Mostrando entradas con la etiqueta Jane Bowles. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Jane Bowles. Mostrar todas las entradas

sábado, 2 de agosto de 2025

Jane Bowles / En el cenador



Jane Bowles
EN EL CENADOR
Por Manuel Rosal

Ir de Sevilla a Barcelona para comprar un libro editado en Málaga no tiene nada que ver con la siempre paranóica distribución de nuestros libros ni con los no menos raros movimientos de mercancías con que la globalización nos sorprende; sino más bien con un plan personal de viajar sin libros e ir comprándolos durante el viaje de verano. Así que en la pequeña montaña de libros que saqué de la librería Central de la calle Mallorca de Barcelona se encontraba "En el cenador" de Jane Bowles, un rescate de la editorial malagueña Alfama que, supongo, quiso aprovechar los fastos de no sé qué centenario de los Bowles. Sea como sea qué gran idea y qué gran traducción y qué magnífico libro nos han proporcionado Carlos Pranger (traductor) y la editorial de Coín.

Verónica Aranda / Jane Bowles en Tánger





Verónica Aranda
JANE BOWLES EN TÁNGER                           
                 

Es el momento del poema:
Jane Bowles  cruza la calle Libertad
del  brazo de Cherifa, su amante bereber.
La mirada perdida, alcoholizada.
Pasan por el Gran Zoco donde hay puestos
de papagayos rojos y caminan
entre la multitud, la abulia, las especias.
Han pasado la tarde en el café París.
Sabe aburrirse la Sra. Bowles
con la elegancia de los elegidos.
Sabe sorber el té, los lugares comunes.
Queda lejos el Sáhara,
las alcobas de hotel desangeladas
donde escriben, febriles, los viajeros.
La Olivetti hace tiempo
que quedó relegada en un rincón
de su piso de Tánger.
Tiempo de la mentira y de la amnesia.
Queda la dispersión
y los atardeceres de gin tonic,
alguna que otra fiesta
en las mansiones del Marshan.
 Es el tiempo del ocio y las postales
con tintes desvaídos, con enigmas,
de la vieja ciudad internacional.

Verónica Aranda / Café Hafa
                                    
                                       

 

Jane Bowles / La fascinante escritora que nació en “el lado equivocado”



Paul y Jane Bowles en Tánger fotografiados por Cecil Beaton CECIL BEATON

Jane Bowles, la fascinante escritora que nació en “el lado equivocado”, cautivó a Carmen Laforet y acabó sus días en una clínica de Málaga (donde está enterrada)


Se cumplen 25 años de la muerte de su marido Paul Bowles, escritor, compositor y una de las últimas figuras del Tánger internacional y cosmopolita.

BIOGRAFÍA DE JANE BOWLES

BIOGRAFÍA DE PAUL BOWLES

Eduardo Bravo
19 de noviembre de 2024

El 18 de noviembre de 1999 fue una jornada extraña para Tánger. Los habitantes de la antigua ciudad internacional se debatían entre celebrar el día la independencia del país o llorar a su vecino más famoso. Esa mañana, los responsables del Hospital Italiano habían confirmado el fallecimiento de Paul Bowles, aquejado desde hacía algunas semanas de graves problemas cardiorrespiratorios. Aunque el escritor había expresado su deseo de ser enterrado entre los perros y gatos del cementerio de animales de Tánger, su cadáver fue finalmente enviado al tanatorio Duque de Tobar, desde donde fue trasladado a España para ser incinerado, habida cuenta de que dicha práctica funeraria no está permitida en el país musulmán.

jueves, 23 de julio de 2015

Enrique Vila-Matas / Diez grandes que no lee nadie

João Guimarães Rosa
Poster de T.A.

