Porco Rosso
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miércoles, 4 de noviembre de 2015
ETERNAL de Tarsem Singh - 2015 - ("Self/Less")
Damian Hale es uno de los mayores multimillonarios del mundo. Ha conseguido todo lo que quería, ha cumplido todos sus sueños y ha levantado de la nada un gigantesco imperio de los negocios. Sin embargo, su vida está a punto de terminar: ya no es joven, pero tampoco es un anciano y, por desgracia, le han diagnosticado un terrible cáncer terminal que va a matarlo en seis meses. A pesar de todo, Damian encuentra una forma de salvarse... Un nuevo método médico capaz de devolverle a la juventud... Un nuevo método que también tiene un lado oscuro...
Tarsem Singh vuelve a virar hacia la irregularidad en su nueva película, "Eternal", en la que se adentra de nuevo en el thriller de acción y de ciencia ficción que ya tocó en su debut, "La celda". El director indio-americano ha sido hasta ahora una montaña rusa en lo que a calidad se refiere: la mencionada "La celda" era un filme fallido, la siguiente "The Fall. El Sueño de Alexandria" fue su gran obra maestra y es una película maravillosa"; "Inmortals", su tercera obra, fue una película muy bella visualmente hablando pero bastante infumable en lo que trama se refería y "Blancanieves (Mirror, mirror)" recuperó la calidad aunque no llegó a las cotas de personalidad y perfección de "The Fall". Ahora "Eternal" le supone un nuevo resbalón en su todavía corta y espaciada filmografía. No porque sea un filme terrible, que pienso que no lo es (las críticas se cebaron con él este verano, cuando se estrenó, pero pienso que hay obras muchísimo peores a las que se le pasó la mano), sino porque, viniendo de este director, es un filme "completamente normal" en el peor de los aspectos. Se trata como he dicho de un thriller de acción enmarcado en el género de la ciencia ficción. Tiene un punto de partida interesante y una primera parte que engancha, pero pierde fuelle a pasos agigantados porque el desarrollo de los personajes se queda bastante detenido sobre la mitad del metraje y terminan siendo poco explotados mientras que, además, todo se acaba deslizando en la clásica persecución llena de tópicos y que, para colmo, tampoco tiene escenas de acción especialmente destacadas o bien ideadas. Tarsem Singh comete además un error de bulto, un error de bulto por lo menos para él: visualmente, "Eternal" no tiene la personalidad que han tenido sus anteriores cuatro filmes, su "marca de su casa" como director.
Todas las películas de Singh han destacado hasta ahora por gozar de un aspecto visual espectacular, original, cuidadísimo e imaginativo tanto en lo referente a escenarios (interiores y exteriores) como vestuarios. Incluso la floja y aburrida "Inmortals" gozaba de una estética preciosa. "Eternal" es un filme "normal y corriente" en este aspecto. La fotografía es buena, pero ya está, y eso decepciona en un director que hasta ahora ha tenido una personalidad estética indiscutible y muy marcada. Tampoco ayuda un mensaje social bastante simple y desaprovechado; el asunto central de la película daba para bastante y termina todo resultando algo superficial. En fin, en conjunto el quinto filme del creador de "The Fall" no me parece un bodrio y, desde luego, creo que ha sido algo injustamente vapuleado, aunque tampoco se puede decir que destaque por mucho y, desde luego, resulta olvidable. Entretenido y ya. Suficiente pero decepcionante.
jueves, 12 de julio de 2012
BLANCANIEVES de Tarsem Singh - 2012 - ("Mirror, mirror")
La malvada reina Clementianna, que gobierna el reino desde que su marido desapareciese de forma misteriosa, odia profundamente a su joven y hermosa hijastra Blancanieves: no sólo teme que pueda ser más bella que ella, sino que además le arrebate algún día su poder, ya que es la verdadera heredera de la corona. Por ello, la mantiene encerrada en el lujoso palacio que comparten. Sin embargo, el personal real estima a Blancanieves y ésta consigue salir un día al mundo exterior... En donde encuentra un reino sumido en la miseria y la injusticia. Junto a siete valientes enanitos y junto a un príncipe un tanto torpe, Blancanieves le va a plantar cara a su madrastra para poder salvar a los suyos.
