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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXXIV)


Roman Polasnki dirigió este film de producción francesa, llamado J'Accuse, conocido aquí como El oficial y el espía en 2019 y que trata sobre el famoso Caso Dreyfuss, cuando en los últimos años del siglo XIX, en concreto en 1894, se condenó de manera injusta al oficial de artillería Alfred Dreyfuss por traición, producido por el profundo antisemitismo que estaba instalado en la sociedad francesa, y al que no era inmune el propio ejército francés. Le película relata estos hechos y los intentos posteriores del gobierno y el propio ejército en encubrir las malas y chapuceras artes empleadas para ello, desde la perspectiva de Georges Picquart, un oficial de policía que ascendió a jefe de inteligencia e información.
J'Accuse, el título original, es una referencia a la carta abierta de Émile Zola en el periódico L'Aurore, en la que el escritor, que aparece en la película, acusó al gobierno francés de antisemitismo con nombres y apellidos, creando un seísmo tremendo en la opinión pública francesa. Dreyfuss, de ascendencia judía, fue condenado, degradado y deshonrado hasta límites increíbles, de hecho la primera escena es la del degradamiento, en el que delante de todo el ejército francés se le quitan sus grados y es mandado a sufrir una condena a la Isla del Diablo en la Guayana Francesa, sin que los soldados que cuidan de él ni le dirigen la palabra. Alfred Dreyfuss es interpretado por un Louis Garrel que encarna perfectamente el sufrimiento de su personaje. Esa es precisamente la escena mítica que hoy recuerdo.


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 11 de octubre de 2020

Rifkin's Festival (2020)

Woody Allen ha estrenado su nuevo film Rifkin's Festival inaugurando la sección oficial del 68º Festival de San Sebastián, manteniendo así su fidelidad a hacer una película al año, algo que solo se interrumpió en 2018, y que además coincide que tiene a dicha ciudad como escenario de la cinta. Woody tiene ya 84 años, pero su amor por el cine sigue completamente intacto, al igual que varias de sus míticas características que se van repitiendo a lo largo de los años en sus películas, como la del personaje principal que unas veces interpreta él mismo y otras veces es otro actor, pero cuyos rasgos principales son las de un judío hipocondríaco, amante del cine, que acude al psicoanalista, amante de las mujeres, etc., en esta comedia romántica lo que varía es que este personaje tan suyo es ya mayor y ya no está para muchas batallas, con algún problema de salud y un matrimonio que hace aguas.


Aquí narra la historia de un matrimonio estadounidense que acude al Festival de San Sebastián, al que ella va como miembro de una productora de cine, y él como acompañante. La pareja, Mort (Wallace Shawn) y Sue (Gina Gershon) está hace años prendada de la ciudad, su belleza, la comida y el encanto de España. Durante los días que pasan allí queda ya muy claro el lío de ella con Phillipe (Loui Garrel) un aclamado director francés, al que además de acompañar en todas sus entrevistas y actos relacionados con el Festival, en las comidas o cenas siempre son a tres bandas y ya se sabe, son multitud. Él por su lado conoce a Jo Rojas (Elena Anaya) una doctora que le atiende de unos dolores en el pecho y de la queda prendado.
 

En esta comedia romántica Allen trata de nuevo una trama coral donde caben las frustraciones sentimentales, los adulterios, los flechazos a la primera, que fluyen de manera precisa a la vez que es capaz de soltar citas una detrás de otra, mezclado con declaraciones de amor y con la reelaboración visual (utilizando a los protagonistas) de obras señeras de Bergman, Welles, Fellini o Godard a los que cita en todo momento. Todo eso tiene un parte de mucha sátira e ironía cuando fustiga (sobre todo mediante el personaje de Mort) con saña las vanidades de jóvenes cineastas franceses que sólo saben mirarse el ombligo (algo típico de la idiosincrasia gala), centradas en el personaje de Garrel que se presta de manera genial a esa caricatura.


