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AH, ESE SONIDO CLÁSICO...

JORGE ROSSY & MICHAEL KANAN, Red on Maroon 
(Underpool, 2025)

Siempre me ha preocupado escuchar juntos el vibráfono y el piano. Bajo mi percepción, son dos instrumentos de percusión armónicos cuyos lenguajes y tímbricas se acercan demasiado. Es cierto que la Historia del Jazz está llena de diálogos entre vibráfono y piano, y son gloriosos en su mayoría, como estos que aparecen en el álbum Red on Marron, firmado por el pianista Michael Kanan y el enorme Jorge Rossy, pianista, percusionista y aquí vibrafonista.

Descubrimos en este álbum a Michael Kanan, un pianista bostoniano que comenzó a tocar jazz con 10 años y que arrastra una carrera longeva y heterogénea. Como solista, ha dirigido su trío desde los años noventa, y ha tocado y grabado con Mark Turner, Kurt Rosenwinkel, Jimmy Scott y Jane Monheit. 

Jorge Rossy (percusionista, pianista, trompetista...y sidemen reclamado por los mejores músicos de la actualidad) tocó por primera vez con Kanan en 1989 y, desde entonces, les une una complicidad que confluye en este álbum "a solas" donde explotan el sonido de sus instrumentos con la sabiduría de la experiencia y con la pasión del trabajo de toda una vida. 

Lo más apasionante del disco es que han escogido solo un tema original (compuesto por Kanan, el que da nombre al álbum) y un repertorio clásico del American Songbook, temas que habrán tocado mil veces y que aquí funcionan con un interplay lleno de naturalidad. Sonidos clásicos en músicos modernos. Kanan, que tiene un cierto poder bop que me recuerda a Tristano (aunque menos salvaje) escribe en las notas del disco: "Esta grabación es el resultado de una conversación musical que dura ya 35 años. [...] Aunque a menudo hemos tomado caminos musicales distintos, a lo largo de los años hemos sido capaces de reunirnos para encontrar un lugar común y hacer que la conversación continuara fluyendo". También afirma que este proyecto a dúo, largamente madurado, entró en el estudio sin ensayos, solo con una lista de canciones que ambos adoran, consultando, siempre que era posible, las partituras originales.

El resultado es esta colección de temas llenos de sentimiento y complicidad, donde dos músicos modernos pero experimentados aúnan ética y estética. Estética que busca la perfección y la conexión con lo tradicional, y ética de un jazz sincero y hecho con esa simbiosis de técnica y alma que hace que el jazz conecte con el oyente. Muy recomendable.

SATIE Y MOMPOU, HACIA EL JAZZ

SERGI SIRVENT & DAVID VIÑOLAS, Recreations Tímbriques de Satie a Mompou (Columna Música, 2025)

No es la primera vez que hablamos de Erik Satie ni de Federico Mompou en este blog, ni será la  última en la que pianistas de jazz (Julián Solarz fue el último que apareció por este blog "hablando" de Mompou) se acerquen a su obra, pero cada visión particular de los temas de estos compositores, cuyo impresionismo y experimentación se acercó mucho al universo jazzístico, es acogida con tanto interés como veneración. El jazz nacía mientras Satie vivía los últimos años de su carrera. ¿Le inspiró? Podríamos afirmar que Satie inspiró a Francis Poulenc, quien a su vez fue una de las influencias de Mompou, que tanto ha inspirado a músicos de jazz... 

Erik Satie
Pero hoy escuchamos algo diferente, distinto en el sentido de que no tenemos a un pianista a solas con su piano (como en los originales) ni a un combo de jazz reimaginando la estética impresionista, sino un dúo de piano y batería (compuesto por Sergi Sirvent David Viñolas), algo muy poco frecuente. Si ya en 2009 Ximo Tébar transportaba la música de Satie al lenguaje de la guitarra de jazz con una decena de músicos, aquí la solitaria conjunción de piano y batería redunda en una tímbrica inédita, con momentos experimentales dentro del impresionismo y del miniaturismo de los dos compositores versionados, permitiéndoles jugar con lo que Mompou llamó "la música menos compuesta del mundo".

El álbum comienza por Satie y termina, de una manera lógica, con dos  únicos temas de su "descendiente musical" Mompou. Desde la melancolía de "Gnossienne III" (Mompou) pasando por varias "Pieces froides" en las que la batería complementa  sutilmente la expresividad de las repeticiones, hasta el lirismo de "El llac", podemos oír un abanico de sonidos especulativos que acercan las composiciones a una sonoridad cercana al jazz contemporáneo sin subvertir la intención original. 

Foto: Xavier Esteban
Es un recorrido por distintas piezas de Satie y dos de Mompou con experimentos entre medias, como una composición original de David Viñolas titulada "Satiesmiles", que rinde homenaje a Satie sin imitarlo, con ritmos cambiantes, inestables, impresionistas, y dos temas compuestos por Sirvent ("El fet y la ficció" y el juguetón "Lirisme delirant", que son dos contrafacts de "Gnossienne II" y "Gymnopédie I", respectivamente)  donde piano y batería conversan y convergen de una manera iluminadora.

Con esta grabación, realizada el 14 de julio de 2024 en el estudio de Albert Moraleda en La Garriga (Barcelona), Sergi Sirvent y David Viñolas convierten su colaboración en una trilogía después de haber publicado anteriormente dos Recreacions Tímbriques (De Mompou a Bartók y De Mompou a Bártok vol. II) en Selffish Records. Recomendable, tanto para entendidos como para  excépticos.



* Más info: 

EL ÚLTIMO DÚO

DAVID LENKER & VICENTE SOLSONA, 
A Few Remarks (LaLabelWeb, 2024)

En el vasto universo del jazz hay músicos cuyos nombres nunca se escuchan. Son músicos que aparecen en grabaciones como sidemen, músicos que escuchamos en algún club de jazz por casualidad o que no han tenido, por cosas de la mercadotecnia o de las discográficas, la repercusión necesaria. Nombres como David Lenker o Vicente Solsona quizás no estén en boca de todos los aficionados, pero corresponden a dos músicos con una experiencia tan dilatada que cuesta pensar que no hayamos coincidido. Por desgracia, el álbum a dúo (piano / guitarra) que escuchamos hoy llega después de que Lenker falleciera, desgracia que retrasó el lanzamiento del disco. Lo escuchamos, por tanto, como un homenaje póstumo.

