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LA HISTORIA QUE QUEDABA POR CONTAR

GEORGIA MANCIO & ALAN BROADBENT, 
A Story Left Untold (Roomspin Records, 2025)

A Story Left Untold es la conclusión lógica y brillante de una trilogía, la comenzada por el pianista Alan Broadbent y la vocalista Georgia Mancio con Songbook (2017) y Quiet Is The Star (2021), que ya reseñamos en este blog en su momento. Diez temas nuevos conforman este álbum, algunos donde la cantante se acompaña de Broadbent, del bajista (y coproductor) Andrew Cleyndert y del baterista Dave Ohm, y otros donde piano y voz establecen un diálogo íntimo que da relevancia tanto a los dos instrumentos como a las letras de Mancio... para terminar el disco con un tema (el que le da título) donde podemos oír a la FAME’S Skopje Studio Orchestra, dirigida por Oleg Kondratenkouna, con 42 músicos que nos traen a la memoria aquellos sonidos grandiosos del disco Developing Story (Eden River, 2017).

Con letras de Georgia Mancio y música de Alan Broadbent, las canciones se mueven entre inspiraciones románticas y vitales en las que la dulce y bien modulada voz de Georgia fluyen sobre la música de piano, que pone un contrapunto sincopado y sutil, perfecto para este tipo de dúos, no en vano Alan Broadbent tiene esa manera de construir las frases tan vocal. En "In The Afternoon", por ejemplo, propone una cadencia de blues sobre la que la cantante entona una melodía dulce aunque llena de nostalgia sobre el paso del tiempo. Letras para degustar sin prisas, con una taza de café en las manos, y un piano y una voz que dan color a sentimientos que no se pueden escribir. Mi favorita, la optimista y swingueante "From Me To You".



* Web de Alan Broadbent: www.alanbroadbent.com

* Web de Georgia Mancio: www.georgiamancio.com

TÉCNICA Y SENTIMIENTO

IRATI BILBAO, Bloom (Errabal Jazz, 2024)

Tras dejarnos fascinados con su voz en Begin (Errabal Jazz, 2020), la cantante duranguesa Irati Bilbao ha vuelto a los estudios de grabación para regalarnos un nuevo álbum donde alcanza una madurez envidiable como vocalista y como compositora. En Bloom la acompañan Mikel Núñez al piano, Fran Serrano al contrabajo y Aitor Bravo (No-Land TríoIosu Izaguirre Sextet) a la batería.

Para los puristas, advertimos que Irati no solo canta jazz y no solo canta en inglés en este disco. Las canciones, con letras muy personales y sentidas, navegan sobre una base fluida y atemporal que no busca falsos efectos ni fuegos artificiales. Solo en algunos temas como su versión de "I Fall In Love Too Easily" se permite el lujo de hacer scat e incluso de jugar a llamada/respuesta con el grupo, para después regalarnos una intimista canción en castellano con letra bluesera y aire de bolero "¿Hacia dónde?" o joyas como "Places".

Desde "The Tree" (con ese solo de piano) hasta "Median Gora", pasamos por un repertorio original no solo porque es nuevo sino por el enfoque que Irati como compositora da a las canciones. Estilísticamente, el disco es impecable, bien arreglado y con un sonido brillante y elegante que asume por momentos otras influencias (la bellísima "Intimate" nos trae al oído irremediablemente a Norah Jones). Quizás derroche más recursos vocales y de improvisación en los standards (hace también una versión antológica de "Devil May Care") que en los temas escritos por ella, algo que quizá se deba al deseo de dar más profundidad y relevancia a las letras. 

Irati Bilbao nació en Durango y se formó musicalmente en Musikene, lo que es toda una garantía. Antes de grabar su primer disco en 2020, ha formado parte de distintas formaciones (Swintronix, Ekuru, Reunion Big Band, Manixa Jazz Choir, Bilbao Lindy Band, The Gospel Six...). En Bloom reúne composiciones clásicas, versiones de standards, y canciones originales donde la palabra es tan importante como la música, lo que lo convierte en un disco perfecto para amantes del jazz vocal y de las voces nuevas. 



UNA POR KURT WEILL

SAM BRAYSHER, That’s Him: The Music of Kurt Weill (2024)

Al saxofonista Sam Braysher lo habíamos escuchado ya dibujando esos fraseos cálidos y llenos de sentimiento en su anterior álbum (Dance Little Lady, Dance Little Man) de 2021. Un saxo alto capaz de versionar a los grandes tenores merecía nuestra atención... y salió victorioso del desafío. Su sofisticada manera de reinterpretar los temas nos sedujo y este año vuelve con un disco en el que se embarca en una nueva aventura como músico e investigador: revisar, con su sonido complejo pero delicado, los mordaces temas de ese monstruo musical que fue Kurt Weill

Kurt Weill vivió apenas 50 años. Nació en una familia judía alemana en 1900. Su padre era el paitán de una sinagoga y, como tal, dirigía los cantos. Seguramente fue el primer contacto del joven Kurt con la música. Estudió en el Conservatorio de Berlín en tiempos del expresionismo y eso le marcó. Después, sus trabajos de ópera le llevaron al surrealismo y de ahí al teatro musical. Los músicos de jazz que han interpretado sus canciones (desde Louis Armstrong hasta Miles Davis) lo han convertido en un clásico. 



