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EL NOVENO ESCALÓN

ARBENZ x KRIJGER x OSBY, Conversation #9: Targeted
(Hammer Recordings, 2023)

El baterista suizo Florian Arbenz, al que pudimos escuchar el año pasado en el deslumbrante trío Vein, viene acompañado en su último proyecto por el saxofonista Greg Osby. No es casualidad. Han trabajado juntos y, a la hora de buscar trasgresión, Osby es perfecto: ha hecho del funk un elemento de ruptura y Arbenz intenta romper moldes en cada álbum de un ambicioso proyecto que va ya por el noveno álbum (este Conversation #9: Targeted), en el que ha cambiado drásticamente de ensemble en cada grabación. Si en la anterior (Conversation #8: Ablaze) reunía a músicos tan distintos como Jorge Vistel o Wolfgang Puschnig (miembro fundador de Vienna Art Orchestra) para dar una vuelta de tuerca a la música callejera de Nueva Orleáns, en este volumen número 9 construye un trío con Osby y con el organista de Hammond Arno Krijger para dar una vuelta de tuerca a un formato de trío de Hammond que no es nuevo pero que nunca había sonado así. 

Desde el primer tema se nota la tensión creada por la percusión, una fuerza que arrastra al resto de los músicos a improvisar sin un final a la vista, convirtiendo (casi) al órgano en un instrumento de jazz rock. El segundo de los temas ("Sleeping Mountain") es, por el contrario un tema especulativo, abstracto, que sirve para que Osby, paradójicanente, busque la melodía con su saxo en una larga improvisación. "Vertikal Hold" es, en cambio, un tema donde escuchamos a batería y saxo improvisando en un diálogo imposible. "Seven Steps To Heaven" vuelve a ese groove con el que la batería fuerza a sus cómplices a virtuosismo más original, reinterpretando a Miles Davis con un color que él nunca hubiera ideado. "I Love You Porgy" nos devuelve a esa parte del Universo Arbenz donde lo etéreo expresa la ruptura con el standard original. El Hammond se muestra sutil, inmóvil como un paisaje sonoro onírico. El saxo es lírico, impresionista, casi puntillista. Mientras que la batería se limita a poner ese punto de brillo en los efectos para redondear la imagen. El ritmo sincopado y cambiante de "Old Shaman" cierra el álbum creando un tema para que los solistas  expresen lo que les quede por decir. Es el último disparo. Y no falla.

El álbum (y esta alianza americano-neerlandesa-suiza) tiene esta heterogeneidad, fruto de la profusión de ideas. Supongo que, cuando un músico es tan inquieto como Arbenz, buscando un nuevo lenguaje en cada disco, lo que halla es un planeta nuevo por explorar. No debe haber nada más excitante, salvo ponerlo en marcha. Y eso es Targeted




* Más info: florianarbenz.com

TRÍO DE FLAUTA Y HAMMOND

ISABELLE BODENSEH, Flowing Mind (GLM Records, 2023)

El trío de Hammond (órgano, guitarra y batería) tiene habitualmente como invitado al saxo tenor, pero este álbum enfrenta a dos instrumentos de tímbrica peculiar, el Hammond y la flauta. Y vale la pena escucharlo no solo por lo inusual sino por el resultado. La flautista Isabelle Bodenseh nos ofrece en Flowing Mind ese contraste moviéndose en todos los rangos del instrumento (también en la flauta baja) con soltura, expresividad y un swing fabuloso. El disco llega tras el obligado parón de la pandemia y después de más de 30 colaboraciones, dos discos de su grupo Jazz à la Flute y uno a dúo con el guitarrista Lorenzo Petrocca.

Isabelle Bodenseh, mitad francesa mitad alemana, se formó en la música clásica pero entendió pronto que ahí no encontraría la expresión que buscaba. Estudió jazz con James Newton en Los Angeles, buscando en la improvisación su propia voz. Luego fue a Cuba, de donde se ha traído ideas que aparecen en este álbum y que su flauta combina de manera muy inteligente con el trío de órgano formado por Lorenzo Petrocca a la guitarra, Thomas Bauser al órgano Hammond y Lars Binder a la batería . 

Foto: Renée van der Voorden
La guitarra, cuyo lenguaje contrasta tan bien con la cadencia del Hammond, toma la iniciativa en algunas ocasiones con mucha frescura y crea una simbiosis muy interesante con la tímbrica de la flauta, un diálogo que nos trae al recuerdo inevitablemente a aquella colaboración de George Benson con el músico de Return to Forever Joe Farrell (Benson & Farrell, CTI, 1976). Bodenseh, sin embargo, busca una vitalidad distinta en los temas, dejándoles fluir con fuerza. Los aires latinos de algunos temas ("Dog Rose", "ASAP") recuerdan mucho la virtuosa síncopa de Jorge Pardo cuando su flamenco se acerca a aires latinos. Bodenseh tiene, como el español, ese gusto especial por los discursos largos y bien armados. También es capaz de hacer esto mismo con delicadeza en temas más nostálgicos como "Mediterranean Bossa". Hay mommentos fabulosos e intensos como, por destacar alguno, el solo de Bodenseh en "Molecular Cooking" o todo el tema "Chilly Chally", donde sopla con una garra fabulosa, no exenta de funk, un elemento que está presente en casi todo el álbum.