Porque A Few Remarks es, a su vez, un homenaje múltiple, un tributo a los compositores que influenciaron a estos músicos de jazz que, como muchos, han pasado también por escenarios acompañando a cantantes de otros géneros. Bill Evans, Lennon & McCartney, Monk, Antonio Carlos Jobim... son algunos de los compositores versionados en esta formación (que siempre considero tan exigente y valiente) como es el dúo de jazz.

David Lenker fue un pianista y compositor de Pensilvania que vivía en España desde 1987. Acompañante de músicos de la talla de Jorge Pardo, Perico Sambeat, Carles Benavent, Bob Sands o Antonio Mesa) llegó a grabar un disco como líder en 2001 y compuso bandas sonoras para el director francés Vincent Biarnés. Tiene un gutsto muy elegante por las notas de blues, y esto se nota de manera conmovedora es su composición "Blue Ballad", que aparece en este disco, con una forma peculiar de integrar el blues en un dúo con guitarra. Vicente Solsona, por su parte, nació en Segorbe (Catellón) y se licenció en composición en el conservatorio de Málaga. Habitual también como sideman (Ximo Tébar, Perico Sambeat, Jose Carra...) ha compuesto y grabado música experimental y para ballet. Como guitarrista, nos encanta, especialmente, la forma en que lleva adelante la melodía en "Pools", improvisando durante todo el tema con muchas referencias.

No, ni Lenker ni Solsona hacen un jazz arriesgado ni moderno. Sus voces se mueven en un marco de contención lleno, sin embargo, de sensibilidad y expresividad, con notas cambiantes que, por momentos, emocionan. Esa forma de atacar el piano en "Remembering The Rain", tan distinta a la de Bill Evans, muestra una voz personal con su propio sentido del ritmo y la emoción. Lo mismo podríamos decir de la guitarra de Solsona, que envuelve de notas todo lo que versiona, improvisando y enfatizando los originales (especialmente notable en "Nodoby Knows" de Michel Legrand). Las siempre insólitas figuras musicales monkianas están presentes en su versión de "Think of One" mezcladas hábilmente con improvisaciones personales. "Aguas de marzo", por su parte, se mueve entre la bossa y el swing con tanta naturalidad que justifica aquel hermanamiento entre el jazz y la bossa que surgió hace 50 años y que despistó a puristas y sedujo a los aficionados.

A Few Remarks es un disco recomendable para amantes del jazz sin sobresaltos que busquen expresividad sin exceso de artificios.


* Más info: www.microscopi.cat/product-page/afewremarks

FUSIONES INESPERADAS

Nos encanta descubrir voces y sonidos nuevos. Hoy escuchamos tres álbumes de April Records que tienen algo en común: son fusiones inesperadas de instrumentos que nunca habíamos escuchado juntos o de estéticas que parecían imposibles de emparejar. En ellos las tímbricas de los instrumentos se adaptan al diálogo y en todos surgen sinergias que dan sentido a la música. 


LIS WESSBERG, Twain Walking (April Records, 2024)

Twain Walking  no es un disco de jazz electrónico sino un disco de jazz donde, en ciertos pasajes, la electrónica (Rhodes, Moog, sintetizadores) suma capas para favorecer la expresividad del trombón. Bajo y batería siguen formando una sección rítmica típica del jazz. La trombonista danesa Lis Wessberg resulta un gran descubrimiento con este álbum, donde mezcla con habilidad paisajes sonoros electrónicos con un jazz seductor e hipnótico, un paso adelante, una versión contemporánea del cool jazz que lleva tocando 30 años.

Como el cool, que se mueve entre lo salvaje del bop y lo sereno del pop, el jazz de Wessberg flota entre la tradición hot jazz y la frialdad nórdca. Llevando más lejos la metáfora, sus composiciones están a medio camino entre la experimentación de Miles Davis y la serenidad de la trompeta de Miles Davis.

Con composiciones propias y rodeada de los músicos Steen Rasmussen (Fender Rhodes, Moog, sintetizadores, piano), Lennart Ginman (contrabajo, electrónicas), Jeppe Gram (batería) y la voz de Karmen Rõivassepp, nos ofrece un valioso repertorio que va de los paisajes ambientales, casi cinematográficos, a otros donde el groove nos empuja sin remedio, como es el caso de "Trapestry of Life", donde los sintetizadores crean una energía cercana a las improvisaciones espirituales de Miles Davis al inicio de su época electrónica. Dicho sea sin ánimo de comparar.



* Web oficial: www.liswessberg.com


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EMIL DE WAAL, Fire Øjne (April Records, 2024)

El caso del percusionista danés Emil de Waal plantea una experimen-tación dentro de la experimentación. A sus singulares composiciones suma la complejidad de hacer un disco a dúo, pero no un disco a dúo con otro músico sino con uno distinto en cada tema. Concebido en principio como un disco en solitario (ya que afirma que en sus disco anteriores las decisiones fueron colectivas y aquí son personales), este Fire Øjne (literalmente, cuatro ojos) explora las posibilidades conversacionales con otros instrumentos, además de experimentar personalmente con ritmos y con electrónica, programación, flauta, agua y, por supuesto, percusión.  