Sam Braysher entiende que Kurt Weill era un poeta musical, un poeta maldito, como todos, y pone una alta dosis de sentimiento en los arreglos y en las improvisaciones, trasladando al lenguaje del saxo alto la sensibilidad germano-americana de Weill. Apoyado en una sección rítmica con un sonido atemporal, capitaneada por el pianista húngaro 
Matyas Gayer (Eddie Henderson, Jim Rotondi), el baterista Steve Brown (Scott Hamilton, Barry Harris) y el bajista italiano Dario di Lecce (Stacey Kent, Grant Stewart), suma en tres temas a la cantante Sara Dowling, (votada Mejor Vocalista en los British Jazz Awards de 2019), quizás para que no olvidemos que Weill colaboró con letristas tan únicos como Ira Gershwing, Bertolt Brecht y Langston Hughes

Foto: Dan Redding

No esperen encontrar en el repertorio los grandes hits de Weill como "Lost In The Stars", "September Song" o "Mack The Knife" porque Braysher ha rebuscado en lo musical y no en lo anecdótico, y muestra una intención clara de
encontrar el jazz bajo la poesía. Con una Sara Dowling perfecta y muy clásica en temas como "The Right Guy For Me" o "That's Him", Braysher está pletórico en los temas instrumentales, con joyas como "This Is New", "Bilbao Song", donde toca acompañado solo por el contrabajo y donde expone la melodía con mucho juego, o "Moon-Faced, Starry-Eyed", donde se muestra muy bluesy con una sección rítmica swingueante y un Gayer perfecto en su solo. Hay que resaltar también el genial diálogo entre saxo y piano en "Ships Adrift", con bajo y batería a todo tren, con continuos guiños al bebop, una explosión de placer para el oyente que, además, es el único tema original del álbum, compuesto por Braysher.

Como ya dijimos en 2021, Sam Braysher es un saxo alto a tener en cuenta, con una voz propia, y su nuevo álbum es más que recomendable, no solo por la perspectiva con que interpreta a Weill... y una buena oportunidad para conocer a Sara Dowling.



* Más info en: sambraysher.com

CRISÁLIDA

EVA VERDE & DANILO TARSO, Chrysalis (Microscopi, 2024)

La crisálida del título es la metáfora del cambio y del desarrollo; en este caso, de dos músicos (la vocalista Eva Verde y el pianista Danilo Tarso) que presentan en Chrysalis una ecléctica amalgama de canciones que van desde la sensibilidad rítmica y poética de Cole Porter, pasando por Antonio Carlos Jobim o canciones tradicionales italianas hasta temas originales escritos en italiano, catalán e inglés. Una mezcla aparentemente heterogénea que, sin embargo, encuentra un estilo propio, homogéneo, en la combinación de voz y piano a lo largo de todo el álbum.

Los dúos de este tipo siempre son arriesgados. La voz suena más desnuda sin un grupo detrás, con el simple apoyo de un instrumento armónico pero único. Eva Verde lo solventa con personalidad y fuerza (fuerza también en la ternura de temas como la canción tradicional salentina "Bella ci dormi") o en juegos musicales como "Potser una papallona" o "Nunca es como parece", y temas donde vale la pena escuchar a Eva Verde mostrando una potencia emocional ("So In Love" de Cole Porter) mientras el piano ofrece su delicado contrapunto...


Foto: Laura Soriano

Danilo Tarso, pianista y compositor, fue el ganador en 2019 del Premio Lelio Luttazzi como mejor joven pianista de jazz italiano. Comenzó a estudiar piano a los trece años y se graduó en el Conservatorio "Giovanni Paisiello" de Taranto con matrícula de honor. Más tarde descubrió el jazz y la improsisación, y terminó sus estudios en la Siena Jazz University. Ha tocado con Logan Richardson, Joe Sanders, Nasheet Waits, David Krakauer... Entre sus trabajos discográficos destacan Locomotive Young Jazz Live Compilation (2015), Playing chess keyboard (2019), Coaction (2020), Still we dream (2023)... Actualmente, mantiene varios proyectos (Pianeta Solo, en solitario; Still We Dream, con Donatella Montinaro; y Terrestre, con Beatrice Arrigoni Cuarteto). 

Eva Verde es una habitual de la escena musical barcelonesa, donde actúa con músicos como David Xirgu, Demian Cabaud, Chino Swingslide, The Summer Lovers, Piero Frassi, Eddie Mejía... Comenzó a estudiar piano clásico a los cinco años, y posteriormente flauta, canto coral y lenguaje musical en Sant Andreu. Recibió una beca para cursar estudios superiores en el Conservatorio de Música del Liceo de Barcelona dentro de la modalidad de Cante Jazz y Música Moderna, estudios que completó en Italia, en la Academia Nazionale de Jazz (SJU) con profesores como Gerald Clayton, Michael Kendrick, Jason Palmer... Ha grabado varios discos, como Folc a l'estudi (2020), con dieciocho composiciones originales, y Unexpected (2020). Conoció a Danilo Tarso durante su residencia en Italia, donde surgió este proyecto. 

Chrysalis contiene una amalgama de temas que se escapa a menudo del marco del jazz, pero que merece la pena escuchar por su colorista versatilidad y por lo que estos dos músicos son capaces de ofrecer en sus respectivos instrumentos. No todo es jazz en toda la extensión de la palabra, pero son dos músicos que sorprenden, y eso es mucho decir. Como canta Eva en una de sus canciones (con música de Tarso), "Hay cosas que, por suerte, no son lo que parecen". 







HOY ENTREVISTAMOS A IRATI BILBAO

IRATI BILBAO, Begin (Errabal Jazz, 2020) 

Que la voz es un instrumento es algo que nadie discute. También uno de los más exigentes y de los más difíciles de afinar. La cantante duranguesa Irati Bilbao posee uno de esos instrumentos bien calibrados capaces de hacernos vibrar. En Begin, su primer álbum, publicado en 2020, mostraba ya ese don para el scat y la improvisación que tanto nos gusta a los aficionados a las cantantes de jazz (y que pocos hombres dominan). Una voz con una madurez inusual y los arreglos (también de la cantante) nos llevan a los tiempos de las grandes divas, a la vez que aúnan delicadeza y técnica de una manera seductora. 

Irati Bilbao nació en Durango. Se graduó en Canto Jazz en Musikene. Ha participado en varios proyectos en el País Vasco (Ekuru, Reunión Big Band, Manixa Jazz Choir, Bilbao Lindy Band...) hasta encontrar su formación ideal, con compañeros de Musikene, una formación con la que resultó ganadora del concurso de bandas de Jazz del festival Deba Jazzez Blai en 2019. En 2024 la hemos encontrado preparando nuevos proyectos y con ganas de charlar sobre jazz. Esta es nuestra entrevista:


Jazz, ese ruido: Para empezar, una pregunta sencilla. ¿Quién es Irati Bilbao y por qué eligió el jazz como forma de expresión?

