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domingo, 6 de julio de 2025

Algernon Blackwood / La transferencia


Algernon Blackwood 

La transferencia


El niño empezó a llorar a primera hora de la tarde, a eso de las tres, para ser exacto.

Recuerdo la hora porque había estado escuchando con secreto alivio el ruido de la partida del carruaje. Aquellas ruedas perdiéndose en la distancia por el paseo engravillado con mistress Frene y su hija Gladys, de la cual era yo gobernanta, significaban para mí unas horas de bendito descanso, y aquel día de junio hacía un calor opresivo, sofocante. Además, había que contar con aquella excitación que se había apoderado de todo el personal de la casa, allí en el campo, y muy especialmente de mí misma. Dicha excitación, que se propagaba delicadamente detrás de todos los acontecimientos de la mañana, se debía a cierto misterio, y, por supuesto, el tal misterio no se ponía en conocimiento de la gobernanta. Yo me había agotado a fuerza de suposiciones y vigilancia. Porque me dominaba una especie de ansiedad profunda e inexplicable, hasta tal punto que no dejaba de pensar ni un momento en lo que solía decir mi hermana de que yo era excesivamente sensitiva para resultar una buena gobernanta, y que habría dado mucho mejor rendimiento como clarividente profesional.

miércoles, 25 de junio de 2025

Algernon Blackwood / La muñeca

 


Algernon Blackwood 

La Muñeca


HAY noches que son negras, sin más; pero hay otras cuyas tinieblas parecen anunciar un acontecimiento misterioso y amenazador. Por lo menos, ésta es la sensación que se experimenta en ciertos barrios apartados, en los cuales, apenas llega la noche, quedan grandes espacios completamente oscuros entre farol y farol, en los cuales no ocurre nunca nada, en los cuales el sonar de una campanilla está considerado casi como una intimidación, en los cuales la gente dice: «¡Vámonos a la ciudad!». Alrededor de las villas, los cedros suspiran al viento, pero todas las demás actividades están rodeadas de silencio.

domingo, 23 de junio de 2024

Algernon Blackwood / Los sauces / Reseña

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ALGERNON BLACKWOOD: LOS SAUCES (HERMIDA EDITORES)

4 de marzo de 2017

En esa guía imprescindible de lecturas que es El horror sobrenatural en la Literatura Lovecraft dedica un amplio comentario a la figura de Blackwood y refiere que «La bien nutrida serie de volúmenes del señor Blackwood incluye novelas y cuentos, algunos de estos últimos con personajes en común. En primer lugar debe considerarse el relato Los sauces, en donde innombrables presencias acosan a un par de viajeros en las soledades de las islas del Danubio. Aquí, el arte y la rigurosidad en la narrativa llegan a su más alto desarrollo y producen una impresión perdurable y conmovedora sin un solo párrafo forzado y ni una falsa nota». El fragmento completo del ensayo, así como otros provenientes de cartas, se incluyen a modo de prólogo de esta edición y muestran la estima de Lovecraft por la obra de Blackwood (salvo algunas reservas, como es natural). También August Derleth, en H.P. Lovecrfat y su obra señala la gran influencia que las creaciones de Blackwood ejercieron en las obras del escritor de Providence. Sirva esto a modo a presentación de Los sauces, relato incluido en The Listener and Other Stories (1907) y que Hermida Editores presenta por separado por primera vez en español.

lunes, 15 de enero de 2024

Algernon Blackwood / El Wendigo / Prohibido mirar

 



EL WENDIGO, ALGERNON BLACKWOOD: PROHIBIDO MIRAR

Ilustraciones por cortesía de Bastian Kupfer para Fabulantes

Uno de los personajes, el Dr. Cathcart, dice que a aquello a lo que se enfrentan «es simplemente la personificación de la Llamada de la Selva» [i]. Dicho esto, no cabría añadir nada más, pero es una afirmación más precisa de lo que parece y no un simple lugar común.

Algernon Blackwood / Los sauces / El horror está ahí

Ilustración de Mariano Henestrosa 


LOS SAUCES, ALGERNON BLACKWOOD: EL HORROR ESTÁ AHÍ, AUNQUE SÓLO VEAS SU SOMBRA ENTRE LAS RAMAS

Fue, quizá, H.P. Lovecraft quien mejor comprendió el alcance e importancia del relato Los sauces, una de las historias de horror más brillantes escritas por el escritor británico Algernon Blackwood (1869-1951). El maestro de Providence situaba al autor de El Wendigo entre los escritores más importantes del género sobrenatural y Los sauces como una obra maestra, por encima de cualquier otro relato del primer cuarto del siglo XX. En este cuento, diría Lovecraft, el arte y la sobriedad para expresarlo “alcanzan su más pura expresión y la emoción se mantiene siempre latente a través de todo el texto sin una falsa nota”.

Algernon Blackwood / El Wendigo

 






Algernon Blackwood
EL WENDIGO

I
    Aquel año se organizaron numerosas partidas de caza, pero apenas si se llegó a descubrir rastro alguno; los alces parecían excepcionalmente tímidos aquella temporada y los chasqueados Nemrods regresaron al seno de sus respectivas familias formulando las mejores excusas que se les ocurrieron. El doctor Cathcart, como otros muchos, regresó sin un solo trofeo. Pero trajo, en cambio, el recuerdo de una experiencia que, según confiesa, vale por todos los alces cazados en su vida. Y es que Cathcart, de Aberdeen, aparte de los alces, estaba interesado en otras cosas; entre ellas, en las extravagancias de la mente humana. Sin embargo, esta singular historia no figura en su libro La Alucinación Colectiva por la sencilla razón de que (así lo confesó una vez a un colega suyo) vivió los hechos demasiado de cerca para poder opinar con entera objetividad...