Porco Rosso
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martes, 20 de diciembre de 2016
ROGUE ONE: UNA HISTORIA DE STAR WARS de Gareth Edwards - 2016 - ("Rogue One: A Star Wars Story")
Jyn Erso es una niña que vive en una tranquila granja con sus padres en un apartado planeta. Un día, todo lo que conoce termina de forma violenta cuando unos agentes del Imperio asaltan su casa y secuestran a su progenitor. Le necesitan para oscuros propósitos. La vida de Jyn, que logra escapar, cambia para siempre y se une a la rebelión. Pero su pasado misterioso va a volver a ella...
Al final el universo de "Star Wars" se ha apuntado a la exitosa moda de las expansiones y de los crossovers al estilo de los de los cómics de Marvel o DC y este año tenemos la primera de sus historias independientes para la gran pantalla, "Rogue One: Una historia de Star Wars", que narra una aventura situada entre los episodios tercero y cuarto de la saga, la que explica cómo se robaron los planos de la mítica Estrella de la Muerte. Gareth Edwards es el elegido para dirigirla, y se redime de su fallidísima versión de "Godzilla" de 2014 de sobra. "Rogue One" es posiblemente la película más oscura de toda su franquicia hasta este momento, y también la más atípica. Tiene personajes llenos de claroscuros y de ambigüedades, antihéroes bastantes de ellos que podrían coquetear perfectamente con el Lado Oscuro. El nuevo villano de turno tiene carisma sobrado y los protagonistas también, y en especial destaca un carácter principal bastante atípico y sorprendente durante todo el filme interpretado por una Felicity Jones en estado de gracia. No hay maniqueísmos además por ninguna parte, lo cual es muy loable: los rebeldes son por primera vez retratados alejados del heroísmo total y absoluto de otras entregas y son puestas en tela de juicio sus prácticas expeditivas, sus rencillas internas y sus fanatismos, que a veces se asemejan peligrosamente a los del Imperio. Tiene el filme también una atmósfera más decadente que otros capítulos, y más sombría, aunque tampoco se renuncia al humor esperable, que es el justo y necesario y que es fino e inteligente. Y tiene un guión que escapa constantemente de lo tópico, de lo habitual y de lo típico, y que cuenta con un desenlace lleno de sorpresas.
La historia de "Rogue One: Una historia de Star Wars" sabe integrarse sin fisuras en el lugar que le corresponde en la saga y está llena de homenajes constantes. Y los efectos especiales son excelentes: esto era de esperar debido al respaldo económico que tiene el filme, pero lo remarco porque el trabajo que se ha realizado para "revivir" a actores que ya fallecieron pero que era necesario tener en el filme es más que destacado. Finalmente, las escenas de acción y de batalla son magnificas: vibrantes, llenas de imaginación, espectaculares por todo lo alto y montadas con garra y con ritmo frenético. Al filme le falla el desarrollo de algunos personajes, que son excesivamente planos, en especial algunos secundarios que no tienen apenas pasado y cuya participación e importancia es bastante débil. Sin embargo, no ensombrecen de forma decisiva una película magnífica y dignísima para una saga que es difícil de tratar para no caer en el agotamiento. Extremadamente recomendable.
miércoles, 18 de junio de 2014
GODZILLA de Gareth Edwards - 2014 - ("Godzilla")
El teniente Ford Brody viaja a Japón para ver a su padre, que ha tenido problemas con la Ley y que está obsesionado desde hace años con la muerte de su esposa en una explosión radiactiva. Tras el encuentro, su progenitor le habla de unas teorías que tiene sobre monstruos que a Ford le parecen delirantes. Pronto, sin embargo, va a descubrir que, por desgracia, tiene razón...
Si el "Godzilla" de Roland Emmerich era terrible por ridículo y pueril, el de Gareth Edwards, recién estrenado en las salas, lo es por aburrido. Se nota que el director, que hace cuatro años sorprendió con "Monsters", una película que no era perfecta pero sí original y muy resultona, ha intentado darle a su remake de las aventuras del mítico monstruo japonés un toque personal y artístico en la estética. Sin embargo, la trama falla estrepitosamente en todos los sentidos. Da la completa sensación de que, en la sala de montaje, el filme haya sido cortado a hachazos de mala manera por algún productor ajeno al trabajo original del director. Su ritmo es abrupto, su historia salta de un lado a otro sin sentido, sus escenas están descompensadas entre las de acción y las de drama y sus personajes resultan planísimos porque parecen estar interrumpidos de golpe (y los actores que los interpretan trabajan además perdidos, absolutamente perdidos en todo momento).