Algunos de estos dúos a destacar son, por ejemplo, "Regnvejrssang", una vieja sintonía de dibujos animados de los años 70 que De Waal interpreta aquí junto con Fredrik Lundin en la flauta baja, reforzando una poderosa intención melancólica; "Paradigme", donde juega con el sonido del agua como si de un instrumento de percusión se tratara, mientras el piano electrónico crea ambientes inquietantes; "Generøs", en el que Cecilie Strange presenta un tema bastante libre al saxo, lleno de inquietantes giros que De Waal amplifica con la percusión... Aunque quizás la fusión más interesante sea la de "Halvfirs Ferms", donde la percusión obsesiva de De Waal se une a la guitarra de Rasmus Oppenhagen Krogh, que realiza un trabajo casi netamente rítmico, conformando un tema hipnótico. Dos temas con raíces menos experimentales son "Limbo Jazz" de Duke Ellington, donde establece un ritmo muy crudo mientras el saxo barítono de Lundin revive la festiva melodía elliingtoniana, y "Silence", una composición de Charlie Haden que ya interpretaron Chet Baker y Don Cherry, y que aquí, con el sonido que Susan Alcorn extrae de su pedal guitar, cuyos largos fraseos suenan casi a órgano, toma el carácter de un himno sagrado. El único tema en solitario es "Logistik", una enorme improvisación de batería que resulta más narrativa que explorativa. Tema contenido y sinuoso, deja la sensación de haber escuchado un tema completo, no un solo. 




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DAWDA JOBARTEH & STEFAN PASBORG, 
Live in Turku (April Records, 2024)

La kora es un instrumento de 20 o 21 cuerdas, pariente lejana del laúd y del arpa. Traída de Gambia y países limítrofes, no se nos ocurre un instrumento menos habitual en el jazz. Pero ahí está Live in Turku, un disco de música improvisada con tintes de world jazz cuyo principal responsable es Dawda Jobarteh, un músico gambiano, hijo y nieto de músicos, que vive en Dinamarca. Su cómplice es el percusionista Stefan Pasborg

Tras el seductor comienzo a tempo lento, con la percursión manteniendo un ritmo intrigante y la kora anunciando una melodía aparentemente plácida, el disco estalla en una explosión de energía más similar al jazz rock que al folklore africano o al afro jazz. De hecho, lo que toca Jobarteh en este inicio es una versión eléctrica del instrumento tradicional. No podemos eludir que el disco es pura energía, energía llena de melodías exóticas donde ambos músicos se complementan y suenan como si fuera una banda completa, gracias a las propiedades armónicas de la kora y al trabajo polirrítmico de Pasborg. 

El álbum, grabado en directo en el Festival de Jazz de Turku (Finlandia) en abril del año pasado, contiene cinco temas originales de Jobarteh y de Pasborg, una versión de un tema del baterista Ed Blackwell ("Togo") con un comienzo poético e improvisaciones tremendas, y alguna referencia clásica, como una versión de "Better Git It In Your Soul", que Charlie Mingus publicó en su Mingus Ah Um (Columbia, 1959) y que aquí suena más potente y más africana que nunca con las armonías de la kora. ¡Y con el brutal solo de batería de Pasborg!

En resumen, un disco singular, una inesperada fusión de armonías africanas con la energía de un jazz-rock hijo de Miles Davis, pero también de psicodelias herederas de Hendrix o McLaughlin con la Mahavishnu.



* Más info en aprilrecords.com/dawda-jobarteh-stefan-pasborg-live-in-turku/

CRISÁLIDA

EVA VERDE & DANILO TARSO, Chrysalis (Microscopi, 2024)

La crisálida del título es la metáfora del cambio y del desarrollo; en este caso, de dos músicos (la vocalista Eva Verde y el pianista Danilo Tarso) que presentan en Chrysalis una ecléctica amalgama de canciones que van desde la sensibilidad rítmica y poética de Cole Porter, pasando por Antonio Carlos Jobim o canciones tradicionales italianas hasta temas originales escritos en italiano, catalán e inglés. Una mezcla aparentemente heterogénea que, sin embargo, encuentra un estilo propio, homogéneo, en la combinación de voz y piano a lo largo de todo el álbum.

Los dúos de este tipo siempre son arriesgados. La voz suena más desnuda sin un grupo detrás, con el simple apoyo de un instrumento armónico pero único. Eva Verde lo solventa con personalidad y fuerza (fuerza también en la ternura de temas como la canción tradicional salentina "Bella ci dormi") o en juegos musicales como "Potser una papallona" o "Nunca es como parece", y temas donde vale la pena escuchar a Eva Verde mostrando una potencia emocional ("So In Love" de Cole Porter) mientras el piano ofrece su delicado contrapunto...


Foto: Laura Soriano

Danilo Tarso, pianista y compositor, fue el ganador en 2019 del Premio Lelio Luttazzi como mejor joven pianista de jazz italiano. Comenzó a estudiar piano a los trece años y se graduó en el Conservatorio "Giovanni Paisiello" de Taranto con matrícula de honor. Más tarde descubrió el jazz y la improsisación, y terminó sus estudios en la Siena Jazz University. Ha tocado con Logan Richardson, Joe Sanders, Nasheet Waits, David Krakauer... Entre sus trabajos discográficos destacan Locomotive Young Jazz Live Compilation (2015), Playing chess keyboard (2019), Coaction (2020), Still we dream (2023)... Actualmente, mantiene varios proyectos (Pianeta Solo, en solitario; Still We Dream, con Donatella Montinaro; y Terrestre, con Beatrice Arrigoni Cuarteto). 

Eva Verde es una habitual de la escena musical barcelonesa, donde actúa con músicos como David Xirgu, Demian Cabaud, Chino Swingslide, The Summer Lovers, Piero Frassi, Eddie Mejía... Comenzó a estudiar piano clásico a los cinco años, y posteriormente flauta, canto coral y lenguaje musical en Sant Andreu. Recibió una beca para cursar estudios superiores en el Conservatorio de Música del Liceo de Barcelona dentro de la modalidad de Cante Jazz y Música Moderna, estudios que completó en Italia, en la Academia Nazionale de Jazz (SJU) con profesores como Gerald Clayton, Michael Kendrick, Jason Palmer... Ha grabado varios discos, como Folc a l'estudi (2020), con dieciocho composiciones originales, y Unexpected (2020). Conoció a Danilo Tarso durante su residencia en Italia, donde surgió este proyecto. 

