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VIRTUOSISMO Y COLOR

FERNANDO BROX, From Within (Fresh Sound, 2024)

Fernando Brox
pertenece a esa rara especie de flautistas de jazz capaces de armar un discurso sólido y fluido, adictivo. En su cuarto disco como líder, presenta 8 composiciones propias grabadas en el Jazz Campus Reggie 1 Studio de Basilea (Suiza) en noviembre 2023. Con mucha improvisación, interacción continua con la sección rítmica y diálogos con el piano y la guitarra, un álbum tan heterogéneo como sorprendente.


El disco se inicia con "Kuku", un tema intenso, lleno de energía, donde Brox deja claro su estilo heterogéneo cargado de influencias, desde el swing a giros flamencos, perspectiva moderna y largos fraseos de quien tiene mucho que decir. Toda una declaración de intenciones. 

Pero en el disco también encontramos temas meditativos donde se expone a otro tipo de melodías, como "Si no fueras solo un sueño" o "Kalahari", donde la flauta se presta a interesantes juegos con la guitarra. Los aires latinos ("Blue Clouds"), las palmas flamencas ("Satanic Affair") o la rumba que cierra el disco ("Rumba Pa Ti") contribuyen a conformar un caleidoscopio donde parece que Brox quiere darlo todo, no dejar ningún recurso sin usar. Visto en conjunto, el álbum está lleno de improvisaciones, sorpresas, armonías complejas y mucho, mucho color. 




De resto del repertorio nos quedamos con "The Bagpiper", uno de esos temas totales, donde todo el quinteto brilla en solos o en conjunto. Sobresale el protagonismo inicial de la guitarra (Wilfred Wilde), con un discurso sincopado y expresivo, al que sigue un intenso solo de piano (Iannis Obiols) cargado de energía. Mientras la sección rítmica (Nadav Erlich al contrabajo y Iago Fernández en la batería) avanza a todo tren, sin dar descanso, Brox asume su solo, muy colorido, que lleva el tema a un pasaje especulativo y tenso para terminar en una coda perfecta. 




A Fernando Brox (Málaga, 1988) le habíamos escuchado acompañando a músicos muy interesantes (Ernesto Aurignac Enrique Oliver, Julián Sánchez, Juan Galiardo, Javier Galiana. oracio Fumero, Perico Sambeat, Jorge Rossy...). Formado en el Conservatorio de Málaga y en el ESEM Taller de Musics, ha grabado tres discos como líder y ha obtenido premios como el de Mejor Solista (con Daniel Torres Quintet en el Concurso del Portón del Jazz 2017) y Mejor Solista en el concurso internacional Johnny Raducanu (Braila, Rumanía). From Whitin es un paso adelante que afianza su carrera como músico, improvisador y compositor. 




EL JAZZ DE JÚPITER

GORKA GARAY, Third Moon of Jupiter (Microscopi, 2023)

Podríamos definirlo como "un tenor sereno". El músico, compositor y educador Gorka Garay (Barcelona, 1978) tiene ese raro don de hacer un jazz sin prisas y sin estruendos y emocionar al mismo tiempo. Su tercer álbum se titula Third Moon of Jupiter, y culmina un camino tan complejo como sus composiciones, un camino que comenzó de niño en la Escuela Municipal de Música de Molins de Rei, que continuó en el Conservatorio del Liceo, con música clásica, y se perfeccionó con un título de grado superior en ESMUC; un camino que le ha llevado a grabar con músicos de todos tipo (El cazador de luz, Outer space, Sidonie, Gerona Jazz Project, Cuarteto de saxos...) y a tocar en directo con muchos otros (Big Band de Terrassa, GJP con Guillermo Klein, Bob Mintzer, Maria Schneider, Tim Garland, Bob Sands...) para acabar en el libro The Spanish Real Book con dos de sus composiciones. 

Currículum aparte, la música de Garay en Third Moon of Jupiter recrea atmósferas sofisticadas que envuelven al oyente como historias, con un saxo tenor que habla un idioma claro y convincente, que suena a muchas influencias pero a ninguna en concreto. Ambientes enigmáticos, grooves hipnóticos y tensión contenida y bien resuelta definen unos temas que llevan el jazz a un terreno cinematográfico, creando ambientes y desarrollando historias (más nítidamente en el último tema, con la siniestra narración de ("Sota la nit carmesí (Beneath the Crimson Night)"), de mensaje apocalítico. Para crear este ambiente cinematográfico se apoya Garay en una formación inusual, con un cuarteto de jazz (saxo, piano, bajo y batería) amplificado con un cuarteto de cuerda que no desentona dentro de la estética jazzística del disco.


El álbum comienza con una línea de bajo ("Imaginary Enemies") que desemboca en un tema muy funk, con un solo de piano que nos arrastra al de saxo de una manera irresistible. Las cuerdas apoyan el chorus con contundencia, haciendo el papel de los vientos. En "Happiness Flows Through Ears" comienzan a aparecer armonías africanas, que luego escucharemos en "If I Was A Bird" y "Aehaa Aehoo", y que aportan un brillo exótico a un tema de estructura pop. Ascendemos verticalmente hasta "Thrid Moon of Jupiter" con improvisaciones modales para crear un ambiente espacial. Garay demuestra aquí una firmeza muy personal en su solo, aportando al mismo tiempo algún giro africano. En "Soul Opens A Path" el uso del cuarteto de cuerda como elemento de jazz es tan sutil como brillante. Garay vuelve a demostrar su estilo fraseando. El discurso inicial del saxo en "Travelling to the Unknown" tiene, a pesar del título, que suena a ciencia-ficción, un melancólico toque Michel Legrand que crece hasta la apoteosis final, donde el saxofonista lo da todo para consolidar el clímax que su narración merece.

La sensación final es la de que el de Gorka Garay es un disco lleno de armonías sofisticadas, ambientes originales y buenos arreglos. No es la primera vez que escuchamos a un cuarteto de cuerda clásico junto a un combo de jazz, pero sí la primera vez que nos suena tan integrado. En resumen, un jazz que asciende muy alto, con Júpiter en el punto de mira.