La anécdota cuenta que Isabelle Bodenseh perdió la capacidad de soplar (y respirar) a causa del virus, pero que las ganas de volver a tocar le dieron las fuerzas necesarias para volver y la inspiración para el tema que da título al álbum, ""Flowind Mind".
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UNA CHICA EN NUEVA ORLEANS

ITZIAR YAGÜE, Girl Like Me (Electric Bulegoa, 2022)

Nos adentramos en estilos fronterizos como el blues, el swamp jazz y el r&b para escuchar el segundo álbum de Itziar Yagûe, una cantante y compositora que debutó en 2020 con Delicious y que es una habitual de los escenarios madrileños en distintas formaciones (una de ellas en homenaje a Bessie Smith: Itzi canta a Bessie), desde donde recorre desde siempre y ahora con este disco, la Babel estilística que suena en Nueva Orleáns  En Girl Like Me lo hace a través de seis canciones escritas por ella y por su productor, el guitarrista texano Greg Izor.

Foto: Alejandro Sanz Fraile / A Kind Of Light - fotografía de Jazz
(Fuente: Facebook)
Desde "Right Now", el tema que abre el disco, percibimos ese cruce de estilos que es el rhythm & blues, que hace parientes al piano hot (Paul San Martin) y a la guitarra de blues (César Crespo). "The Big Band", otro de los temas escritos por Izor es un swing, muy bailable, donde además del clarinete, escuchamos al órgano acompañando con una frescura inesperada. El blues al más puro estilo de Nueva Orleáns suena en "All The Things We Do", donde el piano arrastra el tema con fuerza y personalidad mientras la cantante hace dúo con Greg Izor en una canción sobre relaciones clandestinas. El soul suena en "How To Let You Know", un tema de melodía dulce y letra amarga. Escrita por Yagüe, es el ejemplo de que, aparte de la versatilidad y el color de su voz (las cuestiones que hacen valioso escucharla) es una cantante de letras. Desde el mensaje de reafirmación de "Right Now" hasta la canción que cierra el disco, la conmovedora balada "A Life Without Love", entendemos la afirmación de Yagüe: 

Solo puedo cantar una canción si me reconozco de alguna forma en ella, si me descubre algo sobre mí, si me identifico con su historia o con el mensaje que transmite.

Girl Like Me es un disco cálido y con muchas referencias a las que prestar atención, con una cantante que estamos seguros de que debe merecer la pena escuchar en directo Este jueves 2 de febrero se presenta en el Café de Berlín de Madrid


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* Más info: www.itziaryague.com

NARRATIVA BREVE

ORGANIZING, Short Stories (Errabal Jazz, 2021)

Que la guitarra de jazz se entiende mejor con el órgano Hammond que con cualquier instrumento lo sabe todo el mundo. Quizás por eso Organizing basa sus temas en el diálogo de estos dos instrumentos, pero no es un trío clásico de guitarra y órgano porque hay un elemento que marca la diferencia y lo lleva al siguiente nivel: el saxo. Escuchamos, pues, un cuarteto basado en el groove, con una sección rítmica formada por Raúl Sainz de Rozas a la guitarra, José Luis Canal en el órgano Hammond y un imparable Juan Luis Castaño a la batería, a los que se suma el saxofonista Alberto Arteta poniendo el componente melódico que marca la diferencia, como ocurría (salvando las distancias) en el cuarteto sin piano de Sonny Rollins.

Usando la narrativa musical de cada tema como si fuera una historia, el disco nos va contando a toda velocidad eso que ofrecen las historias cortas: relatos a pinceladas, emociones, recursos efectivos y, sobre todo, juegos que implican al oyente. Porque aquí los guiños y las influencias están por todos lados, en los temas originales (todos escritos por Raúl Sainz de Rozas, inspirados en seres queridos) y en los standards (inspiradores, como "Short Story" de Kenny Dorham y "Full House" y "Jingles" de Wes Montgomery). Quizás Wes Montgomery sa la influencia más notable del repertorio, incluyendo, claro está todas las referencias a su media naranja, Jimmy Smith


Y, como en un buen libro de relatos, las historias son cambiantes, únicas, y cada una necesita un lenguaje distinto para ser contada. Si en los temas de Montgomery el groove y la fiesta predominan sobre el resto de los elementos, en "Mic Mic (Al Coyote)", el R&B busca el humor en la complejidad y el ritmo ejecutado desde los instrumentos no netamente rítmicos (órgano y saxo), y con solos llenos de intensidad. En "Samba do Lidia" y en "Paisaje con lluvia" la narración fluye a través del saxo con una estética muy lejana, latina en un caso y atmosférica en el otro. En "Olga Decir", sin embargo, encontramos una lírica profunda, detenida, una balada donde el cuarteto toca con tal sutileza que parece que están todos escuchando lo que cuenta la guitarra hasta que, al final, se unen de una manera espectacular, especialmente el saxo, desdoblado, multiplicado, emocionante.  

Pero en el fondo, todo este planteamiento no es más que una excusa para desplegar todos los recursos y el virtuosismo de unos músicos a los que se les nota una sólida experiencia que no eclipsa sus ganas de ir más allá en cada tema.



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EL SONIDO DEL HAMMOND B3, EN VINILO

TXEMA RIERA TRIO + 1, Allegoria (Underpool, 2020)

El organista Txema Riera presenta en Allegoria una versión moderna del trío de guitarra y Hammond con un combo de lujo (Dani Pérez a la guitarra y Roger Gutiérrez a la batería), al que se suma el enorme Santi de la Rubia, dando el saxo tenor una nueva vuelta de tuerca al concepto, alejado del estándar Montomery-Smith y más cercano al jazz moderno. Un lujo.