Irati Bilbao: Soy una cantante vizcaína de 31 años que lleva toda la vida estudiando música, la verdad. Empecé a cantar en la adolescencia y por casualidad en grupos formados con amigos. Hasta entonces mi formación siempre había estado ligada a un instrumento, y en pocos años cantar se convirtió en lo que más me llenaba. Me interesé por el jazz escuchando un disco de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong que regalaban con el periódico y fui indagando, tirando del hilo, escuchando... y me enamoré. En cuanto empecé a cantar standards supe que el jazz permitía una libertad de expresión como ningún otro estilo y eso me atrapó y me sigue atrapando hoy en día. Es un tipo de música en el que sientes que tu voz, tu creatividad, tu personalidad, tu sonido... es realmente lo que importa, donde el intérprete es verdaderamente intérprete al hacer suya cualquier canción. Pero todo superpoder requiere de una gran responsabilidad y el jazz es también exigente, inquieto, cambiante, indisciplinado... ¡y hay que estar al día!

J,ER: ¿Qué sientes cuando te subes al escenario con un arma tan libre y versátil como es el jazz?

IB: Siento que verdaderamente esa noche voy a contar una historia de una forma única, que voy a comunicarme con ese público de una manera que no se va a repetir jamás. Nunca hay dos conciertos iguales, y ahí está la magia. Mi estado de ánimo afecta de manera directa a mi interpretación, y aunque la desnudez que experimentamos al cantar siempre está ahí, esa inseguridad, esa exposición es algo con lo que hay que trabajar.Me gusta pensar que esa vulnerabilidad también es positiva. El público es también muy agradecido conmigo y me emociona mucho descubrir cada vez lo que la música les ha hecho sentir.



J,ER: Begin fue un descubrimiento para todos los que creíamos que el jazz vocal tenía que ser  o contemporáneo y rompedor o decididamente clásico, pero encontramos tu sonido fresco y moderno sin renunciar a lo clásico. ¿Cuáles son tus influencias y cuáles tus objetivos?

IB: ¡Muchas gracias por esas palabras! Mi objetivo cuando grabé el disco no era otro que plasmar quién era yo en ese momento como cantante de jazz, y en mí conviven esas dos vertientes, una muy ligada a lo clásico, al swing más tradicional y otra más apegada a su tiempo, a una creación más de autor, más contemporánea por así decirlo. Cantantes como Ella Fitzgerald, Anita O'Day, o Nancy Wilson han sido y siguen siendo grandes referencias para mi, son fuente inagotable de sabiduría y buen hacer pero otras voces como las de Sarah Gazarek, Veronica Swift, Esperanza Spalding o Michael Mayo también me inspiran continuamente. Unir todo esto, ir hacia nuevos horizontes sin dejar de lado la tradición es esencial y uno de mis objetivos. Los clásicos son clásicos por algo, y la mayoría de veces esas canciones de siempre pueden reinventarse eternamente, y trabajarlas es divertido, pero a su vez me gusta también encontrar mi propia perspectiva, mi propia voz ya sea interpretando canciones escritas por otros o cantando mis canciones.  

J,ER: ¿Por qué nuevas composiciones cuando la mayoría de cantantes eligen standards? ¿Qué quieres expresar con tu música y, por supuesto, con tus letras? 

IB: A mi me encanta cantar standards y me da cierto pudor escribir canciones propias y cantarlas, pero la necesidad de comunicación, el deseo por contar mis historias más personales es mayor que ese pudor. Además componer es una terapia muy gratificante. Cuando escribo canciones lo hago para mí, pero cuando decido cantarlas en público y siento que esas canciones tocan las emociones de quien las escucha es un regalo aún mayor.

J,ER: Por último, la curiosidad: ¿cómo es tu siguiente proyecto?

IB: Actualmente sigo cantando con mi banda y este año está siendo muy emocionante porque por primera vez estamos tocando fuera de Euskadi y tengo la bonita sensación de que Begin tiene mucho que decir, pero ya estamos trabajando temas nuevos y me encantaría poder grabar algo nuevo este año.Me apetece mucho.

J,ER: Muchas gracias, Irati, por tus palabras y por la enorme creatividad que despliega tu música. Suerte con tus proyectos.


Y nosotros, mientras, esperamos con muchas ganas nuevos temas de Irati Bilbao. Hasta entonces, una muestra de su primer álbum: 




* Más info: www.iratibilbao.com

JAZZ SUAVE Y CALEIDOSCÓPICO

MASHA OCEAN QUARTET, Kaleidoscopic Realities (2023)

Con una voz identificable y camaleónica al mismo tiempo, la cantante Masha Ocean se presenta, disco-gráficamente hablando, con un cuarteto que lleva construyendo desde 2019. En la formación actual, encontramos a tres músicos locales: Isaac Pascual (pianista, compositor y arreglista), Francis Posé (contrabajista y compositor) y Ramón López (batería). El repertorio, tres standards y seis temas originales que van del blues al scat pasando por influencias brasileñas y alguna balada, una amalgama que utiliza para mostrarnos todos sus registros y recursos. 

Masha Ocean es una cantante y compositora de origen ruso nacida en España (en el disco canta en tres idiomas, incluyendo un tema en ruso llamado "Ocean Wave (Волна Океана)"). Formada musicalmente en Moscú y Londres, primero en violín y luego en canto de jazz. Ha sido alumna de Roberta Gambarini, Maria João, Salvador Sobral, Sara Dowling y Jose Carra. Fue ganadora del concurso de jazz vocal internacional «Gnesin Jazz Voice» en 2017, y quedó segunda en el III Concurso Internacional de Jóvenes Intérpretes «Fémina 2021», cuya final se celebró en la sala Clamores.