* Fotos: Júlia Cortés

* Web de Gorka Garay: https://gorkagaray.com

NOVEDADES UNDERPOOL

Los estudios Underpool, dirigidos por la mente inquieta de Sergi Felipe, se han convertido en un referente del jazz más moderno y valiente de la escena catalana y, por extensión, peninsular. Hoy vamos a escuchar dos discos recién llegados que tienen en común una cierta (y positiva) esquizofrenia, visiones duales que son ese jazz que mira al futuro sin perder de vista la tradición. Son Duality de Oscar Doménech y Biased Vision de Sergi Felipe.


SERGI FELIPE, Biased Vision (Underpoool, 2023)

Esta visión sesgada de Sergi Felipe se ampara en un trío sólido y unas composiciones (todas de Sergi) que arriesgan. El trío está formado por el saxofonista, por Masa Kamaguchi al contrabajo y por David Xirgu a la batería. Las composiciones desafían esquemas y se ordenan en torno a melodías destructuradas que el saxo narra a su propia manera, rota y poética a veces, apasionada y dura en otras. La base rítmica es quizás lo más contradictorio, con un Xirgu no siempre comprensible a primera escucha, rompiendo el ritmo, contradiciendo al oyente, a veces desesperante pero original.

Un ejemplo perfecto sería el tema que da título al álbum. Las líneas del saxo se extienden como el mensaje de un predicador, con dos oyentes muy atentos, el contrabajo fiel y la batería cambiante, inquieta. Hay temas más fluidos y orgánicos, como "Desesperacón Nórdica", con una intro delicada (muy nórdica, a cargo de Txema Riera, que colabora en este tema), su ritmo por momentos pop y la melodía cantabile del tenor. Ah, y ese solo de contrabajo de Kamaguchi... O temas meditativos, donde la especulación va por otro camino, como "Nunca como antes", donde colabora el trompetista Pol Padrós, que hace armonías con el saxofonista aportando nuevas sonoridades al grupo.


Foto: Moe Shanseddine

Estrenando trío después de la aventura con Whisper Songs, Sergi Felipe pretende mostrar su voz más natural, con diez composiciones que muestran un estilo propio, donde los fraseos del tenor cuentan más de lo que está escrito y donde la interacción entre los músicos es patente. Rompedor, original y en cierta manera subversivo, Biased Vision confirma a un músico avanzado para su tiempo. Creo que si Ornette Colmeman (salvando las distancias) levantara la cabeza, la sacudiría despacio, asintiendo, en un gesto aprobador.


* Más info: www.underpool.org/releases/biased-vision/


OSCAR DOMENECH, Duality (Underpoool, 2023)


La visión de Oscar Doménech como baterista barra compositor es mucho más energética. Nacido en Barcelona y formado en el Taller de Músics, ha tocado junto a músicos como Jordi Matas, Jorge Rossy, Ismael Dueñas, Jordi Careta, Marcel·lí Bayer... Su primer proyecto como líder es Duality, un álbum grabado en directo en el Teatre de l’Aurora, el 17 de junio de 2022 dentro del Estival de Jazz d’Igualada, dentro de su Carta Blanca. 


Doménech debuta con un quinteto cambiante, donde le acompañan Pol Padrós a la trompeta; Sergi Sirvent, que toca el piano pero también la trompeta en una serie de temas (como en "Waltz for Ron", donde dobla a Padrós consiguiendo entre ambos un contrapunto rompedor); Jordi Mestres al contrabajo; y Jorge Abadías, que colabora tocando la guitarra en tres temas y el sitar en "Shivaranjani".




"Shivaranjani", un tema meditativo y bello que comienza con Abadías esbozando una melodía en las siete cuerdas y el piano contestándole breve, conciso, inspirador. La trompeta grita aportando un contraste a la bella melodía y recordándonos que estamos ante un disco de jazz. Esta es solo una de las singularidades del álbum, que comienza muy bop y se manifiesta después lleno de sonoridades inesperadas. Más allá del sitar y de que pasamos de un quinteto de piano y trompeta a quinteto con guitarra, a dúo guitarra/batería ("Principi"), trío, cuarteto... las composiciones exploran las tímbricas de los instrumentos en melodías sugestivas ("Senyor Duat"), ejercicios de inspiración ("Nueve notas"), momentos incalificables  ("Antisolos"), estructuras más o menos clásicas ("Token")... En todas Domenech explora los límites del ritmo y de la batería de jazz sin importar estilos ni géneros, desvelándonos a un instrumentista versátil, sólido y capaz de liderar un quinteto desde el pulso rítmico.



* Más info: oscardomenech.com

VIAJES DE IDA Y VUELTA

GONZALO DEL VAL, Tornaviaje (Errabal Jazz, 2022)


El disco comienza con un ritmo endiablado y sostenido, con los charles y la caja marcando una espiral inacabable en la que se apoya la trompeta para crear su propio discurso, libre, rozando lo atonal, un discurso que se rompe y recompone continuamente. El contrabajo está ahí, cumpliendo su labor, aportando a todo ritmo esa capa que sirve, además, para aglutinar. La guitarra interviene de manera breve, anecdótica, para reforzar la urgencia del tema. El tema en cuestión se llama "Es Bot" y abre el último álbum del baterista Gonzalo del Val, Tornaviaje.

Tornaviaje es un álbum conceptual con ritmos y melodías inspirados en el mar y, más concretamente, en la figura de Andrés de Urdaneta, militar, religioso agustino y cosmógrafo ordiziarra que, en el siglo XVI, trazó la ruta entre Filipinas y Acapulco, llamada Ruta de Urdaneta o Tornaviaje. 


Los títulos de los temas, inspirados en el mar, recuerdan este hecho histórico y fluyen, como el mar, en un ida y vuelta que tiene momentos épicos, casi cinematográficos y que ancla sucesivamente en varios puntos cardinales del jazz, desde lo más libre ("Es Bot") a baladas serenas como calma chicha ("Galeón", "Azur") pasando por el jazz más especulativo ("Los tres mulatos de esmeraldas"), con algunas escalas en puertos ajenos, como las versiones que hace de "Big Nick", de Coltrane, y de "Gota D'Água", de Chico Buarque. El mismo Gonzalo del Val explica estos viajes de ida y vuelta en la carpeta del disco:

El título del disco y la inspiración para mis canciones se lo debo a la figura del marino Andrés de Urdaneta. Yo también quise retornar al puerto de partida, pero como a él le pasó, no hallé el punto exacto. 

