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| Natalia Vodianova |
Abrigo con capucha, blusa con lazada y pendientes, todo de Valentino (c. p. v.). En la mirada se ha aplicado el blush bitono 03 Soft Coral sobre el párpado, utilizando el iluminador en el lagrimal para aportar más luz. En los labios KissKiss 343 Sugar Kiss. Todo de Guerlain. FOTO: CUNEYT AKEROGLU. REALIZACIÓN: NATALIA BENGOECHEA
Ninguna otra historia tiene ese halo de cuento de hadas. Natalia Vodianova(Nizhni Nóvgorod, Rusia, 1982) pasó de la pobreza a los altares de la moda con 17 años. Podría haberse dejado deslumbrar por el lujo de una industria acostumbrada a maquillar la realidad y cincelar las más exquisitas formas de fantasía. Pero jamás tuvo intención de olvidar su niñez. Los recuerdos del pasado se convirtieron en su aliento e impulso para consolidar su meteórica carrera y transformar su nueva vida –de riqueza, éxito profesional y personal– en un trampolín para conseguir algo más grande. Con 22 años fundó la organización benéfica Naked Heart. «Ser modelo nunca fue suficiente», reconoce. Ahora tampoco lo es.