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lunes, 6 de enero de 2014

Fear and loathing in Las Vegas (1998)

  Cartel del film

 
 
En 1998, Terry Gilliam dirige la que para mi es posiblemente una de las películas más bizarras que haya visto jamás, basada en la novela de Hunter S.Thompson. Todos sabemos el éxito que tuvo Resacón en Las Vegas, pero para mi la película de la que parte toda esa idea de drogas y desfase en la ciudad del juego, tiene su origen, sin duda, en esta cinta. Gilliam ha demostrado un sentido del humor que, curiosamente, no se basa en el concepto tradicional de "humor", sino en conciliar lo bizarro con lo cotidiano.
Anoche, en un garito al que hacía tiempo no iba, la estaban poniendo, y entre copa y copa, las risas iban en aumento.






 
Evidentemente, en su momento fue un film que causó un desconcierto total, ya que su intención más bien es esa, la de despistar o repeler al espectador.
La "historia", si así la queremos llamar, nos cuenta el viaje (literal y figuradamente) de un reportero Raoul Duke (Johnny Deep) y su abogado Dr.Gonzo (Benicio del Toro) que visitan Las Vegas para llevar la crónica de una carrera motociclística a través del desierto, viajando en un descapotable rojo cuyo maletero es una auténtica farmacia: dos bolsas de marihuana, 75 pastillas de mescalina, 5 hojas de ácidos y muchas otras drogas. Posteriormente, Duke se quedará en Las Vegas para cubrir una convención de "Sheriffs" luchando contra el tráfico y consumo de drogas en sus respectivos pueblos. 
 





 
Estos eventos, sin embargo, a pesar de estar presentes pasan a un segundo plano, ya que ambos personajes están metidos en un frenesí de abuso de drogas y alcohol tan violento que hace que su "viaje" sea el auténtico tema central de la película, ya que esos acontecimientos que les rodean son vistos difusamente por su alterada conciencia y la mayor parte del diálogo de la película se da en forma de narración, por medio de la cual "oímos" los pensamientos del reportero en su intoxicante recorrido.






El resultado del film, es que antes que seguir una historia coherente, se descompone en una variedad de viñetas, donde vemos y oímos la torcida percepción que los personajes tienen de las historias que hay a su alrededor. Una visita a un casino (ya bastante surrealista estando sobrio) se convierte casi en una pasaje sacado del mismo infierno de Dante. Los períodos de relativa sobriedad, están plagados de alucinaciones y fantasías paranoicas.
Es, en definitiva, una película que no tiene medias tintas, o la amas y aceptas esa idea de que la percepción que tengamos de las cosas sea totalmente subjetiva y por tanto válida para todos, o de repulsión absoluta ante el aparente rechazo por toda moralidad convencional.
A destacar la, para mi, las sublimes actuaciones de Deep y Del Toro ya que tienen la casi imposible tarea de actuar en escenas que no obdecen a lógica algúna, dónde gracias a su clase salen más que airosos y encima les transforma de héroes a villanos varias veces y sin avisar.

 
Os dejo con la escena inicial del film, dónde recogen a un joven que hace autostop, Hitchhiker (Tobey Maguire).
 
               




 
Y con la escena mítica del ascensor con el cameo de Cameron Díaz...



viernes, 21 de junio de 2013

Man of Steel (El Hombre de Acero) (2013)

Cartel anunciador


Ayer pude ver El hombre de acero, o lo que es lo mismo los orígenes de Superman. Ha costado 75 años, y cinco intentonas, pero al fin hay una película a la altura del superhéroe. Un film que está lejos de ser redondo, pero tiene épica, es grandiosa por momentos, potente... muy potente y a la vez excesiva, como el icono sobre el que versa.
Todo empezó con Batman dónde Christopher Nolan recoge a Bruce Wayne de el submundo cinematográfico (Batman y Robin) y lo convierte en referente del género con su trilogía de El Caballero Oscuro, así Warner Bros se empeñó en que hiciera lo mismo con el superhéroe por excelencia venido del cómic, pero tras negarse una y otra vez aceptó a regañadientes encargarse del proyecto, pero con sus condiciones, sería el productor ejecutivo e idearía la historia con David S.Goyer, pero no sería el director. El director elegido fue Zack Snyder, con cintas como 300 o Watchmen a sus espaldas.