Del Val, burgalés afincado en Barcelona, donde es profesor del Conservatorio Superior del Liceu, reúne en su cuarteto una mezcla interesante de músicos de la escena barcelonesa: el trompetista Raynald Colom, el guitarrista Romain Pilon, el bajista Manel Fortià y, como invitada en uno de los temas, la cantante Carme CanelaTornaviaje es su sexto disco como líder y una de las grabaciones más originales que nos ha llegado este año. Como compositor, demuestra no tener miedo a especular y como músico, consolida su imagen de batería sólido, brillante sin estridencias y capaz de dar protagonismo a sus compañeros incluso en sus discos como líder. 


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UN PIANO OBSERVA EL MUNDO

MAX AGNAS, The More I Let The World In 
(Loumi Records, 2022)

El título del disco ya induce a la introspección. Su autor, el pianista sueco Max Agnas, medita sobre  nuestra relación con el mundo y con la soledad. Tomó la inspiración para el título de un graffitti que vio en Lisboa y cuyo mensaje hacía referencia al mundo que vivimos (More I let the world in, less I take in it). Esta es la filosofía de su tercer disco, una obra soberbia y madura con un sonido propio a caballo entre la Third Stream y el  mejor jazz moderno que se publica en Europa. 

El disco, pensado para su descarga digital a través de un código QR que aparece en el breve pero bellísimo libro que lo acompaña, está dividido en tres partes. En la primera, encontramos al músico en estado puro, a piano solo, lírico y meditativo de una manera intuitiva y natural a pesar de las complicadas armonías, de los cambios de ritmo y de su aparente no-ir-a-ningún-lado. Especialmente interesante es "Call Me Medieval", donde rinde homenaje a la música medieval en un juego compositivo que, en las manos de un pianista de jazz, suena excitante.


En la segunda parte, encontramos un dúo peculiar formado por el pianista (que aquí también usa sintetizador) y el cantante Salvador Sobral (sí, el mismo que ganó Eurovision en 2017), donde la música de Agnas se hace palabra. Aunque las letras las ha escrito Sobral, se inspiran en recuerdos de Agnas, mezclándose, de manera natural, la personalidad de los dos músicos, sus nostalgias y su sentido de la musicalidad, tan cercano. De alguna manera, me traen a la memoria la manera especial en que otros compositores como Cole Porter o Stephen Sondheim "juegan" con las notas y las palabras. Hay que decir que Agnas formó parte del grupo que acompañaba a Sobral, y que conectaron ahí. También hay que mencionar especialmente la manera en que la voz de Sobral encaja, de una manera muy personal, en lo que uno espera de un crooner. Y no defrauda. Su melancolía y su manera de usar las melodías enamoran.

En la tercera parte del álbum, piano y sintetizador se apoyan en la percusión de Nils Agnas, primo de Max y cómplice musical desde pequeños, para crear nuevos juegos rítmicos y melódicos no explorados en la primera parte del disco, construyendo temas que aportan una vitalidad y un optimismo que contrastan positivamente con el resto del álbum, y que aportan alguna especie de esperanza a modo de conclusión. 

Para escuchar con calma y empatía.


Y una muestra de la primera parte del álbum, a piano solo:



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* Web: maxagnas.com

R-EVOLUCIÓN

JAVIER NAVAS QUINTET, La revolución (Blue Asteroid, 2022)

La revolución esparce en el ambiente, desde las primeras notas, un jazz sereno, lleno de soul y con un groove sosegado y vivo. En esta serenidad se puede percibir una perspectiva mucho más adulta del jazz del quinteto de Javier Navas, un músico que es ya referente del vibráfono en España. Formado en el lenguaje de la música clásica (forma parte de la Orquesta Filarmónica de Málaga) y en el jazz (Arturo Serra, Jorge Rossy), formó el ensemble The Beatles Songbook al mismo tiempo que un quinteto que llega hasta hoy con su tercer álbum, un álbum de madurez donde consolida una evolución estilística más que interesante.

Con los mismos músicos de sus dos discos anteriores (Enrique Oliver al saxo tenor y una sección rítmica formada por el pianista Juan Galiardo, Bori Albero al contrabajo y Dani Domínguez en la batería), encontramos un salto estilístico en este nuevo disco. Resulta agradable (y necesario) percibir evolución en un músico. Es algo que hace que valga la pena seguirle. En el caso de La revolución, Javier Navas profundiza en su sonido lleno de referencias y, a la vez, innovador. Sigue siendo el jazz introspectivo, calmado, de sus anteriores discos pero la estética muestra aires de soul cercano al neo-soul o al nu-jazz, con la diferencia de que aquí el tempo sereno, smooth, resulta reflexivo, instrospectivo, dando un valor casi espiritual a la definición de smooth jazz.

Dominar templanza y virtuosismo no es tarea fácil, especialmente cuando un músico tiene algo que decir, pero Javier Navas lleva tiempo aportando serenidad al jazz y en este disco, con un repertorio original, como en los otros, de una modernidad envidiable, consigue expresarlo con un discurso coherente y armónicamente muy sofisticado. Compartiendo protagonismo con el saxo de Oliver, Navas deja mucho espacio al piano, un instrumento que aporta equilibrio a la presencia del vibráfono. Las tímbricas de ambos instrumentos se contrapesan y el resultado es más sólido. Por cierto, Juan Galiardo está espectacular. 

Analizando los temas uno a uno, habría que resaltar algunos momentos muy interesantes, como el diálogo vibráfono-batería del tema que abre el disco ("La revolución") o el solo de este tema, donde Enrique Oliver improvisa de una manera visceral; la vitalidad de "Todo nuevo"; el solo de contrabajo en "Laberinto azul", esbozando la melodía que luego lleva el saxo, la poética calma que inunda el tema y el solo de Javier Navas, intenso, brillante, medido.

