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domingo, 3 de octubre de 2021

Kate Chopin / La tormenta


Kate Chopin
La tormenta 


I

      Las hojas estaban tan quietas que incluso Bibi intuyó que iba a llover. Bobinót, que estaba acostumbrado a conversar con su pequeño hijo a nivel de compañeros, llamó la atención del niño sobre ciertos nubarrones que rodaban con intenciones siniestras desde el oeste, acompañados de un hosco y amenazante estruendo. Se hallaban en la tienda de Freidheimer y decidieron quedarse allí hasta que la tormenta hubiese pasado. Se sentaron al lado de la puerta sobre dos barriles vacíos. Bibi tenía cuatro años y parecía muy espabilado.

Kate Chopin / Arrepentimiento

 


Kate Chopin

Arrepentimiento

Regret by Kate Chopin




      Mamzelle Aurélie tenía una figura imponente, mejillas coloradas, cabellos que variaban de castaño a gris, y una mirada enérgica. En la granja llevaba puesto un sombrero de hombre, un viejo sobretodo militar azul cuando hacía frío, y a veces botas de campaña.

Kate Chopin / Lilas


Kate Chopin

Lilas 


      Madame Adrienne Farival no anunciaba nunca su llegada, pero las buenas monjitas sabían muy bien cuándo esperarla. Cuando la fragancia de las lilas en flor empezaba a impregnar el aire. Sor Agathe se acercaba muchas veces a la ventana a lo largo del día, con la expresión feliz y beatífica en la cara con que las almas puras y simples esperan la llegada de aquellos a los que aman.

viernes, 1 de octubre de 2021

Kate Chopin / El hijo de Désirée

Ilustración de Ann Margret Kirkaldy

Kate Chopin 
El hijo de Désirée


Como era un día agradable, Madame Valmondé decidió ir hasta L’Abri a visitar a Désirée y su pequeño hijo.
Pensar en Désirée con un bebé la hacía sonreír. Le parecía mentira que hubiese pasado tanto tiempo desde que Désirée fuera, ella misma, una criatura; desde que Monsieur, al salir a caballo del portón de Valmondé, la hubiese encontrado dormida bajo la sombra de una gran columna de piedra.

Kate Chopin / El ciego


Ciego
María Rud


Kate Chopin
El Ciego
Traducido por Christine Sétrin, con la colaboración de Ángel Pozo Mendoza
Con una pequeña caja roja en una mano, un hombre caminaba lentamente por la calle. Su viejo sombrero de paja y su ropa descolorida daban la impresión de que la lluvia los había batido muchas veces, y las mismas veces el sol los había secado encima de él. No era mayor, pero parecía débil; y caminaba bajo el sol, por el pavimento asfaltado que abrasaba. Al otro lado de la calle había unos árboles que proyectaban una sombra espesa y agradable: toda la gente andaba por aquel lado. Pero el hombre no lo sabía, porque era ciego, y además era tonto.

viernes, 5 de julio de 2019

Kate Chopin / Un par de medias de seda


Kate Chopin




Un par de medias de seda

Traducción de Magdalena Solari

A Pair of Silk Stockings by Kate Chopin 


La pequeña señora Sommers se encontró  inesperadamente un día con que era la feliz poseedora de quince dólares. Para ella esa era una gran suma de dinero y la manera en que abultaba su viejo y gastado porte-monnaie la hacía sentirse importante como no se había sentido en años.
La cuestión de cómo invertir el dinero la mantuvo muy ocupada. Por uno o dos días caminó en un estado de ensoñación, aunque en realidad estaba absorta en especulaciones y cálculos. No quería actuar de manera apresurada o hacer algo de lo que más tarde se arrepintiera. Pero fue en las horas quietas de la noche, mientras  las ideas  se multiplicaban en su mente, que creyó ver con claridad cómo usar ese dinero de la manera más juiciosa y correcta.

martes, 2 de julio de 2019

Kate Chopin / Historia de una hora


Kate Chopin
HISTORIA DE UNA HORA

Sabiendo que la señora Mallard padecía del corazón, se tomaron muchas precauciones antes de darle la noticia de la muerte de su marido.
Fue su hermana Josephine quien se lo dijo, con frases entrecortadas e insinuaciones veladas que lo revelaban y ocultaban a medias. El amigo de su marido, Richards, estaba también allí, cerca de ella. Fue él quien se encontraba en la oficina del periódico cuando recibieron la noticia del accidente ferroviario y el nombre de Brently Mallard encabezaba la lista de «muertos». Tan sólo se había tomado el tiempo necesario para asegurarse, mediante un segundo telegrama, de que era verdad, y se había precipitado a impedir que cualquier otro amigo, menos prudente y considerado, diera la triste noticia.

sábado, 30 de julio de 2011

Kate Chopin fue la primera




Kate Chopin fue la primera

JOSÉ MARÍA GUELBENZU
30 JUL 2011

Esta breve novela es una obra maestra. Se publicó en España sin obtener apenas atención hace varios años. Ahora regresa, acompañada de diecisiete cuentos cuya función es, a partes iguales, dar una satisfacción al lector y reclamar de nuevo un lugar de honor para su autora. Kate Chopin nació en 1861 en St. Louis, Misuri, en el seno de una acomodada familia. Se casó a los veinte años, tuvo cinco hijos, enviudó y se dedicó a escribir como medio de vida adquiriendo gran notoriedad en la sociedad sureña por sus libros de "color local". Sin embargo, a la publicación de El despertar, esa misma sociedad la rechazó escandalizada.
¿Por qué? Sencillamente: por contar la historia de una respetable ama de casa que decide volar libre.


