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sábado, 22 de agosto de 2020

Jane Smiley “Un matrimonio es horriblemente dramático”

Jane Smiley

Jane Smiley 

“Un matrimonio es horriblemente 

dramático”

La escritora estadounidense, premio Pulitzer, publica la novela ‘Un amor cualquiera’


Xavi Ayén
2 de agosto de 2020


Como si estuvieran en una novela victoriana, tres de los cinco hermanos Kinsella –Ellen y los gemelos Joe y Michael– se reúnen en casa de su madre, Rachel, que es la narradora. Pero Un amor cualquiera (Sexto Piso), novela que la estadounidense Jane Smiley (Los Angeles, 1949) publicó originalmente en 1989 y que ahora Sexto Piso ofrece en castellano, está ambientada en el mundo contemporáneo. Un trauma arrastra a Rachel: veinte años atrás, fue infiel a su marido y este, sin previo aviso, se llevó a los cinco hijos que tenían a Europa, impidiéndole verlos durante varios años.

Jane Smiley / “Los humanos llevan eones tratando de resolver el problema del amor”

Bibliophiles: Jane Smiley, novelist - The Boston Globe
Jane Smiley

Jane Smiley: “Los humanos llevan eones tratando de resolver el problema del amor”


BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ
30 DE JUNIO DE 2020

Las novelas de divorcio y matrimonio que la autora estadounidense escribió en los 80 encuentran un nuevo público en español
BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ
30 DE JUNIO DE 2020
Si no fuera una excelente novelista, Jane Smiley podría trabajar como terapeuta de parejas especializada en divorcios. Ella misma se ha divorciado tres veces, y casado cuatro. Su amiga la escritora Barbara Grossman dice que es la “única monógama en serie con éxito” que ha conocido. “Sus matrimonios siempre han sido exitosos hasta el momento en que se rompieron, y sigue siendo amiga de todos sus ex maridos”. De hecho, les dedicó su obra más ambiciosa (aunque ese título podría disputárselo The Greenlanders, una saga épica situada en Islandia), una trilogía titulada The Last Hundred Years que no está traducida al español. En el año 2000 incluso escribió una tribuna en The New York Times titulada Allá van, hablando otra vez mal del divorcio, en la que decía: “Me alegro de que mis padres se divorciasen y me he alegrado desde que empecé a pensar en ello. El divorcio es un derecho que tardamos muchas generaciones en conseguir. No es una garantía de felicidad mayor que el matrimonio, pero tampoco menor”.

Jane Smiley / “Como novelista te fascinan las diferencias, no los estereotipos”

un amor cualquiera

Jane Smiley: “Como novelista te fascinan las diferencias, no los estereotipos”

La escritora estadounidense regresa a las librerías con 'Un amor cualquiera', una novela corta que se editó originalmente en los ochenta


Andrea Aguilar
Madrid, 19 de agosto de 2020








Retrato de Jane Smiley, en París en 2016.

Retrato de Jane Smiley, en París en 2016.ULF ANDERSEN 

La última trilogía que Jane Smiley (Los Ángeles, 70 años) escribió abarcaba un siglo de historia, de 1920 a 2020, y transcurría en Saint Louis, la ciudad donde creció. Autora de más de una docena de novelas, cinco ensayos y otros tantos libros de ficción para adolescentes, profesora de escritura creativa y ganadora del Pulitzer en 1992 por Heredarás la tierra, Smiley terminó esa saga en 2015 y, a la vista de lo que ha ocurrido desde entonces, no puede evitar soltar una carcajada y señalarse a sí misma como una incorregible optimista. “Traté de imaginar en el último libro lo peor que podía pasar en 2020 y no es ni cercano a lo que ha terminado ocurriendo”, cuenta en videoconferencia desde su casa en California, donde ha pasado el confinamiento, y sigue bastante recluida, exceptuando sus paseos diarios a caballo.

Jane Smiley / Congoja, amenaza, liberación

Un amor cualquiera, de Jane Smiley - Cultura - Mundiario
Jane Smiley

Jane Smiley

Congoja, amenaza, liberación

Jane Smiley retrata magistralmente en ‘La edad del desconsuelo’ los miedos y cobardías de un padre de familia al que no le gusta hablar pero no para de hacerlo


Marta Sanz
27 de mayo de 2019




Retrato de Jane Smiley, en París en 2016.Ampliar foto
Retrato de Jane Smiley, en París en 2016.  GETTY IMAGES

La edad del desconsuelo es la de un dentista de 35 años, casado con una dentista guapa, decidida y muy inteligente, que mide 1,62 y con la que ha tenido tres encantadoras hijas: ­Lizzie, dotada con un extraordinario sentido de la vista y una increíble capacidad para el vómito; Stephanie, que todo lo oye y se ensimisma a menudo —va a su bola—, y Leah, que aprende a través del tacto de sus manos grandes y ama a su papi con una vampírica desmesura. Son tres seres casi mágicos —maravillosamente comunes— que recuerdan a esas hadas que se meten dentro del cofre para debatir el futuro de Aurora en la versión Disney de La bella durmiente.

viernes, 14 de febrero de 2003

Jane Smiley / El paraíso de los caballos / El gran teatro del ´turf'


El paraíso de los caballos (.) (Spanish Edition): Smiley, Jane ...

Jane Smiley

El gran teatro del 'turf'




Fernando Savater
14 de febrero de 2003


Aunque considerado un mundo fundamentalmente masculino y hasta machista, el universo de las carreras de caballos ha encontrado recientemente sus mejores cronistas entre las mujeres. Por supuesto, es sabido que el primer clásico hípico "naturalista" (que no versa estrictamente sobre el turf) lo escribió en el siglo XIX Anna Sewell: Black Beauty, la autobiografía sentimental de un caballo, recientemente traducido y bien editado por la editorial sevillana Lettera. Ya en el espectáculo de los hipódromos, el último best seller del género es la historia de Seabiscuit (un libro realmente espléndido), obra de Laura Hillebrand. Acaba de aparecer su versión cinematográfica, protagonizada por Toby McGuire. También la mejor biografía de Northern Dancer ha sido escrita por una mujer, Muriel Lennox. Y sin duda las más incisivas páginas hípicas que hoy se publican en el Reino Unido vienen firmadas por Laura Thompson, cuyo libro sobre Newmarket es una delicia de información histórica y sugerencias literarias. En el terreno de la ficción, pueden destacarse los atractivos cuentos de la veneciana Patricia Carrano reunidos en Campo di prova. Y, por supuesto, El paraíso de los caballos, de la estadounidense Jane Smiley, ofrecido ahora a los lectores de lengua castellana.


Smiley, Jane
Jane Smiley

EL PARAÍSO DE LOS CABALLOS
Jane Smiley 
Traducción de Roser Berdagué Tusquets. 
Barcelona, 2003 690 páginas. 24 euros


Smiley es una novelista ya conocida por muchos de ellos: tres de sus libros han sido anteriormente editados por Tusquets, entre los cuales destaca Heredarás la tierra, una recreación actualizada de la trágica penitencia del rey Lear que ganó en su país de origen el Premio Pulitzter y el National Critics Circle Award. Su última entrega narrativa es esta generosa novela coral, cuyo título creo que encierra un cierto juego verbal (lo apunto con prudencia, porque no lo he visto señalado en ninguna parte): si no me equivoco, Horse Heaven (el paraíso del caballo) homenajea a Horse Haven (el refugio o puerto del caballo), nombre que recibía la vieja pista del hipódromo de Saratoga Springs, que con sus ciento diez años de existencia es el más antiguo de Estados Unidos.

En este amplio y complejo relato, tejido de viñetas que se entrecruzan, se dibuja algo así como un equivalente a la Comedia Humana, pero centrada en la pasión hípica. Con fondo de galopes, apuestas, triunfos y fracasos por corta cabeza, aparecen personajes feroces o tiernos, desconcertados las más de las veces, adulterios y amores infantiles, religiones y supersticiones, caprichos ambiciosos junto a necesidades perentorias, un fresco animado con humor y a veces patetismo de la sociedad norteamericana actual. Y entre ellos, también con su propia personalidad, unos cuantos caballos de carreras, sus rehenes inocentes, entre los que destaca el veterano Justa Bob, el castrado que a fuerza de rodar ha alcanzado la sabiduría: hay que intentar ganar siempre... por la mínima ventaja. El amante del turf encontrará en estas páginas todas las figuras familiares o insólitas del espectáculo que le encandila; quien sea ajeno a esta afición, puede asomarse al variado mundo por una ventana que hasta ahora nadie le había abierto. 

La traducción es en general buena, aunque tiene pequeños tropiezos en la jerga hípica (nada comparable empero a la versión italiana de mi A caballo entre milenios, que convertía un alazán en un caballo "alsaciano"...). Se empeña en llamar "estadio" -una medida clásica griega equivalente a ciento veinticinco pasos geométricos- al furlong, la distancia de dos mil metros que todos los hípicos denominamos con la palabra inglesa. Llamar "cercado de monta" al paddock es verbalmente exacto, pero chocará a los aficionados españoles que también utilizamos el término inglés (en Francia, en cambio, se habla de rond de presentation). En América consideran "ganar de alambre a alambre", es decir, desde la salida hasta la meta, a lo que aquí denominamos "ganar de punta a punta". Y al potro encargado de avivar el paso de una prueba en beneficio de su compañero de cuadra no le bautizamos "conejo" como los americanos, sino "liebre"... En fin, minucias. Pero es que las pasiones suelen ser minuciosas...

* Este artículo apareció en la edición impresa del viernes, 14 de febrero de 2003.