Eyes Wide Shut (1990)
Opening Scene
Stanley Kubrick
EYES WIDE SHUT
Por Alejandro Salgado
Eyes Wide Shut, o como en su traducción en español “Ojos bien cerrados” es la última obra maestra del gran cineasta, que lastimosamente no pudo verla en su edición final, ya que murió misteriosamente antes de su estreno.
Es una de las obras más incomprendidas de Kubrick, quien siempre contó con una gran libertad de hacer lo que quisiera con sus películas, sin presiones de los productores (algo que muchos directores no tienen). Además de incomprendida, ha sido muy infravalorada.
La historia protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, cuenta la historia de una pareja que lleva una buena vida de casados y 9 años de matrimonio (aproximadamente casi los mismos que llevaban Cruise y Kidman de su matrimonio en la vida real, recordemos que terminaron luego de rodar esta película). William Harford (Cruise), es un médico prestigioso de Nueva York y Alice (Kidman) es su esposa, con quien tiene una pequeña hija. La película inicia cuando la pareja se está alistando para asistir a una fiesta de un amigo de William con mucho dinero, Victor Ziegler (Sydney Pollack). En esa fiesta, ambos encuentran distintas tentaciones a las que finalmente no acceden.
Nicole Kidman
Aunque no acceden, ambos muestran superficialmente que no están pasando un buen momento en la relación, a pesar de que todo transcurre aparentemente bien y con normalidad. Hasta que en una noche, antes de acostarse, ambos discuten sobre el amor y la fidelidad entre hombres y mujeres; es entonces cuando Alice le confiesa a su esposo una fantasía que tuvo hace un tiempo con un marinero, con quien estuvo a punto de dejarlo, si sólo el marinero se lo hubiese propuesto. Después de esta confesión William no puede sacarse la imagen de su mujer con el marinero juntos, aunque nunca haya pasado nada. Y es a partir de allí donde se desarrolla el resto de la trama, y para mí el gran mensaje de la película.