El despertar y otros relatos

Kate Chopin
Traducción de Olivia de Miguel
Alba Editorial. Barcelona, 2011
482 páginas. 28 euros

Hasta aquí la anécdota. Ahora vamos con la literatura. La historia del despertar de Edna Pontellier es un prodigio de sensibilidad, sutileza y belleza literaria. Cuando esta esposa y madre tradicional, que toda la vida "había estado acostumbrada a albergar pensamientos y emociones que no tenían voz propia", confiesa a una amiga que "daría mi dinero, daría mi vida por mis hijos, pero no me daría a mí misma", confiesa en realidad la revelación y el cataclismo que se está produciendo en su interior. A partir de ese momento, todo lo que constituye su vida (familia, amigos, títulos, etcétera) se le va revelando como una imposición. Entonces comienza a alejarse de esa vida ficticia, incluso cambia de casa, lo que le produce felicidad y desazón a la vez. El interés romántico hacia otro hombre la ayuda en estas decisiones, pero no será éste su destino, sino la libertad misma. La novela muestra escenas soberbias, como la lectura de la carta de su amado mientras la señora Reisz, su amiga, toca el piano acompañando maliciosamente la lectura; o su sensación de estar sola en casa; o el reencuentro con el amado, un prodigio de sutileza y dominio de la escena. La expresividad y delicadeza de la escritura de Kate Chopin es total, propia de un talento único. Las grandes autoras sureñas como Eudora Welty o Flannery O'Connor son deudoras suyas. Ella fue la primera. Merece un lugar de honor y éste es el momento de concedérselo como lectores leyendo esta joya inexcusable.
-* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de julio de 2011

viernes, 29 de abril de 2011

Kate Chopin / El despertar y otros relatos / Reseña






Kate Chopin


El despertar y otros relatos 

Por Sr. Molina
29 Abr 2011
El despertar y otros relatos - Kate Chopin
Valorar hoy día el impacto que una novela como El despertar tuvo en la sociedad de la época (sobre todo considerando que se ambienta en los tradicionalistas estados del sur de Estados Unidos) es realmente difícil. Lo cierto es que, a pesar del paso del tiempo, la novela de Kate Chopin sigue siendo un referente en lo tocante al tema de la emancipación femenina, aun cuando se pueda ver en el libro un hermoso y desesperado canto a la libertad y la independencia.
El despertar narra el progresivo acercamiento a la libertad de Edna Pontellier, casada con un rico comerciante de Nueva Orleans y madre de dos hijos. Durante unas vacaciones en Grand Isle, en la costa sur de Luisiana, se encapricha de un joven llamado Robert Lebrun, hijo de su anfitriona, que le sirve de acompañante durante sus paseos por el lugar; lo que no es más que un devaneo inocente trastorna a la protagonista de forma irrevocable y así, cuando regresa a Nueva Orleans, Edna descubre que sus sentimientos hacia Robert son fuertes, y que su vida, tal y como la ha concebido hasta ese momento, no tiene sentido. Su decisión de cambiar las cosas por completo le acarreará la incomprensión de sus amistades y su propio marido, incapaces todos de reconocer la libertad que se ha despertado en el alma de Edna.
Aunque el estilo de Chopin es colorista y sensual, no es en la parte formal de la novela donde encontramos mayor interés. De hecho, el desarrollo es un tanto abrupto y hay cambios de escena realmente bruscos; no parece casual que la autora tenga una gran producción de relatos breves, medio en el que (al menos estilísticamente) se desenvuelve con más soltura. Lo realmente interesante, sin embargo, lo encontramos en el planteamiento de ese conflicto psicológico de la protagonista. Incluso con más de cien años de por medio, las ansias de independencia de Edna Pontellier provocan empatía y se hacen actuales y pertinentes; el progresivo acercamiento a su propio yo, la toma de conciencia de sí misma que lleva a cabo, se abordan de forma profunda y están teñidos de humanidad.
No es extraño, pues, que en su momento la novelita causase estupor y rechazo. Edna es una mujer decidida, valiente, que en un pasaje del libro afirma que no se sacrificaría por sus hijos si eso significase traicionarse a sí misma. De hecho, su opinión sobre las abnegadas esposas con las que comparte alojamiento durante sus vacaciones es muy clarificadora: «Eran mujeres que idolatraban a sus hijos, adoraban a sus maridos y consideraban un alto privilegio anularse como individuos y desarrollar alas como ángeles de la guarda.»
Edna pasa por un proceso de autodescubrimiento que la lleva a comprender su papel secundario en una sociedad que sólo permitía la independencia femenina dentro de unos estrictos límites. El ejemplo de ello es mademoiselle Reisz, una vieja pianista a la que todo el mundo admira, pero a la que tratan como a una atrabiliaria caprichosa: en la relación entre ambas mujeres se puede ver la insinuación de que el destino de la protagonista es la soledad y el retiro si escoge vivir su vida sin sujetarse a los corsés de la sociedad. El final amargo de Edna es fruto, posiblemente, de la incapacidad (no sólo del propio personaje, sino tal vez también de la autora) de asumir el riesgo que implica romper con todas las convenciones y afrontar el rechazo —que la conduciría al ostracismo— de sus conocidos.
A pesar de una dramática conclusión, El despertar es una novela con una vitalidad impresionante. La voz del narrador omnisciente nos introduce en el alma de Edna de una manera vívida y sensual: su pasión y su frenesí son contagiosos, sinceros. Aunque muchas cosas hayan cambiado, las ansias de libertad y experiencia siguen negándose hoy día en muchos terrenos; esta novela nos acerca a las consecuencias de esas constricciones.
SOLO DE LIBROS