundo de intenciones oscuras dominado por los Data Lords (los Señores de los Datos), aunque comienza con un recuerdo. En "A World Lost" expresa su nostalgia del tiempo en que los niños podían ser creativos con casi cualquier cosa, y lo hace con armonías que sugieren inocencia y, a la vez, pérdida. 

Quizás "CQ CQ Is Anybody There?" sea uno de los temas más interesantes en cuanto a su construcción. Está compuesto usando código Morse (el predecesor binario de ceros y unos) en todos los elementos rítmicos, no solo en la percusión (Johnathan Blake). El mensaje se traduce como: "¿Hay alguien ahí?", y le siguen otras palabras "telegrafiadas" como poder, codicia, IA (Inteligencia Artificial), ayuda, SOS, datos... a los que se suma el tenor de Donny McCaslin en una interpretación rota, desesperada, que parece pedir ayuda y que representa a la voz humana, una metáfora escalofriante de la incomunicación en este mundo tan conectado.

Ilustración del interior del disco (Aaron Horkey)

En el otro disco, Our Natural World, la música fluye como fluye la vida en la Naturaleza, con su compleja sencillez y de una manera más orgánica. Escuchamos armonías más clásicas y melodías más asequibles, todo esto dentro de la originalidad y complejidad de la música de Maria Schneider, siempre dando una vuelta de tuerca a lo que podría sonar previsible. Por ejemplo, la utilización del acordeón (Gary Versace) en "Sanzenin", donde consigue (como en toda esta segunda parte) algunos de los sonidos más bellos de su carrera buscando expresar la belleza de lo natural, lo que nos recuerda que el arte es búsqueda y es expresión, y que la búsqueda de la belleza solo genera belleza.

En resumen, si en la primera parte Maria Schneider usaba la disonancia para contarnos su versión de un mundo desestructurado por las corporaciones, en la segunda nos recuerda la belleza de lo natural, de lo tangible, del mundo que siempre ha estado ahí y que hemos desprestigiado y despreciado en pro de lo virtual. palabra que significa, entre otras acepciones, irreal.

Les dejo un vídeo con una presentación y otro más extenso donde Maria explica las ideas que le han llevado a este proyecto.



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* Web: www.mariaschneider.com

FUERZA BALCÁNICA

NIKOLOV-IVANOVIC UNDECTET feat. MAGIC MALIK,
Frame and Curiosity (Coolabel, 2019)

Decir fusión es decir jazz. Por ello, intentar definir este proyecto del pianista macedonio Vladimir Nikolov y el baterista bosnio Srđan Ivanović es tan sencillo como complejo. Es jazz, pero es mucho más. Influencias de big bands clásicas, música balcánica, aires orientales, rock, funk... hacen de este "undectet" (son 11 músicos) un proyecto tan original como lógico. Estos dos antiguos compañeros de conservatorio firman composiciones y arreglos con una filosofía que se mueve en el amplio arco que existe entre Gil Evans y Maria Schneider. 

Hay en los temas de Frame and Curiosity una base musical clara, nítida, estructurada como si fuera música clásica, pero es solo una base culta sobre la que se construyen los temas, que suenan a jazz con influencias pero a jazz con mayúsculas, entre las que destacan los saxos y sus solos, muy clásicos y envolventes, acompañados por ritmos complejos e instrumentos inusuales como el acordeón o la flauta de Magic Malik (Maliz Mezzadri), que fue invitado como colaboración pero que es el instrumento reconocible del álbum, por encima del piano y a la percusión que, como he dicho más arriba, cobra aquí un protagonismo enorme, con los cambios de ritmo y estética que vertebran los temas.


A la complejidad rítmica hay que sumar la complejidad armónica de las composiciones, que siempre van más allá. El uso de los vientos es tan intenso y provocador que resulta difícil de encuadrar estilísticamente. ¿World music? ¿Jazz pan-europeo? Lo dejamos para los amantes de las etiquetas. Para simplificar, diré que, si a alguno de ustedes les gusta el jazz moderno con influencias étnicas y sin barreras, encontrará en Frame and Curiosity temas que aúnan todo esto y pasajes con tantas texturas (y lecturas) que incitan siempre a una nueva escucha. 

