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RITMOS, RITMOS, RITMOS

ESTER QUEVEDO, Garabato (Underpool, 2025)

Cuando escribimos acerca del primer disco de Ester Quevedo, subrayábamos su capacidad para jugar con ritmos e intervalos a la altura de Monk. Escuchando este nuevo álbum, titulado Garabato, confirmamos no solo esto sino que es un placer disfrutar de su inagotable capacidad para frasear al piano y sorprender. Ya desde el inicio (ese temazo lleno de swing y juegos rítmicos que lleva por nombre "One for The Lion"), el oyente sabe que va a disfrutar del disco. Cuando termina el brillante y cambiante "Little Nick", uno solo desea que Ester Quevedo tenga una larga carrera y siga regalándonos placeres sonoros como estos. 

Esta pianista madrileña, formada en el Conservatorio de El Escorial y, posteriormente en la Escuela de Música Creativa, en la ESMUC y en el conservatorio Codarts de Rotterdam, ha sido alumna de grandes nombres como Ignasi Terraza y Albert Bover. Compaginando su actividad académica, Quevedo toca con varios grupos entre los que se incluyen la Clasijazz Valparaíso Big Band. su propio quinteto y, ahora, su propio trío.

Foto: Sergi Felipe

No nos cansamos de repetir que el trío de piano es la formación perfecta. Aquí, esta joven pianista que nos enredó con sus Trabalenguas en 2020, nos vuela la mente con Garabato, un complejo (aunque altamente fácil de gozar) entramado de recursos que ha compuesto y tocado con aires de jazz atemporal y que suena tradicional y nuevo al mismo tiempo. Hay rebeldía en los cambios de ritmo, en la manera en que maneja los intervalos, en sus acordes cargados de energía... Una manera de hacer jazz que agradecemos.

A ritmo de Nueva Orleáns se mueve "¿No sabes?", tema lleno de tensión y con una Ester Quevedo acometiendo una melodía compleja y sincopada que muestra su gusto por la tradición, su virtuosismo como instrumentista y su valor como compositora. Más ágil y complicada es "Estatua de hielo", sobre todo al piano, y contiene el esperado solo de batería de un Andreu Pitarch que es protagonista todo el álbum. Pero también en las baladas sorprende. Escuchen "Neska" o, mejor, "Esta vez no", con ese solo de contrabajo de Pau Sala, tan complicado (y tan bello) en un tempo tan lento. Ambas baladas mantienen esa filosofía rítmica y momentos brillantes. Recomendable por encima de todo, el tema "Garabato", que da título al disco y que es el resumen de todo lo escrito sobre el mismo. 

Lo mejor del álbum, la complicidad entre los músicos; lo peor, solo dura algo más de treinta minutos. Confiemos en que el azar (o los promotores) hagan que Ester Quevedo se cruce en nuestro camino en algún festival, porque el disco promete directos muy buenos. 





HISTORIAS Y JAZZ

MIGUEL GARCÍA URBANI, Calle 52, historias y jazz

Hoy, leyendo con música alrededor, se me ha ocurrido hablar de un libro muy especial, un libro que no es un libro sino un laberinto de historias que no son historias sino poemas que suenan en una voz de radio entre temas de un jazz que no es jazz sino sensación y sentimiento. El libro es Calle 52, historias y jazz, un título que a muchos aficionados les sonará porque fue, allá por la primera década del 2000, un blog, un podcast, un experimento que unía literatura, jazz y vida en textos y músicas. El culpable de todo ello era/es el argentino Miguel García Urbani, escritor altamente influenciado por artes tan lejanas y próximas al mismo tiempo como la poesía y la música. Su obra se ha inspirado constantemente en el tango (el libro de relatos Tangos y falsas promesas y el heterogéneo Plateados por la luna) y en el jazz principalmente. Su prosa tiene una sonoridad rítmica y musical que hasta ahora solo habíamos encontrado en algunos poetas y, por supuesto, en Julio Cortázar.


A lo largo de las más de 200 páginas del libro, audazmente ilustradas por Luis Scafati, se van sucediendo los textos (textos apasionados, porque García Urbani es un poeta) que exploran y homenajean las sensaciones que el jazz produce en el oyente. Algunos capítulos son más narrativos pero todos son poesía. Basta escuchar/leer alguno de sus textos para sentirlo en la piel, pero en la mayoría rinde tributo a toda esa enciclopedia de nombres que (nos) inspiran a los aficionados al jazz, desde músicos (Dexter Gordon, Bill Evans, Lennie Tristano... y muchos más) hasta escritores como, por ejemplo, Lezama Lima, Lorca o el inevitable Cortázar, al que llama El hombre que escucha bebop en diez acertadas y líricas definiciones de las que reproduciremos dos:

El hombre que escucha bebop sabe qué es el jazz si no se lo preguntan. Ignora los tratados, los postulados y jamás oyó hablar de los caballeros templarios.

El hombre que escucha bebop es las doce de la noche y la voz de una mujer. Es un contrabajo con pasos de gigante mojado.

Narrativas poéticas que envuelven al lector y que van acompañadas (como hacía en su podcast) de sugerencias discográficas, temas que escuchar al tiempo, antes o después de cada texto, especialmente ilustrativas cuando escribe sobre Jobim o sobre Chet... o, en el texto que sigue, sobre Jimmy Scott:

Él es el hombre abandonado y la mujer seducida, es el narrador y cada uno de los personajes de las canciones. Su voz suena como una extraña trompeta, con una aguda y cálida sordina. Tiene la textura de un tejido que puede servir a veces como mortaja y otras como lecho para el amor. 
(Jimmy Scott, el niño mimado por los dioses. (Fragmento)

En resumen, un libro para sentir el jazz y entender que otros lo sienten como nosotros, para regalar a poetas y también a haters (odiosa palabra de moda) del jazz, pero sobre todo para gozar leyendo y escuchando. 


