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TÉCNICA Y SENTIMIENTO

IRATI BILBAO, Bloom (Errabal Jazz, 2024)

Tras dejarnos fascinados con su voz en Begin (Errabal Jazz, 2020), la cantante duranguesa Irati Bilbao ha vuelto a los estudios de grabación para regalarnos un nuevo álbum donde alcanza una madurez envidiable como vocalista y como compositora. En Bloom la acompañan Mikel Núñez al piano, Fran Serrano al contrabajo y Aitor Bravo (No-Land TríoIosu Izaguirre Sextet) a la batería.

Para los puristas, advertimos que Irati no solo canta jazz y no solo canta en inglés en este disco. Las canciones, con letras muy personales y sentidas, navegan sobre una base fluida y atemporal que no busca falsos efectos ni fuegos artificiales. Solo en algunos temas como su versión de "I Fall In Love Too Easily" se permite el lujo de hacer scat e incluso de jugar a llamada/respuesta con el grupo, para después regalarnos una intimista canción en castellano con letra bluesera y aire de bolero "¿Hacia dónde?" o joyas como "Places".

Desde "The Tree" (con ese solo de piano) hasta "Median Gora", pasamos por un repertorio original no solo porque es nuevo sino por el enfoque que Irati como compositora da a las canciones. Estilísticamente, el disco es impecable, bien arreglado y con un sonido brillante y elegante que asume por momentos otras influencias (la bellísima "Intimate" nos trae al oído irremediablemente a Norah Jones). Quizás derroche más recursos vocales y de improvisación en los standards (hace también una versión antológica de "Devil May Care") que en los temas escritos por ella, algo que quizá se deba al deseo de dar más profundidad y relevancia a las letras. 

Irati Bilbao nació en Durango y se formó musicalmente en Musikene, lo que es toda una garantía. Antes de grabar su primer disco en 2020, ha formado parte de distintas formaciones (Swintronix, Ekuru, Reunion Big Band, Manixa Jazz Choir, Bilbao Lindy Band, The Gospel Six...). En Bloom reúne composiciones clásicas, versiones de standards, y canciones originales donde la palabra es tan importante como la música, lo que lo convierte en un disco perfecto para amantes del jazz vocal y de las voces nuevas. 



HOY ENTREVISTAMOS A IRATI BILBAO

IRATI BILBAO, Begin (Errabal Jazz, 2020) 

Que la voz es un instrumento es algo que nadie discute. También uno de los más exigentes y de los más difíciles de afinar. La cantante duranguesa Irati Bilbao posee uno de esos instrumentos bien calibrados capaces de hacernos vibrar. En Begin, su primer álbum, publicado en 2020, mostraba ya ese don para el scat y la improvisación que tanto nos gusta a los aficionados a las cantantes de jazz (y que pocos hombres dominan). Una voz con una madurez inusual y los arreglos (también de la cantante) nos llevan a los tiempos de las grandes divas, a la vez que aúnan delicadeza y técnica de una manera seductora. 

Irati Bilbao nació en Durango. Se graduó en Canto Jazz en Musikene. Ha participado en varios proyectos en el País Vasco (Ekuru, Reunión Big Band, Manixa Jazz Choir, Bilbao Lindy Band...) hasta encontrar su formación ideal, con compañeros de Musikene, una formación con la que resultó ganadora del concurso de bandas de Jazz del festival Deba Jazzez Blai en 2019. En 2024 la hemos encontrado preparando nuevos proyectos y con ganas de charlar sobre jazz. Esta es nuestra entrevista:


Jazz, ese ruido: Para empezar, una pregunta sencilla. ¿Quién es Irati Bilbao y por qué eligió el jazz como forma de expresión?

Irati Bilbao: Soy una cantante vizcaína de 31 años que lleva toda la vida estudiando música, la verdad. Empecé a cantar en la adolescencia y por casualidad en grupos formados con amigos. Hasta entonces mi formación siempre había estado ligada a un instrumento, y en pocos años cantar se convirtió en lo que más me llenaba. Me interesé por el jazz escuchando un disco de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong que regalaban con el periódico y fui indagando, tirando del hilo, escuchando... y me enamoré. En cuanto empecé a cantar standards supe que el jazz permitía una libertad de expresión como ningún otro estilo y eso me atrapó y me sigue atrapando hoy en día. Es un tipo de música en el que sientes que tu voz, tu creatividad, tu personalidad, tu sonido... es realmente lo que importa, donde el intérprete es verdaderamente intérprete al hacer suya cualquier canción. Pero todo superpoder requiere de una gran responsabilidad y el jazz es también exigente, inquieto, cambiante, indisciplinado... ¡y hay que estar al día!

J,ER: ¿Qué sientes cuando te subes al escenario con un arma tan libre y versátil como es el jazz?

IB: Siento que verdaderamente esa noche voy a contar una historia de una forma única, que voy a comunicarme con ese público de una manera que no se va a repetir jamás. Nunca hay dos conciertos iguales, y ahí está la magia. Mi estado de ánimo afecta de manera directa a mi interpretación, y aunque la desnudez que experimentamos al cantar siempre está ahí, esa inseguridad, esa exposición es algo con lo que hay que trabajar.Me gusta pensar que esa vulnerabilidad también es positiva. El público es también muy agradecido conmigo y me emociona mucho descubrir cada vez lo que la música les ha hecho sentir.