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Después de su apasionante (e inquietante) trabajo de debut que fue Terror (Underpool, 2016), Txema Riera nos trae en Allegoria un jazz más moderno y sereno, con una visión pausada y, por momentos, bella ("Olivia") del mundo que le rodea, en el que parece inspirarse y que nos trae sonidos inusuales y eclécticos. No escuchamos el clásico vibrato del Hammond B3 hasta el tema 4 ("Petra"), donde el tempo se acelera por primera vez y el swing obliga. En este tema los solos suenan más clásicos (qué placer escuchar a este ritmo la guitarra de Dani Pérez), pero, en general, los temas buscan lo especulativo y la modernidad. Salvo los temas que abren y cierran el álbum ("La Mirada I" y "La Mirada II"), más introspectivos, todo el álbum tiene un aire progresivo, de fusión controlada, donde guitarra eléctrica y Hammond se funden y fluyen de una manera muy plástica, dejando el protagonismo por momentos al saxo tenor.


De los músicos, destacar los solos de Dani Pérez a la guitarra, especialmente el de "Everest", un hardbop con un tempo fabuloso, con un Riera brillante dando la réplica en el Hammond. Santi de la Rubia, inconmensurable como siempre, tiene el don de hacer fluir los temas con un aire entre clásico y moderno, pero siempre expresivo. Roger Gutiérrez va de todoterreno, aportando precisión donde la versatilidad de los temas exige. El disco ha sido producido y mezclado por Sergi Felipe en los estudios de Underpool y masterizado en Nueva York por Elvind Opsvik. Entre todos, consiguen un sonido limpio, delicado cuando suena contemplativo y dinámico cuando el ritmo lo pide.

Con este álbum, el sello Underpool comienza una serie en vinilo y no se nos ocurre sonido más apropiado para sonar en vinilo que un trío de Hammond. Además, el lanzamiento de este vinilo ofrece un paralelismo muy nostálgico con el álbum de Silver Geishas que publicó el sello hace poco en cassette, un paralelismo que nos retrotrae a otras épocas donde el sonido en nuestros equipos caseros dependía del estado de las agujas o de los rodillos del cassette pero que, en el fondo, tenía algo más de transgresor que la limpieza del CD. El vinilo es el medio perfecto para disfrutar de esta Allegoria llena de temas especulativos, improvisaciones intensas y, sobre todo, el sonido personal de Txema Riera.


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* Web: www.underpool.org/releases/allegoria-txema-riera

NEW ADVENTURES OF KILLER B3

AKIKO / HAMILTON / DECHTER, Equal Time (Capri, 2019)

Hay dos instrumentos que aportan una especial vitalidad al swing. Uno de ellos es el vibráfono; el otro, el órgano. El Hammond B3, llamado a veces Killer B3 y también La Bestia (The Beast), además, tiene ese vibrato que da una emoción única a los solos, añadiendo intensidad en alto grado. Pero para tocar el Hammond hay que tener todo eso (vitalidad, emoción, destreza para sus dos teclados y todos sus pedales) y la organista Akiko Tsuruga lo tiene. Si además, la escuchamos en el trío clásico de órgano, con un guitarrista comprometido con el ritmo como Graham Dechter y una máquina rítmica como es Jeff Hamilton, tenemos jazz al mejor nivel y, por supuesto, el placer está asegurado.

Es un trío compacto. Creo que con esto lo podríamos decir todo, pero un álbum para disfrutar tema a tema, moviendo los pies sin querer y disfrutando de cada momento. ¿Qué pueden esperar de Equal Time? Improvisación y ritmo. El trío de órgano es una formación que no necesita contrabajo y que tiene en la mano izquierda del teclista todo el poder para arrastrar a la banda y elevar el groove. En las manos de Akiko hay temas que fluyen como si llevaran años tocándolos juntos.


Por ejemplo, la versión del "Moment's Notice" de Coltrane suena más compleja si cabe que la original, con ese toque de blues que tiene el Hammond B3, con un empuje enorme pero tan fresca como hace 62 años, cuando apareció, quizás gracias a la velocidad de Hamilton en los platos y la manera en que Dechter lleva la melodía en la guitarra cuando le toca. Podría ser un buen tema para definir el álbum completo.

Pero hay otros temas que justificarían también un listado de elogios importante. Nos paramos a escuchar, por ejemplo, "Osaka Samba", una composición donde la japonesa (natural de Osaka) recurre a influencias ¡brasileñas! con solvencia, con un Hamilton fantástico en las escobillas, un temazo con un ritmo festivo que también tiene la versión de "I Remember You", con una Akiko claramente influenciada por el que fue su maestro, Dr. Lonnie Smith.

En general y aunque el ritmo mande en todo momento, hay un liderazgo evidente del Hammond en todo el disco (desde el blues inicial "Mag's Groove", compuesto por Akiko) y, en consecuencia, de toda la experiencia previa de la organista con Dr. Lonnie Smith y con Lou Donaldson, por citar dos grandes en la carrera de la japonesa. Ritmo, ritmo, ritmo. Sin embargo, deteniendo el tempo (los tiempos lentos también son ritmo), escuchamos la balada "Lion's Gate", donde Dechter modela la melodía con sensibilidad alternándose en una poética conversación con el órgano llena de delicadeza y notas puestas en su sitio exacto, algún retazo de blues y mucha, mucha emoción. El trémolo del Hammond es aquí estremecedor.

El final del álbum es una frenética versión del estándar de Steve Allen "This Could Be the Start of Something Big", donde el trío arma a toda velocidad melodía y ritmo, con solos que se suceden sin intervalo y dejan la sensación de que los músicos llevan más tiempo tocando juntos del que realmente llevan.