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* Web del autor: www.miguelgarciaurbani.com

* El libro: www.amazon.es/Calle-52-historias-y-jazz

EL TESORO DE LA CIUDAD ESMERALDA

AHMAD JAMAL, Emerald City Nights: Live at the Penthouse 
(Detective Records, 2022) 

El productor Zen Feldman (Jazz Detective) lanza una nueva serie llamada Deep Digs Music que, como su nombre indica, hace un trabajo de arqueología musical para traernos, al igual que sus producciones para Jazz Detective y Resonance Records, grabaciones olvidadas de grandes nombres de la Historia del Jazz. Las ediciones que inauguran el catálogo de Deep Digs Music son dos álbumes dobles (también disponibles del formato de doble LP) de Ahmad Jamal que incluyen sus actuaciones en el Penthouse de Seattle en dos épocas distintas: un álbum recoge las de 1963-64 y otro las de 1965-66, una época que muestra a un Ahmad Jamal pletórico y en plena forma, en un momento en que su trío se había disuelto y tocaba con el baterista Chuck Lampkin y el bajista Richard Evans, quien, en el álbum 1965-66 es sustituido por Jamil Nasser. 

Ahmad Jamal, 1967 (c) Raymond Ross Archives

Los discos están basados en actuaciones que se emitieron en aquella época en la radio de Seattle, en el programa presentado por Jim Wilke, que también era ingeniero de sonido y cuidaba de las grabaciones, las cuales tienen una calidad excelente para la época y han sido reproducidas con mimo para hacernos sentir que estamos allí y que toca para nosotros aquel Ahmad Jamal de los '60, cuando rompía moldes e influía en la obra posterior de creadores como Gil Evans y Miles Davis, lo que es lo mismo que decir que cambió la Historia del Jazz. Como el mismo Ahmad Jamal dice (el pianista ha colaborado con la discográfica y que los libretos de ambos discos incluyen reflexiones del propio Ahmad Jamal sobre su trabajo):

No hay comparación entre tocar en vivo y hacerlo en un estudio. [...] Estar en un estudio tiene sus limitaciones y sus dificultades. Y cuando estás actuando lejos del estudio, es una cosa completamente diferente. Grabar en vivo me ha funcionado bien porque en directo, con una audiencia, se puede capturar esa electricidad que a veces es difícil en el estudio. Al artista, interactuar con el público lo eleva a otro nivel.

Ejemplo de la excelente 
documentación gráfica de los discos
Los discos también incluyen interesantes fotografías y entrevistas. En el volumen 1963-64 aparecen entrevistas inéditas a Ramsey Lewis y a Hiromi, mientras que en el volumen 1965-66 podemos leer una entrevista al ganador del Grammy 2022 Grammy (Álbum del Año) Jon Batiste, a Kenny Barron y a Aaron Diehl. La última vez que habíamos escuchado a Ahmad Jamal fue con 89 años, en 2019 en su disco Ballades, publicado por Jazz Village. Escucharlo ahora así, en aquel momento mágico de los 60, es un regalo. Los discos salen a la venta el 25 de noviembre y hemos escuchado que quizás aparezca un tercer volumen (1966-1968) pronto.

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* Más info: www.deepdigsmusic.com


UNA VOZ PERSONAL

TONI SAIGI, Plisisiplis (Fresh Sound New Talent, 2021)

Desde que escuchamos a Toni Saigi con su cuarteto Tronik (Jaume Ferrer al saxo tenor, Marc Cuevas al contrabajo y Carlos Falanga en la batería) en La Prinsire de la Sal (Underpool, 2018), supimos que estábamos ante uno de esos músicos con una voz propia. Toni Saigi es un pianista y compositor badalonés que juega con habilidad con el ritmo y las armonías para encontrar nuevos caminos. Nos pareció originalidad en su álbum anterior y en este Plisisiplis creemos que reafirma su personalidad.

Comienza el álbum con el tema que le da título. El piano. Un compás y el tenor le sigue. Parece un chorus de hardbop pero el ritmo tiene silencios, parece colapsar y seguir, colapsar y seguir... Es un lenguaje muy monkiano, ¿por qué no decirlo? Y luego la sección rítmica rompe y el tema fluye a través de armonías extrañas. Como compositor/arreglista, Saigi tiene la desfachatez de Mingus cuando "desarmoniza" los temas para explorar con las tímbricas de los instrumentos y la forma en que dialogan entre sí. A toda esa mezcla de influencias cruzadas, melodías afortunadas y descaro en las teclas nos referíamos cuando hablábamos de voz personal.


Un ejemplo muy claro de la arriesgada propuesta de Saigi (arriesgada porque llama al aficionado al hardbop y le ofrece una vuelta de tuerca que requiere un esfuerzo intelectual) es "Café de l'Squanch", un tema donde juega con economía el fraseo del piano, compartiendo la melodía en trazos breves y fulminantes. El resultado es brutal. 

Otro elemento que nos seduce del álbum es la manera en que juega al desconcierto manipulando los tiempos, haciendo que hasta una balada ("Holland Inn Hotel", "Colapsefels") suene original y sorprendente con solo manipular el tempo y dosificar la información que recibimos sobre la melodía. Incluso un tema tan aparentemente bop como "Guifré i la lluna" contiene elementos tan rompedores y, a la vez, tan dentro de la tradición que no puede dejar indiferente a nadie.

Un músico recomendable que merece un estudio más profundo de su obra. Recomiendo escuchar sus dos discos hasta la fecha del tirón. 



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* Más info: www.freshsoundrecords.com

DOS TRIBUTOS

Hoy nos ponemos en los auriculares dos discos lanzados con muy poca diferencia de tiempo y que suponen sendos tributos a otros artistas de indudable influencia en el jazz actual. La más conocida de los dos es, sin duda, Carla Bley, a quien Lluís Vidal y David Xirgu dedican un tributo que suena muy bien. El otro disco está dedicado a Sean Levitt, guitarrista americano que vivió sus mejores dias en España y de quien, aunque murió en 2002, seguimos encontrando seguidores. Como Rai Paz. 


