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miércoles, 22 de octubre de 2025

Cuando Delibes rechazó el Premio Planeta y a Umbral el Premio Planeta lo rechazó


Cuando Delibes rechazó el Premio Planeta y a Umbral el Premio Planeta lo rechazó

Miguel Delibes y Francisco Umbral forman parte de la historia del Premio Planeta sin haberlo ganado nunca


Miguel Pérez Pichel
18 de octubre de 2025

Antes de que el Planeta lo ganaran los Juan del Val y las Sonsoles Ónega, hubo un tiempo cada vez más lejano en que el millonario y más prestigioso premio literario del mundo de habla hispana lo ganaban escritores de la talla de Ana María Matute, Torcuato Luca de Tena, Ramón J. Sender, Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán o Gonzalo Torrente Ballester.

viernes, 17 de octubre de 2025

Estos son los mejores y peores libros Premio Planeta, según los lectores

 

Juan del Val recibe el Premio Plsneta

Estos son los mejores y peores libros Premio Planeta, según los lectores



Javier Mercadal Serrano
Zaragoza, 16 de octubre de 2025

El Premio Planeta es fuente de controversia perenne. Sin embargo, no se le puede achacar que no sea relevante. Los nombres de los ganadores son esperados cada edición con ahínco, aunque sea para despotricar contra ellos. Y las obras galardonadas se leen; se leen mucho. Probablemente, el principal problema sea su sistema de elección. O mejor dicho, la performance que en torno a ella se rodea. La participación pública, la entrega bajo pseudónimo… todo para que casi siempre gane alguien consagrado o un nombre conocido. Cuando no ya relacionado con el propio Grupo Planeta. 

viernes, 6 de agosto de 2021

Todos quieren a Miguel Delibes


Miguel Delibes lanzándose al agua en la piscina de su casa de Sedano (Burgos). En torno a 1961.Miguel Delibes lanzándose al agua en la piscina de su casa de Sedano (Burgos). En torno a 1961.ARCHIVO DE LA FUNDACIÓN MIGUEL DELIBES

Todos quieren a Miguel Delibes

La Biblioteca Nacional celebra el centenario del autor de ‘El camino’ con una gran exposición. La familia del escritor dona a la institución el manuscrito de su polémico discurso de ingreso en la RAE


Javier Rodríguez Marcos
Madrid, 17 de septiembre de 2020

¿Qué hace Miguel Delibes a lo largo del día?”, le preguntaron al propio escritor en sus últimos años. Su respuesta: “Quejarse”. En la primavera de 1998, pocos días después de poner el punto final a El hereje, su última novela, le detectaron un cáncer de colon que requirió varias operaciones. La agresividad del tratamiento minó su humor y su movilidad, pero no su retranca. La enfermedad parecía una condena demasiado dura para un hombre que no había parado. Nacido el 17 de octubre de 1920 en Valladolid y fallecido en la misma ciudad en 2010, había sido catedrático de Derecho Mercantil por las mañanas y director de El Norte de Castilla por las tardes; autor de 50 libros escritos a mano, padre de siete hijos y viudo desde los 54 años; cazador, fumador y paseante infatigable; aficionado al cine, al fútbol y al ciclismo; fanático del correo postal, académico de la RAE y premio Cervantes.

lunes, 21 de septiembre de 2020

Los premios literarios sujetan el mercado

Miguel Delibes


Los premios literarios sujetan el mercado

El polémico caso del EspasaEsPoesía al joven Rafael Cabaliere, creador con un enorme seguimiento en redes sociales, esconde un modelo de negocio editorial en el que las ventas de los galardones “amañados” son esenciales para mantener la diversidad de la oferta cultural


PEIO H. RIAÑO
Madrid - 19 SEP 2020 - 17:30 COT

EVA VÁZQUEZ
A principios de septiembre, se reunió el jurado del Premio EspasaEsPoesía para deliberar quién sería el vencedor de la tercera edición del galardón creado por la editora Belén Bermejo, fallecida en junio. Antes de que el poeta Luis Alberto de Cuenca, el cantautor y poeta Marwan, el escritor Alejandro Palomas (telemáticamente) y la subdirectora de Comunicación y Relaciones Públicas de Atresmedia, Ana Porto, se sentaran a la mesa de la sala del edificio de Planeta, en Madrid, el premio ya tenía ganador. La editorial les había entregado cinco manuscritos, “flojitos”, aseguró De Cuenca a este periódico, preparados para que saliera elegido uno.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Miguel Delibes / El campeonato

Vargas Alberto | Portrait of Carol Ohmart (1956) | MutualArt
Ilustración de Alberto Vargas
Miguel Delibes

EL CAMPEONATO

Fue su oportunidad y la perdieron, y los ingleses quedaron, de buenas a primeras, fuera de combate. El hecho era insólito y humillante. Ellos eran los maestros, y, de repente, llega un discípulo y ¡zas!, echa a rodar su historia y su experiencia, y maestría, y su técnica, y todas sus viejas glorias. Y lo que Juan decía. Mientras daba vueltas al botón para amplificar la voz de la radio:
— Los ingleses estarán que muerden.

