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jueves, 30 de diciembre de 2021

Las mejores películas de 2021 (6-10) Parte 2


Como es lógico este ha sido un año de transición en cuanto a poder ver películas en las salas de cine, ya que el ir a ver cine a las salas sigue sin ser como antes. La lista realmente es más amplia, pero este año se queda en 10 películas, eso sí, muy buenas de las que pude ver. Aquí tenemos un film que es la precuela de una saga de una misteriosa organización británica, la cuarta entrega de una saga mítica que empezó en 1999, una película sobre una historia de asesinatos y miedo en el Londres actual pero mezclado con el de los años sesenta, una nueva versión de un clásico literario de ciencia ficción y la última película de un director de lo más curioso cuyo paso del tiempo tiene mucho que ver.


6. THE KING'S MAN de Matthew Vaughn


Matthew Vaughn dirige The King's Man: La primera misión, la precuela que después de una segunda parte irregular albergaba dudas en mí, aunque desde luego los tráilers me animaban y mucho. Kingsman: Servicio secreto es una gran película de acción, de las mejores de la pasada década, llevando el cómic de Mark Millar y Dave Gibbons de manera sublime, era un film muy bueno, tremendamente eficaz, de una diversión y ejecución fantásticas, además de incluir la flema británica como hilo conductor del humor, siendo un complemento perfecto a las violentas escenas que allí se veían, y convirtiéndose en una especie de reinvención del Agente 007. Por desgracia Kingsman: El círculo de oro, era una secuela bastante irregular.
Y la verdad es que salí encantado del cine, dos horas y pico de diversión de esta precuela que indaga en los orígenes de esta misteriosa organización británica. Pero es curioso, es una película que va de menos a más, siendo su introducción lo que menos me llamó la atención ya que parece un drama muy convencional, pero a la media hora hay un giro que me permitió ver que el director de las anteriores partes, iba por caminos diferentes aquí, como por ejemplo un enfoque más adulto. El personaje interpretado por Ralph Fiennes, Orlando Oxford, tiene dudas para valerse de la violencia, sólo el error de valentía que comete su hijo Conrad, le hará volver a esa senda. Cuando el grupo formado por tiranos y mentes criminales más malvadas de la historia se unen para desencadenar la I Guerra Mundial, Oxford será quien luche a contrarreloj para evitarlo. Pero el tono general es desenfadado y bastante divertido, de hecho hasta los momentos de lucha son muchas veces muy graciosos, con detalles y signos muy ingeniosos, que me han sorprendido para bien. 
Un pasatiempo fenomenal que ofrece diversión de primera clase, y varias escenas realmente inolvidables.

Os dejo con el tráiler.