Diez grandes que no lee nadie


En su formato digital, brillantes revistas literarias como The White Review, Quarterly Conversation o Words Without Borders, están entre las más visitadas en lengua inglesa, pero donde se está produciendo ahora una buena movida es en LitHub (Literary Hub), un centro de ideas activo y divertido, donde ayer leí Diez grandes escritores que no lee nadie, un artículo de Stephen Sparks, “ensayista ocasional” y librero en Green Apple Books on the Park, San Francisco.
He especulado con lo siguiente: si este ensayo de Sparks hubiera sido leído por todas las personas que aún leen en el mundo, habría llegado al 0,017% de la población mundial, pues el resto de la humanidad, según últimas y fiables estadísticas, no lee absolutamente nada.
¿Y qué habrían encontrado? La lista de Sparks es muy subjetiva y por tanto excluyente: Marcel Schwob, Mary Butts, Marguerite Young, João Guimarães Rosa, Julien Gracq, Augusto MonterrosoJane Bowles, Rosemary Tonks, Driss ben Hamed Charhadi y Fran Ross. Y fácilmente discutible, porque algunos de estos autores todavía son leídos. Por ejemplo: si no me equivoco, los chinos acaban de traducir La oveja negra, de Monterroso.
Sparks no se detiene mucho en cada uno de los infortunados escritores, pero tiene siempre palabras compasivas para ellos. Así de Marcel Schwob, por ejemplo, viene a decirnos que es un escritor enormemente influyente y sin embargo sin lectores, aunque su presencia en Jarry, Borges, Bolaño y Michon le permite seguir vivo en la obra de los otros. En Mary Butts la tendencia al escándalo oscureció sus méritos literarios. Jane Bowles no para de ser continuamente “redescubierta” y poco después siempre abandonada. Fran Ross se adelantó demasiado a su tiempo y en 1974 su mejor libro no encajó dentro del movimiento del Black Power. Marguerite Young empleó tantos años en terminar su novela —más de dos décadas para Miss Macintosh, My Darling— que su público dejó de esperarla.

domingo, 31 de octubre de 2010

Jane Bowles / 23 años después

Jane Bowles: un libro, una tumba, una sombra y una avenida de Málaga
Jane Bowles, entre Truman Capote y su esposo Paul

A.L.


23 años después


A. L. 3 NOV 1996

No conocí a Jane; tal vez no debería haberme cruzado en su historia, pero cuando fui a visitar sus restos me di con una pegatina naranja que decía: "¡Atención! Esta unidad de enterramiento va a ser desalojada urgentemente. Rogamos nos llamen a los teléfonos..."
Llamé y me dijeron que si nadie se hacía cargo iría a parar a una fosa común.
Tomé la decisión que creí debía. Tal vez me esté equivocando, pero quien podría decírmelo es su marido, Paul Bowles, el cual no lo ha hecho.
Porque Jane ante todo es un ser humano, por encima de una escritora de culto o un mito del cosmopolitismo intelectual. Es una persona, un ser que debe descansar en paz, al cual ruego respeto. Jane no es una reliquia, no es algo de lo que tengamos que hacer un circo; pues una exhumación y traslado a un osario no es ningún rito, no es un evento..., es simplemente la única vía que una estudiante de 18 años ha encontrado para preservar su huella.
Posiblemente el camino a seguir habría sido otro, pero la lucha por San Miguel ofrece síntomas de fatiga, que no ayudan a prevenir las numerosas exhumaciones que hace algún tiempo se están llevando a cabo. Yo pido perdón a todos aquellos que se hayan sentido ofendidos y sólo exijo un atisbo de intimidad y duelo.
Jane, descansa en paz.
A. L. son las iniciales de la joven de 18 años que ha evitado el traslado de los restos de Jane Bowles a la fosa común.


viernes, 29 de octubre de 2010

Javier Rodríguez Marcos / Los Bowles vuelven a Málaga



Jane y Paul Bowles, 1949

Los Bowles vuelven a Málaga

Un congreso y la edición de varios libros rinden tributo a la pareja de escritores



JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS Málaga 6 ABR 2010



"La diferencia entre un viajero y un turista es que el primero no compra billete de vuelta". Antes de vaciar, en 1947 y para casi siempre, sus maletas en un apartamento de Tánger en el que fue rodeándose de cajas de medicinas, ceniza de kif y cartas de correo aéreo, Paul Bowles siguió fielmente la frase que le atribuye la leyenda. A Marruecos llegó con su esposa Jane tras patear media Europa, toda América y una parte de Asia. Antes del viaje africano habían gastado unos meses en una pensión de Brooklyn Heights. Allí se los encontró Truman Capote, que recordaba que entre el resto de inquilinos estaban W. H. Auden, Benjamin Britten, Carson McCullers y "un domador de chimpancés".