Próxima estación: Delibes

Miguel Delibes - Wikipedia
Miguel Delibes
Próxima estación: Delibes

La pandemia ha desnaturalizado el centenario del escritor, que concibió casi toda su obra al aire libre. EL PAÍS visita los escenarios de libros como ‘El camino’, ‘El disputado voto del señor Cayo’ o ‘El hereje’


Javier Rodríguez Marcos
Sedano, 1 de agosto de 2020



En su casa de Valladolid, la pequeña habitación en la que murió Miguel Delibes hace 10 años sigue igual que aquel día: la cama monacal a un lado y en la cabecera, como si fuera un evangelista, Walt Whitman con la barba poblada de mariposas en un grabado de Gregorio Prieto; en la mesilla, un despertador parado a las tres y diez, una cruz de metal, un ajado Evangelio de bolsillo, libros de Miguel Hernández, Francisco Umbral y Carmen Laforet y una vieja grabadora Sanyo. En la habitación contigua —el despacho— solo faltan la mesa en la que escribía y el retrato que García Benito le hizo a su esposa, Ángeles de Castro, y que dio título al libro que el escritor le consagró años después de su prematura muerte: Señora de rojo sobre fondo gris. Ahora están, con la medalla del Premio Cervantes de 1993, en la Biblioteca Nacional de Madrid, que el 17 de septiembre inaugurará una exposición por el centenario del autor, que se cumple un mes después.

Miguel Delibes / Un hombre feliz andando



El escritor Miguel Delibes
El escritor Miguel DelibesMARÍA ESPAÑA

Miguel Delibes, un hombre feliz andando

El confinamiento mantiene en las catacumbas una exposición del autor de ‘La sombra del ciprés es alargada’


Juan Cruz
15 de mayo de 2020

Miguel Delibes era un hombre al aire libre. Feliz andando o en bicicleta. Delibes en bicicleta (Nórdica) ha titulado Jesús Marchamalo su libro del centenario del autor de La sombra del ciprés es alargada. Marchamalo es el responsable de la exposición con la que la Biblioteca Nacional lo iba a celebrar desde el 18 de marzo. La pandemia no permitió abrirla, y ahí está, apagada, como símbolo de lo que puede el virus. Ahora, dice Marchamalo, esa exposición es como una playa que no suena, llena de Delibes “pero quieta”. En otoño echará andar y quizá coincida con el 17 de octubre, el día en que nació Delibes hace un siglo. La metáfora del cierre encuentra antecedente en Mi idolatrado hijo Sissi (1953), su novela sobre la gripe de 1918, cuando una epidemia así “era como una oleada de muerte, como un lúgubre viento arrasando las calles y plazas de la ciudad”. Aquí todo se paró “cuando estaba esa exposición terminada, todo en su sitio, una ilusión cumplida y de repente fantasmal, esperando a que volvamos”.

Delibes

Miguel Delibes | Miguel delibes, Escritores, LibrosDelibes

Luis Pardo
13 de marzo de 2020

Hace justo treinta años, Miguel Delibes (1920-2010) entregó a la imprenta uno de esos libros de artículos y ensayos misceláneos que escribía entre novelas. Parafraseando a Santiago Ramón y Cajal, el autor de Las ratas nos regaló unas charlas de café con pensamientos, anécdotas y confidencias sobre temas tan variados como el cine, el aborto, la naturaleza, la amistad, el fútbol o la gastronomía. Tenían aquellos textos, como todos sus artículos, la precisión de sus ficciones y la cordialidad de su manera de ser. Le puso de título Pegar la hebra porque buscaba que el lector asintiera o disintiera mentalmente de sus puntos de vida.