7. THE MATRIX RESURRECTIONS de Lana Wachowski


Los hermanos Wachowski (hace ya tiempo hermanas Lana y Lilly) dirigieron en 1999 The Matrix donde la realidad que vivimos no es real, premisa con la que arrancaba el universo de aquel film. Una película que fue toda una revolución en su momento, y se convirtió en referente e icono a imitar acabando el siglo XX. Las dos secuelas estrenadas cuatro años después, Matrix Reloaded y Matrix Revolutions, no llegaban al nivel de la primera, pero hicieron que la legión de frikies y seguidores fuera en aumento. Pasaron 16 años para la confirmación de una cuarta entrega, esta Matrix Resurrections, que por culpa de la pandemia ha tenido retrasos y al final ha sido dirigida en solitario por Lana Wachowski, que tenía una serie de ideas que debía plasmar en imágenes.
Y una primera cosa que hay que decir es que este nuevo film bebe mucho de la primera entrega, recurriendo bastante a imágenes insertadas de aquella, que tiene como objetivo construir algo nuevo a partir de cimientos sólidos y conocidos. Pero es algo evidente, todas las secuelas están condenadas, casi al nacer, de no tener ese elemento sorpresa de la primera de la saga, algo con lo que hay que jugar muy bien si se quiere hacer algo que sea distinto y que llame la atención. Es por esto, que en la primera media hora aproximadamente de la película me llamó sobremanera ese giro muy ingenioso, en el cual se deja claro que Matrix fue un videojuego, Thomas Anderson su creador y Trinity una mujer de la que estaba enamorado, pero con la que nunca había hablado, por lo que todo el equipo de Anderson debe crear la cuarta parte de ese videojuego. Es decir, nunca existió Matrix, solamente como ficción para los gamers. Se hacen muchos chistes y comentarios perspicaces e irónicos en torno a la legión de seguidores del videojuego de Matrix.
Pero como no podía ser de otra forma, esa primera parte ilusionante acaba desembocando en el mundo clásico de la saga, donde se despliegan los personajes ya conocidos, los nuevos o recuperados y con sus escenarios eléctricos o decadentes. Si que es cierto, que este cuarto capítulo no llega a esa grandilocuencia que agotaba de las partes 2 y 3, en eso les gana, es mucho más ágil y se agradece en el desarrollo. Pero, como siempre, hay que tomar decisiones y Lana Wachowski lo hace y una de ellas es introducir ya desde el principio a un Morfeo muy distinto al interpretado en su momento por Laurence Fishburne, y eso que el personaje al que da vida Yahya Adbul-Mateen II hace varios guiños de pleitesía y reverencia a su predecesor. 
Desde mi punto de vista esta cuarta parte se sitúa en segundo lugar de la saga por lo que arriesga, pero me da la sensación (y esto empieza a ser ya una constante) de que cuando los hermanos Wachowski rodaron la primera parte en 1999 eran hombres aún, pero cuando se cambiaron de sexo, han cambiado de opinión, y aquella gran obra la ven demasiado masculina y heteropatriarcal (vaya por dios), y Lana para quedarse tranquila ha metido muchas más mujeres, que por supuesto manden, que un personaje se declare gay, se habla de binario muchas veces, en fin, un desvarío en toda regla con respecto a la idea original, que tiene su punto álgido cuando tratan de igualar a Trinity con Neo, incluso ponerla a ella por encima.

Os dejo con el tráiler del film.





8, LAST NIGHT IN SOHO de Edgar Wright


Edgar Wright dirige Última noche en el Soho, director cuya única referencia que tengo es un film muy alejado de la temática de este, aquella cinta titulada Baby driver de 2017. Pero al parecer Wright en sus inicios, este es su noveno film, había hecho ciertas incursiones homenajeando con una trilogía desde 2004 a 2007 el asunto zombie. Aunque aquí va directo al grano, va directamente a un film de terror y horror, bastante clásico en su concepción. Es por esto, que en este trabajo están varios referentes claros del cine de terror, como es evidente, el Drácula (1992) de Francis Ford Coppola, Agárrame esos fantasmas (1995) de Peter Jackson o La cumbre escarlata (2015) de Guillermo del Toro, entre otros.
Pero esta película también tiene un toque serio de thriller psicológico, ya que la protagonista principal Eloise (Thomasin McKenzie) que es una joven apasionada por la moda y llena de inocencia, se traslada desde su Cornualles natal a Londres para estudiar en una escuela de moda, su enorme pasión. Al inicio entra en una residencia de estudiantes, donde no conecta con sus compañeras, y decide mudarse a una casa de alquiler en el Soho londinense, un ático en la vivienda de una señora mayor. Allí comenzará a tener una serie de sueños, que son casi pesadillas, donde ve a una joven rubia llamada Sandie (Anya Taylor-Joy) que aspira a ser cantante y cómo consigue ese sueño a través de un "mánager" llamado Jack (Matt Smith) que en realidad la utiliza como chica de alterne para sus clientes sedientos de sexo. Es entonces, donde nuestra protagonista entra en la década de los 60, se transporta a ella, una época que adora musicalmente y en el asunto de la moda y donde empieza a descubrir cosas horribles. Esto le irá afectando a su vida diaria, en sus relaciones con compañeros e incluso en el trabajo que consigue en una taberna de camarera. Sufrirá visiones continuas, que la tendrán completamente aprisionada, aterrorizada e incluso deprimida y sobre todo asustada. 
El planteamiento general de la película utiliza el lado oscuro y sórdido del Swinging London con un interesante juego de espejos de pasado y presente (a veces llega incluso a agobiar) intenta desconcertar al espectador, despertando las trampas de la nostalgia, pero a la vez hace un retrato de una época cuyo vestuario mod era bestial y la banda sonora que acompaña es de un nivel acorde a la época con temas de esos años.