En el otro lado se establece un paralelismo, en el que un gran Wallace Shawn pasea por las calles, plazas y parques de San Sebastián, como lo haría el propio Woody por Manhattan, utilizando en este caso como guía al personaje de Elena Anaya, que es el tipo de mujer que no suele acertar con sus parejas, de hecho está en medio de una profunda crisis con Paco, un pintor al que da vida Sergi López y que abusa del alcohol y otras mujeres, un juego que aceptó al principio pero que empieza a ser bastante dañino para ella. Mort lo intenta con ella, pero la doctora no le abre la puerta del todo.


Os dejo con el tráiler de esta entretenida película.

sábado, 4 de enero de 2020

J'accuse (2019)


Roman Polasnki dirige este film de producción francesa, llamado J'Accuse, conocido aquí como El oficial y el espía y que trata sobre el famoso Caso Dreyfuss, cuando en los últimos años del siglo XIX, en concreto en 1894, se condenó de manera injusta al oficial de artillería Alfred Dreyfuss por traición, producido por el profundo antisemitismo que estaba instalado en la sociedad francesa, y al que no era inmune el propio ejército francés. Le película relata estos hechos y los intentos posteriores del gobierno y el propio ejército en encubrir las malas y chapuceras artes empleadas para ello, desde la perspectiva de Georges Picquart, un oficial de policía que ascendió a jefe de inteligencia e información.


J'Accuse, el título original, es una referencia a la carta abierta de Émile Zola en el periódico L'Aurore, en la que el escritor, que aparece en la película, acusó al gobierno francés de antisemitismo con nombres y apellidos, creando un seísmo tremendo en la opinión pública francesa. Dreyfuss, de ascendencia judía, fue condenado, degradado y deshonrado hasta límites increíbles, de hecho la primera escena es la del degradamiento, en el que delante de todo el ejército francés se le quitan sus grados y es mandado a sufrir una condena a la Isla del Diablo en la Guayana Francesa, sin que los soldados que cuidan de él ni le dirigen la palabra.


Picquart, interpretado por un magnífico Jean Dujardin, una vez accede al cargo de jefe de inteligencia, empieza a investigar a otro oficial, Esterhazy, hasta llegar a la conclusión de que era este y no Dreyfuss el que pasaba información al ejército alemán y era el verdadero espía, sobre todo por el tema de la caligrafía. En sus pesquisas, se da cuenta de la bochornosa actuación del ejército y de todos sus miembros, incluidos sus subordinados, todos bajo la trama de hundir como fuera a Dreyfuss. Alfred Dreyfuss es interpretado por un Louis Garrel que encarna perfectamente el sufrimiento de su personaje.
También la subtrama de Pauline Monnier, interpretada por una todavía pujante Emmanuelle Seigner, que da vida a la amante casada de Picquart, no obstaculiza la trama, aunque relentice su ritmo.


Pero Polanski, como gran y veterano director tiene sus habilidades narrativas a un nivel extraordinario, y va desarrollando el complejo proceso judicial con fluidez y precisión, aunque a veces los pasos sean lentos, la seguridad de que se llega a un sitio concreto es indudable, dentro de la trama de espionaje, las evidencias falsificadas de manera torpe y el juego de testigos que todo proceso judicial conlleva. A medida que la trama se complica, se va viendo de que pasta está hecho cada uno de los envueltos en el caso, sentimientos y alianzas que cambian de lado y personajes de firmes convicciones que llevan hasta el final sus ideales.


Lo que sí me ha venido a la mente, por haberlas visto en cercanía temporal, es su contraste con la última cinta de Clint Eastwood, Richard Jewell, allí el americano apunta con el dedo a la prensa como cómplice de una torpe investigación policial, pero también como instrumento de juicio paralelo que se le hace a alguien inocente y que es más un héroe que un villano. La lucha que lleva a cabo Picquart contra el sistema para dejar claro quien era el espía y limpiar a su vez el nombre de Dreyfuss, algo que lleva hasta sus últimas consecuencias (él pasa un año en la cárcel) tiene paralelismo con la labor del abogado de Jewell, interpretado por Sam Rockwell.


En definitiva, una muy buena cinta, en la que la fotografía clásica y un excelente diseño de producción recrean una época de manera exacta, y nos cuenta una historia dura.

Os dejo con el tráiler.