Chrysalis contiene una amalgama de temas que se escapa a menudo del marco del jazz, pero que merece la pena escuchar por su colorista versatilidad y por lo que estos dos músicos son capaces de ofrecer en sus respectivos instrumentos. No todo es jazz en toda la extensión de la palabra, pero son dos músicos que sorprenden, y eso es mucho decir. Como canta Eva en una de sus canciones (con música de Tarso), "Hay cosas que, por suerte, no son lo que parecen". 







(NO SOLO) VOCES FEMENINAS

Siempre he pensado que hacer un concierto de "mujeres del jazz" o un ciclo "femenino" o ¿por qué no? un artículo sobre ellas era discriminar, discriminar en el sentido de poner aparte, separar, pero lo cierto es que esta selección de discos que vamos a escuchar hoy han llegado hasta aquí porque son lo más interesante que hemos escuchado en las últimas semanas y porque, dándole vueltas a cómo hablar de estos álbumes sin quedarnos cortos, nos hemos dado cuenta de que juntos suenan mucho mejor. Hoy estamos escuchando los discos recién publicados de la pianista Élia Lucas y de las cantantes Mónica Matabuena y Paula Barranco (a dúo con el pianista Jan Domènech).

ÉLIA LUCAS QUARTET, Introspecció (Microscopi, 2023)

El álbum de debut de la pianista Élia Lucas comienza con un tema introspectivo, con volátiles acordes de piano y una melodía nostálgica, intimista. A los oídos llega de manera aséptica, alejada de la negritud del jazz, pero el disco va evolucionando a lo largo de sus 7 temas (todos ellos compuestos por Élia), moviéndose por excitantes sonoridades de country blues ("Cercles"), influencias pop de las últimas décadas, aires mediterráneos de resonancias árabes, mucha meditación (conmovedora "Línies"), inteligentes revisiones de cánones clásicos ("Bach Reinterpretations")...

Se percibe, tanto en la compositora como en la pianista, un instinto natural por encontrar una voz propia. Y lo hace destilando estas influencias y jugando con la sensibilidad de los miembros de su cuarteto, de los que destacaría sin dudar el solo de contrabajo (Tomàs Pujol) en "Cercles", sobre todo la forma en que dialoga con el piano. En el saxo alto (y soprano) escuchamos a Edu Pons, siempre poético en sus intervenciones, casi como si contara historias (y atronador en "Dreamin"), y a la batería, Kike Pérez, intenso o sutil según el tema, con un interplay fabuloso en todos los momentos. 

Élia Lucas se graduó en la especialidad de Interpretación Jazz y Música Moderna en el Taller de Músics ESEM. Aparte de dedicarse a la docencia, ha recorrido con su cuarteto festivales y salas de Valencia y Barcelona, donde reside. La intensidad del álbum, tanto en los temas energéticos como en los introspectivos, conmueve, y eso es algo que se puede decir de pocos discos. 



* Más info: www.microscopi.cat/elialucasquartet


MÓNICA MATABUENA, Matabuenapura (Errabal Jazz, 2023)

Desde el primer momento, utilizando el scat como forma de expresión, la cantante getxotarra Mónica Matabuena deja claro que su instrumento es la voz y que utiliza su voz como un instrumento. Esto no quiere decir que renuncie a las letras de sus canciones, ya que ha elegido un heterodoxo pero emotivo repertorio que incluye, entre otros temas, canciones propias, revisiones de Miles Davis e incluso de alguna copla con ritmo latino.

Armonía y ritmo. Aunque suene obvio, estos dos elementos son las principales armas de Mónica Matabuena. Con ellas interpreta y compone, y dota a sus letras (emotivas "Nora" y "Nana") de una sensibilidad que no alcanzaría esta expresividad si no estuviera basada en recursos jazzísticos. Algunas reflejan infuencias de bossa nova. La versión de "Blue In Green" (Bill Evans), donde la guitarra manda en el tema, tiene la letra con la que la cantó Cassandra Wilson pero una personalidad completamente distinta, más etérea sin perder sensibilidad, más latina. 
 
La voz apasionada pero madura, serena, de Mónica Matabuena infunde a todos los temas un carácter maduro y una pátina de perfección. Aunque se trate de un disco de debut, la cantante arrastra una dilatada carrera en formacones de jazz (Las Negras del 45, Cinema) y bossa nova (Joao, con Marco Martínez), además de ejercer como profesora de técnica vocal. El álbum de debut llega en plena madurez y está lleno de técnica, recursos, modulaciones, sorpresas, resonancias de Joao Gilberto, de Ella Fitzgerald... Le acompañan el guitarrista Marco Martínez, el bajista Ander García, Miguel Benito a la batería, Jorge Castañeda (The Machetazo) en el Fender Rhodes y el solicitado Chris Kase en el fliscorno. Solo puedo añadir que debe ser una delicia escucharla en directo.



* Más info: monicamatabuena.com


PAULA BARRANCO & JAN DOMÈNECH, 
When Love Is Around (Microscopi, 2023)

Hay un descaro juvenil y feliz en la manera en que Paula Barranco ataca las notas de "I Just Found Out About Love" con un swing más propio de la Era Dorada del jazz que de las cantantes modernas o "actuales". Es un placer, no se puede definir de otra manera, especialmente con el desafío que supone verse arropada única y exclusivamente por el piano, donde Jan Domènech mantiene un tour de force con la vocalista. Y es no hay temas plácidos, todo es swing, erudición, recursos, más recursos... y un repertorio donde todos los temas hablan de amor.

Con el color clásico de esa voz y el swing incansable de ese piano, el repertorio avanza por una colección de standards poco habituales y que merece la pena descubrir: "Fools Rush In" nos traslada a los años 40 donde triunfaba Johnny Mercer (Elvis le dio después otro carácter); "Tenderly" sigue explorando esa década y nos ofrece una versión distinta a las de Ella o Billie, una interpretación lacónica y bellísima; "What Are You Doing The Rest Of Your Life" es un clásico inevitable, especialmente a dúo; "Angel Eyes" es un standard recuperado y demasiado versionado desde que Sting lo hizo en los 90, por lo que sorprende su frescura aquí, especialmente por esa manera tan emotiva de Domènech de atacar el tema... Podríamos seguir desmenuzando el disco, pero esto ya da una idea de su filosofía. Solo me gustaría resaltar el magnífico acercamiento a la música brasileña de "Caminhos Cruzados" (Jobim) con el que concluye el álbum.