A lo largo del disco, Masha usa sus recursos para llevarnos a su terreno, un jazz suave, fácil de escuchar, seductor y donde su voz se siente cómoda para expresarnos su amor por distintas estéticas del jazz, desde suaves baladas a las que pone swing con una voz cristalina que se adapta a los cambios de ritmo ("That Night It Was Lightly Raining", un temazo que contiene también varios buenos solos), pasando por una versión soul (sobre un fondo drum'n'bass) de "Take Five". Hay momentos menos profundos, como la samba "Tolox", donde la velocidad y el tono naive de la letra hacen perder seriedad a su voz. En este tema colaboran varios músicos, como el saxofonista Daniel Torres (que hace los arreglos), el trompetista Félix Rossy, el trombonista Moisés Gallego, el percusionista Manolo Toro Robert Banerjee (guitarrista de Amy Winhehouse), que participa en varios temas. 

Habría que destacar el apasionado despliegue vocal del "Godbye Pork Pie Hat" de Mingus, o un tema que destaca por su singularidad: "Darkness", montado sobre un quinteto de cuerda con Masha como primer violín, Patricia Pascual como segundo, Constantin Merezhnikov a la viola, Mauricio Gómez al violonchelo y Francis Posé en el contrabajo. Curiosamente, esta formación atípica, que comienza con un enfoque camerístico, acaba llevándonos a una dramática balada que arrastra nuestra memoria hasta aquellos discos en los que incluso Billie grabó con cuerdas. 



*Web: www.mashaocean.com

BELLEZA

DOUYÉ, The Golden Sekèrè (Rhombus Records, 2023)

Creo que la palabra belleza se queda corta para describir la maravilla que va desplegándose alrededor de nuestros oídos cuando escuchamos el álbum The Golden Sèkèrè de la cantante nigeriana, establecida en Los Angeles, Douyé. El álbum, a priori, no es más que otra colección de standards, pero la voz de Douyé hace milagros con las melodías del Great American Songbook, convirtiendo en un asunto personal cada tema. Sus fraseos, su timbre y el color con que interpreta las canciones convierten un repertorio conocido en algo realmente nuevo.

Tras la sorpresa inicial, una versión cantada de "Cherokee", algo que pocas veces se escucha, asistimos a una re-invención de unos temas que conocemos y reconocemos, pero que vienen cargados de polirrítmias que delatan el origen africano de Douyé y que aportan muchos niveles de interés. "Speak Low" o "Green Dolphin Street" son buenos ejemplos. Incluso la lacónica "The Very Thought of You" contiene en su lentitud ritmos inéditos. 

Merece una mención aparte la versión con big band de "I've Got You Under My Skin", donde festivas cadencias africanas dan a la canción un ambiente mestizo que nos recuerda que estos ritmos llegaron (distorsionados) a los músicos de jazz (Sonny Rollins podría ser un buen ejemplo) a través de la música caribeña, que había sintetizado estas tradiciones de manera secular.  




El guitarrista Lionel Loueke interviene en dos temas, aportando esa sutil fluidez de su guitarra. Dapo Torimiro, cantante y multi-instrumentista nigeriano nacido en Lagos (Douyé hizo el camino inverso, naciendo en Nigeria y estudiando en Lagos) interviene en el original enfoque de "Afro Blue", que aquí suena más afro que nunca gracias a los arreglos en las percusiones. Los arreglos del disco son de Bada Ken Okulolo, Tosin Aribisala y Zem Audu. Entre los músicos, el guitarrista Dokun Oke y el percusionista  Najite Agindotan. Como invitados, los citados Loueke y Torimiro, además del trompetista Sean Jones, que pone un toque más cercano a Miles que a Chet en “My Funny Valentine”. Destaca el contrabajista Buster Williams en "Devil May Care", donde la voz de Douyé juega con los ritmos que le proponen percusión y bajo y reinventa así, de esta manera excitante, la seductora melodía de esta canción.

The Golden Sèkèrè (el sèkèrè es un instrumento) es el quinto álbum de Douyé, y una buena excusa para conocer su perculiar y bella manera de hacer jazz. En este caso, sobre standards a los que aporta su sello personal. Muy recomendable.




* Más info: douyemusic.com

EL JAZZ DE LOS DÍAS FELICES

MARÍA ESTEBAN, Happy Days Are Here Again 
(The Changes, 2023)

Este es el tercer álbum de la cantante malagueña María Esteban, una colección de temas llenos de swing y energía para revitalizar ese amor por el jazz tradicional y optimista. La misma cantante explica: “la idea es mandar un mensaje positivo y de reflexionar sobre que, a pesar de los momentos malos que uno pueda vivir, siempre hay una razón para sonreír y agradecer a la vida las cosas que uno tiene” (o, como titulaba Enric Peidro uno de sus discos, la felicidad es una cosa llamada... jazz). No son temas bailables, a pesar de lo que pueda sugerir la palabra optimista, pero sí muy disfrutables. Inspirados en la tradición de grandes cantantes de la Historia del Jazz, la voz de María, que aporta giros y colores nuevos a lo que creíamos haber escuchado ya mil veces. 

La formación también es muy original, porque solo se acompaña de guitarra (Rai Paz) y contrabajo (David Muñoz). En uno de los temas colabora también Edu Cabello (flauta). Todo un desafío porque los temas suenan más desnudos, más directos, sin piano ni instrumentos de viento, obligando a la voz a darlo todo. La canción que da título al disco (y que inspira la filosofía del repertorio) es "Happy Days Are Here Again", un tema de Milton Ager y Jack Yellen que versionó Annette Hanshaw en 1930 y que Barbra Streisand convirtió en balada en 1962, ralentizando el tempo y consiguiendo así remarcar los sentimientos de la letra, algo que María Esteban refleja con temperamento. 

María Esteban debió nacer con el amor a la música en las venas, cantando desde muy joven y formándose más tarde en teatro musical, jazz y música moderna. Terminó Canto de Jazz en el Conservatorio del Liceo de Barcelona premiada con una beca. Se ha subido a los escenarios con nombres de la talla de Deborah Carter, Ernesto Aurigac, Carme Canela, Celeste Alías, David Mengual... En 2021 grabó su primer álbum (Voces Veladas. Vol I) como homenaje a mujeres letristas e intérpretes del siglo XX, proyecto que prolongó en 2022 con Voces Veladas. Vol II

En Happy Days Are Here Again vuelve con arreglos inteligentes y amenos, que brillan como brillaban los temas en la época en la que el jazz era más sentimiento que pose. Como dijimos más arriba, el formato desafía la solidez de la cantante, pero también hace que apreciemos mejor su solvencia interpretativa y sus recursos (conmovedora en "Little Girl Blue"), lo cual es de agradecer. Remarquemos también que Rai Paz y David Muñoz consiguen una sonoridad llena de color y fluidez en la que para nada se echa de menos un número mayor de músicos.

