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SOBRE LA ESENCIA INDESCRIPTIBLE DEL JAZZ

ACORDES Y DESACUERDOS (VII)

I.

“Cuando no sabes lo que es, es jazz.”
(Pruitt Taylor Vince en Novecento, la leyenda del pianista en el océano, dirigida por Giuseppe Tornatore, 1998)

II.
Miles Davis a Coltrane: "No toques lo que está [escrito] ahí, toca lo que no está ahí."

III.
“Ser natural lo es todo. Donde hay un sentimiento de esfuerzo o trabajo... no hay nada natural y, consecuentemente, no hay swing.” (Stephane Mougin, Jazz-Tango-Dancing Magazine, 1933)

IV.
“De las mezclas no puede salir nada malo.” (Manolo Sosa, aficionado, fotógrafo y amigo)

V.
Monk a Coltrane: "Tío, deja de pensar y toca."

Clifford Brown

Amelia Bernet

Formada en el Real Conservatorio de Música de Madrid y en los escenarios de clubs americanos, franceses y holandeses, Amelia Bernet es, por encima de todo, una artista dueña de una voz con la hondura desgarrada de una Billie Holiday sin el peso de las drogas: con un timbre cercano, es menos visceral y más musical, su scat nace de la técnica, su improvisación es inagotable. Domina la voz como el más complicado y versátil de los instrumentos, con una expresividad que se transmite a todo su cuerpo, aúna cuerpo e instrumento en un todo: es una artista del gesto. Supongo que es un don.

Desgraciadamente, sólo he podido encontrar de ella un álbum como líder: I remember you (Satchmo Jazz Records, 2000), un disco que tuvo la amabilidad de regalarme este verano después de una actuación, probablemente por todos los halagos que dediqué a su voz (o porque era ya demasiado tarde y el club estaba a punto de cerrar). Son once standards que grabó en compañía de Albert Bover, Javier Colina y Carlos González.

A los profanos les sonará (y a los aficionados al jazz puede que les escandalice) por su participación como profesora de canto en el programa de televisión Operación Triunfo (si mis fuentes ajenas al jazz no me engañan), pero, aparte de su faceta como profesora de canto, que creo lleva a cabo en Madrid y en numerosos seminarios, es una cantante hecha en los escenarios con su cuarteto o como sidewoman.

Más abajo os dejo unas fotos de esa noche. El escenario: el Berlín Jazz Café, cerca de Callao, en Madrid. Sus acompañantes son el trío de Santiago de la Muela, con Jordi Gaspar al contrabajo y Carlos 'sir Charles' González a la batería. Tuvimos la suerte de oír los dos pases. Más intenso el segundo, creciendo de tono, con interpretaciones fabulosas de My secret love y del Love for sale de Cole Porter, sin desmerecer un fabuloso Angel eyes del primer pase.

Todas las fotos son de mi impagable amigo Manolo Sosa.



Amelia Bernet en Myspace: click aquí.

Las fotos de La Maestranza


Aquí están, por fin, venciendo la resistencia de las tecnologías adversas gracias a la perseverancia de mi amigo Manolo Sosa. Sólo se pudo echar mano de la cámara del móvil porque prohibían expresamente grabar y fotografiar, pero algo es algo.





HÉROES ANÓNIMOS

Mi amigo Manolo Sosa es de esos amigos con mala uva, que se van a Bélgica a ver la fórmula 1 y vuelven contándote anécdotas que te ponen los dientes largos, como los clubs de jazz donde ha estado. No es despierte en mí envidia… sino Envidia Malsana.

Como “regalo” me ha enviado la foto que ilustra esta entrada. Está tomada en un club de Bruselas llamado The Music Village (¿resonancias neoyorquinas?) situado en Rue des Pierres, 50 (Steenstraat 50 si es en el bendito idioma valón, como él dice), en una de las salidas de la Grand Place (el sitio más céntrico de Bruselas). Música en vivo de miércoles a domingo.

La banda era Trio Rosso’s (Bert Dockx-guitarra, Frederic Jacques-Bajo y Andivo Sans-batería). Mi amigo comenta que sonaban bien. Y añade: “El club es muy agradable y mientras escuchas jazz te puedes tomar uno de los 160 tipos de cerveza (precio de Bruselas centro obviamente, 2-3 €) que tienen. Incluso en una esquinita hacen la vista gorda si fumas (para las fotos de jazz ambienta mucho).” Si no supiera que lo que le gusta es el jazz (y que además no suele beber) pensaría que había ido a emborracharse…

Además de lo anterior, en este local se celebra del 3 al 7 de octubre la tercera competición internacional de cantantes de jazz. Cada día a las 9 de la noche actúan 3 concursantes. La gran final el domingo 7 desde las 7,30 con actuaciones de los finalistas y varios músicos de jazz.

Y yo, admirando la espléndida fotografía en blanco y negro, con su serena estructura de balada, siento que casi se puede oír la música. ¿Son buenos? Eran muy buenos, contesta mi amigo. Y uno, que nunca ha oído estos nombres y puede que gracias a las multinacionales oigamos un millón de nombres más este año en lugar de éste, uno se pregunta: ¿Cuántos genios más, capaces de ponernos los pelos de punta tocando Jazz con mayúsculas, deleitando única y exclusivamente a los afortunados que acudan a este o aquel club, creando maravillas sin cd ni portada, pasarán a la historia olvidados como héroes anónimos?