Paula Barranco y Jan Domènech son dos artistas salidos del Conservatorio del Liceu de Barcelona. Paula trabaja en distintas formaciones, mientras que Jan actualmente cursa un máster en La Haya además de formar parte de proyectos como la Sant Andreu Jazz Band. Entre uno y otro han participado en más de 20 grabaciones. Juntos, son un dúo que esperamos que tenga continuidad porque tener, tienen madera de jazz, y nos presentan un álbum recomendable y necesario para recuperar un espíritu en el jazz que hoy se deshace en experimentos (en su mayoría) fútiles.



NOSTALGIAS DE LO COTIDIANO

LIDIA FACERÍAS | EDU PONS, Mapas de días y pájaros
(Underpool, 2022)

Con el enigmático pero sugestivo título de Mapas de días y pájaros, nos encontramos una colección de composiciones de jazz contemporáneo, de estructura muy libre, que muestran, sin embargo, una belleza abrumadora. Con mucha libertad y el arriesgado formato del dúo piano/saxo, Lidia Facerías y Edu Pons despliegan un mapa de nostalgias que conectan con influencias jazzísticas (y de otros ámbitos) que no dejan indiferente al que escucha.

Hay una sinergia evidente entre estos dos músicos, que ya grabaron juntos en 2021 un EP titulado Cambió la hora. Fruto de esta experiencia, han desarrollado este repertorio compuesto por ambos (aunque por separado) y en el que comprobamos no solo el interplay sino también que el experimento funciona y que la tímbrica de piano y viento (ya use Pons flauta, saxo tenor o soprano) encaja en ese relato nostálgico que nos plantean en títulos como "Árbol eterno", "Aristea", "Lonely beret's man"... con algún inciso más rítmico y divertido ("Piracucú", donde la flauta de Pons nos trae reminiscencias de jazz latino).


Composiciones muy inspiradas que instalan al oyente en paisajes sonoros como mapas de lo cotidiano (cuentan), con un efecto narrativo, muy cinematográfico, casi gráfico, que funciona como una banda sonora. Un proyecto lleno de sensibilidad que también exige sensibilidad al oyente y que, al tiempo que rompe estereotipos del jazz, encaja con muchos de ellos para placer de quien escucha. Muy recomendable.



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3 x 2

Si bien siempre ensalzamos el trío como la forma perfecta de interplay en jazz, hay un formato mucho más excitante y, a la vez, más complicado incluso que grabar en solitario. Nos referimos al dúo. En un dúo el diálogo es constante y obligado, no hay manera de eludir la respuesta al otro, la obligación de respaldar sus solos, la responsabilidad... La semana pasada hablábamos del fabuloso dúo entre Fred Hersch y  Esperanza Spalding, pero un dúo piano/voz es algo habitual y hoy vamos más allá con tres dúos insólitos y tan diferentes que sorprenderán a todo aficionado al buen jazz. 

JON PIRIS & IÑAR SASTRE, Pasieran (Errabal Jazz, 2022)

En este disco hay momentos de una belleza absoluta, elevada al nivel de equilibrismo lírico por la razón de que son un contrabajista y un pianista los encargados de confeccionar las imágenes sonoras; dos instrumentos de ritmo, uno de ellos armónico y el otro no. Los equilibristas son Jon Piris al contrabajo e Iñar Sastre al piano, dos músicos de la escena vasca a los que hemos escuchado en distintas formaciones y que aquí crean su propio mundo, aparentemente simple pero complejo en la ejecución y en el resultado.

No es un disco fácil ni homogéneo. Es un paseo (como sugiere el título) por influencias y también por zonas sin explorar donde ambos músicos buscan expresarse con libertad pero respetando al compañero, un diálogo constante que aporta momentos muy brillantes (el tema más brillante, quizás por su paz y su elocuencia es "Arimarena", con algunos momentos sutiles de llamada y respuesta que piden una nueva escucha, y otra...) y otros donde asumen riesgos sin perder la musicalidad.

Como en todo paseo, surgen paisajes inesperados. En "Paris-Donostia" suenan momentos de inspiración barroca (Sastre también ha publicado música clásica), complejos y excitantes en su contraste, mientras que en "M-Ren Eskua" oímos una pieza mucho más libre, minimalista, con algún guiño al rock progresivo, pero que no deja de ser un experimento, sonidos espculativos y sugerentes. Hablando de contrastes, es muy interesante el uso de melodías rotas, impresionistas, casi atonales por parte del piano en "Pasieran II" mientras que el contrabajo marca un ritmo más purista. 

En resumen, Pasieran es un disco complejo a cargo de dos músicos que pasean sin prisas, con una sensibilidad enorme, por los senderos del jazz moderno y asumen el riesgo de la improvisación contemporánea en busca de bellezas aún no exploradas. Para escuchar una y otra vez.


* Más info: www.hotsak.com/Errabal


LUBOŠ SOUKUP & CHRISTIAN PABSTLevitas 
(Animal Music, 2022)
Otro caleidoscopio también lleno de influencias pero en un camino más cercano al riesgo (sin abandonar el sentido de la melodía) es el que toma el dúo formado por el pianista alemán Christian Pabst y el saxofonista y clarinetista checo Luboš Soukup, dos músicos que se conocieron en 2011 en un conservatorio de Copenhague, que han desarrollado carreras muy diferentes, que coincidieron en el ensemble de Lionel Louke, y que en abril de 2022, tras una década tocando juntos y separados, se metieron en el estudio HAMU de Praga para desarrollar este ejercicio musical íntimo donde unen sus dos modos diferentes de sentir la música improvisando uno en torno al otro.