Once temas y once jóvenes músicos balcánicos y franceses que son: Vladimir Nikolov (piano, composición y arreglos), Srđan Ivanović (batería y composiciones), Luka Ignjatović (saxo alto), Kristijan Mlačak (saxo tenor), Đorđe Kujundžić (saxo barítono), Marko Đorđević (trompeta, fliscorno), Teodor Blagojević (trompa), Vladimir Vereš (trombón), Miloš Budimirov (tuba), Mihail Ivanov (bajo), Noé Clerc (acordeón) y como invitado, Magic Malik (flauta). 

Les dejo con este "Anonymous" para que aprecien la fuerza de los vientos, el solo de acordeón y el original juego de voz y flauta que hace Magic Malik. 


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* Vladimir Nikolov: vladimirnikolov.com

* Srđan Ivanović: www.srdjanovic.com

BALLADS WITH STRINGS (AND JAZZ TRIO)

PETER ELDRIDGE & KENNY WERNER, Somewhere 
(Rosebud Music, 2019)

Podría sonar antiguo si sugerimos el término jazz a la luz de las velas, pero esa es la primera sensación que fluye de este disco cuando empieza a sonar. Hubo en cierta época olvidada una moda de poner a los crooners delante de grandes orquestas de cuerda en lugar de las, hasta entonces, habituales big bands. Incluso Charlie Parker, desesperado por ingresar dinero para pagarse los vicios, tocó versiones con orquesta de cuerda en las sesiones que dieron lugar a Charlie Parker With Strings, un trabajo denostado en su tiempo y amado ahora. Así es el trabajo que presentan conjuntamente Peter Eldridge y Kenny Werner. A esta orquesta de cuerda se añade un trío de jazz aunque, de igual manera, puede que este dulce maridaje entre swing y cuerdas resulte indigesto para los más radicales vigilantes del jazz moderno pero es, ciertamente, una delicia.

Peter Eldridge
Peter Eldridge es la voz en este proyecto. Un barítono, para ser más concretos. Ganador de un Grammy con las New York Voices, es un reconocido cantautor de jazz con ocho álbumes publicados,  además de pianista y arreglista, y miembro fundador de la orquesta de voces MOSS.

Seis de los once temas del álbum están escritos por Eldridge, música o letra y música, incluyendo una letra para el tema de Ivan Lins "Minds of Their Own". Un repertorio muy elegido donde funde su propia personalidad con la de compositores como Lins, Stephen SondheimJohnny Mandel, porque aunque casi todos los temas son originales (algunos también son de Werner), Eldridge intenta traernos al siglo XXI el romanticismo de aquellas canciones sobrecargadas de violines que sonaban en la radio en las décadas anteriores al jazz moderno. Para ello busca no una sensibilidad moderna sino un sonido intemporal. Quizás lo haya conseguido.

Un proyecto que se presenta como un sueño largamente acariciado tanto por Eldrigde como por Kenny Werner. 

Escuchemos "Autumn In Three", que incluye un solo de piano a cargo de Werner. La orquesta, de 20 músicos, está dirigida por Eugene Friesen.



Aquí escuchamos los arreglos de Kenny Werner, el otro nombre de la portada. De Werner hemos hablado antes en el blog a propósito de proyectos más alejados del jazz tradicional, pero aquí nos ofrece unos arreglos suntuosos, fluidos, utilizando en la orquesta ese swing contenido que fluye sobre una etérea partitura de violines y encuentra su eco siempre en un acompañamiento muy libre del piano.

Kenny Werner
En la heterogénea carrera del neoyorquino Kenny Werner aparecen nombres como Joe Lovano y Toots Thielemans. Conocido por sus métodos de Maestría sin esfuerzo, populares en Internet, muestra en este disco una capacidad enorme para evocar atmósferas de otros tiempos y, al mismo tiempo, sorprender. Sus intervenciones en los solos de piano justificarían un párrafo más largo, pero solo vamos a recomendar escuchar el tema citado más arriba ("Autumn In Three" está compuesto por Werner con letra de Eldridge) y también el que se titula "I'm So Glad You're Mine", con letra de Donnie Demers, donde el piano hace la intro y está presente en todo el tema de una manera delicada mientras la orquesta estira y afloja la tensión continuamente.

