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viernes, 25 de mayo de 2018

Solo: A Star Wars Story (2018)


Mi decepción con Los Últimos Jedi, donde Rian Johnson arriesgó y no le salió del todo bien, ha tenido recompensa pocos meses después. Los nuevos spin-offs, que con Rogue One ya tuvo una piedra de toque importante, se intercalan entre la salida programada de los episodios VII, VIII y IX, y no solo sirven para expandir el universo (ya enorme) de esta mítica saga, sino que además están incorporando cosas que pensaba ya perdidas en la nueva franquicia, porque y lo vuelvo a decir, para mi desde que Disney se hizo cargo de esta nueva época, hay detalles importantes del pasado que se han perdido, y no me refiero a actores o personajes que van desapareciendo, sino a la aventura. Señoras y señores, Star Wars es y será siempre una película de aventuras, y eso no se debe perder nunca, pues bien, aquí se recupera y de qué forma.


Si bien en Rogue One había un acercamiento claro al cine bélico, y su segunda parte me pareció realmente espectacular, con un final muy brillante, aquí en este spin-off del mercenario y anti-héroe más famoso de la saga, hay una serie de paralelismos en el guión, unos guiños con grandes películas de siempre, que me parecen muy bien llevados a este universo. Hay ecos de Ben-Hur, de El Golpe, incluso de varias películas del western de verdad (sustituyan caballos por naves espaciales por ejemplo), del que sabe a bebida vieja de la buena, pero recuperando ese espíritu aventurero de siempre, y que repito, esta saga nunca debe perder. 
En esto el guión es clave (algo que falla bastante en el Episodio VIII) y Lawrence Kasdan es fundamental, que junto a su hijo Jonathan han sido los responsables, porque aquí hay una uniformidad de los acontecimientos que permite que hasta un neófito se entere, y por otro lado la construcción de la historia y la manera de tratar a cada personaje está muy cuidada.


En el plano de los actores con un nivel asombroso, destaca sin duda Alden Ehrenreich (al que conocí por Hail Caesar! de los hermanos Cohen), que encarna a un Han Solo joven, por tanto algo novato, e inexperto en manejar ciertas situaciones, pero con un ímpetu y un despliegue de cualidades fantástico, y sobre todo ese aire chuleta arrebatador. La química entre Han Solo y Chewbacca es brutal desde la primera escena en que se conocen, siendo su evolución llevada de vicio en todo el metraje, sabiendo también que son las estrellas (hubo aplausos cuando apareció el Wookiee más famoso). Verles a ambos manejar el Halcón Milenario fue glorioso.
El otro grande en el film es Donald Glover, en su papel de Lando Calrissian, un personaje a priori secundario, que quita protagonismo a los principales por su soberbia interpretación. Beckett, el clásico recompensas, en manos de Woody Harrelson es una maravilla (cada vez me rindo más y más a este actor). Incluso el androide femenino L3, que tiene un papel decisivo está enorme. Paul Bettany en el papel de Dryden Vos, el villano y capo del sindicato criminal Crimsom Dawn, también encaja perfectamente.
No todo puede ser fantástico, y el personaje de Qi'ra es el que me falla en esta ecuación, una Emilia Clarke algo fría e insulsa, eso si, su personaje esconde tantas cosas...


Por supuesto decir que todo lo que aquí se cuenta, la historia del joven Han Solo, sucede antes de encontrarse con Luke y Obi-Wan en la cantina de Mos Eisley, y que posteriormente se convertiría en ese antihéroe que vimos en La guerra de las galaxias (Una nueva esperanza). Recordemos también que en Rogue One se cuentan historias paralelas que suceden justo antes del comienzo de aquel film glorioso de 1977.
Por otro lado, hacer referencia a la gran dirección de Ron Howard, sin tanta pompa como otros, que va al grano, curra y sabe lo que hace, un tipo que aprovecha su presupuesto y no lo despilfarra y te da un espectáculo de primer nivel. Soberbio en las escenas de acción, con unos efectos visuales portentosos (algo fijo en la franquicia), una narrativa sublime y donde tienen mucho que ver los guionistas antes citados, haciendo una estructura sin fisuras.


Pocos peros le pongo a esta cinta, si acaso dejar algunos cabos sueltos en el final del mismo (claramente a propósito) y que no sabemos cuando verán su continuación, pero que desde luego me dejan con la sensación de que algo gordo veremos no sé cuando...
En definitiva, una cinta que borra de cuajo la pobre sensación que me dejó el Episodio VIII y donde no se echa de menos a Harrison Ford por ejemplo, algo que da una idea de lo bien que se ha hecho todo aquí.