Durante todo el álbum, la sinergia entre ambos músicos es audible y el extraño formato piano/saxofón destila musicalidad en cada tema. Desde la obertura del disco, un tema esencialmente rítmico titulado "Barcelona", el dúo va improvisando y desarrollando un repertorio que oscila entre referencias jazzísticas, de la música clásica o del folk europeo, melodías preciosistas como "Snow", también temas agresivamente rompedores ("The Red Sea"), de expresividad minimalista ("The House Above the Trees")... 

No es fácil construir un universo sonoro como el que construyen Soukup y Pabst, sin sección rítmica y siempre buscando el límite al que pueden acceder dos instrumentos tan distintos en su diálogo sin perder la sintonía ni la lógica musical. No es fácil pero en Levistas parecen haberlo conseguido.





NATSUKI TAMURA & ITTETSU TAKEMURA, 
Lightning (Libra Records, 2022)
Quizás el dúo más insólito de esta selección sea el formado por el trompetista Natsuki Tamura y el percusionista Ittetsu Takemura (ambos miembros del Tokyo Trio de Satoko Fuji, de quien Tamura es marido). Su propuesta de free jazz basada en las composiciones de Tamura es Lightning, un álbum con solo dos temas. El primero, titulado "Ikazuchi" (relámpago, en japonés) es una suite de 29 minutos donde el trompetista transita por espacios sonoros llenos de soledad, desamparo y rebeldía a merced de los ritmos creados por la batería. El trompetista, dueño de una expresividad rara en el free, evoca sensaciones en casi todos los pasajes. El segundo de los temas, más breve, se titula "Kaminari" (trueno). Es un tema más ágil, rítmico en el sentido festivo y popular, donde la trompeta toma el protagonismo absoluto, ejecutando fraseos más vertiginosos y tan agresivos como la percusión. 

Foto de Bryan Murray

Un disco insólito, como decía más arriba, que vale la pena escuchar por su originalidad, por la frescura con que acometen este viaje exploratorio y singular, y por conocer de primera mano a estos dos músicos japoneses y su interplay lleno de energía y entusiasmo. Es la primera vez que ambos tocaban como dúo y el propio Tamura afirma que dio al percusionista las composiciones en el club de jazz el mismo día de la grabación; aún así, el disco está lleno de ideas y momentos espectaculares, lo que hace de estos temas un viaje inesperado y divertido, tanto para los músicos, como afirma Tamura, como para el oyente.


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* Más info: natsukitamura.com

QUÉ DÚO

FRED HERSCH & esperanza spalding, 
Alive at the Village Vanguard (Palmetto, 2023)

Fue a principios de 2008, cuando Myspace era lo más y Youtube daba sus primeros pasos, cuando escribí una breve (demasiado breve) nota en este blog alucinado por el primer álbum de esperanza spalding. La titulé La gran esperanza femenina. Desde entonces, se ha consolidado como una de las instrumentistas, cantantes y compositoras más personales del jazz moderno. Cambiando de estilo a placer, dominando dos instrumentos tan complejos y a menudo infravalorados como son el contrabajo y la voz, spalding es un nombre imprescindible y, si ya la habíamos disfrutado como cantante, nos quedaba oírla en un repertorio de standards y, por supuesto, no se nos ocurre mejor forma que acompañada únicamente por un pianista y, si ese pianista es nuestro pianista favorito de las últimas décadas, Fred Hersch, y el escenario es el espacio íntimo de un club (el Village Vanguard, la otra casa de Hersch, hogar también de grabaciones imprescindibles a lo largo de las décadas), ¿qué más se puede pedir?

Sería absurdo imaginar que Hersch se limitara a acompañar al piano a esperanza spalding. La creatividad vive en los dedos de Hersch. Lo hemos escuchado en todos sus discos, especialmente a trío o a piano solo, y aquí se convierte en un motor impresionante, lleno de color y recursos, con solos aplaudidos, que envuelven a la voz con todo su ingeniería. 


La musicalidad en la voz de esperanza spalding, con tu tímbrica y su descaro para improvisar y hacer reír al público, es puro oficio y no desmerece frente a las divas clásicas, transportándonos a aquellos buenos tiempos en que el jazz era más social y apasionante que intelectual. Y spalding juega constantemente con su voz y disfruta y hace disfrutar al público. Tanto si hace scat , como en "Loro" (Egberto Gismonti), o convierte un tema tan melódico como "But Not For Me" en un ejercicio de malabarismo vocal, todas sus intervenciones son un disfrute.

El disco, que saldrá a la venta esta semana, fue grabado entre el 19 y el 21 de octubre de 2018 en el famoso Village Vanguard sin partituras ni arreglos escritos de antemano, dos figuras muy diferentes del jazz actual que solo habían coincidido en los escenarios en pocas ocasiones y que aquí enfrentan sus diferentes formas de enfocar las canciones y que encajan de una manera gozosa en un evento único, dinámico y vivo, que agradecemos que esté grabado y disponible para escuchar.


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* Web de Palmetto Records: www.palmetto-records.com/artists

* Otras reseñas de Fred Hersch en este enlace.



LUZ Y SOMBRA

JULIO AWAD Y PATXI PASCUAL, Flash & Shadow (2022)

Flash & Shadow es el fruto de la colaboración de dos músicos muy diferentes, uno radicado en el jazz, Patxi Pascual (Jerry González, Creativa Junior Big Band, Pepe Ribero Big Band) y Julio Awad, de trayectoria más teatral y que, sin embargo, ha grabado con musicazos como Peter Erskine y John Patitucci. Awad es, además, compositor de bandas sonoras y premiado director musical de muchos espectáculos en Madrid, mundillo donde ambos han coincidido. 

Desde "Marga's Life", que inaugura el disco, percibimos una intención lírica en los fraseos del saxo, en el sosiego del piano, canciones sin palabras en los límites de un jazz suave y parco en síncopas pero bello, buscando la lírica y la historia en las melodías y en los largos solos. No es, para nada, un jazz trasgresor ni clásico, sino un lenguaje crossover que, por definición, puede llegar a todos los públicos.