Se conmemora el centenario del autor de 'Memorias de un nómada'
Cuando el matrimonio llegó a Tánger la escritora era ella, una mujer que se definía a sí misma como "judía, lesbiana y coja" y había publicado cuatro años antes su única novela, Dos damas muy serias, recién rescatada por Anagrama en un volumen que se completa con el libro de relatos Placeres sencillos. Él, además de nómada, era compositor. Hasta 1949 no publicaría El cielo protector, la novela autobiográfica cuya adaptación cinematográfica a cargo de Bernardo Bertolucci cuatro décadas más tarde convertiría el apartamento tangerino de Bowles en lugar de peregrinación, si es que alguna vez dejó de serlo desde que Tánger fuera puerto de tránsito para los miembros de dos generaciones de relumbrón: la perdida y la beat.
El propio Paul Bowles consignó en sus diarios cómo el mismo año en que el cineasta italiano le habló de su proyecto pasaron por allí Patricia Highsmith, Liz Taylor y Mick Jagger. Y cómo un editor francés le propone hacer un libro en colaboración con un pintor mallorquín llamado Miquel Barceló.
La película tiró del resto de su obra -Déjala que caiga, La casa de la araña, La tierra caliente...- y, de paso, de la de Jane. Pero aquella muchacha radicalmente independiente a la que su amigo Capote retrató con cabeza de gardenia, porte de golfillo y la leve cojera que le dejó la caída de un caballo no vivió para ver todo aquello. Nacida en 1917, murió en 1973 en Málaga. Aquí se celebra esta semana el congreso El mundo de los Bowles, que coincide con el centenario de Paul, nacido el 30 de diciembre de 1910 en Nueva York, ciudad a la que fueron llevadas sus cenizas tras fallecer en Tánger en 1999.
El congreso, que saca a los dos escritores del purgatorio en el que parecían instalados tras el subidón cinematográfico, arrancó ayer con una visita a la tumba de Jane y siguió con la presentación de cuatro libros que abren nuevos territorios a la zigzagueante geografía de una pareja símbolo de la independencia vital, la libertad sexual y la gran literatura.
Así, a la recopilación de Anagrama -el editor Jorge Herralde inició conDos damas muy serias su famosa colección amarilla hace 30 años-, se suman tres títulos. El Ayuntamiento de Málaga ha publicado dos joyas,Una pareja en discordia, reedición de una pieza para marionetas de la narradora, y Jane Bowles. Últimos años, monumental recorrido colectivo -de Rodrigo Rey Rosa a John Giorno- por los días malagueños de la escritora que, según el escritor Alfredo Taján, director del Instituto Municipal del Libro, incluye dos grandes novedades. Por un lado, documenta el lugar real de la muerte de Jane, una clínica de reposo dirigida por un neurólogo y no el hogar de acogida de unas monjas como sostiene la versión mítica. Por otro lado, demuestra que Paul no se desentendió nunca de ella. "Pagaba semanalmente la factura de la clínica y la visitaba con cierta frecuencia", cuenta Taján.
La gran novedad, no obstante, es la primera traducción al castellano deEn el cenador (Alfama), la obra de teatro estrenada por Jane Bowles en 1953. Para Miguel Martínez-Lage, uno de los traductores, "no extraña que Jane, que tenía un talento fuera de lo normal para los diálogos, terminara escribiendo teatro". Para el otro responsable de la versión, Carlos Pranger, la obra destila lo mejor de la narrativa de la escritora y demuestra que de los dos Bowles, "el genio era ella".