Os dejo con el tráiler de esta gran película.

sábado, 30 de enero de 2016

The Danish Girl (2015)

Cartel film

Tom Hooper (Los Miserables, El discurso del Rey) dirige este biopic sobre la figura de Einar Wegener al que da vida Eddie Radmayne, que acaba convirtiéndose en Lili Elbe. Ya el año pasado este actor recibió el Óscar por su interpretación soberbia de Stepehen Hawking en "La teoría del todo" y en ambos casos, que son de armas tomar, sale reforzadísima la figura de sus mujeres, cuyo amor por el personaje es infinito. Son de esas personas que les toca vivir una situación especial y en vez de huir, la asumen, mujeres de un arrojo brutal. En ese caso el papel de Gerda Wegener, la esposa de Einar, lo interpreta, y de qué manera Alicia Vikander.



La historia se centra en Copenhague (Dinamarca) a mitad de la década de los años 20. La pareja de pintores formada por Einar y Gerda, disfrutan de su pasión, que poco a poco va consiguiendo éxitos. Un día, y por casualidad, la modelo a la que ella ha contratado para retratar sus cuadros, ha tenido que cancelar la cita, y necesita terminar esas pinturas a tiempo. Para poder finalizar su trabajo, pide a su marido si no le importa ponerse medias y zapatos de mujer por unos instantes y servir de modelo de repuesto, a lo que accede sin problema. Esta revelación desencadena el despertar de un anhelo largamente escondido por Einar, y que irá a más a partir de entonces, creando su personaje de Lili, es decir, su deseo de ser mujer.



Como es lógico, al principio se trata de un juego, de un divertimento, que provocan un éxito de los retratos donde Lili empieza a ser protagonista. Ella, visto ese éxito, anima a su marido a adoptar una apariencia femenina en vista de la acogida de sus cuadros, que incluso les lleva a exponer en París. Pero eso no hace más que despertar la inquietud de Einar, que cada vez se ve más mujer de verdad. Así, lo que primero era un juego romperá su matrimonio, dando un giro y nacimiento a una identidad femenina dentro del cuerpo de él.
Así Einar se convertirá en Lili Elbe, librando una lucha por hacer justicia con su yo interior, y le hará en un pionero de la cultura transgénero, ya que fue uno de los primeros en operarse y cambiar de sexo. 


Hablamos como no, de un tema delicado y complicado que puede herir sensibilidades, pero Hooper consigue contarlo con extremo y exquisito cuidado. Sobre todo hay un detalle que me llamó mucho la atención, y es que esta historia no es la de alguien que de buena mañana decide esta situación de cambiarse de hombre a mujer, sino que es una cosa que siempre llevó dentro, y que consigue darse cuenta de que puede revertir lo que la naturaleza así hizo, pero que tenía encerrado dentro, provocado sobre todo por vivir una época donde aquello era poco entendido.
Como no, los médicos a los que acudía le tachaban de loco, y ninguno quiso tratarlo como debía hasta que el Doctor Warnekros (Sebastian Koch) le dice que él, ya ha hecho alguna operación de cambio de sexo y puede ser su solución.
La película no habla de travestismo, sino de transexualidad, que creo es un asunto bastante importante.


En cuanto al plano de los actores, Redmayne está muy bien, aunque para mi a veces sobreactua, pero la envergadura del personaje es de nivel extremo, por lo que hay que alabarle. Lo de Alicia Vikander es de órdago, interpretación soberbia, para mi espectacular, en un papel que sufre todo el proceso de cabo a rabo de la transformación y sus consecuencias, sin dejar de querer a esa persona. Estupendos todos los secundarios, Amber Heard como Ulla, amiga de la pareja, Matthias Schoenaerts como Hans Axgil, amigo de Einar de la infancia y gran apoyo de ambos, o el propio Sebastian Koch, en un papel clave en el film.
Gran fotografía a cargo de Danny Cohen, destacando el lado poético y gran banda sonora de Alexandre Desplat.


Este drama merecía ser contado, sin duda con la delicadeza que lo ha hecho Hooper, y aunque esté lejos de ser una obra maestra, consigue plasmar con gran belleza la lucha interior de alguien que nació en el cuerpo equivocado.

Os dejo con el tráiler del film.