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LIVE AT SAN JAVIER 25th ANIVERSARY

XIMO TÉBAR & THE CHAMPS, The Jazz Guitar Trio, vol. 5
XIMO TÉBAR BRAZILIAN JAZZ PROJECT, Começar de novo 
(Omix Records, 2024) 
El valenciano Ximo Tébar es, sin duda, uno de los pioneros de la guitarra de jazz en España. Su nombre y su música sonaron en Jazz entre amigos y deberían sonar con otros legendarios de la escena ibérica como los de Kiko Aguado o Sean Levitt, por su virtuosismo y su longevidad Este año pasado amplió su veintena de discos como líder con dos álbumes grabados en directo en el Festival de San Javier, uno a trío con el organista Pat Bianchi y el baterista Byron "Wookie" Landham, lleno de blues, y otro con un formato más amplio que ha llamado Brazilian Jazz Project, con músicos como Josvi Muñoz (saxos y flautas), Will Martz (piano y teclados), Juan San Martín (bajo) y Fernando García (percusión), contando con el cantante y guitarrista Gradston Galliza como estrella invitada, y con las colaboraciones de los citados Pat Bianchi y Byron Landham. 

The Jazz Guitar Trío vol. 5 continúa con las exploraciones de Ximo en este formato de trío de órgano y guitarra, que ya probó con Joey de Francesco, entre otros. El virtuosismo de los tres músicos y los patrones rítmicos de este tipo de trío hacen que agradezcamos que esté grabado en directo, lleno de energía, con temazos con "Idris" (un clásico en el repertorio, aquí con un guiño a "Salt Peanuts") o momentos sublimes como ese toque de blues convertido en sutileza de "Willow Weep For Me".

Começar de novo, en cambio, es otro nivel, más polirrítmico y donde los virtuosismos se diluyen en la abundancia de músicos para dejarnos apreciar lo que es la fiesta del crossover jazz/Brasil, con cantantes, baladas, funk, ese groove indolente de la bossa sincopada... y un homenaje final a Paco de Lucía y a Chick Corea. Momentos álgidos donde conversan guitarra y voz ("Fascinio") bastarían para recomendar este álbum. 

* Más info: ximotebarjazz.wordpress.com

ELEGANCIA A TIEMPO PARCIAL

OH PEOPLE, Part Time Elegance (April Records, 2025)

Instrumentistas de una perfección casi rara en el jazz actual, brillantemente grabados, con un profundo sentido del jazz clásico, actualizados, elegantes (el título lo sugiere y es inevitable decirlo)... el quinteto danés Oh People presenta Part Time Elegance, una colección de composiciones originales que exploran influencias de todas las décadas del siglo pasado traduciendo el lenguaje del jazz clásico (desde Ellington hasta Monk) a un sonido actual y limpio, jazz moderno "con instrumentos reales que suenan reales", como escribe Jesper Løvdal en las notas del álbum, jazz sin aditivos, 

Los miembros del quinteto son Jonas Due a la trompeta y fliscorno (DR Big Band, OTOOTO), Andreas Toftemark al saxofón (premio Bent Jædig Prize), Casper Christensen a la guitarra (Nana Rashid, Jesper Lødval), Lasse Mørck al contrabajo y Henrik Holst Hansen a la batería (Kathrine Windfeld Big Band, Jeppe Zacho Quintet, Mike Stern...), cinco solistas emergentes de la escena danesa, músicos jóvenes y ya muy solicitados que se unen aquí para explorar sus más íntimas influencias musicales. 


Publicado en vinilo y CD, Part Time Elegance contiene referencias musicales a estétitcas del jazz anteriores al bebop: baladas de amor atormentado al más puro estilo años 20 ("Part Time Elegance" con su sordina y solo de contrabajo, o "Parisian Love Affair" con ese solo que nos recuerda a los saxofonistas de la orquesta de Duke Ellington), ritmos brasileños y solos deliciosos en la guitarra de Casper Christensen ("Beginnings", "Sosa"), estructuras de Monk (el intrincado bebop de "Oh!", una montaña rusa movida por el contrabajo y detenida a saltos por las armonías de los vientos en el chorus), swing juguetón al estilo Cotton Club pasado por el tamiz de un estudio del siglo XXI ("Disco Double Trouble" con esa sordina que excita los recuerdos, un walking bass de libro y un solo de guitarra brutal)...