LLUÍS VIDAL, DAVID XIRGU, Carla Bley Songbook 
(Underpool, 2022)

Experimentar sobre lo experimental. Esta es la sensación que produce la escucha de Carla Bley Songbook, un disco firmado por el pianista Lluís Vidal y por el baterista David Xirgu, dos músicos que han demostrado suficiente en sus carreras individuales y que aquí, juntos, ponen sobre la mesa en qué les ha influido la música de Carla Bley. Porque en todo tributo hay una parte heredada y una parte personal donde escuchar qué nace de la influencia.

El disco comienza con "Wrong Key Donkey", que podría ser un buen ejemplo de ello, pero si tuviéramos que destacar algún tema, nos quedaríamos con la belleza de "Jesus Maria", un tema que originalmente grabó Carla Bley con el bajista Steve Swallow y The Partyka Brass Quintet en su disco navideño Carla's Christmas Carols (ECM, 2009).


Batería y piano son dos instrumentos que rara vez se complementan de una manera total, dejando vacíos que, mire usted por dónde, aportan una belleza rara a los temas de este songbook.

Lluís Vidal y David Xirgu en acción

Qué parte de estos temas pertenece a Bley y qué parte a estos dos musicales es quizás el aspecto más interesante del proyecto y pertenece a sus seguidores analizarlo. Nos limitaremos a dejar constancia de que la sofisticación de Bley en la búsqueda de nuevos sonidos encuentra aquí una nueva dimensión, más cruda y (quizás por eso) más elocuente. 


RAI PAZ QUARTET, Return | The Music of Sean Levitt
(Underpool, 2022)

Como ya escribimos en su día a propósito del documental sobre Sean Levitt Retrato de una memoria, fue un músico que siempre mantuvo su guitarra enfocada hacia el bebop. De su clasicismo da prueba el que Cifu lo invitara a uno de los programas de Jazz entre amigos . De la influencia que dejó su paso por Barcelona (dio clases en el Taller de Músics) y por Madrid (1986 a 1991) deja constancia este álbum, firmado por Rai Paz, en el que rinde tributo a la energía de Levitt, a su manera de ejecutar los solos tan sincopada, con fraseos originales que no suenan a nada ni a nadie anterior porque, hay que decirlo, Levitt era un espécimen único, un original.

Rai Paz, a quien escuchamos recientemente versionando el musical Gypsy en un álbum lleno de creatividad, asume aquí el papel de actor y se enfunda el estilo de Levitt con soltura y mucha erudición tras recuperar, con la ayuda del trompetista Benet Palet y de Carmen, compañeros de Levitt, sus partituras manuscritas, algunas inéditas. Se nota que lo ha estudiado a fondo y que, como decimos, la sombra de Levitt en Barcelona es alargada.


Como se puede escuchar en el tema que suena en el vídeo ("Mr. Henderson"), Rai Paz hace suyo el virtuosismo de Levitt, imprescindible para entender este tema donde, como contrapunto, escuchamos a un Toni Saigi brutal al piano. Tampoco desmerece el resto del cuarteto formado por unos incansables Pau Sala al contrabajo y Joan Moll a la batería. Puro bebop.

El disco incluye solo composiciones de Sean Levitt con el añadido de una canción. Se trata de "From Paris With Love", escrita por Stella Levitt. En esta grabación, Carme Canela pone la voz a esta balada. 

Return | The Music of Sean Levitt no es solo un disco para puristas. Es una delicia que redunda en aquel jazz imaginativo, exquisito, que supuso el bebop una vez pasada su primera época salvaje y que un músico americano, que había heredado de su madre la pasión por el jazz, continuó tocando toda su vida hasta iluminar a músicos actuales, algunos tan virtuosos como Rai Paz.

MARCOS PIN GUITAR TRIO

MARCOS PIN, You Waited For It (Spin Pin Mood, 2022)

Nuevo disco del incombustible guitarrista gallego Marcos Pin, esta vez a trío, con Alfonso Morán al contrabajo y Dani Domínguez a la batería. Grabado y mezclado por Cristina Morquillas, el disco es un ejercicio de versatilidad donde las nuevas composiciones de Marcos Pin nos acercan por momentos a esquemas pop o a sonoridades lejanamente roqueras, siempre sin perder el difícil equilibrio del jazz entre ritmo y libertad.

Bajo título de You Waited Fot It encontramos, sobre todo en la guitarra, discursos extensos, elocuentes, que justifican unos temas que acaban derivando hacia momentos y estéticas inesperadas. 

Encontramos baladas pegadizas y de sonido brillante ("Where Have You Been"), donde caben los mejores solos (lacónico y emotivo el de Alfonso Morán), inesperados al no haber elegido para ello de un tema enérgico ni explosivo, y una repetición en la coda que suena a himno; temas bebop ("Two In Three") donde desarrollar fraseos urgentes e interminables, esquivar los cambios de ritmo y acabar con energía; un tema a caballo entre el rock y el pop con lenguaje jazzístico lleno de swing ("The Clown") donde sacar de la Stratocaster sonidos al límite y algún toque cercano al funk; y temas lentos e introspectivos ("I Remembar Errol", "Struggle Time") donde, dentro de un diálogo continuo, la guitarra va elaborando fraseos y paisajes sin prisa, profundizando cada vez más en una narración que resulta hipnótica. 

En resumen, un póquer de temas nuevos que exploran sonoridades dentro del lenguaje del jazz y que sirven para constatar una vez más que Marcos Pin sigue siendo no solo uno de los guitarristas más activos de la escena gallega sino un compositor inquieto y con una creatividad exuberante.



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Más info: https://marcospin.bandcamp.com/album/you-waited-for-it

Más artículos sobre Marcos Pin en este blog: click aquí 

UNA GEMA ATEMPORAL

ROY HARGROVE with MULGREW MILLER, In Harmony 
(Resonance Records, 2021)
Jazz en estado puro. Así se podría definir este álbum que recoge momentos en directo de dos figuras tan enormes como son los desaparecidos Roy Hargrove y Mulgrew Miller. El doble álbum reúne grabaciones de 2006 y 2007 en las que podemos admirar cómo combinan sus personalidades en el arriesgado formato de dúo, con un interplay fluido y natural, compartiendo en directo el sentimiento de blues y la maestría a la hora de improvisar.