Os dejo con el tráiler del film.





9. DUNE de Denis Villeneuve


Dune es el nuevo film del director francocanadiense Denis Villeneuve en el que hace su visión particular del clásico de la novela de Frank Herbert. Ya David Lynch en 1984 hizo el suyo, que a mi particularmente siempre me ha resultado difícil de digerir, pero sin embargo esta nueva que evidentemente 37 años después dispone de muchos más medios y eso es una ventaja en películas de ciencia-ficción, posee una cualidad indudable y es que el tratamiento que hace el director del conjunto y de los personajes, me parecen de un acierto total. Denis ya me dejó un buen sabor de boca con La Llegada, más tarde con la notable Blade Runner 2049, pero ahora se ha coronado.
Arrakis, el planeta del desierto, es el feudo de la familia Harkonnen desde hace generaciones, pero queda en manos de la Casa de los Atreides, después de que el emperador ceda a ésta explotación de las reservas de especia, una de las materias primas más valiosas de la galaxia y también una droga capaz de amplificar la conciencia y extender la vida. El duque Leto (Oscar Isaac), la dama Jessica (Rebeca Ferguson) y el hijo de ambos, Paul Atreides (Timothée Chalamet), llegan al planeta con la esperanza de recuperar el nombre de la casa, pero pronto se verán envueltos dentro de una trama de traiciones y engaños que hará que desconfíen de sus más allegados y a valorar a los lugareños, los Fremen, una tribu de habitantes del desierto, que tienen estrecha relación con la especia. Stellan Skarsgârd, haciendo del villano, el Emperador Vladimir Harkonnen, aparece en pocas escenas pero está excelente, al igual que Dave Bautista como Rabban Harkonnen en modo secundario.
Los personajes por medio del director son tratados a posta con cierta distancia y frialdad lo que les hace perder calor humano, incluso en momentos trascendentales. No quiere decir que su actuación sea mala, ni mucho menos, están excelentes, impecables mejor dicho. El ritmo del film es peculiar, pero tiene la gran cualidad de cocinar con cuidado el drama y a la vez ir desgranando escenas de una intensidad brutal. Ni que decir tiene, que en esencia, todo lo que sucede en la historia es algo ya conocido y paralelo a historias de otras sagas, pero el tratamiento aquí me parece muy acertado. Por ejemplo, los continuos sueños premonitorios de Paul, están muy bien canalizados, y nos permiten entrar en su mente de manera tremenda.
Pero si algo eleva al film de manera genial es su parte audiovisual, con un diseño de producción bestial y apabullante, gran dirección de fotografía de Greig Fraser, lo que hace que los planos generales ganen mucho a lo que hay que añadir la composición que encanta de encajar al propio director. A esto hay que añadir un diseño de sonido espectacular que me hizo alucinar en la butaca, impresiona su manera de envolver el conjunto de la pieza. Y cómo no, la banda sonora de Hans Zimmer es simplemente abrumadora y destaca incesante y atronadora, resonando constantemente, desde luego no pasa desapercibida.
En definitiva una película que no te atrapa por que desprenda cariño, si no por todo lo contrario por ser cruda y visceral en todos los sentidos. Según reza al principio del film, esta es la parte uno y nos deja abierta de par en par la parte dos que espero no tarde den llegar. Como siempre el excesivo metraje, 155 minutos, podría haber sido reducido.

Os dejo con el tráiler del film.