Con una visión estética renovada y limpia del hot jazz y del bebop, solos brillantes, virtuosismos inesperados y cero nostalgia en las influencias (todo se puede renovar y por tanto no está muerto) el quinteto vive sus influencias con ese desparpajo de la juventud y mucha, mucha técnica. Recomendable. 


* Más info: https://ohpeople.bandcamp.com/album/part-time-elegance

(NO SOLO) VOCES FEMENINAS

Siempre he pensado que hacer un concierto de "mujeres del jazz" o un ciclo "femenino" o ¿por qué no? un artículo sobre ellas era discriminar, discriminar en el sentido de poner aparte, separar, pero lo cierto es que esta selección de discos que vamos a escuchar hoy han llegado hasta aquí porque son lo más interesante que hemos escuchado en las últimas semanas y porque, dándole vueltas a cómo hablar de estos álbumes sin quedarnos cortos, nos hemos dado cuenta de que juntos suenan mucho mejor. Hoy estamos escuchando los discos recién publicados de la pianista Élia Lucas y de las cantantes Mónica Matabuena y Paula Barranco (a dúo con el pianista Jan Domènech).

ÉLIA LUCAS QUARTET, Introspecció (Microscopi, 2023)

El álbum de debut de la pianista Élia Lucas comienza con un tema introspectivo, con volátiles acordes de piano y una melodía nostálgica, intimista. A los oídos llega de manera aséptica, alejada de la negritud del jazz, pero el disco va evolucionando a lo largo de sus 7 temas (todos ellos compuestos por Élia), moviéndose por excitantes sonoridades de country blues ("Cercles"), influencias pop de las últimas décadas, aires mediterráneos de resonancias árabes, mucha meditación (conmovedora "Línies"), inteligentes revisiones de cánones clásicos ("Bach Reinterpretations")...

Se percibe, tanto en la compositora como en la pianista, un instinto natural por encontrar una voz propia. Y lo hace destilando estas influencias y jugando con la sensibilidad de los miembros de su cuarteto, de los que destacaría sin dudar el solo de contrabajo (Tomàs Pujol) en "Cercles", sobre todo la forma en que dialoga con el piano. En el saxo alto (y soprano) escuchamos a Edu Pons, siempre poético en sus intervenciones, casi como si contara historias (y atronador en "Dreamin"), y a la batería, Kike Pérez, intenso o sutil según el tema, con un interplay fabuloso en todos los momentos. 

Élia Lucas se graduó en la especialidad de Interpretación Jazz y Música Moderna en el Taller de Músics ESEM. Aparte de dedicarse a la docencia, ha recorrido con su cuarteto festivales y salas de Valencia y Barcelona, donde reside. La intensidad del álbum, tanto en los temas energéticos como en los introspectivos, conmueve, y eso es algo que se puede decir de pocos discos. 



* Más info: www.microscopi.cat/elialucasquartet


MÓNICA MATABUENA, Matabuenapura (Errabal Jazz, 2023)

Desde el primer momento, utilizando el scat como forma de expresión, la cantante getxotarra Mónica Matabuena deja claro que su instrumento es la voz y que utiliza su voz como un instrumento. Esto no quiere decir que renuncie a las letras de sus canciones, ya que ha elegido un heterodoxo pero emotivo repertorio que incluye, entre otros temas, canciones propias, revisiones de Miles Davis e incluso de alguna copla con ritmo latino.

Armonía y ritmo. Aunque suene obvio, estos dos elementos son las principales armas de Mónica Matabuena. Con ellas interpreta y compone, y dota a sus letras (emotivas "Nora" y "Nana") de una sensibilidad que no alcanzaría esta expresividad si no estuviera basada en recursos jazzísticos. Algunas reflejan infuencias de bossa nova. La versión de "Blue In Green" (Bill Evans), donde la guitarra manda en el tema, tiene la letra con la que la cantó Cassandra Wilson pero una personalidad completamente distinta, más etérea sin perder sensibilidad, más latina. 
 
