R - Russell, Pee Wee
Basin Street Blues
(11 de junio, 1929)
Pee Wee Russell, (nacido en Maplewood, Missouri, el 27 de marzo de 1906 y muerto en Alexandra, Virginia, el 15 de febrero de 1969) fue hijo de un camarero y tuvo un nombre mucho más elegante: Charles Ellsworth Russell.
Estudió piano, batería y violín en su juventud, pero ya hacia la pubertad comenzó a concentrarse en el clarinete. Como Bix Beiderbecke, con quien llegaría a actuar y a compartir una gran amistad, Russell fue expulsado del internado antes de iniciar su carrera en el jazz. Russell bromearía más tarde: "Aprendí una cosa: a no llegar tarde a los sitios". En los años que siguientes a esta expulsión visitó México, la costa oeste, Arizona, Kansas, Iowa, Dakota del Norte y del Sur, Texas, St. Louis y Nueva York. En realidad acudía a cualquier lugar en el que se materializara una actuación pagada. Pero como cabría esperar, al igual que otros varios músicos de Chicago Russell actuó poco en esta ciudad. En cambio formó parte de un contingente de St. Louis al que más tarde unirían importantes lazos con el grupo surgido en torno a Eddie Condon.
Comenzó su carrera profesional tocando en los "riverboats", hacia 1920. Tocó con Herbert Berger, Leon Roppolo y Peck Kelley, antes de emigrar a Chicago, donde se incorpora a la banda de Bix Beiderbecke, grabando varios discos con él, Frankie Trumbauer y los Louisiana Rhythm Kings de Red Nichols, que es donde lo ubica Ted Gioia al mencionarlo en la discografía del libro que nos ocupa.
Durante la década de 1930 se convierte en uno de los músicos más solicitados por las pequeñas bandas, actuando junto a músicos como Adrian Rollini, Louis Prima, Eddie Condon y Bobby Hackett.
Nos cuenta Gioia:
Algunos han insinuado que el excéntrico estilo improvisatorio de Russell desafía toda transcripción. Ello no es cierto. Los investigadores del jazz han derrochado imaginación tratando de analizar y definir su esencia misteriosa. "Mitad si bemol, mitad saliva", definió Leonard Feather el clásico sonido de Russell, consustancial a un fraseo que se asemejaba al "balbuceo de una mujer asustada por un fantasma".
"Con mucha frecuencia su sonido era áspero", ha explicado Nat Hentoff, "como si le hubiese costado mucho tiempo abrirse camino por entre el largo y retorcido cuerpo y estuviese irritado por los rigores del viaje". Algunos comentaristas han buscado diferentes niveles de intencióñ en la obra de Russell, como si se tratase de un texto literario cuyos significados superficial y simbólico estuviesen contrapuestos. "Sonaba de un modo malhumorado y quejoso", afirmaba Whitney Balliett, "pero se trataba de un camuflaje, pues se trataba del intérprete más lírico y lastimero". Gunther Schuller fue más lejos aún al objetar contra esta teoría de "los dos Russells": "En una primera escucha, aquellos solos de Russell tendían a dar la impresión de que se trataba de un músico algo inepto, torpe y tímido, que se tropezaba y rezongaba de un lado a otro casi sin dirección. Mirándolo con más detenimiento, sin embargo, resulta que tales peculiaridades (el sonido poco ortodoxo, la vacilación, la elección de notas extrañas) son manifestaciones de una personalidad musical única y maravillosamente contenida, que operaba casi por completo según sus propias leyes artísticas".
Bud Freeman ofrece una interpretación muy diferente del talento de Russell, reduciéndolo a los clásicos conceptos aristotélicos de compasión y miedo, aunque con un toque ligeramente distinto: "Se convirtió en una figura mundial porque la gente sufría con él. La gente decía: 'Dios mío, espero que consiga terminar este solo'". Sin embargo, tanto si su música es contemplada como un enunciado délfico cargado de significados ocultos como si se la considera una expresión de excentricidad o simplemente un estilo construido a partir de sus limitaciones, en último término Russell logró el éxito que importaba más: la atracción de unos fervientes seguidores que asumieron su adhesión a lo heterodoxo. Para los conversos al culto a Pee Wee, no hubo clarinetista que llegase a la mitad de su grandeza.