La película se vuelve así soporífera y eterna y, además, los combates entre Godzilla y sus "rivales" los Mutos, monstruos con carisma, todo sea dicho, son pocos, muy pocos (dos son cortados al comenzar) y carecen de emoción (y leñe, si vengo a ver un filme de monstruos, además de una buena trama, quiero combates que por lo menos sean aceptables... creo que es de cajón). El mensaje antibelicista y ecologista repite, pero está totalmente diluido en la confusa trama y no tiene fuerza ninguna. Sí hay que elogiar, como he dicho, la estética que Gareth Edwards le imprime al filme: respeta el material original y lo homenajea y juega de forma espléndida con la ambientación y sus colores. Escenas como la caída del cielo en paracaídas son absolutamente geniales. Lástima que su belleza no se apoye en nada. "Godzilla" de 2014 es, tristemente, un desastre.
lunes, 21 de febrero de 2011
MONSTERS de Gareth Edwards - 2010 - ("Monsters")
Hace seis años que la vida alienígena llegó por vez primera a la Tierra y hace seis años que la frontera entre México y los Estados Unidos es una zona de batalla infestada de extraterrestres, que, gigantescos y con forma de pulpo, se establecieron en este lugar no se sabe por qué razón, lugar en el que viven y se reproducen y en el que constántemente luchan contra los terrícolas nativos. Kaulder es un reportero gráfico que se enfrenta al gran reto de su carrera: tomar una foto de un alienígena vivo. Sin embargo, ahora sus planes se le han trastocado ligeramente: ha de llevar a Samantha, la hija de su jefe, desde México hasta la zona segura de los USA. Entre ellos va a surgir algo especial en un camino en el que van a conocer más de cerca a los nuevos habitantes de la Tierra.
Gareth Edwards debutó el pasado año 2010 en la gran pantalla con "Monsters", una película de bajo presupuesto (o por lo menos no tan alto para ser "de monstruos") que se presenta verdaderamente encomiable dentro del panorama actual de la ciencia ficción especialmente por haber salido adelante con dignidad partiendo de unos medios bastante limitados. La historia, de corte casi minimalista, desarrolla una trama de enamoramiento (los dos protagonistas, Withney Able y Scoot McNairy, son pareja en la vida real, de ahí su gran química) en un mundo en descomposición en el que los alienígenas de turno se enfrentan a las fuerzas militares humanas de turno en un conflicto genocida (aunque realmente habría que estudiar si existe conflicto o no) que sirve para mirar una vez más con ojo agudo la estupidez humana, que queda retratada en clásicos asuntos como la pobreza y la exclusión social, la corrupción, el militarismo o el periodismo sin escrúpulos. Por supuesto, y siguiendo la línea de filmes recientes como "Distrito 9" o "Avatar", los alienígenas no son una vez más los malos de la función, lo cual queda claro en el precioso desenlace del filme, al que sólo se le puede achacar el hecho de ser tan abierto que resulta confuso. Los protagonistas de "Monsters", más que los monstruos con forma de pulpo que le dan su nombre, son la soledad, las emociones que no terminan de desplegarse, el silencio (tanto para los momentos emotivos como para los terroríficos -muy bien explotados-) y la deshumanización, muy bien retratada en sus escenarios (escogidos entre Texas, México, Guatemala y Belice) y en los seres que los pueblan (prácticamente todos actores no profesionales nativos). Como he mencionado antes el terror (o por lo menos la sensación de extrañeza) está muy bien conseguido, ya que las apariciones de los monstruos están ocultas casi hasta el final del filme por un velo (la ambientación, acompañada de una banda sonora inquietante, es genial). Queda en el tintero el hecho que también he mencionado antes de su desenlace, tan abierto que resulta demasiado ambiguo: ¿Qué quiere decir Edwards en su primera película? Se intuye que los alienígenas no son más que una raza como otra cualquiera que sólo aspira a vivir en paz y que sólo se defiende porque los humanos les atacan (al igual que los humanos que nada tienen que ver con el ejército o con los oscuros propósitos de los gobernantes de las naciones, a los que tal vez les interesa la guerra contra los alienígenas). Sin embargo, esto queda apenas esbozado y el propósito del filme se diluye y queda el conjunto algo confuso. A pesar de ello, "Monsters" es, como he señalado, una propuesta muy encomiable que gustará a los amantes de la ciencia ficción y el terror inteligentes.
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