La voz apasionada pero madura, serena, de Mónica Matabuena infunde a todos los temas un carácter maduro y una pátina de perfección. Aunque se trate de un disco de debut, la cantante arrastra una dilatada carrera en formacones de jazz (Las Negras del 45, Cinema) y bossa nova (Joao, con Marco Martínez), además de ejercer como profesora de técnica vocal. El álbum de debut llega en plena madurez y está lleno de técnica, recursos, modulaciones, sorpresas, resonancias de Joao Gilberto, de Ella Fitzgerald... Le acompañan el guitarrista Marco Martínez, el bajista Ander García, Miguel Benito a la batería, Jorge Castañeda (The Machetazo) en el Fender Rhodes y el solicitado Chris Kase en el fliscorno. Solo puedo añadir que debe ser una delicia escucharla en directo.



* Más info: monicamatabuena.com


PAULA BARRANCO & JAN DOMÈNECH, 
When Love Is Around (Microscopi, 2023)

Hay un descaro juvenil y feliz en la manera en que Paula Barranco ataca las notas de "I Just Found Out About Love" con un swing más propio de la Era Dorada del jazz que de las cantantes modernas o "actuales". Es un placer, no se puede definir de otra manera, especialmente con el desafío que supone verse arropada única y exclusivamente por el piano, donde Jan Domènech mantiene un tour de force con la vocalista. Y es no hay temas plácidos, todo es swing, erudición, recursos, más recursos... y un repertorio donde todos los temas hablan de amor.

Con el color clásico de esa voz y el swing incansable de ese piano, el repertorio avanza por una colección de standards poco habituales y que merece la pena descubrir: "Fools Rush In" nos traslada a los años 40 donde triunfaba Johnny Mercer (Elvis le dio después otro carácter); "Tenderly" sigue explorando esa década y nos ofrece una versión distinta a las de Ella o Billie, una interpretación lacónica y bellísima; "What Are You Doing The Rest Of Your Life" es un clásico inevitable, especialmente a dúo; "Angel Eyes" es un standard recuperado y demasiado versionado desde que Sting lo hizo en los 90, por lo que sorprende su frescura aquí, especialmente por esa manera tan emotiva de Domènech de atacar el tema... Podríamos seguir desmenuzando el disco, pero esto ya da una idea de su filosofía. Solo me gustaría resaltar el magnífico acercamiento a la música brasileña de "Caminhos Cruzados" (Jobim) con el que concluye el álbum.

Paula Barranco y Jan Domènech son dos artistas salidos del Conservatorio del Liceu de Barcelona. Paula trabaja en distintas formaciones, mientras que Jan actualmente cursa un máster en La Haya además de formar parte de proyectos como la Sant Andreu Jazz Band. Entre uno y otro han participado en más de 20 grabaciones. Juntos, son un dúo que esperamos que tenga continuidad porque tener, tienen madera de jazz, y nos presentan un álbum recomendable y necesario para recuperar un espíritu en el jazz que hoy se deshace en experimentos (en su mayoría) fútiles.



UN HOMENAJE A MILTON NASCIMENTO

CLARICE ASSAD, Window to the World (Vectordisc, 2022)

Desde que Stan Getz introdujo en el universo del jazz los sones de Brasil, convenciendo a los puristas de cuántos puntos en común tenían la música de Nueva Orleáns y la brasileña, la bossa nova se convirtió en una rama más del jazz. En el disco que estamos escuchando esta noche, las melodías escritas por Milton Nascimento ponen de manifiesto esta relación gracias a los arreglos de la pianista brasileña Clarice Assad y su cuarteto (Franceso Calì, acordeón; Jesper Bodilsen, bajo; Johan Dynnesen, batería). El álbum se llama Window to the World: A Tribute to Milton Nascimento y ha sido grabado entre Copenhague y Rio de Janeiro.