Pero el tema que mejor define el disco es "Invierno inventado". Los acordes del teclado dan paso a una percusión contenida que invita a una explosión que no sucede: es como una implosión, un fluir que arrastra la melodía hacia un plano casi onírico. Las progresiones armónicas del vibráfono prácticamente cantan y su intervención es adictiva. El coro y el solo de saxo no hacen otra cosa más que enfatizar el papel de las mazas, que protagonizan el momento como desde un plano superior. Más o menos, como en todo el álbum.


Otro vídeo, breve pero de carácter más documental:


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¿HAY UN JAZZ POST-POST-MODERNO?

ACORDES Y DESACUERDOS (XXIX)

La primera vez que se usó el término postmodernismo fue en arquitectura. Hoy todo evoluciona arrollando a la propia evolución y necesitamos términos como post para todo. Hablando de jazz, ¿cómo definir la modernidad o, aún más complicado, la post-modernidad? La esencia del jazz es la modernidad, la continua evolución. Sí, es cierto, hubo rupturas importantes con el pasado (el bebop, el free, la electrificación del jazz...) pero ya todo parece tan mezclado (la promiscuidad, en palabras de Chema García Martínez) en tanto que conviven en el panorama jazzístico estéticas dispares y movimientos que avanzan tanto hacia atrás como hacia delante. ¿Cómo identificamos, entonces, lo moderno? Y la peor pregunta: ¿hacia dónde avanza el jazz hoy día?


I.
En el denso The Essential Jazz Records Volume 2: Modernism to Postmodernism, de Max Harrison, Charles Fox, Eric Thacker y Stuart Nicholson, se definen algunas líneas del postmodernismo en el jazz a partir de conceptos de Nietzsche (el caos de la vida moderna y su intratabilidad ante el pensamiento moderno), incidiendo en este capítulo en el collage como modo de superponer distintos mundos (y cultura, añadimos) en diversos ámbitos artísticos mientas que... 
...en el jazz el músico de jazz postmoderno expropió y transformó prácticas, fragmentos y "significantes" de diferentes, a veces ajenas, músicas y culturas, y las realojó dentro de su propio expresionismo. En particular, el postmodernismo no intenta legitimarse en referencia al pasado, una de las características del revival del bebop en los 80 y los 90.
En otro párrafo, podemos leer:
En contraste, la propuesta postmodernista era que el modelo esencialmente teleológico de evolución coherente había pasado a ser una variedad de contribuyentes individuales que se negaban a congregarse alrededor de la seguridad de los cánones establecidos y que, en cambio, creaban e interpretaban sus propias, a menudo altamente individualistas, interpretaciones del jazz, inspirándose en una variedad de fuentes que a menudo estaban más allá de la música. Fue con este feroz acercamiento de tan variadas referencias, declaraciones de la Era de la Información tomadas de culturas extrañas y descontextualizadas por yuxtaposición, como crearon "Lo Nuevo".

II.
En concepto viene corroborado en algunos de sus matices en un artículo titulado "El jazz en 2010. Informe de situación" incluido en el libro In-fusiones de jazz (2010, Arte/facto, Sevilla) del siempre analítico Chema García Martínez:
El jazz de la posmodernidad obra a partir de materiales de segunda mano combinados entre sí para producir un espejismo de novedad. La era de los "ismos", también en el jazz, es cosa del pasado.  El músico de jazz de 2010 ha renunciado a pensar en futuro. 
Y luego añade:
El jazz del siglo XXI es una música sin ideologías ni líderes. Una manifestación artística atomizada perfectamente inocua y absolutamente alejada del espíritu promiscuo que definió las décadas precedentes. 

Conclusión fuera de tono. El free jazz o jazz atonal o jazz post-post-moderno (a muchos se les atraganta aquello que no tenga etiqueta) es muchas veces como ver a los jugadores del Real Madrid y del Barça jugando al fútbol playa. No hay velocidad ni grandes regates ni pases precisos ni una visión coherente de grupo ni armonías ni...  pero, en el fondo, sabes que es jazz. 


La pintura de más arriba es White Light (1954) y pertenece a Jackson Pollock, pintor libre y siempre más allá del modernismo que, sin embargo, pintaba oyendo jazz clásico, solía declarar, razón por la cual el MoMA publicó en 1999 una recopilación con su nombre y los temas que solía escuchar: 


ORIGINAL STANDARDS

STORIONE-ROSSY-SCHÜRMANN, 
This Time The Dream's On Us (TCB Records, 2021)

Estamos escuchando el potente álbum del trío formado por el pianista de Basilea Yuri Storione, el contrabajista también suizo Dominik Schürmann y el barcelonés Jorge Rossy a la batería, una formación clásica de trío con ideas modernas que expone en este álbum una colección de temas originales que suenan a standard. Bebop sin estridencias, muy bien construido, que ofrece la posibilidad de disfrutar de un sonido clásico que suena a nuevo.

A sus 27 años, Yuri Storione destila amor por lo clásico pero su estilo sofisticado y su fraseo brillante denotan una gran formación académica y una sensibilidad moderna. Formado en la música clásica desde los 4 años, Storione ha tocado en festivales de jazz desde Andalucía hasta Dinamarca, acompañado siempre de músicos con un perfil moderno y avanzado (Larry Grenedier, Jeff Ballard, Mark Turner, Perico Sambeat, Esen Aydin...) configurando un estilo que no defrauda en ningún momento. Su forma de expresar las melodías y sus progresiones armónicas producen un jazz rico en contrastes, lleno de momentos. 


Publicado por la discográfica TCB de Montreux, el álbum contiene solo dos standards reales. Son "Ruby My Dear" de Monk, que suena aquí lento y dulce, también apasionado, mucho más fluido sin las síncopas monkianas, igualmente conmovedor, y el tema de Harold Arlen (al que luego puso letra Johnny Mercer) "This Time The Dream's on Us", que da título al álbum. El resto de los temas que componen el disco, compuestos cuatro por Storione, cuatro por Schürmann y dos por ambos, podrían pasar igualmente por piezas del American Songbook para un oyente despistado y, para uno atento, son una delicia realmente intemporal. Jugando con las palabras, como en el titular, han fabricado nueve nuevos standards inspirados en la tradición pero con una sensibilidad moderna y avanzada, muy europea.