10. OLD de M. Night Shyamalan


M. Night Shyamalan regresa con la película Tiempo, después de cerrar la trilogía de El Protegido de manera brillante. Lo hace con una adaptación de Castillo de arena, una novela gráfica de Frederik Peeters y Pierre Oscar Lévy, con un resultado algo irregular y oscuro, aunque atesora buenos momentos, pero con falta de ritmo en la parte central del trabajo y lo digo porque está lejos de ese producto vertiginoso y trepidante de horror playero que engañosamente aparece en los tráilers, horror playero hay, pero no tan vertiginoso, más espaciado.
El problema esencial de este film, es que te invade la tristeza ya desde la primera escena con la llegada de la familia al supuesto lugar idílico de vacaciones. La puesta en escena del director sigue siendo excelente, con dominio de la toma larga, hasta que la película queda varada en una localización muy limitada como la orilla de una playa muy especial. Es ahí donde los protagonistas sobrepasados por los acontecimientos que les pasan, intentarán poner soluciones a sus inevitables problemas. Hay una evidente sensación de que eso también puede pasarte a ti en cualquier momento y empatizas con los personajes aturdidos e incapaces de salir de allí.
Lo que es cierto e inevitable, es el paso del tiempo, pero en esta película es realmente implacable y no tiene piedad con nadie, pero es algo torpe en la exposición, a veces no comprendes detalles, que luego vas descubriendo cuando ya no te interesa tanto, cosas explicadas tarde y con poco sentido, ahí este director sigue fallando, creo. Hay veces, y en este film se nota, que intenta contentar a un público de menor edad, convirtiendo la historia en algo más infantil y que pierde la idea original, que podría haber sido. En cuanto a los actores Gael García Bernal y Vicky Krieps están bien con su matrimonio condenado, mientras Rufus Sewell y Abbey Lee defienden los personajes más complicados, no complejos.
En definitiva un drama aterrador sobre la vejez y la enfermedad que funciona bien durante un tramo, pero su ambición por alejarse y intentar explotar el material básico acaba volviéndose en su contra.

Os dejo con el tráiler del film.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

The King's Man (2021)


Matthew Vaughn dirige The King's Man: La primera misión, la precuela que después de una segunda parte irregular albergaba dudas en mí, aunque desde luego los tráilers me animaban y mucho. Kingsman: Servicio secreto es una gran película de acción, de las mejores de la pasada década, llevando el cómic de Mark Millar y Dave Gibbons de manera sublime, era un film muy bueno, tremendamente eficaz, de una diversión y ejecución fantásticas, además de incluir la flema británica como hilo conductor del humor, siendo un complemento perfecto a las violentas escenas que allí se veían, y convirtiéndose en una especie de reinvención del Agente 007. Por desgracia Kingsman: El círculo de oro, era una secuela bastante irregular.


Y la verdad es que salí encantado del cine, dos horas y pico de diversión de esta precuela que indaga en los orígenes de esta misteriosa organización británica. Pero es curioso, es una película que va de menos a más, siendo su introducción lo que menos me llamó la atención ya que parece un drama muy convencional, pero a la media hora hay un giro que me permitió ver que el director de las anteriores partes, iba por caminos diferentes aquí, como por ejemplo un enfoque más adulto. El personaje interpretado por Ralph Fiennes, Orlando Oxford, tiene dudas para valerse de la violencia, sólo el error de valentía que comete su hijo Conrad, le hará volver a esa senda. Cuando el grupo formado por tiranos y mentes criminales más malvadas de la historia se unen para desencadenar la I Guerra Mundial, Oxford será quien luche a contrarreloj para evitarlo.


Pero el tono general es desenfadado y bastante divertido, de hecho hasta los momentos de lucha son muchas veces muy graciosos, con detalles y signos muy ingeniosos, que me han sorprendido para bien. Si que es cierto, que a veces el film va algo acelerado, un poco solo, pero el director lo maneja bien y no interfiere en exceso en la trama. De hecho cuando ya coge el ritmo adecuado vienen las secuencias gloriosas, como ese sensacional combate contra el gran Rasputin, interpretado por Rhys Ifans, absolutamente inolvidable y un punto álgido del film, del que no daré más detalles, ha de disfrutarse en pantalla. 
Los personajes están desarrollados con inteligencia y las partes históricas referidas están ajustadas para permitir que cuadren en la historia y evidentemente con licencias... unas cuantas.