Clarice Assad es una compositora, arreglista, cantante y (más que pianista) multiinstrumentista nacida en Campo Grande (Rio de Janeiro) en 1978 de una familia de músicos (Sergio Assad, Odair Assad, Badi Assad). Formada entre otros lugares en París y Chicago, tiene a sus espaldas una extensa carrera que abarca música de cámara, orquestal, pop. jazz y world music, habiendo sido nominada al Grammy dos veces. En este álbum, canta y toca el piano rindiendo tributo a Milton Nascimento, lo que le proporciona un repertorio de 9 temas en los que puede desarrollar su versatilidad como pianista y arreglista al tiempo que nos permite disfrutar de su voz profunda y caleidoscópica (en algunos temas a dúo con su hermano Rodrigo y con Muato), que incluye recursos que (casi) podríamos llamar scat ("Milagre dos Peixes") y entonaciones dulces (casi pop), como en "Nada será como antes".


El disco comienza con un medley, como si cualquier elección dentro del repertorio de Nascimento fuera insuficiente para mostrar todo lo que Assad quiere mostrar en este álbum. También incluye clásicos como "Clube Da Esquina nº 2", compuesta por Nascimento con su amigo Lô Borges y Marcio Borges, dentro del colectivo que se llamó Clube Da Esquina, que incluía a músicos como  Beto Guedes, Toninho Horta y Flávio Venturini, entre otros, un grupo de músicos y compositores brasileños influenciados por The Beatles y otros grupos de la época, que mezclaban rock and roll, rock progresivo y jazz. 

Nuestro momento preferido del álbum es esta "Cancao do Sal".



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* Web oficial: clariceassad.com

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CLÁSICOS QUE SUENAN LATINOS

CLARE FOSTER, Kumbhaka (2021)

Si la voz es el instrumento más complicado (según dicen) la inglesa Clare Foster es dueña de la complejidad. Escuchando su nuevo álbum Kumbhaka, certificamos su versatilidad, tanto en estilos como en el dominio del fraseo, del ritmo, de la síncopa. Y lo hace con un estilo muy personal y que, sin embargo, recuerda a tantas cantantes clásicas... También es compositora, letrista y educadora, pero en este álbum nos ofrece una colección de standards en adaptaciones sorprendentes.

Nacida en Inglaterra, Clare Foster se mudó a Nueva York con 20 años con la idea de formarse. Asistió a clases con Barry Harris y la vocalista Judy Niemack, y consiguió subirse a los escenarios neoyorquinos y a los de Nueva Orleans, su siguiente parada. De vuelta a Londres, se diplomó en la Guildhall School of Music y se convirtió en habitual de la escena en vivo de Londres y también de Amsterdam, donde grabó su primer álbum titulado Clare Foster Sings Wayne Shorter (Groove, 1993). Después trabajó en Canadá con músicos locales y en 1998 el guitarrista de Elvin Jones Ryo Kawasaki la invitó a participar en su disco Cosmic Rhythm y la llevó de gira a Nueva York. Su carrera la ha llevado a diversos escenarios de América del Norte, Europa, Asia y Brasil, de donde ha adoptado un gusto especial por la bossa nova y los ritmos latinos más delicados y expresivos, como demuestra en algunos temas de este álbum, que hace algo así como el número 14 en su discografía.

En Kumbhaka hay varias interesantes revisiones deL American Songbook a través de ritmos y estéticas traídas de Latinoamérica. Por ejemplo, "Just One of Those Things" (Cole Porter) suena nuevo y fresco al ritmo de la bomba, un estilo autóctono de Puerto Rico, mientras que "I'll Remember April" se mueve a ritmo de candombe, "Singin' In The Rain" se convierte en bossa nova, el delicioso "What Are You Doing The Rest Of Your Life" de Michel Legrand suena a milonga... y todo ello con honestidad, frescura y una voz versátil que se adapta a todo. El disco se completa con varios temas originales, de los que destacaremos "Quem Canta Os Males Espanta", escrita por Clare Foster con Sue Jarvis, una seductora samba cantada en inglés y portugués.

