En 1995 Javier Fesser realiza su segundo corto. Producido por José Luis Garci. Con la voz en off de Ramón Langa nos conduce a través de un desconcertante laberinto narrativo, que empieza con la persecución de un gordo empleado de gasolinera por una pareja de guardias civiles. A partir de ahí se suceden un montón de personajes de lo más variopintos, hasta la famosa Cándida (de Gomaespuma, la crítica de cine) con la banda sonora dominada por Elvis Presley, Little Richard y algo de Queen.
También Guillermo Fesser, hermano del director, realiza el doblaje de un muñeco y Juan Luis Cano es el técnico de telefónica que baila, miembros ambos de Gomaespuma.
Pablo Pinedo y Pietro Olivero están estupendos.
Disfrutad de este genial corto, precursor de El milagro de P-Tinto.