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SITA SINGS THE BLUES

Improbable y feliz fusión (cultural)

Sita Sings The Blues es un largometraje de animación para adultos dirigido por Nina Paley que narra la azarosa historia de amor de Sita y Rama, personajes del Ramayana, una historia clásica de entrega al ser querido, al que Sita sigue durante su exilio en el bosque. Al mismo tiempo, se narra de forma paralela la historia de Nina (alter ego de la directora), ambientada en la época actual. Los detalles que hacen recomendable esta película, aparte de la treintena larga de premios que ha obtenido en diferentes festivales, son: la original animación mezcla de flash, pintura rajputa e imagen real; la manera en que la autora es capaz de traernos (divertida y enciclopédicamente a la vez) la mitología hindú; y, finalmente, la banda sonora, en la que se incluyen al hilo del argumento canciones de Annette Hanshaw, una cantante de jazz de los años 20 que convierten al personaje de Sita en una curiosa criatura híbrida mitad diosa hindú mitad Betty Boop, como la calificó el NY Times.


Pero son esta decena de canciones interpretadas por Annette Hanshaw las que dieron al traste con los planes iniciales de distribución del film. Como sabrán todos los aficionados, hay una especie de caos en torno a los derechos de autor. En cada país la legislación es diferente y cambiante. Mientras que un juez ha permitido que se prolongue el derecho de The Beatles a seguir cobrando por sus canciones, algunos jazzmen de los 40 y 50 sólo cobraron y cobrarán por las horas que echaron en las sesiones de grabación... Bien, pues Nina Paley se encontró, tras montar el film, que las canciones de los años 20 que había usado tenían aún vigentes sus derechos de autor. La cantidad que se le exigió ($200.000) por su uso desbordaba las expectativas de una película de producción independiente. Por suerte, no se quedó en un cajón, ya que Paley optó por distribuir la película con una licencia Creative Commons, de manera que no puede "ganar" dinero por su exhibición. Pero sí puede recibir donaciones. Aparte de haber sido exhibida en festivales, Sita Sings The Blues se puede visionar y descargar gratuitamente desde su web, donde también se puede adquirir la banda sonora o comprar merchandising, los únicos beneficios previstos del film, amén de las donaciones.

Annette Hanshaw, conocida como "The Personality Girl" fue una cantante de finales de los 20 (aunque continuó grabando hasta 1934) famosa por su voz meliflua, aparentemente ingenua pero llena de matices, por su apariencia de flapper y por esa coda que ponía en casi todas sus canciones: "That's all", cantaba. Grabó junto a muchos músicos y orquestas de la época; entre ellos, Red Nichols, Benny Goodman, los dos Dorsey, Jack Teagarden... Hay una incógnita asociada a su fecha de nacimiento que mantiene el misterio de si comenzó a grabar con 15 y lo dejó con 24 o si, en cambio, desarrolló su carrera profesional entre los 25 y los 34. Fuera cual fuera el caso, lo cierto es que nunca abandonó su imagen (y su sonido) de niña ingenua y sentimental. El carácter que su expresiva voz aporta a las canciones sirve en esta película para ilustrar de una forma bellísima la tristeza del amor (en femenino) en dos historias paralelas de dos mujeres que no saben por qué se les ha dejado de querer, un argumento propio de un blues.

Pero, volviendo a la película... Se puede ver completa en Youtube, pero desde aquí recomendamos que descarguéis la película, ya que, como hemos comentado, tiene derechos Creative Commons, con los subtítulos correspondientes. De paso, podéis donar algo para la artista o comprar en la tienda de su web. Yo, por mi parte, voy a buscar los discos de Annette Hanshaw, que me ha marcado. Aquí dejo una de sus canciones. No todo es tristeza en esta historia: también hay esperanza. Mi canción favorita de la película es ésta: "Who's That Knockin' At My Door" (1927).


Y aquí, señoras y señores, la auténtica Annette Hanshaw con una canción que también aparece en la película, "Mean To Me":


That's all!


* Actualmente la película está en www.youtube.com/watch?v=RzTg7YXuy34

** Página sobre Annette Hanshaw: www.annettehanshaw.com


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THE FIVE PENNIES

Gorgoritos y trompetas

Cuenta Scott Yanow en la introducción de su Jazz on Film que fue esta película la que lo inició, a la edad de 10 años, en su pasión por el jazz. Leído esto, busqué y visioné la película en busca de estas razones. Y no salí defraudado. Ya la simple aparición de Louis Armstrong y sus números musicales bastan para engancharlo a uno, pero los números protagonizados por Danny Kaye tampoco defraudan, sobre todo aquellos en que él y sus músicos en la pantalla "leen" las partituras sin instrumentos, tarareando y construyendo los temas con sus voces. Sube el tono cuando cantan juntos Armstrong y Kaye, en especial en "When The Saints", donde Danny Kaye canta con Satchmo imitándolo a cada verso. Como buen cómico, calca su timbre y las inflexiones de su voz en un ejercicio más que satisfactorio para los aficionados. Y además resulta divertido.


The Five Pennies está vagamente inspirada por la vida del cornetista Loring 'Red' Nichols. La figura del padre músico y la influencia de Bix Beiderbecke en su música están presentes en el film. La banda llamada The Five Pennies también existió, aunque en realidad fueron muchas formaciones con el mismo nombre. Y, tal como se cita en la película, participaron en esta banda músicos como Jimmy Dorsey,  Pee Wee Russell, Benny Goodman, Glenn Miller, Jack Teagarden, Eddie Lang, Gene Krupa... La enfermedad de la hija está basada en hechos reales. Nichols abandonó la música para cuidarla y la película concluye con su regreso a los escenarios. Sin embargo, yo hubiera terminado la película con la anécdota (auténtica, convertida en leyenda) de la muerte de Red Nichols, que ocurrió en Las Vegas de forma repentina. Sus músicos, cumpliendo con el contrato, actuaron aquella misma noche mientras en el centro del escenario, sobre una silla, la solitaria trompeta de Nichols recibía la luz del cañón y el aplauso de los espectadores. 

Pero suele ocurrir que, cuando se adapta al cine la vida de un músico, se tiende a la idealización. Este defecto tan propio de Hollywood deriva en The Five Pennies en algo muy distinto. Al protagonizarla Danny Kaye, la dramatización de la vida de Red Nichols se convierte en una comedia, en una sucesión de gags que, en lugar de ser contraproducente, encaja en lo que podríamos llamar el perfil de un entertainer: las gracias de Kaye no son anecdóticas sino que ilustran la capacidad de improvisación de un músico de una inventiva incansable, lo cual hace justicia a la imagen del verdadero Nichols, quien sólo en los años 20 llegó a aparecer en 4.000 grabaciones. El crítico Steve Legget, parodiando su adicción al trabajo, lo llamó "workaholic".

No quiero quedarme sin anotar que The Five Pennies es un juego de palabra: cinco peniques equivalen a un níquel, que suena como su apellido: Nichols. En algunos países de habla hispana la película se retituló como Las cinco monedas. En España, como casi siempre, subestimando la inteligencia de los espectadores (o con el fin de vender entradas a los aficionados a las comedias románticas) se llamó Tu mano en la mía (!) aprovechando un verso de una de las canciones de la película. Queda dicho para los que intenten encontrarla en DVD.

En la película, el propio Red Nichols toca la trompeta doblando al personaje de Danny Kaye y Shelly Manne interpreta al batería (naturalmente) Dave Tough. Pero para poner caras y hacer justicia a la historia por encima de Hollywood, les presto un video del verdadero Red Nichols: