Primer single de la Jimi Hendrix Experience, éste de 1966 ya anuncia las intenciones eléctricas y rupturistas del trío liderado por el extraordinario guitarrista. La mítica versión de Hey Joe crece entre el pop ácido y la psicodelia pesada, sumando a la manera única de tratar sus instrumentos de Jimi Hendrix, Noel Redding y Mitch Mitchell los coros de las Breakaways en un trayecto onírico de tres minutos y medio que formula el rock and roll de una manera nueva. Manera que Stone Free, composición de Hendrix que cubre la otra cara, corrobora en su transposición de rock, funk y blues a un universo sonoro en el que gobiernan los riffs y solos del genio de Seattle pero que carecería de sentido sin su base rítmica. Hey Joe y Stone Free: el comienzo de un carrera breve aunque tan importante como la de Led Zeppelin o los Kinks para hacer balance justo de la música del diablo.
lunes, 14 de marzo de 2022
Hey Joe
lunes, 9 de noviembre de 2020
Rainbow Bridge
Presentado como la banda sonora de una película inexistente, Rainbow Bridge (1971) es el segundo elepé de Jimi Hendrix publicado tras su muerte y parte de un legado enorme que ha venido ampliándose periódicamente hasta nuestros días. Al igual que el anterior (The Cry Of Love) y el posterior (War Heroes), el disco rescata, entre otros materiales, temas que Hendrix grababa antes de su muerte con la vista puesta en un doble álbum parecido (las reconstrucciones póstumas siempre serán discutibles e inexactas) al que en 1997 verá la luz bajo el nombre de First Rays Of The New Rising Sun.
Los cuatro primeros cortes vienen de sesiones que van de finales de 1969 al verano de 1970. Hendrix a la guitarra, Billy Cox al bajo y Mitch Mitchell a la batería forman el trío que practica el funk psicodélico y espacial de Dolly Dagger, Earth Blues (con las Ronettes a los coros) y Pali Gap, muy interesante y logrado pero inferior al de la Jimi Hendrix Experience a pesar de seguir mostrando la increíble imaginación del zurdo de oro al pulsar su instrumento. Encargándose Buddy Miles de las baquetas, Room Full Of Mirrors ahonda en la psicodelia, aunque más lo va a hacer Hendrix solo y multiplicando pistas en su mítica lectura del himno estadounidense, The Star Spangled Banner, registrada en marzo de 1969.
Ya en la segunda cara del plástico, Look Over Yonder retrocede a octubre de 1968 para deleitarnos con un chute de adrenalina ejecutado por la Experience, es decir Hendrix, Mitchell y Noel Redding, sonando únicamente aquí el bajo de este último. Hendrix, Mitchell y Cox son capturados en vivo durante once minutos en la primavera de 1970 interpretando soberbia y salvajemente el Hear My Train A Comin'. Un mes después y en el estudio los mismos protagonistas se enfrentaban a Hey Baby, un espléndido medio tiempo que mostraba al guitarrista, cantante y compositor con muchas cosas todavía que decir, al igual que sus compañeros. Lástima que la muerte estuviera a la vuelta de la esquina, dispuesta a cercenar la carrera de un genio que sin llegar a cumplir los veintiocho dejó una música rompedora y sin igual.