Después del sonoro patinazo de "Inmortals", visualmente preciosa pero absolutamente sosa y sin alma, Tarsem Singh vuelve a presentar una película digna que, aunque no llega al nivel de la obra maestra que es su genial "The Fall. El sueño de Alexandria", sí mantiene, y muy bien, el tipo, superando a su "rival" temática "Blancanieves y la leyenda del cazador", que no está mal como película de aventuras pero que no tiene ni la personalidad, ni el estilo, ni la gracia de ésta (en realidad pienso que no deberían compararse ambas películas porque son completamente diferentes y tienen objetivos completamente diferentes, pero leches, han coincidido en los cines en el mismo año y las comparaciones son inevitables y para algunos hasta odiosas). Mientras que la versión del cuento de la Kristen Stewart es una película épica de aventuras, ésta "Blancanieves" ("Mirror, mirror") es una comedia deliciosamente divertida que homenajea tanto a los cuentos clásicos como a las películas de la factoría Disney (a las que parodia en realidad) o a la comedia brillante clásica norteamericana de directores como Ernst Lubitsch o Howard Hawks mientras que presenta una interpretación nada machista de la historia en la que se basa. Lily Collins da vida con carisma a la mencionada Blancanieves, que le planta cara a la madrastra (una genial Julia Roberts -y lo digo yo que no aguanto a esta actriz, para mi con una carrera poco interesante marcada por películas habitualmente mediocres-) y que se une a los esperados siete enanitos para luchar contra ella mientras intenta conquistar el amor de un príncipe (muy divertido Arnie Hammer) que es bastante mendrugo y que es ridiculizado constántemente hasta transformarse casi en el secundario cómico de la función, por lo que el habitual sentimiento de "machote" de estos personajes queda tirado por los suelos.
"Mirror, mirror" es una sátira de los mencionados cuentos clásicos con un humor fino y más inteligente y agudo de lo que parece, con una inversión total de los horrendos roles sociales esperables en este tipo de cuentos, con una heroína cargada de carisma y que además tiene un equilibrio justo entre la mencionada comedia, el romance y la acción (excelente la batalla contra los siniestros muñecos de madera) y hasta momentos de musical (el homenaje final a Bollywood es desternillante y una cachonda sorpresita). Y hasta ahora me he dejado atrás lo que más ha caracterizado hasta este momento a Tarsem Singh: la estética de sus películas, que vuelve a ser impecable. Porque "Mirror, mirror" es una delicia visual en todos los aspectos, y, además, es, tristemente, la última película para la que la japonesa Eiko Ishioka, fallecida el pasado mes de enero a causa de un cáncer de páncreas, diseñó el vestuario, riquísimo y originalísimo como todos sus trabajos (y trabajó además en todas las películas de Sighn, desde "La celda" hasta ésta). "Mirror, mirror" es un cuento que ya a muchos les gustaría poder rodar.
lunes, 9 de abril de 2012
LA CELDA de Tarsem Singh - 2000 - ("The Cell")
Catherine Deane es una psicoterapeuta que, gracias a un revolucionario tratamiento, es capaz de introducirse con una máquina en las mentes de sus pacientes para localizar sus traumas y males y extirparlos. El mayor reto de su vida le llega cuando el FBI le pide que entre en la mente de Carl Rudolph Stargher, un sádico asesino de mujeres, para que descubra dónde está oculta su última víctima, aún con vida pero amenazada de muerte y en paradero absolutamente desconocido. Catherine va a intentar hacer, sin embargo, algo más que localizar a la joven perdida: va a intentar comprender el comportamiento de Stargher para averiguar la raiz de su mal... Todo ello, en el mundo de pesadilla que existe en su delirante y sangriento subconsciente.