Resonance Records publica esta joya en su línea de recuperar registros sonoros dignos del gran público, como comentamos cuando escuchamos el disco de Bill Evans que lanzaron el año pasado. 

El doble álbum contiene grabaciones registradas en el Merkin Hall de Nueva York (15 de enero de 2006) y en el Lafayette College de Easton, Pennsylvania (9 de Noviembre de 2007), un documento histórico que significa la primera edición póstuma de Roy Hargrove, desaparecido a los 49 años en 2018. La edición, todo un lujo, incluye un libreto con fotos raras y curiosas, un interesante texto a cargo de Ted Panken, así como entrevistas y extensas opiniones de figuras como Sonny Rollins, Christian McBride, Common, Ron Carter, Chris Botti, Robert Glasper...

El discazo (doble LP y también CD) comienza con una versión de "What Is This Thing Called Love" que ya muestra el sonido extemporáneo que caracteriza a estos dos maestros y que tanto gusta a puristas y a modernos. El sonido es brillante y bien producido. Tema a tema, nos devuelven a la tradición, esa tradición que ha ido evolucionando a lo largo de las décadas y que  algunos músicos (solo algunos músicos) consiguen que siga latiendo con su sentido del blues y su maestría en la improvisación

Esto el verdadero aficionado lo nota. Es nuevo, pero es tradición. Miller tiene esa herencia de Oscar Peterson y un lado más moderno (más arriesgado) que suena a McCoy Tyner, estilos que en sus manos se convierten en algo muy personal, como la elegancia, no exenta de mensaje, que despliega como acompañante en "This Is Always" o la manera en que mantiene el equilibrio del protagonismo con Hargrove, en duelos de alternancia ("I Remember Clifford") o de pulso ("Just In Time"), y ambos ponen sobre la mesa, sin prisas y sin estruendo, todo su virtuosismo, todo lo que saben de lirismo, improvisaciones... Y todas estas dosis de creatividad con un interplay fantástico entre dos musicazos de generaciones distintas que demuestran por qué el jazz es comunicación.

Para ser sinceros, el álbum contiene tanto jazz en sus 103 minutos que abruma. Después de varias escuchas, no sé si prefiero las baladas, intensas, llenas de creatividad, o los temas más bebop, como la parte en que versionan a Monk ("Ruby My Dear", "Monk's Dream") o a Dizzy ("Con alma"), donde el virtuosismo de ambos mira hacia atrás y lo hace con solvencia. 

Resumiendo, es un álbum para escuchar una y otra vez. Jazz dentro de la tradición con dos figuras que han influenciado a varias generaciones de músicos y oyentes y que, tristemente, desaparecieron de manera prematura. Una gema. Y no solo para coleccionistas.


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* Más info en la web de Resonance Records: resonancerecords.org

* Fotos: Wouter Hogendorp y Alan Nahigian, extraídas del booklet del disco.

ORIGINAL STANDARDS

STORIONE-ROSSY-SCHÜRMANN, 
This Time The Dream's On Us (TCB Records, 2021)

Estamos escuchando el potente álbum del trío formado por el pianista de Basilea Yuri Storione, el contrabajista también suizo Dominik Schürmann y el barcelonés Jorge Rossy a la batería, una formación clásica de trío con ideas modernas que expone en este álbum una colección de temas originales que suenan a standard. Bebop sin estridencias, muy bien construido, que ofrece la posibilidad de disfrutar de un sonido clásico que suena a nuevo.

A sus 27 años, Yuri Storione destila amor por lo clásico pero su estilo sofisticado y su fraseo brillante denotan una gran formación académica y una sensibilidad moderna. Formado en la música clásica desde los 4 años, Storione ha tocado en festivales de jazz desde Andalucía hasta Dinamarca, acompañado siempre de músicos con un perfil moderno y avanzado (Larry Grenedier, Jeff Ballard, Mark Turner, Perico Sambeat, Esen Aydin...) configurando un estilo que no defrauda en ningún momento. Su forma de expresar las melodías y sus progresiones armónicas producen un jazz rico en contrastes, lleno de momentos. 


Publicado por la discográfica TCB de Montreux, el álbum contiene solo dos standards reales. Son "Ruby My Dear" de Monk, que suena aquí lento y dulce, también apasionado, mucho más fluido sin las síncopas monkianas, igualmente conmovedor, y el tema de Harold Arlen (al que luego puso letra Johnny Mercer) "This Time The Dream's on Us", que da título al álbum. El resto de los temas que componen el disco, compuestos cuatro por Storione, cuatro por Schürmann y dos por ambos, podrían pasar igualmente por piezas del American Songbook para un oyente despistado y, para uno atento, son una delicia realmente intemporal. Jugando con las palabras, como en el titular, han fabricado nueve nuevos standards inspirados en la tradición pero con una sensibilidad moderna y avanzada, muy europea.

Tanto en baladas, donde el piano parece cantar ("Violeta"), a veces a dúo con el contrabajo ("Ms. G.R."), como en otros donde hace suyas las estructuras ajenas ("Viva Bud Powell!") o se deja llevar por la síncopa ("Holding Line"), el sonido de Storione marca una personalidad fuerte, llena de swing y expresividad. El espacio que los temas ofrecen al trío es suficiente para apreciar que la sección rítmica se mueve en la misma línea.  



YURI STORIONE, 
Where Do We Start-Live at Bird's Eye (Sedajazz, 2019)

Si This Time The Dream's on Us sorprende al ser un tercer álbum muy maduro para un pianista de 27 años, no podemos dejar de recomendar la escucha de Where Do We Start (Live At Bird's Eye), el álbum que le precede en la discografía de Yuri Storione como líder. Publicado dos años antes por Sedajazz Records, merece la pena escucharlo para entender a este pianista más allá del trío, ya que en este disco suma un saxo (nada menos que Perico Sambeat). 