Les dejo esta versión en vivo (ligeramente más acelerada que la del disco) de "Moment's Notice". Que ustedes lo disfruten.


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* Web: https://caprirecords.com

FLAZZ TRIO

Insólita fusión

No nos cansamos de afirmar que el trío de jazz es la formación ideal: el número de músicos permite una comunicación más directa entre ellos y, al mismo tiempo, les ofrece más protagonismo para aportar... Un nuevo proyecto, llamado Flazz Trío, viene a dar una vuelta de tuerca al concepto de  trío de jazz con una formación que, hasta ahora, nos era desconocida: guitarra flamenca, órgano Hammond y batería. Si alguno de ustedes se está preguntando a qué puede sonar esto, ya les adelantamos que la respuesta es bastante compleja.

A la primera escucha, uno comienza a reconocer influencias que van desde Vicente Amigo a Pat Metheny. Las dos referencias, puestas en la misma línea suenan excitantes, ¿no les parece? Luego, a medida que avanza el álbum, nos van volviendo recuerdos de aquellos sonidos de los 80, cuando los temas de músicos como Jorge Pardo y Carles Benavent empezaban a sonar en la radio en un contubernio insólito con los grupos de la Movida, y nos gustaban y, al mismo tiempo, nos preguntábamos cómo era posible que nos gustara aquello si era flamenco... Pero era algo más: era también jazz, era también rock y era todo eso junto y mucho más. Pues bien, a eso es a lo que suena Flazz Trio.

Su primer trabajo, titulado genéricamente Flazz Trio (Stereo-Música Fundamental, 2014) contiene 8 temas propios que describen su propuesta musical: temas apasionados, música de raíz, diversidad de influencias y unos músicos que parecen divertirse mientras tocan pero, sobre todo, naturalidad, algo difícil de encontrar en cualquier tipo de fusión, especialmente en las que tienen como catalizador el jazz y las músicas improvisadas.

Por destacar, destacaremos dos temas. Nos ha gustado especialmente "Valey Forado", el tema que cierra el disco. Aquí hay sutiles y deliciosas referencias a bossa nova en la voz del órgano y mucha intensidad. Quizás el tema en el que con más electricidad se engranan las tres voces del trío, no en vano es un tema escrito por los tres músicos. Un buen broche final. Pero para escuchar hemos traído otro. Su título es "Tiene deLito". Escrita por Lito Mánez, es una melodía inquieta, intensa y con acentos funky en la que podemos encontrar buenos momentos de improvisación a cargo de los tres miembros del trío. Les hemos traído aquí un vídeo para que lo disfruten. El sonido no es muy bueno pero les permitirá apreciar la solvencia de estos músicos en directo.


Los componentes de Flazz Trío son Francis Gómez Cruzado, un guitarrista original y con mucha personalidad que alterna su trabajo como solista con el acompañamiento de artistas flamencos; Pablo Vázquez, un viejo conocido del blog que ha pasado por varias formaciones (Innersound Trio, Black Cats Blues Band, Pablo Vázquez Trío...); y Lito Mánez, batería y percusionista versátil al que hemos visto tocando todos los géneros. Tres músicos muy distintos, en definitiva, con muy distintas personalidades, que confluyen en esta grabación para generar algo único, imprevisible y (ojo, puristas) tan heterodoxo que es imposible no sentirse atraído. En definitiva, un trío con una propuesta original y un sonido amable que gustará a jazzeros, a flamencos y a todo el que se acerque a la música de Flazz Trio. Esperamos verlos por algún festival en un futuro no muy lejano.


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HAMMOND HALL OF FAME

Mauri Sanchis, nuestro favorito

Nos acaba de llegar a través de facebook la noticia de que nuestro teclista favorito, Mauri Sanchis, ha sido nominado para el Hammond Hall of Fame. Os animamos a que votéis por él entrando en la página oficial de Hammond, en la categoría de jazz (de color verde como el de la imagen) y pulsando en el correspondiente "Me gusta" de Mauri Sanchis. La competencia será dura porque hay grandes nombres del instrumento...

Por cierto, Hammond regalará camisetas y pedales aleatoriamente a los participantes en las votaciones. Votad pulsando aquí.


Más historias sobre Mauri Sanchis en Jazz, ese ruido:



* Web oficial de MS: www.maurisanchis.com

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ROCK GOES JAZZ(-SOUL)

Jazzeros inoxidables, Roots (2012)


Jazzeros Inoxidables son un trío de Galicia (esa gran tierra llena de músicos de jazz) que exploran aquel viejo cóctel inventado por Jimmy Smith en el que un órgano Hammond y una guitarra eléctrica dialogaban al más alto nivel de expresividad e improvisación que el jazz exige con el apoyo rítmico de una batería como único testigo. Esta improbable comunión de un instrumento eléctrico y uno de iglesia rompió moldes en su momento pero aún hoy día la síncopa de la guitarra y la mezcla de vibrato y solemnidad del Hammond siguen estremeciendo a muchos aficionados. Smith probó con Kenny Burrell, entre otros, hasta alcanzar el clímax en dos discos con Wes Montgomery para Verve. Unos años más tarde, rompió con esta discográfica con un álbum llamado Root Down (1972). El que hoy nos ocupa (siguiendo un hilo de casualidades) se titula Roots y ha sido grabado por otro trío: David Regueiro es el guitarrista, Iago Mouriño el dueño del Hammond y Noli Torres el responsable del colchón rítmico. Se hacen llamar Jazzeros Inoxidables.