La irregular carrera en el cine de Tarsem Singh comenzó en el año 2000 con "La celda", película de estética muy interesante pero de trama bastante predecible y lineal que no termina de convencer en su conjunto por su extremada simpleza a pesar de su cautivador apartado visual. Su director, hoy ya bien conocido por ser un gran amante de los ambientes evocadores, narró en esta película la historia de una mujer que trabaja para una compañía capaz de introducirse en la mente de sus pacientes para encontrar las curas a sus males y traumas psicológicos que ha de entrar en el interior del cerebro de un sádico asesino de mujeres para salvar a su última víctima, encerrada y amenazada de muerte en algún lugar desconocido. Jennifer Lopez, la protagonista, hace un papel aceptable, al igual que los secundarios Vince Vaughn y Vincent D'Onofrio, y como he comentado el filme es una absoluta delicia visual gracias al sentido estético inimitable de Singh, que construye unos escenarios tan hermosos como perturbadores (esplendorosamente fotografiados) y un mundo propio absolutamente delirante muy atrayente y que funciona a la perfección como metáfora visual de lo que siente el psicópata antagonista y en el que se dan la mano los homenajes al eterno Expresionismo Alemán con las referencias a obras de artistas como Damien Hirst, Odd Nerdrum, H. R. Giger o los gemelos Quay. El vestuario es igualmente maravilloso, y los sangrientos efectos especiales (el filme toca el puro gore -un gore tan crudo como elegante- en varias escenas) son verdaderamente destacados.

Sin embargo, la trama de "La celda" es lineal en el peor de los sentidos (no hay sorpresas en su fantástico mundo visual), muy predecible y poco interesante debido a que sus personajes son bastante planos (a excepción del psicópata que articula la trama), mientras que su mensaje, centrado en afirmar que nadie nace con la maldad en el alma, sino que la vida y su dureza hace malas a las personas, es demasiado obvio y simple en su exposición (y es también predecible). Por otra parte, a pesar de su mencionada estética, "La celda" no presenta tampoco una intriga o una acción espectacular que cautive al espectador. El conjunto es flojito; precioso pero flojito. En 2009 se lanzó para DVD una especie de secuela de la película bastante lamentable que poco tenía que ver con esta y que no voy a comentar por su poquísima trascendencia y por su nulo aporte a la supuesta saga (y eso que yo suelo comentar todas las secuelas salvo pocas excepciones). Tarsem Singh no dirigió ninguna película desde el año 2000 hasta el 2006, cuando rompió moldes con su obra maestra "The Fall", tras la cual volvió a caer en la irregularidad con la recientísima "Inmortals" para volver a levantarse con la para mi genial comedia "Blancanieves" ("Mirror, mirror"), que está ahora en las salas y que comentaré junto a la otra versión del clásico cuento "Blancanieves y la leyenda del cazador" que se estrenará en el mes de junio.

La irregular carrera en el cine de Tarsem Singh comenzó en el año 2000 con "La celda", película de estética muy interesante pero de trama bastante predecible y lineal que no termina de convencer en su conjunto por su extremada simpleza a pesar de su cautivador apartado visual. Su director, hoy ya bien conocido por ser un gran amante de los ambientes evocadores, narró en esta película la historia de una mujer que trabaja para una compañía capaz de introducirse en la mente de sus pacientes para encontrar las curas a sus males y traumas psicológicos que ha de entrar en el interior del cerebro de un sádico asesino de mujeres para salvar a su última víctima, encerrada y amenazada de muerte en algún lugar desconocido. Jennifer Lopez, la protagonista, hace un papel aceptable, al igual que los secundarios Vince Vaughn y Vincent D'Onofrio, y como he comentado el filme es una absoluta delicia visual gracias al sentido estético inimitable de Singh, que construye unos escenarios tan hermosos como perturbadores (esplendorosamente fotografiados) y un mundo propio absolutamente delirante muy atrayente y que funciona a la perfección como metáfora visual de lo que siente el psicópata antagonista y en el que se dan la mano los homenajes al eterno Expresionismo Alemán con las referencias a obras de artistas como Damien Hirst, Odd Nerdrum, H. R. Giger o los gemelos Quay. El vestuario es igualmente maravilloso, y los sangrientos efectos especiales (el filme toca el puro gore -un gore tan crudo como elegante- en varias escenas) son verdaderamente destacados.