Aunque breve (6 temas), el álbum sirve para descubrirnos (a quienes no la habíamos descubierto aún) a una cantante sólida y con una voz personal a la que vale la pena prestar atención. Comienza gira y ojalá tengamos la oportunidad de cruzarnos en algún directo.



* Web oficial: www.mariaestebanmusic.com

* Discográfica: thechangesmusic.com

UNA NUEVA MIRADA

OLATZ GARCÍA-ERGÜÍIN SEXTET, 
The Standards of my Childhood (Errabal Jazz, 2023)

Resulta un subidón cuando reconoces el tema que empiezan a tocar y es uno de tus favoritos. El disco de Olatz García-Ergüín Sextet entra directamente con un temazo como "It Ain't Necessarily So" de George Gerswhin, y lo hace con un tempo medio, casi dulce, arrastrado por la guitarra, que lleva la melodía sincopada pero fluida... y entonces entra la voz de Olatz García-Ergüín. Créanme que vale la pena. El guitarrista es Miguel Salvador, que también ha hecho los arreglos. El resto del sexteto está formado por Fabián Akarregi (contrabajo), Gorka Iraundegi (batería), Nohemí Ladrón de Guevara (primer violín) y Leire Angulo (segundo violín).

Antes o después, a lo largo de la vida de un músico surge la necesidad de volver a los orígenes, reivindicar esa pasión primigenia sobre la que se construyó la necesidad de crear, cuenta la nota de prensa. 

La vizcaína Olatz García-Ergüín ha construido el álbum a través de sus recuerdos de niñez, standards que dieron forma a su amor por el jazz. De formación lírica, Olatz lleva tiempo moviéndose por festivales con distintas formaciones (Bizkay Bay Jazz Collective, Ados Jazz Band) para desembocar en este disco de debut con una formación ideada junto al guitarrista Miguel Salvador. Ambos llevan la voz cantante de este sexteto que está lleno de matices y contrastes. El más evidente, la presencia de dos violines, algo inusual pero que da resultado: el contrapunto entre las cuerdas frotadas y la guitarra en "Body and Soul", por ejemplo, es, simplemente, delicioso. Una prueba más de que se puede innovar sin hacer ruido

Entre los temas más destacables, "Nature Boy" se mece en la voz de Olatz sobre una sección rítmica de sutil inspiración latina. "On The Sunny Side of Street" tiene también unos arreglos de viento que refuerzan el optimismo de la canción, felicidad que también se nota en la interpretación y en todas las versiones del disco, ya que, como cuenta el título, parecen formar parte de una memoria feliz. En todos los temas, una presencia muy orgánica del grupo, con protagonismo de la guitarra y Olatz llevando los temas hacia el punto emocional que busca. Bien afinada, es una de esas cantantes que muestran una naturalidad ajena a artificios y capaz de transmitir los sentimientos de las canciones. 

El disco fue grabado en los estudios Tío Pepe de Urduliz (Vizcaya) en riguroso directo. Aunque a algunos les pueda chirriar la presencia de violines en algunos temas, recordemos que Charlie Parker también lo hizo. Para mí, personalmente, el contraste entre la expresiva fluidez de los violines y la síncopa de la sección rítmica es uno de los elementos más excitantes del jazz (y de este álbum). La voz y la perspectiva de Olatz García-Ergüín nos dejan con este disco de debut una nueva, contemporánea y recomendable mirada a unos clásicos imprescindibles.



(NO SOLO) VOCES FEMENINAS

Siempre he pensado que hacer un concierto de "mujeres del jazz" o un ciclo "femenino" o ¿por qué no? un artículo sobre ellas era discriminar, discriminar en el sentido de poner aparte, separar, pero lo cierto es que esta selección de discos que vamos a escuchar hoy han llegado hasta aquí porque son lo más interesante que hemos escuchado en las últimas semanas y porque, dándole vueltas a cómo hablar de estos álbumes sin quedarnos cortos, nos hemos dado cuenta de que juntos suenan mucho mejor. Hoy estamos escuchando los discos recién publicados de la pianista Élia Lucas y de las cantantes Mónica Matabuena y Paula Barranco (a dúo con el pianista Jan Domènech).

ÉLIA LUCAS QUARTET, Introspecció (Microscopi, 2023)

El álbum de debut de la pianista Élia Lucas comienza con un tema introspectivo, con volátiles acordes de piano y una melodía nostálgica, intimista. A los oídos llega de manera aséptica, alejada de la negritud del jazz, pero el disco va evolucionando a lo largo de sus 7 temas (todos ellos compuestos por Élia), moviéndose por excitantes sonoridades de country blues ("Cercles"), influencias pop de las últimas décadas, aires mediterráneos de resonancias árabes, mucha meditación (conmovedora "Línies"), inteligentes revisiones de cánones clásicos ("Bach Reinterpretations")...

Se percibe, tanto en la compositora como en la pianista, un instinto natural por encontrar una voz propia. Y lo hace destilando estas influencias y jugando con la sensibilidad de los miembros de su cuarteto, de los que destacaría sin dudar el solo de contrabajo (Tomàs Pujol) en "Cercles", sobre todo la forma en que dialoga con el piano. En el saxo alto (y soprano) escuchamos a Edu Pons, siempre poético en sus intervenciones, casi como si contara historias (y atronador en "Dreamin"), y a la batería, Kike Pérez, intenso o sutil según el tema, con un interplay fabuloso en todos los momentos. 

Élia Lucas se graduó en la especialidad de Interpretación Jazz y Música Moderna en el Taller de Músics ESEM. Aparte de dedicarse a la docencia, ha recorrido con su cuarteto festivales y salas de Valencia y Barcelona, donde reside. La intensidad del álbum, tanto en los temas energéticos como en los introspectivos, conmueve, y eso es algo que se puede decir de pocos discos. 