viernes, 10 de abril de 2020
The Jimi Hendrix Experience BBC Sessions
Aunque la mitad de lo que contienen estas BBC Sessions de la Jimi Hendrix Experience ya se conocía por el doble elepé publicado por Rykodisc diez años antes (Radio One), el doble CD que MCA ponía a la venta en 1998 —con la pertinente aprobación de la familia del guitarrista— ampliaba sus excelencias con sonido remasterizado y libreto de veinticuatro páginas, un buen número de fotos y texto de David Sinclair. Garage, hard rock, psicodelia, funk y blues son fagocitados por un trío que en 1967, año del que provienen la mayoría de las grabaciones, se comía el mundo con su abrasiva personalidad tanto en directo como en estudio. Clásicos escritos por Hendrix (Foxy Lady, Fire, Burning Of The Midnight Lamp, Hear My Train A Comin', Purple Haze, etc.) se mezclan con versiones que llevan el lenguaje ácido y salvaje de la Experience a canciones de Bob Dylan, Willie Dixon, Curtis Knight, Robert Petway, Billy Roberts*, Leiber y Stoller, Howlin' Wolf, los Beatles, Stevie Wonder y Cream. La guitarra de Jimi Hendrix, el bajo de Noel Redding y la batería de Mitch Mitchell reescriben la música rock a su paso por la BBC (que los mencionados Dylan y Beatles llevan dos años modificando) mediante electricidad y percusión lacerantes que se alzan como voz nueva que iluminará —de los Stooges, Funkadelic, Led Zeppelin y Black Sabbath a Sonic Youth, Hüsker Dü, Jane's Addiction y Nirvana— a todo hijo de vecino que decida dedicarse al rock and roll con un mínimo de dignidad. El único pero que podemos poner a las BBC Sessions es la repetición de varios de los temas (cosa que en Radio One no sucedía), si bien las diferentes lecturas son atractivas y potentes, con lo que es reparo menor que no afecta a la capacidad del artefacto para hacernos gozar como posesos y expandir el arte de la Jimi Hendrix Experience más allá de Are You Experienced y Axis: Bold As Love. Aplausos, reverencias y mucha, mucha distorsión.
*Le acreditamos como autor de Hey Joe por no dar explicaciones sabidas y agotadoras.
lunes, 28 de octubre de 2019
Axis: Bold As Love
Las cosas eran así en los sesenta. Publicabas un disco y ya tenías a la discográfica encima recordándote que había que grabar otro, no digamos si el anterior había sido un éxito. Lo bueno es que muchos de los grupos y solistas que andaban en dicha dinámica estaban en un momento creativo álgido, amparados, además, por la magia de una época y la juventud de una música —el rock and roll— que entregaba a la sazón lo mejor de su patrimonio exprimiendo todo su potencial. No puede extrañarnos, pues, que menos de siete meses después de que el inconmensurable Are You Experienced viera la luz, y sin salirnos del año 1967, la Jimi Hendrix Experience pusiera a la venta un elepé tan bello, subyugante y misterioso como Axis: Bold As Love.
La portada y la apertura de EXP no solo son ácido sino que hacen apología del mismo. Up From The Skies se mueve entre el pop psicodélico y el jazz antes de que Jimi Hendrix, Mitch Mitchell y Noel Redding exhiban músculo rocker en la mítica Spanish Castle Magic. Funk, soul y R&B sacan pecho en la marchosa Wait Until Tomorrow. Ain`t No Telling es una potente miniatura de funk rock que precede a esa inmortal balada llamada Little Wing, cuyos dos minutos y medio de emoción extrema se hacen cortos. Tres más tiene If Six Was Nine, el único corte que se va por encima de los cinco minutos (incluidas las pisadas finales de Redding, Gary Leeds y Graham Nash) prefigurando Voodoo Child (Slight Return) —hard rock + psicodelia— aun con menor virulencia e impacto. You've Got Me Floating tiene una dureza y una musicalidad que la acerca a Spanish Castle Magic. La misma delicadeza mostrada en Little Wing la muestra el trío en Castles Mades Of Sand, que nos sirve para recordar que Hendrix era un gran compositor además de rompedor guitarrista. She's So Fine, escrita y cantada por Noel Redding, tiene un aire a Cream que la diferencia del resto de canciones, todas creadas por Jimi Hendrix. One Rainy Wish pasa de la placidez bucólica al rock and roll agresivo, de la duermevela a la pesadilla sin despeinarse. Rock intenso y conciso es lo que hallamos en Little Miss Lover, preludio de Bold As Love o la conclusión del álbum con un tema magnífico a emparentar con Burning Of The Midnight Lamp.
Que nadie espere que vaya a cerrar este texto sin hablar de la capacidad instrumental del grupo, de la extraordinaria manera en que las seis cuerdas de Hendrix, las cuatro de Redding y los tambores, timbales y platos de Mitchell hacen crecer el material que ponen en escena. Sin negar las dotes compositivas del líder de la Experience, como hemos reivindicado en el párrafo anterior, es la manera de tocar las canciones —técnica y emocionalmente sublime—, la original forma de entender la música rock, lo que en última instancia caracteriza a una de las bandas más geniales de todos los tiempos. Axis: Bold As Love, su segundo paso en el estudio, lo confirmaba; el tercero —Electric Ladyland— y sus directos serán la prueba definitiva.
miércoles, 1 de marzo de 2017
Are You Experienced
Exceptuando los debuts de los artistas que crearon el rock and roll (Elvis, Chuck Berry, Little Richard, etc.) y alguno posterior como el de Led Zeppelin, pocos primeros discos se me antojan tan sublimes y decisivos para el posterior desarrollo de la música del diablo como los que en 1967 dan el pistoletazo de salida (en estudio) a las trayectorias de la Velvet Underground y la Jimi Hendrix Experience. Del primero de ellos ya hemos hablado aquí, glosando su carácter híbrido en el que el pop más amable congeniaba inopinadamente con las vanguardias más radicales venidas de Europa, trayendo además unos textos enfermizos, agresivos y surreales por su naturalismo extremo. Así que nos dedicaremos a tratar de describir, sin desvariar demasiado, Are You Experienced, voraz elepé de un trío insuperable formado por dos ingleses blancos y un gringo negro que marcará las pautas que high energy, hard rock y heavy metal seguirán en un futuro inmediato.
Sin afirmarlo totalmente original (tal necedad no existe), el sonido puesto en pie por Jimi Hendrix (guitarra), Noel Redding (bajo) y Mitch Mitchell (batería) parece salido de una dimensión paralela, tales son su intensidad, personalidad y extrañeza. Blues, funk y psicodelia determinan su manera de practicar el rock, pero no ayudan a entenderla en toda su extensión. Los tres intérpretes nos sumergen en un baño ácido lleno de nervio y expresividad capaz de yuxtaponer, por ejemplo, baladas tan atmosféricas y oníricas como May This Be Love con zurriagazos protopunks de garage rock del calibre de Fire, para recrearse seguidamente y durante casi siete minutos en la improvisación proveniente del jazz mediante ese trance lisérgico llamado Third Stone From The Sun. Es esta naturaleza mutante, inconformista y experimental la que informa el plástico al completo, bien sea en su edición original británica (a la que nosotros nos referimos) o en la posterior estadounidense, a pesar de que algunas canciones sean diferentes y el orden de su presentación también. Perdían los oyentes del país de Abraham Lincoln, verbigracia, un blues lento y letal de la talla de Red House, si bien los británicos no contaban con joyas inmortales como Purple Haze o la versión de Hey Joe, que —es cierto— ya conocían como singles.
Inicio de una carrera esencial —la de un guitarrista cuyo nombre debe situarse, junto con los de Hitchcock, Picasso, Faulkner o Mies van der Rohe, entre los artistas más grandes del siglo XX—, Are You Experienced es una declaración de principios incendiaria y subversiva que anuncia lo que el trío hará en los próximos meses, pero que se vale por sí sola para otorgarle un puesto privilegiado en la historia del rock. Cualquier adjetivo calificativo que añadamos o que ya hayamos usado para recalcar su extraordinaria y lúcida categoría no serán suficientes si uno no se acerca al disco y lo escucha todas las veces que sean necesarias hasta que se percate de ello. Si no es así, es que algo está fallando.
viernes, 20 de septiembre de 2013
Electric Ladyland
Personalmente, más que considerar Electric Ladyland el mejor disco de la Jimi Hendrix Experience, prefiero tomarlo como un paso más (el último) en la carrera —si acaso el que más profusamente la documenta, al ser doble el elepé— del trío del genio de las seis cuerdas hacia la desintegración de cualquier discurso previo en el planeta del rock and roll. Porque, ¿se parece a algo que no sea su propio trabajo lo que Hendrix, Noel Redding y Mitch Mitchell perpetúan en esta extraordinaria grabación? De la manía perfeccionista del zurdo, que redundará en múltiples y largas sesiones, y las distintas colaboraciones de músicos ajenos al grupo, saldrá un álbum con el que, aunque parezca mentira, rivalizarán aquel año de 1968 los que publiquen Beatles, Velvet, Van Morrison, Kinks, The Band, Creedence, Jeff Beck Group, Cream, Zombies o Stones: ¿aún respiran?