Russel Crowe y Ayelet Zurer


El trío Nolan/Goyer/Snyder tienen un notable alto. Para lo bueno y para lo malo la película es un grandioso entretenimiento (yo hubo momentos que disfruté como un chavalín), de casi dos horas y media, con clímax repartidos a saltos cada 15 o 20 minutos.
La Historia de Kal-El es ya conocida, pero aquí lo novedoso es su tratamiento estético y argumental. Snyder derrocha talento visual, los efectos especiales son soberbios (se nota que hay pasta a raudales en el presupuesto) y en este apartado, hasta los aspectos más íntimos de la película está filmados con mimo, mucho mimo, destacando el arranque en Krypton y la gran batalla final entre héroe y villano.

  Kevin Costner y Diane Lane


En medio del desmesurado y abrumador despliegue, y enfundado en un traje mezcla de discrección y molón, que le sienta como anillo al dedo, emerge el británico Henry Cavill, al que yo conocí en la serie Los Tudor, donde ya deslumbró en el personaje de Duque de Sufolk (el único que fue capaz de sobrevivir a Enrique VIII). El hombre ha hecho muchas horas de pesas, eso te das cuenta ya en la primera escena en la que aparece, casi culturismo han hecho con él, pero el británico es un más que digno sucesor de Christopher Reeve, a parte de tener facciones faciales parecidas, sabe darle al alienígena un toque humano y a la vez contradictorio.
Le rodea la guapísima Amy Adams, que encarna a la espabilada Lois Lane y Michael Shannon que da vida al General Zod, ambos tremendos, sobre todo él encarnando al malo en el tramo final.

Laurence Fishburne y Amy Adams


En los secundarios, un correcto Kevin Costner, una gran Diane Lane, los padres adoptivos, un muy solvente Laurence Fishburne (que por cierto luce unas lorzas espectaculares, ¡¡¡madre lo que ha engordado éste hombre desde Matrix!!!), y Antje Traue la víbora lugarteniente del General Zod que borda su papel de mala.
Pero especial mención merece el trabajo de Russel Crowe como Jor-El, el padre biológico de el superhéroe. Teniendo como antecedente a un mito como Marlon Brando, la responsabilidad era grande, que puede volverse una losa, pero el australiano está soberbio, lo borda por momentos, y aprovecha a la perfección la importancia que la historia de los guionistas concede a su personaje, fundamental y clave en la película. Definiría su actuación como imponente.

   Michael Shannon y Antje Traue

Menos espectaculares, pero encajando bien están los padres adoptivos, Costner metido en el papel de un granjero humilde de Kansas, que intenta hacer lo mejor que puede el paso de la infancia a la adolescencia de un niño que cambiará el mundo.
Ayelet Zurer, muy presente al principio por dar a luz al niño, Y Diane Lane están muy bien en los papeles de madre kryptoniana y madre terrícola adoptiva.

Henry Cavill

En cuanto a las escenas de acción, la batalla que se monta en el pueblo me parece insuperable con momentos inolvidables, dónde Antje Traue lo borda. La parte final con la supernave aniquilando la ciudad, y toda esa apocalíptica parte final me parece demasiado grandilocuente, pero con algúnas partes excepcionales como la lucha de titanes entre Superman y Zod, y esas frases míticas como "Yo lucho por mi pueblo, y no me importa hacer cosas terribles para conseguirlo". Por otro lado opino que se abusa del exceso de flashbacks, y hay algúna laguna que otra en el guión.


Con todo ello, la parte final se me hace larga y llega uno un poco saturado al final de tanta épica, vocación de seriedad, y solemnidad que en cierto modo mata aquella bis cómica de Christopher Reeve, aunque la película tiene sus puntos graciosos, escasos y repartidos.
Eso si, cuanto mejor es el villano, más brilla el héroe...

Os dejo con el tráiler de la película.