* Más info: www.microscopi.cat/elialucasquartet


MÓNICA MATABUENA, Matabuenapura (Errabal Jazz, 2023)

Desde el primer momento, utilizando el scat como forma de expresión, la cantante getxotarra Mónica Matabuena deja claro que su instrumento es la voz y que utiliza su voz como un instrumento. Esto no quiere decir que renuncie a las letras de sus canciones, ya que ha elegido un heterodoxo pero emotivo repertorio que incluye, entre otros temas, canciones propias, revisiones de Miles Davis e incluso de alguna copla con ritmo latino.

Armonía y ritmo. Aunque suene obvio, estos dos elementos son las principales armas de Mónica Matabuena. Con ellas interpreta y compone, y dota a sus letras (emotivas "Nora" y "Nana") de una sensibilidad que no alcanzaría esta expresividad si no estuviera basada en recursos jazzísticos. Algunas reflejan infuencias de bossa nova. La versión de "Blue In Green" (Bill Evans), donde la guitarra manda en el tema, tiene la letra con la que la cantó Cassandra Wilson pero una personalidad completamente distinta, más etérea sin perder sensibilidad, más latina. 
 
La voz apasionada pero madura, serena, de Mónica Matabuena infunde a todos los temas un carácter maduro y una pátina de perfección. Aunque se trate de un disco de debut, la cantante arrastra una dilatada carrera en formacones de jazz (Las Negras del 45, Cinema) y bossa nova (Joao, con Marco Martínez), además de ejercer como profesora de técnica vocal. El álbum de debut llega en plena madurez y está lleno de técnica, recursos, modulaciones, sorpresas, resonancias de Joao Gilberto, de Ella Fitzgerald... Le acompañan el guitarrista Marco Martínez, el bajista Ander García, Miguel Benito a la batería, Jorge Castañeda (The Machetazo) en el Fender Rhodes y el solicitado Chris Kase en el fliscorno. Solo puedo añadir que debe ser una delicia escucharla en directo.



* Más info: monicamatabuena.com


PAULA BARRANCO & JAN DOMÈNECH, 
When Love Is Around (Microscopi, 2023)

Hay un descaro juvenil y feliz en la manera en que Paula Barranco ataca las notas de "I Just Found Out About Love" con un swing más propio de la Era Dorada del jazz que de las cantantes modernas o "actuales". Es un placer, no se puede definir de otra manera, especialmente con el desafío que supone verse arropada única y exclusivamente por el piano, donde Jan Domènech mantiene un tour de force con la vocalista. Y es no hay temas plácidos, todo es swing, erudición, recursos, más recursos... y un repertorio donde todos los temas hablan de amor.

Con el color clásico de esa voz y el swing incansable de ese piano, el repertorio avanza por una colección de standards poco habituales y que merece la pena descubrir: "Fools Rush In" nos traslada a los años 40 donde triunfaba Johnny Mercer (Elvis le dio después otro carácter); "Tenderly" sigue explorando esa década y nos ofrece una versión distinta a las de Ella o Billie, una interpretación lacónica y bellísima; "What Are You Doing The Rest Of Your Life" es un clásico inevitable, especialmente a dúo; "Angel Eyes" es un standard recuperado y demasiado versionado desde que Sting lo hizo en los 90, por lo que sorprende su frescura aquí, especialmente por esa manera tan emotiva de Domènech de atacar el tema... Podríamos seguir desmenuzando el disco, pero esto ya da una idea de su filosofía. Solo me gustaría resaltar el magnífico acercamiento a la música brasileña de "Caminhos Cruzados" (Jobim) con el que concluye el álbum.

Paula Barranco y Jan Domènech son dos artistas salidos del Conservatorio del Liceu de Barcelona. Paula trabaja en distintas formaciones, mientras que Jan actualmente cursa un máster en La Haya además de formar parte de proyectos como la Sant Andreu Jazz Band. Entre uno y otro han participado en más de 20 grabaciones. Juntos, son un dúo que esperamos que tenga continuidad porque tener, tienen madera de jazz, y nos presentan un álbum recomendable y necesario para recuperar un espíritu en el jazz que hoy se deshace en experimentos (en su mayoría) fútiles.



VOCES EN LA CAVA

ORIOL ROCA TRÍO & LYNN CASSIERS, Live at Jazz Cava
(Underpool, 2023)

Este disco se grabó dentro del 24º Festival de Jazz de Vic, en Jazz Cava, local que da nombre al álbum. La noción de directo imprime una calificación mayor al proyecto, dada la dificultad que supone su estilo ajeno a los cánones, su heterogeneidad, sus cambios de ritmo y de tono dentro de cada tema... El proyecto, firmado por el percusionista Oriol Roca y la cantante y teclista Lynn Cassiers, nos deja una grabación única (y seguramente irrepetible), que va más allá de la improvisación, creando paisajes sonoros que sobrevuelan territorios como el jazz-rock, el prog-rock, el free jazz o la música experimental contemporánea.

Oriol Roca es un baterista catalán al que ya habíamos escuchado en otras grabaciones del sello Underpool (como el cuarteto de Iago Aguado). Formado en los Países Bajos, lleva tras de sí una carrera de más de 20 años en los escenarios en diferentes proyectos (Tàlveg, Mut Trío, David Mengual...). Este es su segundo álbum como líder, y viene acompañado por dos compañeros habituales: el pianista Giovanni di Domenico y el contrabajista Manolo Cabras, además de Lynn Cassiers, que se une con naturalidad al trío aportando su voz y sus teclados electrónicos. Esta cantante belga, que también estudió en el conservatorio de La Haya, ha participado en numerosos proyectos grupales (Octurn, The Brussels Jazz Orchestra, Tape Cuts Tape, Flying Nimbus...) convirtiéndose en una figura importante de la música contemporánea y de la improvisación en la escena europea. 