La amistad de Pla y Delibes / Dos huraños con boina



Josep Pla y Miguel Delibes en Palafrugell, en 1969.
Josep Pla y Miguel Delibes en Palafrugell, en 1969. FUNDACIÓN M. DELIBES

La amistad de Pla y Delibes, dos huraños con boina

La sede cultural de la Generalitat en Madrid acoge una comparativa de los dos autores del XX más apegados a su tierra


Elisa Silió
Madrid, 20 de octubre de 2017

Al prosista catalán Josep Pla y al vallisoletano Miguel Delibes les distanciaron 827 kilómetros de carretera y 23 años. Pero les unieron muchas más cosas: compartieron un mismo editor y amigo, José Vergés; amonestaciones de los censores franquistas, un carácter huraño y artículos en la revista Destino. Y, ante todo, les ligó una literatura marcada por su enorme arraigo a Cataluña y Castilla. Por eso la Fundación Miguel Delibes y la Cátedra Josep Pla perfilaron durante tres años una comparativa de sus figuras en una jornada que se ha celebrado este viernes en Blanquerna, el espacio cultural de la Generalitat en Madrid. El ambiente fue muy cordial pero cargado de estupor, a escasos días de que se intervengan funciones de la Generalitat y cuando, tras el referéndum catalán, Ediciones Destino (Planeta), el sello de ambos, ha decidido cambiar su domicilio social a la capital.

martes, 8 de enero de 2019

Premio Nadal / Espejo de las letras españolas

Ana María Matute, durante la gala de entrega del Premio Nadal, el 8 de enero de 1960.
 EFE


El Nadal, espejo de las letras españolas

El galardón, que se concede mañana, cumple 75 años. De Laforet a Matute, Ferlosio o Mañas, la nómina de premiados sirve para contar una historia de la literatura de ese tiempo


Carlos Geli
Barcelona, 4 de enero de 2019

Como estaba esa noche de guardia en el diario, no paraba de ir, hecho un flan, a la sala de teletipos. A la 1.45 de la madrugada, el último escupió que era finalista. Lo gritó a pleno pulmón en la redacción, donde nadie sabía nada. El director inició gestiones telefónicas, averiguó y sí, aquel subordinado había hecho algo más que quedar finalista: había ganado. “Cogí corriendo la bicicleta y me fui a casa, donde me esperaba mi mujer y mi hijo de once meses. Nos abrazamos locos de alegría”, evocaría tiempo después Miguel Delibes a ese joven de 26 años, él mismo, entonces redactor de El Norte de Castilla, que aquella noche del 6 de enero de 1948 ganaría, con La sombra del ciprés es alargada --su primera novela recién acabada el verano anterior--, la cuarta convocatoria del premio Nadal. Efectivamente, hubo un tiempo en el que los escritores conocían y celebraban así los galardones literarios, en especial el Nadal, el decano, que domingo celebra en Barcelona sus 75 años de vida; de algún modo, un espejo de las letras españolas contemporáneas.

lunes, 7 de enero de 2019

Manuel Vilas / Los años del destape literario



Los años del destape literario

Tras años en los que en España el pudor y el catolicismo confinaban los secretos al confesionario, emerge una generación de escritores que no entiende otra literatura que no sea la literatura del yo


MANUEL VILAS
14 ABR 2018 - 04:14 COT

Hace unos meses releí con mis alumnos de la Universidad de Iowa la magnífica novela Señora de rojo sobre fondo gris, de Miguel Delibes. Y no me emocionó tanto como la primera vez que la leí, cuando se publicó en 1991. En esta relectura me sobró el pudor con que Delibes oscurece la naturaleza autobiográfica de los hechos que allí se narraban escondiéndose tras el personaje de un pintor. Delibes se negó a decir “soy yo, y esto que narro es lo que creo que pasó”. No lo hizo por pudor, tal vez un pudor de posguerra. No me molestó ese pudor en 1991; pero en este 2018, sí. El pudor se había hecho viejo, pensé. Es allí donde el pudor es una carga, en el momento en que puede erosionar la fuerza artística de una obra. Tampoco le sirvió de nada ese subterfugio a Delibes, pues todos los lectores leyeron la novela como un libro de duelo, y de carácter autobiográfico. Imagino que desde 1991 hasta este presente España ha ido perdiendo muchos e innecesarios pudores, y el primero que se perdió es el político, cuando España recobró la democracia. El pudor es inevitable en países sin libertades. Pero en países democráticos y occidentales, el pudor ocurre más en la mente de los escritores que en la de los lectores. Los libros del noruego Karl Ove Knausgård, que ha golpeado con fuerza la literatura europea, manifiestan una llamativa falta de pudor a la hora de exponer la vida personal a los ojos del público. Patrimonio, de Philip Roth, mostraba de manera impudorosa la enfermedad del padre del escritor, un hombre de 86 años con un tumor cerebral irreversible. Roth añadió a Patrimonio el subtítulo de Una historia verdadera. No era un añadido superfluo. Se suele decir que a la literatura y al lector les traen sin cuidado que lo que se narra en una novela sea verdad o no, pero yo creo que sí que importa. Porque el temblor de la confesión sigue conservando ese lujo ancestral de la verdad, o del teatro de la verdad. La verdad y el dolor acaban siendo lo mismo en las narraciones impúdicas. El año del pensamiento mágico, de Joan Didion, era un estudio del dolor que ampliaba lo que ya leímos en el magistral Una pena en observación, de C. S. Lewis, libro que tuvo gran éxito editorial en España. Tal vez este deseo de verdad fuese una de las últimas exploraciones que la literatura ofrecía a los escritores: la aventura de narrar la propia vida, y hacerlo desde ese lugar complejo al que podríamos llamar el sentimiento de lo que tuvo lugar, algo que conserva una iluminación especial y que los lectores detectan.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Cinco años sin Delibes




