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lunes, 26 de febrero de 2024

The Baker (2023)

Jonathan Sobol dirige The Baker ("El panadero"), una película que mezcla el thriller, el crimen, la violencia y el tema de las drogas. Ron Perlman encarna a Donald Gilroy "Pappi", un solitario panadero que es propietario de la panadería Pappi's Bake shop, que realmente es un antiguo militar atormentado por su pasado, que verá como su vida cambia cuando su reencontrado hijo Peter (Joel David Moore) desaparece debido a un negocio turbio, después de que sea testigo de una violenta pelea entre matones que se destrozan entre ellos, siendo la tentación una mochila llena de droga de diseño de alto valor. A partir de ahí el panadero empieza una búsqueda para encontrar a su hijo, y proteger de los sicarios de la mafia enviados a buscar a su nieta de ocho años Delphi (Emma Ho), que se quedó muda después de la muerte de su madre en un accidente.


Peter al coger la mochila comete un error gordo, lo que ocasionará que intentando solucionarlo deje a su hija con su abuelo. La solución pasa por secuestrar a su hija Delphi para convencer a su padre de que entregue el cargamento en su poder, todo ordenado por Merchant (Harvey Keitel) que tiene como mano derecha a Vic (Elias Koteas), ambos poco sabedores de que Pappi es un antiguo militar que rumia en silencio las herencias de su pasado. Pappi se convierte en justiciero hasta que consigue averiguar donde está su hijo, vivo o muerto, y por su puesto defiende a muerte a su nieta. En el camino hay escenas de acción realmente espectaculares, en las que Pappi se ve enfrentado a tipos muy peligrosos a los que va dando lecciones.
La película usa un guión algo convencional, pero engancha con la historia del panadero justiciero que protege a su nieta a mamporro limpio.

Os dejo con el tráiler del film.

viernes, 29 de enero de 2016

Youth - La giovinezza (2015)

Cartel del film

Paolo Sorrentino dirige dos años después de aquella maravilla titulada la Gran Belleza, un interesante retrato sobre la juventud perdida y la vejez. No había escuchado ni una sóla buena crítica sobre el film, cosa que me animaba más aún a verla, porque una película donde están Michael Caine, Harvey Keitel, Paul Dano o Jane Fonda me costaba creer que no me gustara.
Y el resultado después del visionado, no puede ser más fantástico. 
Si en La Gran Belleza era Roma el centro de la historia, aquí el director italiano nos traslada a un balneario de lujo en los Alpes suizos, lugar ideal para un descanso si se tiene pasta.
Allí, en un entorno idílico, se desarrollan multitud de charlas, reencuentros, vicisitudes, momentos de auténtica belleza, incluso suicidios.

Paul Dano, Harvey Keitel & Michael Caine

Allí en el balneario acuden diferentes personalidades, casi todas ellas relacionadas con el mundo artístico (con alguna gorda excepción, como un Maradona obeso que no puede ni andar o un budista que medita día y noche), para recuperar el encanto perdido en sus vidas, desgastadas en muchos casos por el sentimiento de desencanto, decepción o hastío.
Fred Ballinger (Michael Caine) es un gran compositor de música clásica ya retirado, que lleva frecuentando el hotel más de 20 años, y en esta ocasión es acompañado por su hija Lena, y uno de sus amigos de toda la vida, Micke Boyle (Harvey Keitel), director de cine que se encuentra preparando la pre-producción de su último proyecto, lo que él llama su "testamento".


Es en ese ambiente y con esa paz, todo tipo de reflexiones acerca de cualquier tema hace que cobren una dimensión diferente y se planteen los asuntos con más sinceridad y organizarse los días venideros, lo que queda de vida por delante, que es evidentemente menos que cuando eras jóven y veías todo lo que te quedaba por delante. Se describe así a una especie de purgatorio donde redimir pecados (algunos ya difíciles de purgar) y encontrar nuevos impulsos vitales. Tanto Fred como Micke se encuentran en el final de sus vidas, uno ya jubilado y el otro con su último proyecto vital, y comparten achaques y viejas vivencias que les ha regalado la vida.
Jimmy Tree, interpretado por Paul Dano es el contrapunto, ya que es un actor jóven cansado de ser sólo reconocido por la gente por una película donde hacía de robot, y no por sus virtudes como interprete, que busca inspiración para su nuevo personaje a interpretar. Michael Caine está sublime, una leyenda viva que sigue dando lecciones, al igual que Harvey Keitel, excelso.