J,ER: Begin fue un descubrimiento para todos los que creíamos que el jazz vocal tenía que ser  o contemporáneo y rompedor o decididamente clásico, pero encontramos tu sonido fresco y moderno sin renunciar a lo clásico. ¿Cuáles son tus influencias y cuáles tus objetivos?

IB: ¡Muchas gracias por esas palabras! Mi objetivo cuando grabé el disco no era otro que plasmar quién era yo en ese momento como cantante de jazz, y en mí conviven esas dos vertientes, una muy ligada a lo clásico, al swing más tradicional y otra más apegada a su tiempo, a una creación más de autor, más contemporánea por así decirlo. Cantantes como Ella Fitzgerald, Anita O'Day, o Nancy Wilson han sido y siguen siendo grandes referencias para mi, son fuente inagotable de sabiduría y buen hacer pero otras voces como las de Sarah Gazarek, Veronica Swift, Esperanza Spalding o Michael Mayo también me inspiran continuamente. Unir todo esto, ir hacia nuevos horizontes sin dejar de lado la tradición es esencial y uno de mis objetivos. Los clásicos son clásicos por algo, y la mayoría de veces esas canciones de siempre pueden reinventarse eternamente, y trabajarlas es divertido, pero a su vez me gusta también encontrar mi propia perspectiva, mi propia voz ya sea interpretando canciones escritas por otros o cantando mis canciones.  

J,ER: ¿Por qué nuevas composiciones cuando la mayoría de cantantes eligen standards? ¿Qué quieres expresar con tu música y, por supuesto, con tus letras? 

IB: A mi me encanta cantar standards y me da cierto pudor escribir canciones propias y cantarlas, pero la necesidad de comunicación, el deseo por contar mis historias más personales es mayor que ese pudor. Además componer es una terapia muy gratificante. Cuando escribo canciones lo hago para mí, pero cuando decido cantarlas en público y siento que esas canciones tocan las emociones de quien las escucha es un regalo aún mayor.

J,ER: Por último, la curiosidad: ¿cómo es tu siguiente proyecto?

IB: Actualmente sigo cantando con mi banda y este año está siendo muy emocionante porque por primera vez estamos tocando fuera de Euskadi y tengo la bonita sensación de que Begin tiene mucho que decir, pero ya estamos trabajando temas nuevos y me encantaría poder grabar algo nuevo este año.Me apetece mucho.

J,ER: Muchas gracias, Irati, por tus palabras y por la enorme creatividad que despliega tu música. Suerte con tus proyectos.


Y nosotros, mientras, esperamos con muchas ganas nuevos temas de Irati Bilbao. Hasta entonces, una muestra de su primer álbum: 




* Más info: www.iratibilbao.com

TOCAR AL RITMO DEL MAR

EVA ALCAIDE QUINTET, Dive into the Sea 
(Errabal Jazz, 2022)

Nos gusta escuchar a instrumentistas como la guitarrista madrileña Eva Alcaide, precisa, con un discurso versátil y limpio, una instrumentista como muchos otros formados en conservatorios que, en un momento dado, ponen su virtuosismo a favor de la síncopa, del swing... y acaban presentando su trabajo de debut nada menos que en el Festival de Jazz de San Sebastián (ahora resumido más comercialmente como Jazzaldia).

Eva Alcaide se sumergió en el jazz en la Escuela de Música Creativa (Madrid), hizo el grado superior en Musikene (San Sebastián) y un máster en el Royal Conservatoire of Scotland (Glasgow), un recorrido vital (y musical) que puede sonar breve pero que implica mucho trabajo y una voluntad de perfeccionismo que se puede escuchar en sus temas.

Los temas de Dive into the Sea se mueven intencionadamente con esa cadencia de ida y vuelta que tienen las olas del mar, con estructuras musicales ondulantes y bien calculadas. Alcaide se expresa con un lenguaje sutil y, a menudo, meditativo. En la mayoría de los temas, comparte protagonismo con el pianista Jorge Fernández (No-Land Trio) con raras excepciones, como el curioso caso de "The Peacocks", uno de los dos temas del álbum no compuestos por Eva Alcaide, un tema escrito por un pianista (Jimmy Rowles) en el que la guitarra es protagonista absoluta. 

Foto: Hugo Alcaide (fuente: Facebook)

En otros momentos, es la voz de la duranguesa Irati Bilbao la que comparte protagonismo con Alcaide. Bilbao es una cantante que suena como un instrumento ("Fresh Start", por ejemplo), llena de ritmo y color, y que aporta ese toque clásico de los unísonos voz/guitarra, tan excitantes.

Artífices del sonido fluido y estimulante (dentro de los ritmos calmados de este disco) son también los miembros de la sección rítmica del cuarteto: el bajista Carlos Montulluno de esos bajistas que parecen cantar en sus solos, y el baterista Aitor Bravo (Triology, No-Land Trio, Jerónimo Martin). 

Cabría destacar, además de la solvencia de Alcaide como instrumentista y como compositora, su juventud, confirmada por el hecho de que este cuarteto se formó para su trabajo de final de máster y ha culminado en un disco muy sólido y grato de escuchar, con temas propios y dos standards entre los que escuchamos también "Naima" de Coltrane, pero eso es un asunto menor cuando lo que cuenta aquí es el lenguaje utilizado y la brillantez conseguida. 


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