Porco Rosso

Porco Rosso
Mostrando entradas con la etiqueta Nicolai Fuglsig. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nicolai Fuglsig. Mostrar todas las entradas

sábado, 12 de mayo de 2018

12 VALIENTES de Nicolai Fuglsig - 2018 - ("12 Strong")


Finales del año 2001. Las Torres Gemelas acaban de ser destruidas y un grupo de soldados norteamericanos de élite de las Fuerzas Especiales se embarca hacia Afganistán para, apoyados por la CIA y por la Fuerza Aérea, tratar de abrir una brecha que permita derrotar a los talibanes, que gobiernan el país con inhumana mano de hierro. Su objetivo: unirse a la Alianza del Norte afgana, uno de los dispersos y débiles grupos rebeldes de la nación, para asestar un golpe sorpresa brutal a los tiranos fanáticos.


El danés Nicolai Fuglsig, reputado fotógrafo, tiene un debut cinematográfico totalmente decepcionante: "12 valientes". Visualmente muy bonito y con paisajes preciosos y todo lo que quieran, pero es la enésima patriotada norteamericana de glorificación militar tontuna. Viajamos a los primeros años de la Guerra de Afganistán de 2001-2014, cuando las Torres Gemelas acaban de ser destruidas, y seguimos a un grupo de soldados estadounidenses que van a luchar por su país y además de buena gana. Todos son aguerridos y bondadosos, y todos se presentan para las misiones motu proprio, levantando la manita, para honrar a sus familias y vengar a los muertos del 11-S. El otro bando es una vez más casi un ejército zombie. Es bien cierto que los talibanes son maldita basura fanática y asquerosa, pero es que toda la película está retratada casi en exclusiva desde el punto de vista de los USA y los pocos afganos no talibanes a los que se les hace caso muestran una realidad insuficiente de un conflicto que, como todos, es complejo, y que, como casi siempre en estas cintas, queda reducido a una lucha de los buenos contra los malos. La película es totalmente objetiva y parcial, y aunque es cierto que de entre todas las patrioteras no es la peor (se ahorran bastante en banderas, por suerte, y no hay excesivas escenas de sacrificio ñoño y vergonzante), sigue siendo lo que es: un vehículo de lucimiento del ejército americano y de su sueño tratado con un maniqueísmo insultante y con diálogos heroicos de pacotilla y personajes planos, épicos desde el punto de vista más barato y con conflictos manidos. Las interpretaciones ni fu ni fa (aunque para lo que hay que interpretar...), y el ritmo decae en casi una hora final (encima) porque la película es demasiado larga para lo poquito que tiene que contar. Alguna escena bélica decente y una ambientación espléndidamente fotografiada y poco más se salva de este despropósito. Una gilipollez de película que no merece nada la pena.