Sin embargo, quizás sea esta la baza más atractiva del disco, esos extensos discursos de Patxi Pascual, llenos de largos fraseos y florituras inesperadas, alternándose con los solos emotivos, estimulantes de Awad, plagados de aires de blues, pop, cinematográficos, líricos... que conducen a estribillos pegadizos en los que ambos "cantan" al unísono como si fueran canciones. En todos los temas hay espacio para el desarrollo melódico y para la improvisación, sin aparentes restricciones, a pesar de que los temas no son muy largos. Entre medias, un diálogo entre dos músicos con tanta experiencia que cada momento es un un paso más allá. Todo esto es posible con una sección rítmica donde participan los percusionistas Sergey Saprychev y Paul Wertico, y con la participación de la actriz y cantante Inma Mira en "Agosto".

Destacaríamos, por su singularidad, "Calima", donde Pascual toca la flauta trayendo al jazz aires mediterráneos y de oriente próximo, y donde Julio Awad tiene su mejor (aunque breve) solo. El álbum termina con una suite en dos partes titulada como el álbum, "Flash & Shadow", donde todo este ejercicio de expresividad e intensidad alcanza su punto más dramático (como si se tratara de una historia), redondeando un disco donde la expresividad y el sentimiento son el motor de los temas y donde la belleza y la perfección privan por encima de todo. 

El disco ya está a la venta y se presenta los días 27 y 28 de abril en directo el Café Central de Madrid. 

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LA ÍNTIMA EXUBERANCIA DE DUKE ELLINGTON

BLOOM/FUNKHOUSER DUO, Exuberant Ellingtonia: Flute & Piano Sessions (Americas Musicworks, 2022)

Nos ha llegado uno de esos discos que sabemos que son joyas únicas antes de escucharlos. Exuberant Ellingtonia: Flute & Piano Sessions es un trabajo que explora la música de Duke Ellington de una manera íntima, con el sonido desnudo y, a la vez, tan elocuente de flauta y piano. Los responsables son dos músicos veteranos: el pianista John Funkhouser (Joe Lovano, Luciana Souza, Mark Walker) y el flautista Peter H. Bloom (FiLmprov Ensemble, The Modernistics). Ambos llevan una buena cantidad de años tocando juntos, entre otros proyectos, en la Aardvark Jazz Orchestra de Mark Harvey


El álbum no solo repasa clásicos de Ellington archiconocidos ("Prelude to a Kiss", "Sophisticated Lady", "Isfahan" o "In A Sentimental Mood") y sus inevitables temas bandera ("Caravan" de Juan Tizol, "Take The 'A' Train" o "Chelsea Bridge" de Billy Strayhorn) sino también rarezas menos habituales en las recopilaciones y homenajes a Ellington, como "I Let a Song Go Out of My Heart", una de las melodías más deliciosas del Duque, que apareció en 1938 como cara B de "The Gal from Joe's"; o el temazo "This Ain't What The Used To Be", una melodía que no fue compuesta por Duke Ellington pero que formó parte de su repertorio en 1941, cuando estaba en huelga contra la American Society of Composers, Authors and Publishers y no podía tocar sus propios temas en la radio. Por suerte, tenía donde elegir, y utilizaba temas escritos por Billy Strayhorn o por su hjjo, Mercer Ellington, que escribió este  "This Ain't What The Used To Be", entre otros temas.

Un repertorio singular, en versiones singulares e íntimas que exploran también la tímbrica de ambos instrumentos y su interacción, así como los límites del jazz, límites que la música del Duque sobrepasaba a menudo. 

Les dejo disfrutando de esta versión llena de blues de "I'm Beginning to See the Light", escrito por Ellington, Johnny Hodges y Harry James.



Y de regalo "This Ain't What The Used To Be".



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CANCIONES DESNUDAS

ANNA RODRIGUEZ & ELISEO LLOREDA, 
And... We Still Are (2021)

Canciones desnudas en el sentido en que este dúo, formado por la cantante Anna Rodríguez y por el guitarrista Eliseo Lloreda, defiende sus temas sin ayuda ajena, "desnudando" sus instrumentos con la sinceridad de su sonido natural. Habituales de los escenarios canarios, Anna y Eliseo han compuesto todos los temas de este álbum buscando un sonido íntimo y, a la vez, intenso en el que se perciben complicidad y experiencia.

Las canciones de And... We Still Are van desde la balada de jazz ("Crazy Mad") pasando por aires de bossa nova ("Meu Coraçao"), el soul ("Irresistible"), el blues ("Seven Years") o el inevitable juego del scat que Anna ejecuta con delicadeza y sin estridencias, jugando al ritmo de la guitarra ("Tanoji"), y que cobra protagonismo absoluto  en un tema llamado "Seselhombre", compuesto por Lloreda, en el que no hay letra y la voz, tarareada, se convierte en instrumental (en todo el sentido de la palabra) para desarrollar una balada llena de ritmos contenidos y sutilezas a media voz. Una delicia. 



Es el tercer álbum en el que colaboran y se nota el interplay forjado en directo. La voz de Anna suena más traviesa que en los discos anteriores, de lo que resultan muchos momentos de fraseos brillantes y divertidos para aquellos que aprecien la voz como instrumento de jazz. Con arreglos en casi todos los temas de Eliseo Lloreda, el disco mantiene una línea clara a través de todos los estilos que toca, y aprovecha las tímbricas de dos lenguajes tan distintos como la voz y la guitarra para llevar la expresividad al máximo nivel. Una escucha detenida (o repetida) del disco descubre técnicas y recursos sumados de manera incansable pero sin recurrir a los fuegos artificiales, algo de agradecer, de lo que resulta un álbum íntimo, delicado, que aporta en sus 8 temas mucho más de lo que uno espera. 

No quiero cerrar el artículo sin dedicar un momento a un tema en especial. El tema es "Sandra Number 5", una melodía en la que Eliseo Lloreda usa el hog para conseguir el sonido del chelo en la guitarra y Anna canta a dúo con él consiguiendo unos pasajes al unísono ciertamente deliciosos.