Grabado en el mismo Bird's Eye Jazz Club donde se grabó el álbum de Miguel Zenón del que hablamos hace una semana, en este álbum los temas son más largos, amparados en la libertad del directo. Basta escuchar el que abre el disco (un tema lento con un lejano aire de bolero titulado "Oblivion") donde muestra ya una versatilidad que va de la sutileza a la expresividad más patente, o "Málaga", también compuesto por Storione (todos los temas son suyos salvo "Un Poco Loco" de Bud Powell) donde juega con el ritmo constantemente. 

Según manifiesta en las notas del disco, Perico Sambeat era ya una influencia para él. Con Perico al lado, tiene que jugar un papel de acompañante más a menudo, fusionándose con la sección rítmica, dialogando a veces, siempre presente. 

Aparte de Sambeat y Storione, el cuarteto está formado por Stephan Kurmann al contrabajo y Marton Juhasz a la batería. Hay una grabación en vídeo de algunos de los temas de este álbum en un bolo en el valenciano Jimmy Glass, también con Perico Sambeat pero con otra sección rítmica. Este que suena es "E Waltz".


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JUGANDO CON EL RITMO

ESTER QUEVEDO QUINTET, Trabalenguas (Underpool, 2020)

No pretendo restarle personalidad a esta joven pianista cuando digo que posee una notable herencia monkiana. Ester Quevedo tiene ese don de Thelonius para jugar con el ritmo y los intervalos, ese estilo de frases tan concisas, elocuentes, para el bop en definitiva. Ahora, esta pianista formada en la Esmuc y discípula de Ignasi Terraza y Albert Bover, presenta su primer disco como líder con sus propios temas y con un quinteto que encaja a la perfección en esta filosofía.

Esta filosofía bop se aprecia desde el primer tema, con composiciones propias que consiguen un sonido añejo y excitante de unos músicos muy bien elegidos (todos se mueven con soltura en estos cánones), músicos jóvenes de la escena jazzística barcelonesa, donde se mueve Ester Quevedo en distintas formaciones que compagina con su actividad docente. El quinteto lo forman Oscar Latorre a la trompeta, el trombonista Vicent Pérez, el contrabajista Pau Sala y Roger Gutiérrez a la batería.


Funcionando a veces como un quinteto de hardbop, con sus chorus y sus solos, percibimos libertad, espacio para todos los músicos. Sin embargo, el ritmo es el protagonista y el piano el líder indiscutible. El tema que deja esto más patente (y quizás uno de los mejores del álbum) es "Trabalenguas", la composición (todas son originales de Ester Quevedo) que da nombre al disco. Aquí, en formato de trío, Ester desarrolla todo su potencial rítmico y armónico, con un soberbio dominio de los intervalos, cambios de ritmo y un interplay perfecto con sus músicos en los solos de bajo y de batería.

Pulsen play y escuchen.



Ester Quevedo ha conseguido un sonido que nos retrotrae a una de las mejores épocas del jazz y que, al mismo tiempo, suena moderno y personal, algo que supone un soplo de aire fresco en el panorama jazzístico español. Y la promesa de un futuro muy interesante.

En el resto del álbum escucharán influencias de Monk, de Bud Powell, de Lennie Tristano, del bop en general, pero una fuerza y un estilo que tiene algo de personal y que esperamos que en el futuro se afiance con nuevas grabaciones. En los temas a quinteto, la tímbrica de los distintos instrumentos juega a favor de la filosofía del disco, con un sonido crudo y sincero. Los solos de trompeta (Oscar Latorre) son para degustarlos uno a uno y el trombón (Vicent Pérez), con su peculiar ritmo, aporta un sabor que nos lleva a los 40 y a los 50. La expresividad de Ester, ritmo aparte, es de una gran versatilidad, con momentos de improvisación muy interesantes donde encuentra a su paso frases, guiños, sorpresas, momentazos...

El maravilloso y visceral sonido directo se debe a que el disco fue grabado en el Teatre de L’Aurora de Igualada durante el Estival de Jazz de 2019, dentro de un programa que suena tan bien como Carta blanca, una idea que promueve cada año un concierto único donde los músicos tienen plena libertad para presentar sus propuestas sobre el escenario. El sello Underpool, también promotor de la iniciativa, ha publicado otras grabaciones de este festival (Terror de Txema Riera, Noninó de Toni Vaquer, Carta Blanca de Marc Cuevas...). Vale la pena disfrutarlo... aunque no estuviésemos en el directo


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* Más info: www.underpool.org/releases/trabalenguas-ester-quevedo-quintet/

UN TRIBUTO A DIZZY

JOHN BAILEY, Can You Imagine? (Freedom Road, 2019)

En 1964, Dizzy Gillespie se presentó como candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Lo que empezó con una broma de su departamento de marketing, que hizo unas chapas en las que se leía Dizzy For President, continuó con una campaña real a la presidencia y terminó en un concierto memorable en el Festival de Jazz de Monterrey. Hay un disco que recoge aquel concierto y que se llama, precisamente Dizzy For President (Knits Classics, 2004, reeditado). En este disco podemos escuchar la canción "Salt Peanuts" rebautizada como "Vote Dizzy" con una letra que decía así: 

Your politics ought to be a groovier thing.
Vote Dizzy! Vote Dizzy!

So get a good president who’s willing to swing.

Vote Dizzy! Vote Dizzy!

El trompetista John Bailey, "hijo" musical de Dizzy, lleva en su coche la matrícula DIZ4PREZ. Si esto no les sirve de pista, escuchen su nuevo disco, un homenaje en toda regla a aquella campaña medio en serio medio en broma de Dizzy para presidente. El álbum se llama Can You Imagine? (Freedom Road Records, 2019) y reúne en este álbum una serie de temas inspirados por ella, desde temas originales como "The Blues House" (sí, Dizzy quería rebautizar la Casa Blanca con este nombre), un blues que termina con un brillante juego de llamada y respuesta; "Peebles in the Pocket" o una suite titulada "President Gillespie Suite" que juega con los eslóganes de aquel momento y es, a la vez, homenaje a lo que podría haber sido ("The Humanitarian Candidate") y una broma por lo que en otros ámbitos fue ("President Gillespie's Birthday Song"). Esta suite está llena de nostalgia, notas tristes y también un sinfín de guiños musicales a Dizzy, tanto en el uso de esos acordes que le hacían distinguible como en citas explícitas y muy reconocibles de sus temas más conocidos. 