El título del disco viene del musical West Side Story, del cual aparece aquí un tema ("Somewhere") en una especie de medley en el que se funde en un solo corte con "A Time For Love" de Johnny Mandel. Como curiosidad, George Garzone participa en un tema escrito por Werner con letra de Douglas Worth que es un homenaje a John Coltrane ("Ballad For Trane") y donde tiene la difícil tarea de tocar el saxo tenor sin imitar al maestro.

Un álbum para escuchar sin prisas. Publicado por Rosebud Music. 

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* Web de Peter Eldridge: petereldridge.com

* Web de Kenny Werner: kennywerner.com

HERSCH WITH BIG BAND

FRED HERSCH & THE WDR BIG BAND, 
Begin Again (Palmetto Records, 2019)


Acostumbrados a su trío y a sus deliciosos álbumes a piano solo, Fred Hersch nos sorprende este año con un álbum grabado con orquesta. Begin Again no sólo es un álbum atípico en su discografía (ya fue una excepción su Pocket Orchestra, aunque lejana en intenciones) sino que, además, el setlist es un repaso "orquestado" a toda su carrera. Vince Mendoza ha hecho los arreglos y dirige la renombrada WDR Big Band. Sí, la misma que giró hace años con Maceo Parker y pasó por España. 

El disco fue grabado en Colonia entre los días 28 de enero y 4 de febrero de 2019. A Vince Mendoza lo habíamos escuchado al frente de la WDR Big Band en Jazzpaña (ACT, 1993), aquel experimento de origen alemán sobre el jazz de origen español donde aparecían Michael Brecker, Al di Meola, Carles Benavent, Peter Erskine... Tiene 6 Grammys en su haber.


Mendoza consigue que, sin perder el intimismo de sus composiciones más líricas, la WDR Big Band acompañe a Hersch de una manera emocionalmente poderosa en temas como en "Out Someplace (Blues for Matthew Shepard)", donde la conjunción pianista-orquesta alcanza conmovedores niveles dramáticos. Algunos de estos temas cruzan la línea de la Third Stream (como "Pastorale", que aparecía en Solo de 2015), saltando a un lado y a otro de la línea como en un juego, jazz y barroquismos alternándose en la erudición de dos maestros como Hersch y Mendoza sin perder la poesía del original. Otros temas como "Havana" (que escuchábamos en Alive at the Vanguard, Palmetto Records, 2012), mantienen su esencia pero muestran enfoques divergentes; en este caso, haciendo convivir en la partitura el toque cubano con arreglos muy modernos y una intensidad contenida que no explota hasta el solo de saxo (Paul Heller en su tenor).


Catorce veces nominado a los Grammy, sobran las presentaciones. El peso y la versatilidad de Fred Hersch queda de nuevo patente en este disco pero, si algo tiene de particular la grabación, es el hecho de que Hersch comparta protagonismo con otros 16 músicos. Esto no era aplicable a su trío porque el trío de piano en jazz funciona como un solo instrumento si los músicos son maestros y el caso lo es: los tríos de Hersch son máquinas perfectas, relojes suizos como emoción (hablamos de Hébert y McPherson como podríamos hablar de Gress y Rainey...) y en la orquesta todo funciona de otra manera. Bien compenetrados, sí, pero con muchos protagonistas. Destacaré al trompetista Ruud Breuls por su lírica fluidez en "Rain Waltz", en contraste con la saxofonista Karolina Strassmayer, quien, en oposición, da a este tema un toque muy clásico en su solo, amparados ambos en el poder de los tutti, donde los vientos nos recuerdan tiempos donde el jazz era más potente... y popular.

Y esta es una de las cosas que más me gusta del diseño del disco y tengo que anotarlo (y reivindicarlo): en los créditos se pueden leer los nombres de los músicos que hacen cada solo en cada tema.


Uno de los cortes más excitantes del álbum es "The Big Easy", nombre que, como todo el mundo sabe, es uno de los apelativos de Nueva Orleáns. En este tema (que aparecía en el fabuloso disco a trío Live in Europe del que hablamos en su momento), la orquesta avanza a ritmo de blues con todo tipo de guiños al jazz de los primeros tiempos. Hersch derrocha blues con unos fraseos muy personales que nos traen el blues a la mente sin acabar las frases, haciendo una sublime interpretación del estilo sin caer en el tópico. Bárbaro y delicado a la vez. La WDR, por su parte, suena por momentos a las orquestaciones de Leonard Bernstein. No sé si Mendoza lo ha hecho de manera premeditada pero el resultado es altamente conmovedor, sobre todo por la percusión, los metales, el blues de Hersch en la teclas (ya lo hemos dicho) y los dos solos que coronan el tema: el de trombón a cargo de Ludwig Nuss y el de trompeta por Andy Haderer. Merece la pena escuchar cada pasaje de este "The Big Easy" para valorar que el jazz más tradicional puede ser moderno en las manos adecuadas. 