…And The Gods Made Love* y Have You Ever Been (To Electric Ladyland) hacen que el disco comience con un aire alucinógeno que corta la potente y rítmica Crosstown Traffic, tema que podemos situar a medio camino de Fire y Foxy Lody. Como si quisieran resarcirse de que ninguno de los tres corte anteriores llegue a los tres minutos, Hendrix y sus acólitos llevan hasta el cuarto de hora su visión del blues mediante un espectacular Voodoo Chile en el que Jack Casidy toca el bajo en lugar de Noel Redding y Steve Winwood, el órgano. Todos los intérpretes aprueban con nota alta, pero es el guitarrista quien se lleva la matrícula de honor con su sonido lascivo y distorsionado. Little Miss Strange, compuesta y cantada por Redding, muestra el lado beat del trío (que también lo tenía) y ofrece una versión menos agresiva, aunque también muy inventiva, de Jimi Hendrix y sus dedos de oro. Long Hot Summer Night se mueve entra la psicodelia, el pop y el blues, y en ella pueden escuchar, si aguzan el oído, el piano de Al Kooper. El R&B que amamanta a Hendrix tiene su homenaje en la versión del Come On (Part I) de Earl King, a la que sigue el funk ácido de Gypsy Eyes, tema en el que la guitarra, por momentos, salta de un altavoz a otro produciendo un efecto tremendamente lisérgico. No menos psicodélica es The Burning Of The Midnight Lamp, viaje cósmico que potencian los coros de las Sweet Inspirations. Blues caliente es lo que nos ofrece Rainy Day, Dream Away, que tendrá su continuación en la última cara con Still Raining, Still Dreaming. Estas dos composiciones, que en realidad es una fraccionada, se enriquecen con el saxo de Freddie Smith, las congas de Larry Faucette, el órgano de Mike Finnigan y cuentan con la batería de Buddy Miles, no la de Mitch Mitchell. 1983… (A Merman I Should Turn To Be) —ya que hablamos de alteraciones sensoriales inducidas— es el verdadero viaje del disco, de cuya parte central pareciera haber tomado buena nota Led Zeppelin antes de grabar su Whole Lotta Love. Trece minutos largos para flotar dándose cabezazos, flauta de Chris Wood incluida, que rematan los efectos sonoros de Moon, Turn The Tides… Gently Gently Away, miniatura que enlaza con el principio del doble elepé. La mencionada Still Raining, Still Dreaming (de nuevo la guitarra saltando por los canales) precede a House Burning Down, una muy buena canción que solo palidece ante la cumbre bífida que culmina el álbum y la trayectoria de la Jimi Hendrix Experience: la impresionante expropiación —que no lectura— del All Along The Watchtower dylaniano, que se convierte en un nuevo y mejor tema que el original (reconocido por su autor) gracias a la mágica labor de Hendrix, las espléndidas baquetas de Mitchell, la guitarra acústica de doce cuerdas de Dave Mason (que según Eddie Kramer hizo cerca de treinta tomas de su parte y, añado yo, no mató a nadie) y la percusión de Brian Jones (sí, el rolling stone); y la salvaje variación de Voodoo Chile apodada Voodoo Child (Slight Return), que no es sino el trío sin apoyos, tan puro y devastador como si estuviera encima del escenario y delante de su público.
Demasiada es la categoría de Electric Ladyland como para necesitar apoyo externo alguno, rematemos, pero señalar que este disco (y la música de Hendrix en general) fue una de las influencias que recogió Miles Davis para construir el inabarcable Bitches Brew es recordar lo obvio: las etiquetas aquí estorban más que informan. El guitarrista las había dejado a las puertas del estudio y sus acompañantes supieron comprenderlo.
*Vamos a seguir en nuestro análisis el listado real de los temas, si bien el prensado de la edición inglesa (la que se replicó en la edición española de 1988, portada carnal incluida, y que yo poseo) tiene el siguiente orden: cara 1 – cara 4 – cara 2 – cara 3, por motivos técnicos que aquí no vienen al caso.