Tanto en baladas, donde el piano parece cantar ("Violeta"), a veces a dúo con el contrabajo ("Ms. G.R."), como en otros donde hace suyas las estructuras ajenas ("Viva Bud Powell!") o se deja llevar por la síncopa ("Holding Line"), el sonido de Storione marca una personalidad fuerte, llena de swing y expresividad. El espacio que los temas ofrecen al trío es suficiente para apreciar que la sección rítmica se mueve en la misma línea.  



YURI STORIONE, 
Where Do We Start-Live at Bird's Eye (Sedajazz, 2019)

Si This Time The Dream's on Us sorprende al ser un tercer álbum muy maduro para un pianista de 27 años, no podemos dejar de recomendar la escucha de Where Do We Start (Live At Bird's Eye), el álbum que le precede en la discografía de Yuri Storione como líder. Publicado dos años antes por Sedajazz Records, merece la pena escucharlo para entender a este pianista más allá del trío, ya que en este disco suma un saxo (nada menos que Perico Sambeat). 

Grabado en el mismo Bird's Eye Jazz Club donde se grabó el álbum de Miguel Zenón del que hablamos hace una semana, en este álbum los temas son más largos, amparados en la libertad del directo. Basta escuchar el que abre el disco (un tema lento con un lejano aire de bolero titulado "Oblivion") donde muestra ya una versatilidad que va de la sutileza a la expresividad más patente, o "Málaga", también compuesto por Storione (todos los temas son suyos salvo "Un Poco Loco" de Bud Powell) donde juega con el ritmo constantemente. 

Según manifiesta en las notas del disco, Perico Sambeat era ya una influencia para él. Con Perico al lado, tiene que jugar un papel de acompañante más a menudo, fusionándose con la sección rítmica, dialogando a veces, siempre presente. 

Aparte de Sambeat y Storione, el cuarteto está formado por Stephan Kurmann al contrabajo y Marton Juhasz a la batería. Hay una grabación en vídeo de algunos de los temas de este álbum en un bolo en el valenciano Jimmy Glass, también con Perico Sambeat pero con otra sección rítmica. Este que suena es "E Waltz".


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INTROSPECCIÓN ESPIRITUAL

THOMAS RÜCKERT, A Rose E'er Blooming (Riverside, 2020)

Cuando aún late el espíritu de la navidad dentro de casa (en España quedan por llegar los Reyes Magos), nos llega un álbum de jazz a piano solo que resume con un jazz moderno, lírico y ecléctico los conceptos espirituales del solsticio de invierno para los europeos. A Rose E'er Blooming es una plegaria, una declaración de fe sobre estructuras musicales sagradas alemanas de la época medieval que son reinterpretadas con la libertad de la improvisación y un abanico de recursos que hace apasionante su escucha. Su autor es Thomas Rückert, reconocido pianista y compositor de jazz germano que se define en su web como artista improvisador, inspirado por el lema "No toques lo que conoces" de Lee Konitz, con quien trabajó en Nueva York, donde grabó sus primeros álbumes como líder en formato de trío. 

Su biografía dice que de niño estudió piano, saxofón y percusión, decantándose por el piano y tomando sus primeros alumnos con 17 años. Su estilo, elaborado, sutil en los cambios de acordes, de improvisador natural, se nota en este disco, donde esas melodías medievales de las que hablamos fluyen con naturalidad en esquemas modernos, igualmente líricos, pero dentro de los cánones que espera el oyente de jazz actual. 


Producido por Ralf Kemper (Alan BroadbentJimmy ScottMike Herting) y grabado en los estudios Riverside de Colonia (Alemania), el álbum de Rücket despliega toda una serie de influencias sobre las melodías originales al servicio de la expresión, desde jazz, gospel, folk, el contrapunto de la música clásica occidental, incluso estructuras de las músicas hindú y africana; todo ello con la libertad de estar solo en el estudio frente a un Steinway D grand piano.  

El primer tema que suena en el álbum es "Early Shepherd", basado en un villancico tradicional alemán ("Ihr Hirten, erwachet!") de compositor desconocido que Rückert reinventa aquí con cambios de acordes inspirados en el Bill Evans más joven. Suena así. 


 

Esto da un idea de por dónde se mueven las exploraciones del pianista. Casi todos los temas son tradicionales de la música antigua alemana excepto, por ejemplo, "Malari Dumpa", donde mezcla dos temas, el hindú "Malari" y el tema austriaco, también de autor desconocido, "Es wird scho gleich dumpa", haciendo convivir armonías y melodías que se alternan en un diálogo fresco, festivo y también espiritual. En este orden de cosas, "Aumcara Mantra" es la recreación un mantra original de la comunidad Aumcara para invocar la presencia de Dios. Aquí comienza con unos acordes folk que derivan a una melodía apasionada y moderna. El disco termina con un villancico tradicional alemán ("Gottes Sohn ist gekommen"), titulado aquí "Transition", con una improvisación llena de blues.

Una obra que nace de lo personal y demuestra que la improvisación es la manera más personal de expresar lo espiritual. 


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* Web oficial: thomasrueckert.com

EL SONIDO DEL HAMMOND B3, EN VINILO

TXEMA RIERA TRIO + 1, Allegoria (Underpool, 2020)

El organista Txema Riera presenta en Allegoria una versión moderna del trío de guitarra y Hammond con un combo de lujo (Dani Pérez a la guitarra y Roger Gutiérrez a la batería), al que se suma el enorme Santi de la Rubia, dando el saxo tenor una nueva vuelta de tuerca al concepto, alejado del estándar Montomery-Smith y más cercano al jazz moderno. Un lujo.


 .