Cuando decidieron titular a su primer álbum Roots (raíces), en referencia a sus influencias, iban más allá de simbiosis similares a la de los tríos de Jimmy Smith e incluso más allá del jazz-soul. Las raíces de estos tres músicos proceden de lugares tan alejados (en apariencia) como el jazz de Chet Baker, el rock sicodélico de The Doors, el pop-soul negro o las bandas sonoras de Nino Rota. Y esto se nota a medida que se va escuchando el disco: la propuesta de Jazzeros Inoxidables se apoya por igual en composiciones originales (4 de 10) y en versiones de estos clásicos. Como buenos Jazzeros, toman los temas ajenos y los deconstruyen con paciencia para después reconstruirlos con esquemas más jazzísticos, los cuales permiten al trío desarrollar solos de gran intensidad ("Gettin' Louder") o pura calma ("Speak Softly Love"). Sólo se permiten conservar algunos detalles esenciales de los temas no originalmente jazzísticos, como el riff del bajo en "Money", el tema de Pink Floyd o esa melodía de Nino Rota, aquí apenas dibujada por una guitarra que sabe dosificar las notas... Lo demás en fantasía con vida propia. 

En el siguiente video pueden escuchar el tema "Like My Booga", uno de los temas originales del álbum Roots y quizás el más funky:



CRÓNICAS DEL FESTIVAL (II)

Día tres

Siento un escalofrío al percatarme del poco interés del público onubense por el jazz. He entrado en la sala a menos diez y sólo hay cuatro personas en el público. Supongo y acierto al pensar que la organización va a retrasar el comienzo con la esperanza de ampliar el aforo. Aprovecho para estrenar Moleskine, pero no se me ocurre qué escribir. Cuando se apagan las luces veinte minutos después, no llegamos a cuarenta personas. Estoy en la fila 7 y me siento como si estuviera en la última.

El trío comienza con un tema de tanteo. El baterista es sobrio pero sólido, y no pierde el swing en ningún momento (aunque más tarde, el único solo que hace me defraudará un tanto). De entrada, es el baterista más cálido (y más purista) que hemos oído en el festival. Creo reconocerlo y se me enciende una luz. Aunque toca algo bien distinto, es David Muñoz, al que vimos en Innersound Trio, haciendo fusión. El guitarrista, sin embargo, es inconfundible. Es el mismo trío (Rafa López, Pablo Vázquez y David Muñoz) metamorfoseado en una formación clásica de trío de órgano e interpretando exclusivamente standards de jazz. No sé si esta versatilidad me apasiona o si me defrauda por el hecho de que tengamos tan pocos músicos de jazz en Huelva. Cerraremos los ojos. Son tan buenos haciendo lo uno como lo otro. Y ya si hablamos de blues...

Pero aquí es Pablo Vázquez quien manda, detrás de los teclados, escanciando con paciencia de alquimista ese vibrato entre sacro y profano del Hammond. El segundo tema, So what, en el que su mano izquierda "revive" la introducción original de Paul Chambers, es fantástico, tanto el ambiente como los músicos, pero el público no reacciona a los solos, ni aplaude ni se excita como en otros conciertos. Poco a poco me iré dando cuenta de que es el público más frío que he visto en ningún concierto (de cualquier tipo): no aplaude ni en las codas, deja que suene la última nota en todos los temas y despues se lo piensa antes de aplaudir. En un recital de música clásica esto podría entenderse como respeto pero aquí suena extraño.

Siguen otros standards: Autum leaves, My favourite things, All blues..., tamizados por la visión particular del trío. Se agradece la re-interpretación. Summertime suena en una versión algo abstracta, casi impresionista. Me quedaría toda la noche escuchando a estos músicos. Miro la hora. Quizás es el concierto más largo del festival. Pasa de la hora y media. El grupo parece contagiarse de la frialdad del público y el último tema no es ese "último tema" que uno espera como clímax de un concierto. Invitation suena como uno de los temas más flojos de la noche, suenan aplausos fríos y se cierra el telón para un grupo que hubiera merecido mejor recibimiento y algún bis.

Mañana más.

Continuará...

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MAURI SANCHIS' MODERN ORGAN TRIO

Nuevos lenguajes del viejo Hammond B3
(+entrevista a Mauri Sanchis)

What Did You Expect? (BHM, 2011) es la materialización en CD de lo que vimos y oímos hacer a Mauri Sanchis en directo este otoño pasado. En la época de los sintetizadores y de los loops informatizados, este organista de Alcoy no sólo reivindica el sonido del Hammond B3 sino que se propone darle una vuelta de tuerca al instrumento con un formato original, muy diferente al sonido de su Superband: el trío (órgano/guitarra/batería), un formato que resulta innovador y flexible, ya que permite sentir los instrumentos más cerca, con más fuerza y más nitidez, poniendo en valor cada nota y dando lugar a más solos de lo que una gran banda permitiría. Lo ha bautizado como Mauri Sanchis' Modern Organ Trio.

En este sentido, el acierto a la hora de la elección de los músicos es determinante: Blas Fernández está en la batería, íntimo o delirantemente potente cuando es necesario; el guitarrista Razl, a quien el sonido directo no favoreció cuando lo oímos por primera vez, sigue deleitándonos con sus desvaríos e improvisaciones, en ocasiones mimetizándose con el sonido del Hammond hasta hacer que ambos instrumentos "hablen" el mismo idioma. "As for me" es un buen ejemplo:


Porque de eso es de lo que se trata, de música para la improvisación desde una nueva perspectiva, nuevos grooves con ese soul del vibrato que hace tan distinguible al Hammond ("Whysky Bob", "Nightmare") y poderosas baladas en las que la fuerza (contenida) del teclista impresiona por su sensibilidad ("In a Blue Mood" o "Lowdown", que recuerda irremediablemente a las baladas de su primer álbum, Less is More).