En resumen, Kumbhaka contiene una buena colección de canciones para conocer a una cantante que posee experiencia y una manera muy original de traer los temas a su propio estilo, un estilo innovador y a la vez clásico y adecuado para cualquier oído purista.




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* Web oficial: www.clarefostermusic.com

* Álbum digital disponible en: clarefoster.bandcamp.com

ECLÉCTICO Y DELICADO

RAFA M GUILLÉN & THE JAZZ WALKERS, 
Shining Forever (Sedajazz Records, 2020)

El segundo disco del trombonista Rafa M. Guillén es una colección de temas (originales y standards) que se mueven en distintas estéticas dentro de un mismo estilo, con un sonido ecléctico y delicado, sin estridencias ni fuegos artificiales. Guillén se muestra como un instrumentista versátil que mantiene su estilo personal en cualquier terreno, ya sea funk, flamenco jazz o latin jazz.


Formado en la clásica, Rafa M. Guillén entra en el jazz a través de Sedajazz y, más tarde, en el Aula de Música Moderna y Jazz del Conservatorio del Liceu de Barcelona. Su combo, The Jazz Walkers, son un quinteto de hardbop formado por Ángel Andrés Muñoz al piano, Julio Fuster al contrabajo, Nacho Megina en la batería, Ramón González "El León" en las percusiones y el propio Rafa M. Guillén al trombón, al que se suman numerosos invitados para pasearse, dentro de su propio estilo, homogéneo, suave, de tiempos medios, por inspiraciones funk, en las que aparece el guitarrista Luis Casado y, ampliando la sección de viento, los tenores Ramón Cardo (en "Verde Mediterráneo") o Leandro Perpiñán (en "Pick Up The Pieces"), con quien el trombonista mantiene una conversación muy interesante como colofón a su solo. En este tema, Muñoz se pasa al órgano con un espíritu funky muy inspirado. 



También podemos escuchar una versión muy bien arreglada de "Mojo" (Monty Alexander) con el espíritu de las second line de Nueva Orleans, o jazz latino con temas como "My Dear Friend" de Ricky Rodriguez (donde los solos de David Pastor Francisco Blanco "Latino" a la flauta preceden al de  Guillén, que desemboca en un brillante solo de piano) y sambas ("O Bebado e a Equilibrista" y "Caipiniña", ésta original de Guillén).

El álbum incluye también temas donde elementos del flamenco (palmas, cajón) se integran con elegancia en el esquema tranquilo y fluido del quinteto, como "Rumba de la corredera" (Rafa M. Guillén), donde aparece, junto a músicos flamencos, el saxo alto de Perico Sambeat, o "Song For The Jazz Walkers" (Ángel Andrés Muñoz), una soleá por bulerías con arreglos de jazz en la que escuchamos el tenor de Pedro Cortejosa, ambos temas con arreglos del pianista Ángel Andrés Muñoz, cercanos y a la vez lejanos a aquellos primeros experimentos de jazz mediterráneo con fusiones flamencas del primer disco de Ximo Tébar (Son Mediterráneo de 1995), porque aquí todo suena a jazz, de esencia hardbop, funk, con vientos bien arreglados y aires tranquilos. 

Cambiando una vez más de estilo, el álbum termina con el nostálgico "Shining Forever", un bolero original, muy atmosférico, donde Guillén recuerda a su hermano desaparecido. 

El disco, editado por Sedajazz, fue grabado en directo en el estudio, concretamente en Córdoba, con pistas adicionales añadidas grabadas en Granada, Valencia y Gerona, consiguiendo un sonido fresco y natural, que refleja la filosofía del grupo de una manera homogénea a pesar de las influencias tan variadas, un estilo que se mueve dentro de canon a media voz, de una manera delicada, buscando más la perfección que el circo. Recomendable. 