Sin embargo, la trama de "La celda" es lineal en el peor de los sentidos (no hay sorpresas en su fantástico mundo visual), muy predecible y poco interesante debido a que sus personajes son bastante planos (a excepción del psicópata que articula la trama), mientras que su mensaje, centrado en afirmar que nadie nace con la maldad en el alma, sino que la vida y su dureza hace malas a las personas, es demasiado obvio y simple en su exposición (y es también predecible). Por otra parte, a pesar de su mencionada estética, "La celda" no presenta tampoco una intriga o una acción espectacular que cautive al espectador. El conjunto es flojito; precioso pero flojito. En 2009 se lanzó para DVD una especie de secuela de la película bastante lamentable que poco tenía que ver con esta y que no voy a comentar por su poquísima trascendencia y por su nulo aporte a la supuesta saga (y eso que yo suelo comentar todas las secuelas salvo pocas excepciones). Tarsem Singh no dirigió ninguna película desde el año 2000 hasta el 2006, cuando rompió moldes con su obra maestra "The Fall", tras la cual volvió a caer en la irregularidad con la recientísima "Inmortals" para volver a levantarse con la para mi genial comedia "Blancanieves" ("Mirror, mirror"), que está ahora en las salas y que comentaré junto a la otra versión del clásico cuento "Blancanieves y la leyenda del cazador" que se estrenará en el mes de junio.
martes, 27 de diciembre de 2011
INMORTALS de Tarsem Singh - 2011 - ("Inmortals")
El brutal y sanguinario Rey Hiperión está saqueando toda Grecia en busca del legendario Arco Epiro, fabricado por los dioses y que le permitirá liberar a los diabólicos titanes, encerrados en el Monte Tártaro y con un poder capaz de destruir a toda la humanidad e incluso a los propios moradores del Olimpo. Zeus, sin embargo, tiene un plan para pararle los pies: ha puesto sus esperanzas en el joven Teseo, un pescador justo y humilde que está llamado a liderar a los griegos en contra de Hiperión y a salvar el mundo.
El retorno a las salas del poco prolífico Tarsem Singh tras la maravillosa e imprescindible "The Fall. El sueño de Alexandria" resulta cuanto menos decepcionante. "Inmortals" tiene vocación de autor en lo visual, y mucha, pero su trama carece en todo momento y en casi todos los aspectos de garra. Basada muy libremente en las aventuras del héroe griego clásico Teseo, el filme narra algunos momentos de su leyenda mezclándolos con otros hechos mitológicos y algunas invenciones de los guionistas para configurar una historia épica con todos sus habituales elementos: el valiente protagonista de casta humilde, su compañero buscavidas ocasional y la heroína de turno se enfrentan al rey malvado habitual mientras luchan contra variopintos enemigos y, en este caso, como en toda trama ambientada en el mundo mitológico grecolatino, los dioses les ayudan en varios momentos. Hay acción, persecuciones, romance y una batalla final. Con estos mismos elementos hay películas que funcionan. "Inmortals", sin embargo, no lo hace porque no tiene, como se suele decir, "ni chica ni limoná".
El protagonista (el futuro nuevo Superman, Henry Cavill), no está demasiado desarrollado (ni su pasado, ni su romance con la oráculo, ni su compañerismo con los otros personajes, ni su relación con su madre y con Zeus) y tampoco inspira mucho carisma. Sus acompañantes no van igualmente más allá de los apuntes básicos: la oráculo es la oráculo, el amigo ladrón es el amigo ladrón, el vil traidor es el vil traidor, el malo es el malo malísimo y las actuaciones caprichosas de los dioses a veces no tienen mucha explicación. La trama, por otra parte, es demasiado lineal y se deja cosas en el tintero, mientras que el desenlace no está bien explicado. Todo es demasiado obvio, todo es demasiado predecible, y encima no hay "alma" en el conjunto, no hay dramatismo, los personajes no sienten ni padecen y tampoco existe un toquecito de comedia (a veces se echa de menos, sin que por supuesto la comedia sea vergonzante). "Inmortals" no llega al espectador: termina la película y éste la olvida, y es una pena porque su empaque visual es verdaderamente precioso.