What Did You Expect? confirma lo que ya sabíamos, que Mauri Sanchis es un maestro del Hammond y un compositor inspirado, méritos que amplía con el abanico de sonidos inéditos de este álbum; también sirve de advertencia: si Mauri Sanchis sigue recorriendo los escenarios de Europa a este ritmo corremos el riesgo de que el mejor organista de jazz fusión europeo pase desapercibido en su país, y esto es algo a lo que tenemos tendencia en España.


Conversamos con Mauri Sanchis para desvelar los entresijos del disco.


EL HAMMOND ÍNTIMO
Entrevista a Mauri Sanchis

Jazz, ese ruido: Has grabado con grandes músicos como Randy Brecker, Bill Evans, Dean Brown... Tu nuevo álbum What did you expect? prescinde de las colaboraciones y se centra en la estructura íntima del trío. ¿Por qué?

Mauri Sanchis: Es lo que me pedía el cuerpo, simplemente. Mi último disco, Groove Words fue un disco con un montón de pistas por tema. Sólo en mi rol como instrumentista había varias partes de órgano, diferentes pianos eléctricos, clavinet y Moog. Aparte de lo mío, diferentes guitarras, muchas voces y metales, etc…Fue un disco planteado en plan super-producción. El resultado fue muy gratificante para mí tanto en estudio como en directo. Sin embargo, estar en un escenario con 10 personas más condiciona absolutamente la libertad de los temas ya que ha de estar todo “relativamente” cerrado para que nadie se pierda. El trío es algo absolutamente opuesto a eso y me apetecía mucho el desorden después de algo tan organizado.

J,ER: Aparte de esto, ¿qué tiene de innovador tu nuevo disco?

MS: Me gustaría pensar que es innovador dentro del mundo Hammond en cuanto al concepto de producción/composición, algo que afecta al sonido de forma contundente. Creo conocer bastante el panorama Hammond a nivel internacional y la mayoría de proyectos derivan a 2 estilos. Unos hacia el standard de Jazz con influencias básicamente de Jimmy Smith y otros hacia el funk de órgano incluso con estética de los 60. Salvo genios como Medeski, Martin & Wood, no suele haber mucha innovación o, si la hay, ni los sellos les hacen caso ni ellos mismos se mueven por redes sociales ni blogs especializados porque entonces los conocería, claro. Además, creo que los propios amantes del sonido Hammond están de alguna manera anclados en esos sonidos y se abren poco a nuevas tendencias. Espero que este disco sea una excepción.

J,ER: Escribes los temas. Cuando suenan en directo y los ves crecer, ¿hasta dónde permites que llegue la improvisación? y, sobre todo, ¿qué parte del músico de directo hay en el compositor?

MS: El grado de improvisación en nuestro caso depende mucho del estado de ánimo en que nos encontremos y cómo veamos al público. No cierro puertas a nada. Recuerdo un concierto en una asociación cultural para 500 chavales, todo humo y ambiente, donde hicimos y deshicimos todos los temas y salió chulísimo. En otros conciertos, la improvisación se centra en los solos pero nos mantenemos firmes en la estructura del tema. Hay que estar abierto a lo que pida la noche. Y, desde luego, en este disco hay más del Mauri de directo que en cualquier otro disco. Pero en ese sentido, sigue siendo un disco de estudio. En directo, a veces, hay temas de 4 minutos, que acaban durando 12. Eso no tiene sentido en un disco a no ser que sea un concierto, claro.


J,ER: En directo te hemos visto el fantástico XK3, un Hammond pequeño y con un sonido espectacular. ¿Qué órganos has usado en esta grabación?

MS: Grabo siempre con mis viejos B3 y Leslie 122 hasta que pueda hacerme con el nuevo B3 con Leslie 122xb, que es lo mismo pero con tecnología digital.

J,ER: Me han gustado tus músicos. Blas Fernández a la batería es una máquina del ritmo y Razl literalmente hace "hablar" a la guitarra.. ¿Dónde los encontraste?

MS: Con Blas llevo desde 2005. El técnico con el que estaba preparando mi disco Good Vibes!!! me habló de él y contacté en seguida. Desde entonces hemos sacado 3 discos y un DVD y no podemos dejar pasar una semana sin hablar una o dos veces por teléfono. Blas es de Bilbao y yo de Alcoy así que es la manera en la que nos podemos comunicar mejor. Es imprescindible para mí. Tiene un groove imperturbable y una personalidad que cualquiera quisiera para su proyecto.
A Razl lo conocí por Internet. Por myspace para ser exactos. Cuando contactó conmigo y me envió su disco Rotonova me pareció que era el guitarrista más interesante de España. Su capacidad creativa y rítmica está, en mi opinión, a nivel internacional, algo que demuestran las críticas que reciben sus discos en USA. Después, a nivel personal, creo que jamás he conocido a nadie tan diferente a mí con el que pueda llevarme tan bien en lo musical y personal. Es algo a estudiar…cuando comentamos los gustos de cada uno nos sorprendemos de ver cómo hemos encontrado un punto en común con esta música y lo bien que nos llevamos en la carretera donde hemos compartido muchísimas horas juntos.

J,ER: Desde el festival de San Javier al de Pori en Finlandia, te has recorrido Europa tocando. También Estados Unidos. ¿Qué proyectos tienes en directo para este año?