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MEZCLADO, NO AGITADO

BRUNA SONORA, Tarareando (2018)

¿World jazz? ¿Fusión folk? ¿Klezmer? ¿Música de cine? Cuando comienza a sonar el disco de Bruna Sonora, comienza a sonar todo esto y más. Tarareando es uno de los discos más originales e interesantes que nos han llegado en mucho tiempo, un álbum transgresor, pero no en lo atonal ni en lo ruidoso sino en la mezcla, ese ingrediente esencial del que nació el jazz y del que se ha alimentado a lo largo de más de un siglo.

El título del álbum hace un juego de palabras con el tema "La Tarara", casi un leitmotiv en el álbum. Además, temas que pertenecen a la tradición y que sobreviven en la memoria al paso del tiempo: "El Vito", "El burro de la tía Vinagre"...

No todas las fusiones que nos llegan de jazz made in Spain iban a ser flamencas. Las composiciones (todas de Javier Bruna) se mueven por muchas influencias, desde esencias turcas o bereberes (percusiones como udu o bendir, o la voz de Karim Kerchit) hasta los instrumentos más olvidados del folklore español (mortero con dedales). Confieso que muchas influencias se me escapan porque se mueven en terreno desconocido para mí, pero es indudable que el resultado es creativo y apabullantemente extenso en detalles, tan erudito y debe haber tanta investigación detrás que el lector podrá pensar que es aburrido pero, en realidad, es más entretenido y excitante en cada compás.

Javier Bruna (saxo tenor)
y Víctor Bruna (flauta travesera)
Hay un gran protagonismo de los solistas pero lo más llamativo es la composición, un gran trabajo de arreglos e instrumentación, con temas construidos como si de música clásica se tratara, en la estructura, pero con un tratamiento de las armonías y de la libertad que es la esencia del jazz. En algunos temas, la orquestación recuerda a Ellington, pero el conjunto es más Gershwin... con la diferencia de que el viejo George introdujo el blues y el jazz en la música clásica y Bruna utiliza el jazz y sus principios para revivir unos temas tradicionales (folk, si se prefiere) de distintas culturas, eternos, convirtiéndolos en piezas vivas, jazzísticas, una especie de rapsodia entre la Tercera Vía y el jazz étnico, con temas cambiantes donde cada minuto es un punto extra. Por poner un ejemplo, "Danza Sonora" comienza con un piano muy lírico, jazz moderno, impresionista, que crece como una banda sonora cinematográfica (no olvidemos el otro proyecto de Bruna, Cinesaxcope) para evolucionar al cabo de 3 minutos como una bossa cantada, con unos deliciosos arreglos de viento que nos recuerdan los primeros pasos de Stan Getz introduciendo la música brasileña entre los puristas del jazz... 


Este tipo de estructuras cambiantes y llenas de sorpresas están en todo el disco, todo un derroche de creatividad al que hay que sumar un segundo CD en el pack con 9 temas. El disco, titulado Miniaturas, sublima de una manera delicada e íntima el concepto del otro CD, mostrando en temas muy breves la misma filosofía musical pero en pequeño formato (dúos, tríos, cuartetos, cappella...).

En resumen, un disco altamente recomendable para cualquier amante de la música y, en especial, de las fusiones, un álbum que podría muy bien definirse con la frase eterna de James Bond, "shaken, not stirred".


La banda:

Javier Bruna, saxo tenor y composición
Víctor Bruna, flauta travesera
Carlos Blázquez, clarinete
Estrella Serrano, saxo alto
Jorge Rois, saxo barítono
Antonio Garcia, trompeta y fliscorno
Luis Zenner, trombón y bombardino
Bea Montero, piano y voz
Karim Kerchit, mandol, bendir y voz
Gerardo Ramos, contrabajo
Matías López, percusión
Cochán Martínez, batería
Vera Garrido, marimba y lira en "Zorongo Gitano" y "El Burro"
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* Página oficial: brunasonora.com

NO SOLO JAZZ

Segundo y atractivo álbum de Anna Rodríguez

Esta semana nos llega desde Canarias el segundo álbum de Anna Rodríguez, que busca hacerse un hueco entre las ladies del jazz nacional. En No solo jazz nos presenta un puñado de standards que incluye algún bolero y unas dosis de bossa nova. Su voz, juguetona, clásica, profunda y llena de personalidad tiene algo de Erykah Badu y algo de Ella. El proyecto incluye un trío muy rítmico: guitarra, bajo y batería.


