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domingo, 26 de octubre de 2025

Escenas míticas del cine (CDXLVI)

En el año 2021 Ilya Naishuller dirige Nadie, una película que me sorprendió desde su inicio, y que me parece una acertadísima vuelta de tuerca dentro del género acción. El film se centra eb la vida de Hutch Mansell al que da vida Bob Odenkirk, conocido por ser el abogado Salu Goodman o Jimmy mcGill de las series Better Call Saul o Breaking bad, es un hombre de familia corriente, con un empleo rutinario (contador en la empresa del padre de su esposa) hasta que un día unos ladrones entran en su casa y él renuncia a defenderse y defender a su familia con el fin de evitar complicaciones. Eso decepciona a su hijo Blake (Gage Munroe) y a su mujer Becca (Connie Nielsen) que empiezan a distanciarse de él. Este incidente le empieza a reconcomer por dentro y hará que salga a la luz su lado más violento y oscuro.
El asunto es que cuando Hutch empieza a repartir es un auténtico crack, y no deja títere con cabeza, como en la escena mítica del autobús, con unos tipos que iban de malotes y acaban bastante mal.


Os dejo con la mítica escena.

lunes, 22 de enero de 2018

The Post (2017)


Los archivos del pentágono es el nuevo film de Steven Spielberg, cuyo currículum no vamos a descubrir aquí ahora, y que desde luego es uno de los grandes. Aquí se mete en una historia real, que supuso uno de los episodios más destacados del periodismo norteamericano del siglo XX. Hablamos de una época muy convulsa en Estados Unidos, la que componen los años en los que se libró la Guerra de Vietnam en los años 60 y primeros 70.
The Washington Post no era un periódico referente, llegaba tarde a todas las historias y titulares importantes, y su nueva jefa Kay Graham (Meryl Streep) acababa de heredar ese puesto tras el suicidio de su marido, pero carecía de ese liderazgo que se supone debía tener un puesto así. Su rumbo parecía que iba a cambiar con su salida a bolsa, pero ahí surgió la oportunidad de oro, seguir publicando un documento secreto que hasta entonces solo había destapado The New York Times. Ben Bradlee (Tom Hanks) fue el otro gran impulsor.


En 1971, los principales periódicos de EEUU tomaron una valiente posición a favor de la libertad de expresión, informando sobre unos documentos del Pentágono, archivos secretos donde el gobierno había mentido al pueblo de manera sistemática, algo que había durado cuatro décadas y cuatro presidencias del gobierno.
La administración Nixon quería restringir la primera enmienda, pero se encontró ante ellos con la unión del mundo periodístico y sobre todo de estos grandes gigantes, lo que derivó en una dura batalla legal ante el Tribunal Supremo.
Spielberg lo borda en situar el escenario, algo crucial para que la película sea estimulante y no una mera descripción de los hechos, y el enfoque lo va variando, dependiendo de la parte que quiere potenciar. Por ejemplo impera el drama cuando se centra en la figura de Kay Graham, a la que da vida una, como siempre, inmensa Meryl Streep.



Precisamente el personaje de la Streep, es el que el director elige para ir viendo su transformación paso a paso, primero con ternura, mientras le costaba decir con palabras lo que pensaba debido a sus dudas internas y su progresiva evolución hasta que llega el momento de tomar decisiones, que serán de un calado tan importante que afectarán a su vida. Su interpretación vuelve a ser majestuosa, la de una veterana que moldea de manera impresionante todo papel que toca.
Por su parte Tom Hanks está también magnífico (y con peluca algo ridícula) y será el encargado de llevar a todo el periódico a publicar esos informes, cuando andaban más metidos en noticias del corazón que en asuntos de periodismo de investigación, donde el humor suaviza las cosas.


Es ahí en la parte de investigación, cuando predomina el thriller, donde reluce Ben Bagdikian, redactor del Washington Post, y que interpreta también de manera excelente Bob Odenkirk, que será el que calibrará como la publicación de esos documentos podría afectar a todos en el periódico, y saber exactamente a qué estaban jugando y cuales podrían ser las consecuencias.
Como villano que se define a si mismo, Richard Nixon, del que el propio director ha decidido utilizar grabaciones reales, y al que siempre se le ve de lejos en la Casa Blanca hablando por teléfono, sin tener un primer plano del actor que le interpreta (Curzon Dobell), algo que me recordaba a malvados de los dibujos animados...