Foto: Matt Dine
En lo estrictamente jazzístico, hay que reconocer que John Bailey es un trompetista desconocido en nuestro país pero que merece la pena conocer y escuchar con atención. Tiene esa desfachatez de Dizzy al improvisar, explosiva y, a la vez, limpia, natural. Su sentido del ritmo está patente en todo el proyecto, con un swing incansable que está lleno de bebop, latin, soul..., más elocuente incluso cuando toca el fliscorno. Con una gran experiencia como músico y docente a sus espaldas, este trompetista de Nueva York formó parte de la banda de Buddy Rich cuando aún estaba estudiando, y ha trabajado y grabado con artistas como James Moody, Kenny Burrell, Dr. Lonnie Smith... hasta en 75 álbumes de jazz, entre los que se cuentan dos discos ganadores del Grammy: The Offense of the Drum (2014) y Cuba - The Conversation Continues (2015), dos discos de Arturo O'Farrill. La influencia latina está patente en dos temas de este disco ("Valsa Rancho" de Chico Buarque y "Ballad For Oro, Incienso y Mirra" de Chico O'Farrill), una afinidad electiva heredada, claramente, de Diz.


Su sexteto está formado por Stacy Dillard (saxos soprano y tenor), Stafford Hunter (trombón), Edsel Gomez (piano), Mike Karn (contrabajo) y Victor Lewis (percusión), a los que se suman, en algunos temas, Janet Axelrod  (flauta) y Earl McIntyre (trombón bajo y tuba). Entre todos construyen un disco de bebop, cubop y músicas cercanas con elegancia y un sonido limpio y bien trabajado que redunda en un disco recomendable para descubrir a un veterano trompetista desconocido en España, un disco en el que hay muy buen jazz y una buena cantidad de homenaje sonoro a Dizzy pero, sobre todo, intelectual, a su forma de pensar, de enfocar el mundo y, por supuesto, el jazz; un homenaje que nos hace pensar en lo imposible (¿un trompetista presidente?), pensar que podríamos estar gobernados por gente más humana, más digna y con más sentido del humor. En todo caso, ¿se imaginan que Dizzy Gillespie hubiera ocupado la Casa Blanca en 1965? Can you imagine?


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* Web oficial: www.johnbailey.com

SOBRE SEAN LEVITT Y EL BEBOP ESPIRITUAL

Sean Levitt: Retrato de una memoria (Israel Pérez 2017)

El guitarrista norteamericano Sean Levitt pasó la última etapa de su vida; en Barcelona, para ser más concretos, y se podría decir que sin él no se entendería la escena jazzística barcelonesa de los 90. Para algunos, seguirá siendo un desconocido y por ello el cineasta Israel Pérez ha realizado un documental que analiza de manera breve pero muy interesante su figura. Yo descubrí a Levitt en un programa de Jazz entre amigos y luego escuché hablar de él en una charla con el guitarrista Antonio Esperón, que tuvo la oportunidad de tocar con Levitt en Barcelona. Hoy, su escasa discografía es muy difícil de encontrar. El documental, por suerte, recupera pequeños fragmentos en vídeo en los que podemos ver y escuchar su maestría.

Sean Levitt era bebop, uno de esos guitarristas cuyo cerebro contiene toda la Historia del Jazz y, al mismo tiempo, son improvisadores natos. Los que le escucharon en directo afirman que era un Coltrane de la guitarra: se encerraba en sí mismo en el centro del escenario y tocaba solos interminables donde nunca se repetía...

Como buen documental, contiene testimonios de músicos y otras gentes del jazz que le conocieron. Especialmente interesante es el del guitarrista Joan Sanmartí, que describe aspectos del Levitt músico. Levitt estuvo también relacionado con el Taller de Musics, donde dio clases, pero no de una manera programada sino aleatoria, como funcionan las mentes de los genios. Este espíritu caótico enlaza también con su manera de ser, con esa manera de ser que, en tantas ocasiones, liga el talento con la autodestrucción.

El documental se puede ver completo (no es muy largo) en Youtube, y lo he insertado aquí por si les apetece disfrutarlo y conocer a Sean Levitt.


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* Más info del proyecto en Facebook: www.facebook.com/Sean-Levitt-Documentary-Project-140802249408376/

* Sean Levitt en Spotify: https://open.spotify.com/artist/576K9inlfHwST57kkgEMfn?si=DfzGFublSTq-ZEd-Ka9VXg

* Este es el programa de Jazz entre amigos en el que apareció: http://cifujazz.org/horace-parlan-sean-levitt-en-jazz-entre-amigos-nuevo-programa/

ESPACIO PARA LA IMPROVISACIÓN

JASON PALMER,  Rhyme and Reason (Giant Step Arts, 2019)

Descubrimos a Jason Palmer cuando publicó su primer álbum con el sello barcelonés Ayva (su título era Songbook) y fue un placer reencontrarnos con él como actor cuando interpretó aquella declaración sin palabras, trompeta en mano, al final de la película Guy and Madeline On a Park Bench, opera prima de Damien Chazelle (sí, el que luego dirigiría Whiplash y La La Land). Desde entonces, ha grabado más de una docena de discos en apenas una década. Ahora presenta un nuevo álbum titulado Rhyme and Reason que acaba de aparecer en un fabuloso formato doble y que nos muestra un músico que evoluciona, pero siguiendo una línea consecuente con su despegue: bop intenso y de sonido crudo, primitivo pero tan trasgresor que hace que el bop vuelva a parecer vanguardia.