Un pasatiempo fenomenal que ofrece diversión de primera clase, y varias escenas realmente inolvidables.

Os dejo con el tráiler de The King's Man: La primera misión.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Kingsman: The Golden Circle (2017)


Matthew Vaughn vuelve a dirigir la secuela de Kingsman: Servicio Secreto (2014) que como dije en su día era un film muy bueno, tremendamente eficaz y de una diversión y ejecución fantásticas, además de incluir la flema británica como hilo conductor del humor, siendo un complemento perfecto a las violentas escenas que allí se veían, y convirtiéndose en una especie de reinvención del Agente 007, con distintas características que provienen del cómic obviamente.
Pero el problema de esta continuación, es que, primero y ante todo le sobra metraje, segundo es que pierde definición al querer abarcar mucho de el juego de espías y contraespías, y sobre todo necesita resucitar a personajes que damos por muertos en la primera entrega para salvar esta segunda.


Taron Egerton que en la primera película salía como una nueva estrella, aquí queda disipado, Colin Firth está media película viendo mariposas hasta que recupera la memoria a pesar de haber perdido un ojo, pero ante todo hay demasiados buenos actores a los que no se les saca partido, Channing Tatum, Jeff Bridges y Halle Berry están muy limitados, solo Pedro Pascal da algo de luz con un personaje que tiene cierta enjundia y co o no, Mark Strong sigue estando sublime.
Por si fuera poco el argumento, con una Julian Moore eficiente haciendo de villana, es de lo más ramplón, aunque no exento de críticas soterradas el tema de la legalización de las drogas y al papel del Presidente de los Estados Unidos en casos de emergencia nacional, pero ambas cosas se van mucho de la idea original de esta saga.


Con un comienzo arrebatador con la primera batalla por Londres, parecía que íbamos a ver una segunda parte gloriosa, pero ahí se queda todo, la desparición de sitios clave de Kingsman, les hará recurrir a sus primos americanos de Kentucky, que les darán un cable muy importante y unirán fuerzas para reestablecer el equilibrio, que Poppy la malvada ha conseguido desestabilizar y poner en jaque incluso a la Casa Blanca. También hay que decir que la flema británica de la primera parte, muy disminuida aquí, da paso a un humor más convencional pero no falto de toque ácido, que en muchos momentos queda bien empastado.


Eso si, las escenas de acción con esa cámara que se mueve sin parar, sigue siendo utilizada pero sin llegar a impactar como lo hizo en la primera (la escena de la iglesia baptista no es superada ni en sueños), y realmente todas pierden si se compara a la primera entrega, a la que por cierto se hace referencia en demasiadas ocasiones, con quizás más flasbacks de los deseados. De hecho la intrascendencia de esta segunda parte se ve acentuada con la presencia de un Elton John exagerado, que hace gracia en varios momentos, pero llega incluso a cansar, y del que nadie se cree que lanze patadas voladoras a tenor de su físico.


En definitiva, para mi esta segunda parte en términos generales que viene sobrando, su largo metraje hace que el ritmo se resiente y mucho, de hecho hay fases que mientras la película sigue estás ya pensando en como va a ser el final, porque te lo imaginas. Desde luego que aquellos que nos convertimos en fans de la primera entrega nos hemos divertido con la segunda, pero ya, no llega ni de lejos al nivel de su predecesora, simplemente porque no arriesga mostrando cosas nuevas, explota lo sabido de la primera, donde poco hay ya más que rascar.