En definitiva una buena película donde no faltan los héroes, aquí todos con pluma o máquina de escribir, a pesar de que el margen de sorpresa en la historia es corto y puede resultar algo previsible, que lo es, pero consigue centrar la trama en las consecuencias de publicar unos papeles de tal calibre, y no en como se consiguieron, aunque eso está narrado como es lógico al inicio del film. Muy bien llevada esta cinta, y sabiendo donde enfatizar las partes importantes, además de un elenco de actores magnífico.


Os dejo con el tráiler.

viernes, 7 de marzo de 2014

Nebraska (2013)

 Cartel del film
 
 
Anoche vi Nebraska en Versión original subtitulada, y disfruté muchísimo, cosa que no esperaba realmente, porque lo que en principio tenía trazas de ser un auténtico drama, tiene tanta chispa y tanto sentido del humor, que no pude sino reírme a carcajadas por los paralelismos que se muestran entre la historia contada y otras que has vivido y que sabes que son muy reales. El tema de la vejez, de saber que te queda poco y querer recuperar aquellas cosas del pasado, recuerdos, sensaciones, pero con un físico y una mente que ya no son los de entonces, es lo que en el fondo nos trae esta gran historia.


Bruce Dern & Will Forte
 
 
Alexander Payne (del que sólo había visto About Schmidt) nos cuenta la historia de Woody Grant (Bruce Dern), un anciano, con síntomas graves de demencia y que se suele perder por el pueblo dónde vive, recibe un "premio" por correo y cree que se ha vuelto rico, y obliga a su receloso hijo David (Will Forte) a emprender un viaje a Lincoln, en el estado de Nebraska, para cobrarlo. Poco a poco, la relación entre ambos, rota por los desvaríos etílicos de Woody, tomará otro rumbo, y pasarán por las más distintas situaciones ante la sorpresa de la madre Kate (June Squibb) a la que llegas a adorar (leches en algunos momentos me recuerda a mi propia madre) y del triunfador del otro hermano Ross (Bob Odenkirk). 





 
Pero una de las cosas que más me llamó la atención del film, aparte de su gran historia, y su mirada sin concesiones a la vejez, pero que se produce dentro de los que podríamos llamar la América profunda como la nada, es como está descrita esa parte del país, pueblos sosos y medio muertos, que están casi aislados del mundo. Cuando inician el viaje a Nebraska, padre e hijo paran en su pueblo natal, dentro del mismo estado de Nebraska, dónde queda una parte de la familia. Pero claro, se corre la voz de que viene a cobrar el premio, lo que hará que aparezcan buitres hasta debajo de las piedras, incluso en la propia familia, y como no, viejas rencillas con algún socio antiguo de trabajo como Ed Pegram (Steacy Keach) y recuerdos del pasado de sus antiguas novias y desvaríos alcohólicos.
 


 
 
 
Pero leches, es que el personaje de Woody tiene bastante de Quijote, quien desde su mirada cansada y clara, nos describe las humillaciones (que vuelve a sufrir al volver al pueblo) y su necesidad de reconquistar la dignidad perdida, para lo que contará con la inestimable y no esperada por él, ayuda de su hijo David (un claro perdedor de la vida, en contraprestación con su hermano Ross). Entre su aparente locura, mantiene una cordura, y la gente de bien siempre tiene buenos recuerdos de él y es apreciado.



Bruce Dern & June Squibb


 
Nebraska también es ilusión y desilusión a la vez, y el blanco y negro deprimente del film, sin matices ni sombras, no hace sino contar con más fidelidad una historia que nos retrae al pasado dónde la depresión y la derrota eran la nota dominante de sus vidas. La música de Mark Orton con ese aire country pero sin voces, donde guitarras acústicas y banjos dominan realzan si cabe, aún más, esa sensación depresiva, pero dónde los toques de humor constantes del film hacen que no pares de reír ante situaciones enternecedoras.




 
 
Muchas escenas valen quintales, desde la aparición en casa de la familia, con los dos hermanos cachondeándose de David por su velocidad de crucero en el viaje, el dantesco karaoke del pueblo (un teatro de los horrores) dónde cantan Ed y sus acólitos, cuando la madre visita el cementerio y no deja títere con cabeza, la escena del robo del compresor de aire por los hijos, el detalle de la furgoneta y su paseo glorioso por el pueblo...
 
Os dejo con el tráiler de ésta maravillosa y muy recomendable película.