El disco comienza con un elemento que siempre desconcierta a los aficionados al jazz y que nosotros reivindicamos a menudo: una letra en español. El resultado, sin embargo, no es negativo. Anna canta con un ritmo sincopado y funky, hay swing y gusta, como gustan otros temas en los que canta bossa. Todos sabemos que, desde que Astrud Gilberto entró a formar parte del universo jazzístico de la mano de Stan Getz, la bossa forma parte de los estilos del jazz, lo que permite que se pueda cantar sin scat, sin swing y sin síncopa y siga siendo jazz. Anna comete este pecado (si es que se le puede llamar pecado) de cantar bossa con serenidad, sin fuegos artificiales, y (¡sorpresa!) suena un jazz agradable y fácil de escuchar. So what? Ya tiene ocasión de dar rienda suelta a otros recursos en temas como "Caravan" (suena gozoso, dulce, fluido) o "The Way You Look Tonight", donde el swing impregna su voz de un estilo vintage pero siempre dulce. 

Anna Rodriguez y Eliseo Lloreda
A pesar de ello, la serenidad, el calor y la suavidad en la voz son los sellos distintivos del estilo de Anna Rodriguez, no solo en las baladas que lo piden (la eternamente lenta "Angel Eyes") como en esos temas swingueantes de los que hablamos. Su "Loverman" tiene más ternura que desesperación, por poner un ejemplo. Una vez más, dulzura versus agresividad.

Junto a los temas brasileños ("Aguas de Março" de Jobim y "Começar de Novo" de Ivan Lins), hay otros standards como "Love for Sale" y el clásico de Billie "Loverman", así hasta completar un decálogo internacional de lo que una voz femenina puede y debe hacer sobre un escenario de jazz.

Los músicos del disco son tres: el guitarrista Eliseo Lloreda, que aporta esa sensación de fluidez que da siempre la guitarra, esa sensación de directo, como decía Sonny Rollins, y que tiene un energético solo en "The Way You Look Tonight"; el bajista eléctrico Felu Morales, y el baterista José Miguel Méndez "Churchi", sólido y muy clásico, especialmente en las baladas y en el bolero "Dos gardenias".



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* Web oficial: www.whatwearejazz.com

http://www.amazon.es/dp/1508469903
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SUMMERTIME vol. II

Calor, jazz y manuscritos en el cajón

Sigue discurriendo lento y espeso este verano que parece que no conduce a ningún lugar. No he encontrado ningún disco nuevo que llame mi atención y la política de ZP de bajar los sueldos de los empleados públicos me ha impedido viajar a ningún festival este año. Poco jazz. Por si esto fuera poco, mi último manuscrito sigue ahí, esperando una editorial, y agosto no es buena época para promocionarlo. Lo único que he conseguido, de momento, es el rechazo de una editorial porque "es ficción" y ellos publican libros-de-música-pero-no-narrativa. Mi libro es narrativa, sí, pero hay jazz en cada página... Una lástima. Estos editan buenos libros. Probaré en otras editoriales. Pero, ¿qué le voy a hacer? Aparte de este blog casi invisible, sólo escribo ficción. Es una enfermedad como otra cualquiera.Se nota en la fiebre. ¿O es el calor?

Sigue discurriendo espeso y lento el largo y cálido verano de 2011 mientras el mundo se rinde a los pies del último capítulo de Harry Potter, film oscuro y tenebroso que no encaja con la época del año que vivimos. ¿Qué tiene esto que ver con el jazz? Quizás el contraste entre las tinieblas cinematográficas y el duro sol que nos alumbra sea una buena metáfora de los años (tendría yo unos quince) en que comencé a desmarcarme de mis amigos y a pasar de sus "canciones del verano" para proclamar (contra corriente) que prefería músicas más elevadas e imperecederas, aunque más oscuras, para pasar el verano y cualquier otra época del año. Por ejemplo, jazz.