Después de su apasionante (e inquietante) trabajo de debut que fue Terror (Underpool, 2016), Txema Riera nos trae en Allegoria un jazz más moderno y sereno, con una visión pausada y, por momentos, bella ("Olivia") del mundo que le rodea, en el que parece inspirarse y que nos trae sonidos inusuales y eclécticos. No escuchamos el clásico vibrato del Hammond B3 hasta el tema 4 ("Petra"), donde el tempo se acelera por primera vez y el swing obliga. En este tema los solos suenan más clásicos (qué placer escuchar a este ritmo la guitarra de Dani Pérez), pero, en general, los temas buscan lo especulativo y la modernidad. Salvo los temas que abren y cierran el álbum ("La Mirada I" y "La Mirada II"), más introspectivos, todo el álbum tiene un aire progresivo, de fusión controlada, donde guitarra eléctrica y Hammond se funden y fluyen de una manera muy plástica, dejando el protagonismo por momentos al saxo tenor.


De los músicos, destacar los solos de Dani Pérez a la guitarra, especialmente el de "Everest", un hardbop con un tempo fabuloso, con un Riera brillante dando la réplica en el Hammond. Santi de la Rubia, inconmensurable como siempre, tiene el don de hacer fluir los temas con un aire entre clásico y moderno, pero siempre expresivo. Roger Gutiérrez va de todoterreno, aportando precisión donde la versatilidad de los temas exige. El disco ha sido producido y mezclado por Sergi Felipe en los estudios de Underpool y masterizado en Nueva York por Elvind Opsvik. Entre todos, consiguen un sonido limpio, delicado cuando suena contemplativo y dinámico cuando el ritmo lo pide.

Con este álbum, el sello Underpool comienza una serie en vinilo y no se nos ocurre sonido más apropiado para sonar en vinilo que un trío de Hammond. Además, el lanzamiento de este vinilo ofrece un paralelismo muy nostálgico con el álbum de Silver Geishas que publicó el sello hace poco en cassette, un paralelismo que nos retrotrae a otras épocas donde el sonido en nuestros equipos caseros dependía del estado de las agujas o de los rodillos del cassette pero que, en el fondo, tenía algo más de transgresor que la limpieza del CD. El vinilo es el medio perfecto para disfrutar de esta Allegoria llena de temas especulativos, improvisaciones intensas y, sobre todo, el sonido personal de Txema Riera.


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* Web: www.underpool.org/releases/allegoria-txema-riera

UN MUNDO DUAL

MARIA SCHNEIDER ORCHESTRA, Data Lords (2020)

El último álbum de Maria Schneider cuenta (de acuerdo con las notas del álbum) una historia de dos mundos, aunque sería más adecuado decir que es la historia de un mundo (el nuestro) que camina en dos direcciones. Con su original dominio de ese formato peculiar que es la orquesta moderna de jazz, Schneider nos presenta en Data Lords un disco conceptual donde expresa sus preocupaciones por la importancia que está tomando el Mundo Digital sobre el real, el Mundo Natural. El uso de los datos, la dependencia de las pantallas y el pensamiento dirigido son algunas de sus preocupaciones. En el álbum hay un tema inspirado en las grandes compañías de Internet. Lo paradójico es que su álbum Concert In The Garden de 2005 fue el primer álbum vendido solo en Internet que ganó un Grammy. 

Foto: Jimmy Katz
Formada académicamente en su Minnesota natal, pasó siete años como aprendiz de arreglista de Gil Evans, que no es decir poco. Su carrera posterior con The Maria Schneider Jazz Orchestra es aclamada a nivel mundial como innovadora y personal. Aquí, toda esa experiencia se trasluce en unas composiciones muy descriptivas, casi dramáticas, que divide en dos discos (el álbum es doble y con una edición muy cuidada). 

En el primer disco, subtitulado The Digital World, abundan las disonancias y los ritmos irregulares, y un protagonismo notable de la guitarra eléctrica (Ben Monder). Nos cuenta, de esta manera, su versión de un mundo de intenciones oscuras dominado por los Data Lords (los Señores de los Datos), aunque comienza con un recuerdo. En "A World Lost" expresa su nostalgia del tiempo en que los niños podían ser creativos con casi cualquier cosa, y lo hace con armonías que sugieren inocencia y, a la vez, pérdida. 

Quizás "CQ CQ Is Anybody There?" sea uno de los temas más interesantes en cuanto a su construcción. Está compuesto usando código Morse (el predecesor binario de ceros y unos) en todos los elementos rítmicos, no solo en la percusión (Johnathan Blake). El mensaje se traduce como: "¿Hay alguien ahí?", y le siguen otras palabras "telegrafiadas" como poder, codicia, IA (Inteligencia Artificial), ayuda, SOS, datos... a los que se suma el tenor de Donny McCaslin en una interpretación rota, desesperada, que parece pedir ayuda y que representa a la voz humana, una metáfora escalofriante de la incomunicación en este mundo tan conectado.

Ilustración del interior del disco (Aaron Horkey)

En el otro disco, Our Natural World, la música fluye como fluye la vida en la Naturaleza, con su compleja sencillez y de una manera más orgánica. Escuchamos armonías más clásicas y melodías más asequibles, todo esto dentro de la originalidad y complejidad de la música de Maria Schneider, siempre dando una vuelta de tuerca a lo que podría sonar previsible. Por ejemplo, la utilización del acordeón (Gary Versace) en "Sanzenin", donde consigue (como en toda esta segunda parte) algunos de los sonidos más bellos de su carrera buscando expresar la belleza de lo natural, lo que nos recuerda que el arte es búsqueda y es expresión, y que la búsqueda de la belleza solo genera belleza.

En resumen, si en la primera parte Maria Schneider usaba la disonancia para contarnos su versión de un mundo desestructurado por las corporaciones, en la segunda nos recuerda la belleza de lo natural, de lo tangible, del mundo que siempre ha estado ahí y que hemos desprestigiado y despreciado en pro de lo virtual. palabra que significa, entre otras acepciones, irreal.

Les dejo un vídeo con una presentación y otro más extenso donde Maria explica las ideas que le han llevado a este proyecto.



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* Web: www.mariaschneider.com

FAUNA JAZZERA

RAPHAËL PANNIER QUARTET, Faune (French Paradox,2020)

Faune es el álbum de debut del baterista y compositor francés afincado en Nueva York Raphaël Pannier, un disco plagado de composiciones en las que se mezclan los sonidos de la música clásica francesa y el jazz moderno que se hace al otro lado del Atlántico. Como director musical del cuarteto, el cada vez más versátil Miguel Zenón. Le acompañan también los pianistas Aaron Goldberg Giorgi Mikadze, que se alternan, y el bajista François Moutin.