Alejándose en todo momentos de los esquemas clásicos del jazz (salvo en algún solo de Domenico), el repertorio del álbum cede todo el terreno a la improvisación y a las sensaciones producidas por las atmósferas creadas por la voz y la electrónica de Cassiers, a la que se subyuga la sección rítmica. Esto no es óbice para que la emoción surja en los momentos oportunos, especialmente en pasajes de gran intensidad ("Low") o de un inesperado dramatismo ("The Mutilated"). En resumen, el concierto es una sutil performance, donde el jazz justifica la improvisación y las letras y la voz de Cassiers aportan el mensaje. No es un disco para puristas pero sí para aquellos a quienes les guste salirse del camino habitual y gocen con discos únicos.



* Web de Oriol Roca: oriolrocamusic.com

* Web de Lynn Cassiers: lynncassiers.com

* Foto de Oriol Roca: Cedric Craps.

CINCO VOCES DEL JAZZ EUROPEO ACTUAL

Estamos recibiendo muchas novedades de vocalistas, algo poco usual, pero menos usual es la calidad y la originalidad que estos cantantes aportan al universo del jazz y la manera en que se expresan para dar tanta importancia a la letra como a la música. Hoy los escucharemos a todos juntos, para comprobar el excitante caleidoscopio sonoro y cultural que suena en las voces del jazz europeo actual. Escucharemos a Nana Rashid, Helena Camps, Henk Kraaijaveld, Viktorija Pilatovic y Laura.


NANA RASHID, Music For Betty (April Records, 2023)

Lo primero que debemos decir de Nana Rashid es que no se parece a ninguna cantante de jazz que hayamos escuchado antes. Con un estilo que se acerca al soul y al pop, tiene un alma en la voz, un timbre que en algunos momentos nos recuerda a Nina Simone... y un dominio del ritmo y el silencio que desafíaría a cualquier cantante de jazz clásica. Para más goce, se hace acompañar de un trío que ya conocemos porque hemos hablado de él hace unas semanas: Little North (Benjamin Nørholm Jacobsen, Martin Brunbjerg Rasmussen y Lasse Jacobsen), una formación que aporta ese color nórdico y lírico de los tríos de piano escandinavos.

Foto: Thomas Degner / Lágrima: @Maya SB
Desde el primer tema (una canción con declaración de intenciones, un tema espiritual sobre quiénes somos y quiénes dejamos de ser) notamos la enorme presencia del trío, que crea una tensión sutil, dramática, para enmarcar la letra profunda y dolida que ha escrito Rashid, como el resto de las ocho canciones, con una intención existencialista y profunda, donde el dolor parece haber marcado la génesis de cada tema. Subyugados por la vibrante voz y las letras de Nana Rashid, quizás solo podamos criticar que use esquemas pop que, en algunos momentos, recuerdan a Sade (la influencia es más que evidente cuando hace una versión de "Pearls"); eso sí, con más alma y con un auténtico trío de jazz respaldándola, lo que convierte sus canciones en deseable material de directo.

Danesa de nacimiento, Nana Rashid proviene de un cruce de culturas (su madre, de Dinamarca; su padre de Zanzíbar/Omán). Debutó en 2016 con el EP Sorrow in Sunlight, que consistía en cuatro versiones y que fue muy bien recibido por la crítica. En abril de 2023 se publica este nuevo álbum con el que confirma su estilo y su filosofía como compositora, con letras cargadas de sentimiento como Mother, Father, en la que expresa la frustración de intentar encajar en un lugar cuando se pertenece a muchos otros, como en su caso; o esta Goodbye My Love (Nana Rashid/Troels Frost).


* Más info: nanarashid.bandcamp.com




HELENA CAMPS, Viu (Microscopi, 2023)

A los del sur nos sigue sonando extraño oír cantar jazz en catalán, pero lo cierto es que las letras de Helena Camps, con su canto a la vida y a la naturaleza (también sus versiones en inglés de standards igualmente sensibles), han conectado con nuestra sensibilidad jazzística. Camps tiene ese extraño don de convertir su voz en un instrumento. Sí, ya sé que lo hacen todos los cantantes, pero los de jazz saben a qué me refiero: esa capacidad para la síncopa, para la improvisación, para cantar con swing y que los demás lo disfrutemos como si estuviéramos escuchando un solo de piano, por poner un ejemplo.

Viu es su primer disco, pero viene detrás de una larga carrera, a pesar de su juventud, que comenzó con sus estudios de canto en el Taller de Musics, un título superior del Liceu, un Erasmus para estudiar con Dena DeRose en Austria, un proyecto llamado Helena Camps canta a Anita O'Day, un quinteto, la docencia, muchos festivales...


Como compositora, Helena Camps tiene esa facultad de la que hablaba más arriba para apreciar la importancia de la vida y la naturaleza, y de ambas cosas ligadas en una simbiosis insoslayable, y también para crear jazz con ello. Sus temas tienen una fluidez que engancha, pero también mucho espacio para que sus músicos puedan expresarse, lo cual llena el disco de momentos deliciosos. En este Viu, viene acompañada por un quinteto formado por el trompetista Pol Omedes, el guitarrista Miguel de RibaToni Mora al piano y rhodes, Xavi Castillo al contrabajo y bajo eléctrico, y el baterista Adrià Claramunt.

Vale la pena escuchar el disco por su intención (llamémoslo jazz eco-friendly), poética y muy idealista, por conocer en la intimidad de los auriculares la delicada y movediza voz de Helena Camps, y también por sus versiones de clásicos como "April In Paris". "Spring Is Here" o "It Might As Well Be Spring", también ligados al vitalismo de las composiciones originales de Camps.

El disco se presenta el próximo 15 de abril en la sala Jamboree de Barcelona.



* Más info: helenacamps.com



HENK KRAAIJEVELD, Patches of Sky (Zennez, 2023)

Nos llegan pocos discos de crooners (aunque la palabra suene antigua) y hoy hemos disfrutado escuchando el disco de Henk Kraaijeveld, que reúne un buen número de características para hacerlo interesante. En primer lugar, las canciones parecen surgir de las letras y no al revés; en segundo lugar, para Kraaijeveld, la voz es un instrumento delicado al que sacar melodías y armonías sin efectismos y sin recursos fáciles. Su música va a caballo entre la balada y la improvisación propia del jazz, en línea con otros vocalistas contemporáneos y con homenajes muy claros a Miles Davis, Wayne Shorter y Nick Drake.