Dejo en prenda una versión intensa como una montaña rusa de "Garota de Ipanema", esa canción que siempre he recuerda la playa aunque ni he estado nunca en Brasil ni me gusta la playa. Son Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes. También dejo una advertencia: he colgado el video completo de Jazz on a Summer's Day, la película de Ben Stern, al final de la entrada que colgué en su día en este mismo blog. Para no perdérselo. Y, con esto, aprovecho para tomarme unos días.


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* Fotografía: Autorretrato innecesario del autor del blog.

QUIET NIGHTS

Experimentos con la bossa a través del tiempo

Quiet nights
fue uno de los discos más conflictivos de Miles Davis. Por un lado, el trompetista atravesaba un bajón creativo después de que se editara Seven steps to heaven, un álbum resultado de mezclar dos sesiones distintas, una de la costa este y otra de la oeste grabada en Nueva York. Su siempre inquieto genio buscaba una dirección original para su camino. En palabras de Ian Carr, “cuando la visión de un músico de jazz comienza a fallar y pierde el rumbo, la única forma de salir del estancamiento es volver a las raíces”. Miles lo hizo y sorprendió al mundo grabando dos temas de los años 20: Basin Street Blues y Baby Won’t You Please Come Home.

Encontrar el camino no es una misión instantánea y Columbia se adelantó. El año anterior (1963), Miles había grabado con Gil Evans algunos temas en un intento por encajar la bossa nova en un esquema de orquesta de jazz. La productora, con la complicidad de Teo Macero, completó estos 20 minutos orquestales con temas que Miles había traído de sus sesiones en la costa oeste con Victor Feldman, Ron Carter y Frank Butler, y publicó Quiet nights. El resultado fue un álbum heterogéneo, pequeño, sorprendente y que consiguió que Miles culpara a Teo Macero y dejara de hablarle durante más de dos años.

Ahora, caminando al borde del jazz, Diana Krall vuelve a editar un álbum con el mismo título: Quiet nights (Verve, 2009). Sólo guarda con el anterior un vínculo: el reclamo exótico de Brasil y la bossa nova tal cual la entienden los norteamericanos, como un ritmito dulce que viene de Sudamérica y de sus playas, nada que ver con la samba ni la algarabía de los carnavales...

Lo cierto es que ninguno de los temas grabados por Miles y Gil están en el álbum de Diana Krall, que no es otra cosa que un homenaje al repertorio (al Brasil) de Jobim y Gilberto, aunque sólo haya tres temas brasileños... y el único interés de este nuevo CD es, quizás, averiguar cómo Krall trae todo este material de bossa a su propio terreno, ese territorio de nadie (podríamos llamarle crossover) en el que sabe mezclar tan bien orquesta y jazz. Los otros ingredientes son la presencia de Garota de Ipanema (aquí llamada The boy from Ipanema), esa eterna canción sobre la belleza inaccesible que nunca me canso de escuchar, y un DVD con tres canciones grabadas en vivo en Lisboa.


La magia del DVD se resume en que los temas que suenan vuelven al esquema jazzístico del cuarteto porque, sin orquesta, Diana Krall se mira más en el espejo del jazz y nos devuelve ese don que la hace única: su forma, primitiva y elegante al tiempo, de tocar el piano. Cuando “se deja” acompañar por orquesta, pierde parte de ese encanto que tanto me atrae. En este disco, además, los arreglos orquestales de Claus Ogerman retrotraen la bossa nova a ritmos tan lentos, casi callados (so quiet), que consiguen llevar el jazz a un punto en el que parece que el tempo se detiene. Y, sin embargo, fíjense, me gusta.

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* La foto de Gil Evans y Miles Davis es de una de sus últimas colaboraciones. Desconozco el autor. Aparecía como portada del disco Mosaic: Miles Davis/Gil Evans-The complete Columbia studio recordings. 
** La de Diana Krall es de Jordi Roviralta, extraída de Elpais.com.