Lo primero que sorprende (viniendo de un baterista) es la sensibilidad con que se tratan los temas. Abundan las polirritmias pero no hay estruendo ni fuegos artificiales. Las melodías, incluso en los momentos en que destilan pasión o rabia (como en sus arreglos de "Lonely Woman" de Ornette Coleman), están enfocadas desde la sensibilidad menos agresiva. Y las partes para piano son deliberadamente sutiles, composiciones como "Mildtown Blues" donde el ritmo es protagonista absoluto, con detalles al piano que recuerdan al principio al inolvidable Michel Legrand, y un uso del contrabajo (no solo en el solo) y del cuarteto, un arma que aquí exige de velocidad y destreza. 


Destacan otros temas originales, como "Fauna", cuyo lirismo pasa por todos los instrumentos, incluido el inspirado solo de contrabajo, y una versión de "ESP" (Wayne Shorter) en la que los arreglos contribuyen a hacer el tema más limpio, como si Pannier le hubiera sacado brillo, con una sección rítmica más ordenada (con perdón de Tony Williams), donde falta la genialidad de Hancock, pero donde se puede disfrutar del alma del tema, especialmente en los nuevos cambios y explosiones rítmicas en las que, en ningún caso, abandona su estética poética, contenida y sutil.

En cuanto a la parte que concierne a la música clásica, no es el primer francés que nos encontramos este año transportando música clásica a los cánones del jazz. Si hace unas semanas escuchábamos a Stéphane Spira versionando a Prokofiev y Satie, Pannier ha escogido a Ravel y a Olivier Messiaen. No son estéticas comparables, pero señalaremos que los arreglos de Pannier son mucho más jazzísticos y crudos que los de Spira. 

Foto: Jean-Baptiste Millot

“Le Baiser de l’Enfant Jésus” de Messiaen, interpretado aquí a trío (saxo alto, piano y batería) suena tan delicado como una nana (hay otro tema, original, que se llama "Lullaby", más especulativo y oscuro), con un Zenón especialmente inspirado y un Pannier que mantiene de fondo una tensión cambiante y muy expresiva hasta el final, bellísimo, etéreo. Si escuchan el original percibirán el mismo alma en el tema, aunque aquí hay más protagonismo del saxo (incluso de la batería) que del piano. Su Ravel en este disco (el subyugante "Forlane") tiene unos arreglos brillantes, con una mezcla de sonidos del primer impresionismo con notas de blues, de lo cual resulta una escucha hipnotizante. 

Como álbum de debut, debo decir que Raphaël Pannier ha encontrado, a pesar de su juventud, una voz peculiar y un enfoque del jazz muy original que encaja en las corrientes más modernas del jazz europeo que, curiosamente, suenan en Nueva York. Esperamos escuchar más y pronto.

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* Web oficial: www.raphaelpannier.com

PUNTO SIN RETORNO

MICHAEL THOMAS, Event Horizon (Giant Steps Arts, 2020)

En la terminología astronómica, horizonte de sucesos (event horizon) es un punto sin retorno. Esto es lo que debe suponer este segundo álbum para el joven Michael Thomas, un saxofonista que ha participado en más de 30 grabaciones (incluyendo a músicos tan imporantes como Miguel Zenón, Brad Meldhau, Nicholas Payton...) y que ha coliderado la Terraza Big Band junto al bajista Edward Perez, donde explora en las fronteras del jazz moderno con infuencias latinas. Con esta gran ensemble fue nominado a los Grammy.

En esta ocasión, ha tenido la oportunidad de grabar con Giant Steps Arts, el sello de Jimmy Katz que, como comentamos siempre, es un sello altruista que proporciona a los músicos espacio donde tocar y grabar un disco doble en directo y ejemplares para promoción. Una política encomiable en los tiempos que corren. Y en este álbum en directo, grabado en la neoyorquina Jazz Gallery los días 14 y 15 de agosto de 2019, está acompañado por un cuarteto en el que figuran el trompetista Jason Palmer, Hans Glawischnig al bajo y Johnathan Blake en la batería.

Michael Thomas

Con un estilo muy personal en el saxo, sin florituras, con un sonido crudo y, en ocasiones, rabioso ("Chant"),  construye con su cuarteto un bop moderno, de sonido directo y natural, con el que Michael Thomas reivindica la re-humanización de la música dando espacio a cada artista para la creación y la individualidad. En mi humilde opinión, esta filosofía es la que ha hecho desde el principio de los siglos que el arte conecte con lo más profundo del alma humana. Esto, aplicado a la música, alcanza una intensidad enorme.

Foto: Jimmy Katz

En directo, toda esta filosofía suena más visceral de lo que acostumbran a sonar las grabaciones actuales y proporciona al oyente esa reflexión sobre cómo la tecnología impacta en nuestra vida diaria, no tanto en la utilidad o inutilidad de la tecnología de consumo, como en el efecto colateral de distanciamiento social y cultural, que la música rompe.


Los solos y la dinámica que existe entre los distintos instrumentos ofrecen esa experiencia directa. No vamos a hablar de Jason Palmer, al que siempre llenamos de alabanzas, pero su papel y el de la sección rítmica empastan de una manera muy orgánica con el sonido de Thomas y hacen de este disco una experiencia casi-en-vivo del concierto en el que se grabó. Muy recomendable.

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* Web oficial: www.michaelthomasjazz.com

FUERZA BALCÁNICA

NIKOLOV-IVANOVIC UNDECTET feat. MAGIC MALIK,
Frame and Curiosity (Coolabel, 2019)

Decir fusión es decir jazz. Por ello, intentar definir este proyecto del pianista macedonio Vladimir Nikolov y el baterista bosnio Srđan Ivanović es tan sencillo como complejo. Es jazz, pero es mucho más. Influencias de big bands clásicas, música balcánica, aires orientales, rock, funk... hacen de este "undectet" (son 11 músicos) un proyecto tan original como lógico. Estos dos antiguos compañeros de conservatorio firman composiciones y arreglos con una filosofía que se mueve en el amplio arco que existe entre Gil Evans y Maria Schneider. 