MS: Lo de Pori fue una experiencia maravillosa pero la verdad es que no hemos hecho nada más fuera de España. Lo de USA fue cuando era muy joven, tanto que ya casi ni lo recuerdo. Uno de los principales alicientes de un proyecto es poder llevarlo fuera pero, en mi opinión, es algo que no se ha de hacer de cualquier manera. Muchos músicos aceptan tocar en cualquier condición solo por salir de aquí. Hasta la fecha yo no he querido hacerlo. Es posible que vayamos a Alemania y Suiza con el sello (BHM) y también hemos hablado de ir a Argentina, Uruguay y Chile con Blue Art pero ahora mismo son más sueños que otra cosa.

J,ER: Finalmente, ahora que el disco está en las tiendas, ¿algún nuevo proyecto ya en mente?

MS: Estoy trabajando ya en directo con un proyecto llamado Íntimo donde pretendo reinventar mis temas y llevarlos a un terreno más acústico pero entre unas cosas y otras aún no le he dedicado el tiempo necesario. En este momento estoy centrado en el trío, que ha recibido tanto en directo como con el disco unas críticas magníficas que no esperaba, la verdad. Además, tenemos grabados un par de conciertos en lo que será el próximo CD+DVD así que no tengo demasiada prisa y con la dichosa crisis, menos aún.

El disco, publicado por BHM/Indigo Records (Tok Tok Tok, Fred Wesley, Metro) sale a la venta ya y se presenta en directo el 2 de Julio en el Festival Caixa Penedés Vijazz compartiendo cartel con Branford Marsalis, Tower of Power, Terence Blanchard, Bill Evans + Randy Brecker + Medeski, Martin & Wood.
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* Página oficial: www.maurisanchis.com

MAURI SANCHIS TRIO

Crónicas del Festival Jazzolontia
Finalmente, conseguí ver en directo a Mauri Sanchis, después de que se me escapara en alguna ocasión y de que algunos asuntillos me impidieran ir a verlo al teatro de Cartaya al año siguiente.

Ocurrió en una cálida noche de septiembre, dentro del Jazzolontia, el festival de jazz de Gibraleón, que, todo hay que decirlo, mejora a marchas forzadas. Se nota que este colectivo cultural se mueve: el cartel era variado y de calidad, las entradas gratuitas y las actividades paralelas, aunque escasas, muy interesantes. Sin ir más lejos, antes de Mauri Sanchis se proyectó el documental Let’s get lost, de Bruce Webber, del que algún día tendré que escribir algo, superando la pesadumbre que me contagia siempre su visionado.

 

Mauri se subió al escenario detrás de un Hammond XK3 que era una maravilla, un aparato pequeño (supongo que fácil de transportar) con el sonido clásico y el look retro del B3, en madera torneada, una delicia de ver y escuchar. Le acompañaban el guitarrista Razl, muy entregado, aunque algunas veces usaba (y abusaba, en mi opinión) de pedales que desentonaban con el conjunto, y el baterista Blas Fernández, capaz de pasar del swing a la delicadeza de la balada y de ahí a la potencia del jazz-rock sin esfuerzo. Anunciaron un disco en formato de trío que, al parecer, está casi terminado.

Todo el setlist era original de Mauri Sanchis, salvo el final, una versión rabiosa y potente del "Baby knows" de Prince. Todos los temas fueron instrumentales, groove sin palabras, con mucho toque funky y mucha inspiración, ya sabéis, esos temas que uno reconoce del disco, que sabe cómo comienzan pero que en directo nunca imagina cómo van a acabar. Bueno, donde hay músicos con mucho que dar... Mauri toca como un negro y se juega las manos en todo momento. Sabe cómo sorprender sin histrionismos y cómo hacer que los temas crezcan y crezcan, y consigue que se desarrollen hacia arriba de una forma lógica, abrumadora.

Especialmente intenso fue comprobar cómo algunos temas del primer disco, Less is more (2003), que eran tempos medios, muy lounge, evolucionaban en directo convirtiéndose en potentes, intensas descargas de jazz-rock, ese tipo de explosiones que se dan en el soul y que nadie como el órgano Hammond es capaz de materializar.

Muestras de Mauri Sanchis en vivo en su página oficial:

MAYBE IN OTHER LIFE

Un nuevo cóctel llamado Organic Collective

Después de la entrada anterior acerca del órgano Hammond, mi subconsciente estaba inquieto. Echaba de menos algunos músicos que se me quedaron en el aire. Sin embargo, no era una cuestión de hacer un ensayo exhaustivo ni enciclopédico. Un vistazo a la discoteca me dejó constancia de que el órgano es el instrumento más popular en el jazz ni el más fácil de dominar. Predomina más en los grupos que hacen fusión y en los de rhythm & blues.

Volvió a mi mente Mauri Sanchís, a punto de sacar un nuevo disco, esta vez con composiciones vocales (se estrena como letrista) y con espectaculares colaboraciones. También Innersound Trio, el combo onubense del que hablábamos hace unas semanas, y un grupo con un sonido menos contundente y más soul: Organic Collective.

Organic Collective es un trío gallego (¡otra vez Galicia!) formado por el guitarrista Marcos Pin, que acaba de editar también como líder; Carlos López en la batería y Juan Galiardo en el órgano Hammond. En su primer disco como grupo, Maybe in other life (Audia, 2008) encontramos un jazz con toques de funky, soul, blues y fusión, mezclados sin excesos. Marcos Pin funciona como líder, ya que es el compositor de 7 de los 9 temas del disco. Él es quien pone el toque funky y casi toda la improvisación en los temas, sin mucho margen solista para el Hammond ni para la batería. Sólo cede un algo de protagonismo al saxo invitado en dos de los temas, Pablo Castaño. Afortunadamente, Pin es un improvisador nato, ama a su guitarra y le hace el amor (oigan cómo llega a gemir en Neo and Bach) a lo largo de cada tema generando estructuras libres que le permiten tocar a sus anchas sin aburrir ni un instante.