Aquí también hay poesía, una composición de planos maravillosa, irónica y crítica, terrenos donde se mueve con locura el director, y vuelve a sacar belleza de donde no parece que la haya. Y aunque en apariencia esta emotiva y tierna historia está protagonizada en su mayoría por hombres, vuelve a ensalzar la figura femenina en varios aspectos. Especialmente memorable la aparición de Jane Fonda, que interpreta a una actriz, Brenda Morel, principal reclamo de Micke para su film, y espectacular aparición de Madalina Diana Ghenea interpretando a Miss Universo que ha sido agraciada con una estancia en el balneario (y por algunas cosas más por la gracia de Dios). Rachel Weisz está espléndida también, como no podía ser menos.



La inteligente retórica, a parte de una fotografía cuidadísima, hacen que Paolo Sorrentino mantenga su sello, filmando de manera gloriosa exteriores en esos campos verdes suizos y los interiores, donde los personajes se desnudan interiormente. Pero además, deja claras sus señas de identidad, es voluptuoso, barroco, excesivo en algunos momentos, pero también psicodélico e incluso en algún que otro aspecto mezcla escenas algo inconexas, pero que forman parte de su personalidad. La música también tiene un apartado importante, empezando con una canción de la banda que toca en el balneario y acabando con la música que dirige Fred, aparte de la aparición de una cantante de pop incluso.



Una apabullante película cuyo lenguaje ensalza el cruce de miradas, el desnudo de todo tipo de cuerpos, las actitudes que huyen de lo mundano y elevan su discurso de vida. Además es de esos films que te dejan imágenes imborrables en tu retina para siempre.

Os dejo con el tráiler de esta diferente y especial película.

lunes, 4 de agosto de 2014

Escenas míticas del cine (XXV)


En 1976, Martin Scorsese dirigió a Robert de Niro, como protagonista principal de Taxi Driver, la historia de un ex-combatiente de Vietnam, Travis Bickle (personaje bordado por Robert de Niro) que trabaja como taxista en Nueva York. Se trata de un tipo insociable, un hombre solitario al borde de la locura, ya que se pasa los días en el cine y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en una campaña de un partido político.
La figura del combatiente que regresa perturbado, a la vez que encuentra vacía su existencia, ya ha sido muchas veces tratada en cine y literatura, pero tal vez ésta sea una de las más acertadas.


El contacto con las calles de Nueva York le acaba transmutando en un psicópata, un hombre violento que no ve más forma de solucionar los males de la sociedad que pasando a la gangsteril venganza, ya que su obsesión es comprobar como la violencia, la sordidez y la desolación dominan la ciudad.
La escena de cuando decide pasar a la acción es mítica, empezando por una tonta discusión con Sport (Harvey Keitel) sobre Iris (Jodie Foster) una prostituta, al que despacha un tiro, y enlaza una matanza hasta llegar a la habitación dónde ella trabaja.
Imborrable escena, con ese final dónde el protagonista se pega un tiro a si mismo simulado cuando llega la policía.

Disfrutad de la terrible escena.


jueves, 3 de abril de 2014

The Grand Budapest Hotel (2014)

 Cartel del film
 
 
 
Wes Anderson, no es un director al que haya prestado demasiada atención hasta ahora, pero he de reconocer, que a partir de el visionado de su última cinta, algo va a cambiar y para mejor. Se trata de un film detallista, diría que hasta el exceso, calculado al milímetro, estudiado hasta límites insospechados, para que el espectador disfrute de su visionado como si de un poema se tratase, con rimas y sílabas numeradas, además de disponer para ello de uno de los mejores repartos que se pueden tener a día de hoy en el cine: Ralph Fiennes, Edward Norton, Jeff Goldblum, Willem Dafoe, Jude Law, F. Murray Abraham, Adrien Brody, Tilda Swinton, Harvey Keitel, Tom Wilkinson, Bill Murray, etc., además del descubrimiento de dos actores Tony Revolori y Saoirse Ronan.
 





 
Gustave H. (Ralph Fiennes), un legendario conserje de un famoso hotel europeo de entreguerras, enseña, dirige y aconseja, además de entablar buena amistad con Zero Moustafa (Tony Revolori), un joven empleado al que convierte con el paso del tiempo en su protegido y que además narra la historia. Gustave dirige el hotel atrayendo a viejas mujeres ricas, siempre rubias, a las que satisface todos sus deseos. La historia trata sobre el robo y recuperación de una pintura renacentista de mucho valor, que deja en herencia una de sus huéspedes, Madame D. (Tilda Swinton a la que maquillan de miedo) a Gustave H., pero que provoca una batalla que enfrenta a miembros de la familia de ella por la inmensa fortuna. Todo esto transcurre en una época convulsa en Europa, con levantamientos militares de todo tipo, que acabaron en Guerras Mundiales. Tanto el país dónde se sitúa el hotel, como los ejércitos tienen nombres diferentes, es decir, son inventados.