Hay en los temas de Frame and Curiosity una base musical clara, nítida, estructurada como si fuera música clásica, pero es solo una base culta sobre la que se construyen los temas, que suenan a jazz con influencias pero a jazz con mayúsculas, entre las que destacan los saxos y sus solos, muy clásicos y envolventes, acompañados por ritmos complejos e instrumentos inusuales como el acordeón o la flauta de Magic Malik (Maliz Mezzadri), que fue invitado como colaboración pero que es el instrumento reconocible del álbum, por encima del piano y a la percusión que, como he dicho más arriba, cobra aquí un protagonismo enorme, con los cambios de ritmo y estética que vertebran los temas.


A la complejidad rítmica hay que sumar la complejidad armónica de las composiciones, que siempre van más allá. El uso de los vientos es tan intenso y provocador que resulta difícil de encuadrar estilísticamente. ¿World music? ¿Jazz pan-europeo? Lo dejamos para los amantes de las etiquetas. Para simplificar, diré que, si a alguno de ustedes les gusta el jazz moderno con influencias étnicas y sin barreras, encontrará en Frame and Curiosity temas que aúnan todo esto y pasajes con tantas texturas (y lecturas) que incitan siempre a una nueva escucha. 

Once temas y once jóvenes músicos balcánicos y franceses que son: Vladimir Nikolov (piano, composición y arreglos), Srđan Ivanović (batería y composiciones), Luka Ignjatović (saxo alto), Kristijan Mlačak (saxo tenor), Đorđe Kujundžić (saxo barítono), Marko Đorđević (trompeta, fliscorno), Teodor Blagojević (trompa), Vladimir Vereš (trombón), Miloš Budimirov (tuba), Mihail Ivanov (bajo), Noé Clerc (acordeón) y como invitado, Magic Malik (flauta). 

Les dejo con este "Anonymous" para que aprecien la fuerza de los vientos, el solo de acordeón y el original juego de voz y flauta que hace Magic Malik. 


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* Vladimir Nikolov: vladimirnikolov.com

* Srđan Ivanović: www.srdjanovic.com

EL SOSTÉN DE LA MEMORIA

KEVIN SUN, The Sustain of Memory (Endectomorph, 2019)

Al saxofonista Kevin Sun le conocimos como integrante de una formación avant-gard llamada Earprint, donde, en sus propias palabras, buscaba "escribir música difícil". Aquí viene como líder, presentando  un doble álbum publicado por el sello puntero Endectomorph Music que contiene tres suites. En ellas, los músicos se alternan en distintas formaciones: The Middle of Tensions en cuarteto, Circle, Line a trío y The Rigors of Love en quinteto; tres suites que nos muestran a un compositor inquieto y sin prejuicios que juega a deconstruir ritmos y a buscar la expresión en melodías complicadas, sin que ello le prive de encontrar cierta perfección y belleza en la atonalidad, esa rara belleza de lo inusual que tiene el jazz moderno.

Estas tres suites, grabadas Brooklyn y Mount Vernon, cuentan con un puñado de músicos jóvenes y con capacidad de improvisación radicados en Nueva York: Adam O'Farrill (trompeta), Dana Saul (piano), los bajistas Walter Stinson y Simón Willson, y los bateristas Matt Honor y Dayeon Seok, además del propio Kevin Sun, que hace las veces de compositor y que (junto al piano en dos de las suites) co-lidera el proyecto tocando el clarinete y el saxo tenor.

De esa belleza inusual de la que hablábamos encontramos un buen ejemplo en la quietud del tema con que concluye la primera suite ("The Middle of Tensions VI"), donde, sobre una base rítmica que detiene el tiempo, piano y saxofón apenas desgranan una melodía que solo podemos intuir. Dentro de la complejidad de la suite, la versatilidad armónica de Dana Saul aporta color y diversidad a los distintos temas de la suite. Una revisión del cuarteto clásico de saxo y piano que merece la pena una escucha.

A trío (Sun, Stinson y Honor) la suite Circle, Line busca sus mensajes en piezas más breves, en ritmos sincopados, repeticiones y momentos de swing desestructurado. Para mí, la suite más recomendable de las tres que componen este trabajo. 

La última, a quinteto, es quizás más compleja armónicamente, con momentos más cercanos al mainstream y otros muy especulativos y ciertamente originales. Quizás la más fácil de escuchar (en ciertos pasajes). Sin embargo, a lo largo de sus tres extensos movimientos (suman 48 minutos), podemos escuchar al grupo explorando las posibilidades tímbricas de sus instrumentos desde una óptica ellingtoniana en la que buscan la vanguardia y la originalidad desde su sonoridad natural, sin más artificios que los necesarios para establecer las fronteras que el compositor quiere imponer. "The Rigors of Love II" tiene ciertas reminiscencias mingusianas pero heredadas, a su vez, de Duke.  


Puede que no quede nada de la negritud de Nueva Orleáns en el jazz que hace Kevin Sun, pero domina ese factor tan importante como es la improvisación y el inconformismo, buscando más allá de las fronteras del jazz su propio sonido inventando, jugando... Sobre jugar, aparece en la carpeta del disco un texto muy interesante de Andrew Katzenstein, que cita a la inglesa Penelope Fitzgerald a propósito del juego y la niñez:

La ambición de todos los niños es que sus juegos se tomen en serio.

Si esto es un juego (y el jazz debe serlo para que sea excitante), hay que tomarlo en serio, del mismo modo que en todos los juegos hay que conocer sus reglas pero, si algo tienen de especial los niños, es que son capaces de inventar, de crear sus propios juegos y sus propias reglas, y Kevin Sun las reinventa en cada tema. Esto es lo que hace al jazz interesante. Y, pieza a pieza, fragmento a fragmento, estas tres suites conforman un mosaico minimalista que merece la pena ser paladeado poco a poco pero, en conjunto, suman un total abrumador.

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* Más info: www.thekevinsun.com

* En Bandcamp: https://thekevinsun.bandcamp.com/album/the-sustain-of-memory