Casi desde el primer momento, Russell reveló en su modo de tocar un gusto por lo estrafalario. En su grabación de 1929 de "That Da Da Strain", Russell inicia su solo con un intento poco decidido de imitar los floridos y fluidos diseños de clarinete de los maestros de Nueva Orleans. Pero fracasa en su tentativa: tras luchar enérgicamente por mantenerse a flote durante tres compases, Russell abandona esta tentativa de virtuosismo y lanza en su lugar notas sueltas y frases entrecortadas, con todos los sonidos improvisados que caracterizarían la obra de Pee Wee: gruñidos que terminan como gemidos, golpes de staccato que compiten con la sección rítmica, notas dobladas hasta ser aullidos.
Su célebre solo en "Basin Street Blues", grabado aquel mismo día, recurre a esta misma virtud de elevar las anomalías a la categoría de estilo musical, en este caso en el contexto de un blues de doce compases. La combinación es apasionante: el blues, la música del "pathos", y Pee Wee, maestro de lo patológico, se unen en un territorio surrealista en el que Dixieland y Dadá se dan la mano.
A lo largo de su carrera Russell regresaría al blues, consiguiendo siempre su característica victoria pírrica. Pero aunque las excentricidades del estilo de Russell pudieran eclipsar temporalmente a la musa que inspiraba su arte, nunca pudieron ocultarla.
Su obra era especialmente impresionante cuando entraba en contraste con otro músico no menos preocupado por el estilo, ya fuese junto a Coleman Hawkins o, décadas más tarde, con Gerry Mulligan o Thelonious Monk (sus fans afirmaban, no sin cierta justificación, que superaba al propio Monk en "monkismo"). En un justo homenaje, Bud Freeman ensalzó el carisma y la creatividad de Russell, comparándolo favorablemente con el clarinetista más ilustre de aquella era, prediciendo que "cuando pasen cien años, si es que hay otros cien años, la gente hablará más de los discos de Pee Wee que de los de Benny Goodman".
Louisiana Rhythm Kings
Chronological Classics · 1929-1930
1 - Futuristic Rhythm
2 - Out Where The Blues Began
3 - That's A Plenty
4 - Ballin' The Jack
5 - I'm Walking Through Clover
6 - That Da Da Strain
* 7 - Basin Street Blues *
8 - Last Cent
9 - Waiting At The End Of The Road
10 - Little By Little
11 - Marianne
12 - Swanee
13 - Squeeze Me
14 - Oh, Lady Be Good
15 - Sweet Sue - Just You
16 - The Meanest Kind Of Blues
17 - I Have To Have You
18 - O'er The Billowy Sea
19 - Lazy Daddy
20 - Karavan
21 - Pretty Baby
22 - Tell Me
23 - There's Egypt In Your Dreamy Eyes
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** E X T R A **
Los elogios aparecidos en el ensayo de Gioia, justifican que se acompañe "el pie de la letra" que respetamos de Gioia con un soberbio disco de Russell bajo su propio nombre.
Editado varias veces por distintos sellos y en varios formatos, he aquí la emisión original del sello Counterpoint con los registros realizados entre el 18 y el 19 de Febrero de 1958 en los Beltone Recording Studios de Nueva York, en los cuales el gran clarinete de Pee Wee es secundado por una verdadera constelación de estrellas como Ruby Braff en trompeta, Vic Dickenson en trombón, Bud Freeman en saxo tenor, Nat Pierce al piano y encargado de los arreglos, Charles Potter en contrabajo y Karl Kiffe en batería.
Ya se ha dicho que Russell es bastante difícil de categorizar, sin embargo, puede decirse que en estas grabaciones -quizás un poco cansado de tanto "dixieland"-, Pee Wee comienza a mirar un poco hacia adelante... hacia la seductora era del jazz moderno...
Pee Wee Russell & Friends
Portrait Of Pee Wee
Lado 1
1 - That Old Feeling
2 - I've Got The World On A String
3 - Exactly Like You
4 - It All Depends On You
5 - If I Had You
Lado 2
6 - Out Of Nowhere
7 - Pee Wee Blues
8 - I Used To Love You
9 - Oh No!