Os dejo con el tráiler de esta segunda entrega.

domingo, 27 de marzo de 2016

Kingsman. The Secret Service (2014)

Cartel del film

Uno de los films que no pude ver en su día el año pasado, aunque es de 2014 pero se estrenó aquí en 2015, fue Kingsman: Servicio Secreto, y de haberla visto en su momento habría estado en mi lista de mejores películas. Matthew Vaughn dirige con maestría un film que divierte, entretiene, tiene mucha acción (muy violenta en muchos casos) y que contiene escenas que pasan a formar parte de mi top particular, de esas que se te quedan marcadas a fuego por su impacto. Y muy importante, tiene humor y flema británica. Una de las grandes virtudes de este film y en concreto de su director, es que consigue un equilibrio y tono perfectos en cada momento que afortunadamente se aleja del pasatiempo banal, para convertirse en un peliculón de tomo y lomo.


Además Vaughn maneja con maestría los giros del guión, que él mismo ha escrito junto a su colaboradora habitual Jane Goldman, inspirándose libremente en el cómic de Mark Millar y Dave Gibons. Si cruzáramos a James Bond por un lado, con Ford Forlaine por otro, el resultado sería algo muy parecido a Kingsman, una agencia inglesa de agentes secretos. 
Un veterano agente secreto inglés llamado Harry Hart (Colin Firth) y cuando hablo de inglés es en la auténtica expresión de la palabra, un gentleman inglés total, debe entrenar a un joven que es un diamante en bruto que hay que pulir "Eggsy" (Taron Egerton), pero que promete convertirse en un competitivo agente gracias a un ultra-programa de entrenamiento, a la vez que luchan juntos contra la amenaza global que representa un genio retorcido, Valentine, interpretado por el siempre extraordinario Samuel L. Jackson.


Ya desde la primera escena me gusta el film, con ese arranque con la cámara acercándose a un edificio que está siendo atacado y explota todo a su alrededor (con Money for nothing de Dire Straits de fondo) hasta ese plano final (al ritmo del Slave to love de Bryan Ferry), es un divertimento absoluto, que denota que el primero que se lo ha pasado bien es el director, lo que hace que también lo hagan los espectadores, supongo que ser el marido de Claudia Schiffer debe hacerte un tipo feliz. Y otro detalle que me encanta es la combinación del lenguaje formal con el macarra sin que chirríe, algo muy de agradecer, ya que lo hace muy llevadero.
En el debe, la excesiva violencia (la escena de la iglesia es un exceso, pero perfecta), aunque a Tarantino seguro que le encantó.


El reparto actoral es de diez, ya que el villano encarnado por Samuel L. Jackson es puro espectáculo, desde su caracterización con ese rollo rapero, con gorra amplia de lado, su habla con ese extraño seseo y sus excesos en determinados momentos, le hacen ser uno de los grandes protagonistas. Colin Firth, acostumbrado a papeles refinados (recordemos su impresionante interpretación en el Discurso del Rey), aquí es capaz de ser elegante, repartir mamporros como pocas veces he visto y puntualizar frases sin despeinarse, muchas de esas frases son míticas. Taron Egerton va creciendo a medida que avanza el film, y ante tanta estrella no es una cosa fácil, pero este chico llegará lejos, sin duda. En cuanto a los secundarios de lujo, Mark Strong sigue valiendo para un roto y un descosido, y el veterano Michael Caine está como siempre sublime, un camaleón de la pantalla.


Pero aquí no acaba la cosa, Mark Hamill, si si, Luke Skywalker de Star Wars, aparece aquí bastante gordito en la primera media hora de la película, haciendo el papel de el profesor Arnold que acaba bastante mal. Y el elenco femenino es de armas tomar, por un lado el descubrimiento personal de Sofia Boutella en el papel de Gazelle, fiel escudera de Valentine con esos cuchillos mortales que tiene por piernas, y por otro lado Sophie Cookson en el papel de Roxy, que consigue su puesto dentro de Kingsman como Lancelot.


En definitiva una película que partiendo del cómic, renueva el tema de los espías y agentes secretos con un enfoque muy especial y sobre todo tiene ritmo continuo, algo que es muy de agradecer en films de este calibre.

Os dejo con el tráiler del film.