Henk Kraaijeveld es un cantante, compositor y docente neerlandés. Su estilo cálido y su capacidad para la improvisación le valieron en 2013 dos premios (del jurado y del público) en la Dutch Vocal Jazz Competition. Ese año fundó el grupo a capella The Junction, trabajó con el compositor Miho Hazama y cantó con varias big bands, entre ellas la Ricciotti Ensemble. En 2018 publicó su primer álbum, Passengers, con el que hizo gira por China, Malasia y Corea del Sur.

Quizás el punto más conocido del álbum sea la versión que hace de "Milestones" de Miles Davis con la letra que le escribió Mark Murphy, pero el álbum contiene letras propias a las que Kraaijeveld da una gran importancia, no solo por su sonoridad, buscando reflejar (escribe) el espíritu del momento (zeitgeist en la filosofía de Hegel) y su postura hacia esta sociedad que solo busca la gratificación inmediata. Otras referencias en el álbum son Arthur, el personaje de la serie Peaky Blinders (en el blues "Long Road") o la novela de Eduard Multatuli Max Harvelaar (en "Saidjah's Song"). Además de versiones, el repertorio está formado por temas compuestos por Kraaijeveld, en unos casos, y por otros temas donde ha puesto la letra a música de Dan Herweg, su pianista. Son dos conceptos distintos, más melancólico y orgánico en el caso de los temas compuestos por el cantante, y más jazzístico y juguetón cuando la música está escrita por el pianista. El punto culminante es un viejo sueño de Kraaijeveld: poner letra a "Adam's Apple" de Wayne Shorter. 
Wayne Shorter's Adam's Apple has such a cool groove! For many years I have wanted to write lyrics to his dazzling saxophone solo. It has become quite a philosophical story... but what do you expect with that title..., escribe en el libreto del disco.

 







VIKTORIJA PILATOVIC feat. PETROS KLAMPANIS,
Sky Bridges (ΠΚmusic/Inner Circle Music, 2023)

Con una voz muy personal y el afán de componer, como en sus anteriores tres trabajos , todos sus temas, la lituana Victorija Pilatovic presenta estos días su cuarto álbum, publicado como todos los anteriores en el sello Inner Circle de Greg Osby, titulado Skybridges, un proyecto muy poético donde fusiona el jazz con infuencias pop y aires étnicos del Mediterráneo. No en vano se ha rodeado de músicos de la talla de Petros Klampanis (bajo, percusión y producción), Albert Palau (piano), Quique Ramírez (drums), Jorge Pardo (flauta, invitado en el tema "July") y James Copus (que toca la trompeta en "Secrets Unknown").


Viktorija Pilatovic es una de esas cantantes cuya presencia hipnotiza en directo. Nacida en Klaipeda (Lituania), comenzó a estudiar piano clásico a los 6 años para después estudiar jazz vocal, estudios que continuó en los Paises Bajos, donde ganó el tercer premio en The Nederland Jazz Vocalisten Concours con un arreglo original del estándar "My Favourite Things". En 2012, recibe una beca para estudiar en Berklee Valencia, donde se afinca tras un paso fugaz por Ecuador, donde impartió clases de interpretación vocal en la USFO College of Music. Ha cantado como solista con la orquesta PCC Sympho-Jazz dirigida por John Clayton; en el Festival de Jazz de Montreux en Montreux; con Perico Sambeat Big Banda "voces" (junto a Silvia Pérez Cruz); y con Gilberto Gil, Victor Wooten, Michael League (Snarky Puppy), Banda Magda y Petros Klampanis.

Con un gusto especial por las baladas (la deliciosa "Hymn"), Viktorija Pilatovic nos seduce con su articulación rítmica de los versos ("Waltz", "July"), y sus letras sobre ciudades y paisajes y sobre la heterogénea belleza del mundo. Buscando colores en la sutileza de las melodías, el resultado es muy contemporáneo, nada complaciente ni previsible. Para dejarse llevar. 










LAURA, Sunset  (GLM, 2023)

Escuchar a la cantante alemana Laura Kipp (simplemente Laura en su nombre artístico) es una revelación. Posee una manera especial de afrontar las canciones sin elevar la voz, con un dominio total de la garganta (especialmente difícil en los temas que exigen destreza rítmica y delicadeza al mismo tiempo) y un don natural para crear ambientes. Su nuevo disco es Sunset Balcony, inspirado en su estancia en París y en los atardeceres que contemplaba desde su balcón (símbolo de libertad y de seguridad al mismo tiempo, dos de los temas más repetidos en sus letras). El proyecto se presenta con un trío de guitarra, piano (y órgano) más percusión, pero con colaboraciones que suman un total de 14 músicos en el disco (incluyendo algunos solistas conocidos, como Isabelle Bodenseh en uno de los temas).

El álbum tiene un principio muy melódico y crossover (en la línea de Norah Jones), que anuncia cómo será el disco: temas plácidos, letras descriptivas, soñadoras, escritas por Laura con música de Jens Loh, que aquí compone, toca bajo y guitarras y produce. Pero el segundo tema ("Johnny, The Fly") nos desvela las verdaderas cualidades de Laura: capacidad para vocalizar ritmos, sincopando las letras como si de un instrumento de jazz se tratara (absolutamente deliciosa en "Hey, You"), de hacerse coros e incluso de rapear (sin abandonar su estilo delicado) en "Poke Bowl" . En "Narcís" Carles Denia le pone el contrapunto en un tema cantado en francés que se mueve entre sonidos mediterráneos (flamencos y árabes) y latinoamericanos, con un delicado solo en el saxo barítono a cargo de Eric Sèva. 

Una voz diferente, jazzística pero dulce, y un disco heterogéneo, intenso a pesar de sus ritmos lánguidos y melancólicos, todo un derroche de creatividad con sus 14 músicos y sus 14 temas.



* Más info: https://laura-sings.com