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Más info: www.whatwearejazz.com

NOVEDADES DE PIANISTAS

Esta semana hemos escuchado a varios pianistas que merecían una reseña y hemos decidido incluirlos en la misma reseña para comparar las distintas posibilidades estilísticas y expresivas del piano.

IGNASI TERRAZA, Intimate Conversations (Swit, 2021)

El primero de ellos es Ignasi Terraza, que es quizás de todo el panorama español el pianista en cuyos dedos suena más nítida la tradición. Ya tengan la suerte de escucharle como sideman (en directo es brutal) o con su trío, su sonido es clásico y moderno al mismo tiempo. Su nuevo proyecto se llama Intimate Conversations (Swit Records, 2021) porque es un disco de dúos donde "conversa" con músicos de su talla con soltura y derrochando recursos, algo que en dúo es más fácil y también más arriesgado. Los músicos/amigos elegidos para la ocasión son figuras imprescindibles de la escena barcelonesa (Scott Hamilton y Andrea Motis) y madrileña (Antonio Serrano). 

No son dúos inéditos porque es un formato que se repite mucho y que responde a esa necesidad de interplay que Ellington llamaba conversational jazz y que, normalmente, involucra a mucho más que dos músicos. Aquí, con la calidad de los amigos de Terraza, las conversaciones fluyen de una manera natural. Con Antonio Serrano forma un dúo piano/armónica (algo poco habitual que, sin embargo, ya utilizó Serrano con Federico Lechner en La extraña pareja en 2012). Es entre estos dos músicos donde la tradición de Nueva Orleans brilla con más fuerza. Ritmos caribeños, notas de blues, herencia de folklores españoles perdidos en la América de antes del ragtime... Ambos hacen todo un despliegue de recursos en este "Confirmation" que se vuelve nostalgia en "An Emotional Dance" y "Bye Bye Blackbird".

Con Andrea Motis explora otros terrenos, desde los momentos instrumentales trompeta/piano, algo poco escuchado, hasta las canciones. No sé si es suerte pero a Andrea Motis no le ha cambiado la voz desde su primera experiencia en la Sant Andreu Jazz Band, y juega con ello. Como instrumentista se nota la evolución disco a disco. Alcanzó su madurez como trompetista muy pronto y aquí demuestra sin más acompañamiento que el piano lo que tantos hemos visto en directo. Terraza se adapta a su lenguaje como un buen conversador: comprendiendo a quien tiene enfrente y llevándolo con sutileza a su terreno. Lo mismo hace con Scott Hamilton, dueño de un clasicismo envidiable e inalterable. Sus dúos en este disco son atemporales, brillantes y conmovedores, sobre todo "People". Como dicen por ahí más arriba, chapeau!

Este es uno de los temas incluidos en el álbum, "Shiny Stockings" (Foster). Fíjense que los músicos, para conversar, no necesitan mirarse: Terraza toca de espaldas a Motis.

Más info: www.switrecords.com


FALKNER EVANS, Invisible Words (CAP, 2021)

La música como poderosa arma de curación es lo que encontramos en Invisible Words (CAP, 2021), el nuevo álbum de Falkner Evans. La historia detrás del disco es sencilla y dura. Su esposa Linda se quitó la vida en mayo de 2020. Superar esta trágica circunstancia pasaba por volver a tocar y no podía ser de otra manera que con un disco a piano solo donde toda la emoción recae en el propio Evans, ocho temas que se mueven entre el ritmo y el lirismo más profundo y que nació en un lugar de Massachusetts cercano a la naturaleza, a donde llegó huyendo del apartamento que la pareja había compartido en el Greenwich Village y donde encontró un piano en no muy buen estado que le permitió, a través de la música, comenzar a comprender emocionalmente lo ocurrido. 

Si bien el álbum está construido con tiempos lentos, las armonías de los temas se mueven entre lo profundo y contemplativo ("Brightest Lights", "Breathing Altered Air") y la felicidad de recordar ("Lucia's Happy Heart", "The Hope Card"). 

Invisible Words es el primer disco en solitario de Falkner Evans (su disco más reciente fue Marbles en 2020, con un septeto), que parece sentirse completamente libre para expresarse en este formato, redondeando una obra que habla por sí sola.

Más info: falknerevans.com


MASABUMI KIKUCHI, Hanamichi (Red Hook, 2021)

El tercer disco que hemos escuchado esta semana es una edición póstuma del pianista japonés Masabumi Kikuchi en Red Hook Records, un sello creado por el ex de ECM Sun Chung. El álbum, titulado Hanamichi, fue su última grabación de estudio y contiene seis temas que desvelan a un pianista involucrado en una búsqueda y una exploración constantes, un músico ecléctico que desde final de los años 60 trabajó con grandes del jazz como Gil Evans, Miles Davis, Paul Motian, Sonny Rollins, McCoy Tyner..., que exploró la música clásica contemporánea e incluso la electrónica. 

No tengo constancia de ningún disco de Kikuchi desde su Black Orpheus (ECM, 2012) hasta este Hanamichi. El periodo intermedio deja constancia un músico absorbido por la improvisación libre, un músico que con 74 años, en diciembre de 2013 y durante una sesión que duró dos días, grabó en Klavierhaus (Nueva York) este maravilloso disco en un Steinway, abandonando su filosofía de los últimos años y volviendo a un lirismo estremecedor, resultado de su capacidad para deconstruir melodías y armonías y sublimarlas hasta hacerlas suyas. 

Foto: Tae Cimarosti

Aquí merecería destacar (por encima de las dos versiones que hay en el disco de "My Favourite Things" o su "Ramona", llena también de silencios) su impresionante versión del clásico de George Gershwin "Summertime", donde el ritmo se detiene y hablan tanto los silencios como la melodía rota, lacónica, lenta hasta parecer dramática, desesperada. No creo haber escuchado una versión más estremecedora de este tema.

En japonés, se denomina Hanamichi al camino que cruza el patio de butacas del teatro hasta el escenario donde se desarrolla el kabuki. Creo que esta metáfora y un disco póstumo llamado así son un buen motivo para explorar hacia atrás la carrera de Masabumi Kikuchi, alias Poo.