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* Web oficial: fredhersch.com

* Web oficial: vincemendoza.net

NONET PLUS ONE

DAN PUGACH NONET, Plus One (Unit Records, 2018)

Admite el baterista Dan Pugach en las notas de este disco que tiene predilección por el jazz de gran formato debido a su pasión por genios tan diferentes como Buddy Rich, Count Basie, Gil Evans, Maria Schneider, Alan Ferber, Jim McNeely... y sus orquestas. Salvando las diferencias estilísticas, me trae a la memoria a Henry Mancini. Tiene una cosa en común con él: la manera tan eficaz de utilizar el diálogo entre percusión y sección de vientos.


Dan Pugach nació en Israel, donde el servicio militar obligatorio dura nada menos que tres años. Pugach pasó estos tres años como batería en la orquesta de las Fuerzas Aéreas. Licenciado en Berklee, reside actualemente en Brooklyn, desde donde colabora con un buen número de músicos, con los que ha grabado en varias ocasiones. Su primer álbum como líder es el proyecto Dan Pugach Nonet, con el que ha ganado dos premios ASCAP como compositor de jazz y una residencia en el Kennedy Center for the Arts de Washington D.C.


En este álbum, como reza el título, se presenta en noneto "más uno", doce músicos que se alternan en diversos nonetos a los que se une la cantante Nicole Zuraitis en varios temas, una cantante a la que Pugach denomina "su arma secreta". Pero si hay un arma secreta en las composiciones es la sorpresa. No hay nada estable en ellas, sólo una guía sobre la que se mueve todo el noneto, aportando nuevos elementos en cada tema. A medio camino entre una second line de Nueva Orleáns y el jazz moderno de gran formato, Pugach, como Buddy Rich (aunque más intelectual y menos circense) demuestra que se puede dirigir una gran formación desde la batería, no en vano el ritmo (en una gran variedad de conceptos) es el verdadero líder de esta (casi) big band. Energía contagiosa podría ser el título del álbum. Pugach, desde la banqueta de la batería, lleva a la orquesta a una dimensión personal que explora las posibilidades heredadas de los músicos mencionados (Basie, Evans) con el concepto de orquesta moderna de jazz (Schneider, por ejemplo).

Fotografía de John Dankwardt
Seis temas originales componen el disco, temas escritos a lo largo de los años que recopila en su primer álbum como líder, además de tres versiones muy modernizadas. La primera de ellas es "Crystal Silence" (de Chick Corea con las letras de Neville Porter), que se convierte en un tema rítmico y obsesivo donde Zuraitis participa como un instrumento más de la orquesta. La balada "Jolene" de Dolly Parton con arreglos de Zuraitis y arreglos de viento y orquestación de Pugach, es quizás el punto más débil del álbum, pero no deja de contener elementos sorpresivos en su desarrollo, como todo el resto de los temas. La última versión que aparece en el álbum es "Love Dance" de Ivan Lins. Sin abandonar el tempo contenido de las composiciones del brasileño, Pugach realiza una versión poderosa en la que los vientos tienen un papel protagonista. 

Les dejo con un vídeo donde se puede apreciar en primera fila la versatilidad rítmica de Pugach armado solamente con una caja, un plato... y una mesa.


Los músicos del álbum son:

Ingrid Jensen, David Smith, trompetas
Mike Fahie, trombón
Jen Hinkle, trombón bajo
Andrew Gould, saxo alto 
Jeremy Powell, saxo tenor
Andrew Gutauskas, saxo barítono
Carmen Staaf, Jorn Swart, piano
Tamir Shmerling, bajo
Bernardo Aguiar, pandeiro
Nicole Zuraitis, voz
Dan Pugach, batería
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* Web oficial: www.danpugach.com