Como no podía ser de otra manera en Tarsem Singh, el aspecto visual de la obra es como he señalado esplendoroso: mantiene el equilibro perfecto entre la representación de la Grecia mítica y dorada y la Grecia realista de escenarios más sucios y cutres, la fotografía es muy bonita y los colores y sus combinaciones están escrupulosamente elegidos, el vestuario tiene personalidad y los efectos especiales, aunque abundan, no son excesivos para tratarse de una producción de este calibre comercial. Pero esto, por desgracia, no levanta a una película que no inspira casi nada y que no será recordada por ninguna escena ni por ninguna sensación especial.
martes, 18 de enero de 2011
THE FALL. EL SUEÑO DE ALEXANDRIA de Tarsem Singh - 2006 - ("The Fall")
Segunda década del siglo XX. La pequeña Alexandria, de cinco años de edad, se cura de un brazo roto en un hospital. Allí, entre juegos y momentos de aburrimiento, conoce a Roy, un joven que parece tener las piernas destrozadas y que se pasa el día recuperándose en su cama. Roy le cuenta a Alexandria un cuento: la historia de seis valerosos hombres (un bandido enmascarado, un guerrero indio, un esclavo negro liberado, un experto italiano en explosivos, un científico inglés llamado Darwin y un chamán místico) que se enfrentan al Gobernador Odio, un gran tirano que destrozó sus vidas. Pronto, el cuento de Roy empieza a fundirse con la realidad... Y a desatar consecuencias terribles y a la vez maravillosas.
Muy poco conocido hasta la llegada a las salas de “The Fall” salvo por haberse encargado de famosos videoclips como “Losing my religion” de REM, el hindú establecido en los USA Tarsem Singh no tiene una carrera que pueda ser valorada en conjunto con todas sus consecuencias en este momento, ya que hasta la fecha únicamente ha dirigido dos películas muy espaciadas, el irregular thriller de terror “La celda”, protagonizado por Jennifer López, en el año 2000, y la obra maestra del cine fantástico comentada, “The Fall”, en el año 2006.
“The Fall” sigue la estela clásica de las historias que poseen una historia fantástica dentro de sí mismas que ofusca la existencia de un mundo oscuro, terrible y deprimente que suele identificarse con el feo mundo real y que, como no, viene protagonizada por una niña que todavía desconoce este segundo mundo y por un adulto que lo conoce demasiado bien. La niña, una internada en un hospital de cinco años, escucha la historia del adulto, un joven herido casi mortalmente y muerto en vida, que le esconde la fealdad de la mencionada realidad y que, en un principio, intenta aprovecharse de ella para que le ayude a suicidarse, a abandonar para siempre dicha realidad, decepcionante y tan dolorosa para él que llega a ser insoportable. Poco a poco, como se espera, ambos van construyendo las dos realidades, que terminan siendo una sola o, por lo menos, acoplándose y permitiendo la una que la otra se cure y encuentre una salida a la luz. Por supuesto, los dos personajes aprenden y reaprenden a vivir y a desenvolverse en el mundo, uno abriéndose a sus primeras experiencias con el entorno adulto y otro superando sus traumas, sus vicios mortales (el alcoholismo) y su depresión profunda. Los dos protagonistas, un excelente Lee Peace y una extraordinaria Catinca Untaru (una niña actriz de diez años en el momento del rodaje del filme que aparentaba mucho menos y que llega al corazón) mantienen una química prodigiosa entre ellos mientras las historias de ambos mundos fluyen con un ritmo y con una amenidad pasmosa en un ambiente con una fotografía de ensueño y con unos decorados reales inolvidables en los que, aunque parezca increíble, nada está retocado por ordenador (únicamente los efectos especiales de la acción, nada más). Y es que “The Fall” ha sido rodada íntegramente a lo largo de veinteséis localizaciones distintas de dieciocho países distintos a lo largo de cuatro años, y todas estas localizaciones desatan una hermosura pocas veces vista, construyendo uno de los conjuntos escenográficos más espectaculares exhibidos en una película en décadas (e insisto: no hay retoques por ordenador de estos escenarios): Sudáfrica, La India, París, Roma, las Islas Andamán, Egipto, China... El filme, además de la exhuberante muestra de paisajes que regala y además de la disección de la amistad, del amor, de la finísima línea que existe entre la fantasía y la realidad y del retorno de la muerte que plantea, es todo un homenaje al país natal del director, La India, y al cine de los pioneros, el cine mudo. “The Fall” es una película de culto instantánea y una obra maestra del cine fantástico indiscutible.
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