El álbum, grabado en vivo en the Jazz Gallery (Nueva York) los días 7 y 8 de junio de 2018 es una colección de temas escritos para el lenguaje de la trompeta moderna. Con el prisma del bebop como punto de partida, las composiciones están plagadas de ritmos complejos ("Rhyme and Reason"), de espiritualidad ("Sadhana", "Waltz for Diana"), influencias (de Kurt Rosenwinkle y Bill Evans, por ejemplo, en "Waltz for Diana") y, sobre todo, de espacio para que los músicos puedan expresarse, músicos que componen un cuarteto sin piano, un cuarteto liderado por el trompetista y donde aparecen Mark Turner al saxo tenor, Matt Brewer al bajo y Kendrick Scott en la batería.


Escuchemos el primer tema del álbum. Si alguna vez se han preguntado cómo surge la inspiración para escribir un tema, sirva este ejemplo que, como Palmer explica en el libreto, surgió de la rítmica 4554 de la canción "Aya" de August Greene (donde aparece Robert Glasper) y de la estructura de acordes del tema de Herbie Hancock "Tell Me a Bedtime Story". Por cierto, el título viene de Herbie y de Glasper. 


Después de lanzar varios discos como líder en el sello Steeplechase, Palmer lanza este disco en Giant Step Arts, que es algo más que un sello discográfico: una organización sin ánimo de lucro que pretende apoyar a artistas emergentes lanzando sus discos. No los venden sino que los entregan a los músicos para promoción y organizan eventos de presentación que documenta el fundador del sello, el fotógrafo Jimmy Katz. De este modo, los artistas tienen pleno control sobre su música, si presiones de ningún tipo.

Esto se nota en este álbum donde Jason Palmer compone e interpreta temas sin corsé ni medida, ese tipo de temas largos donde los músicos pueden improvisar y desarrollar sus ideas sin marcaje. Rhyme and Reason tiene (ilustrando esta idea) sólo 8 temas, pero está editado como disco doble porque sólo uno de los temas baja de los 10 minutos, pasando 3 de ellos de los 16 minutos de duración. Esto permite intros originales (de trompeta casi siempre, pero también de contrabajo, como en "Mark's Place"), progresiones muy libres y acumular un caudal de ideas importante.  Vamos, esas cosas que hacen grande al jazz.

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* Web oficial: www.jasonpalmermusic.com

* Fotos de Jimmy Katz.

JAZZ ENTRE LA BELLEZA Y EL CAOS

MOSTLY OTHER PEOPLE DO THE KILLING, 
Paint (Hot Cup Records, 2017)


Nos llega el último disco del prolífico grupo de Nueva York que todo el mundo conoce por la más manejable abreviatura de MOPDtK, un cuarteto que ahora aparece reducido a trío, con el bajista Moppa Elliott, el preciso baterista Kevin Shea (ambos miembros fundadores del cuarteto original) y, al piano, el versátil Ron Stabinsky, un músico igualmente productivo e imaginativo que se unió a la formación en 2014, en el disco Blue.  


Paint es una ciudad de Pensilvania que sirve para dar título al álbum y, jugando con el significado del nombre y continuando la metáfora, Moppa Elliott va tomando prestados los nombres de otras ciudades del estado cuyo topónimo incluye algún color para los títulos de sus temas y así construir una colección temática, una especie de lista obsesiva, como la de algún asesino en serie, como si fueran pistas para un detective no muy avispado... "Yellowhouse", "Orangeville", "Black Horse"... hasta siete composiciones originales más una de Duke Ellington, "Blue Goose", que, fuera o no una referencia a esa ciudad de Pensilvania, ha acabado formando parte de este álbum. 


En algún lugar leí que algún periodista los había apodado La banda terrorista del bebop, un título que cuadra muy bien con la estética que se presenta en este nuevo trabajo donde el grupo juega a un lado y a otro de la frontera que separa el bop del caos. Siempre experimentando y sin miedo a las etiquetas, MOPDtK se atreven, por ejemplo, a hacer un disco como Loafer's Hollow (publicado también en 2017) con composiciones originales que parecen sacadas de la Era del Swing, o, como su nuevo Paint, un álbum a primera vista mainstream con piezas de corte tan clásico que parecen traídas del pasado. Como es habitual y sus aficionados esperan, el grupo mantiene su habilidad para cruzar esa Línea del Caos en el momento oportuno para convertir cualquiera de estos temas en jazz moderno, atonal y libre hasta lo imposible. Ocurre en "Orangeville", donde el solo de piano se rompe y vuelve a recomponerse casi sin sentido, o en "Black Horse", por ejemplo, un tema de espíritu bebop en el que Stabinsky muestra una agresividad brillante en el ataque al piano, o en "Plum Run".

Por ahí se dice que el jazz moderno debe estar reñido con la belleza, el canon o la perfección, pero encontramos en este disco momentos de inestimable belleza que el grupo asume sin vergüenza: cuando Elliott toca con el arco en "Blue Goose" o el blues final "Whitehall", que tiene un comienzo delicioso y placentero que acaba cargándose de energía, o el tema para piano "Golden Hill", de una emoción casi excesiva...


En palabras de Elliott, "en lugar configurarse en un estilo o periodo histórico, MOPDtK fusiona todo el espectro del jazz y las diversas formas de música improvisada, engendrando una mezcla única e inconsútil de super-jass".

Lo cierto es que la libertad del formato de trío permite al grupo momentos de improvisación colectiva sin obligarle a excentricidades más notorias como las de sus primeros álbumes. Esto dicen que es una filosofía, no una estética. No entraré en eso. Me quedo con la energía y el inestimable interplay de estos tres músicos y su visión libre y lenitiva del bop.

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* MOPDtK en la web de Hot Cup Records: www.hotcuprecords.com

* Web de Moppa Elliott: www.moppaelliott.com

GREEN WITH ENVY

Sincero y complejo homenaje a Grant Green

Ya en su primer álbum (The Joy), el guitarrista Valentín Caamaño demostró no sólo un patente amor por la tradición sino un gran respeto. Bebop y hardbop daban solidez a su jazz. Su segundo álbum, Green With Envy (Free Code, 2017), es un sentido homenaje a Grant Green, desde la portada, con ese filtro verde que recuerda al álbum Green Street (Blue Note, 1961), hasta el profundo trabajo de investigación que hay detrás de la grabación.