El resultado es un soul jazz moderado, con buenos momentos y el toque justo de funky, quizás no con unas grandes composiciones pero sí con músicos inspirados que ganan más y más con cada escucha, aunque yo les pediría un tanto por ciento extra de improvisación... y algún solo más del Hammond.
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Los solistas de Organic Collective:
* Web de Marcos Pin.
* Juan Galiardo en myspace.
* Carlos López en myspace.

RHODA SCOTT + KENNY CLARKE

Los milagros del Hammond B-3

Cuando Laurens Hammond comercializó su primer órgano eléctrico en 1935 (el modelo Hammond A) ya hacía diez años que Fats Waller había usado el órgano de tubos para hacer jazz. Sin embargo, la intención original de Hammond no era la de crear un órgano para la música popular sino la de fabricar un instrumento que pudiera sustituir a los órganos de iglesia, grandes, caros de mantener y complicados de afinar. Tardaría 30 años en darse cuenta de que sus principales clientes eran bandas de rock’n’roll, rhythm & blues y jazz.

Aunque en un principio se dejó de fabricar en 1955, la popularidad del Hammond B-3 lo ha hecho pervivir hasta nuestros días y lo ha convertido en el órgano más usado de todos los tiempos, sobreviviendo a la llegada de instrumentos electrónicos más sofisticados, que incluían chips de memoria con melodías y arpegios pregrabados. ¿El secreto? La excitante sonoridad del B-3 se debe al efecto vibrato, que lo hace inigualable, y a ese efecto chorus, capaz de sonar como un órgano de tubos. Ambas características dotan al instrumento de un sonido “propio” e identificable.

Si Fats Waller introdujo el órgano en el jazz, Jimmy Smith lo elevó al trono de los instrumentos solistas con su espectacular forma de tocar. No hay ejemplo más evidente para poner nombre al B-3 que Jimmy Smith, pero gracias a Dios (el Dios del Jazz es benévolo y pródigo) su carrera ha tenido continuación en nombres brillantes como Joey de Francesco, Lou Bennet, John Medeski... o, por citar músicos españoles, Mauri Sanchís y Albert Sanz. Mi último descubrimiento detrás de un Hammond es Rhoda Scott. La acabo de pillar con las manos en las teclas.

No conocía a esta teclista nacida en New Jersey en 1938, pero por opiniones de amigos me entero de que es la sucesora de otra Scott, Shirley. Rhoda Scott, Shirley Scott. Simple coincidencia de apellidos y de virtuosismos a las teclas de un Hammond. Rhoda, que es la que suena ahora mismo en mi equipo de música, es una jazzwoman que domina los recursos armónicos y rítmicos del B-3 con una delicadeza increíble. Consigue abusar del vibrato sin romper la fluidez rítmica de los temas, que funcionan como una locomotora en plena carrera, llenos de adrenalina pero sin estridencias.

Nos hemos conocido gracias a uno de los últimos discos que he añadido a mi colección: Rhoda Scott + Kenny Clarke, de la colección Jazz in Paris de Gitanes, una grabación de 1977 que explica claramente el peso que un órgano puede tener en un combo de jazz: lo es todo, puede suplantar a casi todos los instrumentos y, como en este caso, sólo necesita la percusión para conformar un conjunto sonoro completo, cosa curiosa porque precisamente el Hammond B-3 es el único órgano de su familia que incluye acompañamiento de percusión, pero ¿quién renunciaría a tener a Kenny Clarke a la batería? Fue nominado entre los 5 mejores “baterías acompañando a un órgano” (Nominee in the category of the best “Organ drummer”, que dicen los americanos). La grabación incluye nada más y nada menos que nueve temas mano a mano, Scott y Clarke, órgano y batería, una combinación explosiva que alrededor de baladas impresionantes como It’s impossible y de fuegos artificiales del tamaño de Satin doll, y que es capaz de colorear de sonoridades nuevas a standards como On Green Dolphin Street o Now’s the time. Para enmarcar.


Concierto: Mauri Sanchis Trio

Jazz, ese ruido se complace en presentar a Mauri Sanchís en concierto..... No se me podía escapar anunciaros este evento por si hay alguien cerca de Huelva la próxima semana (siempre que sea posible y tenga cerca un concierto procuraré avisar para que no me falléis).

Mauri Sanchís es un jamonero (de Hammond B3, se entiende) que proviene de la escena blues española. "Nacido" en un grupo de blues (Progressions), clásico pero valiente en la experimentación, con la elegancia de un Jimmy Smith y después de experiencias junto a Javier Vargas y su Blues Band o junto a Graham Foster y Night Train, viene de gira promocionando su segundo disco Good vibes!!, algo menos smooth que el primero, con mucho más groove, un disco en cuestión donde uno pasa de flipar con el blues al jazz o al funk en segundos.
En esta ocasión viene en formación de trío. El concierto será en el Claustro de San Francisco, en Moguer (Huelva) el 8 de agosto a las 22:30. La entrada es gratuita pero de aforo limitado: hay que conseguir las invitaciones en la taquilla del Teatro Felipe Godínez dos horas antes.
Informaremos puntualmente.