Cinco años sin Delibes

La hija del escritor vallisoletano y Amparo Medina-Bocos le rinden homenaje en Santander


SERGIO LILLO
26 de agosto de 2015


Miguel Delibes.
Miguel Delibes. LUIS MAGÁN
El escritor Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) “ha aportado una manera de entender la literatura muy innata y con una carga ética que se echa en falta en muchos novelistas”. Las palabras de la escritora y experta en Delibes Amparo Medina-Bocos fueron parte del homenaje que este martes la Universidad Menéndez Pelayo rindió al escritor en el quinto aniversario de su adiós definitivo.
“Este año hace 60 años de El camino y 40 desde que Delibes entrara en la Real Academia de la Lengua”, recuerda Medina-Bocos. Es su discurso de investidura como miembro de la RAE el que la escritora ha tratado de resaltar y conmemorar este martes. “Es un discurso maravilloso que todos deberíamos de leer. Es completamente actual: habla de corrupción, del poder cada vez mayor del dinero y de la destrucción del medioambiente”, apunta la escritora.
La hija del escritor, Elisa Delibes, recalcó que “él se sentía cántabro”. “Siempre que venía aquí se alojaba en La Magdalena”, cuenta la descendiente de Delibes. El recuerdo de su padre se diluye a partir de la complicada operación que el escritor sufre en 1998: “Mi padre murió oficialmente en 2010, pero llevaba sin ser la misma persona desde aquella intervención. No escribió una sola línea desde entonces”.

Elisa Delibes recuerda también la tarde en la que “varios hombres se llevaron en cajas todos los documentos, recortes y escritos que tenía mi padre en casa. Hasta se marchó su secretaria personal con ellos”. “Fue como si muriera de nuevo”, recuerda la hija del escritor. La digitalización del archivo de Delibes estaba en marcha. La fundación que lleva su nombre y que preside su hija espera tenerla acabada a finales de este año.
“Él pensaba que la novela no tenía que ser algo que sirviera para entretener, tenía que criticar, poner de relieve situaciones injustas. Nunca proponer soluciones, pero sí plantear problemas y poner en la picota algunos comportamientos”, incide Medina-Bocos sobre las intenciones de Delibes al escribir literatura.
La mirada de Delibes hacia sus personajes fue muy compasiva, según la escritora. ”Esa mirada compasiva, de entretenerse en la piel de los personajes es una de las calves de su novela”, apostilla.
Elisa Delibes se pregunta si es bueno luchar porque la obra de su padre permanezca “en esta cultura de la inmediatez”. “Para mí, fue una persona muy importante. No me molesta hablar de su recuerdo y luchar por su pervivencia”, concluye la descendiente del escritor.
La escritora especialista en Delibes se queda con dos obras fundamentales en su bibliografía: Los Santos Inocentes y El hereje, su “testamento literario”. De esta última pieza se vendieron 90.000 ejemplares en tres días; 200.000 en un mes. Versionando Cinco horas con Mario, ya son cinco años sin Miguel Delibes.

sábado, 13 de marzo de 2010

Miguel Delibes / Discrección y autoridad



La sombra del ciprés es alargada (Áncora & Delfin) (Spanish ...

Miguel Delibes

Discreción y austeridad

Juan Marsé
13 de marzo de 2010

Es un escritor a quien siempre respeté muchísimo pero al que, cosas de la vida, nunca traté personalmente. Aunque una vez estuve muy cerca de ello. No recuerdo si fue en 1961 o 1962. Yo entonces vivía en París. Debía ser otoño. Paseaba por el Boulevard Saint-Germain cuando le vi en una de las terrazas de un bar. Estaba ahí, sentado, viendo pasar a la gente, abrigado; lloviznaba. Le reconocí y me paré a mirarlo y sopesé decirle que le admiraba mucho y esas cosas. Total, yo era tímido -bueno, aún lo soy hoy- y al final no me atreví.