Ralph Fiennes


La película juega con el argumento narrando adelante y atrás en la historia, dando saltos temporales, abriendo líneas argumentales, y presentando personajes sin solución de continuidad, para luego poco a poco ir cerrando las tramas, como si de un soneto perfecto se tratara. Y en el centro de la trama, mientras se resuelve el misterio, la gran historia individual de un chavalito delgadito y poca cosa, que de botones de vestíbulo pasó a ser el propietario del legendario Gran Hotel Budapest. El director está sublime al dejar que sus personajes hagan locuras, sean libres, y derrochen ironía, surrealismo e incluso situaciones absurdas de lo más graciosas.
 



 
 
Los actores están inmensos, y muy bien dirigidos, esa es la verdad. Ralph Fiennes vuelve a demostrar por enésima vez que su personaje es perfectamente creíble, aún en las situaciones más inverosímiles y con ese toque de finura y poético que le hace casi cursi. Willem Dafoe está soberbio (casi parece un vampiro) haciendo de malo malísimo, encargado de llevar a cabo el trabajo sucio encomendado por el hijo de la difunta. Pero Tony Revolori, lleva el peso del argumento de manera increíble, sin que decaiga en ningún instante. La lista de apariciones, ya la dije al principio, algunas son casi cameos, en definitiva son secundarios de lujo con pequeños papeles muy acertados.



Tony Revolori & Saoirse Ronan

 
 
Aunque el film es de un corte clásico brutal, es sin duda una película accesible y diría que comercial, y desde luego divertida a rabiar, yo me reí muchísimo. Entre el encuadre de algunas escenas, la distribución de los personajes, los giros argumentales, homenajes a grandes del cine cómico como los Hemanos Marx (la trama de la cárcel), o incluso La gran Evasión, etc...
Que no se me olvide el tema colorístico que domina todo el film, una gama que va desde el rosa y el morado, del verde al rojo, pasando por el gris y el azul... que hace que disfrutes de cada rincón de un hotel con encanto y cierta bella decadencia.
 


 
 
Os dejo con el tráiler de ésta muy recomendable película, llena de detalles preciosos que te deja con una sonrisa en la cara y un dulce sabor de boca.
 
 

martes, 24 de septiembre de 2013

Escenas míticas del cine (XVI)



Corría el año 1992, y un joven Quentin Tarantino realiza su primera y gran película. Tarantino, quien en sus inicios trabajó de empleado en una tienda de vídeos en Los Ángeles, originalmente iba a filmar la película junto a unos amigos con un presupuesto de 30.000 dólares, y en un formato de 16 mm, sin embargo la implicación de Harvey Keitel, no sólo como actor sino como productor, fueron capaces de aumentar el presupuesto a 1'2 millones de dólares, un gran logro para una película independiente, en todo caso una pequeña fracción de lo que sería una típica producción de Hollywood de la época. Por eso se la considera un hito dentro de la escena independiente americana.


 
Seis criminales profesionales son contratados por Joe Cabot (Lawrence Tierney) y su hijo Nice Guy Eddie (Chris Penn) para un trabajo. No se conocen entre sí y se mantienen en el anonimato, escondidos bajo nombres de colores: el señor Naranja (Tim Roth), el señor Blanco (Harvey Keitel), el señor Rosa (Steve Buscemi), el señor Rubio (Michael Madsen), el señor Marrón (Quentin Tarantino) y el señor Azul (Edward Bunker).
Me quedo con la mítica escena en la que les son asignados los colores a cada uno y las consecuencias que ello genera en el grupo. "¿Porqué yo Señor Rosa? Por maricón!!!"

Disfrutad de esta mítica escena.
 

martes, 4 de diciembre de 2012

Mejores escenas cómicas del cine (VI)


Hay películas y escenas que te marcan, y en el segundo film de Quentin Tarantino, la maravillosa Pulp Fiction de 1994 hay muchas escenas inolvidables, pero hay una sobre todo, que cuando la oí por primera vez la tuve que rebobinar (era cinta VHS que me había dejado un amigo) para volver a escuchar lo que Harvey Keitel dice en esta alucinante escena.
Vincent Vega y Jules Winnfield matan "sin querer" a un chico en el asiento de atrás del coche, y sus sesos andan repartidos por todo el interior del automóvil. Para arreglarlo van a la casa de Jimi (Quentin Tarantino), a dónde se acerca El Señor Lobo (Harvey Keitel) mandado por Marcelus Wallace.
La aparición del Señor Lobo es de las más alucinantes que haya visto. A todos ordena lo que deben hacer, y una vez que consigue que le sigan en sus instrucciones, suelta una de las frases más graciosas que haya oído y que ha pasado a la historia.

Disfrutad de esta escena que no tiene parangón.