Grant Green (1935-1979) fue un guitarrista que pasó por el bop, el soul jazz, el jazz funk... y terminó su carrera profundamente influenciado por el blues. En su estilo de tocar domina la técnica llamada single line (una nota, una cuerda), que le hace sonar sencillo y directo, con escaso uso de cromatismos, articulando de manera clara y brillante cada nota, como dice Caamaño en el libreto del disco, "como si fuera la última nota que va a tocar en su vida".

En su homenaje, Caamaño reproduce la técnica de Green y su sentido del blues con fidelidad, y lo hace también a trío, una arriesgada fórmula para los guitarristas, que sólo se sostienen con bajo y batería, aún a riesgo de caer en el silencio. Caamaño resuelve el problema llevando el peso de los temas y dotándolos, en su mayoría, de gran intensidad rítmica, algunos a tempo que debe dejar sin respiración a los músicos (como "Jean De Fleur" o el solo de contrabajo de "Oleo"), 

El álbum comienza con "Matador", quizás el tema más cool de los elegidos de Green, un tema donde los músicos ya se presentan con sus solos (Juyma Estévez, al contrabajo, toma el relevo de Caamaño con un solo ágil y divertido, que es casi de guitarra, para que después Andrés Rivas, a la batería, desarrolle su solo con un brillante juego de llamada y respuesta) y termina con un tema de blues, un sonido al que Green se dedicó al final de su carrera y por el que suele ser más reconocible (al menos para este que escribe). El tema se llama "Blues for Lou", dedicado naturalemente a Lou Donaldson, el amigo que le presentó a Alfred Lion y lo introdujo en Blue Note.

Sólo la mitad del repertorio del disco esta escrita por Grant Green. El resto de los temas pertenecen a (¡sí!) saxofonistas, algo que ya apreciamos en el disco anterior de Valentín Caamaño, cuando hablamos de la dificultad de transportar las partituras de saxo a las seis cuerdas, una predilección que en este homenaje cobra especial significado porque Green solía dejar patente que sus principales influencias no eran otros guitarristas sino (principalmente) saxofonistas. Charlie ParkerSonny Rollins y Joe Henderson estaban en la lista y de estos dos últimos hay versiones en este álbum que tenemos en las manos. 

Entre lo poco que hemos encontrado en Youtube sobre este trío, está este video (grabado en directo y con no muy buen sonido) donde se puede escuchar el "Ain't Necessarily So" de Gershwin a la manera en que lo tocó Grant Green. Déjense arrastrar por la intensidad del trío:

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Web: www.valentincaamano.com

  
http://jazzeseruido.blogspot.com.es/p/relatos-de-jazz_28.html
  

ERNESTO AURIGNAC TRÍO Plays Standards Vol.1

Viejos amigos, caras nuevas

Es sorprendente que un músico despegue con una obra tan compleja y vibrante como el concierto en DVD Ernestro Aurignac Orchestra live in Málaga Jazz Festival (2014) o la galáctica Anunnakis (2015), tan sorprendente como que, después de tan originales trabajos, nos regale un humilde homenaje (cualquier homenaje debe ser humilde) a los standards que le han inspirado. Ya habíamos escuchado a Ernesto Aurignac en su concierto Charlie Parker with strings y es cierto que el nombre de su orquesta (UNO) tiene reminiscencias gillespianas, pero standards o no, lo que esperamos de este saxofonista son sorpresas, originalidad, y con estas expectativas hemos escuchado su último álbum, Plays Standards Vol. 1 (Blue Asteroid Records, 2017).

No sorprende, por supuesto, encontrar el mismo perfeccionismo, el mismo afán por lo complejo y lo sutil en este Standards que en sus composiciones propias pero, como es natural, hay un salto de tocar con orquesta a pasar a trío. A pesar de ello, Aurignac parece sentirse cómodo jugando sin instrumento armónico. Pedro Campos al contrabajo y Santi Colomer a la batería son sus compañeros, un trío sin piano donde el riesgo es el silencio. Según Aurignac, "un disco sencillo, fácil de escuchar y dinámico" donde nada estaba pensado, cuestión de llegar al estudio y preguntar: ¿Qué tocamos? Así de simple lo expresa en el libreto del álbum. El resultado es fácil de escuchar y sirve para confirmar la versatilidad de este saxofonista, más allá de su labor como compositor. 


El fantasma de Charlie Parker sobrevuela el disco y se nota que es uno de los ídolos de Aurignac, aunque en su estilo se perciben otras influencias porque él, al contrario de Parker, tiene una perspectiva histórica posterior. Pero, ¿qué hay de interesante en estos standards? Aquí, Parker no suena sólo a Parker: tiene algo del malagueño. más matices... y menos rabia (si exceptuamos el trepidante "On Green Dolphin Street"). En cambio, la versión de "Just Friends" suena en el saxo de Aurignac mucho más Bird que la que escuchamos por el propio Parker grabada with strings.

Repasado todo el setlist, encontramos en general un bebop complejo pero sin estridencias inútiles, el bop que habría hecho (quizás) Bird si hubiera evolucionado más allá de frenetismo de la juventud y las drogas: el "Night anda Day" que aparece en este álbum es quizás el más bop que he escuchado y podría seguir desmenuzando el álbum pero me quedo con "Struttin' With Some Barbecue", el clásico de Louis Armstrong, que se convierte aquí en una melodía elegante, más cerca de la West Coast que el bebop, casi de baile, sin perder sus reminiscencias neoleanas.

Para terminar, destacar el peso que tiene el contrabajo (Pedro Campos) en todos los temas, con un sentido del ritmo que da sentido a todo. Por cierto, según las noticias, habrá volumen 2.

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* Enlace: blueasteroidrecords.com/producto/ernesto-aurignac-trio-plays-standards

** Web oficial: www.ernestoaurignac.com